Impulsemos la lactancia materna apoyando y educando
Dra. Sonia Chaves Quirós Pediatra, experta en lactancia Invitada de ACANAMED
Desde hace más de 30 años, los grupos organizados internacionalmente que apoyan la lactancia materna, promueven la celebración de la Semana Mundial de Lactancia Materna, en todos los países del mundo este año 2024 con el lema “Cerrando la brecha: apoyo a la lactancia materna en todas las situaciones”.
La lactancia materna ofrece un beneficio inigualable a los niños, las madres, las familias, las comunidades y al medio ambiente y es una oportunidad natural de expresar amor en el principio mismo de la vida de cada bebé. El amamantamiento proporciona tiempo invaluable de cercanía. De apego y tiernos cuidados cada día, sentando las bases de una relación de confianza y protección entre la madre y su bebé.
Si todos los niños y niñas del mundo fueran alimentados con leche materna durante la primera hora de vida, sería posible salvar cada año aproximadamente 1.5 millones de vidas, mejorando además su calidad de vida. La leche materna es el alimento perfecto para el niño y la niña, durante sus primeros seis meses de vida, sin requerir nada extra, ni siquiera agua. Luego de estos 6 meses de lactancia materna exclusiva se recomienda seguir amamantando más allá de los dos años junto con una alimentación complementaria adecuada, con alimentos caseros, de fácil acceso producidos localmente. No hay ningún producto manufacturado que pueda compararse a la leche materna.
Sea cual fuere el lugar donde se viva, todos los bebes se benefician de las bondades de la lactancia materna, ya que ella tiene los elementos nutritivos, en las cantidades adecuadas para conservar la salud, crecer y desarrollarse. La leche materna protege de las enfermedades respiratorias, diarreas, infecciones urinarias, de oídos y garganta, alergias, asma, a largo plazo de diabetes, obesidad e hipertensión e incidencia de cáncer infantil.
Los estudios demuestran que el amamantamiento beneficia el desarrollo neurológico del niño y la niña y más aún, se ha investigado y concluido que los bebés amamantados son más inteligentes que quienes recibieron fórmula infantil. Desde el principio de la vida misma, al nacer, esas gotitas de calostro, durante los primeros días se consideran como la primera vacuna que reciben los bebés y que contiene centenares de anticuerpos y enzimas que resguardan la salud y la vida.
Amamantar no requiere esterilizaciones, ni equipos especiales, ni envases, ni manipulación. La leche materna viene lista, adecuada a las necesidades del bebé en particular; es gratuita, está siempre lista, a la temperatura exacta y nunca se descompone. Puede darse a cualquier hora y en cualquier lugar, y a diferencia de las fórmulas infantiles que no son estériles, no representa peligro de contaminación.
La leche materna es particularmente la mejor respuesta en situaciones de emergencias o de crisis, ya que no requiere mezclarse con agua ni está sujeta al mercado ni a la comercialización. La pandemia que hemos vivido estos últimos años y la crisis de escasez de fórmulas infantiles que vive hoy E.E.U.U. muestra una vez más, la importancia de la lactancia materna como un recurso renovable y siempre disponible, que además no deja huella de carbono, ni afecta al medio ambiente ni contribuye al cambio climático.
Las ventajas para las madres que amamantan han sido ampliamente documentadas: tienen menos sangrados post parto, menos posibilidades de cáncer de mama, de ovario y menos fracturas de cadera, además de contribuir a recuperar el peso ideal de la madre después del embarazo. Para las familias, la lactancia materna significa una gran economía ya que no deben gastar comprando fórmulas infantiles, sino que tampoco deben gastar en electricidad o gas para esterilizar chupones y agua, y como la leche materna previene enfermedades, tampoco deben gastar en servicios médicos y medicamentos, entre otros.
La utilización de leches artificiales y el uso de biberones contribuyen enormemente al deterioro ambiental y cambio climático, ya que requieren de energía para la producción de las fórmulas y alimentos infantiles, combustible para transportar las materias primas y productos finales, aluminio para las latas; cartón, vidrio y plástico para los envases, papel para las etiquetas; plásticos para los biberones y chupetas. Lo más grave es que el proceso de producir leche artificial es vulnerable a contaminación por bacterias patógenas, sustancias químicas y otros cuerpos extraños.
La leche materna siempre está a la temperatura adecuada, no requiere mezcla, esterilización o equipo, es inocua e independiente de la calidad y disponibilidad de agua. Incluso, su composición cambia entre una toma y otra, y durante el proceso de amamantamiento, su cantidad es regulada por la respuesta hormonal de la madre a las necesidades específicas del lactante.
No existe fórmula comercial en el mundo que pueda sustituir la lactancia natural. La lactancia materna es un derecho de todas las madres que debe estar protegido adecuadamente. Es por ello, una responsabilidad del Estado crear un entorno multisectorial para favorecer y priorizar la lactancia materna.
Hay que pasar del discurso a la acción. Solo así, el amamantamiento podrá recuperarse como una esencia de nuestra cultura mamífera, como una deseable y gozosa fuente de armonía entre bebé, madre y familia, en una actividad valorada por el conjunto de la sociedad. Solo entonces, se construirán y fortalecerán las bases para una cultura de paz y armonía, de futuro saludable, respeto y calidad de vida para nuestros hijos e hijas.
Todos los años las y los estudiantes brindan atenciones gratuitas como parte del curso como parte del curso EE-0413 “Módulo de Intervención de Enfermería con la Adultez Sana”.
Las atenciones iniciarán el 8 de mayo del 2024
De manera completamente personalizada, acordes al grado de gestación de la madre, con abordaje emocional y desde la perspectiva humanista. Así es como la Escuela de Enfermería de la Universidad de Costa Rica (UCR) estará brindando este primer semestre del 2024 consultas prenatales, postnatales y de lactancia materna —sin costo— a todas las mujeres y familias interesadas.
La atención gratuita se dará a partir del 8 de mayo del 2024 y podrán aplicar todas aquellas personas sin importar su nacionalidad, estado civil, ingresos económicos o condición de asegurada.
Las consultas serán proporcionadas por las y los estudiantes avanzados de la carrera de Enfermería de la UCR, bajo una estricta supervisión de docentes altamente especializadas en el área de neonatología, lactancia materna y obstetricia, como parte del curso EE-0413 “Módulo de Intervención de Enfermería con la Adultez Sana”.
