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Etiqueta: poder político

Elecciones municipales 2024 sin pena ni gloria

Víctor Rojas Morales

Sin pena ni gloria transcurrieron las elecciones municipales, embrión histórico de la democracia, con un abstencionismo de casi el 70% a nivel nacional. Goicoechea tuvo uno de los más altos índices: el 76.7%.

Este abstencionismo se ve agravado por la gran cantidad de votos nulos y en blanco que depositaron en las urnas los electores. Ahora todos se preguntan sobre las razones “misteriosas” de este fenómeno, que no estuvo tan lejos de lo ocurrido en las elecciones para presidente y diputados del 2022.

La razón de esta respuesta popular a los procesos eleccionarios se encuentra, muy fácilmente, en la desconfianza hacia los partidos políticos y sus candidatos, los que han demostrado ser instrumentos de dominación, condicionamiento y factor de enriquecimiento para unos pocos, quienes delinquen descaradamente sin que haya castigo alguno para ellos.

Lo ocurrido en la Municipalidad de San José y en la de Limón, son dos casos que enturbian el quehacer municipal y cambian los resultados finales. Estar en los grupos de poder político se empareja a estar con las clases más adineradas y se llega al poder no para servir, sino para servirse.

Nos han metido en la cabeza que el sistema electoral costarricense es un ejemplo en toda América y que esto es sinónimo de una democracia ejemplar, restringiendo el concepto de “democracia” a la posibilidad que tienen los partidos políticos para llamarnos a votar y olvidarse muy pronto de sus promesas electoreras.

Ya la gente no acata este llamado como “ganado al matadero” y se adquiere conciencia del engaño y, entonces, la respuesta es no votar, porque no ven en los partidos una opción real de cambio y solución a sus necesidades más sentidas.

Se ha puesto de moda que ya no se vota por un partido político, sino por determinadas figuras políticas que llegan a cautivar al elector, tal el caso de la forma en que se eligió al presidente Chaves. Hasta ahora las clases dominantes han tenido el control total y absoluto de los procesos electorales y sus resultados.

Hoy las figuras más descollantes en la esfera económica, no se valen de los políticos de oficio para que los representen, sino que lo hacen de manera directa, invirtiendo enormes sumas de dinero que, para ellos no es un gasto, sino una inversión, sean del partido político que sean, al final todos se ponen de acuerdo para repartirse el botín y sus intereses siguen cuidadosamente asegurados.

En las comunidades, los más importantes problemas y necesidades se mantienen intactos. Los presupuestos municipales siguen empleándose, mayoritariamente, en el pago de planillas y muy poco se destina al desarrollo social de las comunidades. Como vecino del cantón de Goicoechea, percibo y vivo las malas prácticas de la mayoría de los municipios del país.

A los vecinos sólo se les convoca para ejercer el voto, luego de esto, se les mantiene lo más alejados posible, no se les incorpora en el trabajo de comisiones, celebran sesiones ocasionalmente en algunos distrititos y a los vecinos se les permite hablar por escasos tres minutos, aplicando un reglamento interno de debates que es la mayor muestra de la antidemocracia; lo que importa es dar esa falsa imagen de participativos, pero aplicando la “ley mordaza”, porque el presidente del Concejo quiere dar muestras de un “buen manejo de los debates” y, como lo que les preocupa es el pago de sus jugosas dietas, todos se apresuran para irse pronto a casa y, los asuntos, mal atendidos, se dejan para dar respuestas después.

Las posibilidades de participación ciudadana que da la legislación son ignoradas sistemáticamente y se rehúsan a convocar a cabildos, plebiscitos o referéndums. Siendo las municipalidades el bastión de la democracia, son convertidas en entes formales y burocráticos, que muy poco hacen por ser un factor de cambio positivo en el país.

Por sólo mencionar uno, la recolección de basuras se ha convertido en un gran problema que atenta contra la salud de la población, cada vez son más los basureros que afloran por todas partes y la municipalidad, lo que hace, es mandar camiones a recogerlos, incentivando de esta manera esta práctica, lejos de entrar en un análisis serio de la problemática y a encontrar las soluciones adecuadas y oportunas.

El caso del cobro de multas ante estas infracciones no se ha aplicado nunca y el director de saneamiento ambiental dice que es muy complicado señalar a los infractores y que estos casos se deben llevar a la Corte, cuando su trámite es administrativo en la institución; eso dice y eso hace y nadie corrige esta negligencia.

A nivel administrativo, las municipalidades tienen mucho que superar, por ejemplo, para hacer un pago, no se tienen los bancos suficientes para ello, hay trámites que se podrían hacer digitalmente y al usuario lo obligan a apersonarse a hacer filas que son un atraso. Llamar telefónicamente es una odisea y las otras alternativas de comunicación son insuficientes y deficientes.

Estas son algunas de las razones que provocan en la ciudadanía un gran desencanto y prefieren quedarse un domingo, viendo tele y compartiendo con la familia.

Imagen ilustrativa.

En el poder político… el traje se lleva por dentro

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas
Educador

En 1918 por primera vez vio la luz la novela El Árbol Enfermo, de Carlos Gagini. Exquisito escrito costarricense, que a través de la metáfora pone de manifiesto la enfermedad de una sociedad y una patria que poco a poco va trastocando sus valores tradicionales y diluyendo su identidad. Finalmente, el árbol cae y aplasta a uno de los personajes de la obra. Y se muestra la muerte como uno de los caminos inexorables e irreductibles de la enfermedad. Desde el ámbito cívico o pedagógico, podríamos plantearnos: ¿Qué entendemos como patria y cómo se manifiesta nuestro amor, fidelidad y vocación hacia ella? Muchos hemos entendido que a la Patria se le sirve, que representa mucho de lo que nos une y nos permite reconocernos unos a otros, sea que hayamos nacido aquí y o quienes conviven con nosotros. De ella, de ninguna manera, y menos cuando se ostenta un puesto de poder o representación popular puede suponerse, que de ella… hay que servirse.

A todos nos toca, Honrar a nuestros antepasados, su memoria y su legado, sobre todo a esta generación. A través del amor al trabajo, de ser solidarios, honrados, agradecidos y dejarnos guiar por la razón y el estudio. Ambas, nunca serán malas compañeras de viaje.

Por ello, ejercer la función pública, sobre todo desde la máxima magistratura, implica tener agallas para enfrentar los retos que desentraña el futuro. Revestidos de fe, determinación, humildad y sabiduría, se asume una mejor posición para combatir las amenazas y los desafíos.

Tras doscientos años de recorrido democrático y civilista, el ejercicio del poder, como tal, no puede convertirse en un fin en sí mismo. Y Costa Rica en eso, no puede ni debe parecerse a otros países. Hay un mandato popular, y allí es el pueblo, el soberano, de manera que en las elecciones, se delega en un grupo de costarricenses y el proyecto político que nos han propuesto. Aquí la política no puede ser escenario para despropósitos, transformándola en vehículo para vanos y pérfidos proyectos personales, con infames y espurias motivaciones; para los demócratas el Estado debe ser concebido como medio para el cambio y transformación social, no como medio para instaurar prácticas insanas de acumulación de riqueza ni como escenario para expresar aquellas formas, sobran todas las formas feas, histriónicas y deprimentes, de cómo mostrar y ostentar el poder, en forma innecesaria e injustificada.

Desde la esfera política, entiéndase en el ejercicio del poder, algunos intentan hacer prevalecer por cualquier medio, sus intenciones; sin importar el atropello a la institucionalidad y de esa manera convertir a la mentira, la demagogia y el cinismo, en filosas espadas capaces de decapitar la verdad y a todo aquel que se interponga.

Siempre, siempre deben ser la unión y la concordia las que nos convoquen para construir, edificar y mirar hacia adelante. Sólo así podremos combatir la pobreza, la desigualdad y emprender la búsqueda del Bien Común.

La obsesión de poder y de perseguir inconfesables intereses económicos, son tan dañinos y mortales como el enquistamiento de parásitos hematófagos, en el organismo humano.

La infamia y la mentira revestidas de lindas palabras encontraron terreno fértil en aquellos sedientos de poder, que para nada comprendían la Política Con “P” mayúscula, como la ruta apropiada para la consolidación de un régimen democrático y republicano que descanse en las ideas y la ley, y no en la fuerza y la difamación; sobre todo cuando van dirigidas contra aquellos que osen pensar diferente.

