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Etiqueta: Partido Liberación Nacional

El triunfo de José María Figueres

Vladimir de la Cruz

La Convención del Partido Liberación Nacional terminó, en su primera fase, el pasado domingo 6 de junio. Para los liberacionistas sigue su segunda fase, la Convención Nacional del 6 de febrero próximo. Su resultado era previsible. Se impuso José María Figueres Olsen, quien había ejercido la Presidencia de la República en el período 1994-1998. Se sentía no solo como la fuerza interna más importante dentro del Partido y del proceso convencional, sino como una fuerza política nacional, trascendente a su propio partido, quizá como el candidato más fuerte y más presente que haya para las próximas elecciones, considerando lo que a la vista se está viendo en este momento.

Los cinco candidatos participaron exitosamente. Cada uno de ellos ganó en lo que correspondía. Cada elector por ellos puede pensar que perdieron los que no votaron por su particular candidato. Eso es lo normal, lo correcto, lo natural. En una elección ganan todos los electores que con pasión, compromiso y esperanza depositan su voto y confianza en el candidato que han elegido.

La elección interna del Partido Liberación Nacional no era una elección de cinco partidos, ni de cinco fracciones o tendencias dentro de ese Partido. En ningún momento se presentó este escenario de lucha de tendencias, más lo fue de dirigentes o de destacados políticos o militantes de ese Partido. Al menos así no se presentó el escenario electoral interno, aunque desde fuera hubo quienes quisieron encasillar a algunos de esos candidatos dentro de tendencias, que eran inexistentes en la realidad, porque algunos de esos candidatos recibieron apoyo de expresidentes de ese Partido, pero que no estaban jugando ningún papel protagónico a su interior en estas elecciones, y porque partidarios fieles de esos expresidentes ya habían tomado posición con Figueres u otros candidatos.

Del candidato que gana en la elección, igualmente, sus votantes pueden decir lo mismo, que más perdieron los que no votaron por él.

Cuando se trata de una elección interna de un partido político no se puede ver que la suma de los votos de los que no resultaron ganadores es porque rechazaron en votos al ganador. Aquí votaron todos los liberacionistas, los miembros de Liberación Nacional, y algunos ciudadanos que, yendo a votar, por el carácter abierto de la Convención, intentaron escoger, de esa terna de candidatos, a quien les parecía mejor en posibilidad de que quedara electo y, eventualmente, también en posibilidad de llegar a ser Presidente de la República en el 2022.

Todos los votos recibidos por los distintos candidatos fueron votos a favor del Partido Liberación Nacional, en esas cinco candidaturas. Esto es lo correcto de interpretar de ese resultado. Eso hace que ya Liberación se vea con una base de inicio para la campaña nacional de casi 400.000 personas que ya manifestaron su intención de darle apoyo a ese Partido, y voto en febrero. Y, de esas personas, entre candidatos a elegir en los distintos puestos que se disputaban, que eran cerca de 20.000 inscritos, y las 18.000 personas que lograron movilizar para apoyar toda la logística de la atención de las mesas electorales, y de la organización de ese día de elecciones, evidencia una clara fortaleza del Partido Liberación Nacional, a menos de 9 meses de la elección nacional, que hasta ahora no tiene ningún otro partido político de los que están preparándose para las elecciones de febrero.

Se equivocan los que segmentan solo los votos recibidos a favor de Figueres para considerar que con el 40% recibidos por él, del total de esos votos, es más fácil derrotarlo. No. Liberación Nacional desde hace muchos años es una máquina electoral, es una organización compacta si no se divide en una Convención como ha sucedido en los últimos procesos electorales, donde fallaron además en sus elementos táctico-estratégicos de la campaña electoral, alrededor de los candidatos que pusieron en el 2014 y en el 2018. El apoyo de Antonio Álvarez a José María Figueres en esta Convención fue decisivo, pero fue lo más inteligente que pudo suceder y que sumó inmediatamente a otros precandidatos que estaban originalmente inscritos. En esta Convención no se dividió el Partido en el desarrollo de la Convención. No tiene por qué dividirse en esta otra etapa electoral, salvo que empiecen a actuar culebras y víboras divisionistas que nunca faltan.

Las lecciones del pasado inmediato han sido bien asimiladas. Figueres, y el grupo que lo ha acompañado en la dirección de la campaña interna, ha sido muy claro, hasta ahora, en ese sentido. Ha actuado con gran sensatez, madurez y visión política frente a sus oponentes, y frente a la unidad del Partido que hay que mantener.

Dentro del figuerismo pueden moverse aguas orientadas a no reconocer la realidad de las fuerzas que resultaron de la Convención, para cualquier negociación interna que haya que hacer, lo que sería un grave error, con ese triunfo en las manos. Del mismo modo los otros candidatos no pueden envalentonarse con sus propios resultados o más allá de ellos.

El arte de la política es la suma, no la resta ni la división de voluntades, de partidarios y de simpatizantes. La elección de febrero va a ser muy compleja y posiblemente tensa contra José María Figueres, porque se le va a percibir como el candidato con más posibilidad de ganar, por lo que algunos partidos equivocadamente mueven sus baterías hacia él y Liberación Nacional, en lugar de mantenerlas contra el Partido Acción Ciudadana como el partido al que hay que derrotar para evitar un tercer gobierno suyo.

Todos los que participaron, como candidatos en la Convención, que no resultaron ganadores tienen más que ganar que perder sumándose a la lucha electoral nacional que viene alrededor del candidato José María Figueres Olsen. Todos tienen la posibilidad de seguir siendo activos militantes y dirigentes de ese Partido, y todos tienen la misma oportunidad de continuar hacia el 2026 en su mismo surco, ya abierto, de aspirantes a la Presidencia de la República, que de mantenerse en esa brega, después de febrero, difícilmente les resulten otros candidatos más fuertes. Son de alguna manera los que representan esos nuevos esfuerzos y candidatos que tienen que irse puliendo más hacia el 2026.

La Política, con P mayúscula, para parafrasear a Claudio Alpízar, ya no permite candidatos improvisados. De alguna manera se impone la formación de liderazgos, de reconocimientos de líderes, que además de sus espacios públicos de participación, deben meterse en los espacios organizativos de sus partidos.

De los otros que participaron en la Convención, Rolando Araya, con un muy buen resultado, de segundo lugar, es el que más ha sabido combinar su presencia pública y su presencia partidaria. Además, por haber sido candidato presidencial oficial de ese Partido, en el 2002, es miembro del Directorio Político, sitio al que regresó hace pocos meses, lo que en ese momento me pareció muy importante para Rolando como para el propio partido.

Los dirigentes políticos nacionales, de un partido político nacional, requieren tener contactos y realizar visitas periódicas a todos los rincones del país, para visitar partidarios, para atender problemas de la organización del partido, más ahora que hay elecciones municipales dos años después de la nacional, y con mayor importancia para Liberación Nacional porque tiene la mayoría de las municipalidades y alcaldías bajo su dominio político.

No conozco cuanta presencia tienen, como partido, con las personas electas en las municipalidades, pero hacia el futuro tienen que fortalecer esa presencia en formación y atención política. Y, especialmente, atender esas alcaldías que dominan en esta etapa que sigue hasta las elecciones de febrero. Figueres tiene esa capacidad de trabajo, de movilizarse, de recorrer el país. Más obligación tiene ahora, sabiendo que ha desatado fuerzas externas a Liberación Nacional que se han movilizado contra él y que trataron de influir en la votación de la Convención.

La Convención abierta que convocó Liberación Nacional tenía esos riesgos. Que se llamara a votar contra Figueres votando por cualquiera de los otros candidatos. Si eso sucedió no dio resultados. Pero, significó también haber hecho a Figueres el más visible, importante e imponente de la Convención. Le dieron más publicidad, sin que hubiera una clara consigna de por qué no votar por él.

Si hubo gente que se movilizó a la Convención a votar por Figueres, y lo hizo, también votaron por Liberación sin prejuicios partidarios, y los coloca en posición de volver a votar por Liberación y por Figueres si su discurso electoral les encanta, les enamora, les da esperanzas. Eso puede suceder porque las campañas electorales tienen mucho de esos cantos de sirena y de flautistas de Hamelin.

Atacar a Figueres por atacarlo, con la vaina vacía, con rumores, sin fundamentos reales, que se hayan plasmado en acusaciones penales o judiciales, en sentencias contra él, algo lo pueden afectar acudiendo al concepto hitleriano de que una mentira dicha mil veces llega a ser verdad. Pero le hará más efecto propagandístico de imagen, por negativa que sea esa campaña, lo que lo va a favorecer. Los que atacan a Figueres pierden tiempo en propagandizar a favor de los candidatos que creen que pueden derrotarlo, que por esos mismos motivos pasan más anodinos, ignorados, desteñidos. Una campaña negativa puede convertirse a favor de quien es víctima de esa campaña. Los que atacan a Figueres no se dan cuenta del propagandón que le hacen, aunque sea hablando mal de él.

La realidad desde el 6 de junio es que José María Figueres, guste o no, es el candidato oficial del Partido Liberación Nacional. Es el candidato que en este momento se visualiza como el mejor aspirante a suceder al Presidente Carlos Alvarado, y su partido, Liberación Nacional, es el que se percibe, en este momento, como el capaz de sustituir en el Gobierno al Partido Acción Ciudadana. Si dentro de Liberación Nacional, en la Convención, se veía como un portaviones, en la campaña nacional, en este momento se ve como el portaviones que ya zarpó hacia su puerto, el 6 de febrero próximo. Por ahora los dos navíos que han anunciado su salida son yatecitos.

La noche del domingo 6 de junio Figueres hizo un discurso, al conocer el resultado de la Convención excelente, bien hecho, inteligente, de gran madurez y profundidad, ecuánime, sin pasiones negativas, ubicado en la Costa Rica que enfrentará de llegar a gobernar, haciendo un llamado a la conciencia de quienes le oían en todo el país de los retos que enfrentamos y de las posibilidades de enfrentarlos con él y su partido. Más parecía un discurso de un estadista que de un simple candidato electoral. Un discurso unitario al interior de su partido, reconociendo y destacando a sus contrincantes de la Convención, tendiéndoles la mano y puentes, reconociendo que antes de ese discurso ya habían hablado con cada uno, quienes le habían reconocido como triunfador, y dispuestos a colaborar como ya habían pactado en la Convención que harían con quien triunfara.

Su discurso pareció el de una toma de posesión de Gobierno, trazando rutas, sueños, esperanzas. Hizo una valoración del país, de sus principales problemas, de la necesidad de acabar con el Gobierno del Partido Acción Ciudadana, para tener un “bien vivir”. Y, señaló que ese “bien vivir” no es maná del cielo, no es producto del azar, que debe ser el resultado del fruto de una visión clara y de trabajo tenaz. Así llamó a trabajar por él y con él por esa nueva Costa Rica, la del Bicentenario, que le tocará administrar si llega a Gobernar. Terminó su discurso con un llamado al “bien vivir”. Dijo:

“Eso es lo que ofrezco queridas amigas y amigos. Forjar una visión compartida de futuro, y unir las mejores mentes y voluntades en torno a un proyecto ambicioso para asegurar la recuperación nacional, con la persona, las familias y la comunidad como protagonistas.

Nuestra misión será contribuir al bien-vivir de las personas en nuestra patria. Trabajar sin descanso para ampliar las capacidades y las alternativas de cada persona, para aspirar a una vida más plena, una vida en equilibrio consigo mismo, los demás y la naturaleza.

El bien-vivir no es una utopía. Es nuestro más sentido anhelo y nuestro firme compromiso con el pueblo de Costa Rica.

Bien-vivir es tener casa digna para la familia, con servicios de calidad, y con internet de banda ancha para conectarse al mundo.

Es tener acceso a una educación que prepara no solo para el trabajo, sino para la vida, facilitando a cada persona alcanzar su máximo potencial. Es comprender los desafíos como parte de la vida, y desarrollar el temple para superarlos.

Bien-vivir es alimentar el espíritu con los frutos de la cultura y las artes, para trascender las necesidades básicas y disfrutar a plenitud de nuestra condición humana.

Es vivir de forma saludable, y con un sistema de seguridad social solidario y eficiente, capaz de velar por nosotros en todas las etapas de nuestras vidas.

