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Etiqueta: leche materna

Semana mundial de la lactancia materna

DEL 1 AL 7 DE AGOSTO
IMPULSEMOS LA LACTANCIA MATERNA APOYANDO Y EDUCANDO

Dra. Sonia Chaves Quirós
Pediatra, Experta en Lactancia
Invitada de ACANAMED

Desde hace más de 30 años, los grupos organizados internacionalmente que apoyan la lactancia materna, promueven la celebración de la Semana Mundial de Lactancia Materna, en todos los países del mundo este año 2023 con el lema “Facilitar la lactancia materna: marcando la diferencia para las madres y padres que trabajan”.

La lactancia materna ofrece un beneficio inigualable a los niños, las madres, las familias, las comunidades y al medio ambiente y es una oportunidad natural de expresar amor en el principio mismo de la vida de cada bebé. El amamantamiento proporciona tiempo invaluable de cercanía. De apego y tiernos cuidados cada día, sentando las bases de una relación de confianza y protección entre la madre y su bebé.

Si todos los niños y niñas del mundo fueran alimentados con leche materna durante la primera hora de vida, sería posible salvar cada año aproximadamente 1.5 millones de vidas, mejorando además su calidad de vida. La leche materna es el alimento perfecto para el niño y la niña, durante sus primeros seis meses de vida, sin requerir nada extra, ni siquiera agua. Luego de estos 6 meses de lactancia materna exclusiva se recomienda seguir amamantando más allá de los dos años junto con una alimentación complementaria adecuada, con alimentos caseros, de fácil acceso producidos localmente. No hay ningún producto manufacturado que pueda compararse a la leche materna.

Sea cual fuere el lugar donde se viva, todos los bebes se benefician de las bondades de la lactancia materna, ya que ella tiene los elementos nutritivos, en las cantidades adecuadas para conservar la salud, crecer y desarrollarse. La leche materna protege de las enfermedades respiratorias, diarreas, infecciones urinarias, de oídos y garganta, alergias, asma, a largo plazo de diabetes, obesidad e hipertensión e incidencia de cáncer infantil.

Los estudios demuestran que el amamantamiento beneficia el desarrollo neurológico del niño y la niña y más aún, se ha investigado y concluido que los bebés amamantados son más inteligentes que quienes recibieron fórmula infantil. Desde el principio de la vida misma, al nacer, esas gotitas de calostro, durante los primeros días se consideran como la primera vacuna que reciben los bebés y que contiene centenares de anticuerpos y enzimas que resguardan la salud y la vida.

Amamantar no requiere esterilizaciones, ni equipos especiales, ni envases, ni manipulación. La leche materna viene lista, adecuada a las necesidades del bebé en particular; es gratuita, está siempre lista, a la temperatura exacta y nunca se descompone. Puede darse a cualquier hora y en cualquier lugar, y a diferencia de las fórmulas infantiles que no son estériles, no representa peligro de contaminación.

La leche materna es particularmente la mejor respuesta en situaciones de emergencias o de crisis, ya que no requiere mezclarse con agua ni está sujeta al mercado ni a la comercialización.  La pandemia que hemos vivido estos últimos años y la crisis de escasez de fórmulas infantiles que vive hoy E.E.U.U. muestra una vez más, la importancia de la lactancia materna como un recurso renovable y siempre disponible, que además no deja huella de carbono, ni afecta al medio ambiente ni contribuye al cambio climático.

Las ventajas para las madres que amamantan han sido ampliamente documentadas: tienen menos sangrados post parto, menos posibilidades de cáncer de mama, de ovario y menos fracturas de cadera, además de contribuir a recuperar el peso ideal de la madre después del embarazo. Para las familias, la lactancia materna significa una gran economía ya que no deben gastar comprando fórmulas infantiles, sino que tampoco deben gastar en electricidad o gas para esterilizar chupones y agua, y como la leche materna previene enfermedades, tampoco deben gastar en servicios médicos y medicamentos, entre otros.

