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Etiqueta: polarización

Óscar Aguilar Bulgarelli analiza coyuntura nacional y desafíos históricos de Costa Rica

En una reciente exposición en video, el historiador y analista doctor Óscar Aguilar Bulgarelli compartió sus reflexiones sobre la situación actual del país, haciendo un recorrido histórico y señalando los principales desafíos que enfrenta la sociedad costarricense.

Aguilar inició destacando la importancia de la memoria histórica para comprender los procesos sociales y políticos que han marcado a Costa Rica en las últimas décadas. Subrayó que la democracia costarricense, si bien ha sido reconocida como estable, atraviesa un periodo de desgaste y descontento ciudadano.

En su análisis, se refirió a la crisis de confianza hacia los partidos políticos, la pérdida de credibilidad de las instituciones y la creciente brecha social y económica. Aseguró que estos elementos constituyen factores de riesgo para la cohesión social y para la vigencia del modelo democrático costarricense.

El historiador recordó que Costa Rica ha enfrentado en el pasado situaciones críticas —como los conflictos sociales de los años 80 y la polarización frente a proyectos económicos como el TLC— y que de esas experiencias se deben extraer lecciones para el presente. Hizo un llamado a no repetir errores, especialmente aquellos que profundizan la desigualdad o debilitan la institucionalidad.

Otro de los ejes de su exposición fue el impacto del modelo económico. Aguilar cuestionó la excesiva dependencia del país hacia las exportaciones de zona franca y la concentración de la riqueza en pocos sectores. Planteó la necesidad de rescatar y fortalecer la producción nacional, en especial la agrícola, como base de la seguridad alimentaria y del bienestar social.

Finalmente, Aguilar advirtió sobre los riesgos de la polarización y el populismo, instando a la ciudadanía a ejercer un voto informado y crítico en los procesos electorales. Subrayó que el futuro democrático depende de la capacidad de construir consensos y de orientar la política hacia el bien común.

Le invitamos a ver el video.

Democracia en jaque: el Joker en las urnas

El Observatorio de Bienes Comunes de la Universidad de Costa Rica (UCR) da a conocer su Documento de Trabajo N.° 15, titulado El Joker en las urnas: elecciones y desigualdad en sociedades polarizadas (septiembre 2025). Esta producción invita a reflexionar sobre los desafíos actuales de la democracia en contextos marcados por la polarización y la desigualdad.

La producción retoma la figura del Joker en la película El Caballero Oscuro como una metáfora provocadora que permite analizar fenómenos políticos contemporáneos. Más allá de un análisis cinematográfico, el documento establece un puente entre la ficción y la realidad, indagando en las razones por las cuales personajes que representan la rabia social, la ruptura de normas y el espectáculo del caos logran legitimarse en procesos electorales.

Entre los principales aportes, el texto destaca que la desigualdad y la polarización constituyen un caldo de cultivo para el surgimiento de candidaturas antisistema, pues la concentración de riqueza, las dinámicas de exclusión y la pérdida de confianza en las instituciones abren espacio a liderazgos disruptivos.

Asimismo, analiza lo que denomina el fenómeno del Joker político, es decir, figuras cuya fortaleza radica menos en la solidez de sus propuestas programáticas y más en la capacidad de canalizar el enojo social.

Se subraya también que el voto puede convertirse en una válvula de escape para el descontento ciudadano, aunque con el riesgo de alimentar ciclos de frustración que debilitan a las instituciones democráticas.

En esa línea, se propone una reflexión crítica y pedagógica que incorpora ejercicios prácticos y preguntas abiertas dirigidas a promover debates tanto en la academia como en espacios comunitarios y ciudadanos.

El documento incluye diversos elementos destacados. Entre ellos se encuentran ejercicios pedagógicos como el mapa causal de la desconfianza democrática, el ciclo de expectativas del voto disruptivo y el denominado semáforo democrático para valorar las candidaturas. También ofrece ejemplos internacionales que ilustran este fenómeno, con referencias a Donald Trump, Jair Bolsonaro, Nayib Bukele y el Movimiento 5 Estrellas, a partir de los cuales se identifican patrones comunes de atracción hacia lo disruptivo.

Junto a estos insumos se formulan preguntas guía que invitan a la reflexión, entre ellas: ¿cómo distinguir entre candidaturas que fortalecen la democracia y aquellas que la socavan? y ¿qué papel juegan la educación cívica y la transparencia como antídotos frente al atractivo del caos?

En su análisis final, el documento plantea que las candidaturas tipo Joker deben entenderse como síntomas de democracias frágiles y que la respuesta no es culpabilizar a las personas votantes, sino reconocer y enfrentar las deudas sociales e institucionales que les dan legitimidad.

La relevancia de este material se potencia en el marco de las elecciones nacionales del 2026 en Costa Rica, momento en que la sociedad costarricense deberá afrontar dilemas propios de las democracias contemporáneas. El mayor valor del documento radica en que no se enfoca en juzgar las decisiones electorales de la ciudadanía, sino en comprender las condiciones estructurales que hacen posible el atractivo de opciones caóticas o autoritarias.

De este modo, se abre una invitación a la academia, a los movimientos sociales y a la ciudadanía en general a dialogar y construir alternativas democráticas que sean más sólidas, justas y sostenibles.