Bien-vivir es tener empleo de calidad, bien pagado, con derechos laborales y protección social.

Es vivir sin miedo, vivir sin rejas en la casa. En comunidades seguras, luminosas, y limpias, con árboles y espacios para el deporte y la recreación.

Bien-vivir es ser libres para soñar y emprender, para transformar nuestras ideas en empresas exitosas y sostenibles.

Bien-vivir es también cuidar nuestra parte del planeta, con amor y devoción, como se cuida lo más querido.

Es contar con sistemas modernos e integrados de movilidad, desde ferrocarriles hasta ciclo vías, utilizando solo energías limpias.

Bien-vivir es ser solidario con las personas que más nos necesitan, es involucrarse en la comunidad y sumarse a las causas nobles que procuran el mejoramiento de la colectividad.

Es pagar lo que nos corresponde al Estado, exigiendo a cambio servicios eficientes y de calidad.

Bien-vivir es también actuar con ética, en lo público y lo privado, combatiendo sin reparos la corrupción.

Es respetar todos los derechos de las personas, las creencias y las preferencias de los demás, convencidos que el respeto cambia la vida y que esos derechos son irreversibles.

Bien-vivir es reconocer la invaluable contribución de la mujer al bienestar colectivo y garantizarle las oportunidades y los derechos que merecen.

El bien-vivir es nuestro norte, la estrella que guiará nuestras decisiones y nuestras acciones. Esta es mi promesa solemne al pueblo de Costa Rica esta noche.

Esta será la misión del próximo gobierno de Costa Rica”.

Hacia la elección del Presidente y la Asamblea Legislativa para la Costa Rica del Bicentenario… de los próximos 30 años

Vladimir de la Cruz

La realización de la Asamblea Nacional del Partido Liberación Nacional ha sido lo más importante para ese Partido, y en cierta forma para los demás partidos, que están con procesos de convocatoria de Convención, abierta o cerrada, sobre todo porque no aplazó ni postergó la Convención fechada para los primeros días de junio. Liberación Nacional está marcando la cancha y obligando a andar detrás de ellos.

Esta es una prueba de fortaleza de ese Partido que le permitirá evaluar sus fortalezas y debilidades organizativas, de este proceso, que mínimamente movilizará a los 20.000 candidatos que aspiran a distintos puestos de la estructura política verde y blanco. Y, que movilizará, por lo menos, 60.000 personas contando dos más por cada candidato que hay a elegir.

Por electos esos candidatos sabrán también las debilidades regionales, considerando que la Convención es nacional, en todo el país, con casi mil puestos de votación, y empezarán a afilar machetes hacia la campaña electoral, a potenciar la organización partidaria alrededor de los candidatos electos y, especialmente, a prepararse para la Asamblea Nacional que deberá ratificar al candidato presidencial y también escogerá los candidatos a diputados.

El reto más importante del resultado de la Convención es mantener en la línea partidaria a los otros candidatos, a saber, negociar con los que no queden electos sus posibilidades políticas dentro de la campaña electoral, considerando igualmente, en proporción a los resultados, sus intereses y aspiraciones partidarias. Si Liberación Nacional quiere ganar las elecciones debe integrar, y amarrar sólidamente, a todos los restantes candidatos en el carro presidencial. Al menos ya están bien consolidados los que se adhirieron a José María Figueres.

La próxima campaña, para todos los partidos, pero especialmente para Liberación Nacional, Acción Ciudadana y la Unidad Social Cristiana, que han sido partidos gobernantes, es ganar en la primera vuelta. Una segunda vuelta, dependiendo de los finalistas, puede llegar a ser más tensa que la segunda vuelta del 2018.

La verdad, para mí, es que, en estos partidos, Liberación Nacional, la Unidad Social Cristiana y Acción Ciudadana, en cierta forma las cartas ya están echadas. No hay mucho margen para jugadas políticas sorpresivas, ni para que los precandidatos levanten más de lo que ya tienen.

En estos partidos quedan las candidaturas de diputados. En Liberación Nacional entiendo que los definirá, como corresponde, la Asambleas Nacional, que le dará más atención a la calidad política de los diputados y les permitirá escudriñar mejor sus candidatos de manera que no les aparezca otro Viales. Hay partidos que no aguantan mucho este tipo de escándalos. Y hay escándalos que provocan manchas casi indelebles.

En mi opinión la Asamblea Nacional deben realizarla cuanto antes le sea posible. No tiene por qué ser convocada en la víspera del cierre de inscripciones ante el Tribunal Supremo de Elecciones de las candidaturas, porque esto también les da ventaja sobre los otros partidos políticos, especialmente sobre los que han postergado sus procesos convencionales internos, mostrando más debilidad organizativa que atención a las medidas precautorias frente al COVID.

En la Unidad Social Cristiana más dependen de las Asambleas Provinciales. Los candidatos que piensan que deben ocupar los primeros lugares tienen que presionar rápidamente para la realización de ellas y definir así las candidaturas. Asamblea que nombra candidatos no puede moverlos. Las últimas tendrán que ajustarse a la representación paritaria horizontal, como ya se las aplicó el Tribunal Supremo de Elecciones en la pasada campaña cuando obligó a invertir la candidatura de San José porque ya había electo los candidatos masculinos de la cuota horizontal del primer lugar. Los diputados actuales, en cierta forma los haló su candidato presidencial del 2018, Rodolfo Piza. En esta elección van sin un Rodolfo Piza que les asegure esa cantidad de diputados. Arriesgan a disminuir su bancada actual diputadil con los candidatos que tienen a la vista. Tampoco tienen mucho donde escoger y con el planteamiento conservador que tiene, la Unidad Social Cristiana, tratando de competir con los partidos cristianos no católicos, ramachecos, no llega a esa población, porque los ramachecos la tienen cautiva, sobre todo si tienen un tema nacional que explotar electoralmente que en este momento no está en la agenda nacional, ni me parece que les aparecerá natural ni artificialmente.

En los otros partidos tampoco hay mucho de sorpresa porque varios de esos partidos son personales, tienen dueño o patrono, y no tienen mucho que discutir respecto a candidaturas presidenciales, ni mucho que decidir respecto a los primeros puestos de candidatos a diputados.

En Acción Ciudadana solo definirán en la Convención el candidato presidencial. Le dejan a la Asamblea Nacional las candidaturas a diputados y al propio candidato que tiene una cuota de nombramiento de los primeros puestos.

El postergar la Convención, como las Asamblea Nacionales, o Provinciales, cuando éstas tienen poder de designación de candidatos, es riesgoso por pleitos internos, por procesos viciados en la convocatoria y realización de la Convención como de las Asambleas, que deben reprogramarse, y lleva sus días y atraso frente al electorado de mostrar las candidaturas, así como por apelaciones que puedan producirse.

La gente, los electores, en mi experiencia, cuando aparecen los candidatos oficiales empiezan a definirse, a dar apoyo y a declarar y comprometer lealtades.

En los otros partidos las aguas parecen bastante mansas, pero como en las lagunas y ríos debajo de esa tranquilidad de aguas en la superficie, puede haber corrientes muy fuertes y remolinos que pueden engullirse a cualquiera. Así es también la política.

Las posibilidades de la coalición alrededor de la candidatura de Rodrigo Chaves, que impulsa principalmente el Partido Republicano Social Cristiano no se ha agotado, pero se les está yendo el tiempo. Sin coalición, por pequeña que sea, su candidatura se verá muy disminuida. Y si la coalición tiene un sesgo conservador también se depreciará. Tiene Rodrigo Chaves la capacidad y el talento, como pocos de los candidatos, para un discurso social desde su propia óptica por la experiencia internacional que ha tenido atendiendo y tratando de resolver problemas de pobreza en casi 50 países, de manera que sabe cómo enfrentar causas estructurales de la pobreza y sus posibles soluciones, en países como Costa Rica. De lograrse esta coalición es la única, y por sí da imagen de mayor tamaño que sus propios partidos. ¿Acaso no fue así la coalición de la UNIDAD en 1978, que lo que tenía era un gran candidato? Me parece que algunos de quienes impulsan su candidatura, de manera oportunista, lo que les interesa es su nombre para ver si pueden elegir unos cuantos diputados más, haciendo uso de él como lo hizo el Partido Integración Nacional con Juan Diego Castro en el 2018.

Las otras fuerzas electorales de signos parecidos van hasta hoy divididas e individualizadas cada una de ellas, con pocas posibilidades de elección incluso de diputados porque sus rediles electorales los tienen divididos. Y tienen buenos candidatos a la vista, y de lo que suena, más allá de si a uno le gustan o no esos candidatos o sus planteamientos, pero que son candidatos buenos lo son, para las necesidades que tiene el país, y el trabajo parlamentario.

Tarea política urgente es llevar calidad política a la Asamblea Legislativa, y especialmente a la Presidencia a quien con certeza se sepa que no es un candidato improvisado, ni ad hoc, para la ocasión del 2022. Este debe ser el objetivo y propósito de todos los partidos políticos en la contienda electoral que está en marcha.

Es el Presidente y la Asamblea Legislativa para la Costa Rica del Bicentenario, a partir del 2022 al menos con visión y acción hacia los próximos 30 años.

Se prenden los fuegos electorales

Álvaro Vega Sánchez, sociólogo

Nuevamente, se prenden los fuegos de una próxima campaña electoral. Los candidatos de los partidos se aprestan a levantar las banderas, hoy a media asta. Y el pueblo mayoritario a la expectativa sin comprometer su voto. Sabe que es un tiempo donde “no hay santo ni santa en quien persignarse” y menos capilla partidaria confiable.

Si es tal la crisis de credibilidad en los partidos que no alcanzan a elevar al mínimo los decibeles de las pasiones político-electorales, no hay duda que el terreno es fértil para los vendedores de “pomada canaria” en este marasmo sindémico (combinación de crisis sanitaria y social). Ya un candidato se frotó su rostro con dióxido de cloro. Y que conste, de mi parte, no tengo nada contra esa medicina popular hasta que la ciencia pruebe su ineficacia. A lo que me refiero, en este caso, es a su propuesta de salvar al país con la explotación minera a cielo abierto aunque ya no “llueva café en el campo”. Y es muy probable que el candidato que lo adversa esta vez nos meta “gato por liebre” o “caballo por res” al ritmo del regatón.

Si por la víspera se saca el día, con las candidaturas de mayor arrastre en el Partido Liberación Nacional, preparémonos para un espectáculo circense de candidatos haciendo malabares como los mejores magos, especialmente para mostrarse como amigos de los pobres y de la maltrecha clase media, eso sí sin tocar a la élite que estafa al Estado, un día sí y otro también, con sus triquiñuelas jurídicas, como lo ha develado el excelente artículo de Natalia Díaz en el Semanario Universidad (https://semanariouniversidad.com/pais/fifco-britt-h-solis-farmaceutica-y-pineras-fueron-grandes-contribuyentes-que-quedaron-fuera-del-foco-de-hacienda-en-algunos-anos/). Estos candidatos en campaña se presentan como defensores de los pobres para travestirse gobernando contra los pobres.

El gobierno actual, que se vendió como gobierno de unidad nacional y se convirtió en cogobierno a favor de los ricos, le ha servido en bandeja de plata la cabeza del pueblo a los partidos tradicionales para que asesten el golpe mortal. Y lo han venido haciendo con esa “prolífica” –más bien “necrofílica”– gestión legislativa que ha socavado las bases del Estado Social de Derecho, es decir, la democracia al estilo costarricense. Por eso, cada vez somos menos Costa Rica y más Centroamérica, con perdón de los pueblos centroamericanos que son valerosos y trabajadores, pero víctimas de nefastos regímenes dictatoriales que los han mantenido postergados en la miseria, y hoy son expulsados al “infierno” de la franja fronteriza con Estados Unidos.

Se ha dicho hasta la saciedad, pero vale la pena repetirlo: el ser humano es el animal más irracional de la especie. Mientras a los otros animales su racionalidad les evita volver a caer en el mismo hueco, el ser humano en su torpeza irracional cae varias veces ¿Cómo se explica tal insensatez, en tiempos donde las fidelidades partidarias y hasta de cualquier signo ya no cuentan?

