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Etiqueta: justicia tributaria

SITRAHSAN sugiere modificación de la política financiera a la que nos piensan llevar

Somos libres, independientes y soberanos. 

Nos están robando el ROP y el IVM. Nos sumergen en indicadores económicos para favorecer a los grandes capitalistas de este país y esto debe acabar.

Basta ya de discursos políticos que suenan lindo a los oídos de los humildes, y por detrás nos recetan aumento en tarifas de buses, inflación altísima, tasas básicas pasivas disfrazando un solapado tributo a favor de los bancos y mientras tanto a los trabajadores nos congelan los salarios.

Dn Nogui, algo no está cuadrando en estas cuentas nacionales y el discurso social del Presidente va en sentido contrario parece por los resultados…

En diarios nacionales se publicaron diversos artículos el lunes anterior, como el incremento en recaudación tributaria a pesar del jaqueo o la pandemia, otros indicadores favorables de la gestión hacendaria, entre ellos del servicio de deuda.

No obstante, eliminan los diputados el delito de fraude aduanero y las altas autoridades de aduanas se quedan calladas; luego, se afecta la base en la importación de la cerveza sobre el pago de tributos en aduanas. Parece ser por otra ley heredada, a la cual aduanas parece recetar un silencio sepulcral.

Es de esperar que la producción nacional de cerveza también apele ese trato igual y lo que se surgiría de efecto según nuestra interpretación subjetiva, es que, se va lo comido por lo servido y la fiesta en utilidad será cuantiosa para algunos.

¿Se sube la tasa básica pasiva, y esto afecta a casi 700 mil deudores y ese efecto millonario disminuye el consumo de los hogares, entonces hacia donde nos llevan sin pago de anualidades o aumentos?

Dn Nogui, este ajedrez político debe contener un sentido social, pareciera ser, según dicen algunos actores civiles, nos reservamos sus nombres, pero gente que conoce el medio señala que su persona responde a los intereses de la señora Aguilar, a los intereses del Sector Financiero, donde Alberto Dent, tira algunas ideas, las copian, las aplican y al final lo efectos son negativos únicamente para los más pobres de este país (la gran mayoría).

Le sugerimos con todo respeto, a la luz de los hechos y acontecimientos, modifiquen la política financiera a la que nos piensan llevar. La clase media, condenada casi a desaparecer, ya no soporta tanta laceración a su estatus social, no es posible que ser profesional en este país deje de ser atractivo para un emprendimiento; mientras los gurú financieros de esta nación, se asoman y desfilan en la pasarela como inmaculados magnates protegidos hasta por funcionarios del Estado mismo o con leyes deficientes en materia de alcance y cobertura.

Le solicitamos respetuosamente, nos brinde un detalle de las fiscalizaciones tributarias solicitadas al consorcio corporativo propietario de un medio de comunicación social renombrado en esta administración, a los bancos o grupos financieros de este país.

En adición a esa solicitud, requerimos un detalle de los casos sobreseídos por la reforma en la Ley de Aduanas, ya que el Director de Aduanas no ha respondido y producto de la modificación en la Ley 7293, podría proveernos el dato de cuántos casos se desestimarían y la cuantía estimada ordenados producto de la aplicación de la reforma a la Ley 7293 y que parece ser una reforma que también favoreció a sectores privilegiados de este país. No se vale, determinar obligaciones millonarias a un potencial infractor, y luego van a la Asamblea Legislativa y se legisla una reforma que los favorece, y las autoridades de turno, quedan congeladas cuando les “meten el gol”.  

Dn Nogui, recordamos la solicitud de SITRAHSAN respecto la actuación de su despacho en el estudio de vida y costumbres o bienes propiedad de sus colaboradores, a pesar de que se justifiquen está en la Contraloría, parece se ocultan bienes al respecto.

 

Foto de Semanario Universidad.

Compartido con SURCOS por SITRAHSAN.

SITRAHSAN solicita al ministro de Hacienda que se refiera a un extracto del artículo 13 de la Ley 9635

SITRAHSAN solicita al ministro de Hacienda que se refiera al siguiente extracto del artículo 13 de la Ley 9635: «No se realizarán incrementos por costo de vida en el salario base, ni en los demás incentivos salariales, los cuales no podrán ser reconocidos durante la duración de la medida o de forma retroactiva, salvo para lo relacionado con el cálculo para determinar las prestaciones legales, jubilaciones y la anualidad del funcionario».

SITRAHSAN estima conveniente que nuestras autoridades superiores contemplen lo anterior como una solicitud para el reconocimiento de las anualidades y aumentos con la  justificación por pérdida del poder adquisitivo, término que no es el mismo de “costo de  vida”, aunque parezcan similares, pero no lo expresa literalmente así; y dicha interpretación como sinónimo no cabe, a la luz del principio de legalidad y a la  luz del principios universales del Derecho Laboral como el in dubio pro operario, consideramos; estamos en el umbral del  60% o 65% de deuda del PIB  (artículo 11-incso d) y en consecuencia debería el Poder Ejecutivo aplicarlo de oficio.