El objetivo de brindar estos servicios es unir la parte académica con la acción social, a fin de proporcionar cuidados de enfermería de forma integral a todas las madres que asistan —siempre acorde a sus necesidades individuales—, mientras las y los jóvenes fortalecen su aprendizaje clínico bajo un enfoque completamente humano, de respeto y escucha.
“Una de las principales novedades para este 2024 es que buscamos llegar a la mayor población posible mediante consultas presenciales y virtuales, con el fin de atender todas las dudas que tienen las mamás. Así, si no pueden asistir a las consultas presenciales porque viven en zonas muy alejadas como los Chiles, igual les abrimos un canal virtual para que puedan preguntar y aclarar cualquier duda que tengan. La idea es ofrecerles, también en lo virtual, algún tipo de guía que les permita sentirse más tranquilas en su proceso”, afirmó Sidey María Zúñiga Madriz, enfermera pediátrica con énfasis en neonatología y una de las docentes de la UCR encargada de impartir las consultas.
Dentro de los servicios que se darán en este 2024 están los monitoreos fetales. Estos monitoreos permiten conocer el bienestar fetal al evaluar el patrón de frecuencia cardiaca del feto y así detectar posibles alteraciones. Asimismo, se darán los servicios de control prenatal, manejo de complicaciones y la identificación de riesgos en el embarazo.
Además de los monitoreos, en los procesos de atención también se abarca el eje educativo y las asesorías sobre la preparación para el parto. Estas últimas son fundamentales. En la consulta se le explica a las madres sus derechos, según el plan de parto que ofrece la Caja Costarricense de Seguro Social.
Un ejemplo es que la mamá pueda solicitar el número mínimo de exámenes y tactos vaginales. Asimismo, tienen derecho a que se les explique los procedimientos a los que serán sometidas durante su hospitalización.
“Este es un espacio innovador, a nivel académico y de acción social, porque se busca que las mamás y las familias se apropien del espacio, compartan y puedan aprender formas para disfrutar el proceso de la maternidad sin miedo y de la mejor forma, desde el embarazo, hasta la lactancia y el posparto. Las y los estudiantes están abocados a brindar una consulta de calidad con toda la parte humanística que nos caracteriza como universidad pública. Para nosotros es vital empoderar a la madre para que sepa que ella es el principal eslabón, porque ellas son las líderes de las consultas. Es importante que se sientan libres y satisfechas”, manifestó Zúñiga.
En cuanto al eje de lactancia materna, en este espacio se les enseña a las mamás cómo alcanzar un proceso exitoso. Durante la consulta se derriban ciertos mitos como, por ejemplo, la creencia de que los senos pequeños no producen mucha leche, así como la importancia de los pensamientos, emociones y estados psicológicos los cuales, si no son abordados, pueden impedir una lactancia apropiada.
Justo por esa razón, Zúñiga afirma que el momento ideal para la consulta en lactancia es antes de que la niña o el niño nazca para que la madre, a la hora de estar con su hija o hijo, tenga todas las herramientas y la información necesaria para un proceso exitoso, especialmente, en el primer acople: cuando el bebé se pega al pecho.
No obstante, si el bebé ya nació, la madre igual puede asistir. En la consulta se evalúa la técnica de amamantamiento, así como la condición de la madre y del bebé, el crecimiento de la persona menor de edad y, por último, se brindan consejos personalizados para evitar complicaciones.
Finalmente, en la atención posnatal se analiza la recuperación de la mamá, la anticoncepción posparto y la evaluación de crecimiento, desarrollo y de estimulación temprana.
Todo lo anterior queda registrado en un carnet prenatal, el cual se integra al expediente de la mamá y, al concluir la atención, lo portará la mujer para que la CCSS (o un ente privado) lo use como referencia y conozca la evolución de la usuaria.
“Las expectativas al concluir el proceso es que las mamás reciban una atención personalizada y de calidad, que les permita esclarecer cada una de sus preguntas y, en todo momento, se sientan seguras del proceso que están pasando porque les brindamos apoyo y ayuda. Toda mujer puede venir a recibir atención en cualquiera de las etapas en las cuales se encuentre, no importa si está empezando el embarazo, si lo está terminando o si está a la mitad. Tal vez ella necesite reforzar conocimientos y no importa si acaba de nacer su bebé o si este tiene un mes de nacido, ella siempre puede venir a la UCR”, comentó Laura López Quirós, docente de la Escuela de Enfermería de la UCR, enfermera obstetra y otra de las profesoras encargada de las consultas.
La atención
Las consultas poseen la duración de una hora y se dan con cita previa para los días miércoles, jueves y viernes de 8:00 a. m. a 12:00 m.
Las consultas de lactancia serán en las instalaciones del Centro de Investigación de Cirugía y Cáncer (Cicica-UCR). Por su parte, las consultas prenatales se efectuarán en el Centro de Simulación en Salud (Cecisa-UCR). Ambas están ubicadas en la Sede Rodrigo Facio, San Pedro de Montes de Oca.
El primer paso para acceder al servicio es llenar un formulario que está disponible en http://ucr.cr/r/I3Shq y, en caso de dudas, enviar un mensaje de WhatsApp al 70539983.
En dicho formulario la mujer debe detallar cuántas semanas de gestación tiene y qué tipo de consulta le interesa: lactancia materna o consulta prenatal. Las citas se asignan según sean las semanas de gestación e intereses de cada mamá.
“El orden de prioridad se trabajará según la lista, conforme las mujeres y sus familias se vayan inscribiendo. A las mujeres se les va a llamar y, según su conveniencia, vamos a ir acomodando las citas”, agregó López.
La persona debe tener presente que el primer día de la cita se le pesará, medirá y hará una valoración del índice de masa corporal. La información obtenida es esencial para dar las próximas recomendaciones de ganancia de peso y de alimentación durante el embarazo.
Asimismo, a las mamás se les efectúa una valoración de los signos vitales con un especial énfasis en la presión arterial, con el propósito de detectar cualquier posible enfermedad que ponga en riesgo al bebé o la mamá.
