Ir al contenido principal

Etiqueta: justicia social

Víctimas del Caso Aldesa claman por justicia ante el fiscal general de Costa Rica

La carta dirigida a Carlo I. Díaz Sánchez, Fiscal General de la República de Costa Rica, el 8 de marzo de 2024, por parte de víctimas del caso Aldesa, recalca que son cinco años desde que Aldesa anunció que dejaría de pagar los intereses a los ahorros y prometió reanudar los pagos en tres años, lo cual no ocurrió. 

En la carta, los firmantes expresan su descontento ante la falta de acción en el caso, y comentan que se manifiestan el 8 de marzo ante el Ministerio Público, en representación de muchas víctimas del Caso Aldesa, entre ellas muchas que por su estado de salud y edad no pueden unirse y también por quienes fallecieron esperando justicia.

Se presentan con dos mantas que resumen el reclamo y señalan que este caso específico ha sido tratado con inacción, lo cual genera una sensación de impunidad, que ha propiciado sucesivos fraudes similares en especial después del caso Aldesa.

A finales del pasado mes de octubre del año anterior, el señor Presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, recibió a los representantes y escuchó sus inquietudes, expresando su deseo de que el caso no prescriba. Sin embargo, dejó claro que, al estar judicializado, tenía limitaciones en cuanto a las acciones que podía emprender. A pesar de esto, permitió a los representantes hacer divulgación a nivel nacional sobre la preocupación por la prescripción y la falta de justicia.

En esa misma ocasión, los firmantes sostienen que don Carlo Díaz, aseguró tener un cronograma y transmitió la tranquilidad de que no debían temer que algo así sucediera. Sin embargo, el Fiscal Christopher Moreno Chaves tardó un mes adicional en presentar la acusación, y han transcurrido más de tres meses desde entonces sin que se observe un progreso significativo en el caso.

Desde la indagatoria de Javier Chaves Bolaños el 7 de junio de 2019, principal responsable del caso, han transcurrido cinco años, marcando el inicio del conteo hacia la prescripción del caso. La preocupación por esta prescripción es palpable hoy, dado el lento progreso del caso y la cercanía de la fecha límite, con tan solo 60 días hábiles restantes (excluyendo feriados, Semana Santa y fines de semana).

La convocatoria de audiencia preliminar por parte del juez con un plazo prolongado genera aún más inquietud, ya que muchos de los afectados son adultos mayores, algunos cercanos a los 90 años, y existe el temor de que fallezcan sin ver justicia.

La situación económica de los afectados es desesperada. Desde que fueron despojados de sus ahorros, hace ya cinco años, muchos adultos mayores han fallecido en una situación económicamente vulnerable tras años de trabajo y sacrificio.

Muchos de los afectados han perdido las necesidades que antes disfrutaban, como el acceso a medicina privada y terapeutas para prevenir úlceras por presión debido a la postración prolongada en camas mientras. Muchos se han visto obligados a vivir con familiares y vender sus posesiones, como vehículos y muebles, para comprar medicamentos o simplemente para comer. La situación es tan grave que algunos, siendo adultos mayores, se han visto obligados a trabajar nuevamente, ya sea dando clases en sus hogares, haciendo teletrabajo o realizando trabajos ocasionales a cambio de un pequeño ingreso.

Ante la falta de respuesta por parte del Poder Judicial, los afectados se preguntan qué les queda. Temen resignarse a que la justicia no sea cumplida, pues consideran que si no se cumple, no es justicia, y creen que eso ya ha sucedido en este caso. Además, si el caso queda impune y no logran recuperar ni un céntimo de lo perdido, la pena será aún mayor, especialmente al constatar que los activos de Aldesa son insuficientes para cubrir las enormes deudas que mantienen.

Si el caso no es elevado al juez penal de manera inmediata y si la convocatoria de audiencia se programa para dentro de un período excesivamente largo, ya sea en seis meses o incluso años, muchos de los afectados habrán fallecido y no podrán presenciar el cumplimiento de la justicia que tanto han clamado.

Los afectados expresan su esperanza de no perturbar la tranquilidad del destinatario, pero señalan que la suya propia está destrozada. Sin otro particular, se despiden atenta y cordialmente.

Dicha carta reúne las firmas en el momento de entregar la carta con las personas afectadas que lleguen a la manifestación. 

Para acceder a la carta oficial, dirigirse al documento adjunto. 

