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Etiqueta: migrantes

Diálogo abierto sobre historia y sentido político de la migración

En una conversación profunda, el rector de la Universidad de Costa Rica, doctor Henning Jensen Pennington y el docente e investigador de esa casa de enseñanza superior, doctor Carlos Sandoval García, abordan el sentido político de la migración, en un mundo marcado por ese fenómeno social y económico que adquiere muy evidentes condiciones políticas a pesar de ser consustancial a la historia de la humanidad.

SURCOS le invita a ver el video de Diálogo abierto, el programa de la rectoría de la UCR y conocer, en alrededor de 50 minutos, las veredas sociales, históricas y políticas que han construido la categoría migrante.

 

La caravana centroamericana: un éxodo en el siglo XXI

Por Carlos Sandoval García

 

“Venimos huyendo de nuestro propio país porque a nuestro país sí le tenemos miedo”

La salida colectiva de miles de personas centroamericanas provenientes especialmente de Honduras y también de El Salvador a partir de octubre 2018, a menudo llamada “caravana”, ha despertado una enorme atención internacional. Ellas se desplazaron primero hacia Guatemala y posteriormente hacia México. En este mes de diciembre esperan alguna posibilidad especialmente en la ciudad de Tijuana, ciudad fronteriza de México.

Un primer elemento que tal vez valga la pena poner en discusión es la misma noción de “caravana”. Al menos en castellano, y eventualmente también en otras lenguas, caravana parece tener una acepción cotidiana que no se asocia tanto a una salida forzada, peligrosa o riesgosa.

“Éxodo”, un concepto con una amplísima historia, especialmente asociado a textos bíblicos, vendría al caso en esta situación migratoria centroamericana, pues da cuenta de la naturaleza forzada de la migración. Hoy en Centroamérica no se elige migrar; hoy en Centroamérica migrar es una obligación.

Un segundo elemento es si, efectivamente, estamos frente a la presencia de un incremento de la migración de personas hondureñas o si más bien su salida colectiva ha producido, en buena medida a través de la narrativa de los medios de comunicación, un cierto efecto de realidad que daría la sensación de que estamos frente a algo inusitado.

Los censos de los Estados Unidos permiten poner este fenómeno en perspectiva. Si se comparan los porcentajes de personas centroamericanas registradas en los censos de los años 2000 y 2010, se notará que la población centroamericana en su conjunto aumentó en un 136%: La población hondureña, en particular, se incrementó en un 191%, la guatemalteca en un 180% y la población procedente de El Salvador en un 151% (Sandoval 2015).

Lo nuevo es más la salida colectiva, no el número mismo de personas que emigran. De hecho, es muy frecuente ver en las noches a docenas de personas esperando autobuses en San Pedro Sula o en Tegucigalpa para iniciar un viaje que con ilusión y miedo les llevará a los estados de Chiapas o a Tabasco; dos de los principales puntos de ingreso al territorio mexicano.

La migración hondureña ha sido predominante a lo largo de este siglo XXI. Como apunta Ismael Moreno (2018:4): “La caravana de todos los días ha sido silenciosa, solapada, discreta, privada, invisible y hasta vergonzante. Pero con esta explosión se ha convertido en visible, pública y hasta dignificante”.

La salida colectiva podría estar motivada tanto por factores si se quiere coyunturales como también más de naturaleza estructural. El aumento del precio de los servicios de electricidad, gas y gasolina, así como de varios productos alimenticios se cuenta entre los detonantes que impulsaron esta salida colectiva. Un agente de la pastoral de la Iglesia Católica, quien labora en una comunidad empobrecida de Tegucigalpa lo resume así: “Los encargados de nuestro país han hecho desastres en estos últimos meses; más que en otros meses y años”.

Salir en grupo puede al menos disminuir el peligro de los secuestros y la extorsión. Excepto los y las costarricenses, el resto de las personas centroamericanas requiere visa para ingresar a México. Ello les obliga a ingresar y transitar por puntos no autorizados, al tiempo que les expone a múltiples vejaciones, ya sea del crimen organizado o de los mismos cuerpos policiales mexicanos. En el contexto del auge de las redes sociales, muchas personas establecen contactos y esas que pensaban salir a tomar el bus una noche para iniciar su viaje convienen que tiene más sentido hacerlo de manera colectiva.

Entre los factores si se quiere más de tipo estructural la ausencia de empleo digno es decisiva. La pobreza se calcula con un 64,3% del total de la población, y eso crea condiciones de violencia estructural muy difíciles de afrontar especialmente para las personas jóvenes, quienes son mayoría en esa mayoría silenciosa que abandona el país todas las noches.

En una investigación llevada a cabo con jóvenes residentes en comunidades populares urbanas en El Limón, Nueva Capital, Popotlán, Jorge Dimitrov y La Carpio en Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica, respectivamente, la mitad de las personas encuestadas dejarían sus países, lo cual no deja dudas acerca de las consecuencias de la exclusión. Los datos obtenidos en Popotlán en El Salvador son más angustiantes, pues un 79% desearía irse.