La continuidad de las citas se da con base en que tan próximo está el bebé por nacer. A las mujeres que están en la quinta semana se le da el seguimiento cada mes. Quienes están en la semana 34 la cita es cada 15 días y, a partir de la semana 36, se agenda un monitoreo semanal. Esto se acompaña de material, charlas y de panfletos educativos para robustecer el aprendizaje de las usuarias.
En todo momento las consultas serán supervisadas por las docentes especializadas en obstetricia, neonatología y lactancia materna, acompañadas por las y los estudiantes avanzados de cuarto año de la carrera de Enfermería. El periodo de atención va desde los meses mayo hasta finales de junio de cada año; es decir, lo correspondiente al módulo académico.
Actualmente, para este I semestre del 2024, más de 46 estudiantes estarán apoyando en la atención y rotarán a lo largo del periodo. Su práctica está ordenada para que conozcan la consulta y cómo se brinda una atención de alta calidad científica y humana a la usuaria, al aplicar el proceso de enfermería.
Dicha formación la complementan con clases teóricas que les permite consolidar una serie de habilidades, mismas que impactarán la vida de cada paciente que atenderán cuando, finalmente, se gradúen como profesionales en Enfermería y estén al servicio de todo un país. En ese momento tendrán el enorme deber en sus hombros de generar las nuevas transformaciones sociales que el país necesite.
Especialistas advierten sobre cómo el proyecto de ley podría vulnerar uno de los principales derechos conquistados por las y los costarricenses
Desde hace varios años, especialistas en salud y defensores de la lactancia materna han sido contundentes: amamantar es una de las mejores inversiones en salud para la supervivencia de la especie humana y el costo de no hacerlo tiene enormes implicaciones a nivel individual, familiar y social.
Pero, a pesar de los enormes beneficios de la lactancia ya comprobados por la ciencia, en ocasiones pareciera ser que al mundo empresarial se le olvida y surgen cambios que podrían vulnerar este derecho.
A ese consenso llegó la Lic. Ingrid Broitman Trooper, de Lactanza Costa Rica; la M.Sc. Virginia Marín Arias y la Lic. Ivannia Solano Jiménez, ambas de la Defensoría de los Habitantes y la Dra. Sonia Chaves Quirós, de Aprolama Costa Rica, durante la VII Jornada de Promoción de la Lactancia Materna, desarrollada por el Instituto de Investigaciones en Salud (Inisa) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
De acuerdo con la M.Sc. Virginia Marín, con las modalidades de jornadas que propone el proyecto de ley 4×3 —una diurna de hasta doce horas con tres días libres, y otra nocturna de hasta doce horas con cuatro días libres—, las protecciones que por tanto tiempo el país ha luchado a favor de la lactancia materna, las madres y la niñez costarricense podrían debilitarse. ¿Las razones? Varias.
El primer motivo, comentó Marín, se debe a que “el proyecto de ley, simplemente, lo que hace es prohibir las jornadas excepcionales para las mujeres trabajadoras en periodo de lactancia o en embarazo”. Si bien esa medida puede entenderse como una acción proteccionista, también se podría considerar como una medida discriminatoria que, eventualmente, podría vulnerar la lactancia materna.
“Se dice que las jornadas excepcionales son voluntarias. Pero, ¿hasta qué tanto pueden ser voluntarias? ¿Hasta qué tanto las mujeres, que no se les permite trabajar jornadas excepcionales y que están bajo el periodo de lactancia, podrían verse obligadas a tomar la jornada excepcional y renunciar a su derecho de lactancia? Esto es un riesgo. Si se les excluye, esto no significa que la lactancia materna no vaya a tener consecuencias. ¡Claro que sí! Puede ser que las mujeres decidan no dar más de lactancia para someterse a jornadas excepcionales y renunciar a su derecho”, mencionó Marín.
Lo anterior se vuelve más retador si se contempla que el proyecto de ley propone pagar un porcentaje adicional a la hora mínima que se establezca. Según Marín, esto constituye un verdadero peligro para los derechos de las mujeres trabajadoras en periodo de lactancia o embarazo. Muchas, con el fin de conseguir ese dinero adicional por sus condiciones de vida, pueden verse obligadas a acogerse a jornadas excepcionales ampliadas y renunciar a sus derechos.
Como si eso no fuera suficiente, el proyecto de ley también tiene otros puntos débiles. Uno de los aspectos señalados por la especialista es el periodo de adaptación. El proyecto de ley plantea que la persona trabajadora tiene tres meses para adaptarse a la nueva jornada y, si no lo logra, deberá ser reinstalada en su jornada ordinaria. No obstante, si del todo se comprueba imposibilidad, la persona deberá ser liquidada.
“O sea, yo voy a probar y, si a los tres meses soy consciente de que no me sirve esa jornada porque no me siento bien, aquí el inciso le permite al empleador ser despedido. Entonces, nos enfrentamos a una reforma normativa que viene a remover nuestros derechos y las garantías que por años hemos disfrutado”, mencionó Marín.
En lo mismo coincidió la Lic. Ivainia Solano Jiménez. Para ella, este proyecto —ya de por sí complejo— posee muchas reformas. De todas, la más desafiante son las jornadas excepcionales y cómo se utilizarán los tiempos, pues marca una visión distinta a la que tiene Costa Rica actualmente.
“Cuando la Defensoría hizo el criterio de este proyecto de ley, se trabajó entre áreas porque esto afecta la vida de todas las personas trabajadoras, de sus familias, personas dependientes y de todas las diversidades y habitantes del país. Entonces, cuando la Defensoría de la Mujer participa en el criterio, los llamamos a tomar en cuenta otros elementos como el trabajo decente”, mencionó Solano.
¿Trabajo decente? ¡Sí! Uno que incorpore el ingreso justo, la seguridad, el desarrollo, la libertad de expresión, así como la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
También, el uso del tiempo para que la persona tenga un balance entre lo privado y el trabajo. Precisamente, por eso la ley ampara la jornada de ocho horas, porque permiten un balance sano en la vida de la persona: ocho horas de trabajo, ocho de descanso y ocho de disfrute.
