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Etiqueta: poder fáctico

EL SÍNTOMA

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

No es solamente una cifra que aumenta día con día. Es cierto que la estadística dimensiona, señala, indica. Pero más allá del dato, lo que verdaderamente es preocupante es la confirmación de una geografía de la violencia instalada prácticamente en todo el país.

Los puertos, la gente joven, las mujeres. Son tres dimensiones, tres resultados que plantean una dinámica instalada ya para la que el país pareciera no tener retorno.

¿Quién pone los muertos y por qué?

En ausencia de un proceso político robusto, sustituido por el franquiciado a nivel electoral, la identidad de un proyecto país se ha diluido y hoy quienes ejercen el poder real están lejos de Zapote y Cuesta de Moras.

Las reglas del juego de una identidad colectiva parecieran marcarlas el mercado, el sobrepeso cultural del vacío, la app de la felicidad.

Es por ello por lo que la violencia se ha instalado como constructora de un tejido social débil, apenas existente. Hace unos días un medio de comunicación local me consultaba sobre las razones de la participación de personas jóvenes en el sicariato.

Les decía que la pérdida de sentido social aunada al dinero fácil era una mezcla mortal y poderosa. Ante esto, no hay revolución ni educativa ni cultural que pueda “resetear” esa crisis, cualquier crisis.

Hemos dicho en este espacio de reflexión, que es urgente una refundación. No nos referimos ni siquiera a una constituyente como instrumento. Pensamos más bien en mecanismos que nos permitan hablarnos, vernos a los ojos de nuevo, creernos los unos a los otros. Empezar por el principio básico de la convivencia.

Los datos no debieran ser solamente el indicador, pero señalan el síntoma. Al momento de escribirse esta columna se contabilizaban 193 homicidios en lo que va del año y las autoridades señalan que 7 de cada 10 corresponden a ajustes de cuentas.

Los puertos, los jóvenes, las mujeres. Son esas cuentas que desde hace mucho se nos perdieron en el país.

Recuperémoslos.

El directorio legislativo 2022 – 2023 ¿Ejemplo de democracia o “golpe suave” al nuevo gobierno?

Nuevos diputados, con Rodrigo Arias al centro. Foto: https://semanariouniversidad.com/

Por Alex García

El grupo económico que representa Rodrigo Arias y su hermano, el expresidente, Oscar Arias logró 24 horas antes de la elección del directorio, crear un bloque mayoritario de diputados por medio del acuerdo firmado por 4 partidos (con la clara exclusión de la bancada de gobierno).  Lo que deja en claro que existirá una fuerte pugna entre el ejecutivo y el legislativo para definir el rumbo del país en los próximos 4 años. Sin perder tiempo el nuevo bloque político definió la agenda y el método para desarrollarla, marcando así el espacio de acción al nuevo gobierno, que constitucionalmente tiene la potestad de definir agenda legislativa en los primeros 90 días del nuevo periodo constitucional.

El bloque suma 41 votos, una mayoría contundente para mantener el control y definir agenda. Ante esta realidad el nuevo gobierno se vio obligado a negociar la lista de proyectos que se agendarán. Cediendo así la iniciativa legislativa al grupo de poder liderado por los hermanos Arias Sánchez.

Presenciamos, así como este grupo de poder fáctico (el de los hermanos Arias), basados en la experiencia desarrollada durante los 4 años del gobierno de “Carlitos el progre”, en el quedó claro que es el control de la asamblea lo que permite ejercer el dominio estratégico del poder, no necesitó ganar las elecciones para asumir el poder. Le bastó colocar estratégicamente a sus piezas y por medio de un “ejemplar ejercicio democrático” tomar el control de la Asamblea Legislativa. 

Rodrigo Arias cuenta con el apoyo unánime de la prensa, del capital financiero, de la mayoría de los grupos del poder fáctico y de la embajada de los EEUU. Además, su “buena prensa” le permite colocar en el imaginario popular la imagen del líder con la ansiada “capacidad de gobernar”.

La figura de Rodrigo Arias cubre con creces la falencia de liderazgo que hubo en 3 de las 4 presidencias legislativas de la Asamblea Legislativa el cuatrienio pasado.

Su designación, de paso, logra otro de los objetivos de su grupo de poder: borrar del escenario político nacional al ex presidente José María Figueres.

La derecha ha demostrado una vez más su capacidad de generar unidad con visión estratégica, dejando de lado sus divergencias de forma, se unen basados en sus coincidencias de fondo y actúan en consecuencia. 

Así las cosas, todo parece indicar que, a partir de este 01 de mayo 2022, iniciamos una nueva etapa en la vida política del país. Quizá estamos presenciando el fin de la segunda república. 

