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Etiqueta: protesta social

ACODEHU: Alto a la criminalización y judicialización de la protesta social

SURCOS comparte el pronunciamiento de la Asociación Costarricense de Derechos Humanos (Acodehu):

San José, Costa Rica
12 de enero de 2021

Alto a la criminalización y judicialización de la protesta social

Solidaridad con ciudadanía judicializada

Los últimos meses 2020, en medio de la crisis social, económica y sanitaria agudizada por la pandemia COVID19, diferentes sectores de la sociedad civil se suman al llamado del Movimiento Rescate Nacional (MRN), para impulsar protestas sociales contra las intenciones tácitas del gobierno de Carlos Alvarado de condicionar la vida y el futuro de nuestro pueblo a las condiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). Demostrando de manera consciente y creativa que ante la semiparalización por pandemia, los protocolos de distanciamiento social no son sinónimo de indiferencia social, y mucho menos, negación de la política económica nefasta emprendida por el estado costarricense a partir de la imposición del Combo Fiscal.

En este escenario de lucha social, el 12 de octubre 2020, en una manifestación cívica frente a casa presidencial, son víctimas de detenciones arbitrarias ciudadanía que ejerce el derecho legítimo de toda democracia a protestar y defender la soberanía política, cultural y económica del país, ante las intenciones del gobierno de supeditar aún más nuestras vidas a los mandatos fruto del capitalismo voraz representado en el FMI; lejos de impulsar medidas para que la carga tributaria sea asumida por los sectores de mayor poder adquisitivo del país y no por los sectores más vulnerabilizados, que de hecho, la pandemia ha visibilizado a nivel nacional e internacional el creciente índice de pobreza que sufrimos.

La Asociación Costarricense de Derechos Humanos reitera su profunda preocupación y rechazo al conjunto de violencias emprendidas por el estado costarricense y apoya las diferentes acciones impulsadas por nuestro pueblo en defensa de sus territorios, conquistas y dignidad, como la reciente marcha emprendida el 11 de enero 2021 por representantes de organizaciones base de las comunidades Ngäbes (ATIAPSI, ATIGUSI, COIS) desde Sixaola hacia San José y denunciamos la práctica del gobierno a hacer caso omiso al mandato desde la CIDH de proteger a las comunidades indígenas recuperadoras de sus territorios y aplicar la normativa respectiva en su defensa.

Precisamente, después de la burla de un supuesto proceso de diálogo, este 11 de enero el gobierno confirma que inicia conversaciones formales con el FMI para lograr un acuerdo “para garantizar la estabilidad económica del país a mediano y largo plazo, y para promover un crecimiento más fuerte, inclusivo y sustentable.” Denunciamos que estas acciones constituyen una continuidad para afianzar la imposición de medidas, políticas económicas y proyectos de ley tendientes a despojarnos de las garantías sociales que han sido pilar para el estado de derecho que históricamente ha caracterizado a Costa Rica y hoy cada vez más amenazado, recargando la crisis económica en los hombros de nuestro pueblo.

Así, nos sumamos al llamado solidario de diferentes colectivas, instancias y organizaciones a fin de sumarse a piquete en solidaridad con compañeros y compañeras que mañana han sido citados a audiencia judicial como parte de esta ola de represión institucional emprendida por el estado costarricense.

Primer Circuito Judicial, San José

Miércoles 13 de enero, 2021
9 AM

De igual manera, reiteramos que dicho proceso de judicialización orquestado desde los grupos de poder, donde incluso medios de comunicación asumen un papel mediático intentando convertir en delito el derecho humano a la protesta social, se suma a una gran cantidad de casos de compañeras y compañeros víctimas de abusos policiales, persecución y detenciones arbitrarias, quienes muchas y muchos hoy se encuentran con procesos judiciales que atentan contra su dignidad y proyectos de vida.

¡No al FMI!
¡La protesta social es un derecho humano inalienable!
¡No a la criminalización y judicialización de la protesta social!
¡Respeto a la integridad física y emocional por parte de la fuerza pública!

ACODEHU

Ana Cecilia Jiménez
Presidenta ACODEHU

El Derecho de la función pública del enemigo

“Quien gana la guerra determina lo que es norma, y quien la pierde ha de someterse a esa determinación” (G. Jakobs)

Manuel Hernández

En el complejo ciclo de desarrollo y consolidación del neoliberalismo económico, particularmente en los dos últimos años, acicateado por la crisis económica y fiscal del país, los poderes político-corporativos hegemónicos concertaron una potente y rabiosa legislación que trastoca los derechos individuales y socava los derechos colectivos de ciudadanía social de las personas que laboran en la Administración Pública.

Este ciclo comporta un deslizamiento gradual de la democracia hacia el autoritarismo político, que ha tenido un giro violento en estos dos años, que termina derrumbando las reglas pactadas de la institucionalidad democrática.

En este artículo se ensaya un análisis del contenido y alcances de esta legislación emergente y de excepción, que configura la categoría que denomino el Derecho de la función pública del enemigo.

Se utiliza esta categoría, derivada de la teoría del Derecho penal del enemigo (G. Jakobs), para examinar, desde un punto de vista crítico, esta legislación emergente y permanente, cuya imposición determina un giro de tuerca que consuma una reestructuración global del modelo o subsistema de las relaciones de trabajo de la Administración Pública. Una nueva institucionalidad, regresiva y de carácter autocrática, que coloca a los sindicatos en un serio predicado, comprometiéndolos a asumir un histórico desafío.

1.- La necesidad y pertinencia de una superestructura política-jurídica funcional al modelo de acumulación capitalista neoliberal

Aproximadamente, desde hace unas cuatro décadas, en nuestro país, se viene de manera progresiva, paso a paso, aunque no de manera rígidamente lineal, pero si en la misma dirección, aguijoneado por el Consenso de Washington (1989), desarrollando y consolidando el neoliberalismo económico.

Este modelo corresponde a una ya prolongada fase de reestructuración o ajuste estructurales del modo de producción capitalista, que responde a las nuevas exigencias de acumulación y explotación, no sólo de la fuerza de trabajo, sino también de los recursos de la naturaleza.

Este modelo de acumulación está radicado en la globalización de la economía y la producción, la financiarización de la economía, la automatización, la desregulación de los mercados, incluyendo la flexibilización del “mercado” de trabajo, la reestructuración de los procesos de producción, la reducción del déficit fiscal, del gasto público y la privatización de los servicios públicos (Williamson).

El neoliberalismo se sustenta en una lógica de acumulación por desposesión (Harvey), que tiene por objetivo reconstituir la hegemonía del capital en el proceso de producción y reproducción social, recurriendo a la mayor explotación posible de los recursos de la humanidad en su conjunto, que requiere menos derechos de libertad, derechos sociales, canales de mediación entre el capital y el trabajo y menos democracia (Noguera Fernández).

Estas políticas implican que el Estado asuma el “imperativo de la austeridad” (Luistig); en síntesis, más Mercado y menos Estado, el mantra de la ideología neoliberal, la esencia de la nueva Lex Mercatoria.

Pero este modelo de acumulación exige necesariamente una superestructura política- jurídica que fisiológicamente le sea funcional; es decir, de un conjunto de aparatos ideológicos de dominación (los famosos AIE de Althusser), que se adecuen a esta fase de desarrollo del capitalismo y aseguren el cumplimiento normativo y coactivo de aquellos objetivos.

En Costa Rica, esta superestructura política-normativa se empezó a gestar desde las primeras cartas de intenciones firmadas con el FMI (1982, 1984), la saga de los PAES 1, 2 y 3, firmados con BM, todos con la rúbrica socialdemócrata del PLN (1985, 1989, 1995), la aprobación del TLC (2007), la aprobación de los 22 comités para la adhesión de Costa Rica a la OCDE, dentro de cuya agenda destaca la reestructuración del empleo público y la Administración Pública.

Más reciente, en el último par de años, bajo el pretexto de la crisis fiscal, se aprobó aceleradamente una legislación “laboral”, con un núcleo duro que se basa en dos caras de la misma moneda: la desposesión de los derechos laborales de las personas que trabajan en la Administración Pública, y el menoscabo de sus derechos colectivos de ciudadanía.

Esta legislación emergente, excepcional, de excepción no temporal, sino permanente, que se articula en ese devenir del proceso de profundización de las reformas estructurales, tiene como sustrato la construcción ideológica del funcionario público antisocial forjada por los poderes fácticos.

Resulta aquí didáctica la siguiente afirmación de Chomsky:

“Cuando se trata de construir un monstruo fantástico siempre se produce una ofensiva ideológica, seguida de campañas para aniquilarlo. No se puede atacar si el adversario es capaz de defenderse: sería demasiado peligroso. Pero si se tiene la seguridad de que se le puede vencer, quizá se lo consiga despachar rápido y lanzar así otro suspiro de alivio.”

Esta cita de Chomsky refleja muy bien el proceso doméstico de construcción social y representación cultural del funcionario público, como enemigo de la ciudadanía, cuya violenta campaña, política y mediática, para destruir sus derechos individuales y de ciudadanía social, ha sido intensa y visceral en estos años.

Partiendo de esta construcción cultural negativa, el discurso político y mediático entronizado transfiere convenientemente la responsabilidad de la crisis fiscal a los funcionarios públicos, estigmatizados como parias que sacrifican los recursos públicos, “secuestradores de quirófanos”[1]; cuyos discursos destilados en cicuta llegan al extremo de desacreditarlos y tratarlos como hordas de acosadores sexuales y sátiros de menores de edad.[2]

En esta coyuntura, esa legislación que se promulgó responde a una combinación de varios factores: a la radical defensa, desde aquella racionalidad neoliberal, de la agenda de los intereses económicos del poder corporativo hegemónico, a la irracionalidad visceral de los sectores ultraderechistas y antidemocráticos, y también a una buena dosis de ignorancia política.

Lo cierto es que a merced de la crisis económica y fiscal, esos espurios intereses han encontrado un terreno fértil para empoderar su agenda y amalgamar una legislación de excepción, permanente, fundida principalmente en dos leyes, y una más que estaría próxima a ser también ley de la “República”, de la República oligárquica corporativa de ellos, a saber: Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, N°9635 (2018), Ley para brindar seguridad jurídica sobre la huelga y sus procedimientos, N°9808 (2020) y (Proyecto) Ley Marco de Empleo Público (que por el curso vertiginoso de los acontecimientos y el alto grado de consenso político concitado, me adelanto a ponerle, no el número de ley, pero si el año de promulgación: 2021).

Estas tres leyes de amplio espectro (que en este artículo de opinión asumo como tales) vienen a la postre a configurar el tridente neoliberal que denomino: el Derecho de la función pública del enemigo, que disciplinan, no solo el régimen de las condiciones de empleo, sino, además, la actividad principal de los sindicatos en el ámbito de la Administración Pública.

2.- La configuración del Derecho de la función pública del enemigo

Antes de desarrollar el contenido y alcance de esta propuesta que planteo, es pertinente advertir que esta denominación la tomé prestada de la teoría del derecho penal del enemigo (G. Jakobs, 1985), cuya trasposición al derecho laboral, particularmente al ámbito del derecho de la función pública, mutatis mutandi, resulta jurídicamente sostenible.[3]

Esta teoría tiene un potencial expansivo (García Amado), que permite utilizarla como categoría critica de análisis, que facilita la comprensión de los (dis)valores antidemocráticos y juicios políticos que impregnan las leyes que de seguido se examinarán.

