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Etiqueta: pandemia

Resaca electoral: La sociedad negadora – 1

Luis Andrés Sanabria Zaniboni

“Cuando unos pocos se apropian de aquello que no puede ser suyo más que haciendo que no sea de los otros e impidiendo que los otros puedan servirse de lo que tienen derecho, estamos ante la negación del Bien Común” –  Ignacio Ellacuría

Ante el impulso de los aires de “cambio” propuestos por el gobierno entrante, y siguiendo las voces que solicitan el tiempo y prudencia para valorar las intenciones-acciones de este. Dejando este espacio de “oportunidad” vale la pena preguntarnos ¿Cuál es la sociedad dominante que sale de la pandemia en nuestro país?

Han pasado 40 años de aquellas intervenciones que realizó el padre Ignacio Ellacuría, en donde nos invitó a reflexionar sobre la violencia en sociedades divididas. Pasado este tiempo, resulta importante retomar el hilo de su pensamiento, y plantearnos una primera idea: la sociedad negadora.

Ellacuría nos recuerda que como opción radical y crítica se hace necesario volver nuestra mirada a la negación de la vida que es producto de las relaciones dominantes situadas en nuestros contextos históricos, es decir la gravedad de la violación o de la privación que puede padecer una determinada mayoría.

Esta negatividad, sólo puede ser sostenida en el tanto exista esa “positividad” que es asumida y disfrutada por una minoría de esa sociedad determinada, una minoría que cuenta con las formas y modos que niegan o impiden  aquello que podría o debería ser y por otro lado es el sostén de esa realidad negadora (dimensiones clasistas, coloniales, racistas, patriarcales, etc.).

Nos quedamos por ahora en esta primera aproximación, y como ejercicio nos aventuramos a pensar en torno a esa sociedad que ha sido fortalecida y legitimada simbólicamente a través de los mecanismos electorales (no hay que olvidar que cuantitativamente el abstencionismo sigue siendo el que manda).

Basta observar y escuchar las políticas “estrella” que justifican el supuesto sentido de cambio de gobierno propuesto, les compartimos un breve resumen: los ecologistas como enemigos de la empresa privada, el carpetazo al Acuerdo de Escazú, desregulación de agroquímicos, exploración de gas natural, la urgencia de la ley de jornada 4/3, la misión de erradicar la “ideología de género” del sistema educativo y para sellar la jornada la revisión de la norma del aborto terapéutico.

Volvemos a nuestra pregunta ¿Qué forma de sociedad delinea lo anterior? Por un lado, el avance del neoextractivismo como actividad económica, pero también como política institucional, es importante señalar la persistencia de la impunidad de las violencias que sufren las recuperaciones en territorios indígenas, que sigue privilegiando un Estado racista y colonial, el apoyo al sector agroindustrial cuando legitima el discurso antiecologista y promueve la desregulación de la normativa ambiental, en este caso exploración de gas natural y la apertura a sustancias químicas.

En un segundo acto, privilegiando la posición de las cámaras industriales al refrendar la necesidad de desregular la jornada laboral, al impulsar la modificación de la jornada de 8 horas, por una de 12 horas en 4 días, esto no sólo perjudica en la desaparición “camuflada” de las horas extras, sino que sumerge a la persona trabajadora a una situación de desprotección y desgaste, ya que este tipo de jornadas representan una desventaja, ya que existe una desigualdad de hecho de la relación patrón-trabajador, y esto lleva que no sea una opción individual, sino de interés de la empresa, además erosiona las condiciones para aquellas personas que estudian, con familia o con personas a cargo, ni hablar de los espacios de recreación.

Sumado a todo esto, el frente abierto contra la mal llamada “ideología de género”, que no es más que una forma “sofisticada” de cuestionar y deslegitimar los derechos de las mujeres, los derechos sexuales y reproductivos y de las diversidades sexuales. Inicialmente vemos esta ofensiva en dos dimensiones, una primera acción sobre el sistema educativo público, procurando el retiro de los planes de estudio de estos contenidos, y una segunda acción, la remoción de los tímidos avances presentes en la política y reglamentación del país, esto lo vemos en la solicitada “revisión” a la norma del aborto terapéutico.

Luego de esto, si tuviéramos que perfilar que tipo de sociedad negadora se configura a través de los relatos dominantes de este gobierno, podríamos señalar algunas características: neoextractivista, antiobrera y conservadora.