Puede acceder a la nota completa y descargar el documento en la página del Observatorio de Bienes Comunes UCR:

https://bienescomunes.fcs.ucr.ac.cr/democracia-en-jaque-el-joker-en-las-urnas/

«Su batalla cultural y la nuestra» de Fernando Buen Abad

Henry Mora Jiménez

La disputa por los significados

Hasta hace algunos días pude leer el artículo “Su batalla cultural y la nuestra”, del filósofo mexicano Fernando Buen Abad (publicado a inicios de julio pasado en LaRedH). Creo que la propuesta de Buen Abad merece al menos un comentario de nuestra parte.

¿De qué hablamos cuando hablamos de «Batalla Cultural»?

El término «Batalla Cultural» se ha vuelto central en el discurso de políticos, medios de comunicación y redes sociales a nivel global. Originalmente, es un concepto que las derechas y los sectores conservadores utilizan para describir su lucha contra lo que ellos llaman una «hegemonía progresista» o «dictadura progre» que, según alegan, domina espacios como la educación, los medios, el arte y las leyes. Afirman estar resistiendo para defender «valores tradicionales» como la familia, la patria y la libertad, que sienten amenazados. El artículo analiza esta estrategia no como una defensa genuina, sino como una poderosa ofensiva ideológica para mantener el control sobre los significados que estructuran nuestra sociedad.

El análisis de la «Batalla Cultural» de la derecha y la propuesta de respuesta

Fernando Buen Abad explica que, desde un punto de vista de izquierdas, esta «batalla» es en realidad una disputa por el poder simbólico: es una guerra por controlar el significado de las palabras, las narrativas y las emociones que dan forma a nuestro sentido común.

¿Cómo funciona la estrategia de la derecha?

Se presentan como «rebeldes»: Aunque suelen detentar el poder económico y político, se pintan a sí mismos como víctimas de una élite cultural progresista dominante. Esto es una inversión del concepto de «hegemonía cultural» de Gramsci.

Usan palabras cargadas y emocionales: Emplean significantes como «libertad», «adoctrinamiento», «ideología de género» o «marxismo cultural» de manera flexible. Estos términos no tienen un significado fijo, sino que se llenan de contenido emocional (miedo, indignación, nostalgia) para movilizar a la gente. Por ejemplo, «libertad» puede significar para ellos libertad de mercado o de no pagar impuestos, no la libertad social o la libertad de expresión.

Construyen un «enemigo»: Crean la figura de un «Otro» negativo (la feminista, el migrante, el maestro «adoctrinador», el «comunista») que funciona como una amenaza unificadora para su base.

Dominan las redes sociales: Su batalla se libra eficazmente en plataformas como TikTok, YouTube y con memes. No apelan a la razón con datos, sino a la afectividad y las emociones con relatos simples, gestos e imágenes virales, ganando terreno especialmente entre audiencias jóvenes.

La propuesta: Nuestra batalla cultural
Frente a esto, Buen Abad argumenta que la izquierda no puede limitarse a denunciar hechos o defender instituciones. Debe aprender a disputar el sentido. Esto significa:

– Producir símbolos, relatos y prácticas alternativas y emancipadoras.

– Romper las asociaciones de ideas que impone la derecha (ejemplo: feminismo = destrucción de la familia).

– Apropiarse de los lenguajes populares y generar contra-narrativas deseables, no solo verdaderas.

– Entender que la política es, también, una lucha por los significados que organizan la vida social.

La importancia de este análisis para entender la realidad de Costa Rica

Este tipo de análisis es también de enorme importancia para Costa Rica porque nos permite decodificar la política actual más allá de la superficie. El país no es ajeno a esta «batalla cultural» global. Discusiones intensas y polarizadas sobre la educación sexual, el lenguaje inclusivo, el papel de la religión, las instituciones, la identidad nacional (Tercera república) o la figura de los sindicatos son reflejo de esta misma disputa por el sentido común.

Entender que detrás de eslóganes emocionales y campañas en redes hay una estrategia semiótica organizada para resemantizar conceptos como «familia», “liderazgo” o «libertad», nos ayuda como ciudadanos a:

No caer en polarizaciones simplistas: Permite analizar críticamente los mensajes, identificando los intereses reales que hay detrás de un discurso que se vende como «rebelde» o «antisistema».

Comprender la raíz de los conflictos: Muchas tensiones sociales no son solo sobre leyes o economía, sino sobre qué valores y significados queremos que definan nuestra sociedad.

Exigir una disputa de ideas más robusta: Empuja a quienes defienden propuestas progresistas, de justicia social o de emancipación humana a comunicarlas mejor, con narrativas potentes y emocionalmente resonantes que conecten con la gente, yendo más allá de los informes técnicos y las declaraciones académicas.

En esencia, este marco analítico nos da herramientas para ser ciudadanos más críticos de la información que nos ahoga y participantes más conscientes en la vida democrática costarricense, reconociendo que la lucha por el poder pasa, inevitablemente, por la lucha por el significado de las palabras con las que entendemos el mundo.

Llamado al cese de hostilidades

Comunicado

Las mujeres y sus diversas organizaciones hacemos un vehemente llamado a la razón a quienes encabezan el gobierno de la república para que depongan sus discursos incendiarios que atizan el odio de manera irresponsable, y en su lugar, conduzcan a nuestra querida nación por los caminos de la paz, la no violencia y el diálogo democrático.

El juramento constitucional de cumplir con nuestro pacto político y con las leyes debe honrarse hasta su último día de la gestión gubernamental; el marco jurídico que nos cobija no es de carácter optativo. El gobierno debe maximizar sus esfuerzos para enmendar sus pifias, sus grandes errores, su errática gestión, sus desaciertos.