La utilización de leches artificiales y el uso de biberones contribuyen enormemente al deterioro ambiental y cambio climático, ya que requieren de energía para la producción de las fórmulas y alimentos infantiles, combustible para transportar las materias primas y productos finales, aluminio para las latas; cartón, vidrio y plástico para los envases, papel para las etiquetas; plásticos para los biberones y chupetas. Lo más grave es que el proceso de producir leche artificial es vulnerable a contaminación por bacterias patógenas, sustancias químicas y otros cuerpos extraños.

La leche materna siempre está a la temperatura adecuada, no requiere mezcla, esterilización o equipo, es inocua e independiente de la calidad y disponibilidad de agua. Incluso, su composición cambia entre una toma y otra, y durante el proceso de amamantamiento, su cantidad es regulada por la respuesta hormonal de la madre a las necesidades específicas del lactante.

No existe fórmula comercial en el mundo que pueda sustituir la lactancia natural. La lactancia materna es un derecho de todas las madres que debe estar protegido adecuadamente. Es por ello, una responsabilidad del Estado crear un entorno multisectorial para favorecer y priorizar la lactancia materna.

Hay que pasar del discurso a la acción. Solo así, el amamantamiento podrá recuperarse como una esencia de nuestra cultura mamífera, como una deseable y gozosa fuente de armonía entre bebé, madre y familia, en una actividad valorada por el conjunto de la sociedad.  Solo entonces, se construirán y fortalecerán las bases para una cultura de paz y armonía, de futuro saludable, respeto y calidad de vida para nuestros hijos e hijas.

En pandemia, el CITA-UCR ha sido clave para garantizar leche materna a bebés en estado crítico

Mediante el préstamo de equipo y la asesoría para la estandarización de procesos, el CITA-UCR ha marcado la diferencia para llevar este fluido vital a más de 500 bebés durante la pandemia.

La leche materna es un fluido biológico que sirve como alimento. Maricela Varela Valerio, asistente del Banco de Leche del Hospital de las Mujeres asiste a las madres para extraerse leche allí mismo donde cuentan con todas las medidas para mantener su inocuidad. Foto: Katzy O’neal C, UCR.

Un total de 570 bebés en estado crítico internados en las unidades de cuidados intensivos neonatales del Hospital de las Mujeres, el Hospital Calderón Guardia y el Hospital Nacional de Niños recibieron durante el 2020 leche materna gracias a la acción conjunta y solidaria entre las madres donantes, el Banco de Leche Materna del Hospital de las Mujeres Adolfo Carit y la Universidad de Costa Rica.

En el 2020, en plena pandemia, el equipo de pasteurización del banco de leche dejó de funcionar, poniendo el riesgo el suministro de este líquido vital para cientos de bebés en estado crítico. Ante la emergencia, el Centro Nacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos (CITA-UCR) prestó un equipo de baño maría, que permitió resolver el faltante de un pasteurizador, y ofreció asesoría al personal del banco en procesos térmicos e inocuidad.

Desde ese momento, la ingeniera en Alimentos, Licda. Diana Víquez Barrantes y un equipo de colaboradores del CITA de la UCR, se unieron al esfuerzo del personal de salud para que cada gota de este oro líquido llegue en las mejores condiciones al banco de leche y hasta las unidades de cuidados intensivos neonatales.

Así en medio de la emergencia sanitaria, se inició una relación que está logrando mejorar la gestión de calidad en el banco de leche mediante la revisión de puntos críticos y la estandarización de procesos, así como documentar las prácticas de extracción y uso de la leche materna en Costa Rica, a través de un proyecto inscrito en la Vicerectoría de Acción Social de la UCR.

Para la Dra. Hellen Treminio, directora del Banco de Leche Materna de la Carit la ayuda de la UCR ha sido invaluable. “Nos han colaborado con ingenieras en tecnología alimentos que nos dicen como podemos mejorar los procesos y que nos están ayudando con las donantes para garantizar que se mantenga la cadena de frío desde que se extrae la leche hasta que llega a los bebés que están en situaciones críticas» resaltó la microbióloga.