Día Mundial de la Justicia Social

José Luis Pacheco Murillo

El 20 de febrero se celebra el Día Mundial de la Justicia Social, con la finalidad de concientizar a la población y de impulsar acciones orientadas a que exista esa mayor justicia social que todos deseamos en un mundo en el que la injusticia es casi que la norma.

La justicia social debe nacer de las personas que dirigen instituciones y que de ahí baje a los estratos de mayor necesidad.

Se pretende sobre todo erradicar la pobreza y promover el empleo pleno y el trabajo decente; la igualdad entre los sexos, el acceso al bienestar social y la justicia social para todos.

Es lamentable observar cómo cada vez menos se lucha por esa justicia social que fue promulgada inicialmente por Jesucristo mediante sus acciones concretas en favor de los que más necesitaban.

Esa misma justicia, retomada por la Iglesia católica y otras profesiones de fe, no llega a ser lo suficiente para que podamos decir que nuestra sociedad se caracterice por esa justicia social que todos anhelamos.

La pobreza extrema, la falta de empleo, la falta de oportunidades en educación, el hambre, la desnutrición, la violencia familiar y la violencia a todos nivel, las guerras, los abusos especialmente con niños y niñas y muchas cosas más evidencian que tenemos mucho camino que recorrer para lograr la justicia social que todos queremos.

Precisamente el lema para la celebración de este día en el año 2024 es PROMOVAMOS LA JUSTICIA SOCIAL y eso implica una responsabilidad que ahora, nos corresponde a todos. Dios quiera que pudiéramos iniciar ese camino hoy mismo.

Una reflexión desde las organizaciones de Economía Solidaria ante el proceso electoral municipal 2024

Costa Rica se prepara para un proceso electoral en febrero de 2024, en el que se definirá el rumbo del país para los próximos años. Ante este escenario, es fundamental que la ciudadanía conozca las propuestas programáticas de los diferentes partidos y candidatos, así como su compromiso con la promoción de espacios de participación ciudadana y la democracia participativa. Una de las formas de fortalecer estos valores es apoyar a las asociaciones de productores que se rigen por los principios de la economía solidaria, es decir, que persiguen el bien común, la cooperación, la autogestión y la sostenibilidad.

La red de economía solidaria somos una plataforma que reúne a diversas entidades que fomentamos e impulsamos prácticas productivas asociativas solidarias, basados en el respeto a los derechos humanos, la equidad y la justicia social. La red brinda formación, asesoría, intercambio de experiencias y articulación con otros actores sociales y políticos. De esta manera, se contribuye a crear una cultura de solidaridad y a construir otra economía posible desde abajo. Nos involucramos en el debate público sobre los problemas y las propuestas que afectan a sus sectores y a la sociedad en general, aportando nuestra visión y sus experiencias.

Las asociaciones de pequeños productores de Costa Rica son un sector clave para la economía y la sociedad del país. Estas entidades, que representan a miles de familias, se enfrentan a múltiples desafíos para mantener su producción y comercialización en un contexto adverso, marcado por 30 años de políticas neoliberales que han generado pobreza y exclusión en los territorios rurales. Los datos sobre la cantidad de asociaciones de pequeños productores en Costa Rica son limitados y dispersos. El último informe del Estado de la Nación ofrece algunas cifras que permiten apreciar su importancia y diversidad. Según este documento, en el año 2020 había 1.234 asociaciones de pequeños productores registradas ante el Ministerio de Agricultura y Ganadería, que agrupaban a más de 100.000 personas. Estas asociaciones se dedican a diversos sectores productivos, como café, leche, cacao, miel, frutas, hortalizas, productos procesados, artesanías, servicios, entre otros.

Para finalizar, queremos destacar el papel fundamental que desempeñan las asociaciones de pequeños productores en el ámbito local y nacional, y la necesidad de que cuenten con el reconocimiento y el apoyo de las autoridades y la sociedad civil.

En síntesis, las perspectivas para la economía solidaria son de expectativa y esperamos compromiso político de las nuevas autoridades, para propiciar transformaciones reales y duraderas. La economía solidaria puede contribuir a fortalecer la democracia participativa y la gestión sostenible de los territorios, pero sólo si habrá disposición de enfrentar los retos estructurales que aquejan al país.