En términos políticos, sin duda, el golpe de Estado contribuyó a crear más fragilidad en el tejido social de la sociedad hondureña. En junio 2019 se cumplirán 10 años del golpe de Estado y en noviembre 2018 fue re-electo Juan Orlando Hernández, en una contienda electoral cargada de protestas, dudas y denuncias por fraude electoral. Hernández logró cambios constitucionales que le permitieron la reelección, irónicamente uno de los motivos del Golpe de Estado del año 2009. La reelección estuvo precedida por el desfalco estimado en 200 millones de dólares al Instituto Hondureño del Seguro Social, que provocó un movimiento social llamado “Los Indignados”, que solicitaba la destitución de Hernández (Reynolds 2018). De ahí que su reelección fue aún más cuestionada.

Un tercer conjunto de factores son sociales. La violencia criminal es enorme en Honduras. En 2016, después de Caracas, San Pedro Sula era la ciudad más violenta del mundo con 111 homicidios dolosos por 100.000 habitantes (Hansen-Nord et al. 2016). Una mañana de domingo de setiembre de 2013 en Coatzacalcos Veracruz, mientras esperaban la salida del tren, tres jóvenes hondureños, quienes no contaban con apoyo en los Estados Unidos, sentenciaron: “De por sí, si nos van a matar en Honduras, que nos maten aquí” (Sandoval, 2015:41).

La mayoría de las personas que integran esta marcha tomó las rutas más distantes de la frontera de México con los Estados Unidos. Esta decisión volvió el viaje aún más agotador y a lo mejor estuvo motivada en el deseo de evitar la ruta del Golfo de México, en donde hay una presencia manifiesta del crimen organizado y con ello la extorsión y la muerte. Si bien entre San Pedro Sula y Tamaulipas hay unos 2.700 kilómetros, la mayoría de las personas eligió llegar a Tijuana, que la separa unos 4.348 kilómetros de San Pedro Sula.

La frontera entre México y los Estados Unidos tiene una longitud de 3185 kilómetros, un tercio de la cual ya tiene muro, una iniciativa que inició como parte de la Operación Guardián, durante el gobierno de Bill Clinton (Nevins 2001). Durante los dos primeros años de su gobierno, Donald Trump no ha avanzado en la construcción del muro, pero sí ha levantado un muro simbólico que tiene efectos prácticos en el control migratorio que es igual o más importante que el mismo muro físico.

En la actualidad, las autoridades migratorias exigen a las personas que llegaron a la frontera como parte de la llamada “caravana” que en inscriban en una lista a cargo de autoridades mexicanas. Esta lista les permitiría solicitar asilo. Este procedimiento ha sido criticado por ONGs que acompañan migrantes, pues no es claro qué desenlace práctico pueda tener.

El gobierno de los Estados Unidos aprueba apenas un 10% de las solicitudes de asilo que se tramitan (Tourliere 2018). Mientras tanto, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) no parece ejercer un liderazgo descollante en esta coyuntura. Los Estados Unidos provee un 40% del presupuesto de ACNUR y es su mayor proveedor (Tourliere 2018). En estas circunstancias obligan a muchas personas a solicitar algún tipo de estancia regular en México.

A modo de cierre, habría que decir tres consideraciones particularmente importantes. Una primera es que el día 6 de noviembre hubo elecciones de medio periodo en los Estados Unidos y en nueve de los ocho distritos, de cuatro Estados, se han elegido legisladores del Partido Demócrata (Corona 2018). Es decir, pese a que Trump ha tenido la inmigración como su bandera predilecta y que antes de las elecciones envió 5.200 soldados a la frontera todo ello no se tradujo en un triunfo electoral. Alentar el odio migratorio no se tradujo en un gran caudal electoral y ello siembra esperanza acerca de cómo el odio antinmigrante puede ser subvertido políticamente.

En segundo lugar, el día 1 de diciembre 2018, fuera la toma de posesión de Antonio Manuel López Obrador, el nuevo presidente de México, quien tendrá sin duda entre sus múltiples retos, todos muy difíciles y muy complejos, el tema de la emigración centroamericana. Algunas organizaciones en México y en Centroamérica ha dicho que México debería facilitar el paso de los migrantes que quieren llegar a los Estados Unidos, pero sin duda la enorme presión y casi que el poder de veto que tiene el gobierno de los Estados Unidos vuelve muy difícil una decisión política de esa profundidad; pero sin duda el nuevo gobierno de México tendrá como punto el tema de la migración centroamericana entre sus largas lista de desafíos.

En la reciente cumbre sobre migración celebrada en Marrakech, Marruecos, el nuevo gobierno mexicano planteó ofrecer empleo a las 200.000 personas centroamericanas que se estima cruzan México todos los años. El gobierno de México estima en un millón el número de migrantes en México, cuya población se estima en 130 millones (Lafuente y García 2018). Ello no parece inviable si se toma en cuenta que Alemania ha recibido 4 millones con una población de 82 millones y Líbano, con una población de 6 millones de personas, alberga a al menos a un millón de refugiados.

El nuevo gobierno mexicano esperaría ofrecer empleo a miles de personas centroamericanas en la construcción en proyectos como la construcción de las vías del Tren Maya, que recorrería los estados de Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Esta iniciativa formaría parte de una especie de Plan Marshall que se negocia también con el gobierno de los Estados Unidos. Se trataría de encauzar los fondos, de unos 500 millones de dólares, que se reciben para proyectos de seguridad como la Iniciativa de Mérida o el Plan Frontera Sur, para ser destinados a proyectos de infraestructura.