Ante este escenario, Ellacuría nos recordaba lo complejo que significa incidir en sociedades desiguales, en donde precisamente la política no está al servicio de la ampliación de los derechos de las personas, sino impulsada en la defensa de los intereses y privilegios de unos u otros grupos. Como un primer aporte, el padre Ignacio nos recordaba que la discusión y disputa de este escenario debe tener tres pies: en lo que tiene de verdadero-falso, justo-injusto y lo que tiene de ajustado o desajustado, desde la corporalidad, crítica y negación de esa mayoría que padece el poder.

En una próxima entrega, volveremos sobre esa sociedad que padece el poder, o cómo podríamos llamar la sociedad negada.

¿Cambio de la Administración Biden respecto a Cuba?

Germán Gorraiz López – Analista político

El anacrónico Bloqueo de Estados Unidos contra Cuba instaurado por Kennedy en 1.962 aunado con la irrupción de la pandemia del coronavirus habría abocado al pueblo cubano a una asfixia económica sin precedentes desde la crisis vivida en el llamado “período especial” de inicios de los 90.

Cuba y la Guerra Fría 2.0

Los cambios propuestos por la Administración Trump tenían la intención de aumentar las regulaciones y la supervisión para dificultar a las empresas estadounidenses rubricar acuerdos con Cuba y que los ciudadanos estadounidenses continúen viajando al país. Estas decisiones fueron fruto de la extenuante presión de los destacados representantes cubanoamericanos Marco Rubio y Mario Díaz-Balart, ambos republicanos. Según un estudio realizado por Engage Cuba, la nueva política “le costaría 6.600 millones de dólares a la economía estadounidense y afectaría 12.295 empleos durante el primer mandato de Trump”. Por su parte, el exvicepresidente Mike Pence anunció la implementación de nuevas medidas contra dos compañías que transportan crudo venezolano hasta Cuba así como contra los 34 buques que utiliza PDVSA para tal cometido, con el objetivo confeso de provocar la “asfixia energética de Cuba” mediante la amputación del cordón umbilical que unen a Venezuela y Cuba, siguiendo la teoría kentiana del “palo y la zanahoria”, expuesta por Sherman Kent en su libro “Inteligencia Estratégica para la Política Mundial Norteamericana” (1949) y como traca de despedida, Trump volvió a incluir a Cuba en la lista de “Estados Patrocinadores del Terrorismo” hasta completar la cifra récord de 243 sanciones contra la Isla.

El objetivo confeso de EEUU era que la Isla se viera abocada a una asfixia de resultados imprevisibles tras el hundimiento del turismo provocado por la irrupción en la Isla de la pandemia del coronavirus. Así, en el paroxismo de la insolidaridad, EEUU bloqueó las compras y entregas de mascarillas, jeringas, ventiladores pulmonares y demás insumos sanitarios básicos para el tratamiento de pacientes con Covid-19, pues el objetivo último de EEUU sería conseguir el desabastecimiento total de petróleo, alimentos e insumos sanitarios vitales para hacer tambalear el actual status quo de la Isla.

Cambio geopolítico de la Administración Biden

A pesar de las esperanzadoras declaraciones de Joe Biden sobre su intención de reconducir las relaciones con Cuba, en una entrevista concedida a la CNN, el asesor de Joe Biden para América Latina, el colombiano Juan González , descartó un nuevo deshielo con Cuba y aseguró que “Joe Biden no es Barck Obama en la política hacia la Isla” al tiempo que añadió que “el momento político ha cambiado de forma importante”. Dichas afirmaciones se habrían visto corroboradas con el apoyo expreso de Biden a las recientes asonadas populares que serían la punta del iceberg de la nueva Revolución de Colores impulsada por la CIA al declarar que “nos unimos al pueblo cubano y a su clamoroso llamado por la libertad”, asonadas que terminaron diluyéndose en la nada.

La decisión de Biden de continuar con el endemismo del Bloqueo e imponer nuevas sanciones a destacados dirigentes cubanos podría generar un vacío de resultados imprevisibles en plena Guerra Fría 2.0 entre EEUU y Rusia que podría terminar por dibujar una nueva cartografía geopolítica en el Caribe y el conflicto en Ucrania habría sido el detonante del cambio de la percepción geopolítica de la Administración Biden para descartar una posible reedición de la Crisis de los misiles en Cuba y podríamos estar en la antesala de un nuevo período histórico en el que el papel geopolítico de la Isla se vería reforzada.

