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Etiqueta: plaguicidas

La agroecología en el país más fumigado del mundo

Henry Picado Cerdas (*)

 

Irónicamente en la víspera del día de Acción Global Contra los Plaguicidas el presidente costarricense Luis Guillermo Solís firmó un nuevo reglamento para la incorporación de más agroquímicos en el país más fumigado del mundo.

Los personeros de Ministerio de Agricultura y Ganadería anunciaron el pasado que “entre los avances que contempla la nueva normativa, está el registro por incorporación de elementos activos grado técnico que ya hayan sido registrados en otros países miembros de la OCDE.”

Hay que aclarar que según este reglamento cualquier agroquímico registrado en cualquier de los 34 países de la Organización Para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) será admitido en Costa Rica para su registro de forma automática. ¿Será esto un avance? ¿A quién beneficia esta medida?(1).

Cabe señalar la OCDE es un órgano multilateral de carácter privado, fuera de las organizaciones de Naciones Unidas, famoso en el mundo entero por emitir “recomendaciones” de eliminación de políticas de bienestar social (educación, economía, ambiente y salud). Forzando a los países miembros a adoptar políticas de libre comercio y de corte pro-empresarial.

El gobierno tico considera “un avance” mermar los controles y análisis técnicos nacionales para la entrada de “nuevos” plaguicidas sustituyéndolos por registros hechos en otros países con condiciones ambientales y agrícolas diferentes. Cientos de plaguicidas serán incorporados como permitidos en Costa Rica sin pasar ni una sola prueba específica para nuestro contexto biológico, climático y productivo.

Un arsenal de contaminantes está a punto de entrar al país y las compañías de agroquímicos se frotan las manos. Las mismas manos que escribieron este reglamento, puño y letra de Cámara de Agricultura, compuesta por cualquier cosa menos por agricultores. Esta Cámara es un sindicato de empresas transnacionales del agronegocio, presidida y dirigida por Alfredo Volio, el Capitán de la Campaña del “Sí Al TLC”.

Para este “Gobierno del Cambio” no bastan los 18.2 kilogramos de agroquímicos anuales por hectárea que se consumen el país. Parece que está de acuerdo con los empresarios piensan que tenemos que comer más veneno tres veces al día.

Pero dichosamente hay esperanza. Gente que se organiza y se pone a trabajar a pesar del mal tiempo y de las malas políticas agrícolas que asolan el país hace 30 años. En el marco del día internacional de Acción Contra los Plaguicidas cientos de campesinos, campesinas, se encontraron en el Festival Cultivando Pura Vida con consumidores/as, cocineros/as músicos/as, activistas, académicos/as… personas de todo el país.

Durante dos días en el Centro Especializad en Agricultura Orgánica en Cartago se encontraron tejidos, fermentos, hortalizas, legumbres, granos, tubérculos, frutas, mieles, semillas, artesanía, chocolate, café, cosméticos y mil sorpresas más.

Iniciativa que genera vínculos, conocimiento y redes de trabajo en torno a la agroecología. Se sabe que toda esta gente valiente no se rendirá y seguirá luchando desde los surcos fértiles en muchos rincones de este país.

Nota:

(1) Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Chile, Corea, Dinamarca, España, Estados Unidos, Eslovenia, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Islandia, Israel, Italia, Japón, Letonia, Luxemburgo, México, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suecia, Suiza, Turquía.

 

(*)Red de Coordinación en Biodiversidad.

 

Imagen tomada de www.biodiversidadla.org

Enviado por Red de Mujeres Rurales de Costa Rica.

Investigadora UNA gana premio internacional en epidemiología

Por estudios sobre efectos del uso de plaguicidas en las zonas bananeras de Matina, en Limón

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El reconocimiento le fue entregado a la Dra. Ana María Mora Mora, en Roma durante 28a Conferencia Anual de ISEE.

La búsqueda de factores ambientales y sociales que pueden perjudicar la salud de poblaciones que viven en condiciones vulnerables ha sido la consigna de la médica epidemióloga Ana María Mora, académica del Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional (IRET-UNA), quien el pasado 4 de setiembre obtuvo el premio “Rebecca James Baker”, otorgado por la Sociedad Internacional de Epidemiología Ambiental (ISEE, por sus siglas en inglés).

La Dra. Mora forma parte del equipo de investigadores del Programa Infantes y Salud Ambiental (ISA), coordinado por la Dra. van Wendel de Joode, cuyo objetivo principal es evaluar los efectos de la exposición a plaguicidas y el metal manganeso en la salud de los niños que viven en comunidades cercanas a las plantaciones bananeras en el cantón de Matina, Limón. “El manganeso es un nutriente esencial que nuestro cuerpo necesita en niveles relativamente bajos, pero en niveles altos éste puede afectar de manera negativa el crecimiento y el sistema nervioso de los niños. El manganeso se encuentra de forma natural en la corteza terrestre, pero el fungicida mancozeb, aplicado por vía aérea y de forma frecuente en plantaciones bananeras, también contiene un 21% de manganeso. Mi objetivo, y el del grupo de investigadores del Programa ISA, es determinar si el contacto con manganeso durante el embarazo puede afectar el crecimiento y neurodesarrollo de los niños que viven cerca de plantaciones que son fumigadas con el fungicida mancozeb”, dijo Mora.

Reconocimiento

El premio Rebecca James Baker se otorga cada año en la conferencia anual de ISEE a investigadores jóvenes destacados en el área de epidemiología ambiental. La Dra. James fue una profesional particularmente comprometida con la epidemiología como herramienta para mejorar la salud pública y con ello la calidad de vida y trabajo de personas de diferentes culturas y orígenes. En el 2004 y con tan sólo 33 años, ella murió inesperadamente debido una afección cardiaca relacionada con su embarazo. Para honrar su memoria e incentivar a los nuevos investigadores a seguir su ejemplo, la ISEE entrega anualmente un premio a su nombre.