Por último, pero no menos importante, más allá de las elecciones de medio periodo en Estados Unidos y el inicio del nuevo periodo presidencial y legislativo en México, el gran reto que se tiene en Centroamérica es cómo garantizar un derecho a no tener que emigrar, es decir, cómo imaginar una salida de mediano y de largo plazo a las enormes inequidades y desigualdades que se viven en la Región. Este es un enorme desafío del cual desdichadamente las clases dirigentes hoy en Centroamérica no parecen estar dispuestas a atender.

Más bien, lo que observa es una larga lista de casos de corrupción que han llevado a la cárcel a prácticamente presidentes o expresidentes en todos los países de Centroamérica, con excepción de Nicaragua, en donde el control de los poderes del Estado por parte de la familia Ortega-Murillo vuelve imposible esta posibilidad. En Guatemala, el expresidente Otto Pérez Molina guarda prisión; mientras tanto Jimmy Morales, el actual Presidente, y otros poderosos actores políticos han manifestado su rechazo hacia la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), un órgano independiente de apoyo al Ministerio Público, el cual surgió como una alternativa frente a la debilidad institucional del sistema judicial. En el caso de El Salvador, el expresidente Antonio Saca fue condenado a 10 años de prisión; mientras tanto, sobre el expresidente Mauricio Funes hay orden de captura. Funes se refugió en Nicaragua.

Devis Leonel Maradiaga, exjefe del cartel Los Chachiros (Moreno 2015), basado en Honduras, el cual introdujo toneladas de cocaína a los Estados Unidos declaró en contra de Fabio Lobo, quien fue condenado a 24 años de prisión. Fabio es hermano del expresidente Porfirio Lobo (2010-2014), El 23 de noviembre 2018 fue también detenido Juan Antonio Hernández, hermano del actual presidente Juan Orlando Hernández, acusado también de vínculos con el narcotráfico. Costa Rica no es tampoco la excepción, pues dos expresidentes, Rafael Angel Calderón Fournier y Miguel Rodríguez Echeverría, han ido a juicio. A la lista se agrega Ricardo Martinelli, ex presidente de Panamá, quien fue deportado en junio 2018 por el gobierno de los Estados Unidos, acusado de escuchas ilegales a rivales políticos.

Frente a los grandes retos de Centroamérica, las clases dirigentes centroamericanas exhiben crecientes manifestaciones de corrupción y abuso de poder. Cómo salir de tanta inequidad y tanto desigualdad es un sin duda, un desafío para el pensamiento y la acción progresista en América Central.

Dos personas hondureñas, entrevistadas por la BBC, mientras caminaban rumbo a México en el mes de octubre 2018, resumieron muy bien estas inequidades y desigualdades. Una de ellas manifestó: “A mi si el Presidente de los Estados Unidos no le ayuda a Honduras no me interesa porque yo no recibo ayudas de él”. La otra, por su parte, concluyó: “No le tenemos miedo a las amenazas de Trump; venimos huyendo de nuestro país porque a nuestro país sí le tenemos miedo”.

 

Fuente: http://www.madrimasd.org/blogs/migraciones/2018/12/20/132711

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La salud del migrante, un tema que nos ocupa a todos

Brenda Esquivel

María Gabriela Mora

Dayanne Nájera

La migración es un hecho que ha estado presente en la historia de la humanidad desde sus orígenes, es el factor fundamental que favorece a la constitución de la sociedad tal y como es conocida en la actualidad.

Diversos países han sentados sus bases históricas en los modelos extranjeros implantados por los inmigrantes, que posteriormente dieron forma a sus respectivos sistemas políticos que dan vida a la organización social estatal. Por tanto, las migraciones son un aspecto positivo en el desarrollo de los países.

Según la Organización de Naciones Unidas (ONU)[1], para el 2017 258 millones de personas eran migrantes; asentados respectivamente en Europa 78 millones, en Asia 80 millones, América del Norte 58 millones, África 25 millones, en América Latina 10 millones y en Oceanía 8 millones.

Las personas que deciden movilizarse de un país a otro, principalmente lo hacen por factores ligados a la globalización; en algunos casos este movimiento puede ser temporal como sucede con el turismo, o por motivo de trabajo o de estudio. Así mismo, la decisión de trasladarse a otro país se puede deber a razones de vulnerabilidad, como lo son la desigualdad en la distribución de la renta, la disminución de la oferta de empleo, la desestabilidad en el orden político, entre otros; que presentan a otro país como la mejor opción para encontrar bienestar y estabilidad.

Tomando como ejemplo a Costa Rica, se constata que es uno de los países de América Latina que posee un índice más alto de migración en contraste con la emigración, dando como resultado, un saldo migratorio positivo. Al mismo tiempo, cuenta con uno de los porcentajes más altos de la región centroamericana de inmigrantes, de 9% aproximadamente, acercándose a 400 000 habitantes.