Ocupamos acciones vigorosas, donde el presidente inspire, lidere; para poder sacar de la opacidad las riquezas amasadas por muy pocos, de manera que el manejo de cuentas, depósitos, ahorros y fondos, bien pudieran dinamizar nuestra economía, allí se ocupa arrojo, determinación y valentía. Persisten esas prácticas nada transparentes donde algunos mantienen fondos en dudosos y cuestionables paraísos fiscales, evaden impuestos, y exigen que el Estado cobre a pequeños empresarios y productores, a asalariados y a empleados públicos, pero no a ellos. Más aún la colusión de políticos y empresarios, pareciera ser saludada por la actual administración cuando se aplican y reforman leyes que permiten que muchas empresas costarricenses, sin recibir inversión extranjera pueden trasladarse del régimen tributario ordinario, al régimen de zonas francas y desde allí disfrutar de beneficios fiscales, diseñados y pensados para otros fines. Ahí encuentra el señor presidente un gran espacio para actuar, corregir y mejorar y dejarse de piruetas y gritos. El tiempo corre y el país demanda mayores acciones. Este grupo de malos costarricenses, son los mismos cuyo concepto de Patria se reduce a saludar la bandera y cantar el himno cuando gana la selección de futbol, si acaso; pero poco o nada quieren saber de justicia fiscal redistributiva y de dar a los que menos tienen, a través de los impuestos. Debo agregar además que el mundo fue testigo semanas atrás como un grupo de costarricenses –víctimas de la desesperanza- se suma también a las caravanas de migrantes centroamericanos en búsqueda de oportunidades hacia el norte. Oportunidades que desgraciadamente su propio país, la tierra que les vio nacer, no ha sido capaz de brindarlas en forma oportuna y decente. Es el tipo de preocupaciones que debe ocupar a un gobernante y mostrar sagacidad y estrategia

Debe de tener muy claro el Poder Ejecutivo y el Legislativo, que no hay cabida ni derecho a traicionar las formas democráticas para resolver nuestras diferencias.

Nunca aprobaremos una práctica parlamentaria y un ejercio del poder, distanciados de los más altos valores del civismo costarricense, la decencia, el decoro y la ética. Nunca estaremos en desacuerdo con aquellas formas de crear riqueza en forma legal, prosperidad y que generan empleo de calidad. La política debe de servir para eso. No debe ser para dar cabida al inmovilismo y evitar que el Estado y futura legislación se meta con aquellos y aquellas que protegen y promueven negocios turbios; a espaldas de las formas usuales, honestas y honradas, como hemos entendido, el fraguar riqueza habitualmente.

Como pueblo, debemos acometer con valentía los retos de la época, con gallardía y patriotismo. Nadie, nadie absolutamente está por encima de la nación.

Exabruptos presidenciales de estos días sólo son semejantes a la ignominia de un exministro de educación, de ingrata memoria, que cuando se le preguntó, no supo explicar en qué consistía la Anexión del Partido de Nicoya.

Ni la chabacanería ni la mediocridad son buenas consejeras.

El talante y fuste de quien ocupe la presidencia de la República, requiere de muchos atributos; por eso me permito humildemente aconsejar al presidente Chaves una serena y reposada lectura de El Gobernante y el Hombre, que data desde hace 80 años, extraordinaria obra que debe inspirar a todos quienes ocupen la primera magistratura. La niñez y juventud costarricenses se lo agradecerán.

“Deseo que el estado sea feliz por la paz,
 fuerte por la unión
 y que sus hijos corten cada día una espiga más
 y lloren una lagrima menos”.
 Juan Mora Fernández

 

Imagen ilustrativa, UCR.

Salud: Bienvenidos los países BRICS a la historia

Edgar Chacón Morales
17 de marzo de 2023.

El balance de la paz. La posibilidad de la vida: parar la destrucción del mundo.

Sobre el orden mundial actual y su historia, de manera simple y muy resumida se puede decir que, hasta ahora el mundo ha estado dividido en países ricos y países pobres; países poderosos y países débiles; países desarrollados y países subdesarrollados, o según el eufemismo: “países en vías de desarrollo”; países que explotan a otros y países que son explotados por otros; países dominantes y países dominados.

A los países ricos, respecto de los países empobrecidos por éstos, se les ha llamado metrópolis.

En fin, se hace referencia a una estructura mundial, en la que unos países se organizan para saquear a otros, para llevarse sus riquezas y convertirlas en disfrute, condiciones de comodidad y desarrollo; dejando en aquellos países de los que se las llevan, condiciones objetivas económicas de pobreza y condiciones políticas organizativas, en las que en muchos casos, el término “democracia”, literalmente queda vacía de contenido.

Dicho de otro modo, a esta estructura mundial también se le llama orden económico internacional, ante el cual, ha habido propuestas de un Nuevo Orden Económico Internacional NOEI.

Ha habido luchas que se han llevado a cabo en diferentes momentos para generar cambios, poniendo el peso relativo del esfuerzo, en los elementos políticos: La toma del poder político formal, es decir, el control del Estado y sus aparatos, para luego constituir el poder real y darle paso a un nuevo orden social democrático: La revolución.

En algunos casos, estos esfuerzos han implicado, que en ese peso relativo tenga un énfasis el elemento militar, la “vía armada”.

Estas luchas han tenido diferentes resultados en el orden mundial, orden que ha sido llamado por interesados, “mundo democrático” vs. Dictaduras; o en el extremo de la vulgaridad, al llamado “mundo democrático”, se le ha llamado también, “mundo libre”.

Ahora estamos frente a un escenario mundial con algunos cambios. En este escenario cambiante, los elementos económicos, políticos, militares y de cooptación de opinión, se alternan el peso relativo de los esfuerzos y componen momentos que reclaman asertividad en su manejo.

Ese es el escenario mundial, en el que los países BRICS aportan su peso al balance mundial reciente.

Como ya es conocido, los países BRICS, por sus iniciales, son por el momento: Brasil, Rusia, India, China, y Sudáfríca.

Con posibilidades de integrarse: Argentina, Irán, Arabia Saudita, Türkiye (Turquía), entre otros.

Algunas estimaciones dicen que los BRICS juntos, tienen alrededor del 25% del PIB mundial, el 50% de la población del planeta, el 30% de la superficie terrestre.

Por otro lado, tienen las mayores reservas de divisas del mundo, más del 40%, tienen recursos petróleo, gas, minerales, también tienen muchos alimentos y su idea es complementarse. Ese es el poder de bloque, lo que implica que hay una decisión política implícita. Si vemos, el G7 no se puede comparar con esto.    (César Villalona)

Parte del proyecto BRICS, es plantear una moneda común y modelos de organización en los que tienen cabida organismos como la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños), Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), o el Banco del Sur, por ejemplo.

El presidente Putin ha dicho: “Los BRICS estamos desarrollando mecanismos alternativos, fiables para pagos internacionales y estamos explorando la posibilidad de crear una moneda de reserva internaciónal”.

A su vez, el líder Xi Jinping: “China va utilizar plenamente la Bolsa de shangai, para nuestro comercio de petróleo y gas, en yuanes”. (El Economista youtuber)

En este contexto, en el que Brasil es la economía número 11 del mundo, el presidente Lula ha expresado:

“China es innegablemente un país que seguirá creciendo  y se convertirá en la primera economía del mundo y que puede transformar este mundo unipolar en un mundo que tenga más jugadores y que puedan participar en las decisiones globales. Brasil no seguirá privilegiando su relación con estados unidos, un país que no da ningún privilegio a Brasil. A los americanos no les gusta brasil. Los americanos tratan a brasil como si fuera una colonia.

