En este programa se contará con el siguiente panel invitado: Asdrúbal Marín Murillo (profesor de Filosofía jubilado), Jenny Vásquez (funcionaria de la Sección Salud UCR-SO), Luis Ángel Salazar Oses (profesor jubilado de Filosofía y Educación, UCR y UNED)
Se estará transmitiendo mediante el Facebook Live de Alternativas (Facebook Alternativas), además quedará la actividad grabada en el YouTube de Alternativas (YouTube Alternativas) y también mediante el Spotify.
También, se estará retransmitiendo la actividad por las siguientes estaciones de radio: Radio Actual 107.1 FM (sábados a las 22:00 horas), Radio Guanacaste 106.1 FM, Radio Soberanía y Radio Revolución.
Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)
En esta columna, durante mucho tiempo, hemos hecho referencia a la pérdida de contrato social en Costa Rica.Eso se expresa en muchos órdenes de la vida social, cultural e institucional del país.
Pero un indicador claro, contundente, que refleja ese nivel de caducidad del proyecto horizontal e igualitario de la sociedad en su conjunto, es la ausenciaabsoluta de presente y horizonte para un sector de nuestra población.
En febrero del año en curso, en menos de una semana, tres adolescentes entre 15 y 16 años fueron abatidos en presuntos hechos relacionados con el sicariato.
Las reglas del juego de la inclusión social le fueron arrebatadas a mecanismos de movilidad como la educación y la cultura misma.
En su lugar, grupos del crimen organizado se han encargado de mostrar a las personas jóvenes que con menos esfuerzos y con niveles de compromiso inéditos hacia la acción delictiva, podrán escalar posiciones, mejorar ingresos y construirse un nombre, una identidad en medio de una crisis profunda de legitimación en todas las dimensiones.
Hace poco un medio nacional hacía referencia a una estadística demoledora: cada 12 días es asesinada una persona menor de edad en Costa Rica, lo que significa que entramos a una crisis sin retorno en la destrucción de las posibilidades para estas nuevas generaciones.
Hablamos poco en el país de este hecho. No lo entendemos o no lo queremos enunciar, verbalizar. Las cifras son orientadoras de que algo está pasando: 2023 fue el año más violento de la historia y para el caso que nos ocupa, desde 2018 no se habían producido tantas muertes (42) de personas menores de edad.
Algo de verdad está pasando. Nos bajamos del proyecto colectivo y entre las víctimas colaterales, directas más bien, se encuentran niños, niñas y adolescentes que hoy por hoy son la primera línea de los ataques sistemáticos del modelo social y económico impuesto en este país hace más de 40 años.
Hablemos. Accionemos. No volvamos a perder una década de esta manera.
El Colectivo Joven Reflexión Acción, por medio de su programa Alternativas llevó a cabo el panel sobre nutrición y neurociencia con la panelista Cindy Montes Meza.
Ella es Doctora y Licenciada en Nutrición humana, y Administración de la Educación No Formal en la UCR. Creadora de Aprendiendo a Bocados. Tiene formación en Neurociencias en la Escuela de Epicuro de España. Con una Certificación Internacional en Psiconutrición Bases de la Conducta Alimentaria en el Instituto Vive Sano Brasil. Actualmente cursa otra Certificación, de Nutrición y Envejecimiento.
En el programa se abordaron temas como: la relación entre el cerebro y todo el cuerpo, comportamiento y funcionamiento de las neuronas, funcionamiento del cerebro, afectación en los comportamientos alimenticios en diferentes momentos, etc.
Gracias a este programa se puede observar y escuchar a la panelista explicar cada uno de los procesos por los que pasa el cerebro y cómo eso impacta la forma en la que nos alimentamos y nutrimos.
De todo lo escrito yo amo solo aquello que alguien escribe con su sangre Federico Nietzsche
Álvaro Vega Sánchez. Sociólogo
Es el título de la novela testimonial, recientemente publicada por HC Editores de Grecia, que narra la historia de dos jóvenes de zona rural, una estudiante universitaria de familia rica y un pobre pistero de gasolinera, ambos seducidos por el amor y atrapados por la droga. La universitaria sucumbe y muere. El pistero sobrevive para contar esta historia, todo un drama que estila tristeza, dolor y lágrimas; en palabras de Kembly, la protagonista de la novela, “Es la triste hora del asesinato del sol”, cuando su esplendor soberbio y esperanzador cierra los horizontes y da paso a la oscuridad de la dolorosa muerte, por cruel y prematura.
El Premio Magón, José León Sánchez, destaca en el epílogo de la obra: “La Universidad posee dos caminos en donde se gesta la incertidumbre. Uno de ellos puede ser el principal, en donde germina la esperanza a los campos de la historia, el conocimiento, el futuro de la nación. El segundo es más bien una calle, que le llaman La Calle de la Amargura. Maynor Sánchez Alvarado, en las páginas de este libro nos muestra una faceta de un instante tenebroso en la esquina más turbia del desaliento nacional”.