Las cifras oficiales indican que la inclusión social de los inmigrantes es positiva pero requiere de mayores esfuerzos, por ejemplo, la tasa de matrícula en la primaria de los niños provenientes del extranjero y con residencia en el país es de un 91%, por lo cual se evidencia que existe un alto número de niños que no están atendiendo la escolaridad obligatoria en el país.[2]

Según lo anterior, el país cuenta con una población migrante altamente vulnerable: mujeres y niños, los cuales en muchos casos no cuentan con las garantías mínimas de cobertura social y de salud. Y específicamente en el caso nicaragüense éstos perciben aproximadamente un 60% menos del salario que ganan los nacionales.[3]

Por lo general, los empleos a los que se dedican las personas migrantes más el poco acceso a la información por parte de dicha población (falta de información, diferencias culturales que dificultan la comprensión e interpretación efectiva de las campañas preventivas, deficitarias campañas preventivas) producen su vulnerabilidad y la de sus familias con respecto a sus condiciones de salud.

Por otra parte es importante recalcar que la población inmigrante contribuye con el 11,9% del valor agregado nacional. En términos de dicha población que llega al 9%, se denota que la contribución económica es altamente dinámica. [4]

Ahora bien, cualquier tipo de traslado de personas representa una situación de vulnerabilidad para la salud de la población del país receptor, así como la de la persona migrante. Las enfermedades no conocen fronteras, y aunque la persona que emigra no es riesgo para salud el fenómeno de la migración si es un determinante de condiciones adversas, en especial cuando se realiza de forma irregular, pues favorece la convivencia en situaciones precarias que atentan contra el bienestar de la persona.

Algunos agravantes como en Costa Rica[5], es la exclusión por parte de patronos y empresarios a las personas migrantes del derecho a asistir a los servicios de salud, debido a prácticas como partir de prácticas como morosidad, deducciones de los salarios de las cuotas correspondientes pero que no se reportan así como una alta rotación de personal para eximirse del pago de los derechos sociales.

Las afectaciones a la salud más comunes en la población migrante son:

Enfermedades carenciales de tipo nutricional (desnutrición, anemia)

Enfermedades infecciosas (gastrointestinales y respiratorias)

Enfermedades transmitidas por vectores (dengue, malaria) y las derivadas del trabajo (accidentes, intoxicaciones por agroquímicos y envejecimiento prematuro)

 Riesgo de contraer ITS y SIDA.

Es por todo lo anterior, que se deben crear medidas que generen mejores condiciones para toda la población, y que permitan brindar una atención integral, a través de políticas públicas adecuadas que den una respuesta pronta a las necesidades de sus habitantes y de las personas que transitan el suelo nacional, sin distinción de origen.

De igual manera, se deben generar esfuerzos que promuevan la creación servicios de salud inclusivos, que no solamente procuren el bienestar físico, sino que también la salud mental; para esto se requiere de compromiso político y participación de todos los sectores sociales, incluyéndonos a nosotros, evitando conductas que pueden reprimir o discriminar a otros.

Además, no se debe olvidar la coordinación regional y la cooperación como una herramienta disponible para todos los países, que a pesar de su existencia en algunos casos no son completamente eficaces.

Se debe tomar en cuenta que en la escala de necesidades y prioridades que establecen las personas migrantes, la salud es algo que debe ser atendido en el momento, en virtud de los otros apremios a los que se tienen que enfrentar en la sociedad receptora (trabajo, alimentación, remesas, relaciones de pareja, relaciones sociales, no exposición a autoridades, entre otros.).[6] Debemos recordar que la salud es un derecho humano sin importar la condición migratoria. Las personas migrantes traen beneficios a los países receptores, diversifican el intercambio cultural y agilizan la economía.[7]

Por tanto, atender a las personas migrantes desde la prevención, hasta la curación es una estrategia de salud pública, que protege tanto a los migrantes como a la población nacional, y que además fortalece la gestión de la salud en el país.

[1] ONU. (2017). International Migration Report. http://www.un.org/en/development/desa/population/migration/publications/migrationreport/docs/MigrationReport2017_Highlights.pdf.

[2] OCDE (2010). Los 12 datos más importantes sobre los inmigrantes en Costa Rica, según la OCDE.  www.oecd.org/countries/costarica/45660735.pdf

[3] OCDE (2010). Los 12 datos más importantes sobre los inmigrantes en Costa Rica, según la OCDE.  www.oecd.org/countries/costarica/45660735.pdf

[4] PNUD. (sf). Segundo Informe sobre Desarrollo Humano en Centroamérica y Panamá. https://estadonacion.or.cr/files/biblioteca_virtual/centroamerica/002/Salud_Edgar_Barillas.pdf

[5] Acuña, G. (2005).  La Inmigración en Costa Rica; dinámicas, desarrollo y desafíos. https://www.ministeriodesalud.go.cr/gestores_en_salud/derechos%20humanos/migracion/inmigracr.pdf

[6] Acuña, G. (2005). La Inmigración en Costa Rica; dinámicas, desarrollo y desafíos.  https://www.ministeriodesalud.go.cr/gestores_en_salud/derechos%20humanos/migracion/inmigracr.pdf

[7] Organización Mundial de la Salud. (OMS) (2003). https://www.paho.org/cor/index.php?option=com_content&view=article&id=143:publicaciones&Itemid=221

Fuente de fotografías:

  1. USA Hispanic PRESS, 2018
  2. ACNUR, 2018
  3. ACNUR, 2018

Enviado a SURCOS por Dayanne Nájera Matarrita.

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No es xenofobia, es manipulación

No es xenofobia, es manipulación

Dany Villalobos V.

