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Etiqueta: poder político

Lo político hoy

Por Arnoldo Mora

Como es habitual en los filósofos, comienzo por definir los conceptos fundamentales en los que se inspiran las reflexiones que emborronan las líneas siguientes. Estos conceptos se encuentran ya en el título de este artículo. Hago notar que no hablo de “política” sino de “lo político”, sustantivo neutro, lo que indica que no hablo de acciones, o de la dimensión antropológico-ética sino de una categoría que se sitúa en el ámbito de lo ontológico, es decir, en lo real; lo cual se debe a que considero que la crisis que actualmente vive con no disimulada angustia la humanidad y, por supuesto, afecta a nuestro país, no tiene antecedentes en la era contemporánea. Solemos opinar en torno al quehacer político señalando en tono acusador, como la raíz de todos los males de la sociedad, el que los políticos sean corruptos o incompetentes- cosa, por lo demás, que por desgracia, se da frecuentemente – pero no explicitamos o definimos lo que entendemos por “política”, dando por un hecho que todos hablamos de lo mismo; lo cual se presta a no pocas equivocaciones y hace que no siempre nos entendamos. Esto es muy grave, pues el quehacer político tiene como instrumento indispensable el diálogo, sin lo cual no hay comunicación entre seres humanos, con lo que la política pierde su capacidad de reconocernos como personas.

La noción tradicional de “política” la debemos a Maquiavelo, el creador de la política como teoría en la era moderna, entendiendo por “política” todo lo que tiene que ver con el poder, tanto de su conquista como de su ejercicio, sea como praxis, sea como formulación teórica o doctrinal que busca legitimarlo, lo que Marx llama “ideología”. Gracias a lo cual nos preguntamos de dónde viene ese poder del que hablamos, o cómo se articula su ejecución en una sociedad y en una coyuntura histórica dadas; porque mucho depende de lo que entendamos por tal el ejercicio mismo del poder político al que nos enfrentemos. Aclarar estos conceptos en torno al poder político es necesario para lograr una convivencia en una sociedad que aspira a ser “humana”. Es de esta reflexión radical que me ocuparé en estas breves líneas. Lo político hoy en día está en crisis, lo cual no significa algo peyorativo necesariamente, porque el ser humano siempre vive en crisis, es decir, en proceso de gestación, nunca está acabado, como muy bien lo han señalado los filósofos existencialistas. Por ende, lo que corresponde preguntarse es de dónde viene esta crisis actual y que ha llevado a que tanta gente menosprecie todo aquello que tenga que ver explícitamente con la política. Lo cual es un absurdo dado que no podemos vivir sin el quehacer político. Cada vez que nos ocupamos de la relación con el otro estamos ejerciendo alguna forma de poder, es decir, estamos haciendo política. Lo malo es que lo hacemos sin tomar conciencia de lo que estamos haciendo y del alcance de lo que hacemos. El origen y la raíz de todo lo malo que experimentamos y sufrimos, dice Heidegger, no es el mal uso de nuestro libre albedrío, como lo enseña la ética de origen judeocristiana, sino la rutina, el miedo o desidia de pensar, cuando las cosas se toman trivialmente a pesar de su gravedad; por lo que nos hacemos eco sin más de las voces provenientes del ambiente sociocultural que nos rodea. Esto es lo que debemos combatir. La crisis de lo político, a la que aludimos cuando nos referimos a la naturaleza de lo político, proviene de que lo que entendemos por tal en la edad contemporánea y se inspira en los principios ideológicos de la Revolución Francesa (1789) ya está dejando de ser funcionales. Hacer política en la edad contemporánea es construir el estado nación. De ahí que la ideología dominante sea el nacionalismo. El amor a nuestro terruño y el consiguiente rechazo a quienes nos invaden pretendiendo expoliarnos de nuestros recursos y riquezas, es la causa de las guerras en tantas latitudes de nuestro sufrido planeta. El origen de la violencia en los países periféricos, que habitan en todo el entorno que rodea a Occidente y que constituyen la inmensa mayoría, tanto de la población como de la extensión territorial, y que poseen la mayor parte de los recursos estratégicos por ser indispensables para el desarrollo de una sociedad, que pretende beneficiarse de la revolución científica y de sus implicaciones y aplicaciones tecnológicas. La consecuencia más significativa de la II Guerra Mundial es el proceso de descolonización que desde entonces viven las antiguas colonias de África, Asia y el Caribe; en el caso de Nuestra América, los procesos revolucionarios buscan romper los vínculos de dependencia de índole imperial.

Pero esto es tan sólo la condición indispensable (“conditio sine qua non”) para dar el salto de la era contemporánea a otra, que ya está en gestación y que se basa en el uso o aplicación de la inteligencia artificial, que constituye la gran revolución de nuestro tiempo. Aun así, la apropiación de los ricos y abundantes recursos naturales está en el origen de la violencia política imperante. Pero que involucra a toda la humanidad, pues ya no existen problemas políticos locales, todos nacen en un lugar pero pronto denotan poseer una dimensión planetaria. La humanidad es cada vez más unitaria, demostrando ser un sujeto único y ya no sólo un abigarrado mosaico de naciones particulares. Pero el desafío de estos países es que, siendo una sociedad basada en la conciencia nacional cuyo origen era una comunidad agraria, ahora debe convertirse en una sociedad abierta al mundo entero, construir un sujeto planetario pero que no se da automáticamente, sino que requiere crear organismos e instituciones regionales que promuevan la identidad nacional basada, no tanto en ideologías sino en tradiciones culturales, en donde la lengua materna juega el papel preponderante. Pero todo teniendo como meta la construcción de un poder planetario como medio idóneo, para asumir creativamente los desafíos que representan la galopante destrucción de los recursos naturales y la amenaza de un apocalipsis termonuclear en el campo político, desafíos que implican la posibilidad real de la desaparición de la especie sapiens. Por desgracia, las Naciones Unidas tal como fueron concebidas e impuestas después de la II Guerra Mundial por las potencias ganadoras, no responden a las exigencias de los tiempos actuales en pleno siglo XXI.

Quien parece estar llenando ese vacío es el Papado Romano. Hablo del “Papado Romano” y no de la Iglesia o religión católica, pues los católicos son muchos y muy variados en sus concepciones políticas, mientras que el Vaticano es un Estado que se rige por un centralismo político absoluto anterior al surgimiento de los estados nacionales, hasta el punto de que constituye la única teocracia y monarquía absoluta todavía existente en Occidente. Nadie como el Papa Francisco, recién fallecido, el primero en la historia proveniente de un país periférico, lo ha comprendido; lo cual explica la repercusión planetaria de su muerte y la expectativa que la elección de su sucesor ha despertado en el mundo entero, hasta el punto de que durante semanas ha sido el tema central de casi todos los medios de comunicación y de las cancillerías de países los más variados y dispares del planeta. Pero el papado nutre su poder en una concepción religiosa del mundo y de la vida; lo cual es válido en la dimensión última de la existencia, es decir, en el cuestionamiento en torno al destino de la humana existencia. Pero para el ejercicio del poder se requieren instituciones de índole estrictamente políticas, basadas en el consenso de los estados y nutridas de los valores culturales y en las relaciones comerciales de las regiones. Es por eso que se requiere una nueva y total refundación de las Naciones Unidas. Esto es lo que yo entiendo debe ser en la actualidad “lo político”.

Repensémonos

Luis Ángel Salazar Oses

Luis Ángel Salazar Oses, «Panga»
panga07@gmail.com

Dentro de doscientos millones de años la deriva continental volverá a unir nuestro mundo, ¿por qué no nos adelantamos un poco y volvemos a unir la humanidad? Nunca como hoy ha sido más urgente hacerlo, nunca como hoy se han dado las condiciones para lograrlo y nunca como hoy lo ha exigido nuestra natural esencia vital cooperativa. Repensémonos.

¿Podemos prescindir de quienes fabrican nuestros zapatos, nuestra ropa, de quienes realizan la higiene de nuestras ciudades, de quienes hacen posible la producción y suministros de los productos agropecuarios y pesqueros que consumimos, de quienes nos suministran la energía eléctrica y hacen posible nuestras telecomunicaciones, de quienes velan por nuestra salud, dictaminan nuestra enfermedades y recetan tratamientos, de quienes nos dotan de las medicinas apropiadas que nos curan, de quienes hacen posible los avances científicos y tecnológicos que hoy ya nos son indispensables, de quienes cotidianamente nos informan de quienes nos educan, de quienes construyen y mantienen nuestros hogares, de nuestros seres queridos…y de los otros, en fin, de los demás seres humanos?

¿Podremos prescindir de las fuentes naturales, de las materias primas de las que en todo aspecto han sido, son y serán los fundamentos de toda civilización humana ayer, hoy y mañana, del aire, del agua, del sol, en fin, de los orígenes de nuestra vital energía? Obviamente no podemos prescindir de nuestros semejantes esto es, de la Humanidad, ni de nuestra Madre Nutricia la Naturaleza, sencillamente porque no somos autosuficientes y, en todo momento dependemos de ambas para estar vivos y, ni qué decir, para desarrollarnos plenamente, por cierto, que, en conjunto o nada.