“¿Qué le dijimos a la Asamblea? Que antes de meterse a las jornadas tenemos que revisar cuáles son las condiciones que nos van a garantizar los componentes del trabajo decente, incluyendo la posibilidad de tener un balance entre las responsabilidades familiares, el trabajo doméstico no remunerado y su vida laboral”, enfatizó la licenciada.
Lo anterior es especialmente importante si se revisa la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT) 2022, la cual revela que incluso, en la división de tiempo convencional de ocho horas, las mujeres son las que dedican más tiempo al trabajo doméstico no remunerado (32 horas) versus los hombres (15 horas), semanalmente. Entonces, si trabajan jornadas excepcionales, ¿cómo harán frente a tantas tareas, entre ellas la lactancia?
“Esto puede exacerbar las prácticas laborales discriminatorias contra las mujeres, sobre todo, en edad fértil de procrear. En caso de embarazo o lactancia a ellas no se les puede incluir en la jornada excepcional. Entonces, su contratación no contribuye al objetivo de la empresa”, reflexionó la abogada.
En efecto. Tan solo analice: ¿qué pasará si una empresa decide consolidar el servicio 24/7?, ¿para qué la empresa va a pagar tres turnos si ya tiene la jornada excepcional?, ¿qué va a pasar cuando ya no estén disponibles puestos con jornadas de ocho horas y las mujeres no puedan permanecer en el empleo porque solo esa jornada le sirve?
Una mirada biológica
La Lic. Ingrid Broitman Trooper, de Lactanza Costa Rica, hizo una reflexión similar pero desde la biología humana.
Para Broitman, las jornadas extendidas generan periodos importantes de separación entre la madre y el bebé que pueden afectar la salud física y hasta mental del lactante. Además, incide en una menor producción de leche activa y abundante. La razón radica en nuestra más pura esencia: somos mamíferos.
“El ser humano es un mamífero placentario de la familia de los homínidos. Nos comparamos con los simios, chimpancés y orangutanes. Nosotros estamos hechos y diseñados para que las crías se alimenten con leche materna por varios años. Esto no solo favorece la salud, sino que también el vínculo afectivo. Lo que queremos son sociedades más saludables, amorosas y con mejores seres humanos y parte de ese proceso inicia en ese momento”, argumentó Broitman.
Si quiere comprobar lo anterior tan solo voltee a ver la naturaleza. Con esto se dará cuenta de que los mamíferos amamantan a sus crías entre dos y doce veces. ¡Claro!, hay excepciones. “Están los osos pandas gigantes que amamantan cuarenta veces y los canguros rojos que lo hacen solo una vez cada tres días. Si fuéramos “canguras rojas” tal vez ahí sí nos funcionaría la jornada extendida, pero no lo somos”, acotó Broitman.
A esa retadora realidad se le acompaña otros elementos característicos de nuestra especie, como el tener bebés altamente vulnerables que requieren largo tiempo de cuidado para garantizar su desarrollo físico y cerebral, así como glándulas mamarias incapaces de almacenar leche.
Si algo hay que tener claro, es que la glándula de la mujer está hecha para producir la leche en el momento del estímulo al pecho y su óptimo funcionamiento radica de un vaciamiento frecuente. Si un bebé no mama frecuentemente, la producción será sensible a esos cambios y la producción irá desapareciendo.
“Ya hoy en día, con la jornada normal, es sumamente difícil mantener la lactancia. En las estadísticas se ve claramente cómo decae la lactancia materna exclusiva en la madre que se reincorpora al trabajo. Si la mujer está mucho tiempo afuera y decide acogerse a la ley, ¿cómo será si tiene que ir doce horas? La producción es sumamente sensible y puede perderse muy rápido”, mencionó la expositora.
¿Alternativas? Muchas, pero ninguna ha logrado igualar a la biología humana. La succión de un extractor, por ejemplo, jamás será igual que la cascada hormonal que produce esa mujer cuando tiene a su bebé en el pecho y la leche de fórmula nunca podrá asemejar en su totalidad el oro líquido de la leche materna original.
“En los últimos 100 años hemos sustituido la leche con el boom de las fórmulas. ¿Y qué tenemos? Bebés más enfermos, una marcha alérgica acelerada, obesidad infantil, problema de enfermedades no transmisibles y otro montón de cosas más. La leche materna no es solo comida, es contacto, comunicación, es seguridad, es calor, es amor”, aseveró Broitman.
Deudas pendientes
La Dra. Sonia Chaves Quirós, de Aprolama Costa Rica, dejó claro que todavía hay mucho por hacer. Tan solo el Código de Trabajo data de 1943 y, si bien muchos artículos han tenido sus reformas, hay varios que rigen tal cual fueron escritos en sus inicios. “Muchos siguen siendo ambiguos y por eso tenemos que recurrir a la Sala Cuarta porque la ley siempre ha sido muy omisa”, afirmó.
La Dra. Chaves también resaltó la discriminación, la desigualdad en cuanto a horas de lactancia (las mujeres de la CCSS tienen una hora y media), así como la distribución horaria.
Por su parte, la M.Sc. Viviana Guerrero Chacón, docente de Filosofía de Ética Médica y Bioética de la UCR, tampoco se aleja de esa realidad. La filósofa amplío que las personas encargadas de realizar políticas públicas no han entendido el peso social que tiene la lactancia.
“Aquí el tema es que parece que tenemos otro desafío de que nos estamos sacando las cartas entre gitanas. Nosotras lo sabemos, pero ¿lo saben las otras personas que están en la Asamblea Legislativa haciendo esa política pública que le llamamos ley?”, reflexionó la experta.
Guerrero mostró algunos de los desafíos pendientes y el más importante de todos es el de la pluralidad. No, no existe la mujer, sino las mujeres y las personas lactantes como hombres trans. En Costa Rica existe una gran diversidad que no ha sido contemplada en las leyes porque, incluso, hasta los pueblos indígenas viven la lactancia de manera diferente.
Ante esto, es necesario ir construyendo una política pública suficientemente abierta de tal manera que quepan todos los sujetos que lactan, no solo mujeres. De igual forma, es importante empezar a cambiar la noción de que el cuerpo es una cosa cerrada y todos son iguales.