Fundamentos de derecho Art. 10 y 118 CPCA, Art. 191 y 193 LGAP, Art. 7, 27 y 41 Constitución Política.

 

Foto de Semanario Universidad.

Compartido con SURCOS por SITRAHSAN.

“Generaciones Perdidas” en Uruguay y Costa Rica

Álvaro Vega Sánchez, sociólogo.

En un reciente programa de Alto Voltaje de Radio CRC 89.1, la exministra de Cultura señora Mimi Prado y el analista político don Fausto Amador hicieron una referencia comparativa al estilo de desarrollo de Uruguay y Costa Rica, mostrando que, para la década de 1980, mientras en Costa Rica el índice de pobreza era de 20%, en Uruguay era de 39%, y que actualmente Uruguay lo ha reducido a un 8% mientras Costa Rica lo ha incrementado en más del 20%.

Por otra parte, destacaron que en Costa Rica se inició un programa de capacitación en informática educativa y acceso a computadoras 15 años antes que Uruguay, bajo un convenio entre la Fundación “Omar Dengo” y el Ministerio de Educación Pública, sin embargo, hoy Uruguay la ha superado al contar con cobertura total de internet para estudiantes de primaria y secundaria, así como acceso a computadoras, facilitadas por el Estado, gratuitamente, a estudiantes y profesores. Efectivamente, en Uruguay ya para el año 2009 el 100% de sus estudiantes de colegios públicos poseía un dispositivo para conectarse gratis a internet desde su centro educativo. Un primer logro del plan Ceibal, una política de Estado que puso a Uruguay a la delantera en virtualidad, de tal manera que lo sembrado durante trece años evitó que la emergencia por el COVID 19 tuviese un impacto mayor en el aprendizaje de los estudiantes (https://www.elespectador.com/educacion/el-secreto-de-uruguay-para-ser-el-lider-en-educacion-virtual-en-a-latina-en-cuarentena-article/).

A finales de la década de 1980, Uruguay mostraba una población con un rostro de adultos y adultos mayores; había emigrado, a diferentes países, casi toda una generación relativamente joven -“generación perdida”-, debido a la persecución, represión y tortura a que se vieron expuestos desde la década de 1970 por los regímenes dictatoriales represivos que adherían a la denominada doctrina de seguridad nacional, y que devastaron la institucionalidad democrática de la mayoría de países de Suramérica. Por su parte, Costa Rica mostraba una “generación perdida” de estudiantes que no habían logrado concluir sus estudios secundarios, lo que contribuyó a incrementar el índice de pobreza, debido a otra forma de represión: el sometimiento a los dictados de los organismos financieros internacionales, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que imponían el derrotero neoliberal de menos Estado y más Mercado, cifrando esperanzas en un mercado globalizado, donde la copa del crecimiento económico una vez llena se derramaría para “bendición” de los pobres.

A diferencia de Uruguay, para los analistas citados, Costa Rica perdió el rumbo, precisamente por haber apostado a un estilo de desarrollo donde no se ha logrado articular el crecimiento económico con la integración y cohesión social, la equidad. Hoy, después del comprobado fracaso de ese estilo de desarrollo, se continúa priorizando el crecimiento económico, apelando al viejo cuento de que “no se puede hacer chocolate sin cacao”, cuando lo que sucede es que el cacao está en manos de una minoría, y así la mayoría está destinada quedarse sin chocolate.

Un ejemplo de este equivocado derrotero salta a la vista en la negociación del Fondo Especial para La Educación Superior (FEES). En un conversatorio propiciado por La Revista, el exministro de Hacienda, don Guillermo Zúñiga, señalaba que un presupuesto de gobierno expresa las prioridades del mismo; y llamaba la atención sobre la necesidad de poner a la educación en primer plano, ante el desafío que representan los acelerados procesos de cambio. Por su parte, el jurista constitucional, don Rubén Hernández, destacaba que independientemente de cuál fuese el nuevo gobierno su expectativa era que este tendría que prestarle atención especial y urgente a la educación; el “apagón educativo” sería una prioridad.

El país puede pretender jugar en primeras en calidad de vida y bienestar social. Tenemos condiciones para hacerlo, precisamente, gracias a la apuesta decidida y valiente que hicieron nuestros grandes estadistas, particularmente en el siglo pasado, por la salud y la educación, dos pilares esenciales de nuestro Estado Social de Derecho. Eso sí, se requiere retomar el rumbo fortaleciendo el régimen de seguridad social en salud y revolucionando el sistema educativo, invirtiendo más y mejor en todos sus niveles. Es decir, poner de nuevo a la educación como prioridad de una política de Estado.