¿Por qué si somos absolutamente dependientes de las y los demás seres humanos y de la Naturaleza, hoy les tratamos tan mal? ¿Por qué a nuestros semejantes los vemos como reales o potenciales enemigos, separándonos de ellos mediante todo tipo de alarmas y demás protecciones y, a nuestro imprescindible medio ambiente lo envenenamos, lo sobreexplotamos, en fin, lo destruimos tan irracionalmente? En vez de amarnos nos odiamos los unos a los otros y, a nuestra Casa Grande la destruimos por sus bases mismas cotidianamente… ¿Por qué?

Después de un largo proceso evolutivo empezamos a ser humanos pensantes, comprendimos que habíamos alcanzado esta etapa gracias al trabajo que efectuábamos para obtener de la naturaleza de la que proveníamos y que, trabajo mediante, nos daba abrigo, alimentos instrumentos que multiplican nuestros esfuerzo y, que así, seguiríamos mejorándonos infinitamente. Entendimos también que el trabajo realmente impulsor del progreso integral es el humano. Pues bien, pronto empezaron las luchas por los medios de producción y, pronto también, quienes triunfaron entendieron que, en vez de matar a los vencidos, lo mejor era convertirlos en fuente de trabajo a sus servicio, en esclavos. Conclusiones lógicas para ese momento histórico de aún muy precarios medios de trabajo, y proto desarrollo científico y tecnológico que, conforme estos fuesen perfeccionados por los seres humanos, debiesen perder toda vigencia. Pero no fue así, más bien a partir de esas erradas conclusiones. se estableció y, naturalmente con las adecuaciones formales -no esenciales- marcadas por el evolucionar histórico, se mantiene hasta hoy, la división de la Humanidad en dos clases: la de los dueños de los medios de producción -explotadores- y la de quienes carecen de ellos: trabajadores dependientes de un salario y, de una forma u otra, explotados.

Los dueños de los medios de producción acumularon capital, con el que diversificaron sus medios de obtener ganancias -agropecuarias, industriales, financieras, etc., y, mediante el manejo directo o indirecto del poder político, Estado, por ejemplo, y cultural -educación, religión, medios de comunicación, etc., etc.-, se garantizaron su dominio. De esta forma dictaron las tesis de que el ser humano es el rey de la creación y que la competencia sin límites -«hombre lobo del hombre» -ellos son, por cierto, el lobo-, es el estado social natural.

Toda esta autodestructiva locura constituye hoy, en el colmo de la misma, el Sistema Capitalista Neoliberal que actualmente predomina en el mundo y que es Homicida – mata a la Humanidad que somos-, Ecocida -mata a la Madre Naturaleza de la que dependemos esencialmente-, Plutocrático -gobierno de los ultrarricos nacionales y transnacionales-, Cleptocrático -gobierno de los mega ladrones y, Patriarcal, esto es, de quienes se autoproclaman los supremos dictadores -«machos alfa»-, de nuestras normas de convivencia ético jurídicas, cuya hipócrita «super moral» y «legislación suprema», solo sirven para defender el estado de cosas que les conviene como oligarquía hegemónica que son que son. Por esto estamos en la antesala de nuestra desaparición como especie y de nuestro hábitat natural como casa grande. Este absurdo es tal que, gracias a la manipulación que sobre nuestras mentes ejercen hoy sus grandes medios de manipulación ideológica arriba anotados, como víctimas, ayudamos constantemente a nuestro victimario -este maldito Sistema-, a victimizarnos. Por eso nuestro llamado a repensarnos, a entendernos como esencial y absolutamente Humanitaristas, Ecologistas, Demócratas Participativos y Solidarios.

Debemos rechazar frontalmente las antinaturales e irracionales tesis que sostienen las argollas hegemónicas de ciertos países que se autoproclaman «el Pueblo poseedor del «destino manifiesto» o, peor aún, «Pueblo escogido», por inexistentes deidades, para dominar el mundo. Hoy más que nunca debemos apoyar e impulsar, quienes defendemos un mundo de auténticos seres humanos solidarios, esencialmente unidos a nuestra Madre Naturaleza y, conviviendo en medio de una auténtica democracia que solo puede ser participativa, a nivel mundial la defensa, fortalecimiento y ampliación de organismos como los BRICS Plus, que pretenden establecer precisamente un mundo multipolar, fundamentado en el mutuo respeto a la soberanía y autodeterminación de los países y, que fomentan el mutuo apoyo y colaboración a fin de que cada país se desarrolle según lo determine su Pueblo; a nivel regional entidades como la CELAC -unión de los países de América Latina Caribe incluido- y, acá en Costa Rica, al Gran Frente Amplio, conformado por el FA orgánicamente unido con el Pueblo y sus auténticas organizaciones comunales, sindicales, cooperativas. religiosas auténticas, estudiantiles, etc., etc., jamás con los partidos politiqueros que, reformismo más fascismo menos, esencialmente representan camuflada o descaradamente a la Plutocracia Cleptocrática dominante. Repensémonos racional, rigurosa y profundamente y, nos entenderemos como la Humanidad ubicada en el momento histórico preciso para salvarnos como especie, en la medida desde luego en que también salvemos a nuestro medio ambiente, si no entendemos esto y no actuamos en consecuencia, simplemente desapareceremos llevándonos, como la tortuga a su vital caparazón, a nuestro hábitat natural hacia nuestra cataclísmica tumba, Despertar, informarnos, unirnos, organizarnos, empoderarnos, movilizarnos y convertirnos en Poder Popular para luchar, así constituidos, por la paz integral fundamentada en la justicia plena económica, política, social, cultural y ecológica.

De aprendices y absolutistas

Lic. Javier Fco Cambronero Arguedas

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas, Tomada de: http://www.encuentromunicipal.com/

Faltan 247 días para que el Tribunal Supremo de Elecciones llame a elecciones al pueblo costarricense y podamos votar para la presidencia de la república y la elección de 57 personas diputadas. Si ha sido importante con el paso de la historia, que como costarricenses nos fijemos muy bien a quienes vamos a elegir como nuestros gobernantes y representantes; la actual coyuntura demanda que hagamos un mayor esfuerzo, pues pocas veces en doscientos años de historia, nuestro futuro enfrenta un panorama desolador. Habrá que escoger entre una ruta que permita que sobreviva nuestro régimen democrático, como lo soñaron y construyeron nuestros abuelos, o ante nuestra indiferencia y pereza dejarlo perder y que sea la mediocridad, la vulgaridad y el fascismo los que sustituyan a las buenas formas del entendimiento y de acometer la búsqueda de soluciones a los graves problemas que nos agobian. No dejemos que la desesperanza ahogue nuestra fe y no seamos capaces de discernir en medio del signo de los tiempos. La violencia en todas sus formas ha venido ganando espacio y ella no ha sido un rasgo distintivo de nuestra sociedad y nuestro estilo de cómo vivimos y hacemos cambios a la democracia.

Vemos a superricos intentar gobernar al mundo e inducirnos a adorar el becerro de oro. Ya no se conforman con lo que tienen; lo quieren absolutamente todo y para ello no han dudado en tomar el poder político también, o colocar ingenuos y ambiciosos títeres que se plieguen a sus intereses.

Me aterra ver las formas de concentración de riqueza que han emergido en los últimos tiempos. Semejantes tan sólo a los inicios de la revolución industrial o de la expoliación de los recursos de América por parte de algunas potencias europeas al inicio de la Era Moderna.

Dentro de este contexto me he encontrado con una gran obra que posiblemente pocas personas han podido leer en Costa Rica. Se denomina Frente al Poder, donde su autor, el extraordinario periodista Martin Baron y ex redactor de Miami Herald, Boston Globe y Washington Post. La obra en español tiene menos de un año de publicada.

En una entrevista televisiva efectuada en 2018, sagazmente la octogenaria y brillante periodista norteamericana Lesley Stahl, le preguntó a Donald Trump, por qué insistía en denigrar a la prensa, respondió_ “¿Sabes por qué lo hago? Lo hago para desacreditarlos y menospreciarlos; así, cuando escriban cosas negativas sobre mí, nadie les va a creer”. Ojo, esta cita que planteo, es clave para entender mucho de lo que está ocurriendo en nuestro país.

Durante la campaña política desde octubre 2021 hasta hoy en día, por parte del presidente Chaves y la diputada Cisneros Gallo, rara vez ha faltado un día donde no se haya desacreditado la prensa o apuntar sus baterías hacia algo o alguien; cualquier estrategia de distracción es justificada con tal de evadir los graves problemas que enfrenta el país y la necesidad imperiosa de abocarnos a la búsqueda de soluciones. El ejercicio del poder político no puede ser reducido a un insultante, vulgar y abominable lloriqueo, “de que no se puede hacer nada porque no me dejan”, “o que tales y tales problemas son culpa de…” esa repugnante y patológica forma de reducir el ejercicio del poder a una eterna y estéril campaña política.

En esa pirotecnia discursiva primero se atacó a la prensa, luego a la Asamblea Legislativa, después a la Contraloría, posteriormente a gobernantes anteriores, a la fiscalía y magistrados, presidentes de los supremos poderes… Aún falta posar su atención dislocada y estrambótica, en el TSE. Cosa que probablemente pronto ocurrirá.