Así, asistimos al inicio de una época de deshielo en las relaciones Cuba-EEUU que aunque no alteran la cruda realidad de un embargo anacrónico, significan la flexibilización de ciertas medidas implementadas por la Administración Trump, como la reanudación de vuelos comerciales a varias ciudades cubana, la suspensión del límite de 1.000 dólares en el envío de remesas así como la ampliación de visas y el apoyo a un amplio acceso universal de Internet en la Isla, medidas calificadas pro el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano como “ un paso limitado en la dirección correcta” y se verán reforzadas por la pronta salida de Cuba de la Lista de “Estados Patrocinadores del Terrorismo” que impedían al Gobierno cubano acceder a ayudas económicas de organismo internacionales como el Fondo Monetario Internacional.

Efectos económicos y financieros en América Latina y el Caribe del conflicto entre la Federación de Rusia y Ucrania

En un reciente informe de Naciones Unidas, la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Alicia Bárcena, analiza los efectos económicos y financieros del conflicto entre la Federación de Rusia y Ucrania, en América Latina y el Caribe.

Según Bárcena, el conflicto ocurre en un contexto de alta incertidumbre a nivel global asociada a diversos factores, entre los que destaca: el desigual ritmo de vacunación contra el COVID-19 y las nuevas variantes del virus, las presiones inflacionarias y la dificultad presente para mantener el estímulo fiscal, las tensiones comerciales y los riesgos en el sector inmobiliario de China, las disrupciones en las cadenas de suministro y la alza en los fletes, así como, los eventos extremos debido al cambio climático.

De acuerdo con el informe, este conflicto tiene un impacto en las economías de América Latina y el Caribe a través de los canales de transmisión de los efectos circunstanciales, principalmente el canal comercial (con efectos directos e indirectos), el canal de precios de las materias primas (incluidos los términos de intercambio y los problemas de inflación) y el canal financiero.

Los precios de productos básicos agrícolas y alimentos, la (in)seguridad alimentaria, la inflación, el desempleo y la pobreza son algunos de los efectos mencionados por la CEPAL como adversos, al contexto de incertidumbre y volatilidad que sufre hoy la Región.

Dicho informe fue presentado en el Diálogo de Alto Nivel “Escenarios ante el conflicto en Ucrania”, organizado por el Consejo Económico y Social (CES) de la República Argentina el 23 de marzo de 2022.

Le invitamos a descargar el informe y seguir de cerca los cambios en la geopolítica de los países latinoamericanos: https://www.cepal.org/es/publicaciones/47831-efectos-economicos-financieros-america-latina-caribe-conflicto-la-federacion

Metida de patas en Zapote

Freddy Pacheco León

Crece confusión con mascarillas y vacunas en Casa Presidencial, mientras los habitantes demandan mayor protección del Estado.

En cuanto al uso de la mascarilla, el Decreto 43544-S sí es congruente con lo anunciado por el presidente de la República el 8 de mayo, pues elimina su uso obligatorio en espacios cerrados. Solo deben utilizarla el personal hospitalario y pacientes que requieren atención médica.

Todas las personas que no sean personal de primera línea de atención o que no requieran acceder a los establecimientos de salud, están exentos de esta obligación. “El Ministerio de Salud deberá establecer, bajo razones técnicas, objetivas y con enfoque de Derechos Humanos, los casos excepcionales en los cuales queda excluido el uso obligatorio de la mascarilla.”, señala el Decreto. 

Especialistas en epidemiología, virología, así como organizaciones de médicos han alzado la voz contra esa disposición ante la llegada de una nueva ola pandémica, como lo evidencia el crecimiento en el número de contagios en las últimas semanas.

En resumen, con el decreto publicado en atención al compromiso con antivacunas y evangélicos, se vienen dos acciones: antes de su aplicación. El Ministerio de Salud tiene la importante tarea de determinar dónde es obligatorio el uso de mascarillas y qué sucederá con establecimientos privados que se reservan el “derecho de admisión”;  y una segunda consecuencia, la presentación de acciones contra el decreto claramente ilegal ante la Sala Constitucional.

Reiteramos: el decreto tiene requisitos que condicionan su aplicación y que corresponde al Ministerio de Salud determinar antes de su efectiva ejecución. Podrían resolverlo hoy o mañana (si están claros), pero mientras no lo hagan queda a la espera. Es un trámite usual.

¿ COMUNIDAD? ¿IMAGINADA?

Por Memo Acuña ( Sociólogo y escritor costarricense)

Las primeras reacciones al decreto presidencial en Costa Rica que elimina la obligatoriedad del uso de la mascarilla y lo establece solo para personal de salud en la primera línea de atención, brindan de sobra elementos para seguir analizando la reestructuración sociocultural de una experiencia colectiva en declive.