Para ello, hay que renovar el pacto social ciudadano por la equidad y la solidaridad, buscar mecanismos para renegociar la deuda pública, impulsar una verdadera reforma fiscal que ponga a tributar a las grandes empresas nacionales y extranjeras y dejar de golpear el bolsillo de la clase media y de los pobres. No se debe continuar raspando la olla de estos sectores, como se pretende ahora, poniéndole impuestos al aguinaldo y al salario escolar, mientras se continúa llenando la olla de los que más tienen.

Es tiempo de dejar atrás el discurso populista de quienes llegan al poder hablando a favor de los pobres para luego gobernar a favor de los ricos. Necesitamos un gobierno de mayorías y para las mayorías. Estas mayorías están apoyando y cifrando sus esperanzas en el gobierno actual. Se le ofrece, así, una gran oportunidad para darle un nuevo rumbo a este país. Urge hacerlo para bien de la democracia y la paz social.

Ya no es posible recuperar a la “generación perdida” de los años 1980, pero sí es posible crear condiciones para no perder a una nueva generación, fuertemente golpeada por la pandemia sanitaria y las pandemias de la pobreza y la desigualdad.

Entrarle de lleno a la evasión fiscal: Una bronca que Rodrigo Chaves no se quiere comer

Luis Fernando Astorga Gatjens

Sin duda que hay broncas que el Presidente Rodrigo Chaves no se quiere comer. Ya hay varias y en el futuro, con certeza, vendrán más. Porque no es lo mismo enunciarlas en campaña electoral o en los primeros cien días de su gobierno, (que han sido una prolongación de su campaña electoral, en múltiples aspectos), que convertirlas en decisiones y acciones de gobierno.

Cuando Chaves Robles al despedirse del cargo como efímero Ministro Hacienda de la administración anterior, expresó mediante una carta, que “mantengo las banderas que enarbolé cuando asumí el Ministerio, es decir un compromiso genuino con la lucha contra la evasión fiscal, el comercio ilícito, la corrupción y en favor de la responsabilidad fiscal. Sin duda, estas son áreas que tocan intereses y sensibilidades profundas”.

Asimismo cuando todavía era el candidato presidencial del Partido Progreso Social Democrático (PPSD), en disputa verbal con Carlos Alvarado, expresó: «¿por qué no ha luchado por eliminar destinos específicos, regalos de las parafiscales, las exoneraciones a los grupos poderosos y reducir la evasión fiscal que nos cuesta casi $5 mil millones al año…».

Desde luego, eran otros tiempos. Tanto en el balance de sus primeros cien días como en los anuncios programáticos de medidas que impulsará, no apareció en ningún momento el compromiso de luchar contra la evasión fiscal, la elusión y el contrabando, que hace que el fisco deje de percibir más de cinco mil millones de dólares al año. Es decir, un monto similar a tres veces el préstamo solicitado al Fondo Monetario Internacional (FMI).

Como se puede apreciar, estas fuentes relacionadas con el no-pago de impuestos, son a las que el país debe acudir para obtener recursos que ayuden a paliar la deuda pública y afrontar el impostergable impulso de iniciativas que formen parte de la reactivación económica y social.

El Presidente Chaves mostrando un estilo belicoso y efectista ha logrado un respaldo popular bastante significativo. Según una encuesta de OPOL (sospechosa de sesgo) este apoyo alcanzó una cifra del 91, 5 %. mientras un estudio más confiable del Centro de Investigación Observatorio del Desarrollo (CIOdD) de la Universidad de Costa Rica (UCR), concluyó que siete de cada 10 costarricenses califica la labor del presidente Chaves como “buena” o “muy buena” al cumplirse dos meses y medio desde el inicio de su gobierno. No obstante que han aparecido otros estudios que bajan tal porcentaje, es indudable que Chaves y su gobierno, han arrancado con un respaldo significativo de la población.

El estilo «ejecutivo», práctico, confrontativo y hasta calculadamente chabacano que ha exhibido hasta el presente, el Presidente Chaves, al mismo que le acompaña una intensa campaña para promover el respaldo popular (haciendo uso eficiente de redes sociales), le ha traído buenos frutos políticos.

Cuando todavía no se disipa la “luna de miel” con la población, este sería un buen momento para anunciar medidas orientadas a recaudar recursos tocando los privilegios de las élites económicas y los grupos poderosos, que han evadido y eludido el pago de impuestos.

Ya ha tenido enfrentamientos con representantes de esas élites. Un caso concreto es el protagonizado con el “Grupo Nación”, relacionado con las restricciones al uso del Parque Viva. Pero hasta ahora, más parece una vendetta («una sacada de clavo») que una diferencia sustantiva en la visión económica y política de lo que debe hacerse en el país.

Mal que bien, está claro que tanto a estas élites privilegiadas como al Gobierno de Chaves les unen diagnósticos y soluciones, enmarcadas dentro de la doctrina neoliberal que ha imperado en las últimas administraciones, desde el decenio de los años ochenta del siglo anterior.