“Las mujeres cábecar o bribri no ven la lactancia de la misma forma y nosotros aquí decimos: las mujeres indígenas, como si todas fueran iguales. No se puede universalizar el sujeto de la lactancia. Esto discrimina a las personas. Además, las políticas no las definen las mujeres lactantes, sino los médicos. Hay un autoritarismo médico, político y de solo algunas voces. Tenemos que exigir que nos escuchen porque están haciendo políticas sobre nuestros cuerpos y jamás nos preguntaron qué queríamos. Como mujeres tenemos que aliarnos. No intentando que todas pensemos igual, sino uniéndonos en la diversidad”, consideró Guerrero.
Reviva la jornada completa en
Jenniffer Jiménez Córdoba Periodista Oficina de Comunicación Institucional, UCR
La licencia de lactancia es el tiempo remunerado dentro de la jornada laboral que obtiene la madre luego del vencimiento de su licencia de maternidad o a partir de su reincorporación al lugar de trabajo. Foto TC-622
Semana Mundial
Muchas madres optan por el destete ante la falta de espacios para amamantar a sus recién nacidos
Aunque Costa Rica ha dado importantes pasos en materia de salud neonatal y la primera infancia, aún existen importantes desafíos por superar para garantizar el pleno derecho de los menores a crecer amamantados por sus madres.
Según la última Encuesta de Mujeres, Niñez y Adolescencia (EMNA-2018), pese a que el 80% de recién nacidos reciben leche materna el primer día de su vida, solo el 27.5% llega a los seis meses siendo alimentado de manera exclusiva con leche materna.
Sin embargo, no basta con solo la intención de las madres de amamantar a sus hijos e hijas porque aún existen enormes barreras institucionales y prácticas laborales que impidan que muchas de ellas sustituyan la leche materna por fórmulas pediátricas comerciales, ante el incumplimiento de las leyes nacionales y la carencia de crear espacios apropiados en sus centros de trabajo.
Según la magister Sidey Zúñiga Madriz, coordinadora del proyecto de Acción Social denominado “Promoción de la lactancia materna” (TC-622), ejecutado por la Escuela de Enfermería de la Universidad de Costa Rica (EE-UCR), en el caso de la Universidad de Costa Rica (UCR) existen 17 salas de lactancia, un número muy inferior a lo demandado por la legislación, explicó Zúñiga.
Pero en el ámbito nacional, menos del 50% de los empresas privadas e instituciones públicas tienen salas de lactancia, aunque el Decreto Ejecutivo #41080 MTSS-S ordena que los centros de trabajo deben acondicionar una por cada 30 mujeres trabajadoras.
Zúñiga recuerda que este es un derecho que no solo atañe a las mujeres, ya que los recién nacidos son sujetos de derecho, como diversos fallos de la Sala Constitucional lo ha señalado ante las constantes violaciones de parte de lo público y privado.
Ante la la falta de estos espacios y ante las presiones que sufren las trabajadoras en sus centros de trabajo optan por el destete, dato que es corroborado por la citada encuesta que calculó que el 30% de neonatos se alimentan exclusivamente de fórmulas infantiles, y el 75% de menores a 23 meses reciben alimentación con biberón. Este cambio incide en deficiencias inmunológicas, de crecimiento, desnutrición ante carencia de micronutrientes aportados por la leche materna e incide en la estimulación temprana durante la primera infancia, ya que no solo se nutre físicamente al infante, sino también emocionalmente por el vínculo que se fortalece durante el proceso de amamantamiento.
Exclusión estudiantil
La situación se torna aún más complicada para las estudiantes, quienes deben compaginar su proyecto académico con la maternidad. En general, en las universidades costarricenses las estudiantes madres no tienen acceso a salas de lactancia acorde a la legislación. Además, a ellas no se les aplica las licencias correspondientes por lo que deben decidir entre el destete o continuar con sus estudios.
“En las universidades públicas que tienen esas salas ellas no tienen acceso libre, ya que requiere permiso para su uso. Esta situación es algo común en todos los centros de estudio. Incluso, ellas no tienen casas infantiles o centros de cuido para que continúen sus estudios”, explicó la magister Zúñiga.
Este año la Semana Mundial de la Lactancia Materna tiene como lema “Hagamos que la lactancia materna el trabajo funcionen” ante la situación que solo el 20% de los países exigen a los centros de trabajo proporcionar descansos e instalaciones a las madres.
Derecho a la salud y al sano crecimiento
Según la Ley de Fomento de la Lactancia Materna el Estado costarricense debe velar por la nutrición segura y suficiente para los lactantes, mediante la educación de la familia y la protección de la lactancia materna, promoviendo su consumo sobre los sustitutos o fórmulas de casas comerciales.
En esa labor, la Comisión Nacional de Lactancia Materna, un órgano adscrito al Ministerio de Salud, de la cual la UCR es parte por mandato legal y representada por la Escuela de Nutrición, es la encargada de recomendar las políticas públicas. Desde ese ámbito y mediante diversos proyectos de investigación y de Acción Social, la UCR ha expresado su compromiso de proponer instancias orientadas para que más madres exijan sus derechos y el de sus hijas e hijas para ser amamantados.
En ese sentido, el TC-622 unifica recursos, instituciones y comunidades para fomentar la lactancia, con la participación de estudiantes de las carreras de Enfermería, Medicina, Farmacia, Trabajo Social, Promoción de la Salud, Informática, entre otras. Cada año se programan la realización de charlas, talleres, círculos de apoyo y la producción de material informativo para promover la lactancia materna y que sea un tema de discusión en las familias, las instituciones de salud y educativas.
Protección constitucional
La legislación costarricense ha creado instrumentos jurídicos para las madres que amamantan recurran a las instancias judiciales cuando sus derechos y los de sus hijos e hijas son condicionados o vulnerados, explicó la magister Zúñiga.
La Constitución Política en sus artículos 51 y 71 otorgan una protección especial a la madre, niños y niñas, e igualmente el Código de Trabajo en su artículo 95 otorga una licencia mínima de lactancia, aunque fallos de la Sala Constitucional atendiendo a la normativa internacional la han definido hasta por un año acorde a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Incluso, puede extenderse si así lo indica el médico tratante de la madre y la persona menor de edad.
Para plantear una denuncia se puede hacer en las instancias correspondientes. En el sitio web del proyecto de Trabajo Comunal “Promoción de la lactancia materna” (TC-622) se ha puesto a disposición de las personas interesadas amplia información sobre derechos y formas de denunciar.