Una agenda de apoyo a la asociatividad en los municipios

  • Un gobierno local que se orientan a fomentar el reconocimiento, visibilización, el apoyo y la articulación de las iniciativas de los emprendimientos que existen en el territorio, así como a apoyar estas nuevas formas de organización económica basadas en la asociatividad con mayor impacto social.
  • Crear marcos normativos e institucionales favorables para economías asociativas familiares, que facilite la gestión de las organizaciones, su acceso a recursos públicos, su participación en las políticas públicas y su inserción en las dinámicas económicas locales.
  • Generar espacios de diálogo, concertación y alianza entre los gobiernos locales y los actores de esta economía local asociativa, para construir una visión compartida del desarrollo local y definir estrategias conjuntas para su implementación.
  • Promover la formación y capacitación de estos actores tanto en aspectos técnicos como en valores y principios de economías sustentables, así como fomentar la innovación social en este ámbito.
  • Apoyar el fortalecimiento organizativo y financiero los emprendimientos, mediante la creación de redes, plataformas, fondos apoyo, proyectos, capacitación y servicios de asesoría y acompañamiento.
  • Estimular la demanda social de los bienes y servicios producidos por esta asociatividad , mediante campañas de sensibilización, educación y apoyo a los sistemas económicos locales así como facilitar el funcionamiento de los mercados locales que den participación a esta diversidad de expresiones económicas locales y estimular la producción ecológica de bienes y servicios (con certificación ecológica, de comercio justo y que permita una compra ambientalmente correcta), propiciar el consumo responsable.

Carlos Hernández
Miembro Cokomal – Redess

FELICIDADES A mis compañeras y compañeros EDUCADORES: los saludo y los abrazo, hoy y siempre

EDUCACIÓN PARA UNA PATRIA JUSTA

Claudio Monge Pereira

Aseguraba Martí, que tan detestable es un pueblo que subyuga a otro pueblo, como aquel que es esclavo de sí mismo. Por lo tanto, parafraseándolo, podemos asegurar que aquella Educación que no libera, esclaviza. Y esto, más que en discursos y ponencias, se vivencia en la práctica permanente de la construcción social y la lucha por establecer una sociedad justa y digna, en la que la palabra mercado deje de ser la razón del desarrollo; y por el contrario, se fomente la práctica de la solidaridad, la cooperación y el amor.

La educación es un acto ineludible de amor, y en ese acto estamos involucrados los estudiantes, la familia y los educadores. El estado no se escapa y no puede eludir este mandato social. Concebida así, la educación es un proceso integral, dentro del cual, el amor es la levadura que le permitirá crecer sin complejos a todos los Seres Humanos. Aquí, el amor es la clave o la llave que permite abrir las puertas, no sólo del conocimiento y del saber, sino también de la liberación mental y espiritual para construir la justicia económica y social indispensables para mancomunar una Sociedad Completa. Por medio de la participación política decente, la práctica de la solidaridad y la paz; la defensa a ultranza del Universo; fortalecemos la tolerancia y no la sumisión, el respeto hacia las diferencias y la colectivización de las soluciones a los problemas de las mayorías pobres de las sociedades modernas.

La educación, se ha dicho y se ha escrito, es un arma; pero debe acotarse que en manos de mediocres y de arribistas casuales, es un arma peligrosa. Por ello, es preferible reafirmar como lo señalaran insignes educadores y educadoras del calibre de Omar Dengo, Carmen Lyra, Luisa González, Talía Rojas, Carlos Monge Alfaro, Joaquín García Monge y Paulo Freire entre otros, que la educación es un instrumento. Y un instrumento nos recuerda una pala o una hoz, un pico o un rastrillo, un martillo o un serrucho, una llave francesa o una inglesa; una guitarra, un piano, un Altar o un Cáliz; o si quisiéramos, una lira, que es instrumento de los Ángeles.

Un instrumento se utiliza para construir, para crear o para recrear. La Educación es construcción y la construcción es eufórica, es decir, es alegre, dichosa, propositiva, creativa, entusiasta, proactiva, amable y amorosa. La amorosidad es la capacidad que logremos desarrollar para amarnos los unos a los otros, y la amabilidad es esa valiente decisión que asumimos para permitir que se nos ame y amar.

La Educación es un Poder, y el poder concebido y aplicado con justicia social y moral, es la esencia que debe alimentar a las educadoras y a los educadores. Este es el eje espiral a través del cual gira, desde la base hasta la cima, la consecución de una Patria dignamente pacífica y educadora; capaz de ofrecerle a la Humanidad Seres Humanos honrados, trabajadores, optimistas, pacíficos, justos, solidarios, de pensamiento crítico y eufóricos.