Nuestro país no merece esta polarización entre hermanas y hermanos, porque si no rectifican serán recordados como la administración del extravío y de la polarización. Es responsabilidad del mandatario Chaves Robles utilizar las vías del diálogo y el entendimiento y cesar en sus hostilidades.

El regresivo mensaje del presidente se inscribe en una tradición autoritaria de larga y continua data llegando al extremo de manifestar un impulso irracional al invocar a una guerra civil como un medio legítimo, esto es en realidad un delirio de poder irreflexivo inaceptable, que no podemos admitir ni validar.

Aunado a lo anterior tenemos noticia de que en las llanuras del norte se está fraguando una arremetida armada que no es ni más ni menos que un llamado a la sedición de forma abierta y sin tapujos, amparados en las armas, al hedor a muerte y la violencia, ¿Qué se creen estos hombres? ¿Qué son dueños de la verdad? ¿Qué son la conciencia de la nación? Están equivocados porque son numerosas las voces que se levantan desde la ciudadanía adversando tal disparate.

Esto nos hace recordar que la Guardia Pretoriana fue extinguida desde el siglo III, porque si bien nació para proteger al emperador romano, cometió excesos y abusos de poder contra la población hasta que fue eliminada. El presidente de la república si bien tiene ínfulas de emperador romano, no lo es, su mandato expira en un año y otra persona será electa para ocupar ese mismo cargo, porque así lo establece nuestra organización política.

No es con amagos de violencia como se resuelven los grandes y graves problemas nacionales. Bien se aplica el dicho “zapatero a tus zapatos”, deje de buscar y atizar conflictos y dedíquese a gobernar para toda la población que ese es ni más ni menos el mandato constitucional que usted juró defender.

La paz es una construcción social; desde la antigüedad se asocia con ideas de armonía y bienestar integral, no es solamente la ausencia del conflicto armado. En nuestro país se asocia con la doctrina en materia de los Derechos Humanos y a eso debe enfocarse la gobernanza democrática.

Frente a esta delicada coyuntura nos pronunciamos y reafirmamos los valores de la paz, la no violencia y la búsqueda constante de la justicia y la razón. Frente al autoritarismo y la arbitrariedad, frente a las guerras y genocidios que otros deciden sin ninguna compasión, rechazamos toda intención de retroceder y de renunciar a nuestras esperanzas por una vida más justa y más pacífica.

21 de mayo, 2025.

Suscriben:

  1. Albena Muñoz Taya, cédula 901040926

  2. Albertina Alfaro Chinchilla, cédula 105650667

  3. Alejandra Bonilla Leiva, cédula 302080425.

  4. Alice Solís Fernández 104680009

  5. Ana Chacón Mora, cédula 105480839

  6. Ana Helena Chacón, cédula 1567359

  7. Ana Isabel Ruiz Rojas cedula # 401031163

  8. Ana Leonor Ramírez Montes cédula 104830426

  9. Ana Ligia Sanchez Rojas, cédula 700470621.

  10. Ana Lupita Chaves Salas, 104550585

  11. Ana Priscilla Flores Quirós, cédula 114040862

  12. Ana Tristán Sánchez, cédula 105130593

  13. Ana Victoria Rodríguez Badilla, cédula 103800227

  14. Anacristina Rossi 104070914

  15. Andrea Campos Ramirez, cédula 109380681

  16. Andrea Cordero Vargas, cédula 112510163

  17. Andrea Cuenca Botey, cédula 110060165

  18. Ann Mc Kinley Meza, 7 0086 0416

  19. Argentina Artavia Medrano 107090127

  20. Bianca Carolina Castaño Sandoval 155820864908

  21. Carmen Carro Barrantes, cédula 106000363

  22. Carmen Lia Meoño Soto, cédula 203730473

  23. Carmen María Muñoz Quesada 106190272

  24. Carolina García Mendoza, cédula 110200521

  25. Carolina Viquez 109350514

  26. Casilda Sancho B 506 202410142

  27. Cassandra Jara Barrantes, cédula 118760925

  28. Cecilia Claramunt Montero, cédula 104480250

  29. Cynthia Córdoba Serrano, cédula 108290785.

  30. Daniela Miranda Méndez, cédula 114120885

  31. Elides Rivera Navas, cédula 601990675

  32. Elisabeth Cook Steike, cédula 184000052015

  33. Ericka Arrieta Matarrita. Cédula 108020564

  34. Erika Sevilla Zepeda, cédula 107900467

  35. Esperanza Tasies 700670374

  36. Eugenia Salazar Aguilar, cédula 104720913

  37. Fabiola Bernal Acevedo, cédula 01030029

  38. Flora Fernández Amón 105230903

  39. Gabriela Quirós Sánchez, cédula 114180925

  40. Giannina Tanzi P – 104340758

  41. Giselle Arce Fonseca, cédula 105230641

  42. Guiomar del Rocío Martín 103550418

  43. Haydeé Hernnández Pérez, cédula 10559O946

  44. Hazel Vargas Zeledón. 103980738

  45. Hilda Echeverría Alvarado – 900240403

  46. Ileana DAlolio Sánchez 110510808

  47. Ileana Ramírez Quirós, cédula 105860094

  48. Irené Barrantes Jimenez, cédula 111550692

  49. Isabel Ducca Duran 105640060

  50. Isis Fallas Salazar, cédula 108530920

  51. Julia Ardón Morera, cédula 2-0386-0415

  52. Julia María de la O. Murillo, cédula 401010754.

  53. Karla Calderón Sánchez, cédula 114240786

  54. Karol Tatiana Navarro Monge 1-0941-0004

  55. Katherine Cerdas Bonilla 303590402

  56. Kattia del Carmen Castro Valverde, Cédula 107 29 0341

  57. Kattia Isabel Castro Flores, cédula 107590724

  58. Keyra Martínez Meneses, cédula 701860267

  59. Larissa Arroyo Navarrete, cédula 109850255

  60. Laura Arias Cabrera, cédula 108750206

  61. Laura María Valenciano García 1-0973-0873

  62. Laura Pacheco Muñoz 112240846

  63. Leda Barquero 105560466

  64. Lucía Molina Fallas, cédula 1 07930190

  65. Luz María Chacón León 203360097

  66. Ma. del Milagro Solís Aguilar, 106970566

  67. Magda Sánchez Lépiz, cédula 103930882

  68. Margarita Salas Guzmán 110080057

  69. María Clareth Calderón Monge, cédula 118100822

  70. María del Rocío Chamorro Tasies, cédula 111240216

  71. María Dolores Ramírez Bonilla, cédula 3245233

  72. María Emma Prada Granados, cédula 117000795806

  73. María Fernanda Chaves Rodríguez, cédula 207930834

  74. María Gabriela Hernández López, cédula 204070211

  75. María Lorena Molina Molina 202940461

  76. María Natalia Chaves Vargas, cédula 207560519

  77. María Trejos Montero, cédula 106890938

  78. Mariela Víquez Ramirez, cédula 401110780

  79. Marielos Muñoz Solórzano, cédula 603340348

  80. Maritza González Zuñiga, Cédula 104181352

  81. Maritza Salgado Silva, cédula 800860319

  82. Marla Hernández Gaubil 107970014

  83. Marla Hernández Gaubil, cédula 107970014

  84. Marlen Zúñiga Alvarado 1 06830439

  85. Marta Eugenia González Madriz 104460350

  86. Marta Solano Arias, cédula 104530311

  87. Mayra Castro Artavia, cédula 104530815

  88. Melania Monge Rodriguez 105370482

  89. Milagro García Bolaños 104050350

  90. Millaray Villalobos Rojas ; 109340412

  91. Nancy Piedra Guillén 105860455

  92. Nataly Segura Molina 208100216

  93. Nelsy Saborío 106300624

  94. Nicole Daniela Sánchez Calvo 118070611

  95. Nora Gómez Mora, cédula 108360262

  96. Nora Montero Quirós 103550044

  97. Pamela Bojorge Ortega, cédula. 603340112

  98. Patricia Porras Guzman 111350324

  99. Priscilla Araya Cabrera 304270423

  100. Priscilla Echeverría Alvarado 900640150

  101. Priscilla Fernández Ortiz, cédula 303550419

  102. Raquel Berrocal Sibaja, cédula 114360553

  103. Raquel Hernández Castro cédula 108320138

  104. Rebeca Solórzano Aguilar, cédula 112380408

  105. Rocío Abarca Sánchez, cédula 701600677

  106. Rocío Solís García, cédula 108370263

  107. Rosa Anca Huamani, cédula 186201879632

  108. Roxana Arroyo Vargas, cédula 106430057

  109. Roxana Hidalgo Xirinachs 105970626

  110. Sandra Araya Umaña, cédula 401310102.

  111. Sandra Cartín Herrera, cédula 203430634

  112. Sharo Rosales Arce, cédula 106920853

  113. Shi Alarcón-Zamora, cédula 112910818

  114. Silvia Regina de Lima Silva, cédula 107600000731

  115. Sofía Gómez Morice, cédula 116970519

  116. Stella Chinchilla Mora, cédula 106160504

  117. Sylvia Ester Muñoz Mata, cédula 108830514

  118. Teresita Ramellini Centella, cédula 8-0087-0026

  119. Tiryth María Vindas Campos, cédula 504410688

  120. Vania Quezada Silva, cédula 800640843

  121. Vicky Luna Salas 204690427

  122. Vivian Solís Espinoza, cédula 110320334

  123. Wendy Vásquez Pessoa, cédula 303640290

  124. Yamileth Monterrey López, cédula 800580801

  125. Yamilette Fontana Coto. 194410669

  126. Yanina Soto Vargas 104770775

  127. Yanis Quesada Chanto, cédula 107520531

  128. Yendry Martínez Rivera, cédula 110800645

  129. Zaida Lorena Valverde Hernández, cédula 106240926