Otra versión para no ser móviles de la desinformación.
Ante el tema migratorio, los políticos nacionalistas pretenden:

1) Ocultar y proteger los grandes negocios de los extranjeros ricos en el país (lavado y tráfico de influencias), haciendo una campaña contra los extranjeros pobres por algunos delitos que han cometido ciertos nicaragüenses.
2) Empoderar a los grupos neonazis, que serían los abanderados para alentar una crisis social, apoyada por el descontento popular contra el oficialismo.
3) Esto provocaría una crisis política para dividir y golpear al Gobierno Central, separando a los progresistas y retornando a la derecha dura al negocio del poder.

No obviemos el crecimiento de la violencia civil de por medio que ello podría implicar, ya no solo en la redes sociales, por lo que el frágil argumento de la paz en Costa Rica podría terminar de gastarse.

No es secreto el desgaste y división que produjo la campaña política anterior. Hay sectores con fuerte resentimiento político que apuestan por continuar la línea de la violencia para golpear al oficialismo, cuya base tampoco ha sido cauta en retomar posturas de respeto, pepetuando esta riesgosa división. Es cómplice el oficialismo por su falta de visión política extra-electoral.

Sea crítico en ambas vías

Sea crítico con el Gobierno actual, pero no sea ingenuo con los grupos que utilizan esta plataforma cibernética para manipular y utilizar al pueblo para sus fines políticos. Sea crítico con sus fuentes de información, porque de entrada, darle cuerda a una página que basa su propaganda en mentiras, es dejarse engañar.

Si le interesa la política, apunte a temas que realmente van a afectar al país si el gobierno no atiende: la crisis por endeudamiento y evasión fiscal, los problemas ambientales eternamente irresueltos, la desigualdad creciente que produce múltiples problemas sociales y otros de su interés.

Practique una oposición informada y responsable. No se oriente por discursos violentos, rechácelos, denúncielos, la violencia nunca es inocente ni tema para bromear. Quienes la han sufrido no estarán felices de ver como crece la violencia, en este y aquel lado de la frontera.

Finalmente pregúntese: ¿Quiénes coordinan y lideran este movimiento? ¿Quiénes convocaron a las calles? ¿Quienes les piden compartir la información? ¿Cuáles son sus fines? Si no lo sabe busque respuestas, sería mejor por el bien del país que tanto dice querer.

Análisis enviado a SURCOS por el autor, publicado también en la página de Facebook ContraVersión.

El autor aporta dos imágenes para fundamentar su análisis. Puede acceder a ellas aquí:

Marcha por la Hermandad: Costa Rica Solidaria y sin xenofobia

Mediante un evento de Facebook se está promoviendo una marcha por la hermandad y la re-afirmación de una Costa Rica solidaria y sin xenofobia.

La actividad fue programada para realizarse el sábado 25 de agosto, a las 10:00 en San José. Habrá dos puntos de salida: Parque La Merced y UCR. El punto de reunión será la Plaza de la Democracia, donde se realizará una peña cultural.

SURCOS recibió la información de Flora Fernandez Amón y refiere al grupo “Por los refugiados en Costa Rica”. La organización se define así:

Somos un grupo de costarricenses, que estamos en contra de las muestras xenofóbicas hacia nuestros HERMANOS nicaragüenses y queremos unir esfuerzos para ayudarles, apoyarles y hacerlos sentir acogidos”.

Para dar seguimiento a la información puede conectarse mediante este enlace:

https://www.facebook.com/events/527229884385521/?ti=as

Información difundida por Rafael López Alfaro en redes digitales

Sobre el odio a los migrantes nicaragüenses y otras enfermedades sociales

Sobre el odio a los migrantes nicaragüenses y otras enfermedades sociales

Juan Carlos Cruz Barrientos

Lo ocurrido este sábado 18 con la manifestación xenofóbica es una escenificación de nacionalismo exacerbado, odio hacia la población nicaragüense y autoritarismo fascistoide largamente alimentado por sectores de la ultraderecha. Tres fenómenos que se alimentan de la irracionalidad por un lado, de la ignorancia por otro y que en común tienen un caldo de cultivo en las condiciones objetivas de vida de las víctimas del modelo económico neoliberal: desempleados, trabajadores informales y asalariados mal pagados…

Estas personas enfilan sus frustraciones hacia quienes ven como la amenaza externa a los migrantes pobres de un país con el que largamente se mantiene una relación conflictiva: la clase trabajadora nicaragüense. Sin embargo son fenómenos que deben abordarse por separado ya que la manipulación ideológica de chovinismo, el odio hacia el migrante pobre y las exhortaciones a la mano dura, son armas que tarde o temprano devienen en gobiernos autoritarios filo-fascistas que lejos de resolver los problemas estructurales, los agravan.

No podemos dar pie a ningún argumento que legitime el uso de la simbología de unidad patriótica, como es la selección nacional de fútbol, ni la supuesta relación entre migración y creciente criminalidad, para aniquilar nicaragüenses como lo pretendían los manifestantes del sábado. El supremacismo costarricense en cualquiera de sus manifestaciones, es un invento ideológico de la derecha para ocultar lo que en común tenemos todos los pueblos centroamericanos que es la creciente desigualdad social entre ricos y pobres.