No existe Educación neutral, por ello no hay ni Escuelas ni aulas, ni educadores ni estudiantes neutrales. Lo anterior nos indica que tampoco el Magisterio pueda serlo, y estas aseveraciones nos conducen a reafirmar que la Pedagogía debe tomar partido, y hacerlo a favor de aquellas propuestas que la humanicen y la propongan como una guía para la formación de ciudadanos y ciudadanas constructores de espacios democráticos y libres en permanente perfección; preparados y dispuestos para promover y participar en las tareas de la transformación estructural de la Sociedad.

En esta concepción, el pedagogo es un poeta y un guerrero: un poeta porque crea y recrea, es decir, porque su trabajo y su entrega dignifican la Creación. Y un guerrero, porque lucha con valentía para que las utopías se transformen en realidades palpables; visibles y socializables: es un Guerrero – Poeta…un enamorado de la Creación, pero sobre todo, un enamorado incuestionable del Creador de todos los Seres y las cosas; es decir de la justicia. Ese Educador es un experto en su arduo recorrido por el DESIERTO.

Esto del desierto es una metáfora creada por el sacerdote y Educador suizo, Iván Illich. La mejor definición que yo conozco de metáfora es la que afirma que ella es una significación por ausencia. Y eso es precisamente lo que debemos enseñar a nuestros estudiantes: descubrir la maravillosa vida que existe detrás de todas las lacras que hemos creado por apartarnos del camino señalado por quien tanto nos ama con hechos reales.

Detrás de todo lo feo que nos rodea existe una alternativa: lo feo no podría saberse si no sabemos lo bello. El mundo fue construido con el más grande de todos los amores; no es un experimento para jugar, no es un divertimento  del gran Señor del Cielo Azul. Es su Obra maravillosa…es el PAN más tibio y nutritivo jamás concebido.

Iván Illich se refiere a las tentaciones que nos ofrecen los modelos ideológicos que han tratado de imponerse a nuestros pueblos a través de su Historia. Nos ofrecían aquella tentadora Babel del Este, en la cual, se decía, se construía la sociedad más justa y equitativa. No puede haber justicia opacando la dignidad personal del Ser Humano; aunque este tenga el pan material en abundancia. Un cuerpo no vale nada ni es nada sin Espíritu libre. Y también nos siguen ofreciendo un estilo de vida que infla a la gente con chatarra hasta que no pueda caminar, pero que lo enferma y le transforma su alma en una adiposidad más. Ese crisol de extremos asesina al Ser Humano: lo descalifica igualmente para alcanzar la felicidad. Hoy se nos ofrecen «Tratados» que no garantizan nuestro desarrollo como país. Al igual que miles de inmigrantes en el mundo, nuestros pueblos se empobrecen más al aceptar sus gobernantes incondicionalmente instrumentos internacionales que ignoran el nivel que hemos logrado como país; no obstante nuestros problemas. Se dice que hoy tenemos menos pobres en Costa Rica, pero los ricos son cada vez más ricos. Suena irónico porque es difícil comprender cómo hay menos pobres habiendo mayor concentración de la riqueza en menos familias; y siendo nuestro país uno de los más desiguales del Planeta.

Illich nos esclarece la significación por ausencia de su metáfora del Desierto: este es inhóspito y cruel, acaba fácilmente con las esperanzas y los sueños si no se le conoce bien y no se tiene un ideal que nos inspire y fortalezca. ¿Quién puede sobrevivir en él?, ¿Quién logra salir de él y erguirse libre y poderoso? Moisés lo logra: lo atraviesa tan sólo con un cayado y se vuelve a erguir libre y poderoso. Y no sólo eso. Regresa y conociendo sus adversidades lo recorre de nuevo como faro de su Pueblo. Entonces, el significado de la metáfora es, que sólo es capaz de liberar a los demás, aquel que ya fue liberado y es libre como el que más.

Entonces, siguiendo la lógica de esa metáfora, sólo libera a sus estudiantes aquel maestro que ya fue liberado y por lo tanto es libre: libre para crear y construir con su ejemplo y su conocimiento; libre para luchar por la justicia y no conformarse con dar la limosna al desvalido. Libre para para transmitir el entusiasmo que desata los sueños y las acciones de y por la justicia.

El educador liberador es un Poeta porque la Poesía es creación inspirada, y la Pedagogía, por su lado, es la herramienta útil para el conocimiento educativo y formativo. Y es además, un Guerrero, no porque deba ser un rebelde sin causa, sino porque debe hacerle la guerra a la mediocridad intelectual y espiritual; porque debe combatir la ignorancia y la superstición, y porque debe entregarse en la lucha contra las desigualdades que minimizan al Ser Humano, despojándolo de su imagen y semejanza con lo Perfecto y rebajándolo a la condición de miserable.