En esa enfermiza y delirante conducta, de conducir al Estado de Derecho y el imperio de la ley al límite; el perseguir y catalogar como enemiga a La Nación, al cerrar el Parque Viva (08-VII-22) y al acusar al banquero Baruch de evasión de impuestos ante Tributación Directa (I-23) rayan con saltarse la institucionalidad con baladíes artimañas, y en el plano de la gobernanza política hacen gala de una incapacidad absoluta de liderar procesos de reforma política, no sólo enviando proyectos de ley defectuosos sino además desaprovechando los periodos de sesiones extraordinarias, donde el Ejecutivo posee la iniciativa de ley que la Constitución Política les concede. Allí también Chaves y sus adláteres han mostrado una asombrosa ineptitud. Pretendieron atacar al Grupo Nación y dañar sus inversiones.

Curiosamente desde la campaña política, antes de mayo de 2022, Cisneros y Chaves atacan a un sector de la prensa llamándoles “prensa canalla”. Observen la gran similitud de tal conducta con lo expuesto por Trump en su primera campaña y mandato en EEUU. La Nación, CRhoy, Teletica, son de lo peor para el chavismo; pero esa misma prensa canalla que atacan hoy y mañana también, es objeto de reconocimiento por parte del presidente Chaves cuando el 1 de diciembre de 2022, día de abolición del ejército, al hacer un homenaje a doña Olga Cozza, dueña de Teletica por su aporte a la democracia costarricense. ¿Entonces??!!. Más grave aún, el 12 de marzo de 2024 ante el recrudecimiento de la persecución de la iglesia en Nicaragua, Chaves se resiste de acusar de dictadura al régimen Ortega-Murillo.

Estos perversos deseos de torcer la verdad, de rodearse de secretismos y faltas a la transparencia, hacen que el lobo del fascismo asome sus puntiagudas orejas. Este es un buen momento para recuperar algunos pasajes del texto De Calderón a Figueres, de Eugenio Rodríguez Vega, donde describe algunas de las conductas más deleznables del Calderonismo, en la década de los cuarenta, sobre persecución política y, violación del marco jurídico vigente y atisbos de una especie de estado totalitario.

Aquí no podemos permitir que la democracia muera en la oscuridad. Esta temeraria conducta de violar las normas y soslayar la democracia, puede irremediablemente propiciar que otros se animen a hacer lo mismo, erosionando las normas más mínimas del respeto y la convivencia pacífica. El aumento de lenguaje violento en diversos espacios, de discursos de odio e intolerancia hacia ciertos grupos, como las mujeres o grupos de orientación sexual diversa, son señales de que vamos por mal camino y evidencia un serio retroceso en aspectos que considerábamos que la sociedad ya había superado. Hoy por hoy, los ticos estamos convencidos que el lenguaje utilizado por Cisneros y Chaves incentiva y genera violencia, cada vez vemos más funcionarios del ejecutivo envalentonados utilizando este tipo de violencia verbal.

Volviendo a Trump y su manera de enfrentar a la prensa, a finales de enero de 2020 en 346 preguntas que le fueron hechas en el contexto del avance de la pandemia ocasionada por el COVID-19 -pandemia que no reconoció sino hasta en forma tardía- en 113 de ellas atacó a alguien en sus respuestas. Ese mismo año antes del 2 de noviembre, los expertos habían comprobado 503 falsedades en sus declaraciones. Se constituía en una persona mitómana; en su primer año de presidencia promediaba 6 mentiras al día, pasó a 16 en 2019 y 39 diarias en 2020. Para muchos periodistas “sus mentiras constituían una amenaza cancerosa a la democracia americana”. En nuestro caso, en la tercera semana del mes de enero de este año, acaba el presidente Chaves de presentar un proyecto de ley para eliminar las denominadas pensiones de privilegio, cuando en honor a la verdad, ya la legislación existente contempla topes a las mismas y establece su extinción. ¿Por qué semejante muestra de cinismo?, pues él era ministro de Hacienda cuando en el gobierno anterior se dieron dichas reformas. ¿A quién pretende engañar? Vaya usted a saberlo.

Hoy, no seremos cómplices ni testigos mudos del aumento desmedido de la violencia. Vemos crisis en la Policía de Control de Fronteras, en Vigilancia Aérea, en el Servicio de Guardacostas. Por la terminal de APM en Moín sigue pasando droga en cantidades industriales hacia Europa, mientras la captura de cocaína ha caído en forma estrepitosa. No en vano medios como El País en España, Le Monde en Francia, New York Times en EEUU y El Universal en México, han publicado sendas notas, destacando penosamente en lo que se ha convertido nuestro país en los últimos años.

La renuencia a saldar deudas del estado con la CCSS y a impulsar un verdadero mejoramiento de servicios en salud desde la benemérita institución, es grave y calamitosa.

Los severos daños al financiamiento de la educación pública y la desprotección del agro en la producción de alimentos, alcanza niveles críticos.

Rara vez hemos visto tanta inutilidad e incompetencia juntas. Pareciera que hay una voluntad manifiesta de Cisneros y de Chaves de conducirnos hacia un estado fallido y generar un retroceso en los importantes logros sociales y económicos que hemos acumulado en los últimos cien años de historia. En ese pasado dudo que haya muchas cosas de las cuales debemos arrepentirnos los costarricenses y que sean causa de sonrojo. Todo lo contrario, nuestros sabios abuelos fueron capaces de heredarnos una patria sustentada en la justicia social, progreso y bienestar, donde el trabajo honrado y la preocupación de unos por otros han sido los pilares fundantes. Claro, en esa ruta ha habido imperfecciones, errores y corrupción. Pero esta administración ha perdido la oportunidad de emprender reformas de calado y ha desperdiciado el tiempo mirándose acaso el ombligo. Nuestro acervo moral nos dará la fuerza para emprender dentro del régimen de derecho, las reformas para retomar el sendero de un país más inclusivo, más solidario y que siga generando oportunidades para su juventud, mujeres, combatir la pobreza y la exclusión de forma más eficiente. Poder soñar y construir un futuro mejor para todos, sobre todo los marginados y excluidos a quienes la institucionalidad no puede fallarles; aunado a ello la existencia de partidos políticos que retomen la senda de la formación, capacitación y la generación de propuestas de largo y mediano plazo.

El matonismo, malacrianza y violencia verbal que son las formas que ha seleccionado esta administración para comunicarse, han de ser contrarrestadas con la verdad, las buenas maneras y la decencia. El anhelo de soñar con un pueblo más culto y educado no son negociables. Infamias como tomar recursos destinados a la formación tecnológica de niños y jóvenes de zonas marginales, para pagar una póliza que proteja a los jerarcas de sus torpezas, mentiras y ocurrencias, no debe tener cabida en un país que se precia de democrático y civilista.

La validación que hoy se hace desde varias partes del Ejecutivo para justificar y practicar violencia, agresiones contra ciudadanos, seguir contrarios políticos y agredir brutalmente a la naturaleza, hordas de troles en redes sociales financiados sabe Dios con qué recursos, alabando a ciertos funcionarios púbicos, elevándolos a condiciones de cuasi dioses; sólo evidencia una ruta fascista de pérdida de libertades y de constreñir el espíritu civilista y democrático que hemos cultivado por décadas, para que ahora una gavilla de advenedizos, liderados por un aspirante a monarca, pretendan borrar de un plumazo todo resabio de civismo y democracia, añorando una Carta Magna hecha a su medida, como ya lo han logrado Ortega y Bukele en El Salvador.

Hoy debemos preguntar a Cisneros, a Chaves y sus acólitos: ¿por qué ese morboso deseo de debilitar los cuerpos de seguridad del país? ¿Por qué sospechosamente debilitar la educación pública que ha sido orgullo mundial hasta hace poco? ¿Por qué debilitar la seguridad social al no proveer de más recursos y una adecuada y sana gestión de la CCSS? ¿Por qué temerariamente destinar cada vez menos recursos al combate de la pobreza y la desigualdad a través de limitar becas para estudiantes y reducir los bonos de vivienda?

Para bufones, arlequines e inútiles ya no hay espacio.

Dentro de 459 días habrá nuevos inquilinos en Zapote. Y es con movilizaciones, ideas y argumentos como podrán ser derrotados esos espurios, infames y sedientos deseos de quienes sueñan con más poder y que con ardid confunden lo púbico con lo privado. No olvidemos que Chaves fue electo con una menor cantidad de votos que Alvarado. Y que Alvarado Quesada fue electo con una menor cantidad de votos que Solís Rivera. La desafectación que siente esta generación por lo político debe conducir a una sacudida nacional que nos saque del conformismo, la indiferencia y de cierta modorra tropical, antes de que seamos despojados de nuestros derechos más elementales.

O tendremos allí sentada un persona lacayo de Cisneros y Chaves absolutamente inoperante e incapaz de reaccionar ante los desafíos que la patria demanda. O alguien capaz de reencontrar y renovar la ruta costarricense dentro de un marco democrático y que con sagacidad sabrá liderar, diseñar, discutir y proponer salidas a los atolladeros que hoy nos abruman.

26-I-25

El narcotráfico como factor de cambio sistémico

Miguel Sobrado

En el libro «América Latina: crisis del Estado clientelista y la construcción de repúblicas ciudadanas«, se argumenta que la aparición del narcotráfico en la región representa un punto de cambio significativo en las relaciones de poder debido a varios factores interrelacionados.