Aunque algunos apuntan a la manipulación de la conciencia colectiva por parte de los nuevos programadores del comportamiento humano y otros a la fe y la esperanza de que aquellos partidos recuperen y actualicen sus glorias pasadas, al primer amor que los catapultó como los artífices de la “Segunda República”, lo cierto es que seguimos siendo muy susceptibles, como simples animalitos irracionales, a ser presa fácil de cualquier malabarista de circo, especialmente cuando la peor crisis que padecemos es la de la “palabra”, que hoy nos induce, como lo expresara Pablo de Tarso, a decirle bueno a lo malo y a lo malo bueno, a lo dulce amargo y a lo amargo dulce.

A sí las cosas, está a la orden de día la seducción del discurso mesiánico, con sus palabras volátiles que venden soluciones fáciles y agitan las voluntades ciudadanas, con una especie de catarsis al estilo del culto mediático, donde “las masas no buscan significado sino espectáculo” (Jean Baudrillard).

En medio de la algarabía que anuncian los primeros fuegos de la campaña, todavía esperamos que emerja la sensatez y la “lucidez” (Saramago) para no convertirnos una vez más en víctimas de los vendedores de “pomadas canarias” y de “indulgencias” para alcanzar el “reino de este mundo”. Es decir, para frenar la fiesta de los mercaderes de la política, hoy también invadida por los mercaderes de la religión.

Foto: UCR.

Una semblanza de don Pepe

Vladimir de la Cruz

(Nota introductoria, a modo de Prólogo, de los tres tomos de las Obras Completas de José Figueres Ferrer, don Pepe, cuya publicación inició la Editorial del ITCR en diciembre del 2020)

José Figueres Ferrer, don Pepe, como popular y cariñosamente, siempre se le ha llamado, aún siendo Presidente de la República, es la figura política más influyente e importante en la historia costarricense del Siglo XX.

Su presencia en el desarrollo histórico nacional marca de una manera indeleble cincuenta años, desde que irrumpe en la arena del activismo político a principios de la década de 1940 hasta su muerte, en 1990. Es reconocido, hasta nuestros días, por las obras que impulsó durante sus gobiernos. A lo largo de su vida también recogió y expresó los elementos y características de la época, y así como rasgos de la idiosincrasia campesina, como símbolo del ser costarricense.

De los políticos costarricenses José Figueres Ferrer es el más universal, el más conocido en el interior y el exterior del país. Su huella se ha hecho sentir en Centroamérica, el Caribe, América Latina, en los Estados Unidos y en Europa. Fue un hombre que supo interpretar correctamente, con gran sentido pragmático, pero de modo dialéctico, su entorno. Al mismo tiempo, supo conjugar los elementos y condiciones que le rodearon, para adaptar y transformar esa realidad, a las necesidades de las fuerzas sociales de las cuales él se fue convirtiendo en la mejor y más genuina representación y aspiración.

Le tocó vivir intensamente el Siglo XX, un siglo agitado y conmovido, de grandes procesos históricos, de grandes reformas sociales y políticas, de procesos y confrontaciones militares mundiales, que de muchas maneras impactaron la realidad nacional, así como su visión del mundo. En el plano nacional le tocó vivir tres épocas, dos de ellas inevitables, formadoras e inspiradoras, y la tercera, que él impulsa y ayuda a construir, la que modela y forma radicalmente la Costa Rica a partir de 1950 hasta la actualidad.

La primera marcada profundamente por el liberalismo progresista y anticlerical de finales del siglo XIX que se proyecta hasta 1939, caracterizada por la consolidación del Estado Liberal, que es el período que lo ve nacer y en el cual se desarrolla, en la escuela y el colegio, y cuando parte a formarse a los Estados Unidos para sus estudios superiores.

La segunda, ya estando de nuevo en Costa Rica, la de tránsito de ese liberalismo hacia una sociedad preocupada por la cuestión social y más solidaria, donde se sientan las bases y orígenes del Estado Social de Derecho, que resulta de los movimientos políticos que surgen, entre 1919 y 1935, que cuestionan el liberalismo clásico y el Estado Liberal, y proponen reformas sociales, como fueron los partidos Socialista de Costa Rica (1920), el Reformista (1923-1934), la Alianza de Obreros, Campesinos e Intelectuales (1930) y el Partido Comunista, a partir (1931) con su expresión electoral, Bloque de Obreros y Campesinos a partir de 1934, y el Partido Socialista Costarricense (1935), este último impulsado por Vicente Sáenz con quien tendrá una relación importante en la década de 1940, que seguramente le ayuda a darle mejor forma a su inquietudes y pensamiento político.

La tercera, el proyecto político de José Figueres, inicio con su Gobierno de Facto, La Junta Fundadora de la Segunda República, durante 1948-1949, luego de haber triunfado en la Revolución de 1948. Las bases que sentó transformaron a Costa Rica. La aseguró, consolidó y desarrolló institucionalmente con lo cual hizo válido este Estado de Derecho y de Estado Social de Derecho, al crear las condiciones para avanzar hacia la Costa Rica modernizante, de carácter más industrial, e incorporada de una manera más dinámica a las nuevas relaciones económicas y mercados internacionales, y en cierta manera metiéndonos, como nación y como país, en la dinámica modernista del Siglo XX.

Sus primeros años, de infancia y juventud, en la ciudad y región de San Ramón de Alajuela, en el extremo occidental del Valle Central, apacible, rural, pero de gran contenido cultural e intelectual, le sensibilizan. San Ramón había sido el reducto, a finales del siglo XIX, de los perseguidos políticos y liberales, intelectuales de gran valía, como Julián Volio, que por extrañamiento eran confinados a ese lugar.

Nació allí el 25 de setiembre de 1906. Le llamaron José María, de ojos azules intensos.

La formación intelectual y la cultura de sus padres, su padre médico y su madre educadora, le influirá notablemente, con un hogar económicamente estable, sin indulgencia para la escuela, la ropa, o la mesa. Físicamente se desarrolló bien, pero bajo de estatura, lo que también sirvió para que sus opositores y detractores le llamaran “el enano”, situación física que no le hacía mella porque sus estatura moral y política estaba en sus ideas, su pensamiento, su capacidad de gran conductor político que fue.

En la década de 1910 su padre, por razones laborales se traslada a vivir cerca de la capital, donde se establece por breve tiempo en Escazú y luego en Santa Ana, dos poblados al sur oeste de la capital, de tradición campesina. Su familia permanecía en San Ramón donde el niño José Figueres termina sus estudios primarios, nutriéndose de una educación que formaba valores para la acción ciudadana, la vida cívica y popular y la democracia. Desde pequeño José Figueres destacó por su inteligencia, su capacidad reflexiva, su disciplina para la lectura y el estudio. Le llamaron la atención las ciencias exactas, la matemática, la física y especialmente la electrónica y la telegrafía inalámbrica.

Era parco en el hablar familiar, muchas veces monosilábico. Igualmente, tenía una gran disciplina y control de sí mismo. Solía levantarse muy temprano, tomar un desayuno ligero y aprovechar el tiempo libre en la lectura. Llevaba una aureola de sinceridad, confianza y benevolencia, de sentido paternal y tradicional. En su juicio llegó a ser preciso y directo, con gran capacidad de criticar finamente y colocar a sus adversarios en posiciones difíciles, y desestabilizados ante sus cuestionamientos o manera de expresarse.

Como joven fue muy inquieto y ávido de conocimientos. Por su tradición aprendió el idioma catalán, por su vida el español, pero, por su propia iniciativa se empeñó en aprender el inglés, que lo llega a perfeccionar como una lengua materna.

También le llamó la atención y sentía vocación por el estudio de la ingeniería eléctrica, lo que le lleva a contactarse e inscribirse, por correspondencia, en los estudios de la Escuela Internacional de Scranton, de Pensilvania. Estados Unidos, donde fijó metas de llegada.

Con su profesor Fidel Tristán practicó la radiofonía que lo puso momentáneamente en contacto con otros estudiantes del Liceo de Costa Rica, entre ellos Manuel Mora Valverde, también inquieto en esta materia.

En 1922 termina sus estudios secundarios. En esa época hizo nuevos amigos. Junto a Francisco José Orlich Bolmarcich, camarada de infancia en San Ramón, sus más cercanos son Alberto Martén y Juan de Dios Trejos, También compañero de estudio es Francisco Calderón Guardia. En 1923 decidió viajar a los Estados Unidos, a Boston, a estudiar ingeniería en el Instituto Técnico de Massachusetts. Ingresó a la Universidad pero desistió. Siempre consideró la Biblioteca Pública de Boston como su Alma Mater.

En 1929 Figueres adquirió una finca en el Distrito San Cristóbal, Cantón de Desamparados, a la cual denominó «Lucha sin fin», que expresaba su filosofía de la vida, una lucha constante, de cultivo y formación de sí mismo, de retos, de triunfos y derrotas, de caídas y superaciones.

Allí se formó el Figueres empresario, agricultor, industrial, soñador, innovador, el práctico, el hombre de trabajo y estudio, el jefe exigente, el visionario, y el embrionario político, que llevaba dentro. En su finca se dedicó a producir cabuya, elaborar sacos y cordeles de cabuya, y asimila la vida campesina compartiendo el trabajo, mano a mano, con sus operarios, peones, jornaleros y trabajadores, sin marcar una división odiosa obrero patronal. Figueres no se forma como muchos otros líderes latinoamericanos en las universidades ni el liderazgo estudiantil. Su formación fue en la Universidad de la vida cotidiana, al compartir con campesinos.

Hasta 1942 Figueres se dedica de un modo casi exclusivo a la agricultura y a algunos proyectos industriales. La finca le permitió continuar con sus lecturas de Kant, Nietzsche, la Biblia, El Quijote, la Enciclopedia Británica, Plutarco, Lincoln. También le gustaba leer biografías. Conoció más el pensamiento de Simón Bolívar y José Martí, por quienes sentía gran pasión.

La situación nacional no le era ajena. Le preocupaba. En 1940 se impulsó en la ciudad de San Ramón la fundación del Centro de Estudios para los Problemas Nacionales. Poco tiempo después inician una revista quincenal, Surco, publicado su primer número, no casualmente, el día de la Independencia patria. Dicha publicación fue clave para el desarrollo de las ideas políticas de los siguientes cinco años, de la nueva intelectualidad y clases medias en gestación, también fue instrumento de agitación y organización política de oposición. Igualmente, Figueres se interesó por la crisis y los efectos provocados por la Segunda Guerra Mundial, pues empezaban a hacerse sentir en el país, especialmente a partir de 1941.

El 2 de julio de 1942 el vapor San Pablo, de la United Fruit Company, fue hundido en Puerto Limón. Se dijo que la acción la había realizado un submarino alemán. Murieron 24 trabajadores y ningún oficial norteamericano de la tripulación, pues una hora antes del suceso habían recibido orden de retirarse del barco. La reacción nacional no se dejó esperar. El 4 de julio se llevó a cabo una gigantesca manifestación de protesta, que terminó en actos vandálicos, con gran cantidad de heridos, contra establecimientos de alemanes radicados en Costa Rica, a quienes se les sindicaba de quintacolumnistas.

Además, el gobierno además levantó listas negras de alemanes e italianos sospechosos de colaborar con el nazismo. Durante estos sucesos Figueres se encontraba en San José atendiendo asuntos financieros y bancarios. Los hechos lo irritaron e indignaron, así imbuido de un sentimiento, para él cívico, decide actuar para lo cual prepara un discurso por radio que dará el 8 de julio. En él responsabilizó al Gobierno por lo ocurrido, al no haber tomado las precauciones del caso, en relación con el orden público y la propiedad privada, así como por no haber hecho detenciones, y defendió al sector costarricense que había sido objeto de las agresiones.

Por órdenes de la Embajada de los Estados Unidos le impidieron finalizar su discurso. El Subsecretario de Seguridad Pública y Director General de Policía le obligaron torpemente a interrumpir y acabar su discurso escrito. Sin terminar de leerlo, lo concluyó diciendo: “Me mandan a callar con la policía. No podré decir lo que creo debe hacerse. Lo resumo en pocas palabras, lo que el Gobierno lo que debe hacer es irse”.

Figueres fue detenido por tres días de Figueres y este hecho fue denunciado por sus amigos indicando que sufría vejámenes y tratos crueles. Pasó a ser un preso político como no se había visto desde los tiempos de la dictadura de Federico Tinoco. La oposición tenía un mártir.

