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Etiqueta: Juan Pablo II

La «MONEDA DE CAMBIO» de Feinzaig

Freddy Pacheco León
1° de mayo, 2024.

Freddy Pacheco León

La «moneda de cambio» de Eli Feinzaig, como pago por sus votos por Rodrigo Arias, es un llamado a que no obstaculicen «su lucha» por montar en nuestra Patria, una estructura fuertemente neoliberal, que recuerda la receta acogida, desde Milton Friedman y los Chicago Boys, por Pinochet y la Thatcher, con todo y sus salvajes consecuencias sociales.

Para mayor comprensión de las palabras de Juan Pablo II en 1991, recordemos que enfatizó sobre la situación de los países más pobres, sometidos a ideologías inhumanas. A pesar de esfuerzos positivos, recalcó que priva el problema todavía no resuelto, de la deuda exterior de los países más pobres que, aunque debían ser pagadas, no es lícito exigir o pretender su pago cuando llevará al hambre a poblaciones enteras. Algo muy actual, cuando somos testigos de que «el equilibrio financiero, la macroeconomía, el ser bien calificados por las frías corporaciones reunidas en las calificadoras de riesgo, el aumento de las reservas de dólares, el mayor aprovechamiento empresarial de las jornadas laborales, la ausencia de ajustes salariales», y las demás cuitas que tanto nos repiten, son parte de ese cuadro pintado por Juan Pablo II, en términos generales. Refiriéndose a los países más pobres del mundo, dijo que muchos hombres viven en ambientes donde la lucha por lo necesario es absolutamente prioritaria, donde están vigentes todavía las reglas del CAPITALISMO SALVAJE, primitivo, en medio de una despiadada situación que no tiene nada que envidiar, a la de los momentos más oscuros de la primera fase de industrialización.

A propósito de lo anterior, hay hechos estadísticos que, no son «moneda de cambio» para neoliberales como Feinzaig. Entre ellos, comprometerse prioritariamente, para que, a corto plazo, se haga el máximo esfuerzo por llevar comida y la atención de otras necesidades básicas, a cientos de miles de compatriotas. Eso no parece desvelar al político, indiferente ante el hecho de que nuestro Estadio Nacional en La Sabana, podría llenarse unas 13 veces, con los miserables que sufren de miseria extrema. De esa «moneda de cambio», mejor ni hablar, habrá pensado él y los otros que conocemos.

Por otro lado, el Pontífice, atacó los defectos del capitalismo, como son el consumismo, la droga, la pornografía, los desastres ecológicos y recordó, que para los países subdesarrollados, todavía siguen siendo válidas premisas de la Rerum Novarum, que entonces criticó el CAPITALISMO SALVAJE reinante en Europa.

Pero no, ¡qué va! Para Eli, lo primordial, lo fundamental, lo que es parte de sus sueños, es otra cosa. Para él la venta (compra, más bien) de instituciones estatales, la centralización de funciones ministeriales en «grandes» ministros, es lo que cabe, así como la sustitución de órganos técnicos por órganos políticos, como en el sector ambiental (ejemplo la Setena) y, entre otros, el «cierre» de Recope, que funciona sin fines de lucro, para que sean empresarios privados los vendedores ganadores, a partir de la creciente clientela cautiva, aprovechándose, eso sí, de la gran infraestructura desarrollada con dineros del Estado. «Monedas» que no tendrían consecuencia positiva alguna, para la vida de los más necesitados y la disminuida clase media en general.

Papa Francisco envía mensaje al pueblo de Cuba por el aniversario 25 de la visita de Juan Pablo II

Papa Francisco.

Por: Redacción de Cubadebate

La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba dio a conocer un mensaje enviado por el Papa Francisco al pueblo cubano en ocasión del aniversario 25 de la visita pastoral de Su Santidad Juan Pablo II a nuestro país.

Juan Pablo honró a Cuba con su visita entre el 21 y el 25 de enero de 1998, y fue recibido y despedido por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

En su mensaje, el Papa Francisco califica aquella visita como “un momento de gracia y bendición para todos” y pide al pueblo y la comunidad católica en nuestro país que “vuelvan a hacer presente en sus corazones los gestos y las palabras que mi predecesor les dirigió durante su visita, que resuenen con fuerza en el presente, y den un nuevo impulso para seguir construyendo con esperanza y determinación el futuro de esa nación.”

El Sumo Pontífice resaltó el trabajo y sacrificio de muchos por todo el pueblo, y de modo especial por los más necesitados. “Gracias por ese ejemplo de colaboración y ayuda mutua que los une y que revela el espíritu que los caracteriza: abierto, acogedor y solidario”, señaló.

Como signo de cercanía y comunión con el pueblo cubano, el Papa recuerda en su mensaje unas palabras del Padre Félix Varela: “Luego que el árbol se radique, bien pronto extenderá sus ramas, y a su sombra reposará la virtud”. Invitó a continuar ahondando en nuestras raíces con valentía y responsabilidad, y a seguir “dando frutos unidos en la fe, la esperanza y la caridad”.

Francisco resalta la invitación de la Conferencia Episcopal cubana para que el cardenal Beniamino Stella, quien como Nuncio Apostólico en aquellos años fue testigo privilegiado de la visita de Juan Pablo II, venga a Cuba en esta significativa ocasión; y hace público su pedido a Stella de que les lleve su saludo y bendición.

“Que Jesús bendiga al pueblo cubano y Nuestra Señora de la Caridad del Cobre lo cuide y acompañe. Rezo por ustedes y les pido, por favor, que recen por mí”, concluye el mensaje del Papa.