En otro momento, la determinación presidencial habría dado paso a un estado de confianza mutua, basada en evidencias de que el comportamiento societal ha sido desde un inicio el de un grupo que ha sabido cuidarse en la solidaridad, el reconocimiento y el afecto. Las evidencias no existen, ni mucho menos las pruebas de que eso haya sido así durante los más de dos años que ha tomado esta contingencia sanitaria global.

Lo cierto es que en toda batalla cultural, los símbolos suelen aquilatarse más que los hechos. Y en este caso, la imagen de la mascarilla como fuerza simbólica que una vez más ha polarizado a este país, que es a su vez muchos países desde hace mucho tiempo, ha colocado en perspectiva una conducta, una actitud que debiera entenderse como bien común, pero que no lo es.

La batalla cultural que mencionamos tiene que ver en cómo ser comunidad a pesar de las violencias, la desigualdad, la fragmentación territorial, el despojo y la acumulación, el desdén de las élites por el resto del pueblo, la descalificación ad portas de la ciencia y el conocimiento, la ausencia de solidaridad y empatía por el otro, la otra. En estas circunstancias es difícil erigir una experiencia común.

La apelación al cuido, dicta el manual básico de atención en esta contingencia sanitaria, implica varias acciones sencillas pero que requieren una individualidad consciente de su entorno, del resto de la sociedad. Son tres reglas básicas repetidas hasta la saciedad: lavado de manos correcto y constante, distanciamiento físico y uso correcto de la mascarilla.

También dicta el manual que la mascarilla no solo lo protege a usted sino a quienes están a su alrededor en caso de que usted sea portador del virus. Esto, tan fácil de comprender, ha sido llevado al extremo de la defensa de las libertades individuales, como saldo quizá de lo que la acción del mercado le ha hecho a la psiquis de las personas: anteponer el bien individual al bien común.

No dudamos que existan personas que por su trabajo han debido usar el dispositivo por tiempos prolongados. Se justifica su fatiga. Pero son las menos. Bien lo han planteado algunos especialistas: este tema se ha politizado y su contenido médico ha sido sustituido por opiniones y argumentos poco calificados.

La hora nuestra es compleja y difícil. Ante el relajamiento de acciones tanto de política pública como personales, nos aprestamos a recorrer una quinta ola pandémica que incidirá no solo en aumento de casos y fallecimientos sino que impactará sobre un extenuado sistema hospitalario que una vez más deberá llevar el peso de la atención que provocará esta batalla cultural en marcha.

Lo ha dicho con tino el epidemiólogo costarricense Juan José Romero: se dejaron de atender enfermedades crónicas en este periodo de tiempo y esto incidirá a la larga en la salud pública de nuestras poblaciones.

El resultado de fondo es la constatación de que el proyecto de sociedad imaginada ha sido pulverizado. Esa experiencia de iguales fue sustituida por varias diferencias, notables que se recrean en el orden de lo sociopolítico y cultural. Lo hemos mencionado ya muchas veces: ante este resultado, la refundación se impone, el repensarnos como país es urgente.

POLITIZACIÓN DE LA PANDEMIA

Álvaro Vega Sánchez

Álvaro Vega Sánchez, sociólogo

Lleva razón el demógrafo, Dr. Luis Rosero, cuando dice que las medidas recientes del nuevo gobierno sobre el uso de la mascarilla y la vacunación han politizado la pandemia, no así cuando destaca que “en Costa Rica esto se había evitado”, eximiendo a la administración anterior de esta politización.

Aunque hay que reconocer aciertos y logros en el manejo de la política sanitaria del gobierno saliente, particularmente de la Caja Costarricense del Seguro Social y los esfuerzos del ministro de salud, el Dr. Daniel Salas, lo cierto es que en el manejo en general de la pandemia también predominó el criterio político de corte neoliberal, inducido por intereses de grupos de presión económica, no atendiendo suficientemente a criterios técnico-científicos y ético-sociales.

Así, por ejemplo, se flexibilizaron las medidas en la Semana Santa del año 2021 a sabiendas de los riesgos que implicaba y que ya habían sido advertidos, particularmente por las proyecciones estadísticas y matemáticas. Asimismo, a contrapelo de las recomendaciones de las organizaciones de salud, como el Colegio de Médicos, el sindicato de los trabajadores de la salud, así como de las organizaciones magisteriales, se dio la apertura del curso lectivo bajo la modalidad presencial.

