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Etiqueta: Limón

Escuela La Guaria: 60 aniversario (1965 – 2025)

Lic. Luis Alberto Soto Ramírez
Trabajador Social del Equipo Interdisciplinario
MEP – Escuela La Guaria, Limón

Un aporte para el debate de la Comunidad Educativa
Recuperemos las huellas del pasado
para emprender los pasos hacia el futuro: algunos retos…

En su historia es claro el rol de un destacado pionero, Santos Zeledón, y de otras personas de la comunidad en la construcción de la Escuela, guiados por principios de altruismo y compromiso para con los demás y el progreso social, que incluye su visión de la educación como base fundamental de sus anhelos, en coherencia con una Costa Rica en pleno apogeo de un Estado Social de Derechos.

Hoy, 60 años después, otros son los desafíos para la educación y el desarrollo en una CR que por más de cuatro décadas en su modelo de política social y económica se ha guiado por el neoliberalismo, reduciendo así al Estado de Bienestar y generando enormes brechas, con pueblos en zonas costeras y rurales como los del Caribe Sur, con los menores índices de Desarrollo Social.

¿Cómo habrán sido aquellos primeros pasos del origen de una escuela rural limonense que hoy se engalana cumpliendo 60 años de un exitoso quehacer educativo, lleno de aportes al desarrollo de una Comunidad, dando satisfacciones personales a las muchas generaciones de familias que han pasado por sus aulas durante estos 60 años de historia?

Importante recuperar un inédito relato, escrito en el año 2005 por puño y letra del propio Don Omar Bustamante Marín, quien narra que fue el primer maestro, elaborado con motivo del 50 aniversario de la Escuela. Una narración que refleja la visión del educador que llegó a la comunidad, siendo originario de una familia campesina del Valle Central y que, según el mismo lo cuenta, fue nombrado en el año 1970 como director interino de la “Escuela la Cabaña de Pandora del Valle la Estrella”, remembranza que también recoge una descripción de la perspectiva y de la actitud de los habitantes de aquella época hacia la importancia de la educación.

Su historia dice así:

… después de un día en tren llegué a Limón, al otro día salí de Limón a las 3:00 am y llegué a Pandora, al Comisariato de José el Chinito y Victoria su esposa. Allí me encontré un Negrito, llamado Benjamín: lo primero que me dijo “I want to drink”. Le pregunté por la dirección, me señaló por donde quedaba. Caminé entre cacaotales, cuando llegué a un potrero, pregunté por Don Santos Zeledón, o Santos Paniagua, o Pritti (Víctor Brown). Así lo hice, cogí las dos valijitas, caminé. Cuando finalmente llegué al potrero estaba chapeando. Pregunté por la escuela “la Cabaña” me respondieron que allí la iban a construir.

Me senté en una valija y le mostré el Telegrama de nombramiento.

De inmediato don Zeledón hizo arreglos para la madera, acto seguido se pensó en contactar con Sherman un Negrito bajito, claro, grueso para la carpintería. Así en menos de una semana teníamos escuela.

Empezamos el programa con poco más de 15 estudiantes, la mayoría de primero, aunque sus edades fuesen de 18 años para abajo. Después de varios meses reuní la Junta de Educación y el Patronato, que a la postre eran los mismos, con la única intención de cambiar de nombre, pues consideraba “la Cabaña”, como algo estigmatizante, en armonía con “La Cabaña del TIO TOM”, trato inhumano que recibían los negros africanos. Les propuse el nombre de “La Guaria”. Por unanimidad se aprobó. De inmediato transcribí el acuerdo al Supervisor Don Ramón Camacho. Envié documento a la Gobernación y a partir de esa fecha se llamaría el “Distrito la Guaria de Pandora”. Con el tiempo como la escuela era el centro más importante, todos decían que iban para La Guaria. Por extensión este hermoso lugar se llama La Guaria.”

Sin duda alguna el principal desafío que hoy enfrenta este Centro Educativo es hacer frente a nuevas necesidades de infraestructura pues su población asciende a 310 estudiantes y más de 30 funcionarios, y se trabaja en condiciones de hacinamiento e insalubridad.

Además, en esa actualización debe considerarse una modernización de la oferta educativa, dando énfasis a su calidad, con enfoque integral. Es necesario la inclusión de la formación artística y deportiva, con mayores aportes de pedagogía lúdica y recreativa que garantice realmente calidad con educación significativa, ajustada a los nuevos contextos de comunidades educativas afectadas por la marginación social y un alto riesgo de exclusión educativa.

Estos derroteros de cambio social, con educación para la transformación, implica el empoderamiento de los diversos sectores de la Comunidad Educativa: escolares, docentes, familias y liderazgo comunal, para lograr el protagonismo que hoy no tienen pues no se encuentran involucrados en pensar y construir la educación necesaria para promover el desarrollo de la comunidad en las próximas décadas.

Es un desafío que va más allá del componente académico de la educación, es retomar el propósito de una Escuela de Atención prioritaria, comprendiendo que el éxito educativo y el triunfo de los proyectos de vida de las nuevas generaciones que seguirán viviendo en La Guaria, incluidos los que aún no han nacido, no depende únicamente de lo que suceda dentro de las aulas escolares, sino fundamentalmente dependerá de las condiciones de vida, del empleo de calidad, de la salud, de si se cuenta con figuras familiares con roles protectores, es decir, depende del Bienestar de todo tipo, el físico, el mental , social y económico.

Por tanto, el reto consiste en recuperar la experiencia, y con ello lo aprendido como Comunidad Educativa, las enseñanzas y aportes al enfoque integral de la educación. Como ejemplo, hace más de dos décadas se hizo un importante apoyo a la salud y al bienestar, coadyuvando con la lucha por el agua potable para la Escuela y a la vez para toda la Comunidad, con la creación de organizaciones que aún hoy son parte de la red de organizativa comunitaria, potenciales aliados en la lucha ante los nuevos retos de la educación. La plataforma de celebración del 60 aniversario es una oportunidad de rearticulación de la COMUNIDAD EDUCATIVA, es la hora apropiada para promover la Asociación de Padres de Familia pro-Bienestar Infantil de la Comunidad Educativa La Guaria.

Vecinos y vecinas de la Comunidad de la Guaria: estudiantes, familias. Fuerzas vivas de la comunidad, personal docente y administrativo: siéntase invitado al debate propuesto, se trata del futuro de su escuela, la que pertenece esta comunidad.

Valle de la Estrella, Limón. Octubre 2025

Imágenes: Vistas de la escuela actual y de la familia pionera fundadora de la escuela.