Impacto del Narcotráfico en el Poder Político

Competencia con el Estado: Los cárteles de narcotráfico han adquirido un poder económico que les permite competir directamente con el Estado. Esto ha llevado a una erosión de la autoridad estatal, ya que los narcotraficantes pueden ofrecer recursos y servicios que el gobierno no puede proporcionar, creando así una alternativa al clientelismo tradicional.

Desplazamiento de Oligarquías: La industria del narcotráfico ha desafiado el poder de las oligarquías tradicionales, que históricamente han controlado las estructuras políticas y económicas. Al introducir una nueva dinámica de poder basada en la riqueza generada por el narcotráfico, se han abierto espacios para que actores previamente excluidos participen en la economía y la política34.

Fragmentación del Control: La estructura descentralizada y fragmentada del narcotráfico, donde múltiples grupos compiten por el control territorial y las rutas de tráfico, ha debilitado aún más la capacidad del Estado para mantener el orden. Esto ha llevado a un aumento de la violencia y a una lucha constante por el dominio entre diferentes organizaciones criminales12.

Consecuencias Sociales y Económicas

Inseguridad Ciudadana: La expansión del narcotráfico ha contribuido a un aumento significativo en la inseguridad y la violencia en muchas comunidades, lo que afecta directamente la calidad de vida de los ciudadanos y su confianza en las instituciones13.

Corrupción Institucional: La infiltración del narcotráfico en las instituciones gubernamentales ha generado casos de corrupción que socavan la efectividad de las políticas públicas. Esto crea un ciclo vicioso donde los gobiernos son incapaces de actuar eficazmente contra el crimen organizado debido a su propia corrupción interna4.

Nuevas Formas de Organización Social

El narcotráfico no solo altera las dinámicas de poder tradicionales, sino que también ha llevado a nuevas formas de organización social. Las comunidades afectadas por la violencia y la exclusión están comenzando a buscar alternativas al clientelismo, promoviendo una ciudadanía más activa y autónoma que desafía tanto al narcotráfico como al Estado en su forma actual34.

En resumen, la aparición del narcotráfico en América Latina ha transformado radicalmente las relaciones de poder, desafiando tanto al Estado como a las estructuras sociales tradicionales, lo que plantea serios retos para la construcción de democracias efectivas en la región, a menos que se prepare una reforma progresiva del Estado que habilite con organización autónoma y educación actualizada a los sectores excluidos.


SURCOS presenta una síntesis del libro América Latina: crisis del estado clientelista y la construcción de repúblicas ciudadanas enviado por Miguel Sobrado, uno de los autores:

De acuerdo con el premonitorio libro «América Latina: crisis del estado clientelista y la construcción de repúblicas ciudadanas» de Miguel Sobrado y Juan José Rojas, (2003 Mx y 2006 CR) no abordar los problemas estructurales asociados al clientelismo y no avanzar hacia la construcción de repúblicas ciudadanas conlleva varios riesgos graves para el desarrollo político, social y económico de América Latina.

Algunos de los principales riesgos señalados en el texto son los siguientes:

  1. Persistencia de la corrupción sistémica
  • El clientelismo fomenta un sistema en el que las decisiones políticas y la asignación de recursos están motivadas por intereses personales o partidistas, en lugar del bien común. Si no se desmantelan estas prácticas, la corrupción se vuelve estructural, perpetuándose en todos los niveles de gobierno.
  • Esto genera desconfianza hacia las instituciones, debilitando la legitimidad de los gobiernos y alejando a los ciudadanos de los procesos democráticos.
  1. Crisis de gobernabilidad
  • La incapacidad para responder de manera efectiva a las demandas ciudadanas y combatir la desigualdad genera un clima de inestabilidad política y social. Esto puede derivar en protestas masivas, disturbios sociales y una mayor polarización política.
  • Los autores advierten que esta crisis de gobernabilidad puede llevar a ciclos de autoritarismo, donde sectores políticos buscan imponer orden mediante la represión y la limitación de derechos democráticos.
  1. Consolidación de las desigualdades estructurales
  • El clientelismo tiende a beneficiar a pequeños grupos de poder, dejando de lado a los sectores más vulnerables de la población. Si no se hacen cambios, las brechas económicas, sociales y de acceso a oportunidades continuarán ampliándose.
  • Esta exclusión social crónica fomenta resentimientos y divisiones dentro de la sociedad, dificultando la cohesión social necesaria para el progreso.
  1. Debilitamiento de la democracia
  • Los sistemas clientelistas socavan los principios democráticos al priorizar las lealtades personales sobre el voto informado y la participación ciudadana. Esto genera una cultura política basada en el oportunismo y la falta de accountability.
  • La permanencia de estas prácticas pone en riesgo la calidad de la democracia, abriendo paso a regímenes populistas o autoritarios que se aprovechan del descontento social.
  1. Estancamiento económico
  • La corrupción y el clientelismo afectan negativamente el desarrollo económico, ya que distorsionan la asignación de recursos públicos y desincentivan la inversión extranjera y nacional. Además, generan ineficiencia en la gestión pública y la provisión de servicios esenciales.
  • En un entorno marcado por la corrupción y el favoritismo, las oportunidades de desarrollo y crecimiento económico quedan restringidas a unos pocos, perpetuando la pobreza y el subdesarrollo.
  1. Aumento de la violencia y el crimen organizado
  • Los autores señalan que, en ausencia de instituciones fuertes y transparentes, el crimen organizado y la violencia pueden florecer, aprovechándose del debilitamiento del estado de derecho. Esto pone en peligro la seguridad de los ciudadanos y socava aún más la confianza en las instituciones públicas.
  1. Pérdida de la cohesión social
  • En una sociedad marcada por el clientelismo, las relaciones sociales tienden a basarse en la dependencia y los favores, en lugar de la igualdad y el respeto mutuo. Esto genera divisiones sociales, fragmentación comunitaria y una menor capacidad para organizarse colectivamente.
  • Sin cambios, los lazos comunitarios se debilitan y los ciudadanos se sienten impotentes frente al sistema, lo que perpetúa la apatía política.
  1. Riesgo de colapso institucional
  • Si no se abordan las raíces del clientelismo y la corrupción, las instituciones públicas pueden entrar en un proceso de degradación progresiva, volviéndose incapaces de cumplir con sus funciones básicas.
  • Esto podría desembocar en el colapso de la confianza pública y en una crisis institucional de gran magnitud, que amenace la estabilidad del sistema político en su conjunto.

Conclusión:

El libro advierte que, de no implementarse los cambios necesarios, América Latina corre el riesgo de quedar atrapada en un ciclo de subdesarrollo político, económico y social. Esto no solo limita las posibilidades de progreso, sino que también perpetúa la desigualdad, la corrupción y la violencia endógena, dificultando la construcción de sociedades más justas y democráticas. Para los autores, la superación del clientelismo es clave para garantizar la sostenibilidad de las democracias en la región.

Callejón sin salida

Walter Antillón

Como cabeza de la organización estatal para impartir la justicia en Costa Rica, desde hace varios decenios la Corte Suprema ha venido errando en los fines y en los medios, en una demostración ‘muy humana’ de arrogancia, sometimiento e improvisación.

Hace mucho tiempo nuestro sistema judicial viene dando muestras inequívocas de obsolescencia, pero el grueso de los miembros de la Corte finge no advertirlo, porque sabe que, técnicamente hablando, uno de los cambios requeridos es la desaparición de sus propias potestades de dirección y gobierno del sistema (con el prestigio, los lazos y los anejos privilegios); lo cual para ellos, simplemente, no es negociable.

Costa Rica no está sola en esta deslucida situación: la acompaña todo el resto de Centro América y no pocos países del Sur en, los que hasta ahora el poder político y económico ha sido detentado por oligarquías o tiranos que no quisieron ni querrían vérselas alternando con órganos judiciales independientes y garantistas que, irremediablemente, les pedirían cuentas de sus actos.

A través de sus órganos especializados, como el Consejo y el Alto Comisionado para los Derechos Humanos y varias Relatorías Especiales, la Organización de las Naciones Unidas ha atesorado la mejor doctrina existente en materia de organización judicial. Y Costa Rica ha tenido el privilegio de que la ONU se haya interesado particularmente en los problemas de la justicia que el País está enfrentando, y ha ofrecido su ayuda para superarlos con criterios modernos y bien probados. Pero la Corte Plena le ha cerrado la puerta, y con ello se ha cortado a sí misma la salida, con una muestra inconcebible de ceguera y absurda prepotencia.