¿Qué es la licencia de lactancia materna?
En los perfiles de “Facebook” y de Instagram del proyecto de Acción Social TC-622: Promoción de la lactancia materna efectiva y prolongada podés visualizar más videos sobre los derechos de la madre trabajadora en periodo de lactancia sus hijos e hijas los recién nacidas.
Eduardo Muñoz Sequeira Periodista, Vicerrectoría de Acción Social, UCR
DEL 1 AL 7 DE AGOSTO IMPULSEMOS LA LACTANCIA MATERNA APOYANDO Y EDUCANDO
Dra. Sonia Chaves Quirós Pediatra, Experta en Lactancia Invitada de ACANAMED
Desde hace más de 30 años, los grupos organizados internacionalmente que apoyan la lactancia materna, promueven la celebración de la Semana Mundial de Lactancia Materna, en todos los países del mundo este año 2023 con el lema “Facilitar la lactancia materna: marcando la diferencia para las madres y padres que trabajan”.
La lactancia materna ofrece un beneficio inigualable a los niños, las madres, las familias, las comunidades y al medio ambiente y es una oportunidad natural de expresar amor en el principio mismo de la vida de cada bebé. El amamantamiento proporciona tiempo invaluable de cercanía. De apego y tiernos cuidados cada día, sentando las bases de una relación de confianza y protección entre la madre y su bebé.
Si todos los niños y niñas del mundo fueran alimentados con leche materna durante la primera hora de vida, sería posible salvar cada año aproximadamente 1.5 millones de vidas, mejorando además su calidad de vida. La leche materna es el alimento perfecto para el niño y la niña, durante sus primeros seis meses de vida, sin requerir nada extra, ni siquiera agua. Luego de estos 6 meses de lactancia materna exclusiva se recomienda seguir amamantando más allá de los dos años junto con una alimentación complementaria adecuada, con alimentos caseros, de fácil acceso producidos localmente. No hay ningún producto manufacturado que pueda compararse a la leche materna.
Sea cual fuere el lugar donde se viva, todos los bebes se benefician de las bondades de la lactancia materna, ya que ella tiene los elementos nutritivos, en las cantidades adecuadas para conservar la salud, crecer y desarrollarse. La leche materna protege de las enfermedades respiratorias, diarreas, infecciones urinarias, de oídos y garganta, alergias, asma, a largo plazo de diabetes, obesidad e hipertensión e incidencia de cáncer infantil.
Los estudios demuestran que el amamantamiento beneficia el desarrollo neurológico del niño y la niña y más aún, se ha investigado y concluido que los bebés amamantados son más inteligentes que quienes recibieron fórmula infantil. Desde el principio de la vida misma, al nacer, esas gotitas de calostro, durante los primeros días se consideran como la primera vacuna que reciben los bebés y que contiene centenares de anticuerpos y enzimas que resguardan la salud y la vida.
Amamantar no requiere esterilizaciones, ni equipos especiales, ni envases, ni manipulación. La leche materna viene lista, adecuada a las necesidades del bebé en particular; es gratuita, está siempre lista, a la temperatura exacta y nunca se descompone. Puede darse a cualquier hora y en cualquier lugar, y a diferencia de las fórmulas infantiles que no son estériles, no representa peligro de contaminación.
La leche materna es particularmente la mejor respuesta en situaciones de emergencias o de crisis, ya que no requiere mezclarse con agua ni está sujeta al mercado ni a la comercialización. La pandemia que hemos vivido estos últimos años y la crisis de escasez de fórmulas infantiles que vive hoy E.E.U.U. muestra una vez más, la importancia de la lactancia materna como un recurso renovable y siempre disponible, que además no deja huella de carbono, ni afecta al medio ambiente ni contribuye al cambio climático.
Las ventajas para las madres que amamantan han sido ampliamente documentadas: tienen menos sangrados post parto, menos posibilidades de cáncer de mama, de ovario y menos fracturas de cadera, además de contribuir a recuperar el peso ideal de la madre después del embarazo. Para las familias, la lactancia materna significa una gran economía ya que no deben gastar comprando fórmulas infantiles, sino que tampoco deben gastar en electricidad o gas para esterilizar chupones y agua, y como la leche materna previene enfermedades, tampoco deben gastar en servicios médicos y medicamentos, entre otros.
La utilización de leches artificiales y el uso de biberones contribuyen enormemente al deterioro ambiental y cambio climático, ya que requieren de energía para la producción de las fórmulas y alimentos infantiles, combustible para transportar las materias primas y productos finales, aluminio para las latas; cartón, vidrio y plástico para los envases, papel para las etiquetas; plásticos para los biberones y chupetas. Lo más grave es que el proceso de producir leche artificial es vulnerable a contaminación por bacterias patógenas, sustancias químicas y otros cuerpos extraños.
La leche materna siempre está a la temperatura adecuada, no requiere mezcla, esterilización o equipo, es inocua e independiente de la calidad y disponibilidad de agua. Incluso, su composición cambia entre una toma y otra, y durante el proceso de amamantamiento, su cantidad es regulada por la respuesta hormonal de la madre a las necesidades específicas del lactante.
No existe fórmula comercial en el mundo que pueda sustituir la lactancia natural. La lactancia materna es un derecho de todas las madres que debe estar protegido adecuadamente. Es por ello, una responsabilidad del Estado crear un entorno multisectorial para favorecer y priorizar la lactancia materna.
Hay que pasar del discurso a la acción. Solo así, el amamantamiento podrá recuperarse como una esencia de nuestra cultura mamífera, como una deseable y gozosa fuente de armonía entre bebé, madre y familia, en una actividad valorada por el conjunto de la sociedad. Solo entonces, se construirán y fortalecerán las bases para una cultura de paz y armonía, de futuro saludable, respeto y calidad de vida para nuestros hijos e hijas.
Continuamos con programas dedicados a conmemorar la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2021. En #SemillasySaberes tratamos el tema «Lactancia materna una responsabilidad de todos: abriendo los ojos a las manipulaciones de la industria».
La Universidad de Costa Rica trabaja para asegurar el derecho a la lactancia materna
La leche materna es la fuente de nutrientes más importante durante los primeros meses de vida. Foto: archivo del Inisa.