Este reconocimiento fue entregado a la Dra. Mora en la 28a Conferencia Anual de ISEE, realizada del 1 al 4 de setiembre en Roma, Italia. En este evento participaron alrededor de 1,500 investigadores.

“El reconocimiento es muy importante porque me permite dar a conocer la calidad del trabajo que hacemos en nuestra Universidad, y en Costa Rica en general. Las conferencias como la de ISEE nos permiten establecer vínculos con otros investigadores y fortalecer nuestras colaboraciones nacionales e internacionales”, dijo Mora.

 

Enviado a SURCOS Digital por UNA Comunicación.

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MAG: enemigo del ambiente 2014-2016

Para la FECON en el mes del ambiente hubiésemos querido destacar lo positivo del gobierno del cambio, pero lo cierto es que pesa más en la balanza poner en evidencia el maquillaje verde que predomina.

Toca señalar que en estos dos años de gobierno, la gestión del Ministro de Agricultura ha sido enemiga del ambiente y de los intereses del país, tanto que sería mejor llamarle “Ministro de la Agroindustria Transnacional” en el tanto que:

El MAG ha buscado desregular, aún más, el registro de agroquímicos, incluso tratando de excluir al Ministerio de Salud y MINAE. Ha sido una constante en su gestión, a pesar de la violencia contra las comunidades y la naturaleza intrínseca a estos modelos de agroindustria «siguen casados» con sus cámaras. En este lamentable matrimonio «secuestraron» la posibilidad de tener una nueva ley del agua y su recompensa es ser descalificados públicamente (Diario Extra, 4-5-2016)

Como si no fuéramos el país que más consume plaguicidas en el mundo, este ministro firmó el Decreto N° 39461 que facilita, aún más, la importación de agroquímicos y su formulación en suelo nacional para ser exportados. Este negociazo aprobado a mediados de febrero, nos podría convertir en una fábrica de venenos para exportar con todos los riesgos que esto implica, tal y como ya sucedió con el desastre de FERTICA (FECON, 4-5-16) y para rematar, en un régimen de zona franca, sin exigir mayor pago de impuestos, todo esto ¡en plena crisis fiscal!

MAG y SENARA trabajan bajo la “ilógica” que considera que el agua que llega al mar es un desperdicio (ver la Diarioextra.com, 20-7-16 y larepublica.net 10-3-2016) y parten de la obsoleta premisa del agua como recurso inagotable, mientras que hasta niños y niños en la escuela saben que es un error superado de la ciencia occidental (porque nuestros pueblos originarios sí han tenido más claro los principios del ciclo hidrológico y el cuido del agua desde hace miles de años), pero parece que nuestros jerarcas reprobarían la primaria del siglo XXI, ¿sabrán que la tierra es redonda? Así, el papel de estas instituciones, en lugar de solucionar, han propiciado conflictos socio-ambientales cuando por ejemplo han promovido y ejecutado cuestionados proyectos de riego que no cuentan con suficientes estudios ni mayor participación o fiscalización ciudadana, poniendo en riesgo la naturaleza y comunidades enteras que dependen de ella. Tal es el caso de los conflictos en Guacimal , Santa Rosa y Aranjuecito de Puntarenas. Se suman a este modelo de saqueo desenfrenado para beneficio de la agroindustria, los casos del Río Tempisque y otros ríos, «sobreconcesionados» en el tanto se ha autorizado la extracción de agua más allá del nivel del su caudal, es decir se legaliza la posibilidad de secarlos, al no partir de la realidad del caudal actual de estas cuencas, pasando por encima de los usos prioritarios como el agua para el consumo y la vida misma del río. En el Río Lagarto se ha concesionado el 120% de su caudal para riego de piña, algodón transgénico y pastos para ganadería y en el caso del Río Guacimal su concesión alcanza el 125%, ambos son fuentes directas de acueductos comunales (FECON, 25-5-16).

Pero el caso de Guacimal no queda ahí, tanto el Ministro como SENARA, han actuado bajo la lógica de la persecución y han irrespetado la autonomía universitaria.Ambas instituciones enviaron cartas y realizaron una llamada a la Vicerrectoría de Acción Social de la Universidad de Costa Rica acusando al Programa Kioscos Socio Ambientales de realizar acciones “belicosas” y “parar obras» de un proyecto de riego en Guacimal de Puntarenas, que en realidad había sido suspendido por la Sala IV en dos ocasiones por ilegalidades(Semanario Universidad,14-3-16). Estos actos abonan a la criminalización de la acción socio ambiental y persecución de quienes abogan por el ambiente en nuestro país. Resulta desconcertante que, en 8 años que tiene este programa, sea la primera vez que recibe presiones de instituciones públicas, justo en esta administración de discurso progresista y con jerarcas que vienen de la academia.

Como si fuera poco, en la provincia de Guanacaste están proliferando los pozos ilegales, el desperdicio y más «sobreconcesiones» para la agroindustria. SENARA está tratando de cercenar 115 hectáreas que pertenecen a la Reserva Lomas de Barbudal, para hacer el embalse Río Piedras y seguir el mismo modelo de ineficiencia y de injusticia hídrica para beneficiar a los mismos de siempre y seguir con el «mal desarrollo» que aumenta día con día la pobreza, el despojo y la expulsión de sus habitantes.