El problema para Costa Rica es que, a lo que parece, nuestra organización de justicia se está acercando al final del callejón, donde empieza a aparecer la sumatoria de las consecuencias de las improvisaciones y los palos de ciego, los abusos de poder, las indebidas tolerancias, el crecimiento de las frondas burocráticas, la sumisión al poder político, la maraña de las comisiones sin estrategia; la formación de bandos transversales con lazos politiqueros para ejercer el ‘lobbismo’ interno e interinstitucional: todo menos la simple y serena administración de la justicia, independiente e imparcial. Veamos algunos hechos significativos en orden cronológico:

  1. Año 2002, un hombre con influencias, Oscar Arias Sánchez, negocia con algunos magistrados de la Sala Constitucional una reforma de la Carta que le permitirá aspirar a la reelección presidencial. Esto (y otros hechos anteriores y posteriores) fue posible porque, como es vergonzosamente obvio, el sistema de nombramiento de magistrado coloca a éste a merced de las cúpulas políticas.
  2. Aprobado en 2007 el TLC con Estados Unidos, y sometidas sus leyes complementarias a escrutinio constitucional durante los años siguientes, el Presidente Arias negocia con el Presidente de la Corte para colocar a un asesor suyo como magistrado suplente en la Sala Cuarta, a fin de asegurar con su presencia el rechazo mayoritario de los recursos planteados contra dichas leyes (las correspondientes resoluciones de la Sala ostentan los honorabilísimos votos salvados de Fernando Cruz y Gilbert Armijo).
  3. Durante la década siguiente, profundizando la tendencia de las cúpulas políticas de subordinar la justicia a sus intereses, se suceden en la Asamblea Legislativa nombramientos y reelecciones de magistrados políticamente comprometidos, como fueron los casos de Jesús Ramírez, Luis Fernando Salazar, Carlos Chinchilla, Celso Gamboa y otros.
  4. En fecha 24 de marzo de 2016 el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas llamó la atención a Costa Rica sobre el tema de independencia judicial interna por procesos disciplinarios seguidos en la Corte Suprema de Justicia a un juez por aplicar criterios de convencionalidad e instó a “asegurar y proteger la independencia e imparcialidad de los jueces y garantizar que la toma de decisiones judiciales esté libre de todo tipo presiones e injerencias”.
  5. En setiembre del mismo año la Asamblea Legislativa cocina el nombramiento de Luis Porfirio Sánchez Rodríguez como magistrado de la Sala Segunda: pero la cosa estuvo consumada a trechos, con fórceps, en condiciones equívocas, quedando derrotadas dos candidatas especialistas con mucho mayor experiencia y preparación. Fue un nombramiento parte de una serie de nombramientos políticamente arreglados que tuvieron lugar en esos años, con el designio tramposo de domar a la Corte, ‘para tranquilidad de todos’. (Estaban recientes las condenas de los expresidentes)
  1. El escándalo del Cementazo, en su vertiente judicial, destapado en 2017, provoca la defenestración de tres magistrados de la Sala Penal (entre ellos, el Presidente de la Corte), y del Fiscal General, y una sanción para el veterano magistrado Ramírez: todos ellos atrapados en componendas con diputados, empresarios y personajes políticos. Este episodio mancha la hasta entonces impoluta imagen de la justicia costarricense; y desencadena la preocupación de los órganos especializados de Naciones Unidas: como se verá, las deficiencias judiciales de nuestro País concentrarán su atención en los años siguientes. Pero en la Corte Plena el asunto no pasa a más: todos miran para otro lado y el resto de los ‘lobbistas’ encaja el golpe y continúa sus actividades.
  1. En 2018 arranca la presidencia de Carlos Alvarado con la Ley de Fortalecimiento Fiscal, aprobada gracias al oportuno blindaje de la Sala Cuarta, y a pesar de una prolongada huelga general del funcionariado público. Es un nuevo capítulo del asedio neoliberal a nuestro Estado Social de Derecho.
  2. Entretanto, la Relatoría Especial de la ONU sobre independencia judicial, pasado un tiempo prudencial sin iniciativas de cambio de parte de la Corte, dirige “al Gobierno de Costa Rica” la nota OL-CRI 3/19 del 12 de julio de 2019, en la que lo insta a “adoptar y aplicar las medidas necesarias para garantizar que el proceso de selección y nombramiento de las altas magistraturas esté basado exclusivamente en criterios objetivos y transparentes y que tengan por objetivo asegurar la integridad, idoneidad y la formación o calificación idónea de las personas seleccionadas. Dicho proceso ha de adecuarse a los estándares y principios internacionales de la independencia judicial.” Para el gobierno de Alvarado y su mayoría parlamentaria la crisis judicial era ‘miel sobre hojuelas’, porque favorecía su estrategia neoliberal; de modo que la instancia del Relator Especial queda en el vacío.
  1. Con el control legislativo, la pasividad del Poder Judicial y la ayuda de la prensa, Alvarado consigue, entre otros golpes, debilitar las pensiones judiciales y las instituciones de la huelga y el sindicato, imponer la Regla Fiscal y tramitar una nueva Ley Marco de Empleo Público.
  2. Entre tanto, a fin de reforzar futuras gestiones, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con fecha 23 de julio de 2020, instó “a todos los Gobiernos a cooperar con el Relator Especial y a prestarle asistencia en el desempeño de su cometido, a facilitarle toda la información necesaria que solicite, a responder sin dilaciones indebidas a las comunicaciones que les haga llegar, y a considerar la posibilidad de acceder a sus solicitudes para visitar sus países y de poner en práctica sus recomendaciones”.
  3. Pocos meses después, en la misma línea, la citada Relatoría Especial, mediante la nota OL CRI 3/2020 de 27 de octubre de 2020, aborda de nuevo el problema judicial de Costa Rica, para recomendar: “2. Que se impulsen los esfuerzos necesarios para cesar las amenazas a la independencia judicial causadas por intromisión en la autogestión del poder judicial, la regresividad de derechos sociales y económicos y que se adopten las medidas de derecho interno que sean necesarias para dejar sin efecto, y haciendo cesar, los actos causantes de las violaciones a la independencia judicial aquí establecidas. 3. Exhortar al Estado de Costa Rica a adecuar su legislación a los principios y garantías de la independencia judicial consagrados internacionalmente y resolver lo antes posible las acciones constitucionales que ponen en entredicho ciertas leyes”.
  4. Acogiéndose a una ‘invitación abierta’ de la Cancillería costarricense (Oficio DGPE-838-2019 de 29 de agosto de 2019), la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos anunció la intervención del Relator Especial Diego García Sayán en la sesión de Corte Plena del 24 de mayo de 2021, la cual fue agendada por la Secretaría de la Corte para las 9 am.; pero inesperadamente varios magistrados cuestionaron la intervención y finalmente votaron rechazándola por mayoría. ¿Cómo pudo pasar esto? Ese grupo mayoritario, con lujo de cinismo y desvergüenza, cometió la atrocidad de rechazar la intervención del Relator Especial que había sido gestionada por la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, pisoteando con ello reglas elementales de la. Comitas Gentium y colocándose al margen de la legalidad internacional, a la altura de un Daniel Ortega. Y lo hizo porque sabía que cualquier propuesta racional para modernizar la organización de la justicia, amenaza inexorablemente el poder al que dicho grupo se halla aferrado con uñas y dientes.
  1. Aquí necesito volver atrás: la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial de 1997 creó los ‘letrados’ (abogados asistentes) de los magistrados (artículo 50) y autorizó a la Corte Plena (artículo 66) a formar comisiones permanentes, especiales y temporales; y estas novedosas disposiciones generaron cambios cualitativos insospechados en el paradigma y en el funcionamiento de la Corte misma, y de las Salas que la integran.
  2. Por el III Informe del Estado de la Justicia, correspondiente al año 2018, nos enteramos de que ya entonces las magistradas y los magistrados, junto con gran cantidad de otros funcionarios judiciales y extrajudiciales, y de ciudadanos particulares, presidían o formaban parte de 134 comisiones dedicadas a una gran variedad de propósitos.
  3. A la fecha de hoy, gran número de magistrados ha delegado en sus letrados el estudio de las causas y la redacción de las sentencias, actos que la Constitución y las Leyes les asignaron a ellos como su exclusiva función; y lo hacen para dedicar sus energías a la gestión de asuntos administrativos, parcial o totalmente ajenos a la misma. Y fue precisamente en vista de esas labores gerenciales que los magistrados decidieron, desde el año 2008, incrementar sus ya altos salarios.
  4. En esas circunstancias, era fácil suponer una tendencia difusa a la preterición de las funciones judiciales. De modo que, cuando en enero de 2024 la jueza Silvia Elena Arce Meneses demostró que los magistrados de la Sala II, empezando por su Presidente Porfirio Sánchez, arrastraban una mora de años en la solución de numerosos asuntos de su competencia (aunque cada uno de ellos dispusiera de cuatro letrados a su servicio), lo que hizo fue revelar el cambio perpetrado de paradigma: al margen de la Constitución, un sector de los magistrados de la Corte (que excede los de la Sala II) ha perdido el rumbo, pero se niega a admitirlo: se niega a admitir su extravío. Y al igual que lo ocurrido con la visita del Relator Especial, contra toda razón, incluso contra el parecer de la Dirección Jurídica, contra jurisprudencia inequívoca de la Sala Constitucional, (Sesión 08-2024 de 26 de febrero de 2024), once magistrados se encierran en su negativa, y decretan que la promovente no está legitimada para pedir que se ventile la llaga.
  5. Ahora tenemos que el mismo magistrado de marras, Porfirio Sánchez Rodríguez, sin intentar explicar su inexcusable atraso como juez, viene a pedir a la Asamblea Legislativa que el próximo 28 de agosto en curso lo reelija en su cargo por otros ocho años; y con esta noticia nos percatamos de que, de alguna manera, después de todo lo narrado, con este último caso se está cerrando una especie de círculo infame, porque es evidente que la candidatura del magistrado Sánchez fue decidida políticamente con anterioridad a la votación, y que, por encima de eso, él no se ha molestado siquiera en cumplir sus auténticas obligaciones. Generalmente no resultaba fácil no reelegir a un magistrado, pero las cosas pueden presentarse diferentes ahora que el voto es público y motivado. Son muchas y muy serias las inconsistencias del candidato Porfirio, las denuncias de su inconducta, acumuladas desde tiempos anteriores a su designación: en conjunto nos indican que ésta fue un desacierto, obra de la politiquería. Esto… ¿quién querrá refutarlo en el Plenario?