Donar leche materna salva vidas

Cada año cientos de bebés prematuros luchan por su vida en las unidades de cuidados intensivos de los servicios de neonatología del Hospital de las Mujeres Adolfo Carit, del Hospital Calderón Guardia y del Hospital Nacional de Niños. En el 2020 esta cifra fue de 570 bebés.

Para alimentar y sacar adelante a estos bebés en estado crítico, el Banco de Leche de la Carit requiere recolectar, analizar, pasteurizar, almacenar, envasar y distribuir al menos 25-30 litros de leche cada semana, para lo cual se necesitan entre 60 y 80 mujeres donadoras activas al mes. En 2020, el volumen de leche materna gestionada fue de 233 litros.

Las madres interesadas en donar leche pueden comunicarse a los teléfonos: 2523-5725 o 2523-5726.

Fuente: Banco de Leche del Hospital de las Mujeres Adolfo Carit.

La ciencia de alimentos al servicio de la salud

El proyecto ED-3560 “Evaluación de las condiciones de extracción y manejo de leche materna en Costa Rica para uso propio de la madre y su lactante y para donación a Bancos de Leche y planteamiento de estrategias tecnológicas para el aseguramiento de su calidad e inocuidad” se desarrolla entre el 2021-2022. En él participan la Licda. Diana Víquez Barrantes, investigadora principal, la Dra. Jessie Usaga Barrientos y el Dr. Oscar Acosta Montoya del CITA y Ana Isabel Incer González de la Escuela de Tecnología de Alimentos.

Su objetivo es documentar y evaluar las prácticas que tienen las mamás en lactancia durante la extracción, el manejo, la manipulación y el almacenamiento de la leche que se extraen. Se trabaja con dos grupos; las mamás que usan la leche exclusivamente para alimentar a su bebé y las que donan a alguno de los dos bancos de leche del país ubicados en la Carit y en el Hospital de San Ramón.

Además, se están evaluando los procesos y operaciones que usan los bancos de leche para ayudarles a optimizarlos en búsqueda del aseguramiento de la inocuidad. “Evaluamos las operaciones críticas con respecto a los peligros para la inocuidad de la leche para que en el banco de leche puedan enfocar su proceso en controlar esos peligros y evitarlos” acotó la ingeniera de alimentos, Diana Víquez Barrantes, investigadora principal del proyecto.

La incorporación del profesional en ingeniería de alimentos a través de este proyecto, permite completar el equipo interdisciplinario conformado por profesionales de neonatología, nutrición, enfermería y microbiólogía que trabajan incesantemente desde los hospitales y bancos de leche para garantizar que cada bebé en estado crítico reciba la leche materna que necesita de forma segura.

Al respecto, la Dra. Hellen Treminio, reconoció que esta era una necesidad que tenían en el banco de leche; “Nos faltaba alguien que conociera el proceso al 100%, porque si bien es cierto, nosotros los microbiólogos podemos trabajar en control microbiano de poblaciones, no somos expertos en procesos térmicos de pasteurización, y para eso, se requiere al ingeniero en tecnología de alimentos”.

En una cámara de congelación (-25 C) la leche materna se puede almacenar cruda por 15 días máximo y pasteurizada hasta por 3 meses desde la fecha de pasteurización. Foto: Katzy O’neal C, UCR.

Inocuidad y seguridad

La preservación de la leche inicia desde el momento de la extracción de la madre, enfatiza la Dra. Jessie Usaga Barrientos, investigadora colaboradora del proyecto. La higiene de la mujer, el ambiente de extracción, los utensilios y los envases impactarán de forma importante la calidad microbiológica. Todo lo que ocurra después, el almacenamiento, transporte, refrigeración, congelación y las operaciones dentro del banco de leche son críticas para asegurar la calidad de la leche.