Prueba de ello es que cuando se busca reducir el monto de la deuda pública, el Presidente Chaves proponga como solución la venta de activos del Estado. Lo que más «ruido» ha generado del todo lo anunciado por el Presidente el 16 de agosto, ha sido su propósito de vender el Banco de Costa Rica, el BICSA y casi la mitad del Instituto Nacional de Seguros (INS). Es seguro que como reacción inmediata algunos representantes de esos grupos poderosos de los que ha hablado Chaves, ya se frotan las manos por los pingües negocios que harían con las eventuales compras de tales activos. Mal negocio para el país; magnífico para quienes han venido esquilmándolo.

Con el respaldo con que cuenta en el presente el gobierno, el Presidente Chaves podría impulsar medidas más audaces y justas, para mejorar la situación económica y fiscal del país, pero algunas de ellas (como iniciativas radicales contra la evasión fiscal) habrían de tocar «intereses y sensibilidades profundas». Entonces ha preferido un camino que, en muchos aspectos, es bien visto por esas élites y cuenta con su bendición y aquiescencia. Al fin y al cabo, en materia de orientaciones neoliberales son coyotes de la misma loma.

También haciéndose eco de ese respaldo social inicial, el Presidente Chaves podría impulsar un proyecto de valor social dirigido a luchar contra la pobreza y desigualdad que afecta a sectores mayoritarios de la población nacional, pero no lo ha hecho. Sigue anunciando medidas para bajar el costo de la vida, cuyos dudosos resultados podrían concretarse en varios meses y estarían muy lejos de lo que se espera en impacto real significativo. Está claro que el enorme deterioro de nuestro Estado Social de Derecho no forma parte de las preocupaciones de Chaves y su gobierno.

Este respaldo de hoy caerá inevitablemente en los próximos meses. Mientras más se aleje de este momento de anuncios esperanzadores y efectistas, el respaldo social –a pesar de campañas en redes sociales (con la legión de troles incluidos) –, empezará a difumarse y debilitarse. El límite de esta caída de esperanzas perdidas, lo fijará el estómago de amplios sectores sociales y poblacionales.

La vertiginosa inflación, generada tanto por causas internacionales como internas, hará que el elevado costo de la vida acabe por impacientar a miles de hogares cuando la desesperación y el hambre, toque sus puertas. Entonces es muy probable que la bronca que no quiso comerse el Presidente Chaves con estas élites avariciosas, tendrá que comérsela con un pueblo en las calles, al que se le habrá acabado la paciencia.

(20 de agosto, 2022)

Reformar al BCR, al BICSA y al INS para ponerlos por completo al servicio del Pueblo

Luis Ángel Salazar Oses

El señor Rodrigo Chávez, en vez de reformar al BCR, al BICSA y al INS para ponerlos por completo al servicio del Pueblo, por cierto su único dueño, ahora descaradamente pretende quitárselos, y, siguiendo los dictados de los grandes ricos a través de sus agencias la OCDE, el FMI y el BM, se los ofrece como suculento manjar a esos sus patronos archimillonarios, en vez de imponerle a estos últimos el pago de los impuestos justos que deben pagar y, con los cuales, sí que se empezarían a resolver los problemas fiscales que esas mismas argollas han provocado.

En fin, cleptocracia y plutocracia en plena acción. ¡Unidad y Poder Popular ya!

MÁS ESTADO SOCIAL, NUNCA MENOS

Álvaro Vega Sánchez, sociólogo

Los logros y avances de la Costa Rica de la segunda mitad del Siglo XX, que la llegaron a colocar entre los punteros en desarrollo humano, social y sostenible en América Latina, fueron el resultado de apostar siempre por más Estado Social y nunca por menos.

Cuatro iniciativas fueron claves y determinantes para que el país se catapultara como uno de los más avanzados del continente: la apuesta por las garantías sociales de los años 1940; por la educación, la energía eléctrica, las telecomunicaciones y los acueductos de los años 1950; y por la conservación y la sostenibilidad de los años 1960. De ahí, nuestras grandes fortalezas: salud, educación, seguridad socio-laboral, electricidad, agua potable y sostenibilidad eco-ambiental. Todo ello, como resultado de un Estado Social innovador, regulador y solidario.

Inducidos por la crisis energética de los países del mundo rico, que se trasladó como crisis de la deuda a los países pobres y de ingreso medio, se asumió a partir de los años 1980, por mandato de los organismos financieros internacionales, la consigna neoliberal de menos Estado social y más mercado. Perdimos el rumbo y caímos en picada en el abismo de la desigualdad y la pobreza, en buena medida, hoy convertida en miseria. Involucionamos, así, de la sociedad de perfil de clase media hacia la de perfil medieval de ricos y pordioseros.