Figueres no era un activista político, pero la detención lo introduce directamente en la vida nacional.

El Gobierno tomó la decisión de expulsarlo y desterrarlo del país, colocándolo en condición de exiliado. El Secretario General del Partido Vanguardia Popular, Manuel Mora Valverde, interviene para que esa expulsión sea hacia México, donde tenía amistades. Incluso le da una carta para el líder político mexicano, y continental en esa época, Vicente Lombardo Toledano a quien puso en contacto con Figueres. La expulsión marca el momento en que Figueres decide dedicar su vida a la lucha política.

El 11 de julio a las seis de la mañana, en vuelo especial, el Gobierno destierra a José Figueres, acompañado de un oficial del Ejército Nacional. Entre la salida de la prisión y la llegada a El Salvador tomó la decisión de impulsar la revolución, como única salida a los problemas nacionales. Juró librar al país de las garras de la arbitrariedad y la corrupción, la deshonestidad administrativa, el oportunismo, el nepotismo, el favoritismo, los fraudes electorales y la presencia de extranjeros como jefes de la policía. Comenzó a estudiar estrategia, logística y aspectos militares y de armamentos con la intención de organizar una revolución en Costa Rica, incluso con militares de la República Española

México sirvió para que Figueres meditara y escribiera. Así, a finales de 1942, concluyó su libro Palabras Gastadas a finales del 42, que envió a su amigo Alberto Martén para su publicación, quien además lo prologa en enero de 1943. Escrito en el exilio lo dedica al Presidente «Ricardo Jiménez Oreamuno, que encarna el ideal platónico del rey filósofo». Las Palabras claves de su libro son Libertad, Democracia, Socialismo. Les asignó un rol importante a las ideas y a las palabras, ya que éstas traspasan muros y fronteras. También hizo referencia al socialismo democrático. De esta manera desarrolló así su empirismo ideológico, como lo llamaría Constantino Láscaris, y manifestó sus ideas e inteligencia clara y metódica. Había surgido el pensador político que siempre fue.

México le sirvió para pensar en la sociedad que quería y forjó al líder político que en él habitaba. Le vinculó con la Unión Democrática de Vicente Sáenz y el exilio centroamericano y caribeños, con Indalecio Prieto, líder exiliado del Partido Socialista Obrero Español, con Vicente Sáenz y estudiantes costarricenses en México. Le fortalece sus sentimientos antisomocistas el contacto con el Profesor Edelberto Torres Espinoza, el General Pasos, Juan José Meza, Enoc Aguado, el Dr. Pedro José Zepeda y el Dr. Rosendo Argüello, que le ayuda a adquirir armas.

El año de 1943 empieza a darle vuelta a la idea de la formulación de la Segunda República, preocupada del desarrollo demográfico, de la necesidad de calzar la población y de mejorar la educación y la salud.

También desde el exilio envía su opinión a la encuesta nacional que se publica en julio como Ideario Costarricense, en el cual plantea un plan para la regeneración de la Patria.

El año 1943 es clave, de viraje en la política nacional. En junio el Partido Comunista de Costa Rica cambia de nombre por Vanguardia Popular, y se consolida la alianza entre el Gobierno y los comunistas, apoyada por la Iglesia Católica, con motivo de la aprobación de las reformas sociales.

El 8 de mayo de 1944 inicia el gobierno de Teodoro Picado Michalski, apoyado por el Dr. Calderón Guardia y los comunistas. La elecciones por la cuales resultó electo Teodoro acusadas de fraudulentas, motivó que Figueres señalara que dicho gobierno, hijo del fraude electoral, debía ser sustituido por uno constitucional y legítimo, abogando constantemente por su derrocamiento incluso por vía militar.

Teodoro Picado desde el gobierno del Dr. Calderón Guardia era partidario del pronto regreso de Figueres, de modo que al iniciar su gestión, crea las condiciones para su retorno y el 23 de mayo cuando regresa al país.

Lo recibe a su llegada a la ciudad de San José, León Cortés Castro, quien lo había propuesto de diputado de su partido.

En el aeropuerto de La Sabana fue recibido por una multitud emocionada de personas, en un acto organizado por Francisco Orlich y Alberto Martén. Desde allí se realiza una marcha hacia a los balcones del Diario de Costa Rica, propiedad de Otilio Ulate, donde pronuncia un discurso en el que anuncia la necesidad del establecimiento de la Segunda República. Fue recibido con gritos de ¡Viva Pepe!, como se le seguirá llamando cariñosa y amigablemente en el país.

Luego se establece en su finca dedicado a las labores agrícolas, a la producción de café, cabuya, fabricación de cuerda o mecate, a sus beneficios y a modernizar sus sistemas productivos pero, especialmente dedicado, a la acción política y preparatoria de la revolución.

En el periódico Acción Demócrata, dirigido por Alberto Martén, órgano de los jóvenes del Partido de León Cortés, publica artículos sobre problemas nacionales. De hecho representaba la izquierda de este partido. Participa a finales de 1944 en las conversaciones para unir al Partido Acción Demócrata y el grupo Centro de Estudios para los Problemas Nacionales.

1945. El 11 de marzo participa en el acto de fundación del Partido Social Demócrata, cuyo lema es «Libertad y Justicia Social», en la redacción de sus Estatutos, y fue electo en el Comité Ejecutivo Nacional. Poco tiempo después se separa de este partido para volver a las filas del cortesismo.

El Partido Social Demócrata se proponía resistir los imperialismos económicos y financieros, lograr un mejor entendimiento regional centroamericana y con Panamá y, proponía fortalecer la solidaridad y la idiosincrasia de estos pueblos para defender la explotación de los recursos naturales del imperialismo, e impulsar una democracia efectiva y activa.

Un año después, el 3 de marzo muere el expresidente León Cortés Castro. En la Convención del Partido Demócrata del 10 de marzo, en la clausura el 17 habla de la muerte de la República y de la necesidad de la instauración de una Segunda República.

El 31 de agosto de 1945 Figueres advierte, en una intervención por radio, que por las vías tradicionales no podrá preservarse en Costa Rica la libertad del sufragio. De hecho impulsa acciones desestabilizadoras contra el gobierno preparando la revolución.

La crisis provocada por la muerte de León Cortés en el Partido Demócrata se agudiza y el partido se divide. José Figueres y uno de los hijos políticos de León Cortés fundan, el 5 de octubre de 1946, el Partido Cortesista Auténtico.

El año de 1946 el gobierno había impulsado, con apoyo de los comunistas, una Reforma Tributaria que en la práctica no pudo ejecutarse, y la redacción de un Código Electoral, para asegurar procesos electorales limpios y no fraudulentas.

La jefatura de la oposición a la muerte de León Cortés la disputan, en febrero de 1947, Fernando Castro Cervantes, Otilio Ulate y José Figueres.

El 19 de mayo de 1947 muere Roberto Brenes Mesén, quien se reconocía como el mentor intelectual de la nueva generación que actúa bajo los idearios socialdemócratas.

En julio, el 20, se da la prueba de fuego. La oposición al gobierno de Picado inicia una huelga general, llamada de Brazos Caídos, que los comunistas denominaron, de Bolsas Cerradas y la consideraba como una reacción a la reforma tributaria del año anterior por parte de los ricos, con el objetivo de lograr del Gobierno seguridades sobre el próximo proceso electoral. Pedían control del Tribunal Electoral, respeto al resultado de las elecciones y sometimiento de la fuerza pública a este órgano. El 2 de agosto, día de celebración religiosa en honor a la Virgen de los Ángeles, Patrona nacional, culmina con una gran marcha de mujeres, convocada por Emma Gamboa, que fue reprimida por el gobierno.

Esto debilitó al gobierno y se sometió a las demandas de la oposición. Figueres había participado activamente en San José en favor de la huelga que paralizó la banca privada y una serie de establecimientos comerciales principalmente en la ciudad de Cartago, que estuvo dominada por los huelguistas.

El 3 de agosto el gobierno pactó las demandas de los huelguistas.

Siguió un ambiente tenso, marcado por actos terroristas de poner bombas contra establecimientos de los comunistas y del gobierno y el periódico oficial La Tribuna.

Los comunistas con sus Brigadas de Choque, que para Figueres eran puro bandolerismo político, y para ellos eran de autodefensa, tensaban el ambiente callejero y los enfrentamientos entre los diversos grupos eran cada vez más cotidianos. El ambiente de la guerra marchaba. A finales de 1947 el gobierno capturó un joven opositor, Federico Apéstegui como presunto terrorista, que lo hizo víctima y mártir de la oposición, que decía que era solo un pretexto político para la represión.

El 16 de diciembre Figueres firma en Guatemala el Pacto del Caribe por el cual se compromete a recibir apoyo del Presidente de Guatemala Juan José Arévalo para la revolución que prepara. Lo firman el dominicano Juan Rodríguez García, los nicaragüenses Zepeda, Rosendo Argüello, Emiliano Chamorro y Gustavo Manzanares. El Presidente Arévalo haría de árbitro de este grupo. Los objetivos eran unir los esfuerzos para derrocar a Somoza en Nicaragua y a Rafael Leonidas Trujillo en Dominicana, reconstruir la República Centroamericana. Establecerían Juntas de Gobierno en cada país liberado para garantizar el establecimiento de gobiernos democráticos.

En diciembre de 1947 el panorama electoral está definido. El gobierno impulsa al expresidente Calderón Guardia, los comunistas van con propio candidato, sin pacto con el gobierno y la oposición con Otilio Ulate. Tal la situación de tensión social que los comunistas desisten de su candidatura presidencial, acuerdan dar el apoyo al Dr. Calderón sin acuerdos ni pactos firmados, únicamente preocupados por las reformas sociales de 1943.

La lucha de estos años para los comunistas significaba la reacción de grupos oligárquicos, conservadores y de derecha interesados en derrumbar las reformas sociales y laborales. La acción de Figueres y la oposición así la veían. Para Figueres y la oposición el motivo de su acción era asegurar la pureza electoral, la democracia política y el espíritu republicano.

Figueres desde hacía tiempo preparaba en su finca La Lucha su contingente de hombres, de manera clandestina y silenciosa les preparaba física, moral y mentalmente para la guerra, pero también en el entrenamiento básico militar. En febrero de 1948 Figueres concentra en su finca los hombres que combatirán a su lado en la Revolución que está preparando.

El 1º de marzo el Congreso inicia la discusión del resultado de las elecciones. Este mismo día en un incidente confuso, con fuerzas policiales del gobierno, murió en su casa el Dr. Carlos Luis Valverde Vega, diputado electo, mientras se realiza una reunión de la oposición. El levantamiento militar se había puesto en marcha.

La guerra Figueres la había planificado en todos sus detalles. Desde su exilio había adquirido y almacenado las armas. Su finca La lucha era su bodega militar. El ambiente electoral del año 47 y 48 de violencia, terrorismo y la huelga de julio, mostró la debilidad del gobierno, definiendo la guerra.

El 1 de marzo el Congreso, dominado por diputados del Gobierno y de Vanguardia Popular, anula la elección de presidente de Otilio Ulate, y mantiene el resultado de diputados donde el gobierno como los comunistas habían aumentado su número de representantes populares.

La guerra al fraude estaba declarada. “Pelear o morir” era el dilema. La finca La Lucha, que ya era un campo de entrenamiento, en los primeros días de marzo concentró una gran actividad.

La base social de la oposición en la guerra eran los sectores medios emergentes, estudiantes universitarios, los pequeños propietarios, el campesinado, algunos sectores urbanos y un sector muy importante de los intelectuales. El gobierno carecía de una base social activa. Los comunistas concentraban su fuerza principalmente en los sectores sindicales y obreros agrícolas que tenían organizados, en algunos sectores urbanos y pequeños grupos de estudiantes.

El 11 de marzo bajo el mando de Figueres se inicia la insurrección militar en las montañas de Dota y Tarrazú. A sus 700 hombres, de grupos irregulares de combate, los llama Ejército de Liberación Nacional, que llegó a tener 1200 hombres, el 22 de abril, terminada la guerra.

Organizó las unidades militares en batallones, dos de ellos el Simón Bolívar y el Francisco Morazán. A esta fuerza se agregó casi un centenar de miembros de la Legión Caribe, que se veía como un ejército internacional, y aunque carecía de estructura, esperaban continuar la guerra en Centroamérica y el Caribe contra las dictaduras luego de derrocar al gobierno de Picado. Recibieron también apoyo de Rómulo Betancourt, con quien ya tenía una estrecha relación, Ramón Grau San Martín, de Cuba, y apoyo militar del gobierno de Guatemala.