¡Qué oportuna esta obra!, precisamente, porque su autor está retratando, desde la trágica experiencia vivida por dos jóvenes drogadictos, esa “faceta de un instante tenebroso en la esquina más turbia del desaliento nacional”. En efecto, este pequeño país viene opacando su brillo, que ofrecía signos esperanzadores para la construcción de una sociedad más igualitaria, pacífica y amigable. Hoy, transita, precipitadamente, por los caminos de la inequidad, la insensibilidad y la insolidaridad. Una perversa combinación de desigualdad socio-económica y violencia social nos está desfigurando el rostro, haciéndolo irreconocible, como triste y dramáticamente sucedió con Kembly, una bella joven universitaria, que ni sus mismos progenitores alcanzaron a identificarla en el lecho de su muerte trágica, consumada por la droga. “Un saco de huesos, una calavera sobre un latón de aluminio era imposible de reconocer”, destaca el narrador.
Sí, esta novela, escrita por un novel escritor autodidacta, originario de Río Cuarto, que logró vencer al flagelo de la droga, se convierte en un espejo que proyecta en sus personajes, y en toda su trama, el rostro de esa Costa Rica que ya hace rato se viene desfigurando. Por lo tanto, celebramos su aparición, pues nos convoca, desde lo más profundo del sufrimiento humano –un nicho de cementerio se convierte en casa y refugio de dos jóvenes sumidos en el tenebroso inframundo de las drogas–, a meditar y a reconocer con humildad que hay que dar un viraje radical en este país, si es que queremos brindarles un mejor futuro a las generaciones venideras.
El mensaje de esta novela es que el mejor antídoto para la droga, y prevenir para que nuestra juventud no continúe siendo arrasada por este flagelo es, sin duda, la educación afectiva, que debería cultivarse desde el hogar, la escuela, el colegio, la Universidad hasta todos los ámbitos del quehacer y la convivencia humana. Una educación que contribuya al cultivo de los buenos sentimientos y emociones, para una convivencia humana digna, por lo justa y solidaria. Para ello, se requiere una sociedad que ofrezca condiciones socioeconómicas básicas que eviten que nuestros niños no puedan asistir a la escuela, tal es el caso del personaje José. Sin embargo, contar con esos recursos no es suficiente; para Kembly su carencia fundamental es de orden afectivo. Ambos son víctimas de una sociedad con una profunda crisis de sentido de humanidad, atrapada en un materialismo frívolo, cuyos efectos son tan letales como los de las drogas, que están victimizando a nuestros jóvenes.
Estamos ante una obra testimonial de gran valor literario y pedagógico. Por su valor literario conmueve las fibras emocionales y corporales más profundas y sensibles; una narración cálida por lo dramática, con algunos jirones casi surrealistas, atrapa al lector para una lectura fluida que se degusta. Como recurso pedagógico, desafía a impulsar un modelo educativo que propicie el fortalecimiento de los vínculos afectivos y la convivencia fraterna y solidaria. Asimismo, preparar mejor a nuestros jóvenes para comprender y sopesar las consecuencias dolorosas y destructivas a que induce el consumo de las drogas. Ojalá, esta obra sea recomendada por el Ministerio de Educación Pública para su lectura, en todos los colegios del país.
Reiteramos que es de celebrar su publicación, casi como un acontecimiento providencial y, sin duda, esperanzador, para un país en donde no podemos seguir perdiendo las nuevas generaciones, por falta de oportunidades. Asimismo, el reconocimiento a su autor, Maynor Sánchez Alvarado, por su osadía de emprender y concluir con éxito la creación de esta novela, en condiciones que le exigieron más que voluntad: sangre, sudor y lágrimas.
La presentación de esta novela se llevará a cabo en la Benemérita Biblioteca Nacional el día 9 de mayo a las 2 p.m.
En el programa Alternativas del Colectivo Reflexión – Acción, se abordó el problema de la gentrificación con la compañía del panelista Daniel Villalobos Mora, estudiante de Comunicación Social.
Se abordaron temas como el impacto de la gentrificación, principalmente en la población, de cómo las personas de la zona se ven desplazadas porque no pueden mantener el estilo de vida gracias al encarecimiento de su forma de vida. Además se trataron temas como zonas que están siendo gentrificadas y de dónde vienen los extranjeros que comienzan a generar esta problemática en diferentes zonas del país.
Este 26 de abril, el Colectivo Reflexión Acción, por medio de su programa Alternativas presenta el tema sobre nutrición y neurociencia con la panelista Cindy Montes Meza.
Ella es doctora y licenciada en Nutrición Humana, y Administración de la Educación No Formal en la UCR. Creadora de Aprendiendo a Bocados. Tiene formación en Neurociencias en la Escuela de Epicuro de España. Con una Certificación Internacional en Psiconutrición bases de la Conducta Alimentaria en el Instituto Vive Sano Brasil. Actualmente cursa otra certificación, de Nutrición y Envejecimiento.
Debe llamarnos la atención la poca participación de la juventud en las diferentes actividades o en las acciones que tienen que ver con el futuro de instituciones en particular o del país en general. Tomando en cuenta las edades entre los 18 y los 40 años, es lamentable el observar cómo ese segmento de la población ha ido perdiendo oportunidades de incidir en las decisiones importantes del país en general y de su cantón en particular.