En la actualidad, además de ser azotados por la Pandemia del Covid 19, estamos siendo azotados por las propuestas y acciones contra el Estado Social. Se pretende solucionar los graves problemas de la crisis fiscal y la deuda pública con medidas simplistas y sesgadas, como la regla fiscal indiscriminada, la política de salarios decrecientes en el sector público, la reducción y fusión de la institucionalidad social, entre otras. Todo ello, para no tener que volver sobre la impostergable tarea de propiciar acciones y medidas para contener la evasión fiscal e impulsar un adecuado sistema de recaudación y una mayor justicia tributaria.

Quienes hoy plantean la necesidad de un modelo de Estado eficiente y moderno, solo piensan en menos Estado Social. No en cómo construir un país con una economía social y solidaria robusta, y que contribuya a un uso equilibrado y sostenible de los recursos naturales y ambientales del país, es decir, donde su norte no sea el simple crecimiento económico al servicio de los grandes negocios nacionales y extranjeros.

El país tiene el gran desafío de retomar el rumbo por la “vía costarricense”, que siempre ha implicado más Estado Social y nunca menos. Lamentablemente, éste es cada vez más socialmente anémico y con una tendencia que favorece la oligarquización de la sociedad. Es decir, un Estado al servicio de grupos de gran poder económico y político. Transitamos, así, del Estado Social al Estado Oligárquico.

La actual Asamblea Legislativa apresura su agenda, pretendiendo dejar un legado en materia de “reactivación económica”, con una fórmula que se plantea como casi milagrosa: la descentralización de las zonas francas, para llevarlas a las regiones periféricas, económica y socialmente más deprimidas del país. Se sigue apostando al modelo de “zonas de enclave” de limitados impactos sociolaborales, como se ha mostrado también en el caso de la Gran Área Metropolitana. No se vislumbran esfuerzos significativos que potencien las condiciones y capacidades locales y regionales para impulsar y fortalecer iniciativas de pequeños y medianos emprendimientos con impactos sociolaborales sustantivos.

Para heredar a las nuevas generaciones, una Costa Rica donde la salud, la educación, el trabajo “decente” y la vivienda digna, entre otros, sean derechos garantizados para todos sus habitantes, necesitamos apostar por más Estado Social, nunca por menos.

 

Enviado a SURCOS por el autor.

El contrato de ALCOA- cincuenta y un años de una protesta que no ha perdido vigencia

Fernando Cruz Castro*

La protesta del veinticuatro de abril de 1970 es sólo la manifestación visible de un malestar que siempre requiere algo más que la rebelión ciudadana, en este caso, existían razones importantes para objetar el Contrato Ley. Los argumentos que fundaban el criterio de los opositores, siguen resonando en el escenario de la historia, que no debe archivarse, que no debe olvidarse. El 24 de abril de 1970 se produjo una violenta protesta por la aprobación del contrato ley con la transnacional Alcoa. El Contrato Ley era una expresión genuina de la asimetría que existe entre el norte y el sur, para decirlo de alguna manera. Se aprobaba una ley especial para establecer un régimen de privilegio entre la empresa y el Estado. Doce diputados votaron en contra del contrato, entre ellos, don Rodrigo Carazo, don Armando Arauz, don Fernando Volio, don Jorge Luis Villanueva y otros siete diputados disidentes. Dato interesante, porque la disidencia dentro de las fracciones parlamentarias, casi ha desaparecido. Los contratos leyes tuvieron vigencia en Costa Rica hasta mediados de la década del setenta del siglo pasado, en que se reformó la Constitución. Hay algunas similitudes entre esos contratos y los tratados de Libre Comercio, contienen regímenes de privilegio, imponen restricciones al poder del Estado y le dan un trato privilegiado al inversionista.

En muchos casos el formato jurídico ignora la desigualdad entre las partes, algo que parece obvio, pero que se invisibiliza. Es cierto que el contrato ley, fue derogado, pero la esencia de su contenido, aparece ahora con otros formatos, especialmente en el régimen de exoneraciones, que se extienden como manchas de aceite. La Constitución establece la obligación, para todos, de contribuir a los gastos del Estado, pero en esta globalización y sus inequidades, hay empresas y empresarios que no pagan tributos, lo mismo que ocurría con los contratos leyes. Ahora hay regímenes de arbitraje privilegiados, como ocurría con el formato del contrato ley. Eso pasa, cambian las formas, sobreviven las asimetrías, las desigualdades aprobadas en el marco constitucional.