Efectivamente, el gobierno de don Carlos Alvarado también politizó las medidas para encarar la pandemia, cuando no atendió, no sólo a los consejos técnico-científicos de las instancias competentes en materia propiamente sanitaria, sino tampoco a las medidas sugeridas por científicos sociales y organizaciones de la sociedad civil, incluida la academia, para contener el impacto socio-económico entre los sectores más vulnerables. El país fue raquítico en invertir en condiciones donde se exacerbaron dichos impactos, ocupando el último lugar entre los países de la OCDE.

La politización está a la vista, cuando se toman medidas riesgosas y contraproducentes con tal de no tocar a grupos de poder económico. Siempre se apeló a leyes y medidas para exigir contribuciones solidarias a empleados y pensionados del sector público, para no tocar a los sectores del gran capital empresarial y financiero, a quienes más bien se les premió con flexibilizaciones para la contratación del empleo y con exoneraciones y amnistías.

Fue por estas razones, entre otras, que en algún momento mencionamos que el gobierno de don Carlos Alvarado emulaba “los tenebrosos caminos” de Donald Trump y Jair Bolsonaro, quienes desatendiendo los criterios de la ciencia subvaloraron la pandemia, en el caso de Trump justificando sus medidas permisivas aduciendo que era más importante “evitar el pánico” y en el caso de Bolsonaro calificando la pandemia de “gripiña”. Concepciones y acciones de este tipo condujeron a ambos países, Estados Unidos y Brasil, a ser los punteros mundiales en mortalidad por causa del coronavirus Sars Cov 2.

El columnista brasileño Ricardo Kotscho, en el contexto de las manifestaciones brasileñas pidiendo la renuncia de Jair Bolsonaro el 19 de junio del 2021, cuando el número de muertes alcanzó al medio millón de personas, se refería a la “historia de horror que vivimos en tiempos en que la ignorancia venció a la ciencia y las mentiras superaron a los hechos”.

            Sí, hay que evitar seguir transitando por una politización que enceguece y da la espalda a los mejores criterios técnico-científicos y ético-sociales, para encarar los grandes desafíos de un país que viene apostando por un verdadero cambio, que ponga la política al servicio del bien común.

UNDECA rechaza abandono de la protección de la población

SURCOS comparte la siguiente información:

En UNDECA compartimos la preocupación, manifestada por diversos expertos, por el decreto emitido por el Presidente de la República, por el alto riesgo a que se podría estar exponiendo a la población costarricense al eliminar el uso de la mascarilla y la vacunación obligatoria, exceptuando al personal de la Caja, entre otros.

Es preocupante, porque se ha evidenciado el alto porcentaje de vacunación, pese a las campañas antivacunas impulsada por algunos grupos, que obligó al anterior Ministro de Salud, la Comisión Nacional de Vacunación y la misma CCSS a aplicar la obligatoriedad de las medidas de protección personal, obligatoriedad que incluso superó el filtro constitucional.

Debemos entender que amplios sectores de la población tienen mayor riesgo de contagiarse por la COVID-1, debido a su fragilidad por edad, condiciones de salud y otras situaciones de vulnerabilidad. También, este desafortunado decreto, vulnera aún más al personal de salud, ya de todas formas muy afectado, a ser objeto de nuevos contagios, que ha causado fallecimientos y múltiples secuelas para muchos funcionarios.

Este abrupto decreto, desconocemos si fue consultado con las autoridades de la Caja, por el altísimo costo para la institución, por internamientos en áreas especializadas, compras de medicamentos, vacunas, mascarillas, la logística de la vacunación, y el incremento en el pago de incapacidades que realiza el Seguro de Salud, que incide en su sostenibilidad y que ha aumentado exponencialmente las listas de espera, con gran perjuicio para la población.

Hacemos un llamado a la Presidencia de la República, a la Ministra de Salud, a las autoridades de la CCSS y a la Defensoría de los habitantes, para que en resguardo de los derechos fundamentales de los habitantes se revise la pertinencia de una decisión de esta naturaleza.

¡La pandemia no ha terminado!

San José, 9 de mayo del 2022

 

Imagen ilustrativa.

La internacional de la avaricia

Luis Fernando Astorga Gatjens

En la semana anterior, se reportó que desde que se inició la pandemia de la Covid-19 hasta el presente, seis grandes compañías farmacéuticas de Estados Unidos y Europa, que desarrollaron vacunas contra la enfermedad, ganaron 227 mil millones de dólares en valor de mercado.