Una guerra rápida, de gran capacidad de movimientos por parte de los insurrectos, al estilo de una guerrilla. Los Planes Maíz, Clavel y Magnolia marcaron la estrategia de la guerra. Con ellos se tomarían las principales ciudades del país.

El 12 de marzo había caído la primera ciudad en manos de los insurgentes, San Isidro de El General, y se levantaban San Ramón y San Carlos. El Presidente Picado reconoce la debilidad del gobierno.

El 23 de marzo lanza su Primera Proclama, en Santa María de Dota. Llama a la población a integrarse a la lucha con palos, piedras, realizando actos de sabotaje y desorganizando al gobierno “usurpador”, y anuncia la fundación de la Segunda República.

La Embajada americana aún no había reconocido como electo al Presidente Ulate. Además, tenía un doble juego de apoyar tímidamente al gobierno y facilitar el abastecimiento de armas de la oposición insurgente.

El 1 de abril pronuncia Figueres su Segunda Proclama, en la cual declara su guerra a la pobreza, luchar por el bienestar del mayor número, construir una patria sin miseria, y rechaza que a su movimiento se le vea como reaccionario, burgués o retrogrado.

El 7 de abril, cuando Figueres decidió tomar Cartago, marcó el viraje de la guerra, de una defensiva y de posiciones pasó a la ofensiva.

El 11 de abril había caído el puerto del Atlántico, Limón, donde recibió apoyo militar del extranjero. Al día siguiente Cartago a pocos kilómetros de la capital. La batalla de San José, la capital se veía sangrienta.

El gobierno se negaba a convocar y movilizar a la población. Los comunistas estaban en armas con el gobierno, pero reclamaban no recibir el apoyo suficiente y cierto sabotaje de parte de los altos oficiales y de algunas autoridades del gobierno, con el suministro de armas y parque.

Siguieron algunos combates importantes que prepararon y presionaron para impulsar nuevas conversaciones, las que pondrían fin al conflicto, que se iniciaron el 14 de abril, al amparo de algunos embajadores radicados en el país, que se reunieron en la Embajada de México, y dio origen al llamado Pacto de la Embajada de México.

La situación era difícil. Internacionalmente, acababa de producirse el asesinato de Gaitán en Colombia, con la presencia del General Marshall, de los Estados Unidos, allí. El movimiento armado en el país contribuía a crear una situación de inestabilidad alrededor del Canal de Panamá, que preocupaba a Marshall, ya que en Costa Rica la fuerza armada del gobierno era mayoritariamente integrada por las fuerzas comunistas.

La situación militar en el extranjero se pintaba como el intento de dominación comunista de Costa Rica y se pedía en Nueva York la colaboración para liberar de rojos al país, y se indicaba que se trataba de una invasión rusa en le continente americano, para controlar el Canal.

Somoza era aliado del gobierno, y le propone al Presidente Picado que se traslade con su gobierno al norte del país, solicite su colaboración para enfrentar a Figueres, lo que él haría y de paso acabaría con los comunistas, situación que no acepta el Presidente Picado.

Pero Somoza preocupado por el alzamiento de Figueres, que prometía seguir luchando contra él, decide intervenir militarmente el territorio nacional, para distraer más a Figueres.

El gobierno estaba sumamente debilitado. Otilio Ulate que no había ido a los combates, dudaba de la sinceridad de Figueres y hasta creía que había planeado asesinarlo, por lo que pidió el apoyo y la protección de los comunistas, pues tampoco confiaba en las fuerzas de gobierno. Estos lo llevaron al Palacio Arzobispal donde lo custodiaron durante la guerra.

Desde finales de marzo se habían iniciado conversaciones entre las fuerzas beligerantes buscando una salida al conflicto, por medio de una comisión negociadora, que discretamente trabajaba, incluso buscando una presidencia transitoria de dos años en la figura del Sr. Julio César Ovares. Sectores de los distintos bandos y el jefe de la Iglesia participan en estos esfuerzos.

El 17 de abril el Presidente Picado prácticamente había capitulado. Los comunistas y figueristas logran reunirse en las montañas de Ochomogo, entre Cartago, en manos de los insurgentes, y la capital. Aquí hablan de la situación nacional.

Manuel Mora frente al peligro de una invasión del ejército norteamericano, que había recibido órdenes de movilizarse, y de parte del ejército somocista, le propone a Figueres unirse frente al enemigo exterior. Figueres le dice que la única posibilidad es su rendición y que él garantiza las condiciones que Mora le propone, que se rubrican en lo que se conoce como El Pacto de Ochomogo, de lo cual enteran a los negociadores de la Embajada de México. Las garantías de Mora eran pocas: seguridades para sus hombres, propiedades y bienes, respeto a las garantías sociales y laborales, legalidad para las organizaciones políticas y sindicales, fortalecimiento de los seguros sociales e indemnización sin exclusiones a los partidos políticos.

El 18 de abril el Presidente le entregó el gobierno al Tercer Designado a la Presidencia, el Ing. Santos León Herrera, a quien le comisiona llegar a un entendimiento con las fuerzas rebeldes, y de su parte da por terminada la guerra civil.

El 19 de abril Figueres entrega las condiciones a Vanguardia Popular, que había solicitado, indicando que no abrigaban contra ellos prejuicios ni perjuicios, y que si pudieran actuar conjuntamente lo haría para realizar los ideales más sentidos para la clase trabajadora y el pueblo costarricense.

El 20 de abril Teodoro Picado deja el territorio nacional. Al mismo tiempo se está fundando en Bogotá la Organización de Estados Americanos, la guardia nacional nicaragüense abandona el territorio nacional y el Dr. Calderón Guardia también sale del país.

40 días duró el enfrentamiento que no tuvo al final una solución militar. Dieciocho días duraría el gobierno de transición de Santos León Herrera, entre los que estaban como ministros José Figueres, Fernando Valverde, Alberto Martén, Francisco Orlich, Raúl Blanco Cervantes y Bruce Masís

Figueres por su parte había logrado establecer un pacto con Ulate, con el cual se comprometía entregarle el gobierno pero una vez que él gobernara transitoriamente durante 18 meses, prorrogables a 24, situación que Ulate no pudo evitar. El Pacto lo firman el 1º de mayo, de manera que el Presidente Santos León Herrera terminaría el período el 8 de mayo, que le entregaría el mando a José Figueres.

Así se preparó la entrada victoriosa de Figueres a San José y la integración provisional del nuevo gobierno. También se iniciaba una nueva situación de perseguidos políticos y de exilados.

El 24 de abril entra Figueres a San José, recibido eufóricamente.

El 27 de abril Manuel Mora y la escritora comunista Carmen Lyra se asilan en la Embajada de México para salir hacia ese país.

El 28 de abril se celebró la nueva situación con el llamado Desfile de la Victoria, con gritería de ¡Viva Figueres!, ¡Viva la Revolución!, ¡Viva la Segunda República!

La Revolución consolidó a Figueres como la figura política del momento, como el líder indiscutible, como jefe natural, resaltó su gran habilidad personal y política, de estricta disciplina personal, y le dio gran popularidad, prestigio personal y político. Su figura era magnética, carismática y atrayente, como su discurso, su voluntad tenaz.

Así había terminado la guerra, que produjo un saldo de unos 3000 muertos, 99 del Ejército de Liberación Nacional, cerca de 400 del gobierno y aproximadamente 2500 de los comunistas.

Figueres asume el 8 de mayo el poder. Encuentra un país en el cual las compañías extranjeras tienen gran poder, entre ellas la Electric Bond and Share, la American Foreign Power, la Northern Railway Company, la United Fruit Company, la Compañía Interamericana que construía la carretera internacional, empresas que controlaban electricidad, telecomunicaciones, ferrocarriles y tierras.

El país apenas se aproximaba a los 800.000 habitantes, con un Producto Nacional Bruto que rondaba los $150 millones y un per cápita anual de $188, un país para Figueres atrasado y débil, al que había que impulsar en producción y trabajo, en ciencia y tecnología, en mayor calidad de cultura, educación, de vida, en oportunidades de progreso y movilidad social, que dignificara a los hombres y mujeres, en un ambiente latinoamericanista.

Al recibir el poder instala el Gobierno estableciendo una Junta Fundadora de la Segunda República presidida por él. Las metas que le propuso a la Junta fueron restablecer la moral, introducir la técnica en la administración pública y eliminar la politiquería impopular, el progreso social sin comunismo y lograr mayor conciencia con los otros pueblos del mundo especialmente de América.

Para él después de la guerra, seguía la batalla por la paz. Para Figueres las armas habían dado la victoria, pero las leyes serían la que lograrían la libertad.

El nuevo gobierno tenía la inmensa responsabilidad de educar al pueblo en los problemas nacionales. Aquí se manifiesta Figueres como el educador político, que en mucho fue.

Figueres tenía las posibilidades de desarrollar su proyecto político, con sus hombres. Dejó sin efecto la Constitución Política de 1871, deja sin funcionamiento el Poder Legislativo y la Corte Suprema de Justicia. Decide gobernar por medio de Decretos Leyes, mezclando las funciones ejecutivas, legislativas, atribuyéndose todo el poder institucional, porque también asumió funciones judiciales. Se reservó la Facultad de decretar las reformas constitucionales, códigos y leyes que fueren pertinentes.

En los días siguientes inició actos que fueron violando e incumpliendo los compromisos contraídos en Ochomogo y la Embajada de México. También empezó a separarse políticamente de Ulate, a quien criticaba y consideraba débil.

Conjugaba medidas y acciones represivas con leyes trascendentes. El 11 de mayo estableció la intervención de bienes, congelamiento de bienes y suspensión de operaciones económicas de los caídos, remoción de los empleados públicos sin derecho a preaviso y cesantía, reorganizó la Corte declarando interinos a todos sus funcionarios e integró las Salas con elementos afines a la Junta.

El 19 de mayo creó los Tribunales de Sanciones Inmediatas, semejante al de Nuremberg, para perseguir y castigar a los funcionarios de los últimos dos gobiernos, que fueron los principales instrumentos jurídico-políticos de la represión. Este mismo día creó un Tribunal de Ética de Funcionarios y Empleados de la Enseñanza, que limpió el sistema educativo de maestros y educadores que habían realizado actos incompatibles con la función de directores de la juventud.

El 25 de mayo fijó reparaciones de guerra solo en favor de las víctimas de los partidos únicamente triunfantes.

El 2 de junio creó el Tribunal de Probidad y la Oficina de la Propiedad Intervenida, para administrar los bienes confiscados, y crea la Procuraduría General de la República.

Estos Tribunales obligaban a probar la inocencia y llenaron las cárceles de ciudadanos. Eran la representación de un gobierno que había suspendido los derechos constitucionales, que se amparaba en la represión. Significaban un Estado policiaco. También cerró el periódico La Tribuna, aduciendo que sus dueños habían dejado el país.

El 21 de junio Figueres nacionaliza la banca particular y expropia a los accionistas, una de las reformas más importantes. Le inspiraba haber tenido como experiencia el papel de la banca en 1936, de la cual él se había beneficiado con las políticas crediticias. Entendía que era un instrumento de desarrollo la canalización del crédito público. Pero, además sabía, por la Huelga de Brazos Caídos el poder que significaba la banca en manos del sector privado si se utilizaba para desestabilizar.

El 21 de junio crea la Oficina del Café, producto que le preocupaba como recurso de exportación nacional.

Con la nacionalización bancaria impulsó un impuesto, “una contribución forzosa” al capital mayor de ¢50.000 colones, que hería poderosos intereses.

El 22 de junio declaró resuelto el Pacto de la Embajada de México, que ya había sido desconocida por su acción gubernamental.

El 16 de julio otorga amplia y general Amnistía a favor de los vencedores de la guerra.

El 17 de julio desconoció el Pacto de Ochomogo y declaró fuera de la ley al Partido Comunista de Costa Rica, al Partido Vanguardia Popular y cualquier denominación que adquiriera en el futuro. Un mes más tarde el Ministro de Trabajo de la Junta, Benjamín Núñez disolvía la Confederación de Trabajadores de Costa Rica.