 

Fuente: http://www.cubadebate.cu/

El día en que Juan Pablo II humilló a Monseñor Romero en el Vaticano

El día en que Juan Pablo II humilló a Monseñor Romero en el Vaticano
Monseñor Romero tras su muerte. Foto: archivo AP Eduardo Vázquez Becker.

El obispo salvadoreño que acaba de ser elevado a Beato, viajó a Roma con las pruebas de la persecución de la dictadura a los sacerdotes. El Papa lo maltrató. A los tres meses Monseñor Romero fue asesinado.

Antes de que las ruedas de una tanqueta pasaran por encima del rostro del sacerdote salvadoreño Octavio Ortiz, un verdugo le había cortado el cuello con un cuchillo. Los grupos paramilitares que respaldaban la dictadura del general Carlos Humberto Romero Mena, lo habían acusado de darle apoyo y de pertenecer a la guerrilla del Frente Furibundo Martí. Con Ortiz, eran cinco los religiosos asesinados en 1979 bajo la consigna: Haz patria, mata a un cura.

La extrema derecha que mandaba en El Salvador buscaba atajar a sangre y fuego los postulados de la Teología de la liberación asesinando religiosos. El obispo de San Salvador, Óscar Romero quiso hacerle frente a la persecución a la que estaban sometidos los sacerdotes en su país y viajó a Roma, a entrevistarse con el recién nombrado Papa Juan Pablo II. Era su superior jerárquico y se veía en la obligación de denunciar las atrocidades que se cometían contra la iglesia católica y sus prelados.

Monseñor Romero llegó con cita confirmada al despacho papal pero no fue recibido. Los ayudantes del pontífice se las arreglaron para que la reunión no se diera. “Ya debes saber que el correo italiano es un desastre” fue la frase que le dieron como excusa. Le cerraron todas las puertas en su cara.

Sin resignarse a regresar al Salvador sin haber hablado con el Juan Pablo II, monseñor Romero hizo la tarea como cualquier feligrés que viaja a Roma a conocer al Papa: madrugó el domingo para estar en primera fila en la plaza de San Pedro a la espera del saludo. Cuando le llegó el momento de darle la mano simplemente le dijo: “Soy el arzobispo de San Salvador y necesito hablar con usted”. Sin otra salida, el Papa le concedió la audiencia para el día siguiente.

Monseñor Romero colocó sobre la mesa del despacho una caja con los documentos e informes que revelaban los abusos, las calumnias, la campaña de difamación que el gobierno del general Romero Mera había emprendido contra la iglesia salvadoreña.

Impaciente, casi despreciativo el Papa le responde: – ¡Ya les he dicho que no vengan cargados con tantos papeles! Aquí no tenemos tiempo para estar leyendo tanta cosa.

Sorprendido, con las lágrimas en los ojos, el obispo de San Salvador abrió el sobre que guardaba la foto del rostro del sacerdote Octavio Ortiz destruido. Le contó la historia del origen campesino del cura, la tarde en que lo ordenó, el día en el que fue apresado por el gobierno sólo porque le estaba enseñando a los muchachos de un barrio humilde de San Salvador el evangelio. “Lo mataron con crueldad y hasta dijeron que era guerrillero…” Viendo la foto de refilón, Karol Wojty le preguntó “¿Y acaso no lo era?”.

Monseñor Romero soportó todo. El consejo del Papa no podía ser más sorprendente: establecer puentes con la dictadura y le recuerda que el General es católico, y por tanto algo bueno habrá de tener.

Abandonado por su iglesia, el obispo endurece aún más su discurso en donde denunciaba la arbitrariedad y la represión del ejército y el hambre insaciable del “imperio del infierno” calificativo que le daría a los terratenientes. Las amenazas aumentan hasta que su círculo íntimo decide como una precaria medida de seguridad, limitar sus misas al oratorio del hospital para cancerosos La divina providencia. Pero hasta allí llegaron sus verdugos. El 24 de marzo de 1980, tres meses después de haber estado en el despacho papal, un francotirador, en plena homilía, le revienta de una bala el corazón.

El Vaticano mantuvo silencio, pero América Latina lo adoptó como el santo de los oprimidos. Treinta y cinco años después de que la causa de su canonización se hubiera dilatado por el desinterés del papado de Juan Pablo II en los sacerdotes del movimiento de la Teología de la liberación y con la ayuda cómplice para obstaculizar el proceso de los cardenales colombianos Alfonso López Trujillo y Darío Castrillón, Monseñor Oscar Romero fue beatificado en su propia tierra donde libró su gran batalla por volver realidad la palabra del evangelio.

(Tomado de 2orillas.co). Reproducido por Carlos Meneses R.

 

PD. CONTRA LA IMPUNIDAD

Guatemala es hoy un hervidero. Sus principales ciudades están siendo tomadas por manifestantes que repudian la corrupción que se viene destapando desde hace algunas semanas y que ya ha dejado tras las rejas a 45 poderosos empresarios, jueces, militares (r) y funcionarios de alto nivel, incluidos el presidente del Banco Guatemalteco y el del Seguro Social.

También precipitó una renuncia que aún retumba en el país: la de la vicepresidenta, Roxana Baldetti, exdiputada, periodista y mano derecha del presidente Otto Pérez Molina, a quien también el pueblo le está pidiendo que dimita.

Guatemala supo lo que estaba sucediendo en las entrañas de su dirigencia gracias a un colombiano: el ex- magistrado de la Corte Suprema Iván Velásquez, quien preside ahora la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), dependiente de Naciones Unidas.

Se trata del mismo hombre que edificó cerca de 60 investigaciones contra ‘parapolíticos’ en Colombia y que salió del país tras ser blanco de seguimientos ilegales ordenados durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez. (Tomado de El Tiempo.com).

 

Información compartida a SURCOS Digital por Carlos Meneses R.

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