  130. Zeidy Brukwä Rodríguez, cédula 603850036

  131. Alexander Rojas Parajeles, 1-0713-0292

  132. Carlos Manuel Muñoz Jiménez 401810513

  133. David Contreras Mora 105310468

  134. Edison Valverde Araya 1 0346 0024

  135. Esteban Rodríguez Dobles 205420910

  136. Fernando Alfredo Mora Chacón 1-0377-0243

  137. Guido Mora Mora 302570217

  138. Henry Mora Jiménez 105120548

  139. Jaime Cerdas Solano. 1-0573-0178

  140. Jaime Delgado Rojas, céd. 400960395

  141. Luis Ángel Céspedes Rodriguez 104131304

  142. Óscar Castillo Rojas. Céd.: 301951450

  143. Pablo Andrés Chinchilla Balladarez 112420412

  144. Roberto Castillo Rojas 301770017

  145. Rodolfo Ulloa Bonilla, 105480272

  146. Sergio Reuben-Soto 103150723

Organizaciones

  1. Organización de Mujeres indígenas Mano de Tigre

  2. Territorio Conte Burica

  3. Kalpulli Otokani

  4. Colectiva Feministas en Resistencia

  5. Frente Nacional de Lucha

  6. Profesionales para la Ciudadanía

  7. Centro de Amigos para la Paz

  8. Asociación de Mujeres Hefziba Internacional

  9. Colectivo Mujeres por Costa Rica

  10. Movimiento de Trabajadores y Campesinos (MTC)

  11. ACOPROM

  12. Observatorio de Género y Medios

  13. Feministas Picos Rojos

  14. Seguridad Feminista

  15. Voces Nuestras, Centro de Comunicación Educativa

  16. MUSADE

  17. Alianza Latinoamericana de Mujeres con Discapacidad

  18. Colectiva Coexistir, Cartago

  19. Juventud del Frente Amplio

  20. Red Ecuménica de Lectura Popular de la Biblia-Costa Rica

  21. Grupo de Trabajo, Agenda CEDAW Costa Rica

  22. Movimiento Reflexión en Acción

  23. Voces de fe contra la violencia de género

  24. Alianza de Mujeres Costarricense

  25. DEI – Departamento Ecuménico de Investigaciones

  26. Asociación TransVida

  27. Escudo Democrático

  28. Radio Zurquí

  29. Mundo Sin Guerras y Sin Violencia

  30. Me Pasó en la UCR

  31. Frente Feminista

  32. Asociación Civil Pro Natura

  33. SERPAJ, Servicio, Paz y Justicia, Costa Rica

  34. Frente Nacional de Pueblos Indígenas

  35. Mujeres en Lucha Social

  36. Mesa Nacional de Diálogo Social y Productivo

  37. Socias del Museo de las mujeres de Costa Rica

  38. Mujeres Migrantes Luciérnagas sobre Ruedas

  39. Somos Fuego

  40. Mujeres autoconvocadas en la lucha por nuestros derechos

  41. Comisión Nacional de las Mujeres. Acción Ciudadana.

Le invitamos a descargar el documento en formato PDF mediante este enlace.

Hoy, sus ideales resuenan más vivos que nunca

Comunicado del Partido Acción Ciudadana

A 169 años de la Batalla de Rivas, honramos el valor de Juan Rafael Mora Porras y Juan Santamaría, quienes enfrentaron con coraje y dignidad la amenaza al proyecto de libertad centroamericano.

Hoy, sus ideales resuenan más vivos que nunca.

Desde Acción Ciudadana reivindicamos su lucha por la soberanía, la paz y la convivencia democrática. Porque los enemigos de la libertad no solo visten uniforme: también se esconden en discursos de odio, en la polarización, y en los ataques a nuestras instituciones.

Predictividad de Políticas… o imprevisibilidad, ¿un nuevo enfoque? (Parte I)

Caryl Alonso Jiménez

Caryl Alonso Jiménez

En procesos de cambio e incertidumbre, ¿Qué es lo que no vemos…?

Las teorías de política sostienen que la predictividad asegura confianza, reduce incertidumbre y genera participación de actores y sobre todo, reduce la polarización y fortalece la gobernabilidad Estatal. Autores como Charles Lindblom (1917-2018), David Easton (1917-2014) y Harold Laswell (1902-1978), entre otros, coincidieron que la predictividad hace previsible y puede anticipar cambios y crisis políticas.

Sin embargo, en el punto de inflexión de enero de 2025, la gestión de política llegó a punto crítico. Para quienes observamos el escenario, se extendió una nueva dinámica decisional basada la imprevisibilidad (palabra fea y difícil de expresar), como nuevo estilo de gestión que transita en el campo de la incertidumbre… ¿Herramienta para decisiones geopolíticas o técnica para producir escenarios de confusión y temor…?

Más allá de la novedad teórica, extendida intencionalmente por redes sociales, pero para quienes estudiamos el tema, resulta ser una corriente basada en el instrumental que altera escenarios, creando ambientes de confusión que da lugar a procesos de negociación condicionados. Pero no son políticas, son tácticas de negociación… es poder puro y duro.

Hasta hace algunos años, el estudio de las políticas públicas representó la actividad reservada grupos selectos de intelectuales. Hoy en día es el dispositivo estratégico de especialistas y tanques de pensamiento, algunos visibles y otros en la sombra.

Quienes dominan el instrumental tienen alta incidencia en decisiones de mandatarios, sectores de poder y grupos de presión que condiciona escenarios… Cada movimiento es una secuencia de trazos calculados… Entender el juego resulta un plano de movimientos de ajedrez. Es allí donde la técnica aparece: imprevisibilidad. ¡Que nadie sepa lo que piensas, ni imagine el siguiente paso! Pero no son políticas es metodología para negociar.

Es verdad, no todos pueden leer la realidad y coyunturas… el microscopio del análisis no es similar a las diatribas del juego dominical, ni a las descalificaciones profesionales y laborales que entretienen en diversiones de la cocina local diseñadas para el teatro…

No puedo dejar de recordar a mi profesor de políticas públicas a mediados de los años noventa, quien me advirtió que las emociones colectivas dominicales eran también una dosis encadenada de otras políticas. Confirmado años después por Aguilar Villanueva.

Por ello sería poco apropiado, por ejemplo, creer que un decisor o gestor empresarial se entusiasme por corazonadas o instintos de suerte, sobre sucesos no previsibles. Aunque no es nada fácil el pensamiento crítico sobre contextos y dinámicas que revelan fenómenos que requieren el escalpelo más profundo para comprenderlo.