La configuración de este anunciado régimen jurídico de excepción de la función pública se basa en una legislación de tres patas:

2.1.- El disciplinamiento del desempeño, la productividad laboral y las remuneraciones de las y los funcionarios públicos

En uno de los contextos económicos más difíciles de nuestra historia republicana, con una fuerte resistencia social, se promulgó la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, N°9635 (2018).

Esta ley tiene una impronta neoliberal incuestionable, compuesta por tres ejes: materia tributaria, regla fiscal y remuneraciones de las y los funcionarios públicos.

Tratándose de este último eje, la ley, por una parte, diseñó un nuevo modelo para disciplinar la gestión del desempeño de los servidores, y por otra parte, una regulación de contención de sus remuneraciones.

El modelo de evaluación de desempeño ordena la actividad laboral y la productividad de los funcionarios, quienes quedan sometidos, manu militari, a un esquema rígido, jerarquizado, unilateralista, vinculado al cumplimiento de una rigurosa métrica de índices y metas cuantitativas, que no necesariamente garantiza el mejoramiento de la eficiencia y calidad de la prestación de los servicios públicos.

Asimismo, disciplinó sus remuneraciones, porque nominalizó y congeló, ad perpetuam, los sobresueldos y complementos salariales.

La legislación produce una desvalorización de la fuerza de trabajo y un estancamiento de largo plazo de las remuneraciones, que de manera gradual perderán su valor real adquisitivo; en un círculo nada virtuoso, porque su efecto contradictorio causará una reducción de la demanda agregada y la contracción de los niveles de consumo.

A la vez, este régimen se complementa con las medidas extraordinarias que contempla la Regla Fiscal, que se aplicarán a partir de 2022, que producirán un congelamiento total de los salarios, con el consecuente empobrecimiento de amplias capas de funcionarios y funcionarias.

Podemos afirmar que esta ley consiste en una herramienta de política económica y fiscal, en una técnica de sujeción de la organización de la prestación de la fuerza de trabajo, la productividad y el control de las remuneraciones de los servidores públicos; además de las ostentosas restricciones que impone en materia de negociación colectiva de los salarios.

2.2.- El disciplinamiento del conflicto colectivo y la huelga en los servicios públicos

A consecuencia de las protestas sociales y la huelga general convocada por los sindicatos, a finales de 2018, contra el proyecto de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, cuyo movimiento se extendió hasta por tres meses, se produjo una violenta y comatosa reacción de las patronales, los partidos políticos y el Gobierno.

La protesta social fue reprimida e impulsó frenéticamente un proyecto de ley, tendiente a reformar el Código de Trabajo, en materia de huelga, en una nueva escalada de estigmatización y hostilidad contra las personas funcionarias públicas.

Aquel constructo social del funcionario público, transmutado en enemigo de la sociedad, quedó reflejado en el discurso de uno de los más enconados diputados promoventes del proyecto:

“(…) La víctima de esa utilización [de la huelga] fue la gente, que hemos dicho en reiteradas ocasiones perdió operaciones quirúrgicas, tratamientos contra enfermedades graves, gente que no pudo llegar a su trabajo porque no bastándoles el uso de la huelga, se inventaron que el bloqueo era una especie de instrumento paralelo. Lo que hemos hecho ha sido devolverle a la ciudadanía la condición constitucional que nuestros padres y abuelos fijaron en la ley suprema del país:”

La contrarreforma laboral, consumada en la Ley para brindar seguridad jurídica sobre la huelga y sus procedimientos, N°9808 (2020), en términos generales, por un lado, estableció sustanciales restricciones al ejercicio del derecho de huelga en determinados servicios públicos, y por otra parte, generalizó la prohibición de la huelga, a expensa de una concepción indiscriminada de los servicios esenciales, que no se adecua a los pronunciamientos de los órganos de control de OIT.

La ley constituye un autoritario dispositivo de control social que priva a los sindicatos de la principal medida de poder de presión colectiva de las y los trabajadores.

2.3.- El disciplinamiento de la relación de empleo y la autonomía colectiva

No obstante el impacto de grueso calibre causado por aquellas dos leyes, la superestructura jurídica-política necesaria no estaba todavía completa, perfeccionada; requiriéndose para esto, es decir, para consolidar “el bloque histórico” (Gramsci), además, una regulación totalizante de la relación de empleo público y la prohibición absoluta del derecho de negociación colectiva en la Administración Pública.

Este imperativo normativo, en el marco de adhesión del país a la OCDE, y ahora en la coyuntura de la crisis profundizada por la pandemia de la Covid-19, convertida en justificante para solicitar otro préstamo a FMI, se pretende cumplimentar con la aprobación definitiva de la Ley Marco de Empleo Público (Exp. N° 21336).

Esta nueva iniciativa, para honrar sus compromisos con uno de los comités de OCDE, la presentó el Poder Ejecutivo en 2019 y está actualmente dictaminada por la Comisión de Gobierno y Administración de la Asamblea Legislativa, a la espera del trámite de las mociones de fondo vía artículo 137 del Reglamento de la Asamblea Legislativa.

El proyecto tiene 4 objetivos cardinales inescindibles: político, fiscal, (anti) sindical y otro enfocado en la reestructuración y reorganización de la Administración Pública[4].

El primer objetivo, de carácter político, tiende a una mayor concentración de poder en manos del Poder Ejecutivo, que se instrumenta con las múltiples y exorbitantes competencias que se le atribuyen a MIDEPLAN.

MIDEPLAN sufre una metamorfosis y transforma en un supraministerio, que tendrá bajo su dominio centralizado y absoluto la gobernanza política y la regulación normativa de los principales componentes de la relación de empleo público, prácticamente en todo el ámbito de la Administración Pública, que enerva todo espacio a la negociación colectiva.

El segundo objetivo, de carácter fiscal, se instrumenta particularmente con el esquema de salario único global; que ya la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas nominalizó y congeló los sobresueldos y complementos salariales, por lo que podría considerarse la antesala del salario global.

El tercer objetivo del proyecto es de orden antisindical, porque excluye del ámbito de la negociación colectiva, todos aquellos componentes de la relación de empleo, incluidas las remuneraciones, cuya regulación le compete en exclusiva y de manera excluyente al nuevo monstruo político MIDELEVIATAN, con un poder soberano sobre las condiciones laborales de los mortales servidores públicos.

Esta proscripción de la negociación colectiva en la función pública hunde sus raíces en la dogmática administrativista del Siglo XIX, que tiene su antecedente en la Filosofía del Derecho de Hegel, que reduce a la persona/funcionaria pública a un status de servidumbre, sometida a un régimen estatutario, cuya relación de empleo la determina unilateralmente el Estado, excluyendo absolutamente cualquier participación de los actores que representen sus intereses.[5]

Así, con esta tercera pata de la mesa, se estaría consolidando el ciclo de regulación neoliberal del trabajo en la función pública -que no significa necesariamente que con la Ley Marco de Empleo Público se vaya a cerrar este ciclo-, mediante la constitución de un poder-ministerio hegemónico, que regimienta la relación de empleo, complementado por la prohibición generalizada de la huelga y la negociación colectiva en la Administración Pública.

3.- Alcances e implicaciones del Derecho de la función pública del enemigo

Ese arpón normativo de tres puntas, clavado en el corazón de la función pública, da lugar, de acuerdo con la terminología de Lévi-Strauss y Durkheim, a un “hecho social total”, por las implicaciones que en su conjunto produce este régimen en el tejido político, social, jurídico e institucional.

Entonces, tenemos que en un período de tiempo muy corto, a ritmo de una legislación motorizada (Carl Smith), se está armando este excepcional Derecho de la función pública del enemigo, conformado por un tridente neoliberal, de tres potentes y filosos picos: la Ley de Finanzas Públicas, la contrarreforma legal en materia de huelga y la virtual aprobación de la Ley Marco de Empleo Público; salvo que algo extraordinario sobrevenga y se descubra la vacuna que nos salvaguarde de esta implosión neoliberal.

Se puede sostener que este disciplinamiento totalitario de la relación de empleo público, y el encierro normativo en el que se está metiendo a los sindicatos, privados del ejercicio de las acciones colectivas que le son inherentes, corresponde a una “explosión neofascista” (Cornel West), que simboliza al funcionario público como enemigo del bien común, que legitima que sea meritorio de una legislación de excepción, en términos de “defensa social”, opuesta a la legislación laboral, incluso a la legislación administrativa ordinaria.

En realidad, la construcción de ese patrón del otro, como enemigo de la sociedad, del orden público, del bien común, no es nada novedosa de este siglo XXI, cuyos antecedentes se remontan a los fascismos de la década de los 30 y 40 del siglo pasado, que contemporáneamente asumen renovadas expresiones matizadas por el neoliberalismo económico.

De esta forma, se construye una nueva forma de cohesión social del poder, basada en una “nueva forma de obediencia” y control social construido por las clases dominantes, que favorece la conformación de un Estado penal policial, “que reprime duramente las resistencias que puedan surgir como fruto del malestar social ocasionado por la pérdida de derechos, a la vez que genere miedo, para evitar que se reproduzcan.” (Noguera Fernández)

Esta nueva subjetividad del trabajo, encarnada en el enemigo, legitima que las funcionarias públicas sean excluidas del ordenamiento jurídico, “la expulsión de la ciudadanía del trabajo” (Pérez Rey y Adoración Guamán), mediante la imposición de un régimen autoritario diseñado para destruir sus derechos y combatir a las organizaciones gremiales que representan sus intereses, limitando o privándolas de sus derechos de representación y las funciones colectivas que le son esenciales, sin las cuales los sindicatos quedan reducidos a simples caricaturas jurídicas asociativas, desposeídos de todo poder social, gremial y contrahegemónico.

Esta regulación normativa de excepción, producida en corto plazo, obedece a una estrategia de choque, que forma parte del proyecto neoliberal, la cual marca una ruptura del ordenamiento, liquida el pacto político y social, en una suerte de quiebre constitucional totalmente incompatible con el sistema democrático y los derechos fundamentales.

En definitiva, este totalitario régimen estatutario, ex lege, institucionaliza un nuevo modelo, o más propiamente un subsistema de relaciones laborales de la Administración Pública, pero con consecuencias disciplinares que trascienden la “fabrica” pública y se extienden en su conjunto al sistema de relaciones laborales, como un “hecho social total”.

Este modelo define “una nueva matriz de disciplinamiento laboral más eficiente”, afincada en una “red de dispositivos” normativos de control o mecanismos heterónomos de dominación social, que fortalecen el poder de dirección patronal, refuerzan la relación asimétrica de trabajo, repelen toda manifestación del conflicto social y suprimen cualquier cauce de mediación democrática entre el Estado-Patrono y sus servidores.

Pero no olvidemos que todo “campo” de dominación contiene espacios o reductos de resistencia. Como señala Foucault: “Donde hay poder, hay resistencia.”