Los migrantes nicaragüenses no son responsables del desempleo en Costa Rica. La causa del desempleo es el estancamiento de nuestra economía que dejó de crecer desde hace años y en eso nada tienen que ver los migrantes. Los migrantes nicaragüenses tampoco son responsables de la sobredemanda de servicios médicos en la Caja Costarricense de Seguro Social porque se trata de una migración joven que hace poco uso de los mismos. Los problemas en la calidad de atención que brinda la Caja hay que buscarlos en las malas decisiones y en la corrupción de la alta gerencia y algunos cuantos médicos inescrupulosos.

Tampoco es cierto que exista una relación estadística entre el aumento de la criminalidad y la migración nicaragüense. Dicho aumento es fruto de la actividad de las bandas de narcotraficantes y ahí tampoco tiene que ver el grueso de los migrantes nicaragüenses.

En todo caso los hechos del sábado 18 favorecen a Ortega para descalificar a los que huyen de la tiranía y de paso alimentar el desprecio hacia el pueblo costarricense. No es descartable esperar de Ortega otras sorpresas fronterizas, como autoagresiones, para desviar la atención y alimentar el sempiterno recurso del conflicto entre ambas naciones al estilo de Isla Calero.

Frente a los chistes y comentarios xenófobos, frente a la desinformación y las mentiras, frente a los llamados patrioteros, no podemos permanecer indiferentes. Una escalada del odio contra nuestros hermanos de la clase trabajadora nicaragüense tampoco resolverá los problemas estructurales que nosotros los ticos no hemos podido resolver, sólo fortalecerá a los políticos oportunistas que se valen del malestar y la frustración social para llevar agua al molino del fascismo.

Declaración de la Asociación Americana de Juristas sobre la inhumana política migratoria de los Estados Unidos

La Asociación Americana de Juristas (AAJ), organización no gubernamental con estatuto consultivo en las Naciones Unidas, expresa su enérgica condena a la cruel e inhumana política migratoria de los Estados Unidos de separar a niños y niñas migrantes de sus padres y madres en flagrante violación de los derechos humanos. La brutal y despiadada política del presidente Trump de “tolerancia cero” ha causado la separación de cerca de más de 2.400 niños entre el 5 de mayo y principios de junio. La administración Trump, que se caracteriza por la falta de transparencia, trata como criminales a los migrantes que entran a los EEUU huyendo del clima de violencia y falta de garantías a la vida e integridad física en sus respectivos países. La mayoría de los inmigrantes proceden de Honduras, el Salvador y Guatemala, algunos de México y hasta donde sabemos también Brasil, países que han sido intervenidos desde tiempo inmemorial, por las políticas imperiales de los EEUU, país responsable de golpes de estado, guerras e intervencionismo en Latinoamérica. La AAJ repudia la criminalización de las familias inmigrantes y la política de la administración Trump, implementada por el fiscal general Jeff Sessions, de ordenar procesar a los detenidos con cargos criminales, arrebatar a los niños de los brazos de sus padres y madres, quedando bajo la custodia del Departamento de Sanidad y Servicios Humanos (Department of Health and Human Services), agencia federal. Una vez formulados cargos criminales, se posibilita acelerar la deportación e impedir radicar solicitudes de asilo político. Mientras, en el momento de detención, el gobierno de Trump encierra a los inmigrantes en jaulas, incluyendo a los niños, inhumanamente separados de su familia, entre llantos y escenas desgarradoras. Aunque la intensa ola de indignación y protestas obligaron a Trump a firmar una orden ejecutiva para poner fin a la separación de familias, se mantiene el procesamiento por la vía criminal a quienes entran al país en condición irregular, y los niños estarán encerrados con sus padres y madres en centros de detención y bajo la custodia del Departamento de Seguridad Nacional (Department of Homeland Security). Con ese objetivo, el ejército de Estados Unidos se prepara para albergar a unos 20.000 menores inmigrantes en bases militares ubicadas en los estados de Texas y Arkansas.

(…)

Por tanto, la AAJ expresa lo siguiente:

1. El cese inmediato de tanta crueldad, cesar de procesar criminalmente a los inmigrantes y proceder a la reunificación de las familias. Los niños y niñas no pueden ser piezas de negociación ni rehenes para los fines racistas e inhumanos de la administración Trump.

2. Que los estados que integran los EEUU, como también los y las procuradores generales, demanden al gobierno federal estadounidense por violaciones a los derechos civiles y constitucionales de los padres, madres, niños y niñas separados al llegar a través de la frontera con México.

3. Aunque los EEUU es el único país miembro de la ONU que no ha ratificado la Convención de los Derechos del Niño y no sea operativa, sus principios tienen validez internacional. La Convención establece que al niño le incumben los derechos de los mayores más los derechos del niño pues es sujeto especial de derechos. Entre los principales principios se encuentran el interés superior del niño y escuchar al niño. El interés superior está vinculado a otros principios, no es el orden público el que lo impone, sino la Convención, escuchando al niño, empoderándolo y protegiendo a la familia. (Ver art. 12, escuchar al niño; art. 9 y 14 inc. 2, los padres; art. 10, encuentro familiar; art. 18 inc. 2; art. 27, proteger a los padres para poder proteger al niño; art. 22, casos de refugiados).