En lugar de honrar los compromisos del Gobierno de decretar la moratoria al cultivo extensivo de la piña ( PACto Ambiental en Acciones Estratégicas en Seguridad Ambiental” pág.3 y 13 y “Posición Gestión Integrada del Recurso Hídrico”) el MAG se ha convertido en su principal promotor de nuevos mercados en como China (Diarioextra.com, 20-9-14) al punto de cesar a Francisco Dall’Anese, exdirector del Servicio Fitosanitario del Estado, con tal de eliminar cualquier obstáculo al negocio de la agroindustria piñera transnacional, cuyas millonarias ganancias no se quedan en el país y se dan a expensas de 12 mil personas tomando agua con sus agrovenenos, excepciones de impuestos y morosidad millonaria con la CCSS. Mientras, los campesinos son presa de la «asistencia técnica» de las transnacionales de agrovenenos, y el ministro además de concederle a los piñeros la cabeza de Dall’Anese, les ofreció nuevos inspectores y asistencia a este sector caracterizado por hacer lo que les da la gana con las leyes, el ambiente y los derechos de las comunidades. Todo esto con el apoyo del MAG que, en lugar de hacerlos cumplir la ley, anima una “Certificación Voluntaria de Buenas Prácticas Agrícolas” que son manuales de fantasías y ¿buenas? intenciones para no hacer nada.

El incumplimiento de las promesas de campaña no acaba, en el caso de los transgénicos, el ministro del MAG ha incumplido los dos acuerdos que firmó, con su puño y letra en campaña (¿su palabra no vale?). Por un lado, ha irrespetado los acuerdos municipales de rechazo a los cultivos transgénicos en sus territorios, por ejemplo en Chomes de Puntarenas se ha seguido cultivando algodón genéticamente modificado estos dos años, a pesar de su declaratoria libre de transgénicos. De igual manera se ha incumplido la promesa de un decreto ejecutivo para etiquetar alimentos con transgénicos. Además, representantes del MINAE y del MAG (entre ellos Dall’Anese que trabajó para la empresa DowAgrosciences) votaron a favor del cultivo de algodón transgénico por parte de DowAgrosciences. ¿Será que debió abstenerse el señor Dall’Anese de votar a favor de una transnacional con la cual trabajó?¿Será que tiene su espacio asegurado en Dow?. Además, lo hizo sin corregir el reglamento que permite las autorizaciones sobre transgénicos y que fue declarado parcialmente inconstitucional, un reglamento que el mismo ministro cuestionó en el caso de maíz transgénico, eso sí cuando era funcionario universitario.

El MAG es responsable de las llamadas quemas agrícolas controladas (QAC), autorizadas principalmente para monocultivo de caña, que generan gran impacto en la salud por contaminación con dioxinas y furanos de alto potencial cancerígeno. Pero resulta que las QAC sí se pueden salir de control y provocan incendios forestales, este año 45 mil hectáreas fueron consumidas por el fuego, más de 4 mil fueron en áreas silvestres protegidas y la mayoría de estos desastres han sido en cantones cañeros. El MAG en lugar de apoyar las alternativas a la quema, año con año otorga los permisos para beneficiar a los grandes ingenios azucareros. Queda en evidencia una vez más, como sigue pesando más el beneficio de los intereses comerciales de unos pocos sobre la salud pública y bienestar ambiental. Mientras el MAG provoca incendios, el MINAE con pocos recursos los trata de controlar y el sistema de salud trata de atender las enfermedades bronco-respiratorias de cientos de comunidades afectadas, en medio de la implemente y recrudecida época seca guanacasteca.

En 6 años pasamos del puesto 35 en 2011 a 130 a nivel mundial en 2016 en el índice de Salud de los Océanos, y mientras descendemos 95 puestos, el MAG por medio de INCOPESCA es responsable de burlar el principio precautorio y ponernos en vergüenza mundial por la exportación de aletas de tiburón, y como si faltara más hoy se insiste en un proyecto de pesca de camarón por arrastre que terminará con acabar, con el fondo marino y su diversidad (FECON,11-3-16). En INCOPESCA no ha habido asomo de ninguna reforma integral de esta institución, que es incapaz de hacer una buena gestión del mar, como reconoce el MAG ante sus propias limitaciones para controlar la pesca de palangre, incumpliendo el decreto 38681 y siguen alcahueteando la pesca ilegal en la Isla del Coco (FECON, 11-3-15) El ministro del MAG es el responsable político de la exportación de la aleta de tiburón, acción por la cual debería compartir el “galardón” de enemigo mundial del tiburón junto con el Presidente Solís ( FECON, 23-11-15)

Como si no hubiesen problemas fuera de las áreas protegidas, hoy el monocultivo de la palma ocupa cientos de hectáreas de humedales dentro del Refugio de Vida Silvestre Barra del Colorado, bajo políticas de incentivo a la agroindustria de exportación, que significa el 60% de la producción nacional según la FAO (2012) lo cual ya de por sí pone en peligro nuestra soberanía alimentaria (FECON, 13-2-16).

El MAG está a favor de la privatización de las semillas. Así como quiso imponer una ley de semillas a la medida de las transnacionales(FECON,10-8-15), proyecto de 2008 hecho en función del TLC-EEUU cuya agenda de implementación favorece la privatización de las semillas(FECON,27-8-15), hoy celebra en el Informe del Presidente de la República y Ministros, (Tomo I, Pág. 19) que en la Oficina Nacional de Semillas (ONS), se otorgaron tres derechos de obtentor en el marco de la Ley de Obtenciones Vegetales, N°8631. Esta ley fue aprobada con total oposición del movimiento ecologista y miles de firmas solicitando un referendo. Otorgar Derechos de Obtentor, es privatizar las semillas.

Como no dejar de señalar la incapacidad de revertir las políticas que siguen poniendo en riesgo la seguridad y soberanía alimentarias donde ya la mayoría de granos son importados, tal es el caso de la totalidad del maíz amarillo, que además en su mayoría es transgénico, o el caso de los frijoles importados de China. Es el colmo del sinsentido que en el país de «los labriegos sencillos» se tenga en crisis a los frijoleros que año con año ven como se llenan nuestros mercados con frijoles asiáticos más baratos y de menor calidad.

Así, los hechos señalados en este recuento nos hablan de una gestión del MAG que no ha sido cambio sino continuismo de la anterior administración, pero peor aún, con un ministerio cerrado herméticamente sin el menor interés de participación o rendición de cuentas.

Por todo lo anterior, FECON señala la gestión del Ministro del MAG como anti ambiental, sin participación ciudadana y sin cumplir sus compromisos adquiridos en campaña política.