Los paises del brics nos haremos más fuertes en el comercio internacional y en el ámbito militar. Esa es la condición estratégica que brasil requiere.”  (El Economista youtuber)

En el marco de este movimiento de fuerzas, dos buques de la armada iraní llegaron a Brasil, a Río de Janeiro, por escala técnica, “a pesar de la presión de Washington por evitarlo”. El 15 de febrero la embajadora de Estados Unidos, Elizabeth Frawly Bagley, instó a Brasil, a que los barcos iraníes no atracaran en puertos del país. (Prensa alternativa)

Según la armada iraní, su flota busca tener presencia en aguas internacionales, en función de la seguridad de su actividad económica. Busca ejercer control sobre agresiones piratas, entre otros, “también para enfrentar los barcos estadounidenses, que vulneran repetidamente la soberanía de las aguas jurisdiccionales de irán específicamente en el golfo pérsico…”.

Autoridades de Irán han expresado que, “La fuerza … del país persa esta lista para defender la revolución islámica…”. (Prensa Alternativa).

En esta correlación de fuerzas, Argentina está procurando fortalecer relaciones económicas con China, y concretar esfuerzos de cooperación. A ese respecto, María Elvira Salazar estadounidense de origen cubano, integrante de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, con trayectoria en CNN, Telemundo, Univisión y otros, espetó:

“Lo voy a decir en español para que quede muy bien claro a mis amigos argentinos. Su presidenta y su presidente, está haciendo un pacto con el diablo, que puede tener consecuencias de proporciones bíblicas, los Estados Unidos no se va aquedar con los brazos cruzados, porque no se puede tener un aliado que fabrique y exporte aviones militares chinos y que se los venda a los vecinos. Hay dos mundos, el mundo libre y el mundo de los esclavos, espero que los argentinos se queden en el mundo libre”. (RedScorpion (Z) en twitter.com)

En un ejercicio de prepotencia e ironía, llama “amigos” a los argentinos. Por lo demás, cabe la pregunta retórica: ¿a qué se refiere con “consecuencias de proporciones bíblicas”? Lo de meterse y hacer pactos con “el diablo”, se lo dejo a su leperidad.

El silencio de los intelectuales

«La destrucción de la paz y la democracia se debe generalmente a la constitución desigual y paralela de dos círculos de libertades autorizadas, es decir, las libertades de expresión y acción aceptadas por los medios de comunicación y el poder político». 

Artículo del Académico portugués Boaventura de Sousa Santos. Doctor en sociología, catedrático de la Facultad de Economía y director del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coímbra (Portugal).Traducción de Bryan Vargas Reyes.

