El Ministerio de Cultura y Juventud, mediante la Benemérita Biblioteca Nacional se complace en invitarle a las Tardes de tertulia y audición de música nacional «Escuchando nuestra esencia». Esta quinta actividad del 2025 titulada Historia de la radio será moderada por Roberto Montero y como invitado Marco González.
La tertulia se realizará el viernes 20 de junio a las 2:00 p.m. en la Benemérita Biblioteca Nacional.
El Ministerio de Cultura y Juventud, por medio de la Benemérita Biblioteca Nacional se complace en invitarle al Concierto con el Grupo Zéfiro, conformado por Ana Verónica Sánchez Narváez (mezzo soprano), Samaria Montenegro Guzmán (flautas de pico), Sebastián Herrera Castro (flautas de pico), Mario Rodríguez Ugalde (violín barroco), Leslie Evans Cerdas (viola da gamba), Juan Carlos Soto Marín (guitarra barroca), Tania Vicente León (tiorba y dirección).
La actividad, se celebrará en la Benemérita Biblioteca Nacional el martes 17 de junio a las 4:30 p.m. y será transmitida por el Facebook de la Biblioteca Nacional https://www.facebook.com/bibliotecanacional.mcj.cr/
Si es admirador del tango y le gustaría disfrutar de una velada única, llena de pasión, música y elegancia. Tiene una cita para el próximo viernes 30 de mayo en el Salón El Atrio del Centro Cultural Costarricense Norteamericano. Hora 7:30 pm.
Ópera de Cámara de Costa Rica, se complace en invitarle a este encuentro anual, ya una tradición, para los amantes de este género musical.
Se contará con la participación de los artistas nacionales: Anayanci Quirós Arce, Carol Guzmán, Olga González, José Luis Gutiérrez, Mario Alberto Marín y José Manuel de la Rocha.
Músicos invitados: Marvin Brenes y Héctor Murillo.
Bailarines: Alejandra Solano y Gustavo Bogarín.
Reservaciones al número: 88396163. Inversión: 15. 000 colones.
Los y las pioneras del canto político, épico, protesta, de la Nueva Canción
“Frente a la estrategia del olvido, la estrategia de la memoria«. José Merino.
Hace dos años se realizó un concierto con los cantautores Luis Enrique Mejía, Rubén Pagura y Manuel Monestel para celebrar un aniversario más del Movimiento de la Nueva Canción en Costa Rica que coincidió de manera casual, con los 62 años de la fundación de la Juventud Socialista Costarricense. A lo largo de 55 años, ellos han enarbolado con calidad, el honor y la dignidad del canto poético, sociopolítico y a la vez han exaltado el valor del folklore musical, del canto afrodescendiente y de las comunidades de los pueblos indígenas: la Nueva Canción Costarricense. Esto merece reconocimiento y felicitaciones. El camino sigue abierto a las nuevas generaciones de intérpretes y cantautores costarricenses.
Sin pretender hacer un ensayo histórico de tan importante acontecimiento, me permito como protagonista y colaborar de ese proceso, extraer de mi memoria de manera resumida algunos momentos y antecedentes de la fundación y organización del Movimiento de la Nueva Canción y de algunos/as poetas, cantautores, intérpretes y protagonistas fundadores y continuadores de esta historia, para siempre recordarlos/as y nunca olvidar.
¡Que nuevas manos empuñen la guitarra y el canto social y político en continuidad a ese movimiento que nació hace 50 años!
Cuando ingresé a la Juventud Socialista Costarricense en 1961, comencé a conocer de primera mano los poemas y parodias escritos por Carlos Luis Sáenz Elizondo Algunos fueron publicados en el libro “Raíces y esperanzas: poemas.” (1940), Imprenta Española. En 1963 Francisco Zúñiga Díaz, poeta, cuentista y dirigente juvenil comunista me obsequió un ejemplar que aún lo conservo.
Raíces y esperanzas se publicó con una presentación de Carmen Lyra. Es principalmente de poemas dedicados a la República Española y algunos de sus personajes, a Federico García Lorca, a trabajadoras y trabajadores costarricenses, poemas que se declamaban, canciones y parodias que cantaban los obreros: el pueblo trabajador que asistía a las manifestaciones y reuniones políticas públicas de esa época. Recuerdo algunos versos de una canción que en los años 60 los jóvenes socialistas cantábamos mucho:
«…que de dónde amigo salgo? / de un campamento en un charco, donde sirvo a la “yunai” / de un ranchillo donde vivo/con mi esposa y los chiquillos / allá en medio bananal / viera usté lo que allá pasa / con el hombre que trabaja, todo el día bajo el sol,/ comido de los mosquitos, con el agua entre la casa y mala alimentación… y por eso vengo ahora/ para recordarle a Mora Defensor de la Nación, que hace falta en el Congreso el campeón de los derechos del pueblo trabajador !».