Estas dos medidas, tomadas por la Junta, según Benjamín Núñez, tuvieron la oposición en el seno de la Junta de Figueres, Orlich y de él.

También la Junta suspendió las relaciones diplomáticas que el Gobierno de Calderón había establecido con la Unión Soviética.

El 27 de julio establece la jurisdicción nacional sobre las 200 millas marítimas.

El 6 de agosto nombra a Harold Bonilla en la Junta Interamericana de Defensa, en Washington.

El 7 de setiembre ratifica la incorporación de Costa Rica a la Organización de los Estados Americanos (OEA), y el 14 de setiembre transforma el Tribunal Electoral en el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). Este mes visitó el país el presidente de Cuba, Carlos Prío Socarrás, que analizó con Figueres su intención de continuar la lucha contra Somoza.

También trajo al país al General Alberto Bayo, un español republicano, para que ayudara en la preparación de las fuerzas antidictaduras que se impulsarían con su apoyo. El amparo que le daba a la Legión Caribe le causaba problemas con algunos de sus militares cercanos, para quienes eran peligrosos mercenarios y una amenaza a la paz interna.

El 25 de noviembre ratifica la incorporación de Costa Rica en la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El 1º de diciembre Figueres disuelve el ejército como institución permanente. En su lugar constituye una guardia civil poderosa en su estructura y funciones. Simbólicamente, en el Cuartel Bella Vista tomó está medida y derribó a mazazos una de las almenas del edificio y decidió entregarlo a la educación y la cultura, de manera que se estableciera en él un museo indigenista y nacional.

Figueres creía que los ejércitos eran innecesarios en el desarrollo económico social y que los gastos que a él se destinaban mejor se podrían utilizar en otros aspectos del desarrollo nacional.

Por otra parte estaba consciente que la presencia de las bases militares norteamericanas en el Canal de Panamá eran un soporte de seguridad continental, para lo cual el ejército era innecesario. También conocía que la estructura del ejército nacional era débil y la guerra se lo había demostrado.

Igualmente, consideraba que sin ejército no constituíamos una amenaza para nadie, ni podíamos agredir a nadie, ni justificábamos agresiones. Para él la seguridad del país dependería más del consenso social y la vivencia democrática de los habitantes y de arraigo de las institucionales nacionales.

Esta medida lo enfrentó también a algunos de sus militares que sí creían en la preservación de la institucionalidad del ejército.

Del mismo modo disolvió poco a poco el ejército que con él había combatido. En la práctica había disuelto dos ejércitos. En su lugar se proponía impulsar fuerzas del orden de carácter civil y policial.

El 8 de diciembre se llevan a cabo las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente, que había sido anunciadas en setiembre. El resultado de las elecciones fue una derrota profunda electoral y política al movimiento que simbolizaba y tenía Figueres. Las elecciones habían significado una ruptura con Ulate que no tomaba en cuenta en sus candidatos a los miembros del Ejército de Liberación Nacional. Consideraba Figueres que trataban de eliminarlo de la lucha política.

Pero, también fue una prueba de fuego para el gobernante todopoderoso. Solo pudo elegir cuatro diputados. El resto de los constituyentes fueron electos del ulatismo y del calderonismo y otros sectores tradicionales que había logrado colar sus candidatos. Figueres, aunque molesto, respetó el resultado electoral con todo lo que ello significaba. Había reivindicado la decencia cívica, la honestidad administrativa, la reconstrucción del país, la necesidad de una nueva Constitución, el respeto al sufragio y la pureza electoral. Estaba a prueba.

Los últimos meses de gobierno se dedicó a explicar semana a semana, en nueve conferencias, la labor realizada. La Junta fue materializar la utopía de sus pensamientos.

En los primeros días de diciembre le toca enfrentar un intento de invasión, organizado desde Nicaragua, por Calderón Guardia. Los comunistas no estaban de acuerdo en el intento revolucionario de Calderón. Figueres acusa el movimiento de contra revolucionario, lo enfrenta y rechaza. Impulsa la organización de milicias populares para resistirlo e invocó la aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca en su ayuda. Las fuerzas invasoras fueron derrotadas y desistieron de su intento. Figueres acentuó su discurso contra Calderón y contra la dictadura de Somoza, que le había dado apoyo.

La invasión le dio el pretexto de reprimir más a los comunistas. Con este motivo se produjo el asesinato del Codo del Diablo, por el cual varios dirigentes comunistas detenidos en cárcel de Limón fueron trasladados a San José, y en un recodo del Río Reventazón, llamado Codo del Diablo, los asesinaron, como una advertencia de que, si participaban en la invasión, les harían correr igual suerte.

El 15 de diciembre la Junta declaró Traidor a la Patria al Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia. El 7 de noviembre de 1949 se ratifica esa declaración.

El 16 de diciembre Otilio Ulate fue incorporado a la Junta de Gobierno, por la actitud patriótica que tuvo de oposición a la invasión y de apoyo a la Junta.

El 24 de diciembre Costa Rica fue condenada en la Organización de Estados Americanos por el apoyo moral y material que le daba a la Legión del Caribe.

El 12 de enero dispensó la Junta los requisitos de graduación de secundaria y autorizó la extensión de títulos de Bachiller sin previo examen.

El 19 de enero de 1949 se instala la Asamblea Nacional Constituyente. En el discurso de apertura de la Asamblea enfatiza en los principios y objetivos que impulsaron la Segunda República. Señaló la conveniencia de la Planificación nacional, política y económica. Habló de reconocer el voto de la mujer y de la necesidad del intervencionismo estatal en aspectos estratégicos del desarrollo nacional. Mostró también sus sentimientos latinoamericanistas.

Propuso un proyecto de Constitución, que la Asamblea le rechaza. Nueva prueba de fuego porque sentía que los sectores que habían sido derrotados en la revolución resurgían en la Constituyente y le impedían materializar su proyecto político institucional.

Resiente este rechazo, pero tenía la capacidad para convertir el revés en victoria, que era continuar con sus políticas reformistas.

La Asamblea Nacional Constituyente lleva a cabo su trabajo sobre la vieja Constitución de 1871. Los diputados socialdemócratas, especialmente Rodrigo Facio, llevan a cabo una gran labor siendo una minoría.

El 15 de enero de 1949 la Junta de Gobierno le solicita a la Asamblea Nacional Constituyente ampliar su plazo de gobierno hasta el ocho de mayo de 1950, lo que se aprueba el 24 de marzo.

El 16 de enero la Asamblea convalidó la elección del Presidente Ulate, declarando inexistente y sin ningún valor ni efecto la nulidad de la elección presidencial de 1948.

El 21 de febrero Costa Rica y Nicaragua se comprometieron a prevenir la repetición de los hechos militares que se habían vivido.

El 11 de marzo la Asamblea también reconoció las potestades legislativas de la Junta.

El 8 de abril de 1949 la Junta crea el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE). Había tomado la decisión de nacionalizar los recursos hidro energéticos de la nación.

De la misma manera que la banca, consideraba Figueres la importancia de poder dirigir estatalmente la política hidro energética. La electricidad era para el desarrollo nacional algo similar al sistema nervioso para el cuerpo humano. Sin electricidad consideraba no hay desarrollo. La electricidad de casi 70 años en el país y en manos privadas, junto con los teléfonos, no llegaba a abarcar el 3% del territorio nacional.

La Junta sufrió otra prueba de fuego en abril. El alzamiento de su jefe de seguridad, Edgar Cardona, que intentó acabar con las reformas que se venían aprobando, que afectaban los grandes intereses de los ricos, aunque lo hacía en nombre de darle el gobierno a Ulate. Consideraba también Cardona que Figueres no quería restaurar democracia sino acabar con los gobiernos centroamericanos. Incluso se enfrentó a la propia compañía bananera, para lo cual Figueres estimuló una huelga, para poderla someter y obligarla al pago de impuestos.

Otras disposiciones de la Junta fueron: el 11 de octubre incorporar a Costa Rica en la UNESCO, el 2 de noviembre decretar el Estatuto del Servicio Civil, el 4 derogar la disposición legal de 1934 que discriminaba ciudadanos negros, que permanecía en la ley migratoria de 1941.

Intentó la Junta, sin éxito, impulsar un nuevo Código de Trabajo, cambiar el Himno Nacional, su música y su letra, y la bandera. A su término tampoco presentó una memoria de Hacienda, sobre el manejo de gastos ni tampoco de financiamiento de su Revolución. También trató de influir en el Vaticano para cambiar al jefe de la Iglesia, Monseñor Sanabria.

Según él su gobierno permitió ordenar el ambiente provocado por la guerra, establecer la normalidad constitucional y acabar con la corrupción de los ocho años anteriores.

El 7 de noviembre termina su la labor y se disuelve la Asamblea Nacional Constituyente, y promulga la Constitución Política.

La Constitución había recogido las reformas sociales de 1943 y las había ampliado, estableció el Servicio Civil para apartar la política y la politiquería del nombramiento de los empleados públicos, estableció la Contraloría General de la República, reconoció el derecho de voto de la mujer, estableció las Vicepresidencias de la República de elección popular, abolía el ejército entre otros principios.

El 8 de noviembre Figueres entrega el gobierno al primer Presidente constitucional de la Segunda República, Otilio Ulate Blanco, para el período 1949-1953. Otra prueba de fuego: no haberse quedado en el poder y entregarlo a quien en su nombre había hecho la revolución.

Al terminar la Junta el Presidente Truman había impulsado su plan militar en América Latina, de fortalecimiento de las bases militares del Canal y su política de seguridad nacional ampliada a toda la región.

En el campo económico Truman impulsaba el Plan Clayton, similar al Marshall europeo, con la intención de contribuir en algunas áreas de desarrollo con miras a neutralizar la acción política y revolucionaria del campesinado latinoamericano, sobre todo porque se iniciaban procesos revolucionarios democráticos en Bolivia, en Guatemala y el de Costa Rica, que algunos sectores de Estados Unidos acusaban de socialistas y comunistas, y de reformas improvisadas.

También iniciaba importante labor la Comisión Económica de la América Latina de la ONU, recién establecida y que será un soporte determinante de las nuevas corrientes del pensamiento económico de la región. Sus tesis influirán en los conceptos desarrollistas, que coincidirán con políticas y planteamientos que Figueres elaborará luego.

Para Figueres al término de su gestión había restaurado la confianza de los costarricenses, aunque hubiera gobernado como un dictador con todos los poderes y emitiendo leyes por Decreto.

Figueres inicia un período muy rico de activismo político regional y continental, de expresar mejor su pensamiento político, sus ideas y proyectos. Participa en cuanto evento le inviten. Se reúne con los pensadores y activistas revolucionarios de carácter social democrático latinoamericanos.

También se propone proyectos políticos locales de participación partidaria permanente.

Del 12 al 14 de mayo 1950 Figueres asiste a la Conferencia de La Habana Pro Democracia y Libertad, que reúne a los partidos populares de la socialdemocracia latinoamericana, actividad que se hacía con el apoyo del gobierno de Prío Socarrás, de Cuba. Allí asistieron Eduardo Frei, de Chile, German Arciniegas, de Colombia, Luis Alberto Sánchez, de Perú, Eduardo Rodríguez, de Uruguay, José Figueres y Vicente Saénz, de Costa Rica, Ramón Villeda Morales, de Honduras, Raúl Roa, de Cuba, Juan Bosh, de Dominicana, Guillermo Toriello, de Guatemala, Rómulo Betancourt, Eloy Blanco y Raúl Leoni, de Venezuela, otras personalidades y políticos. De aquí en adelante va a fortalecer más su relación con Betancourt.

Aquí Figueres destaca en su intervención el papel de la educación en el largo plazo como la misión más reproductiva de los pueblos y se refirió a la Patria Grande, exaltando sentimientos latinoamericanistas y centroamericanistas. Criticó las desiguales relaciones con América Latina

La Reunión se pronunció por la necesidad de acabar con las dictaduras, mejorar el nivel de vida de los pueblos, desarrollar programas para los pueblos, fortalecer los derechos políticos y condena el comunismo, el falangismo, el nazismo, y aboga por la democracia.

También resolvieron coordinar acciones de los sectores democráticos y social democráticos de América Latina en sus esfuerzos por causas comunes.