Por eso, la labor del profesional en ingeniería de alimentos consiste en establecer controles y procedimientos para mantener las condiciones óptimas en todas las etapas del proceso para controlar los peligros que pueden dañar la leche materna, ya sean biológicos, físicos o químicos.

En el banco de leche, actualmente se aplican varios análisis y procesos para asegurar la inocuidad de la leche donada. Primero se realizan análisis sensorial, físico y químico. Luego se realiza la pasteurización, que consiste en llevar el líquido a una temperatura de 63.5 grados por 30 minutos. Finalmente, se hace un cultivo microbiológico para verificar que la leche esté libre de patógenos, detalló la microbióloga encargada del banco, Dra. Carmen Cabalceta López.

Así mismo, se les realizan diversos análisis a las madres donantes para comprobar su buen estado de salud y que sean donadoras seguras. Esto debido a que la leche materna, al ser un fluido biológico, que viene de mujeres sexualmente activas, tiene una tendencia a transmitir múltiples patógenos, entre ellos bacterias y virus como el VIH, entre otros, explicó la Dra. Treminio.

Juan Carlos Badilla Núñez utiliza el equipo de baño maría propiedad del CITA-UCR instalado actualmente en el Banco de Leche Materna del Hospital de las Mujeres Adolfo Carit. El equipo sirve para realizar el proceso de pasteurización de la leche materna, el cual es un proceso térmico que permite reducir la presencia de agentes patógenos en este fluido biológico que se utiliza como alimento. Foto: Katzy O’neal C, UCR.

Resultados esperados

Como resultado de este proyecto, que estará vigente hasta el 2022, se aportarán guías para las madres en lactancia -que estén científicamente respaldadas- sobre las prácticas que aseguran la inocuidad de la leche. Para los bancos de leche, se aportarán procedimientos estandarizados para optimizar sus procesos actuales.

En las guías para madres se responderán preguntas frecuentes que se han recogido en entrevistas con madres en lactancia, por ejemplo: ¿cómo debo almacenar la leche?, ¿en qué materiales debo envasarla?, ¿a qué temperatura debo mantenerla, por cuanto tiempo y en cuales condiciones?.

“Todas estas dudas que surgen cuando las mujeres están en lactancia van a tener una respuesta que las respalde científicamente para que la mamá se sienta segura de las decisiones que tome en este periodo” acotó Víquez.

El proyecto cuenta con el apoyo del Banco de Leche Materna del Hospital de las Mujeres, y ha tenido acercamiento con el Banco del Leche de San Ramón, también es apoyado por la Comisión Nacional de Lactancia Materna de Costa Rica y otras organizaciones como la Fundación Catalina Vega, así como madres y asesoras en lactancia que han participado en las entrevistas.

 

Katzy O`neal Coto
Periodista, Oficina de Divulgación e Información

UCR: La lactancia materna tiene múltiples beneficios para nuestra sociedad

  • Del 1º al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna

UCR La lactancia materna tiene multiples beneficios para nuestra sociedad
La mortalidad infantil se encuentra asociada, en gran medida, a la desnutrición que viven millones de niños y niñas a nivel mundial. El 45 % del total de muertes infantiles en el mundo (2,7 millones) se debe a la desnutrición (foto: Archivo La Nación).

La leche materna es la fuente de energía y nutrientes más importante para los niños y niñas en sus primeros meses de vida, por tanto, es fundamental para mejorar la supervivencia infantil y fomentar un crecimiento y desarrollo saludable. Así lo explicó la M. Sc. Ernestina Aguirre Vidaurre, docente y directora del Programa de Posgrado de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Costa Rica (UCR).

“Los beneficios son innumerables, para la madre, para el bebé, para la familia, para la sociedad, para el ambiente, para la economía (…) la lactancia materna la tiene que conocer todo el mundo, no solo las mamás, todas las personas tienen que saber de la lactancia y de sus ventajas” aseguró Aguirre.