Eran los años 40, los obreros desfilaban cantando, luchando por las garantías sociales y el Código de Trabajo que, precisamente, este año 2023 cumplen 80 años de su promulgación. La poesía y la parodia convertidos en canto político, en canto protesta, el canto denuncia acompañó las luchas de las y los trabajadores de la época.
Junto al maestro, poeta, comunista Carlos Luis Sáenz Elizondo estaba el maestro rural, poeta, folklorista guanacasteco, comunista: el inolvidable Adán Guevara Centeno, quien escribía y cantaba sus parodias en los eventos de trabajadores.
En los años 60 Adán nos las enseñaba a los jóvenes comunistas de entonces. Algunas las publicó Jaime Cerdas Mora en su libro de memorias La otra vanguardia. En la represión, a la sombra de la Junta Militar de 1948, lo colgaron de un árbol para ahorcarlo, gracias a su fortaleza logró sobrevivir y continuar hasta el fin de su vida, la lucha como cantautor político y folklorista.
En la década de los 40 la lucha política era acompañada por música, cantos, letras de poemas o parodias que se musicalizaban.
En la década 50, una década de persecución política, de libertades y democracia mutilada, en virtud del decreto 105 de José Figueres que puso fuera de ley a los comunistas y más de 150 sindicatos, y del decreto 77 para mandar al cajón de la basura los pactos de Ochomogo y de la Embajada de México, suscritos el 19 de abril de 1948 que pusieron fin a la Guerra Civil, y del artículo 98 de la Constitución política de 1949 redactado y aprobado, especialmente para impedir que organizaciones de izquierda pudieran participar en la lucha política electoral, fue una década en la que reprimían para silenciar a poetas, a cantores de parodia y de versos políticos y toda manifestación cultural y artística crítica al sistema.
Muchas de las letras escritas por Adán, las canta su sobrino Max Goldemberg, un referente de la Nueva Canción; Max sigue cantándolas por Nicoya y por todo el país.
En los años 60, la Juventud Socialista Costarricense de la mano de Adán Guevara y la maestra Emilia Prieto, nos dimos a la tarea de organizar un coro de jóvenes para cantar las canciones sociales y políticas y del folklore musical meseteño, compilados o escritos por q Emilia Prieto, quién “obedeciendo a un deseo ya puro de la autenticidad popular frente a lo bufo ,grosero y comercial con que algunos cantores tratan de definir el folklor nacional” palabras del Poeta , Alfonso Chase (Libertad, julio 1986) además del trabajo como docente, Emilia fue una recopiladora de la cultura y folklore de la Meseta Central. También fue discípula y amiga de Carmen Lyra, fundadora de la Unión de Mujeres Carmen Lyra y del Comité Nacional de la paz del que fue presidenta a partir e 1949, luchadora incansable por la paz y el progreso en el mundo siempre vinculada con el Partido comunista, En múltiples ocasiones fue perseguida y encarcelada en varias ocasiones después de la Guerra Civil de 1948 y durante la década de los 50. En múltiples ocasiones, Emilia se unía con su guitarra y su voz a las asambleas populares, motivando e inspirando a los jóvenes a investigar, estudiar, escribir y cantar para animar las luchas obreras.
También un obrero municipal cantautor, llamado Tito Aguilar, era uno de los que siempre estaba presente con su canto, cuando muere Carlos Luis Fallas Sibaja, compuso e interpretó un corrido dedicado a Calufa.
Así, se fueron gestando distintas manifestaciones del canto nuevo, político, épico, y en los primos años de la década del 70, ya podíamos escuchar en los parques del país una variedad de las «canciones protesta» —como se les calificaba, por ejemplo, de Rubén Pagura o Luis Enrique Mejía con sus cantos de lucha y denuncia
Unas veces como solistas, otras acompañados: un día de 1971 llegaron a cantar en un acto al local de la Juventud Vanguardista Costarricense (JVC). Luego se afiliaron, 2 años después asistían junto a “Quincho” Joaquín Rodríguez, como grupo llamado “Punta de Lanza” como delegados al Festival de la Canción Política en el Marco del Festival Mundial de la Juventud en La República Democrática de Alemania, que se celebró con el lema “Por la paz, la amistad y la solidaridad antiimperialista” entre julio y agosto de 1973.