Además, FECON apunta el franco retroceso ambiental de las decisiones gubernamentales y por su sistemática acción contra la naturaleza, lo declara enemigo del ambiente 2014 – 2016 y solicita replantear su proyecto político.

Si bien pareciera imposible detener la inercia de un modelo agroexportador que supera nuestras fronteras, que impone un comercio transnacional extractivo a un país sumamente dependiente, el MAG tiene el apoyo de todo un país ecologista si toma decisiones valientes cuya meta sea dinamizar nuestra economía protegiendo nuestra seguridad alimentaria con base en el estímulo de nuestra agricultura y comercio justo y local, y para esto no hay otra vía posible que no implique poner en valor, en todas sus dimensiones, la salud ambiental del país, la verdadera esencia de este país y si se quiere ver desde una óptica mercantilista, nuestra verdadera gallina de los huevos de oro. Quedan dos años para revertir y aprovechar esta oportunidad, talvez la única.

 

*Imagen con fines ilustrativos tomada del video Río Acapulco seco por proyecto de riego en Puntarenas.

Enviado a SURCOS Digital por FECON.

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Diversas organizaciones se pronuncian contra Reglamento de Registro de Plaguicidas

Pronunciamiento

Plaguicidas (2)

COECOCEIBA – Amigos de la Tierra Costa Rica, sumamos nuestra voz a la del Bloque Verde, FECON, UNAG, Cámara de Apicultores, MAOCO, Feria Verde y muchas otras organizaciones más y nos oponemos a la eventual aprobación del reglamento RTCR 484:2016.

Creemos que es perjudicial disminuir las competencias de los Ministerios de Salud y de Ambiente en el registro de plaguicidas. De esta forma se disminuye controles y competencias esenciales para velar por el Derecho Humano a la Salud y al de contar con un ambiente sano y ecológicamente equilibrado. Si existe mayor control y mayor efectividad en el mismo, podríamos ayudar a que exista menos gasto en la Caja Costarricense de Seguridad Social porque habría menores impactos en la salud humana. Lo mismo sucedería con el ambiente y con varios de sus bienes, algunos de los cuales son utilizados como parte de nuestra alimentación. Hoy nuestro país es uno de los mayores consumidores de plaguicidas del mundo, sus impactos son más que notorios en nuestra vida cotidiana y no creemos prudente continuar promoviéndoles.

En el fondo, debemos fortalecer un tipo de agricultura y producción basados en el menor uso de plaguicidas. Este tipo de agricultura ya está sucediendo en el país y lo hace desde hace mucho. Es un tipo de agricultura basado en la producción familiar, en pequeñas parcelas, en asocio a la diversidad agrícola, de la mano con el conocimiento tradicional y el académico, que brinda una alimentación saludable al país. Este tipo de producción además ayuda a fortalecer los derechos de agricultores y agricultoras así como de pueblos indígenas y comunidades locales según la Convención en Diversidad Biológica y diversos procesos que la FAO lleva adelante.

No hay que seguir promoviendo y defendiendo con acciones como la aprobación de este reglamento, una producción basada en el monocultivo a gran escala, creador de nuevas plagas que solamente nos genera mayor dependencia en corporaciones que buscan solamente aumentar su lucro.

Creemos, como lo sostiene la UNAG que “Queremos seguir con este legado de la agricultura a nuestras generaciones, pero no podemos olvidar que con nuestras acciones forjamos el futuro de nuestros hijos y nietos queremos una Costa Rica productiva pero que esa producción no cause efectos negativos en nosotros ni en nuestras generaciones.”

 

Enviado a SURCOS Digital por COECOCEIBA.

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CICA promueve buenas prácticas agrícolas

Katzy O`neal Coto,

Periodista Oficina de Divulgación e Información

CICA promueve buenas practicas agricolas
Entre las buenas prácticas para la aplicación de plaguicidas se recomienda el uso de los implementos de seguridad para proteger la salud del agricultor (foto Archivo ODI).

Investigadores del Centro de Investigación en Contaminación Ambiental (CICA) y estudiantes de la UCR capacitaron a productores de cebolla de Tierra Blanca de Cartagocon el fin de mejorar sus prácticas agrícolas y reducir la contaminación ambiental.

Este proceso forma parte de un proyecto de investigación que inició en el 2011 con el objetivo de determinar el nivel de residuos de plaguicidas presentes en las cebollas de esta localidad, los suelos donde se producen y las fuentes de agua cercanas de Tierra Blanca.

Según informó el coordinador del proyecto, M.Sc. Juan Salvador Chin Pampillo, en los análisis se encontraron residuos de plaguicidas en los sedimentos y el agua de los ríos.

También se identificaron otras variables alteradas como contenidos altos de materia orgánica, coliformes fecales y e-coli, relacionadas con el mal manejo de las aguas residuales y aguas negras.

Iniciativa

Uno de los factores que afecta la calidad ambiental en la zona son las prácticas inadecuadas en la aplicación de insecticidas nematicidas, productos my tóxicos, que se utilizan como parte del control químico de plagas en el cultivo de la cebolla.

CICA promueve buenas practicas agricolas2
Tierra Blanca de Cartago se caracteriza por ser una zona agrícola en la que destaca el cultivo de la cebolla (foto Archivo ODI).

Según detalló Juan Salavador Chin, una de las prácticas comunes es que no se utiliza el equipo de seguridad para aplicar los químicos y en algunas ocasiones se aplican plaguicidas que no están registrados para los cultivos.

Por eso, el Centro de Investigación en Contaminación Ambiental (CICA) desarrolló durante el 2014 capacitaciones para contribuir con la implementación de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) en el cultivo de cebolla en la zona norte de Cartago.

Los investigadores ofrecieron las capacitaciones en conjunto con estudiantes carreras como Economía Agrícola, Trabajo Social e Historia inscritos en el Trabajo Comunal Universitario 573 de la Escuela de Trabajo Social.