Las decisiones de políticas desde la institucionalidad pública pueden poner en marcha acciones hacia modelos de productividad principalmente territorial que favorezca y aumente el número de pequeñas y medianas empresas con acceso a la asistencia técnica y financiera para que sean generadores del empleo masivo. Se estima que más del 90% de las empresas que mueven la economía son las pequeñas y medianas empresas.

Guste o no, las anclas de políticas públicas están en el Estado e instituciones. Al parecer hay entusiasmo inusitado por ponerlas en marcha. Aunque de las 74 políticas en cartelera solo funciona una: Política Crediticia, Monetaria y Cambiaria, que pacta la macroeconomía (control de inflación, tasa de cambio y tasas activas y pasivas). Pero ¿Y el resto…?

Las voluntades en política traducen en respuestas que construyen canales de ascenso social, el resto es estrategia comunicacional. En el Índice de Desarrollo Humano (PNUD, 2024), Guatemala tiene 0.629, ubicado en el puesto 136 de 193 países. Costa Rica se encuentra en 0.804 y se posiciona en el puesto 64 de 193 países. El IDH revela progreso y nivel de bienestar. Entonces ¿dónde están las fallas y que hace la diferencia?

De repente vale recordar a Loreta Napoleoni (2008), quien revela en síntesis la urgente necesidad de romper con la confabulación del Estado, al expresar que existe aún la fascinación exacerbada en creer que la crisis presenta oportunidades, -¿para quién?, se pregunta. Si evitamos las zonas grises, y la inmovilidad de la gestión pública, seguramente estaremos en condiciones de recuperar el Estado.

Como pocas veces hay sentido de evaluación externa, a veces solo se revisa lo bueno (Solarte, 2004; Roth, 2009; Salazar, 2009). La consolidación es lenta, pero ¿Qué tanto avanzamos para el largo plazo, como demandan las políticas públicas?

Las políticas dan predictividad, confianza y atajan incertidumbre. No son tácticas para imponer poder. Es allí donde la academia contribuye con metodologías e inteligencia para entender el futuro, como reclama Stiglitz (1997), “dotar de conocimiento y ciencia al Estado”. Esa es tarea del profesor y la academia. Entonces, ¿nos abrimos a la consistencia académica…? O, ¿Nos ahogamos en las técnicas de incertidumbre…?

Cuando se tiran los peluches

Dr. Óscar Aguilar Bulgarelli

Un aspecto que caracteriza a los autócratas es que cuando alguien está en descuerdo, no con sus ideas que generalmente no las tienen, sino con sus desafueros, es su enemigo o en el mejor de los casos un fiero opositor. En ese momento, las rabietas se hacen presentes, los insultos se lanzan al aire como si fueran confeti vario pinto y surgen las amenazas, siempre acompañadas con una enorme carga de acusaciones falsas, mentiras y posverdad. Pero si algo enfurece al autócrata es alguien que en otro momento lo apoyó fielmente, casi como perrillo faldero, se atreva a manifestar un desacuerdo por algún tema, no importa si es de gran importancia o no, pues la obediencia ciega es requisito sine qua non, para gozar del generoso amor autocrático. Que, además, está condicionado a ser bondadoso al compartir con él las mieles y buenas viandas que genera la corrupción; porque recordemos que sabiamente Lord Acton sentenció ya en 1887 que “el poder corrompe…y el poder absoluto corrompe absolutamente”; he ahí del peligro de perder la democracia.

Pero cuando al autócrata le dicen “no”, cae su furia sobre el, la, los o aquellos pobres e infelices mortales, como si un tsunami inundara su existencia. No hay nada más peligroso que el autócrata le tire en su rostro humano o institucional, como dicen, los peluches; porque la guerra está declarada y con el poder que tenga en sus manos tratará de hacerle la vida imposible con una arrogancia tal, que no le permite poner límites a su léxico arrabalero, para insultar de la manera más soez a su nuevo “enemigo”.

Así definido, la administración autocrática de Rodrigo Chaves (que a veces hasta parece teocrática), nos llena de ejemplos de peluches lanzados a diestra y siniestra, en estos casi tres años de lamentable historia. La lista es larga, citemos algunos de esos considerados casi “ malditos” que han tenido que soportar sus embestidas y embustes desde diferentes podios a lo largo y ancho del país, pero especialmente en el show mediático de los miércoles a la una de la tarde, que dicho seas de paso, tiene un alto costo económico para el país, por ejemplo: el Poder Judicial ( magistrados, jueces y fiscales), la Asamblea Legislativa ( diputados de casi todas las fracciones, hasta alguna media dócil) la Contralora General de la República, las Universidades Públicas ( sus rectores, profesores, investigadores y hasta los estudiantes), sindicalistas, la Conferencia Episcopal, los partidos políticos, los exgerentes y gerentes del ICE, CCSS, AyA por ejemplo, ni que decir de los agricultores ( salvo los arroceros) los ganaderos ( salvo los que se dejan huequear las orejas), y personas como Laura Chinchilla, Ariel Robles, Dinorah Barquero, Vanessa Castro, Eli Feinzaig (que al principio le dobló la cerviz); Natalia Días y Luis Amador que pasaron de ser amados a ser odiados por querer jugar su propio partido, la “prensa canalla” y el Semanario Universidad al que no ha podido doblegar, y una larga lista. Pero los últimos peluches lanzados contra la UCCAEP no puedo dejarlos de mencionar…y aparte.