Entre 1969 y 1970 unen sus voces y guitarras, Paco Goldemberg Guevara y Orlando Gamboa Guzmán para viajar por todo el país con su canto político, social costarricense y latinoamericano acompañando las luchas obreras y campesinas de esos años, luego se une Ricardo Blanco Olivares y fundaron el «Grupo Abril», No había reunión política o actividad popular donde faltaran, acompañaron a los candidatos y participaron en las manifestaciones y actividades de las elecciones presidenciales y para diputados entre 1969 y 1970. El Grupo “Abril” fue pionero de la canción política, en 1973 asisten al Festival Mundial de la Juventud en Berlín. A su regreso y unos meses después Paco se queda viviendo en su ciudad natal y funda el grupo “Pampa Brava” donde compone y canta canciones políticas y de contenido social.
En esos primeros años de los 70, surgió también el grupo «Primero de Mayo», integrado por los hermanos Marcos y Leonardo Umaña de Calle Blancos y Franklin Herrera de Guadalupe.
Nace en Alajuela de la mano de Jaime Castro el grupo «CALUFA» con las voces femeninas de Teresita Alfaro y Nidia Agüero, junto a Juan Félix Montero, Alberto Alfaro y Jaime Castro, musicalizan y cantan el poema los “Desheredados de la Tierra” que cantaba Sibajíta en Mamita Yunai. En la misma ciudad nació también un grupo llamado “Los Bolcheviques” integrado por Gerardo Sibaja, Pío, y otro compañero, creo que le decían Chorcha. Juan Félix y su esposa Nidia desde entonces se integraban con su canto a las luchas sociales y siguen con su guitarra y su canto alegrando las luchas.
Con su inseparable guitarra al hombro, Dionisio Cabal Antillón, de grata memoria, un joven adolescente que llega de Venezuela en 1970, donde vivió varios años con su padre Antidio, su hermana Ana y su hermano Antidio, escribía sus canciones y acompañaba a los sindicatos y en eventos juveniles cantando y luchando. Funda y le da vuelo, en 1971 el grupo “Gente” junto a Luis Fernando Mata y Luis Alberto Azofeifa. Su canto animaba las luchas juveniles, sus iniciativas movilizadoras fundaron un comité con decenas de jóvenes, el Comité CALUFA de la Juventud Vanguardista Costarricense. Más adelante,1975, funda con los Hermanos Mena, Marisol Carballo, Alexandra Acuña Moya (chilena) el quinteto “Viva Voz”, por razones diversas se desintegra Viva Voz y con Aurelia Trejos, y los hermanos Mena fundan en 1980 el cuarteto “Cantares” que estuvo en escenarios por largos 25 años, grabó 14 discos. Dionicio un referente y deja a las nuevas generaciones una abundante herencia de arreglos musicales y letras de canciones y cantatas y de un entusiasmo y optimismo que inspira.
Como parte de los acontecimientos, que anteceden a la fundación del Movimiento de la Nueva Canción, en noviembre de 1971, el cantautor, Víctor Jara Martínez llegó a Costa Rica invitado por la JOTA, la J.V.C. Lo hospedamos en la casa de Manuel Mora Valverde, entonces diputado. Víctor, músico, cantautor, profesor, escritor y director de teatro, ya en esos años era un referente de la Nueva Canción Chilena y Latinoamericana, dos años después, fue asesinado a pocos días de cumplir 41 años, por militares, torturadores de dictadura fascista que encabezó el General Pinochet.
Con Víctor, tuvimos encuentros en los que nos narró la experiencia del Movimiento de la Nueva Canción Chilena, sobre sus antecedentes y protagonistas, ya que él era uno de sus líderes. Nos contó la experiencia del sello discográfico (DICAP) Discoteca del Cantar Popular, fundado en 1967 por las Juventudes Comunistas de Chile para dar soporte discográfico a la Nueva Canción Chilena, decidió obsequiarnos una matriz, una cinta con canciones para hacer un disco suyo. De su puño y letra, en un papelito escribió los nombres de cada una de las canciones y el título que quería que llevara ese disco: «Pongo en tus manos abiertas». Amablemente, nos cedió los derechos de autor para que lo reprodujéramos.