Durante el mes de noviembre, se inaugurará la sala de lactancia ubicada en el edificio de Educación Continua en la Ciudad de la Investigación. De este modo, se pretende asegurar el derecho a la lactancia materna de las madres que visitan o laboran en las instalaciones, así como de sus hijos e hijas. Con esta, son 14 las estancias de este tipo, en la Sede Rodrigo Facio de la Universidad de Costa Rica (UCR).
“La sala de lactancia surge desde la propia necesidad de las usuarias del edificio. Aquí no se tenía un lugar previsto para que las mamás en el ciclo de lactancia pudieran realizar el proceso de sacado de leche. Por esto, muchas veces teníamos que utilizar mi oficina, que no es un sitio cómodo o adecuado. Ahora, hemos logrado que se posicione este espacio como una prioridad de la Administración y que las mujeres que trabajan aquí o vienen a recibir clases o talleres puedan seguir amamantando sin problema”, indicó Dorys Mercado Calero, encargada de la administración del edificio de Educación Continua.
Actualmente, el lugar de lactancia se encuentra equipado con mesas, butacas, refrigerador, lavamanos, basureros y cambiadores para bebés. Además, está decorado con distintas frases alusivas a la importancia de la leche materna durante los primeros meses de vida.
Las madres, niños y niñas tienen derecho a la lactancia y a todos los beneficios que esta les brinda. Diseño de Enrique Salmerón.
Las leyes y normativa existentes posicionan al amamantamiento como la norma biológica que debe orientar la alimentación del niño y de la niña. Por tanto, obliga a las instituciones públicas y privadas a garantizar las condiciones necesarias para que este grupo poblacional sea alimentado con lactancia materna de manera exclusiva hasta los seis meses de edad y de forma complementaria hasta los dos años o más.
Importancia de la lactancia materna
La lactancia materna es una inversión inteligente. Es una de las intervenciones de mayor impacto que proporciona beneficios para los niños, las mujeres y la sociedad. Igualmente, es la primera vacuna que recibe el niño contra la muerte, la enfermedad y la pobreza. De igual manera, contribuye a la equidad, pues otorga a todas las personas una ventaja nutricional para el éxito en la vida.
Asimismo, amamantar reduce el riesgo de depresión posparto, disminuye las posibilidades de anemia, ayuda a bajar de peso, previene el cáncer de mama y de ovarios, así como la osteoporosis después de la menopausia. Además, contiene todos los nutrientes que el bebé necesita para crecer y desarrollarse sano, fuerte e inteligente; posee anticuerpos especiales que protegen el bebé contra infecciones respiratorias, gripe, asma, infecciones de oído, diarreas, alergias y otras enfermedades; reduce el riesgo de malnutrición infantil, es de fácil digestión y evita el estreñimiento.
Las madres, niños y niñas tienen derecho a la lactancia y a todos los beneficios que esta les brinda, así como al acceso a la información sobre las responsabilidades de sus patronos y patronas durante este período.
Natalia Odio González
Unidad de Comunicación, Vicerrectoría de Acción Social
Del 18 de septiembre al 21 la obra de teatro “Mi Mundo en una Teta” se estará presentando en el II Congreso Internacional de Lactancia Materna en Pasto, Colombia. Con ésta, es la segunda vez que dicha puesta en escena sale del país. En el 2016 se estuvo presentando en Ciudad de Guatemala.
La obra ha sido reconocida como un valioso instrumento para sensibilizar en el tema del parto humanizado y la lactancia materna.
Del 1º al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna
La mortalidad infantil se encuentra asociada, en gran medida, a la desnutrición que viven millones de niños y niñas a nivel mundial. El 45 % del total de muertes infantiles en el mundo (2,7 millones) se debe a la desnutrición (foto: Archivo La Nación).
La leche materna es la fuente de energía y nutrientes más importante para los niños y niñas en sus primeros meses de vida, por tanto, es fundamental para mejorar la supervivencia infantil y fomentar un crecimiento y desarrollo saludable. Así lo explicó la M. Sc. Ernestina Aguirre Vidaurre, docente y directora del Programa de Posgrado de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Costa Rica (UCR).
“Los beneficios son innumerables, para la madre, para el bebé, para la familia, para la sociedad, para el ambiente, para la economía (…) la lactancia materna la tiene que conocer todo el mundo, no solo las mamás, todas las personas tienen que saber de la lactancia y de sus ventajas” aseguró Aguirre.
La lactancia materna se asocia igualmente a la reducción en las tasas de mortalidad infantil y desnutrición. El inicio temprano de esta práctica protege a los niños y a las niñas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una lactancia materna óptima permite salvar la vida de más de 820 000 menores de 5 años todos los años.
Los beneficios que tiene esta actividad en la salud de la madre y su bebé se ven reflejados a largo plazo en la reducción de costos sanitarios y beneficios económicos, tanto para las familias como para los países, de ahí la importancia del desarrollo de normativa y políticas públicas en el tema.
Aguirre, quién además es coordinadora del proyecto “Estrategias de promoción para una lactancia materna efectiva y prolongada” (TC-622), afirma que cuando se habla de promoción no se está hablando de imposiciones, sino de derechos de las madres, niños, niñas, jóvenes y adolescentes embarazadas a decidir sobre el tema, por lo cual es fundamental el empoderamiento.
El acompañamiento a las madres es fundamental para garantizar mejores condiciones de salud tanto al bebé como a la mamá. Una de las principales problemáticas es la desinformación y el desconocimiento que existe sobre la lactancia materna (foto del Semanario Universidad).
Este proyecto ha trabajado precisamente en el empoderamiento sobre derechos y el acompañamiento a las familias en el proceso de lactancia, con el propósito de sensibilizar acerca de la autonomía de la madre y el respeto a sus decisiones, así como a las creencias y las tradiciones familiares en relación con el tema.
David Cordero Gómez, estudiante de último año de la carrera de Derecho, quien participó en el proyecto, asegura que “Cuando uno está ahí afuera, uno se da cuenta de que hay muchos mitos (…) y no solo es la importancia de romper esos mitos, sino que lo que estás haciendo es salvaguardando la salud de los futuros costarricenses, que al final de cuentas se traduce en menos costos para la Caja [del Seguro Social], mejor calidad de vida para las personas, más progreso”.