De aquí resultó la Junta Americana de Defensa de la Democracia, con sede en Montevideo, con apoyo de Emilio Frugoni, del Partido Socialista del Uruguay. El Comité Ejecutivo lo presidió Betancourt. Junto a los que participaron en La Habana se integraron Salvador Allende, de Chile, Manuel Galich, de Guatemala, Luis Beltrán Prieto, Mariano Picón Salas y Carlos Andrés Pérez de Venezuela.

Para Figueres la lucha contra las dictaduras continuaba. Allí estaban Somoza, Trujillo, Laureano Gómez, en Venezuela, Perón, en Argentina y Odría en Perú. Para él había una internacional de las espadas que recibía apoyo de los Estados Unidos, a las cuales había que enfrentar con la internacional de las democracias.

En setiembre Figueres viaja a Israel y de regreso se reúne en Ginebra, Suiza, con Luis Alberto Monge Álvarez, Francisco Orlich y Daniel Oduber y deciden fundar el Partido Liberación Nacional.

En diciembre Figueres vuelve a La Habana representando a Costa Rica en la Conferencia de la UNESCO.

Su figura postrevolucionaria adquiría cada día más dimensión e interés. La publicidad y las relaciones públicas que desarrolló con el New York Times lo introdujeron en la sociedad norteamericana, aunque otros sectores alrededor del Washington Post y el Wall Street Journal lo consideraban un ídolo con pies de barro.

El 3 de mayo de 1951 Figueres recibe en New York un homenaje de la Asociación Internacional Pro Democracia y Libertad.

En julio expuso su tesis sobre «Precios justos para el desarrollo», en la Tercera Conferencia Anual sobre América Latina de la Universidad de Stanford, California, Estados Unidos. Habló de un plan de independencia económica basada en precios justos para el café y materias primas de exportación. Su conferencia fue sobre las instituciones económicas que nos convienen.

Su vínculo con el exilio caribeño lo asociaban a actos conspirativos contra los Presidentes Carlos Delgado Chalbaud, de Venezuela, Trujillo de Dominicana, Juan Domingo Perón, de Argentina, Somoza de Nicaragua, Manuel Odría, e Perú, así como también de varios atentados que se decía le hacían al Dr. Calderón Guardia en México.

El gobierno republicano español, en el exilio, le condecora, por solicitud del General José Asensio, Ministro de Guerra de la República Española.

El 12 de octubre en la finca La Paz de San Ramón, su ciudad natal, Provincia de Alajuela, funda el Partido Liberación Nacional, como un partido permanente, ideológico, con personas que venían del Acción Demócrata, el Centro de Estudios para los Problemas Nacionales, el Partido Social Demócrata, algunos seguidores del partido Confraternidad Guanacasteca y de la Confederación de Trabajadores Rerum Novarum.

El Partido asumía las banderas de la socialdemocracia. Lo habían constituido según ellos en sentido europeo, sin que se hiciera alrededor de una candidatura y de elecciones ocasionales. Su bandera sería el color verde, blanco y verde en tres franjas horizontales. Su propósito crear una estructura organizativa en capacidad de generar liderazgos permanentes, vinculados a los sectores productivos y sociales que le habían dado origen, las clases medias, intelectuales y profesionales en íntimo contacto con el pueblo.

Se definía el Partido en lucha contra el totalitarismo, considera al hombre no un medio sino un fin, luchaban por la dignidad, la libertad, la propiedad con función social, porque no hubiera medios de producción ni propiedad inactivos, por una Planificación democrática nacional, exaltaban el trabajo, sin degradarlo ni menoscabarlo, ni reducirlo a simple mercancías y hacían un planteamiento energético de desarrollo de largo plazo.

Consideraba que el Partido sería el instrumento de organización y movilización, pero de reflexión de los problemas nacionales, en capacidad de trazar el camino del progreso y un porvenir mejor.

En 1952 se divorcia de Henrietta Boggs. El 15 de febrero el College de Winter Park, Florida, Estados Unidos, le otorga el Doctorado Honoris Causa en Derecho, y viniendo hacia Costa Rica fue detenido en La Habana.

El 8 de marzo Figueres anuncia en Cartago su candidatura a la Presidencia de la República, por el Partido Liberación Nacional (PLN).

En abril habla en el Instituto de Asuntos Internacionales sobre las inversiones de capital norteamericano y las invasiones extranjeras. Destaca que la propiedad extranjera debe concentrarse en un sector de la economía.

El 1º de julio Figueres, en su condición de candidato del PLN propone a la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Consejo Económico y Social de la Asamblea General de las Naciones Unidas la creación de una reserva mundial de alimentos, a modo de un Banco Mundial de Alimentos.

Señala la necesidad de enfrentar la escasez de alimentos, de estabilizar los precios internacionales de comidas y materias primas, de regular los excedentes y de levantar la producción para darle seguridad al mercado y fortalecer los mercados regionales.

En adelante luchará permanentemente por procurar precios justos para los productos de los pueblos y países latinoamericanos.

Va ser partidario del integracionismo hemisférico, respetando a los pueblos e individuos. Su visión integracionista debía ser sin hegemonismos ni dominios de países. La base de la integración debía ser la unión de los recursos económicos, la educación y una plataforma de fines comunes. La integración era una bandera de solidaridad en la lucha por la Libertad, la Democracia y el bienestar social.

Así empezaba a perfilarse como uno de los pensadores que luego formarán parte de la izquierda democrática y nacionalista latinoamericana.

Figueres es elegido Presidente de la República por 123.444 votos. Su opositor, Fernando Castro, obtiene 67.324 votos.

En esta elección por primera vez en votaciones nacionales emiten el sufragio las mujeres de Costa Rica. En sus papeletas de diputados por primera vez también incluye candidatos negros. Centró su lucha electoral en la justicia social, la redención y la lucha contra la pobreza y perfila el tipo de democracia que él deseaba y ya había iniciado.

Su victoria en Estados Unidos la señalan como un triunfo de los socialistas y lo ven de enemigo de las inversiones norteamericanas. Otros lo veían como un Pancho Villa, pero en su aspecto de bandido.

El 8 de noviembre asume la Presidencia de la República para el período 1953-1958. Las tesis de la CEPAL le inspiran. Fortalece sus sentimientos de impulsar la Internacional de las Democracias contra la de las Espadas.

En 1954 lleva a cabo su segundo matrimonio, con Karen Olsen Beck, de origen danés, nacionalizada norteamericana, con quien tiene cuatro hijos más, José María, Michael Mariano, Karen Cristina y Kirsten.

Para Figueres había dos frentes de combate: la batalla moral y cívica y el mejoramiento económico y social.

A partir de este momento se inician sus reconocimientos internacionales, y sus luchas por la Democracia continental.

El 1 de enero de 1956 Figueres publica el libro «Cartas a un Ciudadano», escrito en la «Lucha sin fin». Aquí sostiene que es importante conocer su pensamiento para valorar sus actuaciones. Enfatiza su tesis de que con cultura se puede hacer pueblos fuertes, capaces y responsables.

Era un libro intimista, del educador, del político, del pensador, del filósofo político, y del soñador utopista que también era. Sigue siendo un libro oportuno sobre temas nacionales que siguen vigentes según se quieran apreciar, cómo administrar y gobernar el país, sobre derecho electoral y vía democrática para el país, sobre la reforma social, laboral y económica, sobre el desarrollo capitalista nacional, y temas no menos álgidos, impuestos, salarios, viajes y autos de los funcionarios públicos.

De su primera Administración constitucional dejó la Ley fundamental de Educación, la que consideró la Gran Reformas educativa después de la de don Mauro Fernández en el siglo XIX.

Fuera de gobierno, en 1958, intensifica su activismo político, como destacado dirigente de su partido fortaleciendo sus relaciones continentales.

En 1958 junto con Rómulo Betancourt, Víctor Raúl Haya de la Torre, Eduardo Santos y Norman Thomas, inician la publicación «Combate», de la izquierda democrática continental, cuyo director es Luis Alberto Monge, como una trinchera de ideas y de pensamiento al servicio de la democracia, la justicia, de lucha por la libertad y la dignidad humana, y un instrumento de pedagogía política y de formación ciudadana.

El 15 de noviembre de 1958 en una conferencia de partidos populares de la Social Democracia Latinoamericana convocada en la «Lucha sin fin», crea el Instituto Internacional de Educación Política.

El 3 de octubre de 1960 impulsa el Instituto de la Social Democracia Latinoamericana, en San Isidro de Coronado, para contrarrestar a la «internacional de las espadas», formando los Cuadros democráticos que la Internacional de las Democracias necesitaba.

Más tarde, Figueres inaugura, en la Catalina, en Barva de Heredia, el Centro de Estudios Democrático de América Latina (CEDAL), proyecto conjunto del Partido Liberación Nacional y el Partido Social Demócrata de la República Federal de Alemania a través de la Fundación Friedrich Ebert, que va a tener una proyección mucho más fuerte en la socialdemocracia latinoamericana y costarricense en los años siguientes.

Se había convertido en un líder continental de la Social Democracia, ya líder también de su propio Partido Liberación Nacional que había fundado el 12 de octubre de 1951.

En su Segundo Gobierno Constitucional, 1970-1974, publica su libro “La Pobreza de las Naciones”, en 1974, su nuevo y vigoroso ensayo, que recibe el Premio Nacional Aquileo J. Echeverría, donde aborda, con visión internacional las relaciones de países, los temas de la cuestión social, económica, aspectos de mercados, producción e intercambios comerciales, siempre con la preocupación de “hacia dónde debemos encauzar la educación del hombre, que clase de ser y qué clase de sociedad humana queremos producir”.

En este gobierno impulsa la educación superior creando el Instituto Tecnológico de Costa Rica, desarrolla el Ministerio de Cultura Juventud y Deportes, reforma la Constitución Política para establecer la ciudadanía a los 18 años, se inicia la derogatoria del Párrafo Segundo del Art. 98 de la Constitución Política, para restaurar la democracia electoral más plena, establece relaciones con la Unión Soviética y otros países socialistas, impulsa la Naviera Multinacional del Caribe, la Unión de Países Exportadores de Banano, el Sistema Económico Latinoamericano, la Asociación Bananera Nacional, decreta la nacionalización de la Northern Railway Company, crea el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas y la Corporación Costarricense de Desarrollo Sociedad Anónima, la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), el Instituto de Fomento Cooperativo, la Comisión Nacional de Asuntos Indígenas, la Refinería Costarricense de Petróleo, el Instituto Nacional sobre alcoholismo y muchas obras más.

Al terminar su gobierno dispone de tiempo para escribir y pensar en nuevas temáticas, mostrando su capacidad narrativa. Así publica “Cubaces tiernos en abril”, cuento que es llevado al cine y la televisión, luego, “Así nacen las Palabras y los Cuentos” y «Franjas de luz: arboricultura en el paralelo 10», y en 1987 se publica su obra, hecha a dos manos, con el Presbítero Benjamín Núñez Vargas, “El Espíritu del 48”, que recoge de nueva manera su visión sobre los sucesos ocurridos entre 1940 y 1948, y para hacer un llamado a quienes consideraba que habían traicionado y “siguen traicionando” ese espíritu del 48, pidiendo que los que participaron en aquellos acontecimientos escriban lo propio.

La obra político intelectual de José Figueres no se reduce a estos textos, que se hoy se recogen en estos tres tomos. Sus escritos de prensa, de artículos, sus intervenciones, muchas de ellas polémicas, sus discursos debidamente impresos, y recogidos por la prensa, sus debates, sus informes presidenciales a la Asamblea Legislativa, quedan pendientes de reunirse en un esfuerzo de una Obra Completa, de este gran pensador político, filósofo político del quehacer político nacional, y de esta gran costarricense, que merecidamente fue reconocido como el personaje más importante del siglo XX costarricense.

Estos libros son una puerta y unas ventanas abiertas al pensamiento de José Figueres Ferrer.

Su fallecimiento el 8 junio de 1990 provocó las honras fúnebres más grandes que a algún costarricense se le hayan tributado en el país, recogiendo en ese homenaje el respeto, el cariño, la admiración y el agradecimiento que le tributó el pueblo costarricense, sin banderías políticas, como un solo cuerpo, en esos días.