Ese «obsequio» y toda la experiencia vivida con Víctor Jara, fue de indiscutible valor para el ulterior desarrollo del Frente o sector cultural de la «Jota», Juventud Vanguardista Costarricense. Emprendimos el plan o programa de tareas.
Después del Festival de Berlín en 1973 se funda el grupo “TAYACÁN” integrado por Luis Enrique Mejía, Rubén Pagura, “Quincho” Joaquín Rodríguez, Rodrigo Salas, Orlando Gamboa, Víctor Canifrú, compañero chileno exiliado, Rafael Acosta venezolano radicado en nuestro país. Se promueve la organización del Movimiento de La Nueva Canción Costarricense en el que sobresalen como fundadores Luis Enrique Mejía, Rubén Pagura, Dionisio Cabal, Manuel Monestel, Orlando Gamboa, Joaquín Rodríguez, Los Hermanos Paco y Max Goldemberg, Marisol Carballo, Jaime Castro, Juan Félix Montero, Luis Fernando Gómez, si omito nombres es porque no los recuerdo, pero si quiero destacar que el Movimiento de la Nueva Canción Costarricense nace de las manos de Emilia Prieto, ella entregó todo su amor y conocimiento a este movimiento. Estimuló e inspiró a varios de ellos a investigar, escribir y cantar cantos del alma costarricense, fue así como Dionisio lo hizo sobre acontecimientos épicos de los costarricenses, sus paisajes, sus luchas, sus leyendas, y Manuel Monestel de larga trayectoria, compositor, poeta, investigador de música popular con énfasis en la herencia afrocaribeña destacando los Calipsos. Y también con el estímulo creador, entusiasta, político y los vínculos internacionales de la Juventud Vanguardista Costarricense, me atrevo a decir que esa organización era la otra mano que ayuda a levantar el movimiento, organizando Festivales de la Canción y promoviendo la participación de sus integrantes en eventos fuera del país.
Como parte de ese proceso en noviembre de 1974, la JVC funda e inscribe la empresa de discos: (DIAP) Discoteca del Arte Popular para dar soporte discográfico al Movimiento de la Nueva Canción Costarricense, los administradores formales nombrados por la Jota fueron Rodrigo Badilla, Mario Blanco Barrantes, Jorge Corrales y Mayela Fonseca. Así se inscribe en el Registro Nacional como Sociedad Anónima. Edita más de una decena de discos.
En 1973-1974, la mayoría de los cantautores, intérpretes, solistas y conjuntos musicales se integraban a las campañas electorales, acompañando a los candidatos del PASO (Partido Acción Socialista) y a las jornadas y encuentros regionales: «La Juventud con el PASO» “La Juventud con Manuel Mora” candidato a presidente. Fue en sus inicios un movimiento muy politizado.
Luego, siguieron años de festivales nacionales e internacionales.
En 1975, se organizaron nueve festivales en todas las cabeceras de provincia y regiones bananeras que movilizó a decenas de miles de costarricenses, con un cierre monumental llenando por completo graderías y gramilla del estadio de béisbol «Antonio Escarré», que se organizó en solidaridad con Chile. En la organización participamos todas las organizaciones juveniles políticas y estudiantiles de la época, bajo el lema “Chile no se rinde, Chile Vencerá” En vivo se grabó el disco con las canciones que cada quien cantó esa noche
En abril de 1978, se realizó el Festival Centroamericano, con eventos culturales y deportivos en diferentes lugares del país lo inauguramos en un Gimnasio Público de Alajuela y cerramos el Festival en el Gimnasio Nacional Eddy Cortés, evento en el que participan varios grupos de la canción de diferentes países de Centro América. En todos los eventos siempre estaban presentes grupos y solistas de la Nueva Canción. Esas actividades se organizaron como parte de los preparativos para la participación de jóvenes costarricenses al Festival Mundial de la Juventud y Estudiantes que se celebró en Cuba, durante el verano de 1978 bajo el lema “Por la paz, la amistad y la solidaridad anti imperialista” a ese Festival asistimos 300 jóvenes: mujeres y hombres costarricenses, artistas, deportistas, políticos, obreros y campesinos y por supuesto representantes del Movimiento de Nueva Costarricense, recuerdo al conjunto “Tayacán” que desde su nacimiento fue un gran organizador y promotor del movimiento inspirando y apoyando a nuevos grupos y solistas. Eran protagonistas acompañando y cantando en los grandes eventos políticos, de las juventudes y los trabajadores por todo el país. A ese Festival en Cuba asistía como solista cuando recién se iniciaba en la Nueva Canción Juan Carlos Ureña, lo apodaban el “Jilguero” por su fina y lida voz juvenil. Más adelante al Festival Mundial en Moscú asisten el Tayacán y Juan Carlos Ureña.