Limón, Puntarenas y Guanacaste

Freddy Pacheco León

Freddy Pacheco León

Después de una intensa «campaña electoral» de 3 años y medio, en Puntarenas, Guanacaste y Limón, el recién publicado estudio del CIEP-UCR nos demuestra que los ciudadanos de esas muy deprimidas provincias, ¡ya no creen en cuentos!

Resulta que en ninguna de ellas el partido chavista alcanza un apoyo superior al 19 %. O sea, para sorpresa de ellos, 4 de cada 5 votantes, no se han comido las promesas demagógicas de Fernández, Cisneros y Chaves.

Es tal el rechazo a la fábula de «una marina” que daría trabajo supuestamente ¡a 150 mil personas! (de la que jamás se elaboró siquiera un proyecto), o de un «aeropuerto internacional en Westfalia» que impulsaría el turismo en el Caribe, o que, además, se le regresarían a Japdeva los buques de contenedores que indebidamente se le entregaron a la transnacional APM, que hoy son muy pocos los limonenses que no han abierto los ojos a la demagógica realidad.

Limón está peor que hace cuatro años y eso se refleja en el escalofriante desempleo que tiene frustrados principalmente a los jóvenes, así como la miseria y la criminalidad que los acecha en cada barrio. Por ello, no es de extrañar, que solo un 3,5 % se manifiesta a favor del partido de gobierno, mientras un altísimo 75 % se reporta «indeciso», a la espera de conocer a otros candidatos que tal vez les brinden alguna esperanza. Limón, sí Limón, al que según la candidata Fernández ya tenía en la bolsa.

Salimos de Limón, de la rebelde, con razón, provincia de Limón, y logramos superar los derrumbes de la ruta 32 enrumbándonos hacia el litoral del Pacífico, el de los atardeceres inigualables, para ver qué nos dice el estudio de los universitarios. Así, encontramos que solo el 18 % de los puntarenenses se sienten, más o menos resguardados, por el gobierno fabricante de promesas. Ese mismo que les prometió, y no cumplió, un nuevo hospital debidamente equipado y con los médicos y enfermeros calificados y suficientes, para «atacar» las inhumanas listas de espera. El que les prometió «para ayer» una pesca de atún con verdadero apoyo gubernamental en beneficio de los pescadores despreciados hasta hoy, así como una industria enlatadora de la mano con el gobierno, para aprovechar la riqueza atunera que pescan casi gratis y se llevan del país buques extranjeros, sin beneficio alguno para los porteños, que jamás pasó de las promesas.

Y es que, aparecieron, gobernantes como Laura Fernández y Pilar Cisneros, que, a su vez, se comprometieron a devolverle al Puerto, el esplendor que una vez lució, para lo cual, les dijeron, se recibiría a los turistas por una atractiva carretera a lo largo de la Angostura, y un remozado Paseo de los Turistas, lleno de gente alegre y satisfecha, como señal de gran actividad productiva, por donde más bien, hoy se ven algunos pescadores de camarón desempleados injustamente al lado de personas ya cansadas de buscar trabajo. Es tal el abandono, el engaño, que no ha de sorprender que, por ello, siete de cada 10 puntarenenses, por el momento, prefieren quedarse al margen, como indecisos, en espera de conocer diferentes propuestas partidarias, de parte de otros candidatos, realistas, alejadas de las muy conocidas que Fernández se compromete continuar (?) ejecutando, aunque los porteños saben que ni siquiera se han tratado honrar.

Salimos del Puerto y ponemos nuestro foco en los datos obtenidos por el CIEP-UCR (sin duda el ente más confiable) en la provincia de Guanacaste, que junto a las dos anteriores conforman un trío en el cual el chavismo ha dedicado por más de tres años recursos propagandísticos significativos. Allí encontramos cifras estadísticas que, muy seguramente, el equipo de campaña de la candidata Fernández, tendría que haberse sorprendido por lo que considera inexplicable, aunque, algunos lo entenderán, son datos razonables, esperables, al tratarse de una política arribista, sin méritos, obviamente desconocedora de la inteligencia del guanacasteco que ella cree que se puede engañar fácilmente.

Resulta que donde el partido oficialista esperaba, según decían, quizá un apoyo superior al 40 %, solo obtuvieron un 18 %. Pero lo que lo hace más sorprendente, es el hecho insólito de que ¡más de tres cuartas partes! de los guanacastecos (el 76 %) se reportan indecisos. Algo nunca visto antes y que se interpreta como una invitación a los candidatos no-chavistas, a dialogar con ellos, pero con propuestas concretas en mano.

Por ejemplo, los pamperos reclaman por el reiterado engaño alrededor del urgente proyecto «Agua para Guanacaste», con que se incorporarían a la producción agropecuaria 16.000 ha de tierras de más de 400 fincas situadas en la margen derecha del río Tempisque, lo cual sería un extraordinario motor de desarrollo indiscutible. Además, ha de aclararse, ese proyecto contempla desde su nacimiento, el abastecimiento de agua potable para cientos de ASADAS y desarrollos turísticos, que hoy sufren de ilógica escasez, a pesar de que se aprovecharía desde el embalse del lago Arenal, acabando de una vez por todas, con el desperdicio irracional que significa estarla descargando hacia el mar, cual si fuese un recurso desechable. Formidable proyecto heredado por el gobierno que está por terminar y que imaginamos ha sido usado por Chaves, para seguramente, reírse a carcajadas de los pamperos que creyeron en él y en sus promesas populistas, que ahora la candidata Fernández promete “darle continuidad”.

Igual sucede con el “negocio escandaloso” que se evidenciara con la reparación de la pista de aterrizaje del aeropuerto internacional Daniel Oduber, que se hizo mal y demanda más trabajos urgentes, y el descalabro producido con el artificial valor del colón contra el dólar, que todos los días golpea a la industria turística, principal fuente de divisas extranjeras y empleo en Guanacaste, donde los índices de desocupación golpean principalmente a jóvenes, y dentro de ellos, a las mujeres que ven cómo pasan los años y no logran conseguir trabajo.

Y ni hablar de los prometidos centros médicos, por lo menos dos docenas de EBAIS, complementarios a los hospitales de La Anexión y Enrique Baltodano Briceño, para una más eficiente atención primaria, con lo que se mitigaría la demanda sobre los servicios de emergencia de ambos hospitales, en Nicoya y Liberia. Centros de salud a donde siete de cada diez pacientes son adultos mayores sometidos a las inhumanas listas de espera, que doña Laura ahora “se compromete” solucionar atendiendo la creciente deuda del Estado con la Caja, que, paradójicamente, su gobierno chavista se ha negado atender.

Ese mismo desdén por la pampa guanacasteca se evidencia en el abandono de los proyectos de carreteras, aprobados y financiados desde antes del inicio de la actual administración, como el que, partiendo desde Barranca en Puntarenas, se conectaría con la magnífica autopista de 50 km, la mejor del país, que corre desde Cañas a Liberia. Proyecto que, extrañamente, por intereses desconocidos, la Casa Presidencial ordenó paralizar.

Por supuesto que hay otras cosas que también hacen extrañar el espíritu del Dr. Vargas Vargas y su Partido Confraternidad Guanacasteca (nombre usurpado por un grupillo) que siempre luchó al lado de su pueblo, en su esfuerzo por sacar de la pobreza a miles de sus coterráneos, quien jamás aceptó las promesas populistas de los que, desde San José, como lo hacen hoy algunos, pretendían engañar a los guanacastecos que eran su razón de vivir.

En fin, las supuestas tres provincias costeras, pobladas por mujeres y hombres, jóvenes y adultos, dignos, luchadores, patriotas, que según la candidata oficialista “ya tenía en su bolsillo«, después de haberlos bañado de propaganda gubernamental desde el año 2022, le están diciendo a Costa Rica, y especialmente a los otros candidatos presidenciales, «ojo con nosotros, que no somos los inocentes infantiles que los políticos demagogos se imaginan. Cuando vengan a nuestros pueblos y ciudades, dejen las mentiras en sus casas».

Contraloría desmiente obstrucción en instalación de escáneres

La Contraloría General de la República (CGR) desmintió categóricamente las declaraciones del ministro de Agricultura y Ganadería, Víctor Carvajal Porras, y del presidente de la República, quienes afirmaron que esta institución había obstaculizado la colocación de escáneres en puertos y puestos fronterizos.

En el oficio DFOE-DEC-5849(17029)-2025 / DFOE-FIP-0593(17027)-2025, enviado el 25 de setiembre al MAG, la CGR aclaró que:

  • El financiamiento estaba disponible desde 2020. El país contaba con un crédito externo de hasta $25 millones para adquirir e instalar escáneres. Sin embargo, en mayo de 2024 el propio Ministerio de Hacienda decidió no utilizar esos fondos, dejando sin financiamiento el proyecto.

  • Contratación irregular. En 2023 se pretendió adjudicar “a dedo” un contrato a Radiográfica Costarricense S.A. (RACSA), para que actuara como intermediaria en la selección de empresas proveedoras. Este mecanismo habría impedido garantizar competencia, idoneidad y las mejores condiciones para el uso de recursos públicos.

  • Escáneres donados sin usar. Desde noviembre de 2024 el país cuenta con dos equipos donados, valorados en casi ₡1.900 millones, que permanecen guardados sin ser instalados ni utilizados.

  • Gestión deficiente. En marzo de 2025, la Contraloría concluyó que de los nueve puestos fronterizos del país, solo dos tenían equipos operativos, lo que provocó que el 73% de las mercancías que entraron o salieron del país en 2024 no fueran sometidas a control no intrusivo.

La CGR señaló que los retrasos y la inacción son consecuencia de decisiones de la propia Administración, no de la labor de fiscalización. “La falta de voluntad ha sido la verdadera causa de que los escáneres no se instalaran”, afirma el documento.

Finalmente, la institución llamó a las autoridades a asumir la responsabilidad que les corresponde, recordando que los funcionarios públicos están obligados a decir la verdad y rendir cuentas.

Fuente: Contraloría General de la República. Oficio DFOE-DEC-5849(17029)-2025 / DFOE-FIP-0593(17027)-2025.

Solicitan declarar nulo el Plan Regulador de Limón por omitir zona clave del acuífero de Moín

Asociación para el Desarrollo de la Ecología denuncia que el instrumento municipal permite actividades que ponen en riesgo el derecho al agua

La Asociación para el Desarrollo de la Ecología solicitó a la Sala Constitucional declarar la nulidad del Plan Regulador Urbano de Limón, por omitir la inclusión de la Zona 6 del acuífero costero de Moín, una de las áreas de mayor vulnerabilidad hidrogeológica de la región. La petición fue presentada por Marco Levy Virgo como coadyuvante en el expediente 25-018602-0007-CO, e incluye un informe técnico-legal del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), fechado el 4 de agosto de 2025, que respalda la denuncia.

De acuerdo con el documento, emitido por la Dirección Regional Huetar Atlántica del AyA, la exclusión de esta zona representa una seria violación a derechos fundamentales como el acceso al agua potable, la salud pública y un ambiente sano. Se advierte que la actual planificación permite actividades industriales y comerciales de alto riesgo, como gasolineras, y parcelamientos incompatibles con los estándares del AyA, lo cual compromete el abastecimiento de agua y la integridad del acuífero.

El informe técnico GSP-RHC-2025-01548 destaca que la Zona 6, caracterizada por una alta vulnerabilidad según el método EPIK, presenta riesgos severos de contaminación por infiltración de bacterias, virus, nitratos y metales pesados, debido a la presencia de dolinas que conectan directamente con el acuífero. Además, alerta sobre el impacto sanitario y ambiental que implica permitir actividades en esta área sin las restricciones recomendadas por el ente rector del recurso hídrico.

La petición también señala que la omisión contraviene acuerdos vinculantes de la Junta Directiva del AyA (2007-177 y 2011-112), así como precedentes de la Sala Constitucional que obligan a las municipalidades a incorporar las recomendaciones técnicas para proteger zonas de recarga y captación de agua. A criterio de la asociación, esto constituye una violación al principio de legalidad, al deber de protección ambiental y a derechos consagrados en el artículo 50 de la Constitución Política.

Entre las medidas solicitadas a la Sala se encuentran:

  • Declarar con lugar el recurso de amparo.

  • Ordenar la nulidad del Plan Regulador por no incorporar las zonas de protección establecidas por el AyA.

  • Prohibir actividades industriales de alto riesgo en la Zona 6.

  • Disponer acciones de mitigación entre instituciones como la Municipalidad de Limón, AyA, MINAE, SENARA y el Ministerio de Salud.

  • Sancionar las responsabilidades administrativas que correspondan.

Según el recurso, la exclusión de la Zona 6 contradice principios constitucionales como el preventivo, precautorio, de no regresión y de in dubio pro natura, poniendo en peligro los derechos de las generaciones actuales y futuras. La asociación expresó su confianza en que la Sala Constitucional emitirá una resolución que garantice la sostenibilidad del acuífero y el cumplimiento de las obligaciones legales de las autoridades locales.

Imagen: Semanario Universidad.

SINTRAJAP hace un llamado a las diputaciones para atender la crisis en JAPDEVA

El Sindicato de Trabajadores de JAPDEVA y Afines Portuarios (SINTRAJAP) emitió una carta dirigida hacia las diputaciones de la Asamblea Legislativa con el propósito de atender la crisis financiera y mediática que enfrenta la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica de Costa Rica (JAPDEVA). En la petición igualmente la organización agradece la aprobación de las leyes: Ley No. 10.633, Ley No. 10.669 y Ley No. 10.726 (pendiente de publicación en el diario oficial La Gaceta).

Este cuerpo normativo se dio con el propósito de contener la crisis financiera en la institución. Por medio de la autorización para que las instituciones del estado perdonen las deudas a JAPDEVA, así como permitir la utilización de recursos correspondientes al fondo del canon de explotación y desarrollo regional para el reconocimiento de los aportes patronales acordados en la convención colectiva de 2002, y más recientemente, brindar la posibilidad de ajustar las tarifas portuarias todos los años.

SINTRAJAP, recalca que la institución históricamente ha desempeñado un papel clave en el desarrollo de la provincia de Limón, no solo como Autoridad Portuaria sino también asumiendo funciones de infraestructura y apoyo económico en ausencia de intervención gubernamental. Así mismo reconocen que recientemente existe un deterioro de su imagen pública de la institución. Agregado a lo anterior se presenta la crisis financiera producto del Plan Maestro Portuario en el 2008 y de la firma de contrato de concesión con APM Terminals Moín S.A en el 2012, reduciendo significativamente los ingresos de la institución.

Ante esta crisis, se implementó la Ley 9764 para transformar la estructura de JAPDEVA y garantizar la protección de sus trabajadores. Con base en esta ley, se logró obtener financiamiento de entidades estatales no financieras, permitiendo la liquidación de gran parte del personal y la continuidad de las operaciones portuarias.

Finalmente, la carta denuncia que la Contraloría General de la República confirmó que el contrato de concesión de APM Terminals Moín, presenta contradicciones con la legislación vigente. De acuerdo con este órgano auxiliar la aprobación de dicha concesión afecta la capacidad de JAPDEVA para cumplir su función de desarrollo regional que históricamente ha sido un pilar en la provincia de Limón.

Dos caminos distintos: uno de Carrillo y otro a Carrillo

Publicado originalmente en la revista digital europea MEER

Luko Hilje (luko@ice.co.cr)

Con la nomenclatura oficial de Ruta 32, corre la principal vía que conecta San José con Puerto Limón, en el Caribe, en una extensión de algo más de 127 kilómetros. En realidad, pocas personas saben que tiene tres nombres durante su trayectoria. El primer tramo, de apenas tres kilómetros —con dos carriles por sentido—, se denomina autopista Braulio Carrillo, y comprende desde el barrio Tournón, en las afueras del casco capitalino, hasta el puente sobre el río Virilla —cerca del estadio Ricardo Saprissa—, para después, por 61 kilómetros y hasta el poblado de Guápiles, llamarse carretera Braulio Carrillo, de apenas dos carriles; de ahí en adelante, por 63 kilómetros, se le denomina carretera José Joaquín Trejos Fernández. Acerca de este último segmento, es oportuno hacer algunas aclaraciones.

En primer lugar, cabe destacar que, por decenios, era imposible llegar por tierra a Puerto Limón, ya que, después de atravesar Turrialba, la carretera se interrumpía en la ciudad de Siquirres. Fue en 1969, durante la administración Trejos (1966-1970) que se abrió una vía de ahí hasta Puerto Limón.

Por cierto, recuerdo que conocí este puerto en 1973, en una gira a Cahuita, del curso de Biología Marina, en la Universidad de Costa Rica, con el profesor Carlos Villalobos Solé. Para hacer esa travesía debimos tomar un avión de LACSA en el aeropuerto Juan Santamaría, así como un taxi del aeropuerto de Puerto Limón al centro de la ciudad, para abordar ahí el tren de la Northern Railway Company; y, ya en la algo lejana estación ferroviaria de Bonifacio, debimos cruzar el río Estrella en una panga, para desde el cercano villorrio de Penshurt viajar al litoral en una destartalada “cazadora” —como se llamaba entonces a algunos autobuses—, hasta el caserío de Cahuita. Es decir…, ¡cinco medios de locomoción en un solo día!

Acerca de la génesis de la muy necesaria carretera entre Siquirres y Puerto Limón, conservo un esclarecedor mensaje electrónico del ingeniero Rodolfo Silva Vargas, recordado amigo de reciente partida, así como ejemplar servidor público. Remitido el 5-XI-2016, en respuesta a una consulta mía, en él aporta este invaluable testimonio:

“Sobre la carretera a Limón, el esfuerzo para insistir en la urgencia de la ruta al Caribe se realizó durante la administración Trejos, con la «carretera rústica», cuando se lanzó toda la maquinaria disponible para abrir «a matacaballo» una trocha donde aún no había paso, y mostrar que había que hacerla a como fuera. Claro, la «rústica» nunca llegó a ser transitable para vehículos; fue como un acto simbólico. Luego, al inicio del gobierno de don Pepe [Figueres], en 1970, el ministro Mario Quirós Sasso, con el apoyo financiero del Banco Mundial, licitó Siquirres-Limón, que se adjudicó a SAOPIM. Cuando Mario falleció, en un accidente de avioneta en San Carlos, me tocó desempeñar el cargo de 1972 al 74, cuando se construyó aproximadamente el 70 por ciento de la obra, supervisada por el MOPT (Ings. Otto Fernández y Napoleón Morúa Carrillo). Incluyó el puente sobre el río Chirripó, de 430 m de longitud, el más largo de Centroamérica. Fue terminada en el gobierno de Daniel Oduber”.

En síntesis, la llamada “carretera rústica a Limón” —que fue concluida en octubre de 1969, en el gobierno de Trejos— quedó en lastre, sin pavimentar, hasta la administración de José Figueres Ferrer (1970-1974), y fue inaugurada en la de Daniel Oduber Quirós (1974-1978).

Eso sí, la citada carretera no se prolongaba hacia Guápiles, como me lo explicó en días pasados el amigo Juan Manuel Alfaro Castro, topógrafo y aficionado a la historia.

Él me relató que, para entonces, no había conexión vial entre Siquirres y Guápiles, con excepción del antiguo ramal de ferrocarril de la Northern que había en las llanuras de Santa Clara, el cual permitía transportar banano hasta Puerto Limón, para su exportación. Fue por eso que, cuando dicha empresa finalizó sus operaciones en el país, se aprovechó el trazado de las líneas férreas abandonadas para construir una calzada firme. Esto se justificaba por la pujanza agropecuaria de la ubérrima zona de Guápiles, que demandaba una vía confiable y sólida para trasladar sus productos hacia el Valle Central. Esta fue la razón para construir la Ruta 32, que en la actualidad permite viajar a la capital en menos de dos horas, mientras que otrora se demoraban más de tres horas de Guápiles a Siquirres, y otras tres horas hasta San José, a través de Turrialba.

En síntesis, el trecho comprendido entre Siquirres y Guápiles no perteneció a la “carretera rústica a Limón”, pero hoy a ambos tramos se les ha unificado bajo el nombre “carretera José Joaquín Trejos Fernández”.

Efectuadas estas aclaraciones, consideramos realmente laudable que los tres segmentos de la Ruta 32 porten los nombres de Carrillo y Trejos, quienes, a más de un siglo de distancia, se empeñaron en construir una buena vía hacia el Caribe de Costa Rica. Sin embargo, como se verá pronto, hubo otros tres gobernantes, todos en el siglo XIX, a quienes no se les ha dado el debido reconocimiento, como lo fueron Manuel Aguilar Chacón, Juan Rafael (Juanito) Mora Porras —yerno de Aguilar— y Jesús Jiménez Zamora.

Un camino urgente

Si bien se atribuye a Carrillo haber sido el primero en interesarse por este proyecto vial, el análisis de las fuentes históricas revela otra cosa.

En efecto, aunque desde la época colonial existía el muy rústico camino a Matina, fue el jefe de Estado Manuel Aguilar quien emprendió acciones al respecto, ya en la época republicana. Actuó de manera tan ejecutiva, que contrató al ingeniero inglés Henry Cooper Johnson —tatarabuelo del expresidente Rodrigo Carazo Odio— para que efectuara una evaluación del camino a Matina y juzgara si se podía adaptar para el tránsito de carretas que transportarían café hasta la costa, o si sería preferible abrir una nueva ruta. Cooper realizó una encomiable labor, que vertió en el muy minucioso Informe sobre el camino a Matina y la costa del norte. Por cierto, gracias a este documento, nos fue posible —con la ayuda del amigo Juan Manuel—, elaborar un grande, bello e ilustrativo plano del antiguo camino a Matina, que aparece en mi libro Turrialba en la mirada de los viajeros.

Lamentablemente, el proyecto que con tanta determinación había iniciado Aguilar se interrumpió, cuando fue depuesto por Carrillo. No obstante, al comprender cuán importante era esa obra vial para el país, Carrillo le dio continuidad, para lo cual le otorgó el contrato a Narciso Esquivel Salazar y después a Joaquín Yglesias Vidamartel, según lo narra la recordada historiadora Clotilde Obregón Quesada en su libro Carrillo: una época y un hombre (1835-1842); por cierto, Yglesias estaba emparentado con Carrillo, y era hijo natural del célebre e irreverente médico italiano al que me referí en el artículo Un escarceo sobre el controversial Esteban Corti (Meer, 13-IX-2023).

Aunque, inicialmente, se pensó en construir una nueva ruta, las complejas condiciones topográficas y climáticas, así como los altos costos económicos, forzaron a mejorar la antigua vereda que, a partir de la ciudad de Cartago, corría no por la ruta de hoy, sino que subía por Cerro Grande, cerca de San Rafael de Oreamuno, y por los actuales caseríos de Blanquillo y Páez. Tomada esta decisión, se trabajó con gran ahínco, y cuando ya se había cubierto un tramo de 63 kilómetros —según narra Obregón—, esta vez fue Carrillo el derrocado, acción debida al general hondureño Francisco Morazán Quesada. Aparte de que pareciera que éste no mostró mayor interés en el proyecto, su mandato duró apenas cinco meses, pues fue fusilado en setiembre de 1842.

Desde entonces, el proyecto quedó empantanado. En el artículo Un ferrocarril interoceánico para Costa Rica, en la opinión de Alexander von Frantzius (Herencia, 2022, 35), recalcamos que este científico alemán argumenta que la demora obedeció a la competencia de los empresarios de San José, Heredia y Alajuela con los de Cartago, pues les convenía más Puntarenas como puerto para exportar su café, así como para importar las mercaderías europeas que vendían en sus tiendas. Sin embargo, para los intereses nacionales, esto era un sinsentido. Al respecto, según cálculos del ingeniero alemán Francisco Kurtze, la distancia entre Puntarenas y Europa era casi cuatro veces mayor que la que habría entre un puerto del Caribe costarricense y Europa, de tal modo que, por ejemplo, un viaje entre Puntarenas hasta Alemania demoraba unos cinco meses, mientras que desde un puerto caribeño podía durar apenas 40 días. Obviamente, este ahorro en tiempo disminuía los costos de los fletes en ambos sentidos, lo que favorecía en mucho a la economía nacional.

De ser cierto el argumento de von Frantzius —como lo parece—, es de resaltar la patriótica actitud de don Juanito Mora, quien era uno de esos empresarios, pero pensó que los intereses del país debían estar por sobre los de los particulares. Y fue así como, apenas seis meses de llegar al solio presidencial, en junio de 1850 promovió la creación de la Sociedad Itineraria del Norte, un ente privado, pero de interés público, al que se le encomendó construir un camino entre Cartago y la costa, pero por otro sector, que es el que actualmente conduce a Siquirres. En sus intentos porque la obra cristalizara, en mayo de 1852 dicha entidad suscribió un contrato con la Sociedad Berlinesa de Colonización para Centro América, como parte del cual también se establecería una colonia de alemanes en Angostura, Turrialba, en las inmediaciones del río Reventazón.

Una vez más, lamentablemente, este ambicioso proyecto fracasó, debido a la insuficiencia de fondos para tan costosa obra, a lo cual se sumaron la abrupta topografía y las condiciones climáticas de esa región. Para el lector interesado en esta fallida iniciativa, hay abundante información en mi libro La bandera prusiana ondeó en Angostura.

Por tanto, hubo que esperar un decenio más para, con la llegada al poder de Jesús Jiménez, en 1863, se retomara el proyecto del camino a Limón. Gracias a la calidad profesional del ya citado Kurtze, quien había sido funcionario de la Sociedad Berlinesa y que fue director de Obras Públicas, se construyó un sólido puente de madera sobre del río Reventazón, el cual se inauguró el 27 de marzo de 1865. Además, ese mismo día se hizo lo propio con un tramo de 13,5 km del camino hacia Siquirres, el cual se prolongaba hasta el villorrio de Cacao, cerca de donde hoy se localizan los caseríos de La Flor y Pilón de Azúcar. Aunque en años posteriores se hicieron avances hacia la costa, en realidad no se llegó muy lejos, al menos durante el resto del siglo XIX y los primeros decenios del XX.

En síntesis, en cuanto a la construcción de un camino hacia el litoral Caribe, en realidad Carrillo no fue el primero en impulsarlo de manera concreta —lo fue Aguilar, como se indicó—, ni tampoco el que pudo soslayar el principal obstáculo, que era el cauce del río Reventazón, lo cual logró Jiménez, gracias a los empeños concretos previos de don Juanito Mora. Sin embargo, a Carrillo le cabe el mérito de haberla convertido en una calzada empedrada en nada menos que 63 kilómetros del antiguo camino a Matina. Ese fue el célebre camino de Carrillo, es decir, una ruta trunca, que poco a poco dejó de ser transitable.

¿Y el camino a Carrillo?

Este camino difiere por completo del anterior, en términos geográficos, políticos e históricos, y en él no tuvo participación alguna Braulio Carrillo, pues había sido asesinado en 1845, durante su exilio en El Salvador. En realidad, fue construido en la primera administración del general Tomás Guardia Gutiérrez (1870-1876), aunque de forma algo fortuita, pues fue hijo de una ruta ferroviaria fallida. Me explico.

En efecto, poco después de asumir el poder, en 1871 Guardia firmó un contrato con el empresario estadounidense Henry Meiggs, para la construcción de un ferrocarril hacia Puerto Limón, la cual después asumirían sus sobrinos Henry y Minor Keith. Los detalles de este proyecto aparecen en el libro Keith y Costa Rica, de Watt Stewart, tentativa que está resumida en mi artículo Por el Bajo de La Hondura (Nuestro País, 15-IV-2013).

Fue así como entre octubre y noviembre de 1871 se iniciaron las obras, tanto en Alajuela como en Puerto Limón, simultáneamente, planeando que ambas líneas férreas se toparan en un punto intermedio. En realidad, se avanzó con presteza, y ya en el primer semestre de 1872 sendas locomotoras avanzaban desde cada una de esas ciudades por los tramos tendidos hasta entonces. Sin embargo, aparte de importantes dificultades económicas, surgió una de carácter geológico: las inexpugnables rocas de Fajardo.

Eso ocurrió a fines de 1873, cuando ya se había completado el tramo entre Alajuela y Cartago, y se deseaba continuar hacia el Caribe. Y, después de varios intentos de dinamitar esa masa montañosa, que se extiende por varios kilómetros, los cuales implicaron un costo cercano al millón de dólares —según lo especifica Watt—, se decidió buscar una ruta alterna.

Al final, después de varias consideraciones, se decidió tender la línea ferroviaria por las planicies de Santa Clara, a partir de Siquirres, y que corriera al norte de los volcanes Turrialba e Irazú, para después subir hacia el Paso de La Palma, una garganta natural de la Cordillera Volcánica Central que facilitaba la comunicación con San José.

Guardia y Minor Keith firmaron el respectivo contrato el 8 de setiembre de 1879. De este modo, unos dos años y medio después se pudo alcanzar la margen derecha del río Sucio, sobre el cual se colocó un puente ferroviario para llegar a su ribera izquierda, donde se erigió una estación. A partir de ahí, quienes habían tomado el tren en Puerto Limón podrían continuar hacia San José por otros medios.

Inaugurada esa estación el 7 de mayo de 1882, en un acto apoteósico, del cual se ausentó el presidente Guardia por estar enfermo —moriría dos meses después, el 6 de julio—, se le denominó Carrillo, en honor de aquel jefe de Estado que tanto se empeñara por contar con una ruta entre la capital y el Caribe. Dicha estación sirvió de núcleo para que, con el paulatino surgimiento de servicios como hospital, cárcel, servicio de correos, hoteles, comisariato, etc., Carrillo se convirtiera en un pueblo, con más de 200 habitantes.

En realidad, la nueva ruta fue híbrida, pues de manera simultánea a la colocación de la vía férrea entre Siquirres y Carrillo, se había construido una calzada empedrada de casi 40 kilómetros de extensión de Carrillo a San José, la cual también fue inaugurada ese día; esta obra estuvo a cargo de la empresa Fernández y Tristán. Gracias a ella, se podían transportar las mercaderías en carretas tiradas por bueyes, mientras que la gente podía trasladarse en elegantes diligencias, algunas con cupo para 20 personas y remolcadas por tres parejas de mulas. Éstas avanzaban por el Paso de La Palma, a través del Bajo de La Hondura, San Jerónimo de Moravia y Paracito —hoy en Santo Domingo de Heredia—, para continuar después por Ipís de Guadalupe y la actual Calle Blancos, en un recorrido de unas seis horas.

En un croquis del San José de 1906, elaborado por Lucas Fernández y Salomón Escalante —disponible en la Biblioteca Nacional—, se nota que el camino llegaba al casco capitalino por el barrio Amón. Pasaba frente al actual edificio del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, y remataba en un pequeño puente sobre el río Torres, punto muy fácilmente localizable hoy.

La carretera a Carrillo en su aproximación al casco capitalino, en el croquis de Fernández y Escalante (1906). Cortesía: Vanessa Brenes Bravo (Biblioteca Nacional)

Asimismo, en dicho croquis se nota que unos 850 metros antes —según el amigo cartógrafo Nelson Arroyo— se intersecaba con la línea férrea que conectaba Alajuela con San José; en ese punto, ubicado en Calle Blancos, en la vía que comunica Guadalupe con San Francisco, hay ahora un puente, para evitar el tren. En realidad, este punto específico tiene gran relevancia histórica —aunque no se le haya conferido eso hasta hoy—, pues en él se entrecruzaban dos magnos proyectos viales, uno carretero y el otro ferroviario, emergidos gracias a los anhelos e intentos por alcanzar la costa del Caribe.

En cuanto al poblado de Carrillo, sumergido por completo entre la densa selva lluviosa, vivió una época de esplendor, pero no duraría más de un decenio, pues varios desastres naturales, y sobre todo los recurrentes desbordamientos del río Sucio, lo hicieron desaparecer. Así lo ha documentado de manera prolija el amigo Sergio Barquero Ramírez, su mayor estudioso, quien desde hace más de 25 años está preparando un libro sobre ese mítico lugar. De hecho, en 2013 e invitado por él, tuve la fortuna de recorrer —a veces con el agua de dicho río hasta la cintura— los vestigios de la antigua calzada, y llegar hasta el punto exacto donde una vez estuvo asentado Carrillo.

La actual carretera Braulio Carrillo

Como se indicó al comienzo de este artículo, en la actual Ruta 32 hay dos segmentos que portan la denominación Braulio Carrillo, el primero como una corta autopista, y el segundo como una carretera de dos vías, al inicio por una zona plana y que después se interna en los prístinos bosques del Paso de La Palma, hasta rematar en Guápiles.

Inaugurada ésta en 1987, y muy importante para la exportación de productos agrícolas e industriales, su mención es casi cotidiana en la radio y la televisión, pues en ella son frecuentes los derrumbes, que obligan a cierres temporales, a veces por varios días. Y no es para menos, pues los terrenos boscosos por los que serpentea esta capa asfáltica son muy abruptos y propensos a deslizamientos, favorecidos por las casi constantes lluvias en esos parajes. Así lo habían pronosticado con toda claridad los célebres ecólogos Leslie Holdridge y Joseph Tosi, del Centro Científico Tropical (CCT), en los estudios de factibilidad para esa obra, y fueron ellos quienes sugirieron al gobierno que se estableciera ahí un área protegida, hoy denominada Parque Nacional Braulio Carrillo, para evitar que la extracción de madera —una vez abierta la ruta— causara serias alteraciones, no solo en los ecosistemas locales, sino que también en el régimen climático del Valle Central.

Nótese, una vez más, el nombre de Carrillo asociado con esta ruta hacia el Caribe. Sin embargo, no hay un solo hecho histórico que vincule su trayecto con la labor del célebre exgobernante, a quien además, y con toda justicia, se le ha dedicado un parque urbano en la capital, frente a la iglesia de La Merced.

Efectivamente, como ya lo indicamos, el inconcluso camino de Carrillo se ubicaba muy lejos de esta zona, mientras que el camino a Carrillo fue construido en la administración del general Guardia.

Palabras finales

Para concluir, y como una curiosidad, existe un solo aspecto en común entre el pueblo y el parque nacional dedicados a Braulio Carrillo.

En efecto, como el río Sucio atraviesa el citado parque, en la Ruta 32 hay un puente para soslayarlo. Y, en ese punto, si uno baja por la ribera izquierda del río y penetra en la montaña, puede observar que aún hay porciones de la calzada empedrada que conducía al poblado de Carrillo. Incluso es posible avanzar por dicha ribera, así como por el cauce del río en ciertos trechos, para llegar hasta el punto geográfico donde otrora se erigió tan memorable lugar, que fue exactamente lo que hice con el amigo Sergio Barquero el día en que anduvimos por ahí. Aún más, desde el puente es posible ver, en lontananza, una loma al pie de la cual estuvo Carrillo.

Así que, la próxima vez que usted cruce ese puente, además de disfrutar de ese esplendoroso entorno silvestre, imagine que, bordeando el río y debajo de él, pasaba una vereda empedrada que, desde y hacia el villorrio de Carrillo —en medio del silencio de la montaña y con tan solo el rumor del río por fondo—, era transitada por recuas de mulas y carretas atestadas de mercaderías, así como por elegantes diligencias repletas de personas.

En realidad, todo ese tropel representaba una vívida, reveladora y elocuente imagen de que el sueño de los mandatarios Manuel Aguilar, Braulio Carrillo, Juan Rafael Mora y Jesús Jiménez por fin había cristalizado, con la incorporación del agreste y evasivo Caribe a la cotidianidad de la patria.

El mandatario Tomás Guardia Gutiérrez

¿Qué pasa en las fincas de Júpiter y Siberia en el Valle la Estrella?

Observatorio de Bienes Comunes, UCR

Luis Alberto Soto, dirigente comunal, nos explica el contexto de las acciones llevadas a cabo en las comunidades de Júpiter I y Júpiter II durante el año 2024. Desde el Comité Pro-desarrollo del Asentamiento, han desempeñado un papel clave como interlocutores con el INDER para la gestión de diversos proyectos. Uno de sus logros más recientes ha sido la rehabilitación de 7 kilómetros de caminos. Además, comparte sus reflexiones sobre los desafíos que enfrentan al entablar un diálogo con instituciones que no están acostumbradas a la participación comunitaria.

Es importante señalar que como parte del seguimiento del Comité, se realizó una respuesta pública al INDER, ante la solicitud de que esta instancia funcionara como fiscalizadora, sin apoyo de la institución.

En esta nota que compartimos, se reconoce la importancia de asumir un rol fiscalizador y de control en la ejecución de obras, pero es fundamental establecer límites claros.

Argumentan que, en proyectos donde la comunidad no dispone de recursos propios, no resulta aceptable que se le utilice como recurso o mano de obra gratuita.

Pliego de peticiones INDER

Carta de respuesta

Protestas en Limón contra las rotondas: un llamado al respeto y a soluciones efectivas

La polémica por las rotondas en la ruta hacia la provincia de Limón sigue escalando. Grupos sociales y comunales se manifestaron para expresar su rechazo al proyecto de construcción de rotondas en la Ruta 32.

Rocío Ramírez Varela, representante del colectivo Mujeres en Lucha Social, manifestó en la protesta:
«Hoy tuvimos una protesta pacífica en Liverpool para decir no a las rotondas. Esto no es un tema político ni partidario, es un tema del pueblo. Limón no quiere rotondas, no quiere retroceso. Con el financiamiento que dicen tener, hagan pasos a desnivel, porque no vamos a aceptar estas rotondas.»

Ramírez dejó claro que su oposición no responde a ideologías ni partidos políticos, sino a un interés colectivo de la comunidad limonense por evitar lo que consideran un retroceso en su desarrollo. La vocera instó a las autoridades a priorizar la construcción de pasos a desnivel, solución que, según los manifestantes, responde mejor a las necesidades viales de la región.

Por su parte, Mauricio Wilson, coordinador de la Unión Provincial de la Provincia de Limón (Uniproli), tomó una postura directa hacia las autoridades gubernamentales. En conferencia de prensa, expresó su descontento:
«Señor Presidente, el nombre de Uniproli viene de líderes comunales que conocen la realidad de Limón. Aunque el 70% de los limonenses votó por usted, en tres años no hemos visto ni un empleo nuevo en la provincia.»

Wilson denunció, además, que las recientes declaraciones del Presidente de la República sobre el nombre de Uniproli, calificándolo de «sofisticado» en tono de burla, son una muestra de la falta de respeto hacia los movimientos sociales. Según el coordinador, esta actitud refleja una desconexión entre el gobierno central y las necesidades reales de los habitantes de Limón.

En relación con las amenazas de sanciones legales por futuras manifestaciones en la Ruta 32, Wilson enfatizó que la comunidad no cederá en su lucha:
«Si ocurre una tragedia en una de esas rotondas, asesoraremos a las familias para que demanden al Presidente, al Ministro de Transportes y a los seis alcaldes de Limón.»

El líder comunal también cuestionó la transparencia de las autoridades respecto al financiamiento del proyecto vial, señalando inconsistencias entre las promesas iniciales y las recientes declaraciones del Ministro de Obras Públicas y Transportes. Wilson acusó al gobierno de incumplir con el presupuesto previamente anunciado para las obras complementarias.

En medio de esta creciente tensión, los manifestantes han reiterado que su lucha no es partidista, sino un llamado a soluciones efectivas que consideren las realidades de la provincia. Para ellos, las rotondas representan un gasto innecesario y un riesgo para la seguridad vial, mientras que los pasos a desnivel, según su perspectiva, serían una inversión más adecuada y eficiente.

Nueva matanza de peces en Batán de Limón

Comunicado de Bloque Verde

Ayer se registró un nuevo incidente de envenenamiento en la Laguna Santa Marta y la Laguna Madre de Dios, en el río Pacuare, en Batán, Limón. Este suceso ocurre apenas quince días después de la anterior muerte masiva de peces (Bloqueverde, 17-10-24).

Vecinos reportaron la muerte de cientos de peces y otras especies. Según los testimonios, las plantaciones bananeras aplicaron nematicidas durante las lluvias, ignorando el impacto que esto tiene en el ecosistema, ya que es más fácil que el veneno llegue al río cercano.

Autoridades del OIJ y del Guardacostas se presentaron para recoger la denuncia y tomar muestras de los peces muertos.

El Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional (IRET-UNA) ha estado monitoreando estas contaminaciones a través desde 2003 en distintos proyectos, investigaciones e inventarios. Según estudios realizados por el IRET en los cuerpos de agua que alimentan estas lagunas, los plaguicidas aplicados en las tierras de cultivo cercanas son arrastrados por escorrentía hasta los afluentes y, eventualmente, llegan a la laguna.

Por ejemplo, en enero de 2003, murieron miles de organismos acuáticos, incluidos peces juveniles y adultos de hasta un metro de largo, como anguilas, sábalos, róbalos, guapotes, mojarras y machacas. También fallecieron crustáceos, entre ellos jaibas, camarones y cangrejos. Entre los vertebrados muertos se observaron lagartos, tortugas y aves. La causa de este desastre ambiental fue probablemente el derrame de un plaguicida de un tanque en el aeropuerto de Batán (IRET, 2004).

En ese histórico evento, se encontraron peces muertos a lo largo de 15 kilómetros. A raíz de este caso, la multinacional bananera Standard Fruit Co. llegó a una conciliación con el Tribunal Ambiental Administrativo, donde fue «absuelta» de responsabilidad a cambio de comprometerse a pagar ocho mil dólares anuales durante cinco años. Este dinero, en teoría, se destinaría a repoblar el río Pacuare (lmtonline.com,18-7-2004). Una evaluación económica del daño ambiental, preparada para el tribunal, estimó que el tiempo para recuperar el estado de conservación inicial sería de cinco años para la actividad pesquera y de cuatro años para la actividad turística. ( ver estudio).

Otro estudio reciente titulado “Especies de algas del microfitobentos en la Laguna Madre de Dios” del IRET UNA identificó una gran cantidad de plaguicidas, insecticidas y herbicidas en junio y octubre de 2016. Entre las sustancias detectadas se encuentran epoxiconazol, tiabendazol, ametrina, hexazinona, azoxistrobina, diurón, diazinón y difeconazol.

Tras un monitoreo realizado entre 2016 y 2018, los investigadores encontraron la presencia de más de 20 plaguicidas en las aguas de la laguna, que recibe afluentes de los ríos Madre de Dios, Pacuare y del canal de Batán. La contaminación de estas aguas provoca efectos negativos en el ecosistema, como eventos de mortalidad masiva de peces.

Las comunidades más cercanas a la Laguna Madre de Dios albergan alrededor de 100 familias dedicadas a la actividad turística, la pesca y la producción de coco.

Fotos y videos de Julio Knight y Evelyn Casasola (Pacuare): https://drive.google.com/drive/folders/1BbSHQg0QN10NVRDfWpHsEK5qE2-H87e4?usp=sharing

Gran cantidad de peces muertos en ríos de Limón alerta a las comunidades

Bloque Verde. Se presume que la causa podría ser la contaminación del agua con agrotóxicos de las plantaciones cercanas de banano.

Gran preocupación ha generado el hallazgo de peces muertos en los ríos que atraviesan la localidad de Goshen y Laguna Madre de Dios, en Batán de Matina, y en la desembocadura del río Pacuare. 

Por décadas el Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional (IRET-UNA) ha evidenciado la presencia constante de plaguicidas en las aguas de la Laguna Madre de Dios, ubicada en Bataán de Limón.

Tras un monitoreo realizado entre el 2016 y el 2018, los investigadores encontraron la presencia de más de 20 plaguicidas. La laguna recibe aguas de los ríos Madre de Dios, Pacuare y del canal de Bataán, cuya cuencas atraviesan cultivos de banano, piña y arroz.

La contaminación de estas aguas desencadena efectos negativos en el ecosistema, como eventos de mortalidad masiva de peces.

Según los investigadores algunas de las concentraciones detectadas como ametrina, diuron y etoprofos superan los niveles que representan un alto riesgo para la biodiversidad de los ecosistemas acuáticos de la laguna, por lo que urge una intervención para su protección.

Las comunidades más cercanas a la Laguna Madre de Dios alberga unas 100 familias, dedicadas a la actividad turística, la pesca y la producción de coco.

En mayo del 2018, se produjo otro incidente de matanza de peces debido a la presencia de agroquímicos en la Laguna Madre de Dios. Los vecinos denunciaron el evento, confirmado por el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae).

Previamente en el 2015, se reportaron situaciones similares en los ríos de Gosheng y el Vizcaya, así como la playa del mismo nombre; así como en el 2013.

El IRET-UNA inició estudios en la zona en el 2003, luego de que se reportaran decenas de peces muertos en la laguna, producto de un derrame accidental de un fungicida.

Videos e imágenes

https://drive.google.com/drive/folders/1PNVE_aJfpkWLJB_y6LcJinD-a2pXyvVH?usp=drive_link

Fotos y videos de Julio Knight