Como telón de fondo encontramos el tema de la inversión extranjera, tan necesaria para los países poco desarrollados. Sin embargo, el problema es determinar el precio que se paga por el ingreso de tal inversión. Es un drama para los países con menos recursos. En el caso del contrato de Alcoa, lo más importante no fue la protesta ciudadana, que tuvo excesos, lo que tuvo relevancia fue la discusión previa, analizando las ventajas y amenazas de este contrato. Hubo mucha discusión ciudadana, realmente la jornada cívica relevante fue la participación de todos los sectores de la población en la discusión. En el año sesenta y nueve la Federación de Estudiantes Universitarios, organizó un seminario en el que se discutió el contenido y las consecuencias del Contrato con Alcoa. El presbítero Benjamín Núñez asumió un papel destacado como opositor al contrato; fue muy activo como formador de opinión, curiosamente, don José Figueres Ferrer, no se opuso al contrato.

Poco se analizó el tema del impacto al ambiente que provocaría esta actividad minera, aunque hubo intervenciones muy bien fundadas del ingeniero agrónomo, Ricardo Orozco, quien destacaba los peligros y costos medioambientales que provocaría la actividad. Esa discusión fue mucho más rica en el caso de la mina Crucitas.

Esta página de Alcoa no se ha pasado, los mismos temas que se discutieron en su momento, siguen pendientes, mantienen actualidad. El papel de la inversión extranjera, el poder de las transnacionales, el marco jurídico y sus deformaciones y desigualdades, el balance real que dejará la inversión una vez que abandone la producción y otros puntos, siguen pendientes, porque las limitaciones al desarrollo, no han cambiado en su esencia, porque la injusticia también tiene dimensiones planetarias. Aquí no es tema de optimistas o pesimistas, arriesgados o contenidos, es el tema de la justicia que en las relaciones internacionales tiende a imponer la ley del más fuerte, del poderoso. Y la justicia, el discurso jurídico, siempre encuentra un buen traje, para disimular la desigualdad y la inequidad.

Buenos recuerdos de aquella jornada, pero hay que identificar las raíces de una asimetría, una dependencia, que sigue vigente, muy parecida a la que se respiraba el 24 de abril de 1970. El poder global de las corporaciones y sus rostros que se pierden en la opacidad, asi imponen su ley muchos de los poderes reales que definen el futuro de la humanidad y de nuestro país.

Debo rescatar los nombres de los doce diputados de Liberación Nacional y Unificación Nacional, que expresaron su disidencia, votando en contra de la aprobación del contrato. Los opositores fueron:

Armando Arauz
Arnulfo Carmona Benavides
Cecilia González
Fernando Gutiérrez Benavides
Fernando Guzmán Mata
Fernando Volio Jiménez
Jorge Luis Villanueva Badilla
José Antonio Bolaños
José Hine García
Matilde Marín Chinchilla
Rodrigo Carazo Odio
Uriel Arrieta Salas

Estos ciudadanos expresaron su criterio, a pesar de que no era lo políticamente correcto. Ahora los destaco, para recordarlos, porque pasaron a la historia, a pesar de ser minoría. La democracia, se fortalece en la disidencia…… las preguntas de la dependencia, de la injusticia internacional en las relaciones económicas, las desigualdades, siguen sin respuesta.

Debemos aceptar la realidad con esos disfraces jurídicos que disimulan la desigualdad y la
inhumanidad. Así seguimos, con la mente crítica, la disidencia, asumiendo el destino de las minorías. Algo cambió con la derogatoria de los contratos leyes, pero la esencia de la desigualdad, de la opacidad y los regímenes tributarios de privilegio, siguen vigentes, ahora como moneda de curso legal en nuestro régimen jurídico.

* Reproducido por SURCOS, tomado de https://www.facebook.com/100000595279450/posts/5647553855274401/?sfnsn=mo

Carta abierta al Presidente electo Rodrigo Chaves

San José, 11 de abril del 2022.

Señor
Dr. Rodrigo A. Chaves Robles
Presidente Electo
República de Costa Rica.

Presente.

Estimado Dr. Rodrigo Chaves, Presidente electo:

Este humilde servidor le escribe un 11 de abril, a escasos días de haber sido usted escogido por los costarricenses para que ejerza el mayor cargo que una persona pueda optar en esta Patria, una fecha que, en su connotación histórica, muchos políticos han dejado en el olvido. Aquel ejército libertador derramó su sudor y sangre para que sus hijos y nietos viviéramos en paz, libertad y con prosperidad. Hoy nuestra Patria lucha contra otras esclavitudes, usted las expuso en campaña, e incluso desde su paso por el Ministerio de Hacienda, ya anunciaba esas lacras, esos fardos que someten a nuestra gente.

Habló usted de la argollas políticas – empresariales que se benefician de exoneraciones tributarias vergonzosas, mientras el común resiste en medio de tributos injustos y regresivos.

Habló usted del contrabando que hacen los grandes empresarios y que por esa vía evaden el pago correspondiente de impuestos que podrían servir para el bienestar de la población, específicamente la más pobre.

Nos habló usted del lavado y del narcotráfico que laceran nuestra sociedad.

Nos habló usted de la corrupción que carcome las instituciones democráticas republicanas y cómo esta es hija de partidos políticos enquistados, corruptos y añejos.