Con La Discoteca del Arte Popular (DIAP) se editaron varios discos, incluido el de Víctor Jara con el nombre «VICTOR JARA VIVE», el que se grabó en el acto de clausura del festival de la Canción en Solidaridad con el pueblo y la Juventud de Chile en el estadio Escarré, y se grabaron muchos más.
Entre 1974 por iniciativa de la J.V.C., abrimos las puertas de (Cecupo), Centro de Cultura Popular, con sede en San Pedro, Montes de Oca. Se ubicaba en una amplia casa donde se instalaron oficinas de las organizaciones culturales del país, teníamos una pequeña sala de teatro y se organizaban todo tipo de actividades culturales, ahí tenía oficina al M.N.C. y se usaba para ensayos y presentaciones de sus integrantes.
En 1974 por iniciativa de la JVC alquilamos una gran casa y abrimos el bar restaurant «La casona del Higuerón», en San Pedro frente a la entrada de Barrio Pinto, participó en todo el proceso de organización y luego como administrador Mario Blanco Barrantes con su asistente Gerardo Vega. Ahí se organizaron muchos conciertos con artistas nacionales y extranjeros. Los lunes era de cine fórum, miércoles dedicado a la tertulia, mesas redondas con trabajadores de la cultura e intelectuales. La “Casona del Higuerón” fue un centro de soporte, el primero que da apoyo y difusión de los cantos de la Nueva Canción y sus integrantes, así como de literatura, arte y cultura. En 1976 en este centro de arte, cultura y canto se organizó un hermoso y emotivo homenaje a Emilia Prieto por su inmenso aporte a la cultura popular, nacional y al Movimiento de la Nueva Canción
¡¡Intensa y productiva era la actividad cultural en esos años!!
En 1975, se incorporó al MNC el grupo «Viva Voz»: Dionisio Cabal junto con Marisol Carballo —quien vive en Italia y es profesora de música—, los hermanos Mena y Alexandra Acuña —que vive y es muy activa en Chile—. También formaban parte del MNC los grupos EROME con los hermanos Monestel: Manuel y Bernal, Adrián Goizueta, argentino costarricense aporta da nuevo impulso al M.N.C. y procura una importante renovación de la música latino americana contemporánea, desde los primeros años 80 a nuestros días sigue trabajando por lo que él llama “la música popular elaborada” conjugando diversos géneros musicales. Hoy sigue siendo un referente importante de la Nueva Canción Costarricense y Latinoamericana y casi junto a él toman vuelo Fidel y Jaime Gamboa, yo diría de Fidel creador y genio infatigable de arreglos y creaciones musicales propias. Pese a su corta vida dejó huella y una herencia de trabajo constante y buena música a las nuevas generaciones. Los hermanos Gamboa, junto a otros muy buenos músicos el Grupo “Mal País” del que Fidel creo era la primera voz. A Fidel mi homenaje, recordarlo siempre cantando y tocando música.
Entre 1986 y 1990 siendo regidor en la Municipalidad de San José en la que propuse y fue aprobado el proyecto «Música y Teatro en las comunidades», del que fue coordinador general e Rubén Pagura, y Director Musical Juan Carlos Ureña, en el programa formaron parte varias actrices, actores y cantautores como Marcia Maccioco, María Nieves Barahona, Rodolfo Cisneros, Rodrigo Leitón, Gine Orlich, Melvin Méndez, Ronald Villar, Julio Vindas, Arnoldo Ramos, María Pretis, entre otras y otros del grupo, María se fue consagrando como una gran música, intérprete, poeta, cantautora hasta nuestros días, mujer artista referente de la Nueva Canción y de aquellos tiempos y sigue activa.
El Grupo “Música y Canto en las comunidades desplegó innumerables actividades de teatro y música en los Barrios Josefinos y Bibliotecas Municipales Infantiles. Escribieron y protagonizaron dos cantatas, Una “La cantata Centroamericana” de la cual se grabó un disco y otra la cantata a “San José de la Boca del Monte” estrenada en un concierto solemne en el Teatro Nacional celebrando los 250 años de la fundación de la ciudad de San José. El programa existió entre 1986 y1990. En 1990 los acompañé a una gira de conciertos por Nicaragua y Cuba Los Regidores y el Ejecutivo Municipal Johnny Araya que iniciaron en 1990 no quisieron darle continuidad. Simplemente lo cerraron, la cultura no tenía prioridad.