Por último, este modelo de relaciones laborales en la función pública, representa un serio desafío para los sindicatos, que no queda la menor duda que se están jugando la piel y el presente.

Este desafío lo tendrán que asumir los sindicatos, de una vez, con pensamiento crítico, en tiempo real, con la finalidad de construir una estrategia alternativa que resista el furioso embate y se restablezca la supremacía del Estado Social y Democrático.

1° de enero de 2021

[1] /La Nación, 27/09/2018

[2]/ La Nación, 27/11/2020

[3]/ Günther Jakobs opone el derecho penal del ciudadano, al derecho penal del enemigo. Esta teoría, que se ancla en la filosofía de Kant, sostiene que en la sociedad existen individuos que por la sola peligrosidad de las actividades que realizan, se justifica un trato penal represivo de excepción e intenso, como enemigos que hay que separar de la comunidad, protegiéndola frente a ellos. A estos individuos el Estado no debe tratarlos como personas, sino combatirlos como enemigos. Esta teoría ha sido utilizada eficazmente para combatir el terrorismo, la inmigración y los movimientos de resistencia contras las políticas neoliberales.

[4]/ En un artículo titulado “Los objetivos del Proyecto de Ley Marco de Empleo Público” desarrollé este tema, publicado en Surcos Digital, el 20/12/2020.

[5]/ En un artículo titulado “La dogmatica de la Procuraduría General en materia de negociación colectiva en la función pública”, publicado en el Semanario Universidad, de 10/12/2020, analicé el contenido y alcances de la concepción autocrática de relación estatutaria que encierra el proyecto de ley.

 

Alto a la criminalización de la protesta social

SURCOS comparte el pronunciamiento de la Asociación Costarricense de Derechos Humanos:

Alto a la criminalización de la protesta social

La Asociación Costarricense de Derechos Humanos (ACODEHU) se pronuncia, a nivel nacional e internacional, contra la violencia y criminalización de la Fuerza Pública a la ciudadanía costarricense que ejerce el legítimo derecho a la protesta social, cuyos responsables son el Ministerio de Seguridad y la Fuerza Pública.

El pasado 14 de octubre balearon por la espalda al señor Dennis Cortés Arce, de 48 años de edad, en Upala, provincia de Alajuela, quien es un humilde trabajador que participaba en los movimientos de protesta contra impuestos y los nuevos préstamos del Fondo Monetario Internacional. Él sufrió heridas graves y hoy se encuentra con profundas secuelas en su salud, hecho que se suma a innumerables atropellos a los Derechos Humanos en el marco del movimiento social y popular convocado por el Movimiento Rescate Nacional (MRN).

Ayer 21 de noviembre a las 8 pm balearon al joven indígena Jimmy Martínez Tercero, en Buenos Aires de Puntarenas, quien participaba en una manifestación y hoy se encuentra en el hospital de dicha región. Aparentemente la OIJ está tratando de recabar datos para realizar su respectivo informe. Además, nos informan que vapulearon a tres jóvenes al extremo de que los dejaron tumbados y malheridos en el suelo.

Se supone que en Costa Rica no tenemos ejército, el próximo 2 de diciembre se celebrará un año más de la abolición del ejército; de esta institución que en la mayoría de los países lo único que hace es daño e impulsa la violencia contra su propio pueblo.

Denunciamos que esta práctica sistemática tan violenta y plagada de abuso de autoridad por parte de la Fuerza Pública contra la ciudadanía de este país es relativamente nueva en este país, por lo que el pueblo de Costa Rica está muy preocupado.

La ACODEHU hacemos un llamado a la Defensoría de los Habitantes, a las diputadas y a los diputados de nuestra República, a organizaciones de Derechos Humanos nacionales e internacionales, al movimiento social y sindical para que denunciemos e impugnemos estas prácticas nefastas, propias de otros Estados donde existen ejércitos.

Reiteramos que en Costa Rica no existe ejército. La protesta social es un derecho

¡Defender los Derechos Humanos, es ampliar la democracia!

Ana Cecilia Jiménez Arce
Presidenta
Óscar Leiva Cerrato
Vicepresidente

 

Fotografía: (Facebook: ACODEHU)

Tareas aplazadas: A 31 años de los mártires de la UCA

Luis Andrés Sanabria Zaniboni

«De nada serviría una concientización sobre la propia identidad y sobre los propios recursos si no se encuentran formas organizativas que lleven al ámbito de la confrontación social los intereses de las mayorías populares…» Ignacio Martín-Baró

Algunas veces consideramos que la novedad es patrimonio de la generación presente que logra reinventarse, sin embargo, otras veces, la novedad la encontramos en nuestra memoria, en las palabras de quienes estuvieron antes de nosotros y nosotras y con su ejemplo dejaron una línea muy superior a la que hemos trazado. El 16 de noviembre de 1989, en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas se perpetró un crimen como muchos que padeció el pueblo salvadoreño en esa guerra sin fin que aún hoy abre sus heridas.

De la mano del pelotón del batallón Atlacatl (unidad de la fuerza armada de El Salvador) siguiendo las órdenes del coronel René Emilio Ponce, en la administración cómplice del presidente Alfredo Félix Cristian, irrumpieron de forma encubierta en el centro de estudios y de manera indiscriminada asesinaron a Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín Baró, Segundo Montes Mozo, Armando López Quintana, Juan Ramón Moreno Pardo, Joaquín López y López, Julia Elba Ramos, y Celina Mariceth Ramos. Más que relatar un hecho, queremos preguntarnos ¿Qué tareas nos dejaron pendientes aquella generación?

Cuando volvemos a sus palabras, encontramos una fuerza sin igual en la búsqueda de la justicia y la liberación de nuestros pueblos. Parecen hoy palabras anticuadas, descoloridas ante los “cambios de paradigmas”, pero no dejan de ser faros que nos recuerdan y denuncian a ese poder de la dominación y el encubrimiento de los sentidos y prácticas que colonizan nuestras mentes y cuerpos.

Tal vez ocuparíamos muchos espacios para enlistar las tareas que nos quedaron pendientes de estos maestros y maestras, personas comprometidas con la persona humana, con su tiempo y su territorio, pero también fueron recreadores de una universidad que responde a la mayoría popular, que mira y siente con los pobres, que acompañándose recrean ese otro mundo que se hace a mano y sin permiso, como diría Silvio Rodríguez.

Recordemos a don Ignacio Ellacuría, él en muchas ocasiones nos invitó a repensar los derechos humanos, hoy se un desafío vigente ante la creciente criminalización de la protesta social y la judicialización de la política que corroe nuestras sociedades ante la nada inocente justificación de la defensa de las “libertades” de unos ante los “excesos” de las y los manifestantes.

En aquel Salvador desangrado por la guerra Ellacuría miraba una sociedad que erosionaba su tejido social, la criminalización y violación sistemática de cualquier garantía para la población, provocó la necesidad de re-mirar los derechos humanos, no desde la proclamación abstracta y deshistorizada, sino desde su propia historización, es así que tres preguntas se volvieron determinantes: ¿desde dónde?, ¿para qué? y ¿para quienes son esos derechos?

Ya que como atestiguaba en aquel país, los derechos eran utilizados ideológicamente al servicio de los intereses de unos u otros grupos, por esta razón la historización permitió situar los derechos ante  la verificación de las realidades concretas de los sujetos, es así que se su ejercicio se vio interpelado: verdad-falsedad, justicia-injusticia, ajuste-desajuste que se da a través del disfrute o privación de determinado derecho, la constatación de su ejercicio por unos pocos o mayorías, las condiciones concretas de su realización,  el desafío por los  cambios concretos y no la mera enunciación de posibilidad.

Ignorar esto, es colocar los derechos como algo abstracto, independiente de la realidad e instrumentaliza para el encubrimiento de lo ya adquirido por los más fuertes. No lo discute, convierte el derecho en privilegio.

La protesta social, como derecho humano es la herramienta mediante la cual los derechos humanos encuentran su posibilidad efectiva y dinámica, la problematización pública de las realidades opresoras que padecen las personas, pero su reivindicación no parte de la condición de debilidad y opresión, sino la capacidad de construcción de la conciencia del sujeto que toma para sí el cambio e interviene en su realidad para transformarla.

La reducción, criminalización y posterior negación de la protesta social como derecho humano es la privación de este papel protagónico de los sujetos individuales y colectivos, pero también encubre los sistemas de opresión presentes en la supuesta defensa que esgrimen las elites, por la garantía del disfrute de sus “derechos”, es decir los derechos negados, desprovistos y obstaculizados a los otros.

¿Qué nos invita a repensar? Que, a través de esta ofensiva abierta contra el derecho por la protesta social, esconde lo que Ellacuría llamaba la jerarquización de los derechos humanos, esta nos permite develar que tipo de sociedad se estructura detrás de determinadas acciones. Da cuenta de la defensa de este sistema de dominación que se basa en el abuso de unos pocos, a partir de la privación de los otros, es decir que el disfrute de ciertos derechos es gracias a la violación o la omisión de esos mismos derechos a otros. Es así que podemos re-encontrar el sentido ético, político y pedagógico a esa obligación de los pocos por resarcir a los muchos o el de la justicia por exigir lo que es debido.

Problematizar e historizar los derechos o privilegios de nuestras sociedades sigue siendo una tarea para construir esa sociedad más humana, por esta razón es necesario volver nuestra mirada a estos mayores que levantaron su voz y denunciaron, pero que también estrecharon sus manos y destinos hasta volverse parte de ese pueblo que se rebela ante la injusticia y reclaman su lugar en la historia. De ese tamaño siguen siendo nuestras tareas pendientes.

Imagen:
http://jesuitasaru.org/exigir-justicia-no-es-venganza-martires-de-la-uca/

Concentración en apoyo a la comunicadora Stella Chinchilla

Este 10 de noviembre se está convocando a una concentración en los Tribunales de Justicia de Cartago para apoyar a la comunicadora, defensora de derechos humanos y compañera Stella Chinchilla Mora, quien está siendo llevada a Juicio en Flagrancia después de una detención arbitaria, imputada por acusaciones falsas de la Policía, quienes injustamente le atribuyen delitos que no ha cometido.

¡Porque ella comunica, nos enteramos!
¡Porque la quieren callada, la defendemos!
¡En defensa de la Protesta Social, la Libertad de Expresión, el Derecho a Informar!
Facebook: tinyurl.com/y37fovv9

NO MÁS VIOLENCIA CONTRA LA LIBERTAD DE PRENSA Y NUESTROS-AS COMUNICADORES-AS ALTERNATIVOS

Centro Amigos para la Paz

 

Enviado por Marcela Zamora Cruz.

08 de noviembre de 2012: ¡nunca olvidar!

Carlos Vega

UNA «democracia» con PELAJE de DICTADURA!

El 08 de noviembre de 2012 desde los diferentes confines de esta Patria SAQUEADA por los desgobiernos, nos movilizamos desde muy temprano hacia San José nuestra Capital.