Nos habló usted del robo de impuestos y de lo poco que se hacía desde el Ministerio de Hacienda y desde la misma clase política, que más bien protege a estos ladrones de impuestos por diversos mecanismos legales o no.

En fin, usted al hablar fuerte y claro sobre estos temas, esperanzó al pueblo costarricense que ha sido sometido a niveles de tales magnitudes y que hoy nos ubica entre las sociedades más concentradoras de riqueza a nivel planetario. De eso no le voy a saturar porque usted lo conoce muy bien.

Lo que quiero manifestarle, por medio de esta carta pública y con la esperanza que alguno de sus allegados se la transmita, es cómo podría ser usted objeto de las presiones de los grupos de poder real, esos grupos que se han visto beneficiados de la opacidad en las políticas públicas de los últimos cuarenta años y que los ha colocado como beneficiarios de la mayor concentración de riqueza de nuestra historia.

Lo primero es que a usted le van a llegar como dice nuestro pueblo por “debajo de la mesa”, le van a mandar mensajeros, muy probablemente de esos bufetes de abogados o periodistas de esos medios señalados por usted mismo, ambos con el objeto de amedrentar, para suavizar lo que ellos dirían sus “poses electoreras”. Van a medirlo, pero también van con mensajes claros: “aquí no cambia nada”, lo dicho por usted en cuanto a que se acaba la fiesta, para ellos para ellos son palabras que se las lleva el viento, es hora de demostrarles que la palabra del Presidente se hace sentir y que si se acabará la fiesta.

También le llegaran con propuestas para asumir las principales carteras ministeriales, seguramente le dirán “aquí estamos” y podemos ayudarle, recuerde que siempre han estado, con eso se garantizarían que no pase nada, le hablo de los ministerios de Hacienda, Economía y Planificación, pero no menos importante será el Banco Central, ellos querrán “todo”, no vaya a ser que pueda haber algún desliz inesperado en lo que han logrado construir en estos cuarenta años. Esta decisión suya será crucial y el pueblo verá con claridad en esta los signos de su gobierno.

Vendrán más presiones, esta vez desde la Asamblea Legislativa, de hecho ya las tiene, esos personajes de la política benefactora a unos pocos ricos, unos salientes, otros entrantes, ya han mostrado sus fauces rabiosas. Los salientes, son fieras heridas, el sueño de continuidad usted se los truncó con el apoyo popular, con el apoyo de un pueblo cansado de tanta robadera de esperanzas y atribulado por tantos impuestos; los entrantes ya preparan sus garras para terminar con el Estado de Derecho, ese que le permitió a la sociedad avanzar con mayores índices, en comparación con nuestros hermanos centroamericanos y que por cierto tanta guerra los terminó de mutilar socialmente, basta una pequeña mirada por nuestra Centro América para reconocerlo.

Le dirán qué hacer y cómo presentar los proyectos legislativos, para que no pase nada, con el engaño de que serán aprobados en favor de las mayorías empobrecidas por ellos mismos. Usted será al final el verdugo y ellos saldrán a esa prensa mentirosa y privilegiada a decir: ¡Vean que barbaridad lo que presenta el gobierno!, siendo que ellos mismos, no solo lo pujan, sino que lo imponen, recuerde esto por favor, don Rodrigo lo van a querer obligar y luego lo vilipendiaran, no lo permita, usted tiene un pueblo que lo colocó de Presidente. Recuerde que los ricos de la época de Don Juanito Mora no querían la Campaña, por ellos seríamos esclavos hoy.

Señor Presidente electo, Costa Rica tiene reservas patrióticas suficientes para enfrentar a esos pocos ricos privilegiados y que la clase política tradicional ha protegido por cuatro décadas. Ayer fueron filibusteros, hoy son mercenarios políticos al servicio de unos pocos. Ayer fue Don Juanito, el General Cañas, Juan Santamaría y Francisca Carrasco quienes nos evitaron el yugo, hoy le corresponde a usted asumir la tarea histórica de liberarnos de la corrupción, el contrabando, del robo de impuestos, el lavado y del narcotráfico. Recuerde Don Rodrigo, no está solo el pueblo le acompañará en estas tareas si el mensaje es claro.

Roberto Zeledón Arias

Cédula ciudadana Nº 106000540.

Compartido con SURCOS por Roberto Zeledon Arias

Enlace a publicación en Facebook: https://www.facebook.com/100009679004876/posts/1678543685811582/?d=n

Comunicado del grupo Saberes Comunitarios ante declaratoria de 2022 como UCR Para las Comunidades

COMUNICADO DEL GRUPO SABERES COMUNITARIOS

4 de diciembre del 2021

Desde el grupo Saberes Comunitarios (de ahora en adelante SACO), conformado por representantes de Longo Mai y Volcán de la zona sur, Paraíso de Sixaola y territorio bribri de Talamanca, Los Almendros de Siquirres, Guacimal de Puntarenas y Guatuso de la zona norte, queremos manifestar nuestro sentir, ante este año 2022, en que la Universidad de Costa Rica lo ha declarado como año de la UCR para las comunidades.