El futbol ¿deporte, economía o política?

Juan Huaylupo

El futbol es el deporte de multitudes al que se irán agregando otros por su creciente aceptación, su origen popular se desconoce, no ha sido explorado o se ha ocultado, pero no fue gestado por un solo pueblo, aunque si fue formalizado oficialmente por los ingleses en 1848 y desde entonces, regulado por las organizaciones que se centralizan en la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), sin perder su carácter popular por su histórica práctica y raigambre que aun nutren, con extraordinarios jugadores, al futbol profesional.

En el pasado y también en el presente, el futbol solo se requiere del entusiasmo para divertirse y fraternizar, sea con una pelota de trapo, un recipiente u otros objetos, es suficiente para iniciar un juego en la pobreza de sus espacios sociales y donde incluso se intercambian jugadores para una mejor equidad deportiva.

No obstante, cabe reconocer que el futbol se transformó con su oficialización, porque se privatizó una tradición y práctica popular, a la vez que se despojaba formalmente de la creatividad e imaginación de jugadores y seguidores, para convertirse en una actividad regulada por una potencia que imponía regulaciones y condiciones al futbol, como también lo hacía en su quehacer colonialista y militar al mundo. Así, también el futbol se convertía en un símbolo del poder imperial, una relación peculiar donde se articula lo popular con el poder político, sin ser una integración armoniosa, pero tampoco conflictiva. La regulación en el futbol se transformaba en una forma condicionadora de multitudes que en el presente se ha extendido a escala nunca imaginada, para formar parte de la geopolítica global.

Recordemos la Alemania de 1936, en ocasión de los Juegos Olímpicos, el fascismo hitleriano manipuló los deportes y alteraba particularmente los resultados futbolísticos para falsamente mostrar una superioridad que enmascaraba asesinatos y represión a judíos, gitanos y a todos quienes no fueran blancos. Asimismo, Argentina en 1978, con el régimen de terror de la Junta Militar de Videla, en complicidad con la FIFA, celebró el mundial de futbol que terminaba con el triunfo de argentino como medio para ocultar, despreciar o minimizar los miles de opositores, de familias asesinadas y secuestradas, así como se apoderaban de los hijos de las madres en gestación que hacían desaparecer por atribuirles delitos contra la Seguridad del Estado. Fue en ese mundial que se evidenció la injerencia económica internacional en el futbol al cambiar la pelota oficial para ser sustituida por la “Adidas Tango”, mostrando transparentemente su globalización financiera.

El deporte futbolero abriga violencia al simular y promover enfrentamientos entre naciones y colectividades locales, como expresión o creación de rivalidades reales o simbólicas entre colectividades. Así, el desenlace bélico en 1969 entre Honduras y El Salvador fue un partido de futbol. La violencia en el deporte futbolero no está libre de tensiones territoriales, políticas, segregacionistas o migratorias entre sociedades.

En la reciente Copa América donde nuevamente triunfa el equipo argentino, coincidentemente o no, el extremismo liberal de Milei magnificaba el triunfo futbolístico contra Colombia, mientras liquidaba las políticas públicas, eliminaba ministerios, despedía a miles de funcionarios públicos, así como devaluaba la moneda, entre otras medidas, a la vez que criticaba la posición anticonservadora del gobierno colombiano de Petro.

Los permanentes eventos futbolísticos inundan, diaria y mediáticamente, con entrevistas, declaraciones y estadísticas del futbol que atentan contra la inteligencia, pero que mantienen prisioneros y nutren las interminables discusiones cotidianas en la población, mientras que oculta y falsea información del genocidio en Medio Oriente, la guerra en Europa y los preparativos de la OTAN para una tercera confrontación mundial.

La supeditación del futbol a la política no es una novedad, como tampoco lo es la educación. Todos o gran parte de los Estados intervienen en el deporte futbolístico y en la educación, porque consideran necesario controlar, subordinar y disciplinar a las masas.

Al parecer existen en el futbol y en otros ámbitos, aunque desconociendo que son seguidores de Helvetius (1715-1771) quien afirmaba que los individuos buscan el placer y rehúyen el dolor como algo constitutivo. El placer del triunfo o la dicha de ganar, o causar dolor a los otros, contrincantes, competidores o adversarios, está arraigado en el futbol y en cotidianidad imperante, lo cual es una práctica totalitaria del cual nos habla Maquiavelo (1469-1527), pues la separación entre las masas subalternas tranquiliza y perenniza al poder antipopular.

La competición en el futbol y otras actividades, no son para fraternizar, sino para lograr una eterna confrontación que divide y aísla, pero que resulta extraordinaria para dinamizar la economía, la corrupción y los negocios, así como el enriquecimiento de organizadores, directivos y jugadores. Por ello, los países se disputan por ser sedes de algún evento deportivo, dado que son muchos millones de euros o dólares que los que también están en juego.

De este modo, los amantes del futbol están cercados, tanto por el placer de un deporte y la frustración, sentimientos encontrados que en un contexto individualista y mercantil, contribuyen a la perdida de libertad y obnubila conciencias, pensamientos y alternativas solidarias, Voltaire (1694-1778) afirmaba “¡Ay de nosotros si las masas empiezan a razonar!”.

Responsabilidad compartida

Marlin Oscar Ávila
11 de julio de 2024

En Honduras, muchos empresarios consideran que ellos son el factor principal de desarrollo de su país. Piensan, con cierta razón que, al invertir sus ahorros ganados en anteriores negociaciones, en proyectos qu en los actores esenciales del desarrollo. Lo que consecuentemente, les hace creer ser quienes determinen la estrategia en sí misma. Sin embargo, eso no es así. Definitivamente faltan otros actores y elementos esenciales que hacen llegar al cumplimiento de los objetivos y metas del desarrollo parcial o total.

Actualmente se discute entre sectores de las «denominadas fuerzas vivas» (principalmente empresarios) y autoridades municipales de San Pedro Sula, la utilización del área geográfica cubierta por la sierra del Merendón, frente a la ciudad de San Pedro Sula.

En el contexto actual, con su alcalde, Roberto Contreras, tratando de ascender a niveles superiores de poder político, con una ciudadanía poco organizada y poco politizada, y un empresariado muy dinámico, buscando ejecutar proyectos de vivienda e infraestructura turística, sin la debida licencia ambiental por su muy baja conciencia sobre la importancia del equilibrio ecológico, produciendo un alto riesgo hacia la deforestación de la montaña del Merendón, que es parte de la gran Sierra del Merendón.

Una significativa parte de esta montaña está ya deforestada: es la parte más al norte, que no se aprecia desde la ciudad industrial, San Pedro Sula.

El bosque que se observa es lo que ha salvado a la población que habita el valle, en las décadas después del paso del huracán Fifi en septiembre de 1974, cuando se perdió la mitad de la ciudad de Choloma, dejando miles de fallecimientos y desaparecidos, además de la enorme destrucción en todo el Valle de Sula. Una década después, Choloma se levantó invirtiendo su fuerza laboral en la industria «golondrina», la industria de manufactura textil para la exportación. Las primeras compañías extranjeras llegaron a fines de los ochenta, a invertir en condiciones de mucho privilegio para ellas y, considerable daño a la salud de las obreras contratadas en condiciones de muy reducidos derechos y alta vulnerabilidad.

Después de 30 años de explotación y lucha de reivindicaciones de los gremios de trabajadoras asalariadas, se ha logrado que se suscriban contratos donde se consideren e incluyan los derechos laborales de la clase trabajadora asalariada.

Esa masa trabajadora poco o nada se interesa por los destinos de la foresta existente en la montaña del Merendón, aun cuando fue por las tormentas y las presas de árboles arrastrados por las grandes corrientes de agua, las que provocaron el gran desastres del huracán Fifi, sobre el Valle de Sula. Es decir, la sociedad se proyecta a futuro, planifica su desarrollo, muchas veces sin revisar su pasado, pudiendo prever posibles golpes de los fenómenos naturales.

En este momento, los altos riesgos de un desastre lo son, no solamente por falta de prevención, sino además por una deficiente administración pública y coordinación adecuada con la empresa privada.

Se trata no solamente de buscar invertir para obtener rentabilidad o ganancias económicas, se invierte en prevenir las destrucciones de lo construido. Como todos saben, el conservar los bosques permite evitar los desastres atmosféricos, así como ahorrarse en tener que invertir en reconstruir.