Ese educador debe forjarse y poseer algunas características:

1) Sensible ante las desigualdades

2) Enamorado de la Justicia Social

3) Amable con la Humanidad y con el Planeta

4) Disponible como un médico, un bombero o un fontanero; una Enfermera

5) Valeroso

6) Honesto hasta decir basta

7) Humilde

8 – Solidario

9) Definido por una opción política que luche por la Justicia Social

10) Vocero de los que no tienen voz

11) Atento y servicial

12) Soñador

13) Estudioso

14) Creativo

15) Asertivo y proactivo

16) Pedagogo: científico social

17) Generoso

18) Justo y equitativo

19) Pensador

20) Inconforme consigo mismo

21) Crítico

22) Andariego

23) Inclaudicable

24) Denunciante, y

25) Anunciante.

Esta caracterización no obedece a ningún orden específico. La propongo de la misma manera que se me inspiró, y probablemente reforzada por la praxis pedagógica que desarrollé durante más de 30 años de Amistad Pedagógica con mis estudiantes. Esa amistad me enseñó a no decirle jamás a quien aprende “alumno”, porque no existe absolutamente ninguna persona “sin luz”. Un alumno es aquel ser que no tiene luz; que está apagado, y semejante fenómeno lo logra, más bien, un sistema educativo vertical y enciclopédico…uno bancario que considera al estudiante una alcancía para embutirle certificados sin valor, hacer de él un ente pasivo: una tabula rasa.

Para construir una sociedad mejor, es decir, justa y bella, urgimos de una educación que invierta el axioma tradicional del educador como Rey Filósofo y del educando como Arcilla Maleable. Así, el educando será el Estudiante Filósofo y el Educador será el Molde Maleable. Aquel esquema rígido, hecho de yeso pedagógico, ese que sólo produce momias rígidas de pensamiento, será abolido y desterrado. El ser humano verá hermanos y solidaridad en su prójimo, y lo que haga lo hará en el nombre de Aquel que siéndolo todo, renunció a todo por AMOR; o de sus Principios más sagrados y nobles.

¿Acaso puede existir una Pedagogía que supere la que nos enseña a diario el Maestro de Maestros con su herencia de justicia, verdad y praxis? El resultado es, la Libertad Plena del Espíritu Creador y comprometido. De ahí vendrá una Patria con justicia y equidad en la cual los postulados enunciados en esta reflexión se practiquen.

San Isidro, Heredia

20 de noviembre 2023

Imagen ilustrativa: SINART

SITRAP: una lucha incansable por los derechos laborales en Costa Rica

 Por Colsiba

Costa Rica, conocida por su impresionante belleza natural y su industria agrícola, ha sido testigo de una historia que se ha ido tejiendo a lo largo de las últimas cinco décadas. El Sindicato de Trabajadores de Plantaciones Agrícolas (SITRAP), fundado en la década de los años 70, ha alcanzado un hito significativo en su lucha incansable por los derechos laborales y la justicia social en el país centroamericano.

SITRAP nació con un perfil claramente clasista en una época en la que la negociación colectiva en las fincas bananeras era una necesidad imperante. En sus primeros años, el sindicato logró éxitos notables en esta área, representando los intereses de los trabajadores y abriendo camino para la mejora de las condiciones laborales en la industria agrícola de Costa Rica.

Sin embargo, la década de los años ochenta trajo consigo desafíos cruciales para SITRAP. En medio de los rudos años de la Guerra Fría, un proyecto anti-sindical surgió con la intención de reemplazar el sindicalismo bananero por las denominadas Asociaciones Solidaristas. Esta alianza entre el Gobierno, los Patronos y un sector de la Iglesia Católica amenazó la existencia del sindicalismo bananero. A pesar de esta adversidad, la convicción inquebrantable por la justicia laboral y la voluntad de revitalizar el movimiento obrero en las plantaciones bananeras mantuvieron viva la causa.

Fue en la década de los noventa que SITRAP resurgió con una lucha renovada por la libertad sindical y la justicia social. Los líderes sindicales, comprometidos con la causa, trazaron nuevos rumbos y buscaron alternativas de organización. SITRAP promovió formas flexibles de organización, incluyendo Coordinadoras Sindicales Bananeras, foros y grupos de trabajo en colaboración con sindicatos, organizaciones de la sociedad civil e iglesias en el Caribe Costarricense. Además, estableció alianzas sólidas con organizaciones internacionales como ‘BANANA LINK’, permitiendo que la problemática en las plantaciones bananeras y piñeras de Costa Rica se conociera en los países consumidores.