Resulta de la Unión de Costarricense de Cámaras y Asociaciones de la Empresa Privada empezó muy complaciente con la administración Chaves; ya en la campaña estuvieron “cuerdiando” como se decía antes del noviazgo, especialmente en la segunda ronda; pues en la primera su presidente iba en la papeleta del PUSC junto con Doña Lineth Saborío y “mangoneaban” la campaña. Pero entre Figueres y Chaves, se inclinaron por el célebre economista agrícola, ya en el gobierno concordaron en algunos proyectos como el famoso 4/3 contra el trabajador, los negocios de la generación eléctrica privada, la exploración y explotación del petróleo y minas, la desarticulación de los parques y reservas naturales para favorecer a algunos de sus socios, y la joya más preciada de todas, la privatización de la CCSS. Para esto último, los representantes de la UCCAEP coincidieron al principio con el gobierno: aceptaron el despido ilegal de don Álvaro Ramos y algunos miembros de la Junta Directiva, alegando el Presidente o ‘presimiente’ un aumento de salarios que antes había sido decretado por el mismo Chaves cuando fue Ministro de Hacienda de Carlos Alvarado, y ahora lo “olvidaba” como es su costumbre, también cerraron la cartera de inversiones, nunca acabaron con las listas de espera, y estuvieron de acuerdo en cerrarle el paso al Hospital de Cartago y otorgar a cooperativas y un hospital privado una licitación onerosa para la institución en el caso de los Ebais. Hasta ahí, todo era miel sobre hojuelas; pero por renuncias, restituciones impuestas por la Sala IV, hubo cambios en la Junta Directiva, incluyendo a los representantes de la UCCAEP. Los nuevos directivos sorpresivamente tienen un cambio positivo para el país y sin los votos de los representes del gobierno, pero si con el de los trabajadores y los de UCCAEP, deciden que el futuro de la construcción del Hospital de Cartago quede en manos de la Junta de Adquisidores, órgano técnico y no político como debe ser, lo que aleja cualquier posibilidad de más interferencias y obstrucciones de Chaves en este asunto… ¡y aquello fue Troya!

El miércoles pasado, en su show mediático, dijo que los miembros representes del sector privado en esa junta directiva daban asco, eran putrefactos y le causaban repudio… ¡y volaron los peluches! Fue tal su enojo, que por igual la emprendió contra dos gerentes de la Caja, utilizando los términos más abyectos y siguió su embate contra la Semanario Universidad, su directora doña Laura Martínez y su esposo que había sido funcionario del ICE por su denuncia sobre los negociados corrupto del 5G, se lanzó contra el fiscal y el diputado Francisco Nicolás de la misma forma. Los términos utilizados, en un día de arrebato de albañal arrabalero, no son propios ni lo serán nunca de una persona que, al hablar, lo hace siendo el presidente de TODOS los costarricenses, y si se tiene un poquito de dignidad ciudadana, el repudiado debe ser el presidente Chaves.

Cuidado costarricense, despierte a tiempo. No es posible que los odios venenosos que en estos años le han inoculado, como sustancia perniciosa en su ser ciudadano, los Chaves, los Cisneros y la prensa vasalla con sus granjas de troles, lo pongan a usted a votar como un robot por los escogidos por los aspirantes a autócratas en las papeletas y luego, cuando usted sienta que con sus verdaderas uñas y garras le roban su libertad, ya no tendrá tiempo de arrepentirse, y por años y años, aunque no le gusten las imposiciones ni el ruido de las botas militares ni andar con calzoncillo blanco y agachado como en las cárceles de El Salvador, tendrá que aguantárselo, porque ya no le lanzará. Nuestra democracia está en peligro, no podemos permitir que la “bukelén” por ignorancia o indiferencia, el antídoto contra esa sustancia perniciosa está en sus manos, o más bien, en su cabeza y los dedos que sostengan su lapicero frente a las papeletas.

El uso de los medios de comunicación en la política

En la charla impartida por el profesor Gerardo Castillo durante el acto de fundación del Instituto Sindical de Formación Democrática se abordó un tema de gran relevancia: la estrategia mediática que domina la política actual.

Este enfoque comunicacional ha generado preocupación por sus consecuencias negativas, especialmente para la sociedad y los trabajadores. Según el profesor Castillo, se trata de un modelo que ha sido implementado en diversos países con efectos perjudiciales, señalando como ejemplos emblemáticos a Donald Trump en Estados Unidos, Jair Bolsonaro en Brasil y Javier Milei en Argentina. Asimismo, destacó cómo esta estrategia ha sido replicada en Costa Rica por el gobierno de Rodrigo Chaves.

¿En qué consiste esta estrategia?

El modelo comunicativo descrito se basa en varias tácticas claves:

1. Satisfacción y polarización:

– Inundar el espacio público con mensajes constantes y repetitivos.

– Dividir a la sociedad en grupos antagónicos, presentando una lucha entre buenos y malos.

– Fomentar un clima de confrontación mediante insultos, descalificaciones y burlas.

2. Uso del lenguaje provocador:

– Apelar a la emoción del público mediante un lenguaje soez y burlesco.

– Generar la sensación de cercanía con los simpatizantes al mostrarse anti-establishment o en contra de las elites tradicionales.

– Utilizar la política como espectáculo.

-Transformar el debate político en un show de masas, restándole profundidad y seriedad.

– Desvirtuar la función educativa de la política, sustituyéndola por un enfoque basado en el entretenimiento circense y la provocación.

3. Manipulación mediática y desinformación:

– Uso intensivo de redes sociales para saturar con mensajes simplificados, eslóganes y denuncias sin pruebas.

– Difusión sistemática de noticias falsas y tergiversadas para influir en la opinión pública.

– Empleo de troles para amplificar ciertos discursos y desacreditar a adversarios.