Íbamos acompañados de adultos mayores y familiares de diferentes edades incluidos niños que también defendían el Derecho Humano a tener una Seguridad Social como la que pensaron en las luchas de la década de 1940 que costaron FUSILADOS, REPRIMIDOS, TORTURADOS Y DESTERRADOS de nuestra Patria.

Centenas acudimos a San José el 08 de noviembre de 2012, marchamos en Paz hacia la Caja Costarricense de Seguro Social en DEFENSA de uno de los mejores Sistemas de Seguridad Social en el mundo, en peligro de ser PRIVATIZADO ya que para las cúpulas políticas empresariales: ¡el negocio de la SALUD es lo más lucrativo que existe!

Grandes costarricenses como Monseñor Víctor Manuel Sanabria por la Iglesia Católica, Licenciado Manuel Mora Valverde del Partido Comunista y el Doctor Calderón Guardia entonces Presidente de la República, unieron pensamiento en la DIVERSIDAD de las ideas, y parieron en las luchas de la década de 1940, las GARANTÍAS SOCIALES, aún hoy AMENAZADAS por los DESGOBIERNOS en estas últimas décadas.

¡ESE 08 DE NOVIEMBRE DE 2012 EN UNA MARCHA PACÍFICA FUIMOS BRUTALMENTE REPRIMIDOS POR LAS FUERZAS DE CHOQUE POLICIALES DEL DESGOBIERNO DE LAURA CHINCHILLA, POR EL DELITO DE DEFENDER EL DERECHO A LA SALUD COMO SINÓNIMO DEL DERECHO A LA VIDA PARA TODOS!
¡Estamos OBLIGADOS por DIGNIDAD y PATRIOTISMO A QUE LA MEMORIA HISTÓRICA NUNCA SEA BORRADA!
Celebremos esta fecha, ¡la Caja Costarricense del Seguro Social aún está en peligro!
¡Costa Rica se DEFIENDE!
¡Los únicos derrotados son los que dejan de luchar!

Saludos fraternos Ing. Carlos Vega
Luchador Social Grecia

¡Con exclusiones no!… La gestión del conflicto social del presidente Alvarado

César López Dávila

En el mundo, la movilización de un grupo de personas buscando soluciones a problemas concretos, o para expresar su opinión a favor o en contra de una figura, política pública, o ley, es una práctica acostumbrada. Incluso, el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (que impone a los Estados miembros, obligaciones tendientes a la promoción y protección de derechos humanos), y del cual forma parte nuestro país; reconoce que la protesta social juega un papel fundamental en el desarrollo y el fortalecimiento de los sistemas democráticos.

Costa Rica no es ajena a las acciones de protesta. Incluso centros de investigación como el Programa Estado de la Nación, definen la protesta social como eventos en que participa un grupo de personas, para expresar una demanda o reivindicación de alcance colectivo, ante alguna entidad pública o privada.

Pero tengamos presente que la protesta social no ocurre en el abstracto, sino como parte de un contexto regional, en el cual la desigualdad sigue presente y crece. Tal desigualdad suele ser el rasgo social ante el cual la participación ciudadana sobre asuntos públicos, con frecuencia, toma forma de protesta.

En Costa Rica, desde años atrás, entes internacionales como el Programa de Naciones Unidades para el Desarrollo (PNUD), o la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL), nos vienen avisando del crecimiento alarmante de la desigualdad, así como del sostenido y sistemático aumento de la brecha entre ricos y pobres. A la vez, investigaciones nacionales indican cómo el desempleo y la pobreza, consumen a cada vez más hogares.

En sociedades democráticas, no es de extrañar que las personas se organicen y expresen sus demandas de formas distintas, con estrategias variadas, sean formales o no institucionales. En sociedades con desigualdades tan crecientes como la nuestra, no debería causar extrañeza que la protesta tome formas menos institucionales; sobre todo si ésta proviene de sectores vulnerables a los cuales, durante largo tiempo, los canales tradicionales de participación para tramitar sus necesidades insatisfechas, no les han generado soluciones concretas.

Esas formas no institucionales de protesta, en variadas ocasiones, afectan el normal desarrollo de otras actividades; incluso, al punto de generar su interrupción súbita. Sin embargo, tal situación no las vuelve en sí mismas ilegítimas como formas de expresión. Tenga claro la persona lectora que esto no lo digo yo, sino la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Las protestas son una realidad social compleja, donde resulta difícil armonizar los distintos derechos en juego, tanto los de los manifestantes, como los de los ciudadanos que no forman parte de la protesta. Precisamente, por ello, las manifestaciones suelen convertirse en un disparador de emociones, lo cual puede resultar riesgoso en un país como el nuestro, en el cual reiterados estudios de opinión vienen señalando una alarmante disminución del respeto de los ciudadanos a los derechos políticos de los demás; en especial, a los de aquellos con quienes no se está de acuerdo. O lo que es lo mismo: un aumento de la intolerancia política.

Por eso, a pesar de las emociones encontradas que generan las protestas, no corresponde al rol de los afectos, dar solución a una conflictividad social en aumento. Por el contrario, corresponde a los Estados, la obligación de gestionar el conflicto social desde la perspectiva del diálogo. Así lo promueve el Sistema Interamericano de Derechos Humanos del que Costa Rica es parte.

Siempre con relación a las medidas que tomen los Estados para atender las protestas sociales en sus distintas modalidades, el Sistema Interamericano de Derechos Humanos diferencia, que una cosa es el uso proporcional de la fuerza en aras del orden público; y, otra cosa muy distinta, un paradigma de seguridad ciudadana, en el que se considere a la población civil que se manifiesta como “enemigo”, lo cual a la luz del derecho humano y de un sistema democrático, se considera un error en la gestión del conflicto social.

Se puede estar de acuerdo o diferir con las modalidades que grupos vulnerables con limitado o nulo acceso institucional escogen para realizar sus protestas, pero en toda gestión del conflicto, los Estados que se precien de democráticos, paralelo a su preocupación por el establecimiento del orden público, deben garantizar respuestas enmarcadas en el diálogo y las garantías para quienes se manifiestan.

Por eso llama mucho la atención que los días 4 y 11 de octubre, el Presidente Alvarado (Poder Ejecutivo) y el diputado Criuckshank (Presidente del Legislativo), propusieran una fórmula de diálogo entre actores institucionales, pero se excluía a un actor principal de los acontecimientos: el Movimiento Rescate Nacional.

El diálogo se ha vuelto necesario ante las manifestaciones, sin ellas, el Gobierno hubiese seguido su ruta causante del descontento. Tal diálogo, en cualquier parte del mundo, sucede entre actores concretos que entran en tensión sobre ciertos temas. Si el diálogo se ve como salida negociada a la conflictividad, ¿qué sentido tiene que el Gobierno hable de diálogo desde una posición que descalifica al adversario como sujeto de negociación?

La apertura al diálogo con los Estados y la sociedad civil no se limita a la vía institucional. En momentos de elevada conflictividad, deben primar altas luces democráticas para discernir, si quienes se manifiestan tienen o no, por su situación de exclusión o vulnerabilidad, acceso a las instituciones de mediación. O si, por el contrario, el origen de su malestar consiste en que la vía institucional no responde, efectivamente, a sus necesidades. Alarmante es para la Democracia cuando quienes gobiernan, insisten en desconocer a la oposición cuando ésta emerge de grupos subrepresentados o marginados, que enfrentan marcos institucionales que no favorecen su participación.

Más alarmante es aún la reacción de la clase gobernante, luego de que, por debilidades metodológicas propias, el pasado 15 de octubre se anunciara la caída de la primera mesa de diálogo. Ahí es donde el mensaje del Presidente Alvarado, del 16 de octubre, se torna pieza de antología: apoyándose en que la solidez de la Democracia no se debe poner en riesgo, calificó como mancha a la Democracia que una organización empresarial legitimara, mediante la firma de un principio de diálogo sin exclusiones, al actor que el Gobierno califica como “ilegítimo”.

Si tal cosa no es insistir en un paradigma de seguridad ciudadana, que considera “enemigos” a los protagonistas de las protestas, no sé lo que sea. La improcedencia del discurso de la legitimidad formal, como impedimento para interactuar en un dialogo social, queda en evidencia cuando, guardando las diferencias y dimensiones del caso, lo aplicamos a otros sucesos históricos: ¿es que alguien se imagina al imperio británico diciéndole a Ghandi que no atendería sus demandas, por considerar que la dirigencia de su movimiento no tenía legitimidad formal?

En comunicación política, la construcción de un enemigo externo es recurso frecuente para cohesionar la opinión pública; generalmente es seguido de llamados a cerrar filas con el sistema democrático. En nuestro país las instituciones democráticas siguen vigentes, más allá de temores infundados. La verdadera preocupación que deberíamos atender, es aprender las lecciones del tristemente célebre Memorándum del Miedo en tiempos del TLC, y preguntarnos si en Costa Rica se ha convertido o no, en una práctica recurrente, la costumbre de apelar a la cultura del miedo como estrategia de profundización del modelo neoliberal.

A menos de 24 horas de anunciada la nueva convocatoria de Gobierno, 40 diputados de 5 fracciones legislativas anunciaron que no asistirían. ¿A quién culparán ahora de manchar la Democracia? ¿Cómo garantizarán la vinculación legislativa de lo que ahí se acuerde? ¿Por qué insistir en excluir del proceso a protagónicos actores?

Diálogos hay muchos y con propósitos diversos. Por ello resulta esclarecedor analizar la gestión de la conflictividad social. Sepamos distinguir: Un diálogo sin exclusiones contempla los actores en tensión en busca de una salida una salida negociada a la conflictividad. Un diálogo entre actores únicamente institucionales, se limita a legitimar decisiones. Si los procesos de diálogo no dan cabida a la voz de los descartados de la economía, cuando estos presentan planteamientos alternativos a los intereses políticos y económicos dominantes, de poco servirán las mesas en la búsqueda de aplacar las protestas. ¡Con exclusiones no… La salida debe ser política.

Pronunciamiento del Movimiento Feminista y de Mujeres: lecciones para un diálogo pendiente

Las abajo firmantes articuladas como organizaciones feministas, organizaciones de mujeres y feministas independientes, ante la coyuntura nacional actual manifestamos:

  1. Sí queremos diálogo. Existe una amplia coincidencia general entre las y los actores sociales y la ciudadanía en la urgencia de un diálogo nacional inclusivo, abierto y, sobre todo, con resultados vinculantes. El camino democrático no es solo electoral, debe ser una construcción continua hacia una sociedad más justa, igualitaria y equitativa, donde toda la diversidad de mujeres seamos tomadas en cuenta y ¡No podemos permitir que nos dejen atrás ni que nos hagan a un lado!
  2. El diálogo que queremos y creemos necesario debe tomar en cuenta las lecciones inmediatas y no reproducir los mismos errores. Los intentos realizados de diálogo, hasta el momento fallidos o limitados, nos permiten reconocer algunas lecciones para no repetir errores y crear las condiciones para que exista un verdadero diálogo.

La participación y representatividad han sido elementos cruciales que han afectado negativamente los procesos anteriores. Al respecto varias lecciones: a) que no es posible ignorar el movimiento y la protesta social que se manifiesta en las calles en procesos de diálogo que pretenden relevar algunas de sus demandas. Asimismo, no se puede reprimir, criminalizar y judicializar aquellas personas que se oponen a la línea de Gobierno y ejercen su derecho humano a la protesta social. b) que no es posible definir la legitimidad a priori de las representaciones sectoriales, excluir sectores o no reconocer su autonomía en la elección de sus representantes, c) que no es posible excluir a las mujeres, al movimiento feminista y mucho menos impulsar un diálogo sin asegurar la paridad de género.

Para un diálogo con resultados, la participación de algunos actores como el Legislativo es esencial. Además de la representación al más alto nivel del Ejecutivo, debemos exigir la presencia de todas las representaciones legislativas. La agenda legislativa debe ser parte del debate, incluyendo los proyectos que en estos momentos se discuten y que incluyen recortes que pretenden afectar programas sociales esenciales como salud, educación, cultura y recursos naturales. No es aceptable ni contribuye a generar confianza en un proceso de diálogo cuando de manera paralela se impulsan y toman decisiones que van directamente a profundizar la crisis que ya vivimos.

  1. Necesitamos un diálogo social, no puede reducirse al tema fiscal. Más que un diálogo fiscal, en Costa Rica urge un diálogo social: sobre el país que queremos y podemos construir empezando en lo inmediato con las salidas posibles a la actual crisis y que tenga una amplia representación, un debate sin excluir grupos ni mucho menos las mujeres.

Por consiguiente, la agenda debe ser construida amplia y no limitada al tema fiscal. La reducción de brechas de desigualdad económica, social y de género debe estar en el centro del debate. Interesa no solo capitalizar al Estado en lo inmediato, sino consensuar cuáles serán los parámetros y objetivos de la inversión pública en el corto y mediano plazo.

El objetivo central del diálogo y negociación debe ser el direccionamiento de inversión para reducir las brechas de desigualdad, pobreza y exclusión mediante la redistribución de la riqueza y el fortalecimiento del Estado Social de Derecho.

  1. El diálogo debe ser vinculante. Es decir, debe abrirse espacio no solo para intercambiar impresiones sino para alcanzar una negociación real. Se trata precisamente de llegar a acuerdos ciudadanos básicos con el compromiso de que se van a respetar. Para ello es indispensable, además de consensuar una agenda, acordar un marco ético para el diálogo, con mínimos de representatividad, respeto, escucha, resolución de conflictos, entre otros.

No debe haber condicionantes previos establecidos por el Ejecutivo para la realización o no de los diálogos: ante la ausencia de consenso el Poder Ejecutivo o Legislativo no debe imponerse. La ausencia de consenso no debe ser interpretada por el Ejecutivo o el Legislativo como un cheque en blanco para imponer su agenda.

  1. Debe existir voluntad política para incluir en la discusión otras opciones distintas al convenio propuesto por el Poder Ejecutivo con el FMI. El endeudamiento con agencias internacionales no es el único camino. Sectores de la ciudadanía, academia y otras personas expertas en la materia han coincidido que no es posible continuar por la senda del mayor endeudamiento y se han señalado alternativas de financiamiento que deben ser sometidas a discusión.
  2. El diálogo y la negociación no son posibles si excluyen a las mujeres. En relación con la participación de las mujeres debemos ser enfáticas en lo siguiente:

Exigimos nuestro derecho a la autonomía y el reconocimiento a nuestra diversidad en la selección de nuestras representantes en una mesa de Diálogo Nacional. No es posible que seamos las mujeres, las únicas a las cuales se pretenda señalar a priori los mecanismos de selección de sus representantes.

A lo largo de la historia y en la actualidad las mujeres somos actoras activas y propositivas. Para esta crisis hemos sido de los pocos agrupamientos ciudadanos que hemos pensado, formulado y hecho públicas propuestas de visión-país, no solo del tema fiscal. Por lo cual, exigimos que sean incluidas en las agendas de diálogo y negociación.

No es posible que se pretenda invisibilizar la participación decisiva que las mujeres tenemos en todas las esferas de la vida pública y privada o se desconozca y minimice nuestra capacidad técnica, profesional y política. Por ello, cualquier diálogo viable demanda de la participación paritaria entre mujeres y hombres en todos los espacios de diálogo, negociación, mesas técnicas, y otros.

Tampoco es viable un diálogo que no reconozca que las personas somos afectadas de manera diferente por la crisis y que el cierre efectivo de cualquier brecha social debe estar guiada por los principios de justicia, igualdad y equidad. Las mujeres no somos un grupo ni un sector a incluir: somos la mitad de la población de Costa Rica y somos de las más afectadas en la actual crisis. Lo ha señalado de manera reiterada el INEC al demostrar que somos las mujeres a quienes más ha afectado el desempleo, la pobreza y la exclusión que se han ensanchado en esta crisis y como consecuencia de políticas neoliberales que están desmantelando el Estado Social de Derecho. Aún así, seguimos siendo las mujeres quienes sostenemos la vida cotidiana en las familias asumiendo cada día más labores de cuido de personas menores de edad, adultas mayores, personas enfermas y/o con discapacidad. También, somos las que asumimos las labores domésticas, de educación, salud y de entretenimiento que el Estado ha dejado de asumir por la crisis sanitaria de la Covid – 19. La brecha de cuidados se ha ensanchado y complejizado en esta crisis y este es un tema de interés social prioritario.

Las mujeres todas, desde nuestras diversidades, tenemos mucho que compartir sobre nuestras vivencias diarias de dificultades económicas, acceso a la tierra, como la protección de los bienes comunes, salud, educación y que son vitales para comprender las funciones que debe de abordar un Estado que prioriza la justicia fiscal, ¡porque la justicia fiscal es justicia social!

El diálogo y la negociación son parte de la vida cotidiana de nosotras las mujeres. Creemos en el diálogo, estamos convencidas de que la construcción de consensos es viable sobre la base de la mutua comprensión de que Costa Rica es una sola. Un barco cuyo destino está en las manos de todas y todos, para conducirlo a un puerto de bienestar compartido, dignidad humana, igualdad, derechos humanos y democracia.

*Para información sobre el comunicado o sobre el proceso escribir a alarcon.shi@gmail.com*

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Movimiento Rescate Nacional: La teoría del diálogo y el espontaneísmo de clase

Trino Barrantes Araya
Alfonso Pardo Martínez
camilosantamaria775@gmail.com
alfonsopar@gmail.com
APARTADO No.
San José, 16 de octubre de 2020

El espontaneísmo de clase puede ser, en ciertas coyunturas, de una fuerza vital, capaz de derribar una tiranía, una dictadura o, simplemente, la dictadura en democracia que se ha logrado engarzar en el poder nacional del Estado costarricense, mediante la articulación y sujeción de los otros poderes de la República. La resolución de la Sala Constitucional respecto a la protesta social, es un buen referente de lo que decimos, como también lo es, la fotografía que refleja a cuerpo entero al presidente del Poder Legislativo, con el mandatario actual. Digámoslo de manera muy simple. Hoy existe en Costa Rica una fuerza omnipotente y omnipresente bajo el cobijo del mandatario Carlos Alvarado Quesada.

Pero la verdadera emancipación de la clase obrera, de las y los trabajadores, ha quedado demostrado históricamente, no deriva del espontaneísmo, por el contrario, la efectividad del movimiento popular descansa y requiere de una dirección colectiva y capaz de conducir el movimiento de protesta y popular hacia una ruptura del orden establecido. Lo demás es simple ejercicio de diálogo, a lo sumo de negociación.

Por lo general el espontaneísmo de clase, aún en su ruta de ascenso más determinante, en su clara afirmación de toma de conciencia (conciencia de clase), debe y requiere potenciarse para afirmar el proyecto alternativo, para evitar así, en su espiral ascendente y alcanzado el vértice más álgido del conflicto, el fracaso o la derrota del mismo. Digamos que, sin un proyecto político el movimiento espontáneo, deviene en una derrota clasista de corto plazo, aunque posibilita, precisamente por su falta de conducción y orientación política, el paso al oportunismo de clase y por encima de las dirigencias populares y honestas que han estado al frente de la conducción del movimiento como tal, se entronizan los falso líderes, o dirigencias que llevan a capitular ante el poder establecido.

En esta corta, pero convulsa agitación política que venimos viviendo desde el 10 de setiembre del año 2018, hemos logrado ascensos y resbalones (como decía Arnoldo Ferreto), que nos obligan a recomponer las fuerzas y a exigirnos a nosotros mismos, señalamos a las dirigencias sindicales y a una buena parte de los dirigentes del movimiento popular y a las izquierdas, una verdadera lectura de objetividad de la coyuntura, en que ha quedado inserto el movimiento popular en cada gesta de lucha que hemos venido sumando.

Pareciera una obviedad la desunión que se percibe al interior del movimiento popular, sindical y de izquierda; esto, sin lugar a dudas, no nos ha dejado avanzar. Apostamos, eso sí, a un posible proyecto electoral como otra salida espontánea, porque ni siquiera hemos sido capaces de establecer una carta país fundamental que haga posible la totalidad de las demandas.

Nos corresponde una gran cuota de responsabilidad. La izquierda nacional, o las izquierdas partidistas existentes en nuestro contexto, hemos sido incapaces de posesionar una visión de nuevo proyecto democrático, participativo y que tenga clara legitimidad ante las clases populares. Este vacío de conducción, esta visión de pecata minuta, también le es correspondiente al movimiento sindical clasista que, pese a sus grandes esfuerzos, sigue sin tener una agenda unitaria para, verdaderamente, enfrentar y derrotar al modelo neoliberal y al capitalismo.

Creemos, pertinente, señalar que esta lucha, aunque espontánea, ha dejado al descubierto las grandes falencias del Partido Acción Ciudadana-PAC, hoy en el poder, pero también ha dejado en evidencia, la incapacidad de sus lacayos de turno, el PLN, PUSC, PRN, PRSC, PIN. Una cuota no menos importante, la carga el Frente Amplio, que aunque de manera minoritaria, no ha hecho el ejercicio de una verdadera oposición.

Hoy, en este mismo orden de cosas, la coyuntura nos ha demostrado y ha dejado al descubierto el ascenso salvaje de los cuerpos represivos. El Comando Sur y las prácticas supervisadas en Murciélago, se graduaron, en su más sucio y pueril manifestación de poder militar. La prensa se alineó con un gobierno absolutamente deslegitimado, tuvo que convertirse en su caja de resonancia, porque por sí mismo, la figura del ejecutivo quedó invisibilizada. La incapacidad demostrada por Carlos Alvarado, la terquedad de negarse a escuchar las voces disidentes, y su escaso protagonismo a favor de los valores más importantes de la Patria, quedaron ausentes. Por el contrario, su gobierno altamente inmaduro, se puso al servicio de los intereses de la burguesía apátrida, la derecha recalcitrante y las cámaras patronales e industriales.

Hemos vivido un excelente ensayo de política de masas, nos toca y corresponde una importante jornada. Lo bueno es que en cada lucha se templa de manera más acabada el espíritu del proletariado, de las clases populares y de toda la masa de trabajadores del país.

APARTADO No. II

APUNTES: EXAMEN ACTUAL DE LA COYUNTURA CONTRA EL ACUERDO DEL FMI Y LA POLÍTICA IMPOSITIVA

Breve prontuario:

El movimiento magisterial, principalmente en las organizaciones de la Asociación Nacional de Educadores-ANDE, el Sindicato (Asociación) de Profesores de Segunda Enseñanza-APSE, el Sindicato de Educadores(as) Costarricense-SEC, El Sindicato Patriótico de Educadores 7 de Agosto-SINPAE y la Federación de Sindicatos de Trabajadores(as) de la Educación Superior-FESITRAES, articulados actualmente al Movimiento Social y Sindical Costarricense y al Bloque Unitario Social y Sindical Costarricense-BUSSCO, inició su participación activa y combativa de lucha, a partir del mes de setiembre, en el marco de la coyuntura actual.

Inicialmente con las caravanas patrióticas de relevos, las cuales recorrieron el país de frontera a frontera y de costa a costa, con el objetivo de concienciar al pueblo de Costa Rica, de las repercusiones nefastas de las políticas neoliberales del actual gobierno y la dirección político empresarial con la cual se dirige el actual proceso gubernamental, que sitúa a nuestro país, como el noveno país más desigual del mundo y uno de los más caros de América Latina.

Un segundo gran eje o aspecto que merece toda la discusión del caso, es que el resultado actual de la crisis fiscal, no responde a la naturaleza generada por el sector público de empleados, sino como resultado concreto de seis factores que han sido claramente expuestos y analizados. A saber: Elusión, evasión, exoneraciones, privilegios fiscales, corrupción, lavado y narcotráfico.

El carácter regresivo del Plan Fiscal, en sus cuatro grandes capítulos: Impuesto al valor agregado (Impuesto de Venta); Impuesto de la renta global, al empleo público y la regla fiscal, no resuelven en esencia el problema fundamental de esta crisis, como tampoco el endeudamiento estructural que supone la negociación con el Fondo Monetario Internacional.

Aunado hoy a esta profunda crisis fiscal, se suma la embestida de la pandemia, producida por el COVID-19, y los proyectos e iniciativas de las élites político empresariales que tienen, entre otros objetivos, privatizar la Caja Costarricense del Seguro Social, desfinanciar a las universidades públicas, desmantelar el Estado mediante la venta de sus activos e instituciones emblemáticas: Fábrica Nacional de Licores, Consejo Nacional de la Producción, Instituto Costarricense de Electricidad, entre otras. Acompañando todas estas políticas, se ha logrado concertar una estrecha relación de los tres poderes, que afinan las políticas antilaborales, reducen los salarios, atacan sostenidamente al régimen de pensiones, precarizan la labor docente y profundizan la tercerización de la economía nacional. El panorama, mayor curva de desempleo, pobreza e inseguridad.

Por eso, desde una visión crítica y políticamente avanzada el movimiento magisterial ha venido apoyando con todas sus fuerzas, la iniciativa de lucha que se establece a partir del 30 de setiembre y que se mantiene hasta la fecha.

Por el contrario, la solución a la actual crisis que vive el gobierno se resolvería en la medida en que, el gobierno sea capaz de establecer medidas y correctivos para sanear el sistema tributario, establezcas proyectos claros y concretos para dinamizar la economía y establezca verdaderos mecanismos contra la corrupción.

II.- Sistemática represión, violación a los derechos humanos y actores sociales populares.

Independientemente del carácter espontáneo e inorgánico que le brindó a la conducción de este estallido social el Movimiento Rescate Nacional, lo cierto es que puso en la palestra política a una serie de nuevos actores sociales. Digámoslo de una forma política. Las clases populares más proletarizadas lograron un gran avance en su conciencia de clase.

Por su parte, el sector magisterial, interpretando correctamente el papel de estos nuevos actores sociales, bajo la Dirección del BUSSCO, fijo inteligentemente una clara política de alianzas una correcta interpretación de la unidad en la acción.

Independientemente del examen que posteriormente hagamos de esta coyuntura, si es necesario dejar constancia sobre su debilidad orgánica; lo espontaneo rebasó lo político. Aunque no ha sido nada despreciable el salto de calidad en la lucha popular que se ha ganado en este momento y los diferentes métodos de lucha que puso en juego el movimiento popular.

Bajo una política de alianzas formada por cuatro grandes bloques: Bloque Unitario Sindical y Social Costarricense; Patria Justa, las Centrales y Confederaciones y el Magisterio en Acción, y el Movimiento Rescate Nacional, auguramos un buen norte en la lucha popular que se avecina en nuestro país.

III.- Punto de inflexión/punto de quiebra.

Como en todo proceso, este también tuvo un punto de inflexión. Creemos que,

sin embargo, el pliego final del MRN, presentado como condición para abrir el diálogo, llevó a una parálisis a la combatividad que hasta ese momento los sectores populares habían imprimido a la lucha

Todo comité de lucha debe tener un punto de inflexión, un punto de quiebra, a fin de hacer la lectura correcta de la coyuntura en que se inscribe el movimiento popular.

Los bloqueos sostenidos a lo largo de todo el país, en un ritmo de casi 25 de ellos diarios, dio lugar a que los aparatos represivos, la prensa mediática y la derecha lograra recomponerse. No obstante, hoy, el gobierno queda en un mal predicado y con el peligro subyacente que se genere un gran vacío de poder, presumiblemente canalizado por los grupos más recalcitrantes, fascistas y de derecha del país.

Hemos sido actores y testigos de una escuela política de lucha, un aula presencial que rompió con la burbuja del distanciamiento físico.

Como lo dijimos anteriormente, la contradicción irresuelta entre espontaneísmo de masas y proyecto político se convirtió en el gran obstáculo para haber obtenido un éxito absoluto en esta etapa de la lucha.

APARTADO No. III

MOVIMIENTO RESCATE NACIONAL, AJUSTE VIOLENTO Y DE SHOCK: El papel de las clases subalternas y el poder popular. NO al FMI


“…Cuando los enfrentamos nosotros(as), estómagos hambrientos, los imperialistas buscan sus armas. Cuando los imperialistas nos enfrentan, nosotras(os), estómagos hambrientos, unimos nuestros brazos y marchamos hacia adelante… El planeta está en llamas, los virus avanzan, el hambre acecha la tierra, pero incluso en este desastre, nosotrxs, la vasta mayoría de lxs habitantes del planeta, no hemos renunciado a la posibilidad de un futuro.”

Desde el 30 de setiembre del 2020, al día de hoy, el movimiento popular costarricense, bajo la dirección del grupo autodenominado Rescate Nacional, ha mantenido una constante en la lucha popular, mediante el bloqueo de las vías terrestres de comunicación más importantes de Costa Rica. Se calculan unos 35 bloqueos diarios.

Inicialmente, bajo consignas muy confusas, lograron articular una gran convocatoria de resistencia. Decimos consignas muy confusas, toda vez que se expresaban entre algunas de ellas: “No más socialismo”, “No a los impuestos”.

El Movimiento Social y Sindical, por su parte, desde las “Caravanas de Relevos”, estableció cuatro ejes fundamentales para articular la lucha popular: NO AL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL, QUE LOS RICOS PAGUEN COMO RICOS Y LOS POBRES COMO POBRES, un tercer eje articulador: No a la venta de instituciones públicas y finalmente Contra la agenda antiobrera. Obviamente estas cuatro consignas, se convierten en la bandera de lucha de todo el pueblo de Costa Rica. Pues en ellas se sintetizan el malestar que el pueblo de Costa Rica, impulsa contra el gobierno neoliberal de Carlos Alvarado Quesada, actual presidente de Costa Rica. Gobierno que, desde el primer día de manifestaciones, no ha propiciado el DIALOGO. Por el contrario, irrespetando la voluntad del soberano sostiene, bajo un esquema de terquedad, mantener la negociación de un nuevo préstamo con el Fondo Monetario Internacional, por la suma de $ 1.750 millones, en condiciones que lesionan, no solo los intereses de la clase trabajadora y a los sectores más vulnerables de este país, sino que compromete sensiblemente la soberanía de nuestro Estado/nación.

Las medidas del desmantelamiento del Estado costarricense, la venta de activos nacionales, los gravámenes exorbitantes contra el salario, las pensiones y los mecanismos de negociación de manera lesiva para el país, resultado del nuevo convenio con el FMI, dibujan el rostro de este gobierno.

Los grandes problemas estructurales no son atendidos. La evasión, la elusión, las exoneraciones a las grandes fortunas y la falsa facturación, son, en primer lugar, la causa esencial de la crisis fiscal que vive el país y que quieren descargarla sobre la espalda del pueblo y su clase trabajadora.

Ciertamente, por las políticas erráticas de la actual administración del presidente Alvarado, su estilo y esencia NEOLIBERAL, privilegiando al sector de los empresarios que han logrado la mayor concentración de las riquezas de nuestro país, es que se maduran las condiciones objetivas para que esta curva de lucha popular crezca exponencialmente, y sitúe al país en límites tan peligrosos, que si la pradera encuentra una chispa, la conflagración podría ser inevitable.

Por eso, desde el movimiento social y sindical pesan grandes preocupaciones: Qué respuestas tiene el gobierno de Alvarado para evitar el gasto público, y enfrentar a los grandes evasores.?

Si no se quiere tocar a los grandes intereses, los problemas que se vienen arrastrando sobre pobreza, desempleo, tercerización, propiciarán un caldo de cultivo y una efervescencia, que, si no se detiene a tiempo, vendría decididamente a romper con el orden constitucional costarricense.

Hoy solo se pide un espacio concreto. Que el gobierno establezca el diálogo con los actores de la lucha popular. Porque pese al nivel de violencia de los cuerpos policiales represivos, la lucha popular, antes de decaer, crece sostenidamente.

Sintetizamos diciendo. No a la venta de los activos nacionales, exigimos respeto a los derechos humanos fundamentales, la protesta social es un derecho, criminalizarla, es renunciar a la memoria de un Estado Nacional que se precisa de democrático. Estamos frente a la urgencia de recuperar el Estado Social de Derecho, pero también en una parte inédita de la política de alianzas y de la lucha de clases en este país.

Finalmente, hacemos nuestra la consigna, bajo la cual se ha aglutinado la protesta social: NO AL FMI, COSTA RICA NO SE VENDE, NUESTRO PAÍS SE DEFIENDE.

APARTADO No. IV

ACUMULACIÓN DE FUERZAS, ACTORES SOCIALES Y CUERPOS REPRESIVOS

4.1.- Derrotas contextuales y acumulación de fuerzas

Los acontecimientos que tienen lugar a partir del 30 de setiembre del 2020, aunque lo hemos indicado en párrafos iniciales, revisten de un gran contenido de espontaneísmo de clase, forman también un evento histórico de cualificación de la lucha popular, pues son resultado de un largo proceso de acumulación de “derrotas contextuales”, pero con una constante acumulación ideológica y clasista en la toma de su consciencia.