De esta forma incentivaron a los agricultores para que programen las aplicaciones de una manera adecuada, que respeten los periodos de carencia, que utilicen los equipos de seguridad y la dosis correcta de los productos químicos y hagan una disposición final adecuada de los desechos.

Una de las recomendaciones para los agricultores es realizar el triple lavado con agua a los envases vacíos de plaguicidas, una técnica que ha probado ser efectiva para eliminar los residuos en los envases y así poder desecharlos de forma segura.

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Los hermanos Joaquín y José Manuel Brenes Ramírez visitaron la Universidad de Costa Rica para continuar capacitándose en Buenas Prácticas Agrícolas (foto Archivo ODI).

Beneficiados

Los hermanos Joaquín y José Manuel Brenes Ramírez forman parte del grupo de agricultores de Tierra Blanca de Cartago que se ha visto beneficiado desde el 2009 por el proyecto que desarrolla el Centro de Investigación en Contaminación Ambiental (CICA).

Allí los pequeños y medianos agricultores como ellos, aprovechan al máximo las tierras que tienen para producir durante todo el año: “en estos momentos como la demanda es tan fuerte si un terreno puede producir los 365 días al año, la gente los pone a producir” señaló Joaquín.

No obstante, Joaquín es consciente del deterioro que los agricultores han causado a los suelos debido a esta sobrexplotación y abuso de químicos.

Para José Manuel, hace un tiempo atrás la palabra BPA (buenas prácticas agrícolas) no era conocida pero poco a poco se han ido formando al respecto; “Ya cuando la Universidad llegó a Tierra Blanca se fue fortaleciendo más y por lo menos los que estamos metidos en este proyecto con la Universidad pues se ha visto un cambio de formación e información”.

Además de la capacitación, los investigadores del CICA propusieron el diseño de sistemas para darle un destino final adecuado a los desechos químicos mediante sistemas de biopurificación o camas biológicas.

Este proyecto además abarcó otras áreas de trabajo con la comunidad como información sobre la calidad de los ríos de Tierra Blanca, investigación histórica de la comunidad, capacitación en temas como incidencia política, estudio de la política agrícola del país, exportación y tratados de libre comercio.

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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Viaje al reino del terror

Isabel Ducca Durán

Usted se despierta una mañana y emprende su rutina, tal como la ha tenido desde determinado número de años. Habrá quienes se despertarán y darán gracias al Creador o a la Creadora por el regalo de un día más; otras personas preferirán lanzar un par de maldiciones por lo mal que les ha ido en el amor, la copa no sé qué cuántos de fútbol o por el acoso laboral de la jefatura para la cual trabajan. En fin, empezó la mañana, digamos que de domingo para llevar con calma su viajecito. Con el hambre matutina, usted se sienta frente al jarro de café, el jugo de naranja o la fruta del día para tonificar su digestión.

Digamos que no pasó nada raro y usted empieza a hojear un periódico, a revisar mensajes en su celular, a escuchar o ver los telenoticieros. Está en su casa, es domingo, no hay nada extraño en este día. Pero, cuando tiene el plato de gallopinto con tortillas con queso frente a usted, empieza a limpiarse los ojos porque los siente llorosos, desempaña sus lentes pues le parece que empieza a ver nublado ya que, precisamente, en ese momento, los frijoles empiezan como a retorcerse en el plato y el arroz lanza como chispitas. Usted no lo cree, se pellizca para saber si está en la vigilia o duerme. El pellizco le duele y ahora observa cómo los inofensivos frijoles se transforman en algo que todavía no sabe descifrar, pero de su ranura brota algo diminuto que se va corporizando y usted no lo puede creer. Los frijoles adquirieron vida, tienen diminutas extremidades y con sus manos sostienen una diminuta guadaña cada uno. Ríen, se enfilan con paso marcial y empiezan una marcha cantando el himno de los señores del veneno:

Somos los soldados

En cumplimiento del deber

Vamos sembrando la semilla del terror

Usted, anodado o anodada, los ve enfilar hacia su mano y siente como si miles de hormigas subieran por su brazo y con las guadañitas van abriendo surcos en su brazo y escupiendo algo que usted no comprende bien qué es. Su brazo arde, la sangre brota de esas diminutas heridas, sigue ardiendo porque ellos continúan su labor, abren surcos y siembran algo dentro de su piel.

Mientras usted contempla lo que sucede en sus brazos no se ha dado cuenta que las chispas del arroz se han convertido en un humo verdusco que se dirige a las uñas de sus manos y va introduciéndose en las yemas de sus dedos, por su cutícula; entonces, sus uñas adquieren un tono verdusco amoratado, las uñas se rajan en carne viva y de su mano sale un hedor maligno como si se tratara de diminutos pantanos hirvientes. A este punto de la situación, usted se detiene y no logra descifrar si es realidad o fantasía, si está en una de sus peores pesadillas.

¡Ya se lo había dicho su mamá hace mucho tiempo que no viera esa porquería de programas!

Si usted considera que yo plagié una pesadilla de Freddy para estructurar esa descripción, se equivoca de medio a medio. Lo que leí fueron las alertas que vienen dando ciertas personas humanitarias y responsables. Vea, por ejemplo:

Por este medio advertimos del retroceso sin precedentes, en materia de legislación ambiental y de salud, con el que se pondría en peligro la vida del país si se aprueba la propuesta del reglamento RTCR 484:2016 sobre el registro, uso y control de agrovenenos en Costa Rica que se encuentra en consulta pública (goo.gl/kUXD32).

El reglamento señalado en su transitorio número diez consolida la burla a los principios de precaución y sobre todo al sentido común. Es inaceptable permitir el registro y con ello la venta y uso de nuevos plaguicidas sin que se hayan presentado todos los estudios ecotoxicológicos y clínicos y demás estudios atinentes. Sin lugar a dudas, quiénes les asesoran en materia de plaguicidas evidencian un intento desesperado para desregularizar, flexibilizar y facilitar la entrada a chorro de nuevos agrótóxicos en Costa Rica.