El asunto es que ese segmento va haciéndose más pequeño cada año. Así en el año 2002 el porcentaje era de un 56% y ya para el 2024 se redujo a un 48%. Es decir, cada vez más son las personas mayores de 40 años los que tienen la mayor cantidad de gente que puede participar, pero que tampoco lo hace como debería.
Hace 21 años, cuando el país eligió alcaldes por primera vez, las personas con edades entre los 18 y 29 años conformaban el 32% del padrón electoral. Sin embargo, para las votaciones del 2024, este grupo etario representó solamente el 24%. Es el porcentaje más bajo para este rango de edad, en la historia.
El asunto está en que las decisiones que se toman a quienes más van a afectar en el futuro es precisamente a quienes se encuentran en ese rango de edades y por eso lo importante en que participen para que vayan decidiendo sobre su futuro.
Hacia la motivación de ese sector de la población es que deben encaminarse las acciones de gobierno e instituciones para lograr la mayor participación posible de jóvenes en los procesos de toda índole que tengan que ver con el futuro y sus implicaciones en la vida de ellos que vienen y de los que ya vamos avanzados en edad.
Por ejemplo, que importante sería que un grupo de jóvenes cartagineses se diera a la tarea de escudriñar todo el proceso del famoso terreno para el futuro hospital de ese Cantón y nos diera a conocer la verdad a todos los costarricenses del por qué si o del por qué no. A ellos se les creería.
Dios quiera que tomaran mayor conciencia de la importancia de su participación para un mejor futuro para ellos y los que vienen detrás.
Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)
Es verano de 1987. Mis padres hacen esfuerzos para que conecte con la vida universitaria.Cumpliendo los mandatos de Don Arnoldo, me lanzan a la aventura de dejarme algo para el futuro. Y me llevan al encuentro de un enorme Joaquín Gutiérrez en un curso libre de ese verano, sobre literatura costarricense.Años más tarde, la obra de Gutiérrez sería encriptada en un necesario debate acerca del racismo en la narrativa doméstica.Me pregunto si es la obra o el autor. Entonces me lleno de perplejidad y cuestiono.
Ese verano, el primer día de clases en mi vida universitaria, iría a mi encuentro con la vida. Colmado de nervios, dudas y preguntas.Para acallarme en mis incertidumbres, entré a un café que por entonces dominaba la escena sanpedrana, revestido de un nombre de historieta latinoamericana, que aún hoy resuena en mi inconsciente. Un café y un arreglado serían mis armas para combatir la angustia de esa tarde.
Y entonces entro a mi primera clase de universidad, con el infortunio de toparme con alguien que decía ser docente, de arte, de teatro. Nunca olvidaré la vulgaridad de su pedagogía. Nunca estaría más claro para mí decirme a mí mismo que si sería docente alguna vez en la vida, no repetiría las imbecilidades de aquel mal profesor universitario.
Y fui y soy docente y sigo aprendiendo.
Todas estas cosas las pienso en el presente mientras recibo, ahora como vicedecano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional, estudiantes de primer ingreso el día de apertura del primer ciclo lectivo de 2024.
Desfilan ante mis ojos proyectos de vida que recién comienzan. Pienso en el contexto de un mundo post pandemia, acechado por los reacomodos de las hegemonías militares a nivel global. Pienso en el cardumen de las violencias, la imposición de los conservadurismos, el destino de los apátridas, la hora de la ingobernabilidad en una Costa Rica que no reconozco.
Pienso en todo eso mientras una joven proveniente de Río Frío de Sarapiqui, comunidad ubicada al norte del país, se nos acerca y nos pregunta a la decana Marta Sánchez y a mí persona, por el número de aula que le corresponde y porqué hace tanto frío una mañana de febrero.
Es la puerta al futuro la que se divisa para ella.
Entonces me apresuro a desdibujar el continente de dudas, para llegar a un puerto seguro. Una tarde de marzo de 1987 me incliné a la pregunta. Y aún hoy sigo esperando la respuesta.
La educación pública es un bien histórico, que hay que salir a defender sí o sí.Las armas de la integración social están allí, en esa joven de Río Frío o en el muchacho que se acercó tímidamente a preguntar por su futuro en la carrera de Comercio Internacional: ¿dónde está?, preguntó.
Pienso, por un momento, en esas cuatro clases de verano de 1987 que me desafiaron como persona y me delinearon el camino.
“Para adelante”, le dijimos.“El futuro está adelante”.
Desde SURCOS se comparte la invitación de la Escuela Consumerista Centroamericana a participar en su actividad virtual del viernes 16 de febrero del presente año. La actividad iniciará a las 9:00 a.m y se enfocará, esencialmente, en fomentar la participación juvenil de Centroamérica y dar a conocer los procesos organizacionales que desarrollan las diferentes instituciones de consumidores de la región centroamericana.
Si desea más información sobre la actividad, puede leer el archivo adjunto que contiene la agenda de la actividad así como los objetivos y contextualización de ésta.
Información de acceso a la reunión en la fecha señalada: