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Etiqueta: lucha popular

El 1 de mayo, más que una marcha, por la defensa de una vida digna

Juan Arguedas Chaverri
30 de abril 2024

Por la unidad del pueblo trabajador del campo y la ciudad, de los pueblos indígenas, del estudiantado, mujeres, jóvenes, niños, niñas, adultos mayores.

Algunos elementos del contexto Latinoamericano

En muchos países, sus gobiernos y clase dominante concentran la riqueza y manejan la economía, son responsables del saqueo a nuestros países, de la desestabilización económica y política, la corrupción de la clase dirigente y la manipulación de los medios de comunicación hegemónicos para instalar sus mentiras, destruir nuestras culturas y desprestigiar la política, para que no intentemos ser protagonistas de nuestra historia común y transformar nuestras realidades.

Se promueven las guerras para sacar adelante sus economías, a través de la economía de guerra permanente, bloqueo a los que levantan un poco la cabeza.

Todos estos hechos colaboran para la desmovilización popular, la ruptura de lazos comunitarios y solidarios, instalando el individualismo y el fascismo, a tal punto que los trabajadores terminamos desconfiando unos de otros, marginando a nuestros hermanas y hermanos, discriminando a nuestros iguales.

Por si fuera poco, terminamos descuidando la defensa de los derechos de nuestra madre tierra, nuestros bienes comunes y hasta nuestros derechos humanos.

Se puede reafirmar que el fascismo avanza a pasos agigantados (Milei, Bukele, Chaves entre otros).

La lucha popular en Costa Rica

Desde hace varios atrás se vive un “reflujo” social (retroceso), echando la mirada atrás, podemos recordar algunas luchas relevantes como fueron ALCOA, COMBO ICE, la Huelga de los Maestros, No al TLC, contra Plan Fiscal último, más recientemente la defensa de las universidades públicas entre otras. Algunas de ellas lograron articular diversos sectores productivos y movimientos sociales.

En los últimos 15 años los diversos gobiernos han logrado ir negociando de forma individual con los defectos sectores productivo y actores sociales, como por ejemplo el sector agropecuario entre otros.

Además, los gobiernos han contribuido a desarticular las luchas reivindicativas de las comunidades “dividas y vencerá”.

Resistencia cultural popular

Lo mencionado no quita que existan experiencias en la actualidad de resistencia cultural en nuestros territorios, se aprecia en la defensa del agua, en prácticas productivas de Economía Social Solidaria: como es el turismo rural comunitario) entre otras.

La privatización de Caja Costarricense de Seguro Social sería una estocada a muerte de una de las conquistas más importantes a lo largo de la historia de Costa Rica.

Las movilizaciones sociales son un espacio práctico de aprendizaje y de formación política para la lucha popular, que contribuya a generar una conciencia crítica para la transformación social.

En el gobierno de Luis Guillermo Solís, gente de derecha se tiraron a la calle, una gran movilización en contra de los derechos de grupos minoritarios de este país. Estos movimientos contaron con el apoyo de alguna gente progresista, justificando o creyendo que ello era una posibilidad de ascenso social o de lucha popular. Elemento que hoy día hay que ponerle mucha atención para que no se repitan.

100 años de retroceso laboral

Por Zaray Esquivel Molina, presidenta de la APSE

El Gobierno y la Asamblea Legislativa del Bicentenario se han dedicado a aprobar leyes, en materia laboral, características del Centenario. O sea, en vez de innovar y mejorar las condiciones laborales, le están pasando por encima a los derechos conquistados, y llevándonos más de 100 años al pasado. 

Veamos algunos ejemplos. En este momento, está en trámite legislativo un proyecto de ley que amplía la jornada laboral para que sea de 12 horas, eliminando así el pago de horas extra, e intensificando la explotación laboral. 

Hace poco más de 100 años, las jornadas de trabajo eran interminables y los patronos decidían sobre la vida de sus trabajadores. Gracias a las luchas de 1921, la clase trabajadora conquistó la jornada de 8 horas. Hoy, el Gobierno nos quiere devolver al pasado, donde se pone de primero los bolsillos de los empresarios.

Otro ejemplo de regresión laboral es la ley anti-huelgas, aprobada también por este gobierno y asamblea legislativa. Este proyecto hizo que, en la práctica, las personas trabajadoras tengan que soportar cualquier violación de derechos o incumplimiento de pagos, sin derecho a protestar por nada. 

La ley de empleo público es otro ejemplo de cómo el Gobierno y los Diputados no tienen el menor reparo en pasarle por encima a la constitución del país y a la división de poderes, con tal de pasar un proyecto acorde a sus intereses.

Gracias a este proyecto, Casa Presidencial podrá meterse en los asuntos de todas las instituciones, aunque tengan autonomía por la constitución, politizando la función pública y convirtiéndola en un botín político, justo como era hace 100 años.

Hoy, el desempleo golpea a más de 600 mil personas, cerca de 1 millón trabajan informalmente, y las personas más golpeadas son jóvenes y mujeres. Ninguno de los proyectos mencionados solucionará estas problemáticas, incluso podría agravarlas. 

En la actualidad se impone la ley de la selva, sálvese quien pueda. Así lo vemos con el caso de plataformas como Uber o didi, con jornadas de más de 12 horas, pésimos ingresos, y sin ninguna clase de seguridad social. Ese es el presente laboral de Costa Rica, ese es el país que le estamos dejando a las personas más jóvenes. 

No hay soluciones fáciles, pero la historia nos recuerda que las grandes conquistas sociales se han alcanzado gracias a la organización y la lucha colectiva, y que, si queremos recuperar esos derechos, tenemos que salir a buscarlos.

Nicaragua: El camino doloroso por la justicia y la democracia

El próximo lunes 25 de octubre del 2021, a las 6:00 p.m. se transmitirá el documental “Nicaragua: El camino doloroso por la justicia y la democracia». Este retrata la lucha de Nicaragua en su búsqueda de la democracia.

La transmisión se realizará vía Facebook Live de Cejil y Expediente Público.

 

Compartido con SURCOS por Juan Carlos Cruz Barrientos.

Pronunciamiento Guatemala

El gobierno de Guatemala controlado por elites militares que encabeza Alejandro Giammatei contra la población que manifiesta sus derechos, contra organizaciones indígenas, feministas y populares. Denunciamos los serios niveles de impunidad que prevalecen en Guatemala por el servilismo del gobierno a los grupos privados, empresas extranjeras y los planes neoliberales de muerte, que amenazan la vida y los territorios de nuestras hermanas y hermanos.

La Transportadora de Energía de Centroamérica S.A. –Trecsa– es una empresa guatemalteca filial del Grupo Energía Bogotá (empresa colombiana) que construye el proyecto de interconexión eléctrica de alta tensión, este es un proyecto estratégico para consolidar el modelo extractivo en Guatemala y beneficiar el transporte de energía en los planes neoliberales impuestos a nuetsrxs hermanos centroamericanxs.

Es por esto que las y los integrantes de la Coordinadora de Comunidades Afectadas por Trecsa, Defensores del Territorio, de la Vida, Defensoras y Defensores de Derechos Humanos, están siendo víctimas de persecución y amenazas de muerte, por defender sus territorios contra la ocupación, el despojo y la tala ilegal que devasta sus bosques y fuentes de agua, así como el patrimonio de las futuras generaciones guatemaltecas.

La empresa Trecsa pretende seguir destruyendo y construyendo ilegalmente las torres de energía, en amplios territorios de bosque en Guatemala, por tales razones están siendo criminalizadxs.

Desde el Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos y otras organizaciones del mundo nos solidarizamos con la justa lucha de nuestras compañeras y compañeros de la Coordinadora de Comunidades Afectadas por Trecsa y exigimos el alto a la persecución y amenazas. Si tocan a unx nos tocan a todxs.

Organizaciones y Personas Firmantes

Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos

Integrantes del Consejo Consultivo:

Argentina Adolfo Pérez Esquivel Premio Nobel de la Paz, Stella Calloni Corresponsal de la Jornada en Buenos Aires; Colombia Dra. Piedad Esneda Córdoba Ruiz Senadora, Defensora de Derechos Humanos y Coordinadora Internacional del Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos. Vocera de colombianas y colombianos por la Paz, Camilo González Posso Presidente de INDEPAZ, Dr. Mario Hernández Álvarez Coordinador Doctorado Interfacultades en Salud Pública Universidad Nacional de Colombia; España Ana Andrés Ablanedo Defensora de Derechos Humanos de Soldepaz Pachakuti, Ricardo Sánchez Andrés miembro de la junta de la (ACP) Asociación Catalana por la Paz – miembro de la Asamblea de Internacional de (Comunistes de Catalunya) y miembro permanente del consejo de Solidaridad de la Ciudad de Manresa, María Victoria Fernández Molina Candidata a Doctora en Derechos Humanos, Estados Unidos James Patrick Jordan Coordinador Nacional de la Alianza por la Justicia Global y Eduardo García Activista de la Alianza por la Justicia Global, Devora González Organizadora de SOA Watch – Observatorio por el Cierre de las Escuela de la Américas e integrantes del Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos capítulo Estados Unidos; Suiza José Manuel González López  y Gerardo Romero Luna de la Red Latinoamericana de Zurich integrantes del Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos capítulo Suiza; Venezuela  Hugo Alberto Nieves Integrante de la Comisión Política de la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora – CRBZ, Yonatan Vargas Abogado Defensor de Derechos Humanos y Analista Internacional de la CRBZ, Indhira Libertad Rodríguez Red de Colectivos La Araña Feminista, José Miguel Gómez García Movimiento Internacional de la Economía de los Trabajadores, Miguel (chicho) Medina comunero Bolivariano Movimiento cultural Campesino Los Arangues; Ecuador Abg. Franklin Columba Cuji Vicepresidente de la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (FENOCIN); Bolivia Rodolfo Machaca Yupanqui Strio. General de Confederación Sindical Única De Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB); Palestina Jamal Juma Coordinador STOP The WALL; Guatemala Ana Laura Rojas Padgett Red de Integración Orgánica – RIO – por la Defensa de la Madre Tierra y los Derechos Humanos; Uruguay Anahit Aharonian Kharputlian Ingeniera Agrónoma y Docente Comisión Multisectorial de Uruguay; Panamá Ligia Arreaga Integrante de la Alianza por un mejor Darién – AMEDAR; Brasil Gizele Martins do Movimiento de Favelas do Rio de Janeiro, Saiane Moreira – Movimento dos Pequenos Agricultores – MPA Brasil; Perú Betty Izaguirre Lucano Coordinadora General del Movimiento Alfa y Omega; Chile-Wallmapu – Territorio Mapuche Onesima  Lienqueo Fundadora de la Red por la Defensa de la Infancia Mapuche; México Eduardo Correa Senior Profesor de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México – UACM, Dr. José Enrique González Ruiz Profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México – UNAM, Dr. José Rafael Grijalva Eternod Doctor en Derechos Humanos, Dr. Felix Hoyo Arana Profesor de la Universidad Autónoma de Chapingo; Dr. John Mill Ackerman Rose, Daniela González López Coordinadora Internacional del Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos, Soledad Ortiz Vásquez CODEM, Claudia Tapia Nolasco CODEM, Patrocinio Martínez López CODEPO, Arquitecto José Márquez Pérez Presidente del Patronato Pro Defensa y Conservación del Patrimonio Cultural y Natural de Oaxaca PRO – OAX, , Lic. Hugo Aguilar Promotor y Defensor de Derechos Indígenas, Miguel González Muciño Director del Centro Cultural Las Jarillas y Arturo Díaz González Organización Proletaria Emiliano Zapata – Frente de Organizaciones Sociales de Chiapas  OPEZ – FOSICH.

Organizaciones integrantes:

Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos; Soldepaz – Pachakuti de España; Observatorio de Derechos Humanos Capítulo Suiza, Red Latinoamericana de Zurich de Suiza; Observatorio de Derechos Humanos Capítulo EU, Alianza por la Justicia Global, SOA Watch – Observatorio por el Cierre de las Escuela de la Américas de Estados Unidos; Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora – CRBZ, Red de Colectivos La Araña Feminista, Movimiento Internacional de la Economía de los Trabajadores, Movimiento Cultural Campesino Los Arangues de Venezuela; Colombianas y Colombianos por la Paz, Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, Observatorio de Paz, Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, Sur Occidente Colombiano Antonieta Mércury; Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (INDEPAZ) de Colombia; Red de Integración Orgánica – Rio – Por la Defensa de la Madre Tierra y los Derechos Humanos de Guatemala; Comisión Multisectorial del Uruguay; Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (FENOCIN) de Ecuador; Confederación Sindical Única De Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB); Alianza por un mejor Darién – AMEDAR de Panamá; Movimiento Alfa y Omega de Perú; Movimiento de Favelas de Rio Janeiro, Movimiento de Los Pequeños Agricultores de Brasil, Red por la Defensa de la Infancia Mapuche Chile-Wallmapu – Territorio Mapuche; Campaña Popular Palestina contra el Muro de Apartheid (Stop the Wall), Coalición de la Defensa de la Tierra Palestina Unión Palestina Campesina (Palestinian Farmers Union) de Palestina,  Comité de Defensa de los Derechos de la Mujer (CODEM); Comité de Defensa de los Derechos de los Pueblos de Oaxaca (CODEPO); Instituto Mexicano de Desarrollo Comunitario (IMDEC); Centro de Atención en Derechos Humanos a la Mujer y el Menor Indígena (CADHMMI) y Centro Regional Indígena en Derechos Humanos “Ñuu-Savi” (CERIDH), Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra en San Salvador Atenco (FPDT-Atenco); Colectivo de Mejoramiento Barrial de la Ciudad de México – Centro Cultural Las Jarillas; Organización Proletaria Emiliano Zapata – Frente de Organizaciones Sociales de Chiapas  (OPEZ – FOSICH) y Colectivo Reexistencia Creativa México.

Otras personas firmantes:

Costa Rica Yamileth Monterrey López, Ana Franzen (Activista DDHH), Orlando Barrantes Cartín (Bloque de Vivienda), Felix López Zambrana (MTC), Tatiana Otto Golovina (Activista DDHH-ACODEHU), Dennis Omar Calix (Activista DDHH-ACODEHU), María Trejos Montero (Activista DDHH), Marcela Naranjo Segura (Activista DDHH-ACODEHU), Trino Barrantes Araya, Humberto Vargas Carbonell (Miembro del Partido Vanguardia Popular), Edgar Gutiérrez Cordero (Miembro del Partido Pueblo Unido), Rev. José A. Amesty R. Presidente de La Iglesia Metodista Wesleyana Costarricense (IMWC); Honduras Luz Victoria Midence Pineda, Roy Marín Hernández (Artista y activista DDHH), Carlos Rosa Fortín, Ruy Díaz, Gloria Marlene Obando Motiño, Merlín Avila; Venezuela Marien Manzano; Canadá Wendy Méndez.

Otras organizaciones firmantes:

Asociación Costarricense de Derechos Humanos (ACODEHU), Movimiento de los Trabajadores y Campesino (MTC), Bloque de Vivienda, Skawäk, Asociación para la Defensa de los Usuarios de los Servicios Públicos (ADUSP), Handsmaidscr, Casa El Emigrante (Human Rights), Confederación Unitaria de Trabajadores – Costa Rica (CUT) Costa Rica; Alternativa de Reivindicación Comunitaria y Ambientalista de Honduras (ARCAH), ACIPARTICIPA Honduras; Plataforma de Guatemaltecos y Guatemaltecas de Exiliados por terrorismo de Estado, Todos por Guatemala, Tzijolaj Canadá, Warerloo Mayam Project, Comité por los Derechos Humanos de América Latina (CDHAL) Canadá.

 

Compartido con SURCOS por Daniela González, María Trejos Montero.

Luchadores, luchadoras y personas integrantes del Bloque de Vivienda logran recuperar los 28.000 millones de colones para el BANVHI

El pasado 05 de julio, el Ministerio de Hacienda informó al Bloque de Vivienda acerca de la aprobación de la suma de 4.000 millones de colones mensuales durante los siguientes meses del presente año. Asimismo, señalan que este giro de fondos se podrá mantener en tanto la situación fiscal del país lo permita, tal y como lo dispone la Ley 9635.

Desde el Bloque de Vivienda se celebra esta victoria, agradeciendo a todos los sectores que han apoyado la lucha, especialmente a las Asociaciones de Desarrollo Integral de Coto Brus y Rey Curre.

¡La unión hace la fuerza!
¡Viva la lucha por vivienda!

Chile, medio siglo después: una mirada de aquella tragedia con “otros ojos”

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

“En la era de la industria cultural, la conciencia existe en estado mítico, de ensoñación, estado contra el cual el conocimiento histórico es el único antídoto. Pero el tipo particular de conocimiento histórico que se requiere para liberar el presente del mito no se desvela fácilmente. Dejado de lado y olvidado, yace enterrado en cultura que sobrevive, siendo invisible justamente porque es de escasa utilidad para quienes están en el poder” (Susan Buck-Morss DIALÉCTICA DE LA MIRADA Walter Benjamin y el proyecto de los Pasajes La Balsa de la Medusa Segunda edición Madrid 2001 p. 14).

Las múltiples discusiones entre los historiadores contemporáneos, siempre tan celosos ante la irrupción de “extraños” dentro de lo que consideran, al parecer como su exclusivo ámbito de acción profesional, acerca del sentido que asume la consideración del tiempo histórico, visto en los términos de la larga duración (v.g.r. Ferdinand Braudel, Marc Bloch, Lucien Febvre  entre otros impulsores de la Escuela Histórica Francesa de los Anales, con su perspectiva de la “longue durée”), resultan ser sin embargo un tema, también fascinante para el resto de nosotros los mortales, necesitados de incursionar en la naturaleza(o, más bien especificidad) de algunos acontecimientos y procesos históricos que continúan afectándonos, aunque no tengamos siempre conciencia de ello. Por eso es, que cuando hablamos de la conmemoración de un hecho complejo de cierta relevancia histórica, en este caso los mil días de la Unidad Popular Chilena que culminaron en un sangriento golpe militar, en el mes de septiembre de 1973, sólo comparable a los dramáticos eventos que 18 años atrás, culminaron con la caída del gobierno del general Juan Domingo Perón, en la República Argentina, durante el mes de septiembre de 1955, los que a semejanza del caso chileno dieron lugar a cruentos enfrentamientos armados o a masacres, como la resultante del bombardeo a civiles en la Plaza de Mayo de Buenos Aires, durante el primer intento de acabar con el régimen peronista, en junio de 1955, por parte de unos pilotos de la aviación militar (una rama que entonces dependía de la marina) que llevaban como lema “Viva Cristo Rey” en sus aparatos, unos fanáticos que asesinaron a cerca de 500 personas, en su gran mayoría civiles o, como fue el desigual combate de la Moneda, en Santiago de Chile, aquel 11 de septiembre, un evento político militar mucho más profundo en sus nunca analizados, ni asumidos alcances históricos, tanto por parte de los militares golpistas como por parte  de la mayoría de la izquierda chilena oficial y concertacionista (v.g.r la posdictadura de la concertación), que se niega todavía a valorar en su sentido más profundo el testimonio y la vivencia de sus combatientes, mientras que los militares como el general Javier Palacios, quien dirigió el ataque al Palacio de la Moneda, sobredimensionaron la mediocre actuación de sus subordinados. En cuanto a la derecha civil, en cambio no constituye algo esencial, y les resulta muy problemático todavía entrar en consideraciones específicas acerca del hecho en sí mismo, es mejor no hacer olas consideran.

Existe una necesidad imperiosa de romper con el papel legitimador de la historia como un acto político de la mayor importancia (Walter Benjamin), y en concreto con las visiones inmovilistas del tiempo histórico que se derivan de ese papel que se le ha impuesto, las que mantienen el pasado que se evoca en las conmemoraciones, como si fuera un presente mítico cuyas posibilidades de interpretación se reducen a las que expresan los intereses o visiones de las élites protagonistas de los conflictos sociales en el escenario histórico, a partir  de algunas de sus exteriorizaciones en la interpretación canónica de los hechos político militares que se produjeron, no ha lugar a otras versiones, y mucho menos, a interpretaciones alternas de lo acontecido.

El extraordinario documental que acaba de publicarse en Chile, bajo el título de “LA ÚLTIMA ESCOLTA” (Realización de Isidro García y Fernando Galeas. Documental Formato HD/16:9), nos da un valioso testimonio que nos permite resignificar los hechos político-militares de aquel día funesto para los trabajadores, y los sectores más desfavorecidos de la sociedad chilena: El valioso y pormenorizado testimonio de Isidro García, a lo largo de ese documental que abarca otros elementos historiográficos, se torna esencial para dimensionar y valorar ese combate tan desigual desde una perspectiva más amplia, vista en términos del devenir histórico y de la larga duración, a partir de una narrativa en la que nos cuenta como con un pequeño grupo de compañeros del Partido Socialista de Chile, se atrincheró en el Ministerio de Obras Públicas, situado al otro lado de la Calle Morandé, un edificio casi paralelo al Palacio de la Moneda, desde donde resistió, durante muchas horas, a la asonada militar, poniendo en aprietos a los militares golpistas con apenas una ametralladora punto 30, y unos cuantos fusiles ametralladoras AK 47, enfrentando así a quienes, con tanques e infantería, atacaron el Palacio de la Moneda, en cuyo interior no habían más de treinta combatientes civiles, incluido el propio presidente Salvador Allende. Después del desenlace de aquel combate, como resultado del que fueron muertos, o más bien asesinados, el propio presidente y la mayoría de los combatientes del Grupo de Amigos Personales de éste, integrado por militantes del Partido Socialista, mientras que los soldados de infantería, contando con apoyo de los tanques, fueron incapaces de derrotar en primera instancia, al tan desigual pero decidido adversario, representado por los combatientes que se encontraban en La Moneda, y en las instalaciones del Ministerio de Obras Públicas, dentro del llamado barrio cívico de la capital chilena, razón por la recurrieron a la aviación para bombardear el Palacio de la Moneda, el que dejaron en llamas y casi destruido para alcanzar sus objetivos político-militares, con lo que agrietaron y devaluaron para siempre su inmenso valor simbólico ante la mirada de los habitantes de la capital chilena, y  de las gentes del mundo entero, algo que nunca ha podido ser restituido  en una sociedad o estado-nación como Chile, dentro de la que esa grieta nunca ha podido ser soldada o sellada, a lo largo del medio siglo transcurrido desde entonces. Es por eso, que el conflicto en términos de legitimidad se vuelve recurrente, especialmente si lo vemos bajo la perspectiva de la larga duración histórica, pues ahora como nunca esa ruptura se ha hecho evidente: nos basta con mirar las imágenes de la lucha popular en Santiago, y otras ciudades de Chile frente a un aparato represivo, cada vez más violento y sanguinario, para constatarlo de manera irrefutable.

Valgan las reflexiones de Isidro García, un combatiente de aquel día en el Ministerio de Obras Públicas, quien en el documental nos cuenta también su vida desde niño, en medio de las mayores carencias como eran las que experimentaban las mayorías chilenas, en un país donde hasta los años sesenta los campesinos de la zona central de Chile, vivían aún en un régimen de servidumbre casi feudal, donde el hambre y la desnutrición castigaban a la niñez. Refiere con orgullo su permanencia hasta el final al lado de Salvador Allende, siempre fiel a esa memoria en términos de la larga duración histórica, nos dice “nos quitaron el partido, otros que dicen llamarse socialistas”, quienes por cierto prefieren hacer caso omiso de la memoria y el testimonio de aquellos combatientes, forjadores de esperanzas y utopías.