De esta manera, las farmaceúticas Pfizer, Moderna, Biontech, AstraZeneca, Novavax y Johnson & Johnson aumentaron ya sus abultadas fortunas, de manera astronómica. Un reducido grupo de accionistas y ejecutivos se tornaron más ricos al emerger esta enfermedad que ha marcado la vida del planeta en los últimos dos años y medio.

Se trató entonces de un pingüe negocio mediante el cual se transfirió un torrente de recursos públicos a estas empresas ya que las compras del inmunizante, lo hicieron los Estados.

Algunos líderes políticos (particularmente de países del sur planetario) clamaron para que se suspendieran las patentes y que se permitiera la libre producción de los antígenos, durante el periódo más grave de la pandemia. Pero tanto estas farmacúticas y líderes políticos alineados con sus intereses, negaron esta posibilidad de manera tristemente rotunda. De esta manera, pusieron en grave riesgo la salud de millones de personas que habitan los países más pobres. Es seguro que muchas muertes y complicaciones derivadas de la Covid-19 se hubieran evitado si las ganancias económicas se hubiesen pausado, en un corto lapso de tiempo, para dar prioridad al más elevado interés humanitario.

Sin embargo, no solo la farmacéuticas se han visto beneficiadas con la pandemia. Como ha venido denunciado Oxfam la riqueza de los diez hombres más ricos del mundo se ha duplicado mientras que los ingresos del 99 % de la humanidad se ha visto reducido. De esta manera, la pobreza y la desigualdad se ha incrementado en forma significativa.

Gabriela Bucher, Directora Ejecutiva de la mencionada ONG lo dice con medidiana claridad: “Los milmillonarios han tenido una pandemia de lujo. Los bancos centrales han inyectado billones de dólares en los mercados financieros para salvar la economía, pero gran parte ha acabado en los bolsillos de los milmillonarios, que se han aprovechado del auge de los mercados bursátiles. Con las vacunas se pretendía poner fin a esta pandemia, pero los Gobiernos de los países ricos han permitido que los milmillonarios y los monopolios farmacéuticos corten el suministro a miles de millones de personas. Esto podría traducirse en un incremento de todas las formas imaginables de desigualdad. La previsibilidad de esta situación es indignante, y sus consecuencias son letales”.

La pandemia abrió una enorme oportunidad para la solidaridad. Pero la avaricia de un reducido grupo de seres humanos le ganó la partida. Con ello, la brecha de desigualdad entre países ricos y pobres se ha ampliado y dentro de los países, la brecha social y económica entre sectores y grupos sociales también se ha hecho más honda.

Con datos del año anterior, en América Latina se amplió el enorme abismo que ha existido históricamente entre los pobres y los propietarios de grandes fortunas. El número de multimillonarios en la región latinoamericana se incrementó de 76 a 107 y la fortuna acumulada por este selecto grupo casi se duplicó: Pasó de US$ 284.000 millones a US$ 480.000 millones, según el análisis realizado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La avaricia (“afán de poseer muchas riquezas por el solo placer de atesorarlas sin compartirlas con nadie”) siempre ha existido. Empero con la pandemia escaló de manera exponencial. ¿Qué hay de nuevo para que se haya dado este repudiable fenómeno.

Lo nuevo nos viene de finales del siglo anterior. Se trata de la pandemia neoliberal que como un terrible matapalo se ha apoderado de la política y, con ello, de la economía, de la sociedad y de la cultura de la mayoría de los países del orbe.

Diversas expresiones de un neoliberalismo extremo han bloqueado que se fijaran impuestos a las enormes fortunas concentradas en pocas manos, para enfrentar el incremento de la pobreza y la desigualdad.

En Costa Rica, ni siquiera se insinuó tal posibilidad ya que hubiese sido aplastada por la mayoría legislativa neoliberal que imperó desde el 2018 al 2022. Tampoco un impuesto solidario que pudieran pagar los dueños de grandes fortunas, hubiese contado con el apoyo de las cámaras patronales.

La avaricia neoliberal es como un agujero negro, que no deja ni rastros de solidaridad y de preocupación por el bien común.

El Papa Francisco al caracterizar lo que hoy prevalece en el mundo y que nos plantea el enorme desafío de su erradicación, lo expresa claramente: “Veo un modelo de vida económica y social caracterizado por tantas desigualdades y egoísmos, en el que una exigua minoría de la población mundial posee la mayoría de los bienes, y que a menudo no duda en explotar a las personas y los recursos”.