Un ligero mapeo de lo que señalamos: 2000, lucha contra el combo del Instituto Costarricense de Electricidad-ICE; 2002 Enfrentamiento del pueblo contra el monopolio de RITEVE: 2007, histórica resistencia popular contra el Tratado de Libre Comercio-TLC, 2018 (10 de setiembre) , histórica huelga de más de 92 días del magisterio nacional contra el Plan Fiscal, 2020, Caravanas de Relevos. Este último evento potenció la chispa y crispó el interés de clase que tendrá lugar a partir del 30 de setiembre y que de manera sostenida se mantuvo, a través de bloqueos en todo el país, hasta el 16 de octubre del año en curso.

4.2.- Actores sociales en el contexto de los bloqueos

En un ligero mapeo que nos ofrecen los diferentes actores que se hicieron presentes en los bloqueos a lo largo de todo el país, se pueden descubrir los siguientes sectores de clase.

En el sector campesino surgen con claridad el papel de los pequeños productores, un amplio sector de jornaleros, sectores medios agrícolas y campesinos sin tierra.

Vale destacar que, por ejemplo, el sector empresarial medio agrícola, incorpora como consigna básica: “Dejar ingresar la mano de obra extranjera”, para darle sostenibilidad a la producción del café y otras ramas de la agricultura. Pero también es este sector el que impulsa con toda la fuerza del caso, el carácter pacifista de la lucha, la defensa de la institucionalidad y la recuperación del Estado Social de Derecho.

Una frase que debe llamarnos la atención es la que expresa el dirigente campesino José Oviedo y otros dirigentes campesinos. No son palabras textuales, pero sus opiniones se orientan básicamente a lo siguiente. La situación del campo va a explotar, la agricultura nacional está en una profunda crisis, lo que pone al país a las puertas de una hambruna generalizada. Si no tenemos correctivos inmediatos y soluciones a corto plazo, puede que los bloqueos desistan, pero la crisis estructural tendrá un punto de explosión aún más violento y fuerte del que vivimos hoy día.

Otros tres agentes del motor social de esta lucha, están constituidos por los amplios sectores de la masa indígena, con acciones de lucha muy concretas, principalmente en la Zona Sur Sur y la frontera con Panamá. Otro tanto de este sujeto histórico lo constituyeron los actores de los “pymes”. Tal vez el caso más emblemático de la lucha se dibuja en la figura de Benjamín “El Indio” Mayorga.

4.3.- El enemigo principal y la política de alianzas

Ha sido muy novedoso, en el contexto de esta lucha, la forma en que los enemigos de clase se expresan y se manifiestan tácitamente.

Se rompe, de alguna manera, los hilos invisibles entre los poderes de la República y sus socios de ruta. La alianza entre Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, más el amparo del TSE, el grupo Nuevo Horizonte, La Nación, Teletica y Repretel, son más que una señal en el comportamiento que asumen las políticas de alianza en este país contra los sectores populares y mayoritarios.

4.4.- El papel de los cuerpos represivos.

 “Fuerzas del Orden” y es muy posible que el aumento de la militarización y represión de las policías en América Latina, hacia el movimiento social, se deba a la doctrina promovida por EEUU que básicamente sigue legitimando que se puede hacer todo por la “seguridad nacional”.

Si algo claro nos ha dejado esta lucha, es la forma en que se logró dibujar de manera transparente, los cuerpos represivos de la Fuerza Pública.

Queda demostrado que la forma en que operaron los diferentes cuerpos de este incipiente aparato militar responde a los manuales de la Academia de Preparación y Entrenamiento de Alto Rendimiento Militar y Policial. Leer entre renglones, nos va dibujando algunos aparatos represivos que se hicieron presentes en los bloqueos. La Unidades Especiales de Apoyo-UEA, La Unidad de Intervención Policial-UIP, Los Policletos, La Policía Montada, el Grupo de Apoyo Operacional, La Policía de Fronteras y los agentes del Servicio Especial de Respuesta Táctica-SERT, amén de los cuerpos de la policía especializada como los cuadros del OIJ, la DIS o los agentes infiltrados pertenecientes al grupo.

Para nadie es un secreto y se ha venido documentando la participación de los cuerpos de la Fuerza Pública costarricense en las academias militares de los Carabineros, los Centros de especialización militar de Colombia o los talleres de formación bajo la dirección del MOSAE a las reservas de la Fuerza Pública.

Valgan aquí algunas consideraciones básicas. Obviamente, las academias militares proporcionan instrucción militar. La instrucción se hace antes de que cualquier persona reciba autorización para operar el equipo técnico, para disolver bloqueos, mítines, penetrar organizaciones o en el campo de batalla. Por los cursos que se reciben por parte de los carabineros y el ejército colombiano, se exige, pasar un examen físico. Si se pasa, inicia el entrenamiento primario, a decir información básica y lo más importante entrenamiento en técnicas necesarias para ser un militar eficaz.

Citamos en extenso:

“El año 2016 la Escuela de las Américas entrenó a 1749 uniformados del Ejército, de la Marina y de la Fuerza Aérea de América Latina pero también a 15 civiles y 190 policías /…/ Sabemos que Costa Rica y Panamá enviaron a sus policías a recibir entrenamiento, por el simple hecho que ambos países no tienen ejércitos; pero entre estas dos naciones el total suma 44 el 2016 /…/ Lo que sabemos es que esto puede influir negativamente en las llamadas “Fuerzas del Orden” y es muy posible que el aumento de la militarización y represión de las policías en América Latina, hacia el movimiento social, se deba a la doctrina promovida por EEUU que básicamente sigue legitimando que se puede hacer todo por la “seguridad nacional”.( Pablo Ruiz, periodista, es parte del Observatorio para el Cierre de la Escuela de las Américas. /… /En Costa Rica por ejemplo, apelando a sus leyes de transparencia y acceso a la información pública, se conoció que entre los cursos que tomaron los policías de este país en la Escuela de las Américas, en los últimos años, figuran “Curso de Análisis Contra Terrorismo”, “Curso Operaciones de Inteligencia”, “Curso Operaciones información”, “Curso Antidrogas y Antiterrorismo”, “Curso Básico de Inteligencia para Oficiales” y “Curso Analista de Información”

(https://www.alainet.org/es/articulo/183982 ).

Qué aspectos nos llevan a considerar todo lo anterior en este apartado. Veámoslo sucintamente:

  • Agresiones directas sin respetar género ni edades.
  • Exponer a los cuerpos policiales ante los manifestantes, sin el uso adecuado de su indumentaria. Esto para provocar intervención directa contra ellos y tener las justificaciones posteriores para avanzar en la represión.
  • Disparar directamente a la cara, al cuerpo o simplemente en el uso de armas que no son las reglamentarias.
  • Generar un desgaste físico y geográfico a los diferentes actores en los bloqueos. Posteriormente golpear utilizando un despliegue gigantesco contra los manifestantes. Gas lacrimógeno, las macanas y otros utensilios militares.
  • Forma particular de emplear u utilizar la “bestia” contra los manifestantes.
  • El juego artificioso que usó un gran contingente de los cuerpos represivos invocando el “pacifismo” y la “institucionalidad” que le está conferida a la Fuerza Pública. Se alega que incluso algunos agentes de la Fuerza Pública serán juzgados por abuso de autoridad. Pero de inmediato se ofrecen las cifras de 120 policías heridos y la perdida millonaria en busetas y patrullas que tuvo lugar en los días de los bloqueos.
  • Golpear sectores que no están participando directamente como manifestantes, para quebrar la moral de los potenciales participantes.
  • Se deja claramente establecido por la forma de actuar de los distintos cuerpos policiales, que sus métodos y tácticas responden denominado al proceso AIT (Entrenamiento Individual Avanzado, por sus siglas en inglés. “El desarrollo de aptitudes alude a la instrucción que recibe un miembro del Servicio para que su accionar sea lo más efectivo y eficiente”. (https://www.todaysmilitary.com/es/education-training/advanced-training).

ANEXO No.1

ANEXO. No.2
EMPRESAS QUE DECLARARON *_CERO GANACIAS_*
*POLYMER S.A.