4. Control de la agenda informativa:

– Organización de conferencias de prensa en las que sólo participan periodistas afines, garantizando que las preguntas sean acordes a los intereses del gobernante.

– Uso de los medios oficiales como herramientas de propaganda en lugar de instrumentos de transparencia y rendición de cuentas.

Conclusión

El uso de estas estrategias mediáticas representa un desafío para la democracia y el ejercicio ciudadano informado. Lejos de promover un debate enriquecedor, buscan polarizar la sociedad, manipular la percepción pública y consolidar liderazgos autoritarios. Frente a esta realidad, es fundamental fortalecer el pensamiento crítico, exigir transparencia y promover un periodismo independiente que actúe como contrapeso ante la manipulación, el engaño y la mentira. La democracia está en peligro y debemos actuar.

Costa Rica y la polarización de sus élites

Mauricio Ramírez Núñez
Académico

Mauricio Ramírez Núñez.

La crisis política que enfrenta Costa Rica trasciende la figura de Rodrigo Chaves y no puede entenderse como un fenómeno aislado. Es, más bien, el resultado de una profunda confrontación entre las élites económicas del país, agravada por un creciente descontento social. Este malestar se intensifica en el contexto de la Cuarta Revolución Industrial, un momento histórico que está redefiniendo las estructuras de poder tradicionales.

La automatización, la digitalización y la transformación del mercado laboral a nivel global han dado lugar a nuevas dinámicas económicas y productivas, desafiando a los grupos dominantes y generando un enfrentamiento entre quienes buscan adaptarse a estos cambios y quienes resisten para proteger sus privilegios. En este escenario, la crisis costarricense se revela como un síntoma de un conflicto global entre el avance tecnológico (nuevas élites económicas) y las estructuras de poder que ven en las nuevas dinámicas una amenaza a sus intereses.

Este fenómeno no es exclusivo de Costa Rica. En Estados Unidos, la llegada de Donald Trump por primera vez al poder en 2017 evidenció la fractura entre una élite industrialista y productiva, que busca preservar su control sobre la economía real, y una élite tecno-globalista y financiera, que ha consolidado su dominio en los centros de poder y en los mercados internacionales, dejando de lado aquel carácter nacional del desarrollo económico.

Esta pugna ha redefinido el panorama político estadounidense, y se refleja también ideológicamente en una batalla cultural que llega hasta las bases y mueven al electorado en una dirección u otra. Guardando las distancias del caso, podemos decir que algo similar ocurre en nuestro país: no es solo una lucha ideológica y contra la corrupción como lo vende el gobierno, sino una batalla por quién controla el futuro económico de Costa Rica.

Por otro lado, no podemos olvidar las grandes desigualdades que no hemos podido resolver a pesar de tener la democracia más estable de toda la región. En este contexto, el gobierno de Chaves ha emergido como el catalizador de un reacomodo en las relaciones de poder, explotando el descontento popular para consolidar su influencia y el de una élite económica que ha entrado en contradicción con la tradicional.

Como señala Manuel Castells en su libro Comunicación y Poder, las redes sociales no solo han redefinido la comunicación política, sino que también han transformado la forma en que se moviliza el descontento y se construyen las narrativas de poder. En el caso de Costa Rica, las redes han dejado de ser simples plataformas de interacción y se han convertido en mecanismos para imponer la agenda política.

En un contexto de crisis y desconfianza en las instituciones, el grupo político que logre interpretar y canalizar el sentimiento de frustración que se mueve y se multiplica en redes se convierte en el vocero del descontento popular. Esto explica por qué la oposición enfrenta serias dificultades para desafiar al oficialismo: atacar al gobierno de Chaves es percibido por su base como un ataque directo al pueblo mismo, reforzando la idea demagoga de que existe un conflicto entre “la élite tradicional” y el “pueblo contra el sistema”.

Las redes sociales, además, moldean el comportamiento político de los ciudadanos, dice el profesor Castells. Si un individuo encuentra actitudes con las que coincide dentro de su red, es más activo políticamente. Por el contrario, cuando se expone a ideas contradictorias, su participación disminuye. De este modo, las redes sociales han creado burbujas informativas donde las personas solo encuentran contenido que refuerza sus creencias, profundizando la polarización, lo que beneficia a quienes dominan la narrativa digital. Ahí está el detalle.

El oficialismo ha comprendido que la polarización no es un problema, sino un arma para aferrarse al poder. Ha diseñado un discurso en el que cualquier crítica no es un cuestionamiento legítimo, sino un ataque directo al pueblo, mientras que las élites tradicionales son presentadas como los enemigos del cambio. Con esta narrativa, el gobierno se blinda contra el escrutinio público y mantiene su base de apoyo intacta, sin importar sus contradicciones, errores o actos de corrupción. Más que un movimiento político, sus seguidores se comportan como una secta, donde la lealtad ciega importa más que la realidad.

Por esta razón, la oposición no ha logrado generar un impacto significativo: mientras sigan atacando directamente al gobierno sin ofrecer una alternativa convincente y movilizadora, entiéndase aquellas causas reales que “chiman el zapato al pueblo”, seguirán jugando el juego de la polarización que tanto beneficia a Chaves y sus fanáticos. En este escenario, Costa Rica enfrenta un dilema complejo de cara a las próximas elecciones del 2026: o encuentra nuevas formas de hacer política, donde la discusión democrática supere la lógica de “nosotros contra ellos”, o seguirá atrapada en una dinámica en la que el poder se mantiene no por la eficiencia del gobierno, sino por la astucia en la manipulación del descontento social.