Por: Boaventura de Sousa Santos

Los intelectuales no tienen el monopolio de la cultura, de los valores o de la verdad, y mucho menos el monopolio de aquello que debería ser entendido por cualquiera de estos «dominios del espíritu», como se decía antiguamente. Tampoco pueden renunciar a denunciar lo que, en su opinión, consideran ser destructivo de la cultura, de los valores y de la verdad, especialmente cuando esta destrucción supuestamente ocurre en nombre de la cultura, los valores y la verdad. Los intelectuales no pueden dejar de saludar al sol antes de que nazca el día, pero tampoco pueden evitar advertir que muchas nubes pueden nublar el cielo antes de que caiga la noche e impedir que se disfrute la claridad del día.
En Europa estamos asistiendo al alarmante (re)surgimiento de dos realidades destructivas de los «dominios del espíritu»: la destrucción de la democracia, con el crecimiento de las fuerzas políticas de extrema derecha; y la destrucción de la paz con la naturalización de la guerra. Cualquiera de estas destrucciones está legitimada por los valores que pretende destruir: la apología del fascismo se hace en nombre de la democracia y la apología de la guerra en nombre de la paz. Todo esto es posible porque la iniciativa política y la presencia mediática están siendo entregadas a las fuerzas belicistas y a las fuerzas conservadoras de derecha o extrema derecha. Las medidas de protección social para que la población sienta en el presupuesto y en la convivencia que la democracia es mejor que la dictadura son cada vez más escasas debido a los costos de la guerra en Ucrania y al hecho de que las sanciones económicas en contra del “enemigo”, que supuestamente debían causar daño al enemigo, están, de hecho, causando daño a los pueblos europeos cuyos gobiernos se aliaron con Estados Unidos.
La destrucción de la paz y la democracia se debe generalmente a la constitución desigual y paralela de dos círculos de libertades autorizadas, es decir, las libertades de expresión y acción aceptadas por los medios de comunicación y el poder político. El círculo de libertades autorizadas para posiciones progresistas que defienden la paz y la democracia disminuye cada vez más, mientras que el círculo de libertades autorizadas para posiciones conservadoras que hacen apología de la guerra y la polarización fascista sigue creciendo. Los comentaristas progresistas están cada vez más ausentes de los grandes medios de comunicación, mientras que los conservadores dejan pasar semanalmente páginas enteras cargadas de una mediocridad espantosa. Veamos los principales síntomas de este vasto proceso en curso.
1. La guerra de información sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania se ha desarrollado hasta ahora de tal manera que incluso los comentaristas con cierto sentido común conservador se someten a ella con repugnante sumisión. Un ejemplo entre muchos de los medios corporativos europeos: en el comentario semanal de un canal de televisión portugués (SIC, 29 de enero de 2023), un conocido comentarista, generalmente una persona de buen criterio dentro del campo conservador, dijo más o menos esto: «Ucrania tiene que ganar la guerra porque si no gana, Rusia invadirá otros países de Europa». Más o menos lo mismo que los televidentes estadounidenses escuchan todos los días de la mano de Rachel Maddow en el canal de televisión MSNBC. ¿De dónde viene este absurdo sino del consumo excesivo de desinformación? ¿Se les habrá olvidado que la Rusia postsoviética quería unirse a la OTAN y a la UE y fue rechazada, y que la expansión de la OTAN en las fronteras de Rusia, en contra de lo que le fue prometido a Gorbachov, podría ser una preocupación defensiva legítima por parte de Rusia, incluso si es ilegal invadir Ucrania, como condené desde primera hora? ¿No sabrán que fueron Estados Unidos y Reino Unido quienes boicotearon las primeras negociaciones de paz poco después de la guerra haber comenzado? Y si, por hipótesis, Zelensky quisiera abrir negociaciones con Putin, ¿creen que solo lo detendría la extrema derecha ucraniana? ¿Estados Unidos o Reino Unido lo permitirían? ¿No han pensado los comentaristas ni por un momento que una potencia nuclear enfrentada a la eventualidad de la derrota en la guerra convencional puede recurrir a las armas nucleares, y que esto puede causar una catástrofe nuclear? ¿Y no se dan cuenta de que en la guerra de Ucrania se explotan dos nacionalismos (ucraniano y ruso) para someter a Europa a una dependencia total de Estados Unidos y detener la expansión de China, el país con el que Estados Unidos está realmente en guerra? ¿Que Ucrania es hoy la prefiguración de lo que Taiwán será mañana? Curiosamente, en este vértigo ventrílocuo de la propaganda, nunca se dan detalles sobre lo que significa la derrota de Rusia. ¿Conducirá al derrocamiento de Putin? ¿La balcanización de Rusia?
2. La ideología anticomunista que ha dominado el mundo occidental durante los últimos ochenta años está siendo reciclada para fomentar hasta la histeria el odio antirruso, a pesar de que se sabe que Putin es un líder autocrático, amigo de la derecha y de la extrema derecha europea. Se prohíben los artistas, músicos y deportistas rusos, y se eliminan los cursos sobre cultura y literatura rusas, tan europeas como la francesa. En la primera reunión internacional del club P.E.N. después de la Primera Guerra Mundial, celebrada en mayo de 1923, los escritores alemanes fueron prohibidos como parte de la estrategia de humillar la potencia vencida en el Tratado de Versalles de 1919. La única voz disidente fue la de Romain Rolland, Premio Nobel de Literatura en 1915. Él, que había escrito tanto contra la guerra, y específicamente contra los crímenes de guerra de los alemanes, tuvo el coraje de declarar, «en nombre del universalismo intelectual»: «No someto mis pensamientos a las fluctuaciones políticas y dementes de la política».
3. La democracia está siendo tan vaciada de contenido que puede ser defendida instrumentalmente por aquellos que la usan para destruirla, mientras que aquellos que sirven a la democracia para fortalecerla contra el fascismo son considerados izquierdistas radicales. Fue unánime el coro occidental para celebrar los eventos de la plaza Maidan de Kiev en 2014, donde comenzó la guerra de hoy. Aunque las banderas de las organizaciones nazis fueron claramente visibles en las protestas, a pesar de la furia popular dirigida contra un presidente elegido democráticamente, Víctor Yanukovych, a pesar de que las escuchas telefónicas revelaron que la neoconservadora estadounidense, Victoria Nuland, había indicado los nombres de aquellos que asumirían el poder en caso de una votación,  incluida la de una ciudadana estadounidense, Natalie Jaresko, que más tarde sería nombrada nueva Ministra de Finanzas…de Ucrania, a pesar de todo esto, estos eventos, que fueron un golpe bien orquestado para ahuyentar a un presidente pro-russo y convertir a Ucrania en un protectorado estadounidense, se celebraron en todo Occidente con la vibrante victoria de la democracia. Nada de esto fue incluso tan absurdo como el hecho de que el diputado de la oposición venezolana, Juan Guaidó, se proclamara presidente interino de Venezuela en una plaza de Caracas en 2019, y eso fue suficiente para que Estados Unidos y muchos países de la UE lo reconocieran como tal. En diciembre de 2022, fue la propia oposición venezolana la que puso fin a dicha farsa.
4. La dualidad de criterios para juzgar lo que está sucediendo en el mundo asume proporciones aberrantes y se ejerce casi automáticamente para fortalecer a los apologistas de la guerra, estigmatizar a los partidos de izquierda y normalizar a los fascistas. Los ejemplos son tantos que cuesta seleccionarlos. Doy algunos de ellos. En Portugal, por ejemplo, el comportamiento ruidoso e insultante de los miembros del partido de extrema derecha Chega en el parlamento es muy similar al comportamiento de los parlamentarios del partido nazi en el Reichstag desde que ingresó en el Parlamento alemán a principios de la década de 1920. Hubo intentos de detenerlos, pero la iniciativa política les pertenecía y las condiciones económicas los favorecían. En mayo de 1933, estaban promoviendo la primera quema de libros en Berlín. ¿Cuánto tiempo esperarán los portugueses? El segundo ejemplo. Siguiendo una orientación derechista global muy patrocinada por las instituciones de contrainsurgencia de Estados Unidos, los gobiernos izquierdistas que no pueden ser derrocados por golpes suaves deben ser desgastados por acusaciones de corrupción. Forzarlos a lidiar con problemas de gobernabilidad y de crisis permanente para que no puedan gobernar estratégicamente. En Portugal, al parecer, solo hay corrupción en el Partido Socialista. Para los medios de comunicación conservadores hegemónicos, todos los ministros del gobierno socialista, hasta que se demuestre lo contrario, son considerados corruptos. No es difícil encontrar ejemplos similares en otros países.
En el plano internacional me refiero a dos ejemplos evidentes. Ahora está prácticamente establecido que la explosión de los gasoductos Nord Stream en septiembre de 2022 fue obra de Estados Unidos (como, por cierto, había prometido Joe Biden), con la eventual colaboración de aliados. Si fue o no fue su responsabilidad, deberá ser investigado sin demora por una comisión internacional independiente. Lo que parece claro es que la parte perjudicada, Rusia, no tenía ningún interés en destruir la infraestructura cuando le bastaría cerrar el grifo. El 8 de febrero de 2023, el respetado periodista estadounidense Seymour Hersh reveló con información concluyente que fue Estados Unidos quien planeó desde diciembre de 2021 la explosión de los gasoductos Nordstream 1 y Nordstream 2[1]. Si es así, estamos ante un delito grave que configura un acto de terrorismo de Estado. Debería ser de gran interés para Estados Unidos, el Estado que se afirma como un defensor de la democracia global, averiguar qué sucedió. ¿Era esta la única forma de obligar a Alemania a unirse a la guerra contra Rusia? ¿El sabotaje de los gasoductos pretendía acabar con la política de mayor autonomía energética para Europa en relación con EE. UU. iniciada por Willy Brandt? Con la energía cara y las empresas cerradas, ¿no fue esta una forma eficaz de detener el motor económico de la UE? ¿Quién se beneficia de ello? ¿Se incluyó en el cálculo el injusto sacrificio impuesto a las familias alemanas de pasar por un invierno sin un calor razonable? El más profundo silencio pesa sobre este acto terrorista.
El segundo ejemplo. La violencia de la ocupación colonial israelí sobre Palestina se intensifica. Desde principios de año, Israel ha matado a 35 palestinos; el 26 de enero asaltó el campamento de refugiados de Jenin en el West Bank y mató a otras 10 personas, incluidos 2 niños. Un día después, un joven palestino mató a siete personas fuera de la sinagoga de un asentamiento israelí en la sección oriental de Jerusalén, que fue ocupada ilegalmente por Israel. La violencia existe en ambos lados, pero la desproporción es brutal, y muchos actos de terrorismo por parte de Israel (a veces cometidos con impunidad por colonos o por militares en los denominados “checkpoints”) ni siquiera se denuncian. No hay enviados de los medios de comunicación occidentales para informar de lo que está sucediendo en los territorios ocupados, donde se produce la mayor violencia. No tenemos imágenes insoportables del sufrimiento y muerte en el lado palestino (a excepción de imágenes furtivas de teléfonos móviles). La comunidad internacional y el mundo árabe no dicen nada. A pesar de la inmensa desproporción de la violencia entre los dos lados de la guerra, no hay ningún movimiento para enviar armas para Palestina, contrario a lo que sí se está haciendo con Ucrania. ¿Por qué la resistencia de los ucranianos es justa y la de los palestinos no lo es?  Europa, el continente donde tuvo lugar el holocausto judío, está en el origen remoto de los crímenes cometidos contra Palestina, pero hoy muestra una odiosa complicidad con Israel. La UE está trabajando arduamente para establecer un tribunal para juzgar los crímenes de guerra. Pero hipócritamente, solo los crímenes cometidos por Rusia. Como en los años que precedieron a la Primera Guerra Mundial, los llamamientos al europeísmo (la paneuropea, como se llamaba entonces) son cada vez más llamamientos a la guerra cargados con una retórica para encubrir el sufrimiento injusto y la pérdida de bienestar que se está imponiendo a los pueblos europeos sin haber sido consultados sobre la necesidad o conveniencia de la guerra.
¿Por qué hay tanto silencio sobre todo esto?
Frente a todo esto, quizás el silencio más incomprensible sea el de los intelectuales. Incomprensible, porque los intelectuales afirman a cada paso tener una mayor clarividencia que la de los mortales comunes. Sabemos por experiencia histórica que, en los períodos inmediatamente anteriores al estallido de las guerras, todos los políticos dicen que están en contra de la guerra mientras contribuyen a ella. En estas condiciones el silencio es pura complicidad con los señores de la guerra. Contrariamente a lo sucedido a principios del siglo XX, no hay fuertes declaraciones de intelectuales reconocidos por la paz o por la «independencia de espíritu» y en defensa de la democracia. Cuando comenzó la Primera Guerra Mundial, tres imperialismos estaban presentes: el ruso, el británico y el prusiano. No había duda para nadie de que el más agresivo era el imperialismo prusiano.
Curiosamente, en ese momento no se escuchó a grandes intelectuales alemanes manifestarse contra la guerra. El caso de Thomas Mann merece una reflexión. En noviembre de 1914, escribió un artículo en la Neue Rundschau[2] titulado Gedanken im Kriege (Pensamientos en tiempos de guerra) en el que defendía la guerra como un acto de Kultur (es decir, Alemania, como él mismo añadiría) contra la civilización. Para él, la Kultur era la sublimación de lo demoniaco (die Sublimierung des Damonischen) y estaba encima de la moral, de la razón y de la ciencia.  Y concluía, “la ley es amiga de los débiles, quisiera nivelar el mundo, pero la guerra hace aparecer la fuerza” (Das Gesetz ist der Freund des Schwachen, mochte gern die Welt verflachen, aber der Krieg lasst die Kraft erscheinen)[3]. Según él, Kultur y militarismo eran hermanos. En 1919, publicó el libro Consideraciones de un apolítico[4] en donde defendería la política del Kaiser y afirmaba que la democracia era una idea antialemana. Felizmente para la humanidad, Thomas Mann cambió sus ideales y se transformó en uno de los grandes críticos del nazismo. Por el contrario, en el lado ruso, las voces críticas contra el imperialismo ruso, desde Kropotkine hasta Tolstoi, desde Dostoievski hasta Gorki, siempre han sido bien notorias.
Hay muchas preguntas que los intelectuales tienen la obligación de responder. ¿Por qué se habrán callado? ¿Seguirá habiendo intelectuales, o lo que queda es una pobre clericultura?
[1]https://seymourhersh.substack.com/p/how-america-took-out-the-nord-stream?r=5mz1&utm_campaign=post&utm_medium=web
[2] Revista literaria alemana trimestral con sus más de 100 años de historia ininterrumpida, es una de las publicaciones culturales más antiguas de Europa.
[3] Citado por Romain Rolland Au-dessus de la mêlée. Paris, Paul Ollendorf, 1915, 59.
[4] Betrachtungen eines Unpolitischen, Berlim, S. Fischer Verlag

Fuente: https://www.bloghemia.com/2023/02/el-silencio-de-los-intelectuales-por.html

Compartido con SURCOS por Roberto Salom Echeverría.