En el presente destacan por todo el país nuevos cantautores e intérpretes, que pienso deberían darle continuidad al Movimiento de la Nueva Canción, algunos de los que tengo presente son Beto Arnoldo Campos, organizador de Festivales Latinoamericanos, de Peñas de Flamenco, y presente en las luchas populares, Wilson Arroyo, Fran Montero, Roberto Zelaya, Óscar Espinoza, Rubén Gólcher y Alonso Ferreto, Carlos, conocido como artista Charly Muñoz de Naranjo. Sus cantos alegran, inspiran, movilizan, nos animan a la lucha donde quiere que se les escuche. Que no se pierda la experiencia, la memoria, la tradición. Hay que unir las voces de las nuevas generaciones de intérpretes y canto autores, para que sus canciones poesía y música se escuchen en cada lucha juvenil, popular, campesina, inspiren, movilicen, despierten las inquietudes y alegren las marchas populares.
La Nueva Canción debe promover el rescate de los valores de la identidad cultural nacional, de la lucha social y debe estar políticamente identificaba con las causas justas, progresista y populares. Víctor Jara nos afirmaba “es una canción comprometida en el sentido que la obra y la acción del creador se identifica con los sentimientos populares…-y nos dice-, el artista es auténtico creador, tan peligroso como un guerrillero, porque su poder es mucho”. Usémoslo.
Que nuevas manos empuñen la guitarra y el canto social y político en continuidad a ese movimiento que nació, pienso, que en 1970 hace 55 años con el Grupo Abril, que entre 1969 realizó gira por todo el territorio llevando su canto a los obreros, campesinos y a las juventudes en la campaña política electoral 1969 – 1970 con el Partido Acción Socialista y los conciertos en parques públicos de Rubén Pagura, Luis Enrique Mejía y Dionisio Cabal.
San José. Mayo de 2025
Víctor Jara en Costa Rica, noviembre de 1971. De izquierda a derecha Lenin Chacón, secretario de Cultura de la JVC, Gilberto Calvo, Víctor Jara, Vladimir de la Cruz.Lenin Chacón habla en el cierre del Festival internacional de Solidaridad con Chile. Estadio Escarré. Marzo de 1975.Imágenes de conciertos en el Festival de Solidaridad con Chile.Portada del disco que recoge canciones del Festival. Rubén Pagura junto a representantes de Panamá y de El Salvador.
Erik Satie fue un músico genial que compuso grandes obras, inspiró a la música minimalista de la segunda mitad del siglo XX y tuvo un compromiso político, tras pasar una juventud inclinada hacia la espiritualidad. El próximo 1 de julio de 2025 se cumple un siglo de su fallecimiento. Esta es su biografía.
Erik Satie, cuyo nombre completo fue Éric Alfred Leslie Satie, nació el 17 de mayo de 1866 en Honfleur, Normandía, Francia. Hijo de Jules Alfred Satie y de Jane Leslie Anton, tuvo orígenes escoceses por vía materna.
En 1870, Erik Satie se mudó a París con su familia. Pero, tras la temprana muerte de su madre, él y su hermano Conrad regresaron a Honfleur con sus abuelos paternos y se convirtieron en católicos, abandonado el culto anglicano que habían seguido hasta entonces.
En 1878, Erik Satie y su hermano volvieron a París con su padre y éste se casó con la profesora de piano y compositora Eugénie Barnetche, situación que provocó que el joven Erik aprendiese los fundamentos del instrumento e ingresase en el Conservatorio de París en 1879. Considerado sin talento por sus profesores, terminó expulsado del centro, aunque, al poco tiempo, demostró que se habían equivocado.
En 1884, así pues, Erik Satie compuso Allegro. En 1887 y 1888, las tres Gymnopédies para piano. Y, justo después, las Gnossiennes también para piano. A temprana edad, el músico tocó el cielo con esas obras magnas, las cuales se convirtieron en la fuente de inspiración de la música minimalista desarrollada en la segunda mitad del siglo XX.