En Liberación Nacional se afilan cuchillos

Vladimir de la Cruz

Empezó, para el Partido Liberación Nacional, la carrera electoral con la Asamblea Nacional, recién celebrada, marcando su terreno, de ir absolutamente solo a las elecciones, sin consideración alguna a los gritos desesperados de Pedro Muñoz, diputado de la Unidad Social Cristiana, que trata de armar una coalición política, de centro derecha, así llamada por él, de grupos opositores, especialmente de tradición cristiana, para enfrentar al Partido de Gobierno, al Partido Acción Ciudadana, dejando de lado las líneas estratégicas que el Expresidente Rafael Ángel Calderón Fournier manifestó, ante esas opiniones de Pedro Muñoz, que en esa coalición debería considerarse al Partido Liberación Nacional.

Por su parte, Rafael Ángel Calderón ha considerado que una coalición debería ser de carácter centro humanista, en lo que hay sectores, y algunas destacadas figuras de Liberación Nacional, que este planteamiento les suena bien.

Obviamente, que el diputado Muñoz está pensando que esa posible coalición lo postule a él como candidato de esa unidad política, lo que yo veo muy lejano. Ni siquiera lo veo todavía como el candidato de la Unidad Social Cristiana, a pesar de que es el único que públicamente se mueve en esa dirección. Rodolfo Piza que todavía podría considerarse para una tercera candidatura, de este Partido, suena más hoy para encabezar la lista de diputados de San José.

Una coalición de esta naturaleza, de características socialcristianas, de forma centro humanista y no de centro derecha, por ahora, solo la vería encabezada por el alcalde socialcristiano de Cartago, Mario Redondo, aunque aún es temprano para señalar su mejor candidato, y sin Liberación Nacional.

En cuanto a Liberación Nacional, como partido, evidenció, en esta Asamblea Nacional, un gran debilitamiento como la organización política que fue, como partido político con grandes y reconocidos dirigentes POLITICOS, como José Figueres, Daniel Oduber, Luis Alberto Monge, que no los tiene hoy, que fueron los más importantes dirigentes políticos de ese partido, durante muchos años, con formación política, dentro de la doctrina o teoría socialdemócrata. No hubo en esa Asamblea dirigentes de alto nivel, por el contrario, estuvieron ausentes o no presentes en esa Asamblea. La Asamblea Nacional dio el banderazo de salida para quienes aspiren las candidaturas de Presidente y de diputados, para que se organicen los equipos hacia la Convención de junio del 21.

Personajes como Rolando Araya, Fernando Berrocal, Francisco Morales, Francisco Antonio Pacheco, Carlos Rivera, Manuel Carballo, Carlos Manuel Vicente (Yayo), los hermanos Soley Soler, entre ellos Fernando, y con todo respeto, las “vacas sagradas”, de Enrique Obregón o Bernal Jiménez, que son activos intelectualmente, ni siquiera forman parte de esa Asamblea Nacional. Los han ido marginando o se han autoexcluido de papeles protagónicos, excepto Rolando Araya que se reintegró al Partido y a su Comité Político. Fernando Zamora, ex Secretario General del Partido está en lo suyo, forjándose su candidatura. Claudio Alpízar también la está luchando, sin apoyos, aunque tiene muy buenas relaciones con Oscar Arias y con José María Figueres, pero, sin muletas, como dijo Oscar Arias en 1983, cuando no tuvo apoyo de don Pepe y Daniel y los principales dirigentes liberacionistas.

El Expresidente Oscar Arias y la Expresidenta Laura Chinchilla son hoy muy decorativos dentro de Liberación Nacional. Tienen seguidores, y fuertes, pero no se expresan como tendencias dentro de ese Partido, aunque el “arismo” existe, como existe el “figuerismo”, como las más “temidas” corrientes, en el interior y exterior de este partido. Se ha manifestado la fortaleza del «arismo» y el reconocimiento del papel importante de Oscar Arias cuando el propio Directorio Político le ha solicitado, en este momento, su inserción más activa. En menor escala están el “arayismo”, el “laurismo” y el “antonismo”, aunque Johnny Araya y Antonio Álvarez tengan el control de diputados, de miembros de la Asamblea Nacional y de alcaldes.

Oscar Arias sigue siendo la figura política que es y que se le reconoce, así como se le teme, pero no se desempeña como dirigente político. Opera como un faro nacional dando sus opiniones sobre distintos tópicos. No es igual con el Expresidente José María Figueres que sí valora la posibilidad de participar activamente dentro del Partido Liberación Nacional, como líder, como dirigente, y como posible candidato, para el próximo proceso electoral, aunque algunos de sus seguidores consideran que debe hacerlo separado de Liberación Nacional, en casa aparte, con otro partido, lo que para mí sería un error. Los que piensan esto deben valorar lo que es el proceso de inscripción de un partido político y el de participar sin respaldo del financiamiento público, que sí tiene Liberación Nacional. Solo don Pepe Figueres, amenazó, en 1969, irse con otro Partido, el Social Demócrata, que inscribió en el Cantón de San Pablo de Heredia, ante la posible candidatura de Rodrigo Carazo, que se le enfrentó internamente en 1970. Figueres se impuso y Carazo salió, dignamente, a hacer otro Partido con el que participó en las elecciones de 1974 y que le preparó las condiciones para la candidatura de 1978 y su triunfo electoral.

Liberación Nacional se ha proyectado al ejercicio de otros gobiernos con altos dirigentes que ha tenido, que salieron de Liberación Nacional, como Rodrigo Carazo y Luis Guillermo Solís, que llegaron a la Presidencia de la República con la coalición socialcristiana Unidad, en 1978, y con el Partido Acción Ciudadana, en el 2014.

El actual Secretario General, de Liberación Nacional, Gustavo Viales y la Presidenta del Partido, me parece, quedan cortos en esos cargos, en un Partido de 69 años, del cual siento que desconocen su historia partidaria, la incidencia histórica que ha tenido en el país, y su desarrollo institucional, en lo que fue el Estado Social de Derecho, tal vez por no haber sido formados en La Catalina, a lo cual parece que Liberación Nacional renunció y dejó de lado, lo que se manifiesta en la mayoría de sus dirigentes nacionales, regionales, locales, intermedios y municipales.

Es el Expresidente José María Figueres, por algunas aproximaciones que le oigo, por mensajes que mantiene activos, en las últimas semanas, y desde hace algún tiempo, donde pareciera que si él asumiera alguna responsabilidad partidaria, entre ella la posible candidatura presidencial del 2022, le pondría énfasis a planteamientos socialdemócratas, como partido político más progresista, hasta de “izquierda” socialdemócrata lo llamó, y con proyectos programáticos nacionales, que quisiera agitar y rescatar, junto a los nuevos temas que él está manejando, como grandes señales electorales hacia los jóvenes y otros sectores sociales, como son la economía verde, el medioambiente, los océanos, los cambios climáticos, los Derechos Humanos, evidenciando sus vínculos con el Foro Económico Mundial, del cual fue su Secretario General, que le permite mantener relaciones activas para potenciar importantes traídas de capital e inversiones al país, en un posible gobierno suyo que debe enfrentar, en el 2022, una grave situación financiera y económica nacional, de no corregirse en el plano inmediato, lo que no se ve a la vista.

Los expresidentes de la República, del Partido Liberación Nacional, Oscar Arias Sánchez, Laura Chinchilla y José María Figueres al interior de su Partido, por su condición de expresidentes, son parte de su Directorio Nacional. Se mantienen allí con sus representantes, a modo de suplentes, Miguel Guillén, de reciente incorporación desde esta semana, Carlos Roversi y José Manuel Peña, sin que ellos, los expresidentes, se hagan sentir por medio de estos voceros, sobre todo en la discusión política que se podría esperar de un partido político de tanta experiencia histórica.

No hay a la vista ningún importante pronunciamiento ni declaración alguna, como lo está haciendo en las últimas semanas la dirección política del Partido Acción Ciudadana, sobre aspectos de la realidad nacional o política, sobre el Gobierno y sobre su Partido.

Los otros partidos políticos nacionales tampoco realizan pronunciamientos de sus Comités Políticos, o Directorios Nacionales, sobre los distintos temas de la agenda nacional, evidenciando sus posiciones. En este sentido han desaparecido como partidos políticos. Aparecen, eso sí, para cada campaña electoral.

Liberación Nacional da la idea de un cuerpo sin cerebro, y ni siquiera terminaciones nerviosas. Ni siquiera tiene movimientos peristálticos porque pareciera tener un ayuno político perpetuo, al menos de mucho tiempo. Desde que dejaron de preparar sus cuadros o dirigentes políticos en La Catalina, en la Escuela de Formación y Capacitación Política, que tenían en Barva de Heredia, ese Partido empezó a decaer y ha hecho que sus principales dirigentes actuales, jóvenes muchos de ellos, no conozcan ni el ABC de la socialdemocracia. Algo parecido sucedió con la escuela de formación socialcristiana que se tenía en San Isidro de Coronado, para la formación de dirigentes socialcristianos.

La Asamblea Nacional del Partido Liberación Nacional, como en todos los partidos políticos, de acuerdo con la legislación nacional es el órgano político más importante, por los acuerdos que toma.

La Asamblea Nacional de Liberación Nacional de 139 miembros, además de los 70 nacionales delegados por las Asambleas Provinciales tiene representación de sectores como son los cooperativistas, los trabajadores, los solidaristas, las mujeres, la juventud. Ahora acordaron incluir 7 representantes municipales, a razón de uno por cada provincia. No aumentaron el número de los 139 miembros, de manera que tendrán que ver a quienes sacrifican para meter a estos 7 nuevos. Si los incluyeron en la Asamblea Plenaria, otro organismo que tiene Liberación Nacional, allí son simbólicos, decorativos, sin relevancia alguna. Incluyeron un miembro del sector municipal en el Directorio Político, que puede ser un alcalde, un regidor, un síndico o un intendente.

A la distancia me parece que dirigentes importantes de ese Partido, como figuras y altos funcionarios de gobierno que han sido, y son reconocidos militantes, como Johnny Araya Monge, Antonio Álvarez Desanti, hasta excandidatos presidenciales ellos, y Carlos Ricardo Benavides, lucen más como altos conspiradores contra su propio partido, que como los dirigentes que en este momento necesita ese Partido, para su unidad partidaria con miras a las próximas elecciones. Lucen más proyectándose hacia la municipalización y debilitamiento de las estructuras de ese Partido, abriendo tenebrosas compuertas, por ese motivo, a su interior, y exhiben y lucen, sus afilados cuchillos y machetes, dispuestos a cortar cabezas, de quien se les ponga a la par o al frente, en el Patíbulo del Balcón Verde, frente a los procesos internos que se avecinan, desde ahora hasta junio, cuando celebrarán su Convención abierta para escoger el próximo candidato presidencial, junto a la convocatoria de todas las asambleas partidarias, desde las distritales hasta la nacional, para ratificar esas candidaturas.

Liberación Nacional es un partido con muchas heridas internas abiertas, casi sin posibilidad de sanar. Ese es un gran riesgo para su participación electoral inmediata. El riesgo más grande es que sea un cascarón político ante el desafío que el proceso electoral impone

En la situación actual nadie puede negar que el Partido Liberación Nacional tiene una base sólida de militantes, y de simpatizantes, que en las últimas dos campañas le han dado 19 y 18 diputados, y la mayoría de los alcaldes, en más de un 60%, y que goza todavía de un porcentual de aceptación que no tiene ningún otro partido. Pero, también hoy los votantes ya no ven solo partidos políticos a seguir, también ven candidatos sin importar el partido al que pertenezcan.

Los cuchillos que empiezan a exhibirse, en el interior del Partido Liberación Nacional, ¡cuidado!, que pueden ser para el propio pescuezo.

El reto inmediato de Liberación Nacional no es solo tratar de ganar las elecciones próximas, lo que es igual para todos los partidos, sino es no tener una tercera derrota electoral consecutiva. Ha tenido dos derrotas, Miguel Ángel Rodríguez y Abel Pacheco, la primera, Luis Guillermo Solís y Carlos Alvarado, la segunda. En esta segunda, incluso sin llegar a la posibilidad de ir a la segunda ronda.

¿Aguantará Liberación Nacional una tercera derrota electoral? ¿En qué condiciones sobrevivirá?

Dentro de 13 meses lo sabremos, el primer domingo de febrero del 2022.