Debilidad de la democracia

José Luis Pacheco Murillo

La democracia como sistema político es el más débil de todos los existentes, y esto se debe a que el mantenimiento del mismo queda a expensas de quienes ejercen el poder político y su deseo o no de mantenerlo, ya sea directa o indirectamente.

Los costarricenses nos hemos ufanado, desde hace años, de contar con la democracia más antigua de América Latina, sin embargo, hay que entender que igualmente, desde hace muchos años dejamos atrás el concepto real de la democracia representativa para tornarnos en un país electorero, y en el que el ejercicio del voto ha recorrido caminos de interés real inicialmente, con una participación ciudadana representativa, para luego, dar paso a una indiferencia que llevó al abstencionismo a ser el protagonista real, y con ello, tener como mejor representación popular a la indiferencia.

El sistema comenzó debilitando la educación para hacer crecer la pobreza y con ella tener la carnada necesaria para pescar los votos para mantenerse en el poder. Luego vinieron los Pactos para entre dos repartirse todo el pastel e irse dando campo uno al otro para ejercer ese poder sin afectar los intereses de uno y de otro, lógicamente manteniendo al máximo la ignorancia del pueblo.

Por ello, los programas educativos sufrieron poco a poco una debacle en cuanto a su contenido y capacidad para dar no solo conocimiento, sino y especialmente, actitud crítica y concierne ante el Mundo.

Eso nos ha llevado a tratar de elegir a quienes han prometido el cambio y una nueva ruta, con tan mala puntería que se han elegido a quienes se salieron de los partidos que dominaron la escena política en los últimos 70 años y por ende es seguir en lo mismo.

Además, en todas las instituciones quienes dirigen han sido en su mayoría los que fueron formados con esos criterios bipartidistas y de filiación política a ultranza que han obedecido a principios ideológicos y no a los intereses del país.

Hoy, con la pretensión de un cambio y una nueva ruta, tenemos en el poder a una persona que fue más grande que el partido político que lo proponía y que resultó electo por lo pésimo de su adversario, pero que cuyo estilo podría estar llevando esta a débil democracia por caminos muy peligrosos. Si bien es cierto que se ocupa un cambio, no es a punta de gritos y enfrentamientos con la prensa y la asamblea legislativa. La democracia se fortalece con consensos y diálogo y eso es sumamente necesario en estos momentos en el país.

Se están involucrando muchos actores, algunos cuyos antecedentes no conocemos y que por lo que se dice, poco les importa la marcha del país, si no el mejor postor, en un ambiente poco propicio para el diálogo y la cercanía para sacar a este país adelante.

Dios quiera que la cordura, la calma y el entendimiento lleguen a todos los involucrados y que esta endeble democracia se fortalezca con un diálogo fuerte y transparente, a sabiendas de que lo que más fortalecerá el sistema es tomar conciencia de lo pasajeros que son los actores y que más temprano que tarde ya no estarán y el país debe seguir adelante.

UNA MAÑANA EN EL COCAL

Por Memo Acuña. (Sociólogo y escritor costarricense)

Resulta evidente que las fuerzas sociales en el poder en Costa Rica han encontrado un terreno fértil para echar a andar la maquinaria privatizadora y recortista hacia el estado costarricense. Los vientos de ventas de activos como el Banco de Costa Rica presagian una temporada compleja en el campo ideológico y también en el político.

Lo vienen haciendo desde hace ya más de cuatro lustros, cuando posicionaron primero el discurso de la ingobernabilidad, luego el del déficit fiscal y posteriormente el del tamaño y eficiencia del Estado.

Al finalizar los años noventa ya la onda privatizadora había ganado sus primeros activos. He recordado durante estos días la compra de Fertilizantes de Centroamérica (FERTICA), empresa estatal, por parte de un consorcio empresarial chileno.

Ubicada en Puntarenas, en el Pacífico costarricense, su planta empleaba una importante cantidad de personas trabajadoras en diversas labores del proceso. Las mismas estaban organizadas en la defensa de sus derechos sociolaborales en la Asociación de Trabajadores de FERTICA (ATFE).

Al ser vendida, empezaron los conflictos y los despidos. Y la organización sindical, combativa, resistente, inició una feroz lucha que aún fuera ya de la empresa, despedidos todos sus miembros, se continuaba defendiendo de los embates del grupo empresarial comprador.

Realizo mis primeras armas como asistente de investigación social en aquella época. Acompaño un trabajo sobre la ruptura de acuerdos colectivos en el marco del estado costarricense como parte del contexto del Ajuste Estructural, realizado por la economista costarricense María Eugenia Trejos. Por esa razón me he citado con Don Marco, secretario general del sindicato de trabajadores de FERTICA en su casa. Es noviembre de 1996.

Es una mañana azul absoluta. Don Marco me da las coordenadas: El Cocal de Puntarenas, frente al mar. Nos disponemos en un pequeño rancho de techo de paja en la playa y enciendo la grabadora con un primer casette de 90 minutos.

Me relata el plan orquestado en el que supuestamente la empresa sería vendida a los propios trabajadores a través de acciones. De cómo ese proceso devino primero en la intromisión de consorcios con capital disponible, el aumento del valor de las acciones, impagable para las personas trabajadoras y la pérdida de su participación en la compra. Allí inició un camino de atropellos a los derechos laborales, que acabó con el despido de cerca de 50 personas trabajadoras.

Lo que en principio sería una entrevista individual con Don Marco terminó siendo un grupo focal frente a la playa. Recuerdo cerca de seis personas, todas pertenecientes al sindicato, conversando animadamente sobre su trabajo, la privatización y sus situaciones personales y familiares de aquel entonces.

Siete casettes con valiosa información sobre los derechos laborales y un aprendizaje para mí como incipiente investigador social, fueron el resultado de la jornada.

El inicio de la venta de FERTICA fue anunciado como un plan para “democratizar” su propiedad. Ciertamente ese fue el discurso original que luego se tradujo en participación empresarial de capital privado de altos manejos financieros.

Me temo que los vientos de venta de activos estatales en la actualidad van en la misma dirección y esta vez con una organización laboral debilitada, casi inexistente. El camino está servido y es posible que estemos ante la presencia del tramo final del proceso de reforma del estado costarricense.

Ante esta realidad es urgente diseñar una respuesta colectiva y plural. No queda otro camino.

DIGO

José Manuel Arroyo Gutiérrez

         Digo –con permiso del sublime Debravo-, que esta justicia no es ciega para todos. Si lo fuera, tendría mejor calibrada su balanza y sentiría, con mayor precisión, los pesos en sus platillos. También acertaría más al momento de asestar sus golpes con la espada.

         Pero digo que no son así las cosas; que hay puño de hierro para los desheredados de la tierra y guante de seda para los poderosos; que las cárceles están atestadas de hombres jóvenes (entre 15 y 35 años), de baja o nula escolaridad, sin oficio y en un 80% por delitos contra la propiedad. ¿Nos dice esto algo sobre la distribución de la riqueza y de las oportunidades en la sociedad en que vivimos? También abundan, cada vez más, las mujeres reclutadas por el narcotráfico, las del menudeo, las mujeres-camello, las madres-burro; las que han sido empujadas a la ilegalidad por el hambre de sus hijos. Para estos ciudadanos de segunda hay defensa pública, por suerte en nuestro país, un servicio para todo el que lo necesite, todavía de calidad, al que por cierto algunos le llevan ganas.