Textualmente el reglamento establece: “TRANSITORIO DÉCIMO: Para las solicitudes de registro de plaguicidas sintéticos formulados que se encuentren en trámite a la fecha de entrada en vigencia de este reglamento, y cuyos IAGT se encuentren en trámite, la AC en un plazo de un mes otorgará el registro de dichos plaguicidas sintéticos formulados pendientes de aprobación, por un plazo de tres años de vigencia. Durante este plazo la AC podrá revocar el registro otorgado al amparo de este transitorio, si no satisface la evaluación posterior llevada a cabo por los tres Ministerios. De lo contrario, se le otorgará el registro definitivo…”(…)

Firmar este decreto sería un acto más en favor del poderoso agronegocio que contamina y fumiga la salud de los pueblos y los ecosistemas. ¿Quiénes estarán jugando a las puertas giratorias entre este gobierno y las grandes compañías como DOW, Monsanto o Syngenta?

La peligrosidad y los impactos de agrotóxicos en Costa Rica no son suposiciones, son hechos lamentables que vienen deteriorando la vida de las personas y los ecosistemas en el país, ¿acaso son necesarias más pruebas que los 14 mil trabajadores afectados y esterilizados por el nemagón? ¿o las 12 mil personas que reciben agua contaminada con los agrotóxicos de las piñeras y que, al día de hoy, nueve años después, no se ve diezmada la fumigación sobre sus mantos acuíferos? Y se suman las recientes investigaciones de la Universidad Nacional que demuestran presencia de fungicidas de las bananeras en el pelo y la orina de escolares en el Caribe de Costa Rica ¿eso es cuidar nuestra niñez? Costa Rica es el país de mayor uso y abuso de agrotóxicos a nivel mundial. En vez de buscar formas de desincentivar esta intoxicación nacional desmesurada, el gobierno dará un premio sin precedentes a las cámaras de agrovenenos por llevarnos al primer lugar como toxicampeones a nivel mundial.

El nuevo reglamento decreto les permitirá bañarnos (literalmente) con decenas de nuevos agrotóxicos que ni siquiera serán debidamente analizados por las autoridades competentes desde el Ministerio de Salud y del Ambiente.

De Fabián Pacheco, Bloque Verde.

El Agrotóxico Paraquat, cuyo uso fue prohibido en sentencia firme de la Corte de la Unión Europea por ser altamente toxico desde el 2007 se sigue importando y aplicando en Costa Rica. (ver nota de la Corte de Justicia de la UE en: http://curia.europa.eu/jcms/upload/docs/application/pdf/2009-02/cp070045en.pdf)

En el 2007, a raíz de este fallo, la transnacional Dole dejó de usar en todo el mundo paraquat en sus operaciones a nivel mundial, con una sola excepción: Costa Rica.

Ver comunicado de la Dole: http://dolecrs.com/press-release-2007/dole-announces-that-it-will-discontinue-the-use-of-paraquat-in-its-agricultural-operations-2/

De Flora Fernández, Costa Rica Solidaria.

No se puede negar que el gobierno del cambio ha cumplido, lo que pasa es que la pobre gente, todavía, después de cuarenta años de cinismo depredador, no ha entendido que todo hay que leerlo al revés. Cuando, en campaña, ofrecen protección al pueblo, sepa que a quién van a proteger es a los señores del capital, ¡a los Caínes sempiternos!, como dijo el poeta español.

Isabel Ducca D.

 

*Imagen con fines ilustrativos tomada de Semanario Universidad.

Enviado a SURCOS Digital por la autora.

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Promueven alternativas para reducir uso de plaguicidas

Katzy O`neal Coto,

Periodista Oficina de Divulgación e Información

Promueven alternativas para reducir uso de plaguicidas
La UCR capacita a agricultores en buenas prácticas para la aplicación de plaguicidas y la posterior limpieza de sus equipos y desecho de residuos (foto Archivo ODI).

Investigadores de diferentes centros e institutos de la UCR aportan conocimientos y nuevas alternativas para reducir el uso de pesticidas y plaguicidas en el sector agrícola, los cuales afectan la salud humana y el ambiente.

En Costa Rica el uso de estos productos químicos para el control de plagas en los cultivos está bastante extendido. Son utilizados, tanto por los grandes productores de frutas para exportación como la piña y el banano, como entre los pequeños productores de hortalizas y tubérculos como la papa, zanahoria y cebolla, entre muchos otros.

En el Laboratorio de Análisis de Residuos de Plaguicidas del Centro de Investigación en Contaminación Ambiental (CICA) se estudia y determinan los residuos de más de 150 plaguicidas de distintas familias presentes en el agua, frutas, vegetales, granos, suelos y sedimentos, gracias a que cuentan con equipo de alta tecnología, capaz de detectar concentraciones muy bajas de estos productos.

En el país los plaguicidas son un mal necesario, asegura el químico Mario Masís Mora, coordinador del Laboratorio de Análisis de Residuos de Plaguicidas. En su opinión, el mayor problema es que persisten prácticas inadecuadas en su aplicación y en el desecho de residuos que generan contaminación ambiental al acumularse en los suelos y en los ríos.

Con el propósito de aportar una alternativa para degradar los sobrantes de plaguicidas, los investigadores del Laboratorio de Biorremediación del CICA trabajan en el establecimiento de un método completamente natural que consiste en la neutralización de aguas contaminadas con altas cargas de plaguicidas, con el fin de evitar la contaminación de espacios acuíferos, y por lo tanto, de animales y personas. Este método conocido como biobeds utiliza una mezcla rica en microorganismos que permiten descomponer los materiales tóxicos utilizados como plaguicidas.