Legalidad y lactancia
Cordero rescata la importancia de que los Estados tengan normativas que promuevan la lactancia materna y asegura que si bien, a nivel de legislación, Costa Rica tiene grandes avances en pro de esta práctica, en especial posterior a la aprobación de la Reforma Procesal Laboral en el año 2017, en la realidad muchas veces no se cumple la normativa y es fundamental combatir esa desinformación no solo de la sociedad sino de los operadores del derecho.
Uno de los vacíos a nivel de normativa en el país es la ausencia de legislación que proteja los derechos del padre y le permita participar e involucrarse mayormente en el proceso de lactancia.
A pesar de que a nivel nacional se han dado avances en materia de marcos normativos que respaldan la lactancia materna y aunque a lo interno de la Universidad también se han realizado acciones a favor de esta práctica, no se están cubriendo todas las necesidades que presentan las familias lactantes y es necesario la creación de un reglamento estudiantil que las proteja dentro de la Universidad.
Así lo explicó la Lic. Priscila Walsh Hernández, quien en el 2017 realizó un seminario de graduación para optar por el grado de Licenciatura junto con cuatro estudiantes más de la carrera de Enfermería, en donde investigaron las vivencias personales, familiares y sociales de las estudiantes madres en la UCR e identificaron que no hay un marco jurídico que las respalde, que existen limitados recursos e infraestructura y que se presenta una clara invisibilización de la comunidad de estudiantes madre en procesos de lactancia.
Hoy, primero de agosto, inicia la celebración de la semana mundial de la lactancia materna. Este 2018 el lema es “Lactancia materna fundamento de la vida”. El proyecto de TCU estará participando en las comunidades de Nicoya, Naranjo y en la Sede Rodrigo Facio de la Universidad de Costa Rica, con talleres, toldos informativos y capacitaciones, como parte de las actividades de esta semana.
Laura Camila Suárez Rodríguez
Unidad de Comunicación, Vicerrectoría de Acción Social
La lactancia exclusiva previene riesgos de salud en bebés y madres
En Costa Costa Rica, solo dos de cada 8 bebés logran ser amamantados hasta los seis meses (foto cortesía del TC-622).
La alimentación exclusiva con leche materna en los primeros meses de vida es fundamental para prevenir una serie de riesgos para la salud de los niños y niñas, y también de las madres, aseguró el doctor y pediatra argentino Fernando Vallone, quien impartió el pasado 10 de julio la conferencia “Pequeños grandes clientes: Los bebés y las transnacionales de la alimentación”, en la Universidad de Costa Rica (UCR).
Uno de los principales puntos discutidos fue la gran responsabilidad que tienen las personas profesionales de la salud en la promoción del consumo de alimentos artificiales en los primeros años de vida.
“Cada vez que desaconsejamos la lactancia materna estamos aumentando riesgos (…) tenemos la mayor responsabilidad porque quienes atendemos a niñas y a niños, en realidad atendemos a familias y las familias se vinculan con nosotros y ponen en nosotros (en el equipo de salud) la confianza de que sabemos lo suficiente para recomendar siempre lo mejor. Y cuando hablamos de alimentación infantil tendríamos que ser muy conscientes de lo permeables que somos a toda la influencia de las compañías”, indicó el especialista.
Durante la conferencia se hizo un repaso histórico sobre el desarrollo de la industria de alimentos infantiles, así como los riesgos que existen en torno a la alimentación artificial. “Estamos acostumbrados a hablar de los beneficios de la lactancia materna y eso a quienes trabajamos en el área de salud no nos hace bien, porque cuando uno habla de que algo trae algún beneficio da por sentado que lo otro también es bueno y que esto es un poquito mejor, y acá el tema es distinto”, afirmó el Dr. Vallone.
Vallone destacó que el dinero que se comercializa por año en el mundo de alimentos para bebés ya supera los 55 mil millones de dólares, esto lo convierte en un negocio de gran importancia.
En la investigación que realizó el argentino, se evidenció cómo el perfil de los productos ha ido variando en un periodo de 30 años, la diversidad de oferta ha crecido y han aparecido nuevas necesidades. “Cosas que eran naturales de un bebé, pasan a ser problemas de salud y entonces necesitan un tratamiento”. Estos preocupantes hallazgos sobre la mercantilización de la salud se suman a que existe una falta de soporte científico sobre los beneficios que estas compañías venden por medio de su publicidad.
“Los bebés son tomados como clientes por parte de estas compañías, clientes que no pueden decidir por sí mismos y es ahí donde la influencia de los padres y el cuerpo médico tiene una responsabilidad esencial”.
Asimismo, para Vallone, las leyes que defienden la lactancia materna existen, pero no se ponen en práctica, porque no han sido sujetas a un debate y discusión en la sociedad. Por eso, es indispensable trabajar en posicionar el problema en la agenda pública, para entender el porqué de esas leyes que protegen la lactancia materna.
Marisol Ureña Vargas asistió a la conferencia y afirma que “quienes apoyamos la lactancia materna pensamos que este tipo de actividades son importantes porque nos ponen a reflexionar, a seguir buscando nuevas pautas, nuevas maneras, nuevas estrategias de cómo unir esfuerzos en pro de otros aspectos que vienen a colación como la legalidad de la lactancia”.
El evento fue organizado por el proyecto de acción social “Promoción de la lactancia materna y la alimentación del niño y la niña menor de 1 año en la comunidad (Prolamanco)” (ED-2842) en conjunto con el Instituto de Investigaciones en Salud (INISA) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Lilliam Marín Arias, coordinadora del proyecto, afirma que el objetivo es llevar a la comunidad orientaciones prácticas y adecuadas sobre la alimentación de los niños y niñas, así como crear espacios para discutir y difundir información verídica y científica. “Este es un espacio que nos permite esa discusión y, así, cumplir uno de los objetivos del proyecto que es la divulgación”.
Para obtener otros datos del proyecto Prolamanco, puede comunicarse por medio del teléfono 2511-2150 y por el correo electrónico inisa@ucr.ac.cr
Laura Camila Suárez Rodríguez
Unidad de Comunicación, Vicerrectoría de Acción Social