En esa etapa de su vida, Erik Satie se interesó por las enseñanzas de los rosacruces, basadas en el trabajo interior y la transmutación espiritual, y llegó a ser, en 1891, el maestro de capilla y el compositor oficial de una de sus ramas: la Orden de la Rosa Cruz Católica y Estética del Templo y del Grial. Fundada en ese mismo año por Joséphin Péladan, Satie compuso para ella piezas como Sonneries de la Rose+Croix.
En 1892, Satie se separó de Péladan y fundó la Iglesia Metropolitana de Arte del Jesús Conductor, centrada en la religión católica y el arte. Para su iglesia, escribió la Misa de los Pobres.
Después de una efímera relación con la pintora Suzanne Valadon, ya en 1898, Erik Satie abandonó París y se fue a vivir a Arcueil, una población situada a las afueras de la capital francesa. Y su vida sufrió un cambio radical.
La experiencia de vivir en Arcueil en una simple habitación rodeado de obreros provocó que el músico dejase atrás definitivamente su etapa espiritual y abrazase el socialismo, militando a partir de entonces en partidos socialistas y comunistas como el propio Partido Comunista Francés (PCF).
Satie permaneció fiel hasta sus últimos días a esa ideología y a la causa de los obreros. Y una frase del escritor francés André Breton lo dice todo al respecto: “Satie afirmaba que el piano, como el dinero, no resulta agradable más que a quien lo toca”.
La evolución de Erik Satie, en cierta forma, fue similar a la de otro artista genial: el pintor mexicano Diego Rivera. De joven, Rivera fue rosacruz y Oficial en la Gran Logia Quetzalcóatl de la Antigua y Mística Orden Rosa-Cruz (AMORC) para, después, convertirse en comunista. Si Satie compuso piezas musicales para los rosacruces, Rivera pintó por encargo de ellos la obra Quetzalcóatl, serpiente emplumada.
En Arcueil y entre los obreros, Erik Satie volvió a inspirarse y a componer obras notables de repercusión en la historia de la música. En 1915, conoció al escritor y artista Jean Cocteau y los dos iniciaron una colaboración fructífera de la que nació el ballet Parade, considerado el precursor del surrealismo. Estrenado en París en 1917, fue dirigido por Serguéi Diáguilev, con música de Satie, libreto de Cocteau y vestuarios y escenografía de Pablo Picasso.
En 1924, Erik Satie también compuso la música de los ballets Mercure y Relâche, asociados al dadaísmo o dadá, el antepasado directo del surrealismo. Ambos fueron estrenados en París, con música suya y vestuarios y escenografía de Pablo Picasso en el primero de ellos. Resultaron sus últimas grandes obras. Su despedida artística.
Erik Satie falleció finalmente en el Hospital de Saint-Joseph de París el 1 de julio de 1925 a los 59 años de edad, envuelto en problemas económicos y de salud. Y fue enterrado, de inmediato, en el cementerio de Arcueil, ante el dolor de los allí presentes y de otros que, desde la distancia, se conmocionaron.
Con el paso de las décadas, poco a poco, Erik Satie recibió todo tipo de homenajes. Francia le dedicó calles, conservatorios y escuelas e, incluso, la comunidad científica le puso su nombre al asteroide (9438) Satie, descubierto el 5 de marzo de 1997 por el Observatorio Nacional de Kitt Peak de Estados Unidos.
Los enemigos políticos del músico tampoco lo olvidaron. No le perdonaron su militancia en el Partido Comunista Francés, su internacionalismo y haber afirmado que el patriotismo se resume en la máxima: “todo para mí, nada para los demás”. En 2016, el Frente Nacional francés lo señaló por haber sido “comunista” e intentó parar un homenaje que le preparaba el Ayuntamiento de Arcueil.
A día de hoy, la música de Satie sigue cautivando a millones de personas y sus piezas son interpretadas y grabadas por artistas de todo el mundo. Entre sus sucesores minimalistas, destacan compositores de gran talla como Michael Nyman o Philip Glass.
Erik Satie compuso obras memorables, fue clave para la música minimalista posterior, realizó aportaciones históricas al surrealismo y al dadaísmo y tuvo un compromiso político duradero, tras una juventud inclinada hacia la espiritualidad. Su legado es extraordinario, no tanto por el volumen como por la excepcionalidad. No tanto por la composición como por la innovación. Único.
Santiago Rusiñol dijo de él allá por 1890: “Si la fortuna no le juega una mala pasada, su nombre sonará con el tiempo. Su táctica tiene mucho de oriental, pues tiende a simplificar su arte para llevarlo a la última expresión de sencillez”. No se equivocó.