Con lo dicho aquí, se puede intuir lo complejo que es administrar el desarrollo de zonas como el Valle de Sula y su cordillera Merendón. Sin embargo, evadir su apropiada administración sería darle la espalda a la rica naturaleza que se posee, pulmón del Valle de Sula.

Es una gran responsabilidad la que tienen las autoridades de los diferentes municipios existentes en esa zona. Esa responsabilidad se debe compartir con las autoridades nacionales en los tres poderes del Estado, puesto que este Valle es parte de la nación hondureña.

Elecciones municipales 2024 sin pena ni gloria

Víctor Rojas Morales

Sin pena ni gloria transcurrieron las elecciones municipales, embrión histórico de la democracia, con un abstencionismo de casi el 70% a nivel nacional. Goicoechea tuvo uno de los más altos índices: el 76.7%.

Este abstencionismo se ve agravado por la gran cantidad de votos nulos y en blanco que depositaron en las urnas los electores. Ahora todos se preguntan sobre las razones “misteriosas” de este fenómeno, que no estuvo tan lejos de lo ocurrido en las elecciones para presidente y diputados del 2022.

La razón de esta respuesta popular a los procesos eleccionarios se encuentra, muy fácilmente, en la desconfianza hacia los partidos políticos y sus candidatos, los que han demostrado ser instrumentos de dominación, condicionamiento y factor de enriquecimiento para unos pocos, quienes delinquen descaradamente sin que haya castigo alguno para ellos.

Lo ocurrido en la Municipalidad de San José y en la de Limón, son dos casos que enturbian el quehacer municipal y cambian los resultados finales. Estar en los grupos de poder político se empareja a estar con las clases más adineradas y se llega al poder no para servir, sino para servirse.

Nos han metido en la cabeza que el sistema electoral costarricense es un ejemplo en toda América y que esto es sinónimo de una democracia ejemplar, restringiendo el concepto de “democracia” a la posibilidad que tienen los partidos políticos para llamarnos a votar y olvidarse muy pronto de sus promesas electoreras.

Ya la gente no acata este llamado como “ganado al matadero” y se adquiere conciencia del engaño y, entonces, la respuesta es no votar, porque no ven en los partidos una opción real de cambio y solución a sus necesidades más sentidas.

Se ha puesto de moda que ya no se vota por un partido político, sino por determinadas figuras políticas que llegan a cautivar al elector, tal el caso de la forma en que se eligió al presidente Chaves. Hasta ahora las clases dominantes han tenido el control total y absoluto de los procesos electorales y sus resultados.

Hoy las figuras más descollantes en la esfera económica, no se valen de los políticos de oficio para que los representen, sino que lo hacen de manera directa, invirtiendo enormes sumas de dinero que, para ellos no es un gasto, sino una inversión, sean del partido político que sean, al final todos se ponen de acuerdo para repartirse el botín y sus intereses siguen cuidadosamente asegurados.

En las comunidades, los más importantes problemas y necesidades se mantienen intactos. Los presupuestos municipales siguen empleándose, mayoritariamente, en el pago de planillas y muy poco se destina al desarrollo social de las comunidades. Como vecino del cantón de Goicoechea, percibo y vivo las malas prácticas de la mayoría de los municipios del país.

A los vecinos sólo se les convoca para ejercer el voto, luego de esto, se les mantiene lo más alejados posible, no se les incorpora en el trabajo de comisiones, celebran sesiones ocasionalmente en algunos distrititos y a los vecinos se les permite hablar por escasos tres minutos, aplicando un reglamento interno de debates que es la mayor muestra de la antidemocracia; lo que importa es dar esa falsa imagen de participativos, pero aplicando la “ley mordaza”, porque el presidente del Concejo quiere dar muestras de un “buen manejo de los debates” y, como lo que les preocupa es el pago de sus jugosas dietas, todos se apresuran para irse pronto a casa y, los asuntos, mal atendidos, se dejan para dar respuestas después.

Las posibilidades de participación ciudadana que da la legislación son ignoradas sistemáticamente y se rehúsan a convocar a cabildos, plebiscitos o referéndums. Siendo las municipalidades el bastión de la democracia, son convertidas en entes formales y burocráticos, que muy poco hacen por ser un factor de cambio positivo en el país.

Por sólo mencionar uno, la recolección de basuras se ha convertido en un gran problema que atenta contra la salud de la población, cada vez son más los basureros que afloran por todas partes y la municipalidad, lo que hace, es mandar camiones a recogerlos, incentivando de esta manera esta práctica, lejos de entrar en un análisis serio de la problemática y a encontrar las soluciones adecuadas y oportunas.

El caso del cobro de multas ante estas infracciones no se ha aplicado nunca y el director de saneamiento ambiental dice que es muy complicado señalar a los infractores y que estos casos se deben llevar a la Corte, cuando su trámite es administrativo en la institución; eso dice y eso hace y nadie corrige esta negligencia.

A nivel administrativo, las municipalidades tienen mucho que superar, por ejemplo, para hacer un pago, no se tienen los bancos suficientes para ello, hay trámites que se podrían hacer digitalmente y al usuario lo obligan a apersonarse a hacer filas que son un atraso. Llamar telefónicamente es una odisea y las otras alternativas de comunicación son insuficientes y deficientes.

Estas son algunas de las razones que provocan en la ciudadanía un gran desencanto y prefieren quedarse un domingo, viendo tele y compartiendo con la familia.

Imagen ilustrativa.

En el poder político… el traje se lleva por dentro

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas
Educador

En 1918 por primera vez vio la luz la novela El Árbol Enfermo, de Carlos Gagini. Exquisito escrito costarricense, que a través de la metáfora pone de manifiesto la enfermedad de una sociedad y una patria que poco a poco va trastocando sus valores tradicionales y diluyendo su identidad. Finalmente, el árbol cae y aplasta a uno de los personajes de la obra. Y se muestra la muerte como uno de los caminos inexorables e irreductibles de la enfermedad. Desde el ámbito cívico o pedagógico, podríamos plantearnos: ¿Qué entendemos como patria y cómo se manifiesta nuestro amor, fidelidad y vocación hacia ella? Muchos hemos entendido que a la Patria se le sirve, que representa mucho de lo que nos une y nos permite reconocernos unos a otros, sea que hayamos nacido aquí y o quienes conviven con nosotros. De ella, de ninguna manera, y menos cuando se ostenta un puesto de poder o representación popular puede suponerse, que de ella… hay que servirse.

A todos nos toca, Honrar a nuestros antepasados, su memoria y su legado, sobre todo a esta generación. A través del amor al trabajo, de ser solidarios, honrados, agradecidos y dejarnos guiar por la razón y el estudio. Ambas, nunca serán malas compañeras de viaje.

Por ello, ejercer la función pública, sobre todo desde la máxima magistratura, implica tener agallas para enfrentar los retos que desentraña el futuro. Revestidos de fe, determinación, humildad y sabiduría, se asume una mejor posición para combatir las amenazas y los desafíos.

Tras doscientos años de recorrido democrático y civilista, el ejercicio del poder, como tal, no puede convertirse en un fin en sí mismo. Y Costa Rica en eso, no puede ni debe parecerse a otros países. Hay un mandato popular, y allí es el pueblo, el soberano, de manera que en las elecciones, se delega en un grupo de costarricenses y el proyecto político que nos han propuesto. Aquí la política no puede ser escenario para despropósitos, transformándola en vehículo para vanos y pérfidos proyectos personales, con infames y espurias motivaciones; para los demócratas el Estado debe ser concebido como medio para el cambio y transformación social, no como medio para instaurar prácticas insanas de acumulación de riqueza ni como escenario para expresar aquellas formas, sobran todas las formas feas, histriónicas y deprimentes, de cómo mostrar y ostentar el poder, en forma innecesaria e injustificada.

Desde la esfera política, entiéndase en el ejercicio del poder, algunos intentan hacer prevalecer por cualquier medio, sus intenciones; sin importar el atropello a la institucionalidad y de esa manera convertir a la mentira, la demagogia y el cinismo, en filosas espadas capaces de decapitar la verdad y a todo aquel que se interponga.

Siempre, siempre deben ser la unión y la concordia las que nos convoquen para construir, edificar y mirar hacia adelante. Sólo así podremos combatir la pobreza, la desigualdad y emprender la búsqueda del Bien Común.

La obsesión de poder y de perseguir inconfesables intereses económicos, son tan dañinos y mortales como el enquistamiento de parásitos hematófagos, en el organismo humano.

La infamia y la mentira revestidas de lindas palabras encontraron terreno fértil en aquellos sedientos de poder, que para nada comprendían la Política Con “P” mayúscula, como la ruta apropiada para la consolidación de un régimen democrático y republicano que descanse en las ideas y la ley, y no en la fuerza y la difamación; sobre todo cuando van dirigidas contra aquellos que osen pensar diferente.