         Digo que ni la balanza ni la espada de esta justicia alcanzan al corrupto que recibe una pena irrisoria, casi una condecoración; el poderoso al que se le anula la prueba clave y sale ileso; al presunto que sale huyendo y regresa cuando todo está prescrito; al abusador para el que se desempolvan las penas alternativas y las conciliaciones.

         Digo que aquí hay un serio problema ético cuando el abogado termina siendo parte del engranaje mafioso o corrupto. Y digo que los contratos de honorarios “ley entre partes” o de “cuota litis” por muy legales que sean, siguen siendo inmorales; que no es correcto que el abogado termine pagándose con los dineros mal habidos o con las propiedades y bienes del sujeto desesperado por la amenaza de cárcel. Digo que el Colegio de Abogados, ante esta cruda realidad, no puede seguir viendo para otro lado.

         Digo también que en efecto, esta justicia opera, en la práctica, con ciudadanos de primera, de segunda y hasta de quinta categoría. Desde Rousseau y Beccaria el delincuente es una especie de enemigo al que hay que expulsar, por haber roto el contrato social que lo obliga a respetar los derechos de sus congéneres. Nada muy nuevo ni original tiene esto del “derecho penal del enemigo”.

         Pero los enemigos han sido siempre “los miserables” de Víctor Hugo. Nunca quienes desde sus privilegios cometen todo tipo de tropelías impunes o abusan del derecho. El sistema punitivo ha sido siempre selectivo y discriminatorio en contra de los más débiles; opera con eficiencia sólo contra la delincuencia común, los marginados, los extranjeros, los emigrantes, los jóvenes rebeldes y por supuesto los pobres, siempre los pobres. En cambio, la maquinita se traba cuando, casi por casualidad, logra captar a individuos perseguidos por delitos no convencionales, los del crimen organizado, los perpetrados al amparo del poder político, económico, religioso, o de cualquier otro tipo de influencia social, incluida cierta prensa y hasta organizaciones deportivas y del espectáculo. Éstos son los verdaderos privilegiados del sistema, los ciudadanos clase “A”, los que cuentan con todo tipo de apoyos y recursos, con los “mejores” abogados (¿o sólo “los más caros”?), con fiscales negligentes y con jueces temerosos o ambiciosos. Éstos son los que se defienden atacando, los que alegan persecución política, los que se enferman para escapar de la prisión; en fin, los que, si pueden, terminan sentando en el banquillo a policías, fiscales y jueces honrados y cumplidos.

         Y digo por fin, a contrario del poeta, que esta justicia sí que tiene bien ganado su sitio en el infierno.

REDUCIR LA POBREZA: ¿NO SE PUEDE, O SI SE PUEDE?

Miguel Sobrado

La pobreza, a pesar de tener nuestro país una de las mayores inversiones en política social por habitante del continente, había permanecido inmutable durante las últimas dos décadas, antes de la pandemia, en un 20% global y un 6% de pobreza extrema. En ese mismo período de tiempo Uruguay que también tenía un porcentaje inicial del 20%, la había reducido, al 7% y prácticamente erradicado la pobreza extrema.

Mientras aquí tenemos un sistema centralizado, con instituciones poco flexibles, en Uruguay tienen un sistema descentralizado con controles locales que permite hacer ajustes de acuerdo a las necesidades y evolución de las condiciones.

Como ejemplo de lo nefasto del centralismo tenemos la noticia que 45000 personas abusaron del bono Proteger, centralizado en el Ministerio de Trabajo. Un gran esfuerzo de la hacienda Pública para compensar la pérdida de ingresos a la población afectada por la pandemia. Difícilmente este abuso hubiera alcanzado esas cifras si la distribución hubiera estado a cargo de poderes u organizaciones locales, al menos en zonas rurales cafetaleras donde todos se conocen y autocontrolan.

Pero no se trata solo del problema de una estructura centralizada, ya que la descentralización no siempre es una pomada canaria, sino de la visión implícita que se tiene de la pobreza como problema de “perdedores”. Esto es de personas fracasadas que tienen que ser asistidas y orientadas por las instituciones, cada una desde su campo de acción y especialidad. Visión que no percibe individuos integrales, familias, grupos organizados autónomamente o comunidades sino problemas técnicos. De tal forma que no existen individuos y unidades sociales con potencial de incorporarse activamente en la solución de su situación, sino problemas fragmentados que deben ser resueltos con la intervención externa. Esta visión, además de reflejarse en el diseño institucional centralizado, coincide con los intereses ideológicos clientelistas y configura, más allá de las declaraciones ideológicas, la acción asistencial de los técnicos institucionales.

El problema ha sido visualizado y existen resultados convincentes, pero no voluntad de cambio institucional

El programa de varias décadas liderado por doña Rose Marie Ruiz de la UNA en Isla Venado, así como el que desarrolló la ex primera dama doña Mercedes Peñas Tejiendo Desarrollo, en la administración pasada se hicieron esfuerzos importantes por articular, las instituciones en el ámbito local con algunos resultados importantes, de los cuales lamentablemente no se han sacado conclusiones para el cambio estructural porque hacerlo afectaría las relaciones de poder político e institucional.

¿Es posible hacerlo diferente incorporando a la población organizada en la solución de su situación?

El programa del Hospital sin Paredes demostró en nuestro país, sin lugar a dudas por sus resultados y el reconocimiento nacional e internacional, que otra forma de organización institucional es posible. Una organización con la participación autónoma de las poblaciones, que las incorpora en una gran simbiosis creativa con las instituciones aumentando sus alcances, reduciendo sus costos y tiempos al mismo tiempo que potencian los resultados.

Por otro lado, existen experiencias en nuestro país y en otras regiones del mundo con el enfoque de la metodología de capacitación masiva, en proyectos de reforma agraria, comunales y de desarrollo con la participación de las comunidades y grupos que han confirmado que otro camino es posible, pero que hay que empezar por cambiar la visión.

Una visión sobre el potencial humano

En primer lugar, los pobres no son perdedores sino personas que no han tenido oportunidades para mejorar sus condiciones ni acceso a los servicios que ofrecen las políticas públicas, pero si son capaces, cuando están sanos, de aportar esfuerzo y crear soluciones para salir de la pobreza y la exclusión. O sea, son seres humanos cuyo potencial depende de su capacidad de auto organización, así como del acceso a las oportunidades y servicios que ofrecen las políticas públicas. Don José Figueres Ferrer decía muy acertadamente “Los hombres sin organización no tienen ningún poder”

La capacitación en organización es fundamental como instrumento de poder. Esta solo se da cuando responde a sus necesidades propias, no a los mandatos institucionales y al margen de autonomía de que dispongan. No existe capacitación sin proyecto propio ni participación sin autonomía. La instrucción se puede recibir en el aula, pero la capacitación, al igual que el manejo de un vehículo, solo se da en una práctica donde las personas deben tomar decisiones frente al objeto.

En segundo lugar, clarificar los conceptos de organización y participación que se utilizan formalmente en todas las visiones, pero que tienen significados y resultados diferentes de acuerdo a la visión predominante.

Organización para la visión positiva es auto organización de los grupos o comunidades, que puede tener o no personería jurídica, pero que no se limita a esta. Es un ente vivo no solo formal, como el aglutinamiento administrativo de personas en los proyectos asistenciales.

La participación en condiciones de autonomía es real. Parte de la definición del problema, en el establecimiento de soluciones, y en la evaluación de resultados.

El papel de los técnicos institucionales es de apoyo técnico y profesional, como la asistencia profesional comprometida en las empresas privadas, con una buena dosis de capacidad didáctica. La participación de la comunidad con su conocimiento y acción es real y enriquece a todos en el diagnóstico y ejecución del proyecto. No se ve como un apoyo subordinado a las directrices institucionales, por ejemplo, limpiar los locales, sino como un trabajo conjunto, dentro de una relación de respeto y evaluación de resultados.