En todos los proyectos que desarrolla el Centro de Investigación en Contaminación Ambiental (CICA) se incluyen capacitaciones orientadas a la promoción de buenas prácticas agrícolas y reducción de la contaminación, en las que participan agricultores, comunidades y organizaciones de la sociedad civil y del sector privado.

En la UCR otros centros de investigación y unidades también trabajan en el tema de los plaguicidas, aportando alternativas desde diferentes áreas del conocimiento.

En el Laboratorio de Microbiología Agrícola del Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA) formularon productos de base natural para el control de plagas como una alternativa a los agroquímicos. Este Laboratorio desarrolla biofertilizantes, además de una amplia gama de microorganismos que se encuentran en diferentes etapas de desarrollo. Además, han establecido alianzas con el sector empresarial para distribuir estos productos entre los agricultores de todo el país.

En conjunto, el CICA y el Centro de Investigaciones Agronómicas desarrollaron un proyecto para contribuir al manejo y uso adecuado de los insecticidas nematicidas en la agricultura en colaboración con el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y Corbana. El proyecto busca entender las implicaciones que conlleva la pérdida de eficacia de los insecticidas nematicidas, que los vuelve incapaces de controlar las plagas de nemátodos, lo cual genera importantes pérdidas en las cosechas y empuja a los productores a aplicar mayores dosis provocando una mayor contaminación del ambiente.

En el proyecto se determinó el tipo y tamaño de las poblaciones de nemátodos presentes en fincas productoras de papa en Cartago y de banano en Limón, se analizaron los residuos de plaguicidas en los suelos y se capacitó a agricultores y personal del MAG sobre el uso y manejo adecuado de estos productos para el control de plagas.

Por otra parte, desde el Laboratorio de Ensayos Biológicos (LEBI) se promueve una red de investigación sobre la toxicidad acumulativa de plaguicidas insecticidas y otros agroquímicos que afectan la salud humana y animal. Esta iniciativa responde a la preocupación por el aumento en el número de casos de enfermedad renal crónica en el país, que podrían estar relacionados con la acumulación de plaguicidas.

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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¿Se extingue la agricultura en Costa Rica?

Mauricio Álvarez M.*

Se extingue la agricultura en Costa Rica

Hacerle honor a las personas que entregan su vida al cultivo de la tierra, a mujeres, hombres, niños y niñas, labriegos sencillos recita el himno nacional, es reconocer nuestra falta de agricultura, el casi exterminio del pequeño productor bajo la dictadura de la agroindustria que acapara nuestras tierras y beneficia a unos cuantos y ni siquiera sus frutos son para el consumo nacional, atentando contra nuestra seguridad alimentaria.

Los datos son contundentes el 60% de la producción nacional de nuestro país es para la exportación de banano, piña, café, aceite de palma, plantas, follajes, flores, yuca y melón (FAO, 2012). Todos producidos como monocultivos que contribuye a que seamos el primer lugar mundial en importador de plaguicidas o venenos (FAO, 2010). Lejos de nuestros competidores en América tropical como Colombia, Ecuador, Honduras o Brasil.

Es mucho veneno

Sí, es la mejor palabra que puede describir a los plaguicidas y otras sustancias de origen sintético utilizados en la agroindustria. Ampliamente asociados a múltiples problemas a la salud, como: cáncer, deformaciones en fetos, problemas de aprendizaje, alergias, intoxicaciones agudas y por tanto la muerte. Responsables también de contaminación de cuencas, hoy hasta son responsables de muerte en el mar.

Según estadísticas de la FAO en 2010 Costa Rica consumió: 24,56 Kilogramos de ingrediente activo (el compuesto químico que ejerce la acción plaguicida) por hectárea al año (i.a/ha/año), le sigue Colombia con 14, 50 y China con 17,81.  Mientras, en fertilizantes según los datos del Banco Mundial estamos en los primeros lugares del mundo de mayor de consumo de fertilizantes superando 5 veces el promedio mundial, Costa Rica tiene un promedio de consumo de 705 kg mientras el rango mundial ronda los 141 kg por hectárea de tierra cultivable, lo cual nos coloca por encima de cientos de países y regiones.

Eso demuestra que estamos forzando a la agricultura de nuestro país a llegar a un umbral de producción – contaminación, a ganar más dinero con un creciente daño ambiental que se vive a corto, mediano y largo plazo.

Los estudios sistemáticos del Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas (IRET) y estadísticas globales demuestran que el uso y abuso de venenos agrícolas ha aumentado significativamente en Costa Rica, sin haber aumentado las áreas agrícolas en el país. El agotamiento de la frontera agrícola explica el abuso de venenos. La cantidad de agrotóxicos importados por Costa Rica ha aumentado 3,14 veces desde 1977. Sólo en plaguicidas importó 184.817 toneladas de ingrediente activo entre 1977 al 2006.

Además, la importación de insecticidas, fungicidas y demás venenos está dentro de los principales 15 productos importados y generó en 2011 unos egresos al país por 136.6 Millones de US$  (PROCOMER, 2011), todo ello a costa de un gran despojo y una creciente concentración de tierras en pocas compañías.

Nos quedamos sin tierra

Veamos un ejemplo: el 60% de la producción de palma aceitera está en manos de transnacionales y grandes cooperativas.  Con una agresiva pero silenciosa expansión pasó de 57,000 hectáreas en 2010 a 67,562 en 2013 a un estimado de 71,500 has para el cierre del 2014. En Banano el 52% de la producción está en mano de transnacionales (Chiquita, Dole, BANDECO), lo demás lo siembran productores independientes que le venden a las transnacionales que exportan y comercializan.

En crisis nuestra seguridad alimentaria

Mientras entregamos nuestras mejores tierras a transnacionales para la exportación de postres estamos importando los principales productos de consumo cotidiano: los frijoles comunes, el arroz con cáscara, el maíz amarillo, el frijol de soya y el trigo.