Las diferentes y diversas organizaciones y grupos progresistas de la izquierda, deben tomar nota de esto y empezar a trabajar por la unión, dejando de lado la desgastante e inútil actitud de la hipercrítica y los fundamentalismos dogmáticos. Es la hora de contar con criterios objetivos de unidad, la hora de leer y actuar con profundidad de análisis. La coyuntura nacional e internacional que transitamos no deja espacio para perder el tiempo en discusiones de forma, urge construir basados en objetivos de fondo.

Le tocará a la nueva fracción del Frente Amplio plantar resistencia ante la embestida neoliberal, desarrollar capacidad política para unir la protesta popular y generar condiciones para incidir en el ejecutivo, para dar la lucha en defensa de las garantías sociales. 

Un inmenso reto que requiere contar con el apoyo de todas las personas que se identifican con el progreso social, la igualdad, los derechos de la clase trabajadora y los valores democráticos. 

Esperamos que la fracción y la dirigencia del Frente Amplio faciliten los espacios para ir creando la necesaria unidad popular.

La impunidad local del Cartel Hernández

Por Marlin Oscar Ávila
11 de abr. de 22

Hemos presenciado la prolongada fiesta que se ha vivido en Honduras por la aprobación del larguísimo tramite judicial y administrativo sobre la extradición del ex presidente Juan Orlando Hernández hacia la Corte Sur de Nueva York, EUA. Ahora, “la extradición ya está firme de pleno derecho: el juez natural la otorgó, la Corte Suprema de Justicia la confirmó al denegar el recurso de apelación, y luego una corte ad hoc declaró inadmisible el recurso de amparo. Al haber estas tres sentencias judiciales conformes, se agotaron las vías legales y ya no cabe ningún otro recurso, por lo que conforme a derecho el otorgamiento de la extradición es una sentencia firme. Solo restan los meros trámites para cumplimentar su salida del país.”[1]

Es difícil no contagiarse de esa alegría popular y de parte de la clase política nacional. Desde luego, hay un pequeño sector social popular y otro de la clase política que ha sustentado ese poder, que no celebra ese hecho, porque estuvo gozando de los beneficios que obtuvo mientras el Partido Nacional sustentó por casi 13 años ese poder conservador, dictatorial y criminal, quien se aprovechara usurpando e interrumpiendo fraudulentamente el proceso de recuperación de la democracia electoral iniciada en 1982.

Los grandes medios del poder fáctico, muchas redes sociales y burócratas del actual gobierno, e incluso algunos sectores de la izquierda nacional, han hecho creer que el procesamiento judicial que le espera al ex presidente Hernández, líder de uno de los mayores carteles del narcotráfico continental, es lo mejor que le puede ocurrir a Honduras en el presente año. Como trasfondo esta sociedad tiene el juicio y condena al hermano menor del expresidente, el ex diputado, Antonio Hernández, por el mismo delito de narcotraficante hace 13 meses[2], solamente que Juan Orlando Hernández no fue el operador, sino el cerebro de todo este largo crimen organizado.

Sin embargo, esos trámites de extradición parecen más lentos que el fin de la guerra en Ucrania, territorio donde se libra una batalla entre las grandes potencias mundiales.

Lo que la clase política y el sistema de justicia pareciera olvidar es que, la familia Hernández y su círculo mafioso no solamente se dedicó al tráfico de estupefacientes hacia EUA, por lo cual la Corte de Nueva York los ha solicitado en extradición. Este grupo de mal nacidos, desde que tomaron el poder político de la nación, son supuestos causantes de otros delitos, como la persecución a ciudadanos inocentes, asesinato y desaparición de personas inocentes, incluyendo a defensores de los derechos humanos y a políticos opositores al Partido Nacional. Muchas familias tuvieron que emigrar de Honduras por causa de sus políticas contra el bienestar social y desfalcos al erario público. Bajo la administración de ese gobierno, se “aseguraron” bienes y fortunas de empresarios e inversionistas que luego se extraviaron en la OABI u otros funcionarios.

Sí hubiese un sistema de justicia adecuado y una clase política que piensa en todas las victimas que dejaron los Hernández, la extradición de JOH, no sería la prioridad, porque los gringos no se interesan por los daños sufridos por la ciudadanía hondureña y la información que extraigan no será vinculada a las víctimas hondureñas, pero a las estadounidenses consumidoras de drogas. Los familiares catrachos de las victimas que lloran a sus parientes, podrán seguir lamentándose, porque el castigo, aunque fuesen dos o más cadenas perpetuas no es ni será por los crímenes contra hondureños.

Así es que los hechos de los círculos criminales y mafiosos en Honduras, prácticamente quedarán impunes, el poder judicial y muchos abogados involucrados de su defensa, se considerarían exitosos en haber mantenido la impunidad que reina en este país centroamericano.


[1] Dr. Ramón Romero  (8 de abril, 2022)

[2] https://elpais.com/internacional/2021-03-30/ee-uu-condena-a-prision-de-por-vida-por-narcotrafico-al-hermano-del-presidente-de-honduras.html