Ocupamos acciones vigorosas, donde el presidente inspire, lidere; para poder sacar de la opacidad las riquezas amasadas por muy pocos, de manera que el manejo de cuentas, depósitos, ahorros y fondos, bien pudieran dinamizar nuestra economía, allí se ocupa arrojo, determinación y valentía. Persisten esas prácticas nada transparentes donde algunos mantienen fondos en dudosos y cuestionables paraísos fiscales, evaden impuestos, y exigen que el Estado cobre a pequeños empresarios y productores, a asalariados y a empleados públicos, pero no a ellos. Más aún la colusión de políticos y empresarios, pareciera ser saludada por la actual administración cuando se aplican y reforman leyes que permiten que muchas empresas costarricenses, sin recibir inversión extranjera pueden trasladarse del régimen tributario ordinario, al régimen de zonas francas y desde allí disfrutar de beneficios fiscales, diseñados y pensados para otros fines. Ahí encuentra el señor presidente un gran espacio para actuar, corregir y mejorar y dejarse de piruetas y gritos. El tiempo corre y el país demanda mayores acciones. Este grupo de malos costarricenses, son los mismos cuyo concepto de Patria se reduce a saludar la bandera y cantar el himno cuando gana la selección de futbol, si acaso; pero poco o nada quieren saber de justicia fiscal redistributiva y de dar a los que menos tienen, a través de los impuestos. Debo agregar además que el mundo fue testigo semanas atrás como un grupo de costarricenses –víctimas de la desesperanza- se suma también a las caravanas de migrantes centroamericanos en búsqueda de oportunidades hacia el norte. Oportunidades que desgraciadamente su propio país, la tierra que les vio nacer, no ha sido capaz de brindarlas en forma oportuna y decente. Es el tipo de preocupaciones que debe ocupar a un gobernante y mostrar sagacidad y estrategia

Debe de tener muy claro el Poder Ejecutivo y el Legislativo, que no hay cabida ni derecho a traicionar las formas democráticas para resolver nuestras diferencias.

Nunca aprobaremos una práctica parlamentaria y un ejercio del poder, distanciados de los más altos valores del civismo costarricense, la decencia, el decoro y la ética. Nunca estaremos en desacuerdo con aquellas formas de crear riqueza en forma legal, prosperidad y que generan empleo de calidad. La política debe de servir para eso. No debe ser para dar cabida al inmovilismo y evitar que el Estado y futura legislación se meta con aquellos y aquellas que protegen y promueven negocios turbios; a espaldas de las formas usuales, honestas y honradas, como hemos entendido, el fraguar riqueza habitualmente.

Como pueblo, debemos acometer con valentía los retos de la época, con gallardía y patriotismo. Nadie, nadie absolutamente está por encima de la nación.

Exabruptos presidenciales de estos días sólo son semejantes a la ignominia de un exministro de educación, de ingrata memoria, que cuando se le preguntó, no supo explicar en qué consistía la Anexión del Partido de Nicoya.

Ni la chabacanería ni la mediocridad son buenas consejeras.

El talante y fuste de quien ocupe la presidencia de la República, requiere de muchos atributos; por eso me permito humildemente aconsejar al presidente Chaves una serena y reposada lectura de El Gobernante y el Hombre, que data desde hace 80 años, extraordinaria obra que debe inspirar a todos quienes ocupen la primera magistratura. La niñez y juventud costarricenses se lo agradecerán.

“Deseo que el estado sea feliz por la paz,
 fuerte por la unión
 y que sus hijos corten cada día una espiga más
 y lloren una lagrima menos”.
 Juan Mora Fernández

 

Imagen ilustrativa, UCR.

Salud: Bienvenidos los países BRICS a la historia

Edgar Chacón Morales
17 de marzo de 2023.

El balance de la paz. La posibilidad de la vida: parar la destrucción del mundo.

Sobre el orden mundial actual y su historia, de manera simple y muy resumida se puede decir que, hasta ahora el mundo ha estado dividido en países ricos y países pobres; países poderosos y países débiles; países desarrollados y países subdesarrollados, o según el eufemismo: “países en vías de desarrollo”; países que explotan a otros y países que son explotados por otros; países dominantes y países dominados.

A los países ricos, respecto de los países empobrecidos por éstos, se les ha llamado metrópolis.

En fin, se hace referencia a una estructura mundial, en la que unos países se organizan para saquear a otros, para llevarse sus riquezas y convertirlas en disfrute, condiciones de comodidad y desarrollo; dejando en aquellos países de los que se las llevan, condiciones objetivas económicas de pobreza y condiciones políticas organizativas, en las que en muchos casos, el término “democracia”, literalmente queda vacía de contenido.

Dicho de otro modo, a esta estructura mundial también se le llama orden económico internacional, ante el cual, ha habido propuestas de un Nuevo Orden Económico Internacional NOEI.

Ha habido luchas que se han llevado a cabo en diferentes momentos para generar cambios, poniendo el peso relativo del esfuerzo, en los elementos políticos: La toma del poder político formal, es decir, el control del Estado y sus aparatos, para luego constituir el poder real y darle paso a un nuevo orden social democrático: La revolución.

En algunos casos, estos esfuerzos han implicado, que en ese peso relativo tenga un énfasis el elemento militar, la “vía armada”.

Estas luchas han tenido diferentes resultados en el orden mundial, orden que ha sido llamado por interesados, “mundo democrático” vs. Dictaduras; o en el extremo de la vulgaridad, al llamado “mundo democrático”, se le ha llamado también, “mundo libre”.

Ahora estamos frente a un escenario mundial con algunos cambios. En este escenario cambiante, los elementos económicos, políticos, militares y de cooptación de opinión, se alternan el peso relativo de los esfuerzos y componen momentos que reclaman asertividad en su manejo.

Ese es el escenario mundial, en el que los países BRICS aportan su peso al balance mundial reciente.

Como ya es conocido, los países BRICS, por sus iniciales, son por el momento: Brasil, Rusia, India, China, y Sudáfríca.

Con posibilidades de integrarse: Argentina, Irán, Arabia Saudita, Türkiye (Turquía), entre otros.

Algunas estimaciones dicen que los BRICS juntos, tienen alrededor del 25% del PIB mundial, el 50% de la población del planeta, el 30% de la superficie terrestre.

Por otro lado, tienen las mayores reservas de divisas del mundo, más del 40%, tienen recursos petróleo, gas, minerales, también tienen muchos alimentos y su idea es complementarse. Ese es el poder de bloque, lo que implica que hay una decisión política implícita. Si vemos, el G7 no se puede comparar con esto.    (César Villalona)

Parte del proyecto BRICS, es plantear una moneda común y modelos de organización en los que tienen cabida organismos como la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños), Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), o el Banco del Sur, por ejemplo.

El presidente Putin ha dicho: “Los BRICS estamos desarrollando mecanismos alternativos, fiables para pagos internacionales y estamos explorando la posibilidad de crear una moneda de reserva internaciónal”.

A su vez, el líder Xi Jinping: “China va utilizar plenamente la Bolsa de shangai, para nuestro comercio de petróleo y gas, en yuanes”. (El Economista youtuber)

En este contexto, en el que Brasil es la economía número 11 del mundo, el presidente Lula ha expresado:

“China es innegablemente un país que seguirá creciendo  y se convertirá en la primera economía del mundo y que puede transformar este mundo unipolar en un mundo que tenga más jugadores y que puedan participar en las decisiones globales. Brasil no seguirá privilegiando su relación con estados unidos, un país que no da ningún privilegio a Brasil. A los americanos no les gusta brasil. Los americanos tratan a brasil como si fuera una colonia.

Los paises del brics nos haremos más fuertes en el comercio internacional y en el ámbito militar. Esa es la condición estratégica que brasil requiere.”  (El Economista youtuber)

En el marco de este movimiento de fuerzas, dos buques de la armada iraní llegaron a Brasil, a Río de Janeiro, por escala técnica, “a pesar de la presión de Washington por evitarlo”. El 15 de febrero la embajadora de Estados Unidos, Elizabeth Frawly Bagley, instó a Brasil, a que los barcos iraníes no atracaran en puertos del país. (Prensa alternativa)

Según la armada iraní, su flota busca tener presencia en aguas internacionales, en función de la seguridad de su actividad económica. Busca ejercer control sobre agresiones piratas, entre otros, “también para enfrentar los barcos estadounidenses, que vulneran repetidamente la soberanía de las aguas jurisdiccionales de irán específicamente en el golfo pérsico…”.

Autoridades de Irán han expresado que, “La fuerza … del país persa esta lista para defender la revolución islámica…”. (Prensa Alternativa).

En esta correlación de fuerzas, Argentina está procurando fortalecer relaciones económicas con China, y concretar esfuerzos de cooperación. A ese respecto, María Elvira Salazar estadounidense de origen cubano, integrante de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, con trayectoria en CNN, Telemundo, Univisión y otros, espetó:

“Lo voy a decir en español para que quede muy bien claro a mis amigos argentinos. Su presidenta y su presidente, está haciendo un pacto con el diablo, que puede tener consecuencias de proporciones bíblicas, los Estados Unidos no se va aquedar con los brazos cruzados, porque no se puede tener un aliado que fabrique y exporte aviones militares chinos y que se los venda a los vecinos. Hay dos mundos, el mundo libre y el mundo de los esclavos, espero que los argentinos se queden en el mundo libre”. (RedScorpion (Z) en twitter.com)

En un ejercicio de prepotencia e ironía, llama “amigos” a los argentinos. Por lo demás, cabe la pregunta retórica: ¿a qué se refiere con “consecuencias de proporciones bíblicas”? Lo de meterse y hacer pactos con “el diablo”, se lo dejo a su leperidad.