En diciembre de 2022, SITRAP celebró su 50 aniversario, marcando cinco décadas de lucha constante, enfrentando desafíos y superando obstáculos. Este hito destaca la tenacidad, la constancia y el compromiso de SITRAP con la justicia social, los derechos humanos y los derechos laborales. El sindicato ha demostrado que la perseverancia puede dar lugar a un cambio significativo en las condiciones laborales y la sociedad en su conjunto.

A lo largo de su largo camino, SITRAP ha logrado aciertos notables y avances significativos en beneficio de la clase trabajadora en la industria bananera y piñera de Costa Rica. Su lucha incansable ha contribuido a la mejora de las condiciones laborales y a la promoción de los derechos humanos en el país.

SITRAP, con su visión de cambio y su búsqueda constante de nuevas alternativas de organización, ha demostrado que el sindicalismo puede ser un poderoso defensor de la justicia social y los derechos laborales en una industria clave de la economía costarricense. Su historia es un recordatorio de que, con tenacidad y compromiso, es posible marcar la diferencia y trabajar hacia un futuro más justo y equitativo para todos.

 

Fuente: https://www.colsiba.org/sitrap-una-lucha-incansable-por-los-derechos-laborales-en-costa-rica/?fbclid=IwAR36Y9on497wxoEx9ZiZabh2U-GDBq76y00Eu06_lfYDkC53ayR94_RBwaQ

UCR a la Marcha Nacional

El próximo miércoles 25 de octubre del 2023 la Universidad de Costa Rica se suma a la gran marcha nacional, saliendo a las 9:00 a.m. del Pretil rumbo a Casa Presidencial.

La Universidad de Costa Rica estará siempre dispuesta a construir un país próspero, con desarrollo sostenible y justicia social. Por la Costa Rica del bienestar,

marcha por el bienestar, el arte, vivienda, salud, educación, cultura, soberanía alimentaria, seguridad, trabajo digno para todas las personas. Así lo expresan el rector y la presidenta de la FEUCR.

Marcha de este 25 de octubre recibe apoyo nacional e internacional

Comunicado de la Mesa Nacional de Diálogo Social y Productivo

Distintas organizaciones nacionales, organizaciones internacionales y activistas independientes, seguimos recibiendo muestras de apoyo y solidaridad con el pueblo costarricense y sus demandas de bienestar y justicia social para las personas en este país.

De cara la Gran Protesta Nacional de este 25 de octubre compartimos parte del material recibido y solicitamos respetuosamente difundir ampliamente en sus canales de comunicación y RRSS.

Guerra en Costa Rica… contra la clase media

Álvaro Vega Sánchez, sociólogo

                Los proyectos sociopolíticos predominantes desde la década de 1940 hasta la de 1980: el socialcristianismo bajo el liderazgo de don Rafael Ángel Calderón Guardia, la socialdemocracia impulsada por José Figueres Ferrer y el “comunismo a la tica” de don Manuel Mora Valverde convergieron, en buena medida, alrededor de lo que se denominó la “vía costarricense” (Armando Vargas) de desarrollo económico, social y político.

                A pesar de las diferencias que siempre hubo entre estos proyectos, se procuraba darle forma a un modelo de desarrollo que permitiera evitar la concentración de la riqueza, contener el empobrecimiento y ofrecer servicios públicos de calidad en salud, educación, agua, electricidad, telecomunicaciones e infraestructura vial. De esta manera, se creaban las condiciones para la movilidad y la inclusión social; es decir, engrosar la clase media y achicar las clases alta y baja.

                 Esfuerzos sostenidos en esta dirección, condujeron a logros significativos que nos colocaron entre los países latinoamericanos con los mejores índices de desarrollo humano: una sociedad subdesarrollada, pero apuntalando su clase media. Sí, aún y cuando persistía la pobreza al lado de los islotes de riqueza, la tendencia dominante era hacia la inclusión y la justicia social, lo que inducía a un orden social más equitativo y solidario. La inversión social sustantiva por parte del Estado, especialmente en educación y salud, fue un factor determinante para que el país se desmarcara del rumbo oligárquico que predominaba en los países de América Latina.