Con esta pandemia, las comunidades rurales, costeras, campesinas e indígenas, hemos vivido de forma muy cruda los efectos de la crisis, y aunque en cada comunidad ha sido muy diferente, hay muchas cosas en común que hemos percibido: el desempleo, los pocos apoyos del Estado, la incertidumbre, el alza en los precios de absolutamente todo, la inflación, etc. Las comunidades y los territorios hemos vivido en carne propia el aumento de la pobreza, mientras vemos que hay otras personas, pertenecientes a los grupos de poder, a las que les exoneran los impuestos, y más bien han aprovechado la pandemia para acumular riqueza.

La primera línea de combate de esta pandemia no solo la forman las personas funcionarias de la CCSS, también la formamos las personas de los pueblos, de los territorios indígenas, de los asentamientos campesinos, de las comunidades costeras y rurales. Desde SACO hemos continuado trabajando la tierra, cuidando los bosques, protegiendo nuestros ríos, sembrando, manteniendo nuestras semillas y velando por la vida de nuestras familias.

Nos ha hecho mucha falta participar de actividades de forma presencial con la Universidad a través de la Acción Social, y en el caso de nuestro, con Kioscos Socioambientales, con quienes hemos trabajado en distintos proyectos desde hace muchos años, y luego a través de nuestro grupo SACO. Nos hace falta vernos, seguir trabajando en conjunto. Nos preocupan los recortes a las universidades públicas, porque las universidades no son solo los profesores y estudiantes, también somos todas las personas que trabajamos y participamos de proyectos de investigación y de acción social.

SACO es de suma importancia para nosotras y nosotros, y por eso mismo, esperamos que este año 2022, el año de las Universidades para las Comunidades, la Universidad de Costa Rica mantenga su compromiso de trabajar con las personas de los territorios, y seguirnos apoyando mutuamente en el conocimiento y las prácticas que realmente necesitamos.

Costa Rica requiere fortalecer una cultura centrada en el respeto a la dignidad de todas las personas

José María Gutiérrez, profesor emérito, Universidad de Costa Rica

El bicentenario de la independencia de las repúblicas centroamericanas encuentra a Costa Rica en una posición tambaleante. Los primeros dos siglos de vida independiente fueron testigos de procesos complejos en los cuales el país, gracias a pactos sociales visionarios en diversos momentos de nuestra historia, pudo generar políticas públicas y una institucionalidad que ha dado réditos valiosos, en medio de múltiples problemas, conflictos y desafíos. Estos pactos sociales, no obstante, se han debilitado notablemente en las últimas décadas. El tejido social se ha deshilachado y el país ha pasado a engrosar la lista de naciones con mayor desigualdad. Los proyectos políticos y económicos hegemónicos no auguran un futuro promisorio y el país requiere buscar nuevas luces y avenidas que conduzcan a una convivencia donde priven la equidad, el bien común, la dignidad de las personas y la relación armoniosa con el ambiente. ¿Cómo lograrlo?

Debemos generar un escenario colectivo de prácticas democráticas renovadas, en el cual la participación de amplios sectores de la población marque la pauta en procura de alternativas en todos los ámbitos de nuestro quehacer. Vale decir, requerimos edificar una auténtica democracia participativa, donde la energía creadora de muchas personas y colectivos abra las puertas a nuevos horizontes. Estos procesos deben ir aparejados del fortalecimiento de las instituciones públicas como garantes de derechos esenciales, con amplia participación popular y en un marco de equidad. Necesitamos políticas tributarias progresivas, que reduzcan la inaceptable desigualdad en que vivimos. El fortalecimiento de la educación y la salud públicas deberán ser ejes centrales de nuestro futuro, al igual que políticas que aseguren la protección del ambiente. Debemos abocarnos a fortalecer un desarrollo científico-tecnológico endógeno, incluyendo las ciencias naturales y las sociales, que ponga el conocimiento al servicio del bien común, mediante una estrategia de resiliencia ante los embates externos, la cual garantice soberanía alimentaria, energética y tecnológica.

Costa Rica requiere fortalecer una cultura centrada en el respeto a la dignidad de las personas y su diversidad en todos los planos, incluyendo los grupos históricamente excluidos. Debemos dejar atrás las lacras del patriarcado, el racismo y el clasismo, para generar un entorno nacional marcado por la generosidad y la solidaridad, lejos del individualismo y del mercantilismo prevalecientes. Una sociedad donde nadie esté de más y donde todas las personas tengamos garantizada una vida digna. Ojalá que en el transitar hacia el tercer centenario de nuestra independencia tengamos la sabiduría y el coraje para construir ese mundo más pleno.