Un cálculo del 2008 aseguró que necesitaríamos unas 283 mil hectáreas adicionales de maíz blanco (16000) y amarillo (150000), fríjol (41000) y arroz (76000) si se quiere abastecer la demanda nacional, pero cómo asegurarnos nuestros granos básicos si toda nuestra tierra está concentrada en agro negocios de exportación (Baltodano p EN, 2008).

En 2008 se declaró la crisis de los alimentos a nivel mundial, y hasta el gobierno neoliberal en Costa Rica, responsable histórico de esta ruina, reconoció la importancia de recuperar nuestra soberanía alimentaria no sólo por el aumento de los precios sino por el desabastecimiento de los alimentos en el mundo.

Esta crisis debió servir para tomar conciencia de la urgencia de superar la era de los agrotóxicos y la mega agroindustria, y apuntar seriamente a recuperar nuestra soberanía alimentaria y gestión justa y sostenible de las tierras cultivables.

No hace falta alimento ni producción. Hace falta justicia y equidad en el campo. Hay muchas formas de controlar plagas sin necesidad de usar venenos químicos.  Son cada vez más las familias que están mejorando sus ingresos, su salud y el ambiente con la agricultura orgánica que en pocos años crece rápidamente para convertirse en una opción más justa y popular.

*Presidente Fecon y profesor UCR

 

Enviado a SURCOS Digital por FECON.

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Cañaverales, salud laboral y ambiente en Costa Rica

La producción de caña de azúcar lesiona la salud y los ecosistemas

Cañaverales, salud laboral y ambiente en Costa Rica

La epidemia de la enfermedad llamada insuficiencia renal crónica, que en otros lugares del mundo es desencadenada por diabetes e hipertensión, parece que en Costa Rica y en Mesoamérica tiene como principal causa ciertas condiciones de trabajo en los cañaverales. Sus víctimas son los trabajadores que cortan caña de azúcar con machete, que suelen trabajar bajo temperaturas cercanas a 40 ºC y en medio de una humedad de hasta 75 %. Estas condiciones ambientales, sumadas a las jornadas largas e intensas, los conduce a estrés por calor, deshidratación y a una reducción de la función del riñón.

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Lo anterior ocurre, mayoritariamente, en las proximidades de la costa pacífica de Centroamérica. En Costa Rica, donde se cultiva unas 60.000 ha de caña, las plantaciones están localizadas principalmente en Guanacaste (Pacífico norte del país), y es aquí donde vemos concentrada la problemática sanitaria dicha. Ante esta, expertos internacionales en salud ocupacional han insistido en que los cortadores debieran, por cada 15 minutos de trabajo, descansar 45, pudiendo así evitarse el estrés térmico y sus consecuencias. Pero, como es de esperar, esto no es oído por los empresarios.

Cañaverales, salud laboral y ambiente en Costa Rica4

Las lacras en la salud humana derivadas de la producción cañera también tienen que ver con el uso de plaguicidas destinados a combatir malezas, insectos, hongos, nematodos y roedores en las fincas. Las intoxicaciones y daños crónicos en la salud por la exposición a tales sustancias están bien documentados en hospitales y por numerosos estudios. Y los ecosistemas, cómo no, son otros damnificados de los plaguicidas, porque estos llegan a aguas superficiales y subterráneas y afectan la vida acuática y mucha otra vida animal que depende de cuerpos de agua contaminados.

A ese cuadro de injurias, que señalamos sin negar el papel positivo de la industria cañera en la economía, se suman las quemas de los cañaverales realizadas horas antes de ser cosechados. Esos incendios, que privan al suelo de enriquecerse naturalmente con los residuos de la cosecha, liberan monóxido de carbono, otros gases contaminantes y partículas finas que envenenan la atmósfera y las aguas, causando enfermedades respiratorias y de otras índoles en seres humanos expuestos, según lo sostienen investigaciones médicas.

La quema podría evitarse y, de hecho, se evita en muchos lugares; o sea, la caña podría ser cortada sin quemarse, cortada en verde, pero esto eleva el costo de producción. Se estima que quemándola se incrementa al doble el rendimiento de los cortadores y, de paso, se elimina con un brutal sopapo la maleza y se frena plagas, realizando a corto plazo pingües ahorros en mano de obra.

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Ante la situación descrita, debe incrementarse la presión para modificar las jornadas y las condiciones (y técnicas) de trabajo en los cañaverales, particularmente las atingentes a los cortadores; debe disminuirse y racionalizarse el uso de plaguicidas cautelando la salud y el ambiente, y debe prohibirse las quemas en bien de poblaciones humanas vecinas y de ecosistemas.

La edición 252 de AMBIENTICO, la cual es producida por la Escuela de Ciencias Ambientales de la Universidad Nacional, correspondiente a abril de 2015, viene dedicada al análisis de los aspectos de la producción cañera en Costa Rica que lesionan la salud de los trabajadores de las plantaciones, la salud de los vecinos de estas y el ambiente. Su contenido es el siguiente:

 

Producción de caña de azúcar lesiona salud y ecosistemas, Editorial.

Cortadores de caña de azúcar, calor y efectos negativos en su salud, Jennifer Crowe, Catharina Wesseling, Tord Kjellstrom y Maria Nilsson.

Uso de plaguicidas en cultivos de caña de azúcar en Guanacaste, impacto ambiental y salud humana, Virya Bravo, Elba de la Cruz, Gustavo Herrera, Geannina Moraga y Fernando Ramírez.

Sustancias biocidas en la producción de caña de azúcar en Costa Rica, Fernando Ramírez, Vyria Bravo, Gustavo Herrera y Elba de la Cruz.

Letalidad del fuego y el humo en la zafra cañera, Carolina Rugeles.

El fin de las quemas en los cultivos de caña, Gadi Amit.

 

 

*Para acceder a esta edición en línea: http://www.ambientico.una.ac.cr/pdfs/ambientico/252.pdf

*Para acceder a la versión impresa: 2277-3688; ambientico@una.cr

 

Enviado a SURCOS Digital por Gadi Amit.

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