(9 de mayo, 2022).

UCR: Dos nuevas publicaciones internacionales dan luz sobre la integridad y funcionalidad de nuestro cerebro

¿Qué papel ha jugado la dieta en el mantenimiento de la integridad del cerebro y su funcionalidad durante el brote de COVID-19?

Publicaciones con participación del Centro de Investigación en Movimiento Humano

•Dieta poco saludable durante la pandemia de COVID-19 y sus efectos nocivos en la salud cerebral •Hay poca evidencia sobre el efecto agudo del entrenamiento de resistencia (ER) en las cogniciones en adultos mayores

¿Puede una dieta poco saludable  afectar la función cerebral y, en consecuencia, ser un factor de riesgo para enfermedades mentales? Y, ¿existe un efecto agudo del entrenamiento de resistencia (ER) en las cogniciones en adultos mayores? Respuesta a estas interrogantes las encontramos en dos recientes estudios en los que participó el Centro de Investigación en Ciencias del Movimiento Humano de la UCR. En este inicio del 2022 el Centro de Investigación en Movimiento Humano (Cimohu) de la Universidad de Costa Rica (UCR) nos comparte dos estudios publicados en las revistas internacionales Frontiers in Nutrition (Fronteras en Nutrición) y Journal of physical education, fitness and sports (Revista Educación física, bienestar y deporte).

Los resultados de estos dos estudios aportan datos relevantes para otras disciplinas que también tienen como objeto de estudio la salud integral del ser humano, así como para personas y organizaciones de la sociedad civil que desarrollan actividades o proyectos en torno al cuido de la persona adulta mayor.

El director del Cimohu, Ph.D. Francisco Siles Canales, destaca que la publicación de estudios especializados, como estos dos primeros del año,  en prestigiosos espacios científicos nacionales e internacionales, es una herramienta  importante para cumplir con la misión de este centro de investigación de la UCR:  generar conocimiento para la comunidad nacional e internacional, mediante la integración de las áreas relacionadas con las ciencias del movimiento humano, con el fin de  posibilitar soluciones técnicas y prácticas que sean convenientes, de manera propia y en coordinación con instituciones públicas o privadas, nacionales o extranjeras.

Nutrición cerebral durante la pandemia por Covid-19

La Covid -19 obligó a millones de personas a distanciarse unas de otras para reducir la probabilidad de infección. Esto causó un aumento del sedentarismo, con las ya conocidas consecuencias negativas de un exceso de tejido adiposo que, a la vez, conduce a trastornos metabólicos e inflamatorios relacionados con enfermedades crónicas y trastornos de salud mental, como ansiedad, depresión y problemas para dormir.

Las muy variadas funciones cognitivas del ser humano se benefician con el ejercicio fìsico en las diferentes etapas de su vida, y la etapa de la adultez mayor no debe de ser una excepciòn.

La pandemia de Covid 19 ha tenido un impacto  considerable en la economía de los hogares, reduciendo la asequibilidad de los alimentos y, en consecuencia, la calidad de los alimentos. Aunque diferentes documentos a nivel internacional destacan la relevancia de la dieta para fortalecer el sistema inmunológico, hay una falta de énfasis en el papel de la dieta en el mantenimiento de la integridad del cerebro y su funcionalidad durante el brote de COVID-19. Esta importante temática es abordada en el estudio Dieta poco saludable durante la pandemia de COVID-19: una opinión sobre los efectos nocivos en la salud cerebral,  publicado en la revista internacional Frontiers in Nutrition. En este artículo se discute cómo una dieta poco saludable puede afectar la función cerebral y, en consecuencia, ser un factor de riesgo para enfermedades mentales.

En el siguiente enlace puede consultar la publicación completa: Dieta poco saludable durante la pandemia de COVID-19: una opinión sobre los efectos nocivos en la salud cerebral

El entrenamiento de resistencia y la función cognitiva de adultos mayores costarricenses

Se ha demostrado que diferentes tipos de intervenciones de ejercicio mejoran el rendimiento cognitivo; sin embargo, hay poca evidencia sobre el efecto agudo del entrenamiento contra resistencia en las cogniciones en adultos mayores.  Se diseñó el  estudio Efecto agudo del entrenamiento de resistencia en la función cognitiva de adultos mayores costarricenses (publicado este 30 de abril del 2022 en Journal of physical education, fitness and sports)  para  determinar el efecto agudo del entrenamiento contra resistencia sobre el rendimiento cognitivo en 45 adultos mayores costarricenses sanos (Edad = 65,3 ± 3,7 años).