La lactancia materna se asocia igualmente a la reducción en las tasas de mortalidad infantil y desnutrición. El inicio temprano de esta práctica protege a los niños y a las niñas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una lactancia materna óptima permite salvar la vida de más de 820 000 menores de 5 años todos los años.

Los beneficios que tiene esta actividad en la salud de la madre y su bebé se ven reflejados a largo plazo en la reducción de costos sanitarios y beneficios económicos, tanto para las familias como para los países, de ahí la importancia del desarrollo de normativa y políticas públicas en el tema.

Aguirre, quién además es coordinadora del proyecto “Estrategias de promoción para una lactancia materna efectiva y prolongada” (TC-622), afirma que cuando se habla de promoción no se está hablando de imposiciones, sino de derechos de las madres, niños, niñas, jóvenes y adolescentes embarazadas a decidir sobre el tema, por lo cual es fundamental el empoderamiento.

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El acompañamiento a las madres es fundamental para garantizar mejores condiciones de salud tanto al bebé como a la mamá. Una de las principales problemáticas es la desinformación y el desconocimiento que existe sobre la lactancia materna (foto del Semanario Universidad).

Este proyecto ha trabajado precisamente en el empoderamiento sobre derechos y el acompañamiento a las familias en el proceso de lactancia, con el propósito de sensibilizar acerca de la autonomía de la madre y el respeto a sus decisiones, así como a las creencias y las tradiciones familiares en relación con el tema.

David Cordero Gómez, estudiante de último año de la carrera de Derecho, quien participó en el proyecto, asegura que “Cuando uno está ahí afuera, uno se da cuenta de que hay muchos mitos (…) y no solo es la importancia de romper esos mitos, sino que lo que estás haciendo es salvaguardando la salud de los futuros costarricenses, que al final de cuentas se traduce en menos costos para la Caja [del Seguro Social], mejor calidad de vida para las personas, más progreso”.

Legalidad y lactancia

Cordero rescata la importancia de que los Estados tengan normativas que promuevan la lactancia materna y asegura que si bien, a nivel de legislación, Costa Rica tiene grandes avances en pro de esta práctica, en especial posterior a la aprobación de la Reforma Procesal Laboral en el año 2017, en la realidad muchas veces no se cumple la normativa y es fundamental combatir esa desinformación no solo de la sociedad sino de los operadores del derecho.

Uno de los vacíos a nivel de normativa en el país es la ausencia de legislación que proteja los derechos del padre y le permita participar e involucrarse mayormente en el proceso de lactancia.

A pesar de que a nivel nacional se han dado avances en materia de marcos normativos que respaldan la lactancia materna y aunque a lo interno de la Universidad también se han realizado acciones a favor de esta práctica, no se están cubriendo todas las necesidades que presentan las familias lactantes y es necesario la creación de un reglamento estudiantil que las proteja dentro de la Universidad.

Así lo explicó la Lic. Priscila Walsh Hernández, quien en el 2017 realizó un seminario de graduación para optar por el grado de Licenciatura junto con cuatro estudiantes más de la carrera de Enfermería, en donde investigaron las vivencias personales, familiares y sociales de las estudiantes madres en la UCR e identificaron que no hay un marco jurídico que las respalde, que existen limitados recursos e infraestructura y que se presenta una clara invisibilización de la comunidad de estudiantes madre en procesos de lactancia.

Hoy, primero de agosto, inicia la celebración de la semana mundial de la lactancia materna. Este 2018 el lema es “Lactancia materna fundamento de la vida”. El proyecto de TCU estará participando en las comunidades de Nicoya, Naranjo y en la Sede Rodrigo Facio de la Universidad de Costa Rica, con talleres, toldos informativos y capacitaciones, como parte de las actividades de esta semana.

 

Laura Camila Suárez Rodríguez

Unidad de Comunicación, Vicerrectoría de Acción Social

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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