Formar los equipos técnicos de desarrollo

Aplicar la política social con esta visión, no es un cambio de camiseta administrativo. Requiere de una preparación de los equipos formadores, en un proceso organizativo de varios meses que empieza por romper, en la práctica, los círculos viciosos asistencialistas y la formación de nuevos círculos virtuosos.  Un trabajo arduo pero que, genera condiciones para la incorporación de las comunidades al mismo tiempo que estimula la transformación institucional.

Existen experiencias y método para hacerlo. Lo que hace falta son decisiones.

Mariátegui y Haya: precursores de las luchas actuales del pueblo peruano. Mario Oliva Medina, in memoriam

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense

La producción sistemática de conocimiento, la elaboración cuidadosa y reflexiva sobre las múltiples dimensiones, ángulos y perspectivas del pensamiento social en nuestra región latinoamericana, pero sobre todo su divulgación del trabajo y de las obras de sus cultivadores más conspicuos, durante la primera mitad del siglo anterior, fueron algunas de las pasiones que caracterizaron el accionar de nuestro recordado amigo y compañero de luchas e ideales latinoamericanistas, el historiador y ensayista Mario Oliva Medina (1956-2021), nacido en el lejano Puerto Montt, al sur de Chile, quien nos dejó el pasado viernes 30 de abril de este segundo año de pandemia, y de una feroz contrarreforma social, un lapso de tiempo que se ha tornado interminable dentro de nuestras percepciones, haciendo que los días parezcan semanas y los meses años, tal ha sido la intensidad del período histórico por el que estamos atravesando.

Revisando en mi biblioteca, en estas semanas, di finalmente con uno de sus trabajos más valiosos, el que se me había extraviado y que el autor publicó bajo el título de “DOS PERUANOS EN REPERTORIO AMERICANO MARIÁTEGUI Y HAYA Universidad Nacional de Costa Rica UNA 2004”, un precioso volumen que Mario nos había dedicado con la gentileza y la bonhomía que siempre lo caracterizaron, a lo largo de los años en que transcurrió nuestra vida académica, dentro de la que compartimos innumerables inquietudes e intereses intelectuales, políticos y culturales.

El triunfo electoral, y la toma de posesión de Pedro Castillo Terrones, como presidente del Perú, el día miércoles 28 de julio recién pasado, en la que un maestro cajamarquino, con su sombrero chotano, y su verbo firme además de sereno, se ha introducido en los círculos más altos del poder político, desafiando la vieja hegemonía oligárquica de un puñado de familias limeñas, con lo que ha marcado el fin de un ciclo histórico de larga duración, después de doscientos años de haberse proclamado la independencia del dominio español, en Lima la capital del viejo virreinato.

Es aquí donde las figuras del amauta José Carlos Mariátegui (1894-1930) y de Víctor Raúl Haya de la Torre (1895-1979), cuyos aportes en las páginas de la Revista Repertorio Americano (1919-1958) de Joaquín García Monge, son puestos de relieve por Mario Oliva Medina en su libro. Se trata de dos peruanos quienes fueron los creativos fundadores del marxismo latinoamericano, dejando de lado las deformaciones e imposiciones eurocentristas de Moscú, resuenan de nuevo y adquieren nuevas connotaciones a pesar del olvido, la ingratitud, además de la notoria y lamentable traición de las dos últimas generaciones de dirigentes apristas, los que se han hundido en la corrupción más descarada, bajo la conducción de Alan García, terminando sus remanentes por ser aliados del fujimorismo y la derecha totalitaria del Perú. Poco antes de morir, hace ya cuarenta y dos años, en el mes de agosto de 1979, Víctor Raúl Haya de la Torre y un grupo de constitucionalistas de lo más valioso de la izquierda peruana de entonces dejaron el legado de una constitución que defendía las riquezas del país y las conquistas sociales de los más desheredados de la fortuna. El golpe de estado fujimorista, del mes de abril 1992, surgido en medio de la violenta atmósfera creada por la insensata guerra promovida por la ultraizquierda de Sendero Luminoso, le permitió a la derecha peruana imponer una constitución a su medida para malbaratar las empresas creadas con el esfuerzo de todo el pueblo peruano, además de conculcar los derechos de los trabajadores urbanos y de los campesinos.

Hoy, ya en el gobierno, el profesor Pedro Castillo Terrones, el Partido Perú Libre y lo más valioso de la izquierda peruana, con sus partidos y organizaciones de base, comienzan e intensifican una dura lucha, ya sea para restablecer la constitución de 1979, la que Alan García y la corrupta dirigencia aprista post Haya jamás defendieron o para implantar una nueva, siempre con el concurso y la opinión de las grandes mayorías del pueblo peruano.

El abstencionismo electoral. ¿Cómo considerar esta expresión?

Vladimir de la Cruz

Las sociedades democráticas, en sus diversas modalidades institucionales, han establecido mecanismos o sistemas electorales para elegir sus autoridades políticas, desde las más altas esferas del Poder hasta los organismos más básicos de la convivencia ciudadana, de sus propios municipios.

La sociedad latinoamericana, en términos generales, estableció elecciones desde la escogencia de los Diputados a las Cortes de Cádiz, en 1812, aun cuando la mayoría de los ahora Estados o Repúblicas, eran parte del sistema colonial, cuando procedieron a elegir sus representantes ante las Cortes, con las reglas que para ese efecto se dictaron. Desde allí se podrían considerar los procesos electorales en el continente hasta hoy.

Independientes los países latinoamericanos procedieron a desarrollar sus formas de gobierno y sus estructuras institucionales, y establecieron a esos efectos, mecanismos de elección de sus gobernantes, cuando no procedía ese poder de la propia lucha independentista, que mantuvo por años en el Poder a sus principales caudillos y líderes militares, no alejados de las intrigas políticas y de cambios de gobernantes no por procesos electorales.

En el caso costarricense, no muy alejado del entorno centroamericano, se establecieron formas de elección, mecanismos y sistemas, que garantizaban el acceso al Poder de una minoría, políticamente definida, y de una mayoría excluida de la toma de decisiones políticas y de la participación electoral directa. Así se restringió el voto, por exclusión, a los analfabetos, a las mujeres, a ciertas minorías étnicas, se impuso un voto por nivel económico, se ejerció el voto público y de segundo grado escogiendo en una primera ronda electores que eran los que decidían en la segunda vuelta. Obviamente se impuso una edad mínima para adquirir el derecho de ciudadanía y poder tener la capacidad de elegir y ser electos.

En el caso costarricense, de nuevo, hasta 1912 se mantuvo el voto indirecto de electores, estableciéndose para las elecciones de 1913 el voto directo, hasta 1924 se estableció el voto secreto y con la Constitución Política de 1949 se reconoció el voto de la mujer, haciéndose universal. En las elecciones de 1974 los jóvenes de 18 años pudieron votar al haberse cambiado las leyes de la ciudadanía que establecían la mayoridad a los 21 años, con facultad para participar en procesos electorales. Aun cuando estos sistemas electorales nos parezcan abominables, poco democráticos, eran los que funcionaban, y los que marcaban el carácter democrático de las sociedades, entonces existentes, bastante bien, y definían las relaciones en el campo político para nuestras sociedades.

En Costa Rica, por ejemplo, para las elecciones de 1889 había 912 electores sobre una población de 340.000 habitantes, el 0.3% de la población era la que tenía la capacidad de votar. ¿Era eso democrático? Con los ojos de hoy no, pero era la forma democrática que venía operando y que hacía funcionar el sistema político. En ese año se estableció el régimen de partidos políticos, mediante y solo a través de ellos se podía participar en política, con ánimos de aspirar a ser electos en cargos públicos. Esta fórmula, que sigue existiendo, fue en cierta forma también restrictiva, porque los ciudadanos que deseaban aspirar a algún cargo tenían que ser miembros de un partido político y este partido escogerlo para el cargo al que aspiraba, convirtiéndose así en una forma sutilmente restrictiva de participación. Esto sigue funcionando. Hoy incluso, para aspirar a algún puesto de elección algunos partidos exigen un pago de inscripción para participar en la escogencia, pago por lo demás bien alto, que se justifica para los partidos políticos en los costos de las campañas electorales internas que tienen los partidos y para contribuir de esa manera, también, en los gastos generales de la campaña electoral a enfrentar.