4. Además, exigimos de los EEUU respetar las reglas mínimas de tratamiento de personas detenidas de cualquier forma y en cualquier lugar (Reglas de Mandela de ONU):

  • Regla 1. Todos los reclusos serán tratados con el respeto que merecen su dignidad y valor intrínsecos en cuanto seres humanos.
  • Regla 58 1. Los reclusos estarán autorizados a comunicarse periódicamente, bajo la debida vigilancia, con sus familiares y amigos: a) por correspondencia escrita y por los medios de telecomunicaciones, electrónicos, digitales o de otra índole que haya disponibles; y b) recibiendo visitas. 2. En caso de que se permitan las visitas conyugales, este derecho se aplicará sin discriminación y las reclusas podrán ejercerlo en igualdad de condiciones que los reclusos. Se contará con procedimientos y locales que garanticen el acceso equitativo e igualitario y se prestará la debida atención a la seguridad y dignidad.
  • Regla 59. En la medida de lo posible, los reclusos serán internados en establecimientos penitenciarios cercanos a su hogar o a su lugar de reinserción social.
  • Regla 62 1. Los reclusos de nacionalidad extranjera gozarán de facilidades adecuadas para comunicarse con los representantes diplomáticos y consulares del Estado del que sean nacionales.
  • Regla 68. Todo recluso tendrá derecho a informar inmediatamente a su familia, o a cualquier otra persona que haya designado como contacto, de su encarcelamiento, su traslado a otro establecimiento y cualquier enfermedad o lesión graves, y recibirá la capacidad y los medios para ejercer ese derecho. La divulgación de información personal de los reclusos estará sujeta a la legislación nacional.
  • Regla 106. Se velará particularmente por el mantenimiento y mejoramiento de las relaciones entre el recluso y su familia que redunden en beneficio de ambas partes.

5. Las actuaciones del gobierno estadounidense violan la Convención contra la tortura, que en su art. 1 la define como “todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia.

6. Permitir de inmediato misiones investigadoras en los lugares donde se encuentran detenidos los niños y niñas.

7. Permitir de inmediato que el cuerpo consular de los países de procedencia de los niños y niñas tengan acceso personal a éstos.

8. Garantizar y proveer a los niños y niñas tratamiento médico, servicios sociales y educativos.

 

Le invitamos a leer el documento completo en el siguiente enlace:

Declaración de la AAJ sobre política migratoria inhumana de los EEUU

 

 

Imagen con fines ilustrativos.

Enviado por Carlos Meneses.

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Cuando las mujeres dicen basta…

Los migrantes nicaragüenses, muy mayoritarios entre los zafreros que realizan el corte de caña en Costa Rica, están en la línea de fuego de una explotación despiadada que carcome su salud y muchas veces su propia vida. Sumarlos al sindicato fue tarea de guerreras. Lisseth Traña, secretaria de Actas y Correspondencia del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Caña (Sintraica), relata el víacrucis de esta labor.

GERARDO IGLESIAS Y GIORGIO TRUCCHI

“Hace diez años hubo un cambio de la gerencia del Ingenio Taboga y la empresa comenzó a impulsar un nuevo modelo de relaciones laborales. Muy rápidamente se observó cómo desmejoraban las condiciones salariales y laborales y como se violaban los acuerdos establecidos en el convenio colectivo.

Esta situación originó un despertar de la dirigencia sindical, cuyo liderazgo fue asumido por las mujeres. La situación empeoraba y la empresa seguía incumpliendo y violentando cada vez más los derechos.

Los trabajadores migrantes, que la empresa emplea durante el período de zafra, son los que más sufren estas violaciones.

El Ingenio Taboga les hace firmar un contrato en Nicaragua y, una vez aquí, les quita sus documentos, los terceriza y los deja a merced de unos contratistas sin escrúpulos.

Cambiar para llegar a más

Y hacer más

Necesitábamos un cambio radical. Con el apoyo de la Fentrag y la Rel-UITA elaboramos un plan estratégico y empezamos a echar a andar un trabajo de concientización del trabajador, planteándole retos y luchas en defensa de sus derechos.

En paralelo, comenzamos a denunciar públicamente y ante las autoridades de trabajo todo lo que estaba ocurriendo en el ingenio.

Organizamos reuniones y asambleas con estos trabajadores para que conocieran nuestros planteamientos, para que se acercaran a la oficina del sindicato, para que se dieran cuenta de que es un espacio abierto donde pueden llegar a plantear sus inquietudes.

Era necesario crear una relación directa con el trabajador y la trabajadora, y así lo hicimos.

En pocos meses triplicamos las afiliaciones. Tenemos a más de 900 afiliados de un total de unos 1.200 trabajadores y trabajadoras en temporada de zafra. Y vamos a afiliar más.

Es así que llegamos a la protesta del 28 de febrero, que fue algo increíble. La participación ha sido masiva. Por primera vez logramos que varios medios de comunicación hablaran de lo que ocurre en el Ingenio Taboga.

Las trabajadoras y los trabajadores han mostrado fuerza y valentía, algo que la empresa no se esperaba. Han dicho ¡basta! Es por eso que hemos logrado sentar al Ingenio Taboga a una mesa de negociación.

Ahora el reto es obligar a la empresa a cambiar de actitud, buscar soluciones y cumplir con lo que hemos acordado. No vamos a aceptar que jueguen con nosotros.