Este jueves 24 de abril se entregó la Medalla UNA al grupo Marfil. El conjunto dio sus primeros pasos con Tipí, Isidor, Tabash, Espinach, Chavarría y se les sumaron Raúl Rodríguez, Gregorio Carr, Gene Chambers, Wilfrido Dixon y Luis Coto.
A lo largo de más de 50 años de trayectoria, ha contribuido de manera significativa con el patrimonio cultural nacional, tanto a través de la música mediante la producción de decenas de sencillos, EPs y cuatro discos de larga duración, como en la difusión de la cultura afro costarricense y contribución al enriquecimiento del patrimonio cultural del país.
En sus presentaciones internacionales, sus temas originales y arreglos de ritmos caribeños de grandes éxitos discográficos han sido motivo de grandes elogios públicos, empresarios, productores y músicos de los países visitados siempre declararon su admiración por la agrupación y su alto desempeño en escena
La “Medalla Universidad Nacional” constituye una distinción que se entrega en casos excepcionales a personas o instituciones, nacionales o extranjeras, cuya trayectoria de excelencia o sus aportes en el campo social, humanístico, científico, artístico y cultural constituye un destacado ejemplo en la construcción de una sociedad más humana, más plena, inspirada en los más altos valores de una cultura de paz, justicia y bienestar social.
Oficina de Comunicación Universidad Nacional, Costa Rica
El Ministerio de Cultura y Juventud, mediante la Benemérita Biblioteca Nacional se complace en invitarle a las Tardes de tertulia y audición de música nacional «Escuchando nuestra esencia». Esta tercera actividad del 2025 titulada Conjuntos populares costarricenses será moderada por Roberto Montero y como invitado Luis Guillermo Freer.
La tertulia se realizará el viernes 25 de abril a las 2:00 p.m. en la Benemérita Biblioteca Nacional.
El Ministerio de Cultura y Juventud, por medio de la Banda Nacional de San José y la Benemérita Biblioteca Nacional, se complacen en invitarle al concierto Música entre libros con la Banda Nacional de San José.
Este concierto se realiza en conmemoración del Día Internacional del Libro y los Derechos de Autor.
La actividad será presencial el jueves 24 de abril a las 10:00 a.m. en la Benemérita Biblioteca Nacional. También se transmitirá por el Facebook Biblioteca Nacional Costa Ricahttps://www.facebook.com/bibliotecanacional.mcj.cr/
San José, Costa Rica — abril de 2025. La cantante y compositora colombiana Natalia Serna presenta su más reciente álbum “Mi hogar soy yo” con un concierto en vivo el jueves 10 de abril a las 7:00 p.m. en Selva Art House, un espacio cultural íntimo ubicado en San José. Las entradas tienen un valor de ₡7.000 en preventa y pueden adquirirse escribiendo al 6431-4978.
Este lanzamiento en vivo marca el inicio de un nuevo ciclo artístico para Natalia, con un disco que invita a redescubrir el hogar interior a través de una fusión única de géneros latinoamericanos como pop, guabina, flamenco, son, rock y una esencia alternativa que atraviesa toda la obra. “Mi hogar soy yo” es una reflexión profunda sobre la migración, la identidad, el poder femenino y la pertenencia.
El concierto contará con una banda base integrada por Valeria Delgado Camacho, Mariel Vargas y Daniela Contreras, músicas que participaron también en la grabación del álbum. A ellas se sumarán como artistas invitadas las reconocidas instrumentistas Fiorella Hidalgo, Maricel Martén y Alexa Ellis, y una presentación especial de la cantautora Jessica Matus, aportando aún más fuerza femenina y diversidad sonora al espectáculo.
Uno de los momentos más esperados de la noche será la interpretación de “Canción Luz”, el tema que cierra el álbum, una celebración en forma de son y salsa dedicada a Luz Miriam, madre de Natalia, y símbolo de gratitud, alegría y raíz.
“Mi hogar soy yo” fue grabado entre Colombia, Costa Rica, México y Chile, con participación de más de una docena de artistas y profesionales de distintos países, y ya está disponible en Spotify, Apple Music, Amazon Music y YouTube bajo el respaldo de Sello Jueves.
DETALLES DEL EVENTO Lugar: Selva Art House, San José, Costa Rica Fecha: Jueves 10 de abril de 2025 Hora: 7:00 p.m. Entradas: ₡7.000 en preventa Reservas y entradas: al WhatsApp 6431-4978