La mayoría de los países han alcanzado estos niveles de participación electoral, voto universal, secreto, y algunos países, muy pocos, con la ciudadanía reconocida a los 16 años para ejercer el voto. Todos tienen el sistema de partidos políticos, aún en gobiernos monárquico-constitucionales tienen sistemas de partidos políticos, bajo la forma de regímenes presidencialistas o parlamentarios. Los partidos políticos de hecho se han impuesto en casi todo el mundo.

Las restricciones de participación se establecieron también con el desarrollo de gobiernos autoritarios, dictaduras, tiranías, satrapías, y con los gobiernos militares que restringieron la participación electoral de partidos y de ciudadanos en algunos casos, con la represión y la liquidación física de opositores, con la nulidad de cartas de ciudadanía y de inscripción electoral, con la expulsión o salida obligada de ciudadanos de sus países, con la inhabilitación de ciudadanos y de partidos políticos, como se acostumbra hoy en algunos países, para garantizar la estancia en el Poder, o evitar fuerzas políticas opositoras reales y vigorosas que puedan desplazar del Poder a quienes lo ostentan por la fuerza, o mediante mecanismos de control electoral que les facilita o permite su permanencia.

La exclusión histórica de masas de ciudadanos de las elecciones, condujo en la realidad a que muchos de esos ciudadanos se mantuvieran en la exclusión, en la marginación de la participación electoral, aun cuando se les habían reconocido sus derechos de participación. Sicológicamente se había predispuesto esa población para entender que el sistema electoral, sin su participación, era válido, y que de su resultado se podían esperar más cosas buenas que malas de quienes asumieran las riendas del gobierno en sus instancias legislativas y ejecutiva. En el caso costarricense a los comunistas se les impidió participar, como partido político, bajo cualquier forma de nominación que adquiriera desde 1948 hasta 1974. Los comunistas como personas podían votar por cualquier otra alternativa política pero no por ellos mismos. Esto explica, en cierta forma, el desarrollo del bipartidismo histórico que se desarrolló en el país, hasta 1998, cuando se ha empezado a cuestionar la vigencia de este control bipartidista de la sociedad y del Estado.

Bastaba echar una mirada al proceso histórico para entender las líneas de evolución de la sociedad y de su progreso. De hecho ninguna época actual parecía peor que la anterior, aun cuando existieran limitaciones.

La lucha por el Poder Político en general hoy se materializa en los procesos electorales, con participación de partidos políticos y con los ciudadanos que son los que emiten sus votos, el pueblo electoral.

La Política es el escenario donde se dilucidan las controversias de las relaciones de los distintos grupos de ciudadanos, organizados en partidos políticos, sindicatos, asociaciones de distintas naturalezas, económicas, empresariales, culturales, sociales, para tener acceso al Poder y, desde allí, influir en beneficio de las grandes mayorías o de los grupos que realmente se mueven, con poder de decisión, alrededor de los Poderes públicos. De allí que la Política sea importante, inevitable, y de obligada atención y participación ciudadana.

En todos los procesos electorales ha habido abstencionismo electoral, gente o ciudadanos que de una u otra forma no participan directamente, no llegan a emitir su voto. Unos porque históricamente fueron violentamente omitidos, impedidos de ejercer su voto, otros por desilusión de sus partidos, de sus candidatos y de sus líderes, otros, asqueados de las malas formas de gobernar y de la corrupción institucional que establecen algunos funcionarios para hacer de ella su modo de vida. Esto conduce a un rechazo de esos partidos, y sus dirigentes, caudillos y líderes.

Hoy peligrosamente en este rechazo se mete a la Democracia, como modo o sistema de vida, a todos los partidos políticos, a todos los dirigentes políticos, a todas las estructuras de gobierno y por ello a todos los gobernantes y funcionarios públicos. Más aún, se mete a la Política como tal, la que hay que rechazar, y se induce a la búsqueda de líderes mesiánicos, autoritarios, fuertes, dictadores institucionales que resuelvan problemas sensibles para las gentes o la población. Peligrosamente este rechazo conduce a alimentar los populismos de cualquier signo político que puedan surgir. Se induce inclusive a mecanismos de acceso al Poder que nieguen los mecanismos democráticos de participación ciudadana. El abstencionismo es la máxima expresión que se evidencia de este posible rechazo, o que al menos tiende a justificarlo. ¿Es válido esto? Es discutible.

Para mí el abstencionismo tiene dos expresiones importantes. El que se manifiesta del todo con no ir a las urnas electorales, y el que en urnas electorales se manifiesta no votando por ninguna de las alternativas existentes ofrecidas, o anulando el voto.

El que del todo no asiste a las urnas bien podría deducirse que no es que está en contra de todos los partidos y de todos los candidatos, sino que le es indiferente cuál de ellos pueda ganar el proceso electoral, porque siente que ninguno de ellos le altera, al elector abstencionista, su modo de vida, su estilo de vida, o no lo ve como una amenaza para su relativa comodidad o existencia, sea cual sea, y porque piensa, o deduce instintivamente, que cualquiera de los candidatos y partido que gane le puede producir más beneficio que perjuicio. Esa masa de abstencionistas, al término de las elecciones, contados los votos, se suma de manera pasiva a los votos del partido y candidato ganador, dándole fortaleza a su triunfo y mayor estabilidad al gobierno que se asumirá, y confianza al mismo proceso electoral. Así este abstencionista es un votante pasivo.

Está el votante que se presenta a las urnas y vota en blanco, devuelve la papeleta electoral en blanco o la anula de alguna manera, votando por todos, haciendo inválido su voto al no poderse deducir una voluntad clara a favor de alguno de los partidos o candidatos. Este es el abstencionista activo, que rechaza a todos los partidos y candidatos porque no le parece ninguno, por la razón que sea.

A los efectos prácticos de los resultados electorales, los sistemas electorales han establecido no reconocer, a sus efectos contables los votos de esta forma emitidos. Solo valen aquellos que están expresamente dados a una casilla electoral, de un partido o de un candidato, los que se consideran votos válidamente emitidos. Sin embargo, el que asiste a la urna y expresa su voluntad negándole el voto a cualquiera de las alternativas, de hecho y de derecho está expresando su voluntad de voto, está emitiendo válidamente su voluntad expresada en ese voto abstencionista, que a los efectos del resultado electoral no lo toman en cuenta, y que sí debe ser tomado en cuenta, al menos eso es lo que creo.

El voto abstencionista en urna debe tomarse como un voto válidamente emitido, no a favor de un candidato, lo que es obvio, sino a favor del mismo proceso electoral y democrático que debe reconocer de esa manera el voto en blanco, nulo o disidente, con el mismo valor porcentual que se le asigna al resto de los votos válidamente emitidos.

Los procesos electorales han establecido segundas rondas, o vueltas electorales cuando en la primera ronda no se saca el número de votos o porcentaje necesario para ser electo, 40%, como en Costa Rica, o 50% como en otros países, segunda vuelta que se resuelve con los dos que hayan sacado el mayor número de votos o mayor porcentaje, siempre inferior al necesario para elegir. La segunda vuelta, en todos los casos se resuelve con el mayor número de votos, sin porcentaje, lo que es absolutamente lógico para provocar un resultado electoral válido. Pues bien, si los votos en blanco se contabilizaran provocaría que el resultado electoral, sea por número de votos o por porcentaje se vuelva más difícil. Posiblemente facilitaría más el desarrollo de segundas vueltas electorales, pero a la vez los partidos políticos tendrían que preocuparse por mejorar sus imágenes públicas, las de sus líderes, caudillos o dirigentes, tendrían que ser más responsables en la gestión pública en que participan, tendrían que estar obligados a procesos de rendición de cuentas ante sus afiliados, seguidores y ciudadanos.

El reconocimiento real y efectivo de los votantes abstencionistas enriquecería más la democracia política y los procesos electorales. La situación más extrema en este dilema sería cuando el abstencionismo en urnas sea mayor que la suma de los votantes de los partidos inscritos, lo que inevitablemente obligaría a nuevas postulaciones para la segunda ronda, sin lugar a dudas, o a un proceso reconstituyente nacional, de manera automática se convoque a un Nuevo Pacto Nacional, a una Nueva Asamblea Nacional Constituyente, que redefina la nueva situación política nacional.