                La década de 1980, con los Programas de Ajuste Estructural impuestos por los organismos financieros internacionales (particularmente el FMI y el BM), marca un antes y un después. Se inicia el camino hacia la oligarquización del país, proceso que se ve fortalecido por los gobiernos del bipartidismo desde esa década, así como por algunas de las nuevas fuerzas políticas.

                Una coalición entre viejas y nuevas fuerzas político-partidistas, élites empresariales y organismos financieros internacionales le han declarado la guerra a la clase media, particularmente a profesionales del sector público a quienes se les ha estigmatizado como privilegiados con salarios y pensiones de lujo. De esta manera, se tira una cortina de humo sobre los privilegios que han sostenido las élites empresariales al amparo de gobiernos populistas, que se visten de salvadores de la patria enfilando su “artillería” contra la clase media, convertida hoy en el chivo expiatorio de los males que padece el país.

                Con la destrucción de la clase media se está sustituyendo la “vía costarricense” de desarrollo por la vía oligárquica: la que han optado la mayoría de los países centroamericanos, que hoy expulsan significativos contingentes de su población hacia Estados Unidos y construyen mega cárceles, porque el empobrecimiento y la desigualdad de las sociedades oligárquicas solo conducen a la violencia o a la huida, el éxodo masivo.

                Todavía estamos a tiempo de dar un viraje, que nos coloque en la ruta de la “vía costarricense” del fortalecimiento del Estado Social de Derecho. Ello implica, por un lado, alcanzar los más altos niveles de calidad y competencia colaborativa en el ejercicio de la función pública, para garantizar mejores servicios. Y, por otro, enfrentar las medidas y acciones que han venido utilizando reiteradamente el discurso de la ética y la anticorrupción para reducir el Estado y abrir las puertas a la privatización de nuestra institucionalidad pública socialmente “rentable”. Es decir, medidas y acciones que “tiran al niño con el agua sucia de la bañera”.

El porqué de nuestro quehacer colectivo y solidario

Ítalo Fera Fallas. Escuela Nacional Socioambiental.

Recientemente un texto de Luigi, teólogo de esa teología de la liberación de los 60s y 70s, me volvió a cargar de energía y me inspiró para fundamentarme con su concepción y sentido de vida.

Junto con la riqueza del conocimiento y la metodología de vida, la formación en y con el nuevo Movimiento Humanista, M.H., que inició en la cuna de la Patria Grande de la Argentina de los 60s, con Mario Rodríguez Cobos, conocido como Silo.

Esas dos Escuelas de VIDA han sido la mía y la de muchos jóvenes y adultos de entonces, desde finales de los 60s del siglo pasado y en todo el mundo.

Quiero argumentar histórica y sociológicamente del porqué mi razón de lucha por la Paz, no violencia activa, la justicia social y ambiental.

Lo que pienso que nos une a nuestro sector de sociedad civil social, laboral y ambientalista en el mundo.

Porque y nuestras raíces para sobrevivir la humanidad con justicia entre nosotros y con la naturaleza, en esta «casa de todos».

Vivimos en una sociedad que incentiva el tener y el poseer. Cuando el espíritu comunitario se pierde, con todas sus necesidades materiales exacerbadas por la publicidad y demás, se nos convierte en consumidores insaciables. Sabemos que muchas de esas necesidades, sino todas, son inducidas por la economía del mercado publicitario, la comunicación subliminal, los efectos de patrones de referencia y de demostración conductual que transmite la publicidad y las imágenes/audios de estas pantallas.

De hecho, estamos presenciando una desintegración progresiva de las colectividades, de tejidos sociales y de articulaciones entre pueblos y comunidades en casi todas las sociedades del globo. Crisis y colapso del voluntariado histórico quo nos hizo diferentes, nos hizo fraternos, solidarios y cooperativos. Incluso de esa célula social, aún fundamental, que es la familia y su procreación natural.

Todo esto es parte de una específica estrategia de mercado neoliberal que inicia desde el inicio antes del capitalismo.

Individualiza las necesidades para vender más.

Nos hacen creer que para vivir bien, ser exitoso y feliz, no se puede prescindir de un teléfono celular, un automóvil, una computadora propia, etc… Y así, llenan nuestras vidas de cosas materiales, vendiéndonos el sueño de una felicidad que siempre depende del último objeto que podamos comprar.

Ya desde principios de esta civilización occidental, el humanismo con la naturaleza y con los seres humanos, enseñó desde las comunidades de pueblos (los subversivos de entonces) perseguidos por el Imperio romano, a aprender a vivir tres actitudes que son complementarias:

La capacidad de perder, de acoger y de dar.