Los adultos mayores fueron distribuidos en tres grupos: 1. Entrenamiento contra resistencia de alta intensidad (G1), 2. Entrenamiento contra resistencia de baja intensidad (G2), y 3. Control que no hizo ejercicio (G3). Los participantes completaron pruebas cognitivas que evaluaron la velocidad de procesamiento, el procesamiento visuoespacial, la función ejecutiva y el control cognitivo, la memoria de trabajo y la memoria inmediata. Después del programa de entrenamiento se encontraron mejoras significativas en el procesamiento visuoespacial en el G1 y G2.  Se concluye que el entrenamiento contra resistencia realizado inmediatamente mejoró o mantuvo el rendimiento cognitivo en adultos mayores. Enlace de la publicación completa: https://ijpefs.org/index.php/ijpefs/article/view/427

 

María Encarnación Peña Bonilla
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

Ucrania en el escenario teleonómico

Germán Gorraiz López – Analista

Shakespeare, por boca de un asustado Enrique IV expresa el miedo y la impotencia del hombre debido a la ausencia de certezas ante el caos de la mudanza : “¡Dios mío, si tuviésemos la opción de leer en el libro del destino y ver del tiempo las revoluciones, ver cómo la ocasión se burla y cómo llena el cambio la copa de Mudanza con diversos colores”.

Por caos entendemos algo impredecible y que se escapa a la miope visión que únicamente pueden esbozar nuestros ojos ante hechos que se escapan de los parámetros conocidos pues nuestra mente es capaz de secuenciar únicamente fragmentos de la secuencia total del inmenso genoma del caos, con lo que inevitablemente recurrimos al término “efecto mariposa” para intentar explicar la vertiginosa conjunción de fuerzas centrípetas y centrífugas que terminarán por configurar el puzzle inconexo del caos ordenado que se está gestando.

El citado” efecto mariposa” trasladado a sistemas complejos tendría como efecto colateral la imposibilidad de detectar con antelación un futuro mediato pues los modelos cuánticos que utilizan serían tan sólo simulaciones basadas en modelos precedentes, con lo que la inclusión de tan sólo una variable incorrecta o la repentina aparición de una variable imprevista provoca que el margen de error de dichos modelos se amplifique en cada unidad de tiempo simulada hasta exceder incluso el límite estratosférico del cien por cien, de lo que sería paradigma el Brexit, el triunfo de Donald Trump, la irrupción de la pandemia del COVID y la invasión rusa en Ucrania.

El biológo francés Jacques L. Monod en su ensayo “El azar y la necesidad” (1.970) explica que las variables del logos y el azar de la evolución humana serían aspectos complementarios de la necesaria adaptación evolutiva de los seres vivos ante los cambios drásticos para asegurar su éxito reproductor (supervivencia) con lo que asistiríamos a la irrupción de un “escenario teleonómico” en contraposición al llamado “escenario teleológico” vigente en las sociedades occidentales. El Brexit y el triunfo de Trump marcarán pues el finiquito del “escenario teleológico” en el que la finalidad de los procesos creativos eran planeadas por modelos finitos que podían intermodelar o simular varios futuros alternativos y en los que primaba la intención, el propósito y la previsión y su sustitución por el “escenario teleonómico”, marcado por dosis extremas de volatilidad que afectarán de manera especial a sistemas complejos como el Cambio Climático, la Detección y Prevención de Epidemias, los Flujos Migratorios, la Bolsa de Valores y el Nuevo Orden Geopolítico Mundial.

Así, tras la guerra de Ucrania, asistiremos al finiquito de la Unipolaridad de Estados Unidos y de su papel de gendarme mundial y su sustitución por la nueva doctrina de la Multipolaridad o Geopolítica Inter-Pares, formado por la Troika EEUU, China y Rusia (G3) así como a la irrupción en el escenario geopolítico de la nueva ola desestabilizadora mundial. Dicha ola involucionista estaría originada por causas económicas (el ocaso de la economía global); culturales (el declive de las democracias formales occidentales debido a la cultura de la corrupción); políticas ( tras la pérdida de credibilidad democrática de incontables gobiernos de países occidentales y del Tercer Mundo) y geopolíticas (la irrupción de un nuevo escenario geopolítico mundial tras el retorno al endemismo recurrente de la Guerra Fría entre EEUU y Rusia).