Esto no termina aquí. Sólo es el comienzo, y el papel de la mujer ha sido fundamental. Tres mujeres integramos la junta directiva del Sintraica y somos las que hemos encabezado todo el proceso.

Estamos orgullosas de ello”.

 

Fuente original: http://www.rel-uita.org

Enviado por Maikol Hernández.

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Personas migrantes y de frontera lanzan campaña en defensa de sus derechos

Comunicado de prensa

  • A través de una aplicación las personas pueden hacer denuncias en tiempo real

 

Diego Molina M.

alzomivozcr@gmail.com

 

Ante los numerosos casos de violaciones a los derechos de las personas migrantes, de frontera y solicitantes de refugio que se viven en Costa Rica, diversas organizaciones comunitarias, con el apoyo de la Fundación Cenderos, se unieron para lanzar la campaña “Alzo La Voz en Acción por Nuestros Derechos”, la cual busca que las poblaciones afectadas puedan realizar denuncias en tiempo real a través de una plataforma virtual, y que también puedan incidir en las instituciones públicas.

A través de la campaña esperamos que las instituciones del Estado sean garantes de aquellos derechos en los que prevalezcan la igualdad de condiciones al acceso de los servicios públicos, documentación, oportunidades de educación y desarrollo, empleos dignificantes, atención a situaciones de violencia basada en género, información sobre salud sexual y reproductiva, entre otros”, afirmó Maricela Hinkelammert , de la Fundación Cenderos (Centro de Derechos Sociales de la Persona Inmigrante).

La campaña fue presentada ante representantes de diferentes instituciones y medios de comunicación el viernes 29 de setiembre en el centro del cantón fronterizo de Upala, en la Zona Norte del país. En la actividad se expusieron situaciones que viven constantemente las personas jóvenes, las mujeres y las personas trabajadoras migrantes y transfronterizas, y se presentó la plataforma virtual https://alzomivoz.ushahidi.io/ donde se pueden realizar las denuncias de manera geo-referenciada (en un mapa interactivo). Al día de hoy la plataforma cuenta con 30 denuncias.

Nuestra principal problemática es falta de documentación, que constituye una barrera para hacer valer la salud y educación. Muchos dejamos muestro país por una cuestión de economía y por nuestra condición de irregularidad tenemos menos oportunidades”, expuso Jusneysi Martínez, joven migrante nicaragüense que vive en Costa Rica desde hace tres años.

Personas migrantes y de frontera lanzan campana en defensa de sus derechos2

La campaña contará con un fuerte componente de trabajo en las comunidades, donde organizaciones como la Red de Mujeres Migrantes y Nicaragüenses, la Red de Promotoras Comunitarias en Prevención de Violencia, la Red de Jóvenes Migrantes y Transfronterizos/as de Upala, y la Red de Trabajadoras y Trabajores Migrantes y Transfronterizos realizarán jornadas informativas sobre derechos humanos y explicarán el uso de la plataforma virtual.

Estas organizaciones han venido participando desde el 2016 en un proceso de capacitación facilitado por Cenderos y el instituto IPADE de Nicaragua, con el financiamiento de la Unión Europea, en el que han formulado agendas políticas basadas en el análisis crítico de sus realidades y planes de incidencia política enfocados en mujeres, jóvenes y personas trabajadoras.

En Costa Rica viven alrededor de 380 mil personas migrantes (censo nacional de 2011), las cuales sufren día a día dificultades como explotación laboral, negación de atención médica en centros de salud de la CCSS, deficiente acceso a la educación y obstrucción de los procesos para regularizar su condición migratoria, entre otras. Muchas de estas situaciones se agudizan en la zona transfronteriza, donde la presencia institucional es escasa.

Más información:

Personas migrantes y de frontera lanzan campana en defensa de sus derechos3

Enviado por Alzo la Voz.

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Conversatorio: Mientras los políticos construyen muros, nosotros debemos construir puentes

conversatorio-mientras-los-politicos-construye-muros

El Centro de Amigos para la Paz estará realizando este próximo 10 de octubre el Conversatorio “Mientras los políticos construye muros, nosotros debemos construir puentes”, esto dentro del marco del Encuentro en la Frontera del Observatorio de la Escuela de las Américas (http://www.soaw.org/border/)

Se estará conversando sobre los siguientes temas:

  • Fin a las intervenciones destructivas de índole militar, económica y política de los Estados Unidos en las Américas
  • Desmilitarización de las fronteras. Nos urge construir puentes con nuestros vecinos y vecinas, no muros
  • La desmantelamiento de los sistemas racistas y sexistas que roban, criminalizan y matan a migrantes, refugiados, indígenas, personas trans y de género no convencional, comunidades de color y a otros a lo largo del hemisferio
  • Respeto, dignidad, justicia y autodeterminación de todas las comunidades, especialmente las más pobres y vulnerables
  • ¡No más ganancias por encima del pueblo! Ni los ejércitos privados, las cárceles ni las corporaciones petroleras y mineras deberán determinar nuestro futuro o el de la Tierra. ¡El pueblo deberá decidirlo!

 

Imagen de portada con fines ilustrativos tomada de www.mientrastantoenmexico.mx

Enviado a SURCOS Digital por Marcela Zamora Cruz.

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