Son disposiciones exigentes para vivir contracorriente.

A nadie le gusta «perder», especialmente cuando se trata de seres queridos y de su propia vida.

Al inicio de esta civilización, hace unos dos milenios, seguir una causa contra el sistema socio político dominante, era causa de deshonor para la familia, que corría el riesgo de perder los beneficios y derechos adquiridos dentro del Imperio romano. También requería coraje para romper con todo y unirse a una causa de justicia social, enfrentando malentendidos, persecución e incluso tortura y hasta muerte en el circo romano

Sin embargo, el perder está relacionado con la capacidad de amar y entregarse a la causa de la armonía, la justicia socio ambiental y el bien común.

Sólo se puede perder en nombre de un proyecto mayor y que descubre lo esencial de la vida.

Aún atrás de esta civilización occidental cristiana, nuestros pueblos originarios le llamaron a esa esencia de VIDA, el Buen Vivir, así con mayúscula. Consiste en encontrar la verdadera felicidad, un significado diferente para la vida, una nueva familia con el todo natural y social de los pueblos.

Los que aprenden saben perder y no acumular también son capaces de acoger y de dar un vaso de agua y compartir el pan con los necesitados. Renunciar a uno mismo es, por lo tanto, la condición que abre a la capacidad de acoger y dar: esta es la lógica del amor, que se preocupa más por el bien de los demás, qué incluso por lo propio.

La lógica de acumulación del esclavismo/capitalismo, es poseer muchas cosas para desarrollar el poder. Acumular para uno mismo o en colectivo, es un obstáculo insuperable para el encuentro y la acogida mutua: lleva a cerrar las puertas, por ambición sin límites, por la por avaricia, la codicia enfermiza, el miedo y disfrute de las «mieles» del poder económico y político.

Las mejores tradiciones populares nos enseñaron a juntarnos, de ahí las primeras «Juntas» de beneficencia, etc.

Nos enseñaron a dar y recibir en colectivo, en comunidad y en el barrio/pueblo.

Al contrario, el sistema socio político, desde temprana edad, nos ha acostumbrado a recibir, guardar y acumular.

Y así, desde la infancia nos vuelve egocéntricos, egoístas e incapaz de convivir y de compartir. Sino para qué el negocio multimillonario de los seguros público y/o privados, la economía multinacional de hegemonía financiera bancaria y demás que hoy se impone en el mundo.

Actualmente, más que nunca, los niños están en el centro de las atenciones de sus familias, TV, Cine, videos, etc. quienes los educan llenándolos de cosas materiales y haciéndolos depender de lo que tienen. Se vuelven incapaces de una vida comunitaria, de resiliencias y de lucha personal y colectiva. Ciegos por la competencia desenfrenada, egoístas a las necesidades de los demás e indiferentes a las relaciones sociales, preparados a desechar y comprar lo nuevo, (residuos por el mundo).

Tal como lo enseñan las leyes del mercado.

Para nosotros los socio-ambientalistas el sentido de las cosas materiales no es de ser acumuladas como garantía de un futuro que no sabemos cómo será, sino de ser compartidas con todos los seres vivos Llámese todos los bienes y servicios de flora y fauna.

Las cosas no nos pertenecen. «Venimos sin nada y sin nada nos vamos».

Los socio-ambientalistas disponemos de ellas como instrumentos para el bienestar agro alimentario saludable, de la, actividad silvopastoril, de una agro industria sostenible, del eco turismo, turismo rural y urbano, uso y disfrute de los espacios públicos, construcción y manejo de corredores socio biológicos, con nuestras mejores tradiciones históricas y populares, los valores e identidades no depredadoras.

Es otra lógica, otra visión de vida que lleva a eliminar de nuestro de vocabulario los pronombres «yo», «tú», en favor del «nosotros socio ambiental»: Pensar, sentir y actuar en plural, y ya no en singular.

Porque somos las relaciones socio ambientales que construimos.

Como dijo ese célebre y testimonial obispo qué recorrió las favelas y precarios en Recife, Brasil, esa práctica no utilizada y abandonada hoy día por esa jerarquía eclesial:

«La madre de todas las violencias es la injusticia»

O sea, la única alternativa para que este mundo sobreviva en una paz duradera y real, es la distribución de las enormes riquezas acumuladas por unos pocos en el mundo y con sus «socios» menores de cada país y sus gobiernos.