*AERIS HOLDING COSTA RICA
*ARCELORMITTAL COSTA RICA
*BANCO LAFISE
*GRUPO FINANCIERO IMPROSA
*RESERVA CONCHAL
*OCCIDENTAL SMERALDA
*CLARO CR TELECOMUNICACIONES
*CLOROX DE CENTROAMERICA
*CORPORACION B C T
*ECODESARROLLO PAPAGAYO LIMITADA
*FLORIDA INMOBILIARIA
*SECRETO DEL PACIFICO
*TELEFONICA DE COSTA RICA
*CEMACO INTERNACIONAL
*CENTENARIO INTERNACIONAL S.A.
*CORPORACION MEGASUPER
*DESARROLLOS HOTELEROS GUANACASTE *ELECTRODOMESTICOS MABECA
*FLORIDA ICE AND FARM COMPANY
*GRUPO DEL ISTMO COSTA RICA
*MAPFRE SEGUROS COSTA RICA S.A.
*PRODUCTOS DE CONCRETO
*REFINADORA COSTARRICENSE DE PETROLEO
*SCOTIA TARJETAS DE COSTA RICA
*STANDARD FRUIT COMPANY DE COSTA RICA S.A.
*BETTER RESTAURANT BRANDS S.A.
*CHIQUITA BRANDS COSTA RICA S.R.L.
*CORPORACION DAVIVIENDA CR
*CORPORACION DE DESARROLLO AGRICOLA DEL MONTE S.A.
*CORPORACION DE INVERSIONES CREDOMATIC
*CORPORACION PIPASA
*DURMAN ESQUIVEL S.A.
*GRUPO FINANCIERO CITIBANK DE COSTA RICA
*INS VALORES PUESTO DE BOLSA S.A.
*PINTUCO COSTA RICA
*ALMACENES EL COLONO
*BANCO CREDITO AGRICOLA DE CARTAGO
*CERVECERIA COSTA RICA
*GMG COMERCIAL COSTA RICA S.A.
*GRUPO AGROINDUSTRIAL NUMAR S.A.
*GRUPO ISTMO DE PAPAGAYO S.R.L.
*INMOBILIARIA ALCOBENDAS CR S.A.
*KELLOGG COSTA RICA S.R.L.
*SERVICIOS DE PASTELERIA
* SUR QUIMICA S.A.
*UNIVERSIDAD U LATINA
*ASSA COMPAÑIA DE SEGUROS S.A.
 *AUTOSTAR VEHICULOS *BANCO IMPROSA
*BN VALORES PUESTO DE BOLSA S.A.
*BOLSA NACIONAL DE VALORES S.A.
*CARLOS FEDERSPIEL &
*COMPANIA HOTELERA PLAYAS DE TAMARINDO
*CORPORACION COMERCIAL EL LAGAR
*DIPO
*DISTRIBUIDORA LUCEMA *ELECTRONICA DAYTRON
*GRUPO EMPRESARIAL DE SUPERMERCADOS
*HIDROENERGIA DEL GENERAL H D G S.R.L.
*HOTEL Y CLUB PUNTA LEONA S.A.
*INGENIO TABOGA S.A.
*JARDINES DE LA CATARATA
*JUNTA ADMINISTRATIVA DEL SERVICIO ELECTRICO MUNICIPAL DE CARTAGO
*LAND BUSINESS S.A.
*METALES FLIX S.A.
*POPULAR VALORES PUESTO DE BOLSA S.A.
*SF COSTA RICA HOTELERA DE GUANACASTE S.A.
* 3-101-138869 S.A.
*ACNIELSEN COSTA RIC
*AJECEN DEL SUR S.A.
*ASESORES CORPORATIVOS DE COSTA RICA S.A.
*AUTOPISTAS DEL SOL
*BRITISH AMERICAN TOBACCO CENTRAL AMERICA S A BATCA SUCURSAL COSTA RICA
*CORPORACION ZERMAT DE COSTA RICA
*CORRUGADOS DEL GUARCO S.A.
*DERIVADOS DE MAIZ ALIMENTICIO S.A.
*DROGUERIA INTERMED
*FINANCIERA DESYFIN
*LA NACION S.A.
*MILLICOM CABLE COSTA RICA S.A.
*SIEMENS S.A.
*VIDRIERA CENTROAMERICANA
*AVON DE COSTA RICA
*BANCO BCT S.A.
*BANCO NACIONAL DE COSTA RICA
*BEJOS MIGUEL YAMUNI E HIJOS S.A.
*BRIDGESTONE DE COSTA RICA S.A.
*CASINOS PAJARO TRUENO S.A.
*CENTRO COMERCIAL MULTIPLAZA
*CIRSA GRAN ENTRETENIMIENTO DE COSTA RICA
*COMPAÑÍA ARROCERA INDUSTRIAL S.A.
 *COMPAÑÍA FARMACÉUTICA S.A. *CORPORACION ALGARD
*CORPORACION ROSTI POLLOS S.A.
*CORRUGADOS DEL ATLANTICO S.A.
*DHL MANAGEMENT CENAM S.A.
*DIAGEO DE COSTA RICA
*DISTRIBUCIONES HORIZONTALES S.A.
*DISTRIBUIDORA FARMANOVA S.A.
*DISTRIBUIDORA METALCO S.A.
*EL PELON DE LA BAJURA S.A.
*ERICSSON DE COSTA RICA S.A.
*ESSITY CENTROAMERICA S.A.
*EUROMOBILIA S.A.
*FABRICA NACIONAL DE LICORES
*FIDEICOMISO DE TITULARIZACION P.H. CARIBLANCO
*GMG SERVICIOS COSTA RICA
*GP SERVICES INTERMEDIA
*GRUPO NACION G N
*HIDROELECTRICA AGUAS ZARCAS.
*ILG SUPPLY CHAIN SERVICES
 *INSTITUTO NACIONAL DE SEGUROS
 *INVERSIONES AM PM
*MARINA DE HERRADURA S.R.L. *METALCO S.A.
*MOLINOS DE VIENTO DEL ARENAL
*MONDELEZ COSTA RICA LIMITADA
 *OMNILIFE DE COSTA RICA
 *PETRODELTA COSTA RICA S.A.
*PETROLEOS DELTA COSTA RICA
*SCOTIA LEASING COSTA RICA
*SIGMA ALIMENTOS COSTA RICA
*S.A. DE VEHICULOS AUTOMOTORES
*SOIN SOLUCIONES INTEGRALES
*SONY INTER-AMERICAN S.A. SUCURSAL EN COSTA RICA.
 *GRUPCOST S.A.
*HOTEL OCCIDENTAL PLAYA NACASCOLO
*HOTELERA TOURNON
*AGROGANADERA PINILLA
 *FIDEICOMISO DE LA ESCUELA DE AGRICULTURA DE LA REGIÓN
*TORRE MERCEDES S.A.
*TRANSACCIONES FERRETERAS DE COSTA RICA
*EBRO COSTA RICA LIMITADA
*HOTELERA SANTA MARTA
*HOTELES AUROLA S.A.
 *TORNILLOS ESPECIALES DE CENTRO AMERICA
*CONSTRUCTORA SAN JOSE CALDERA CSJC
*TIENDAS CARRION S.A.
*BAHIA LANGOSTA TAMARINDO LIMITADA
*CENTRO INDUSTRIAL MANUFACTURERO EL ROBLE CIMER S.A.
*CONSORCIO FERRETERO DE SAN JOSE S.A.
 *FIDEICOMISO MAG PIPA BANCREDITO
*HISPANIC COALITION
*PANASONIC CENTROAMERICANA
*PERSONNA DE COSTA RICA
 *QUIZNOS SUBS S.A.
*RECA QUIMICA S.A.
*BNS LEASING DE COSTA RICA S.A.
*CARIBE HOSPITALITY DE COSTA RICA S.R.L.
*CORP. ARROCERA COSTA RICA S.A.
*COSTA RICA MEATS COMPANY S.A.
 *HOSPEDAJE AEROPUERTO S M S.A.
*INDUSTRIAL ESCOSA
*INTELICELSA S.A.
*INVERSIONES DOCE MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y CINCO S.A.
 *MABE INDUSTRIAL S.A.
*NOKIA COSTA RICA S.A.
*CITI VALORES ACCIVAL
*CONAVEN S.A. *MARIN RAVENTOS S.A.
*R.R. DONNELLEY DE COSTA RICA S.A.
 *ALDESA SOCIEDAD DE FONDOS DE INVERSION
*AUTO ENSAMBLADORA
*CORPORACION YANBER
 *DETERGENTES Y JABONES S.A.
*EMINENT COMERCIAL
 *GEOENERGIA DE GUANACASTE LIMITADA
*LUTZ HERMANOS & COMPAÑIA LIMITADA
 * MEDIO DE PAGO S.A. *SCOTIA SAFE S.A.
*SCOTIA SOCIEDAD DE FONDOS DE INVERSION
*TERNIUM INTERNACIONAL COSTA RICA S.A.
*ADT SECURITY SERVICES
*ANIXTER COSTA RICA
*COLLIN STREET BAKERY INC
*GLOBAL EXCHANGE CASA DE CAMBIO S.A.
*H B FULLER CENTROAMERICA S.A.
 *REFRIGERACION INDUSTRIAL BEIRUTE
*RIMORE SERVICIOS S.A.
 *SMURFIT KAPPA EMPAQUES DE COSTA RICA S.A.
*A H R S CONSTRUCTOR SANCARLENO
 *ACCIONCORP S.A.
 *CENTRO COMERCIAL CURRIDABAT
 *COLCHONERIA JIRON
 *COMPAÑIA CONSTRUCTORA VAN DER LAAT Y JIMENEZ
 *EL ELECTRICO FERRETERO
*EVERTEC LATINOAMERICA
 *HOLCOM INDUSTRIAL
 *LAUREATE INTERNATIONAL COSTA RICA S.R.L.
 *MERCADO DE VALORES DE COSTA RICA PUESTO DE BOLSA S.A.
* PARISIMA DOS INTERNACIONAL S.A.
*PORCINA AMERICANA
*RONALD M ZURCHER ARQUITECTOS S.A.
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La lucha continúa…

Vladimir de la Cruz

La lucha social, de las movilizaciones de ciudadanos, de bloqueos de carreteras, en el interior del país especialmente, y en las arterias principales de circulación vehicular, no es casual. Es el resultado de una escuela de lucha social que se ha dado desde hace muchos años.

Las luchas y huelgas sindicales, de distintos sectores laborales, y estudiantiles, como las de las comunidades, cuando estas reaccionan de esa manera, como las de los sectores campesinos, son el resultado en primer lugar de organizaciones existentes que las dirigen, las organizan y preparan en todos sus alcances, o a la convocatoria de personalidades reconocidas. Raras veces responden a movilizaciones espontáneas de las gentes.

La importancia de los sindicatos para los trabajadores de las empresas privadas e instituciones públicas, es que por medio de ellos se pueden realizar luchas concretas, desde las negociaciones internas, entre sindicatos y patronos, sin que terminen en huelgas o paros, hasta los paros, las huelgas, sean declaradas legales o ilegales, y las negociaciones colectivas, o en el pasado los arreglos directos, que se realizaron como alternativa de negociación hasta que los Tribunales los impidieron.

La importancia conexa de los sindicatos es que son válvulas de escape, y de estabilidad laboral y empresarial, a la presión social existente de las mismas condiciones de trabajo, de la seguridad social y laboral, y a la estabilidad democrática nacional. Sin sindicatos las luchas sociales podrían ser más dramáticas. Los sindicatos son factores y actores activos de la democracia.

Estas luchas siempre han sido dirigidas con objetivos y metas precisas, posibles de alcanzar, destacando en ellas, aspectos principales y aspectos secundarios, sabiendo, por parte de los dirigentes, que en una mesa de negociaciones se pueden sacrificar unos aspectos para lograr otros, que son los más importantes. No se pueden realizar luchas de esta naturaleza con objetivos imposibles de lograr. En una huelga de hambre no se puede poner un objetivo imposible porque no se trata de que muera en la huelga de hambre quien se dispone a ejecutarla.

La tradición de huelgas y de luchas populares en Costa Rica se inició en el seno mismo de los sectores laborales, desde el siglo XIX, sin partidos políticos que los orientaran. Esas huelgas tuvieron grados de organización y preparación. Antes de que existieran los Sindicatos y las Ligas de Obreros, desarrolladas entre 1900 y 1902, ya existían esas formas de lucha, de huelgas y de paros, y de resistencia a los organismos policiales o militares, cuando había Ejército, con represión o sin ella, y con cárcel para dirigentes y manifestantes, y en ocasiones con muertos que los ha habido en Costa Rica.

Desde principios del siglo XX con la organización sindical se mejoraron esas formas de lucha. Se iban educando los trabajadores en su organización y en su lucha. Contribuyeron con ellos Omar Dengo, Joaquín García Monge, Carmen Lyra, José María Zeledón Brenes, entre otros intelectuales de la primera mitad del siglo XX.

En 1920, estamos en el centenario de esta fecha, desde finales de enero hasta diciembre, se realizaron una serie de movimientos huelguísticos que culminaron con el establecimiento de la Jornada de 8 horas de trabajo, para todo el país, jornada que se quiere eliminar actualmente.

Todo el movimiento sindical actual debería estar preparando actos relacionados con esta fecha, y hasta una gran manifestación, para el miércoles 9 de diciembre, en exaltación a esta conquista laboral, hoy amenazada por todos los costados.

A finales del siglo XIX el movimiento obrero y popular llegó a tener tres diputados, Félix Arcadio Montero, Faustino Montes de Oca, y Víctor Gölcher, en una época en que se consideraba que los diputados representantes de los trabajadores podían proponer y hacer leyes que mejoraran las condiciones laborales, y de vida, de los trabajadores, pensando, de esa manera también, que así superarían las injustas condiciones de un sistema económico y político de organización social.

Hasta la llegada del Partido Reformista, en 1923, volvieron los diputados representantes de los trabajadores, entre ellos, el líder sindical Julio Padilla. De ese período fue la obtención de la Ley de Accidentes de Trabajo, en 1925, ley que tenía 18 años de estarse peleando su aprobación en el Congreso.

Luego fue, a partir de 1934, con la existencia del Partido Comunista, 1931-1943, luego llamado Vanguardia Popular, a partir de 1943, que el movimiento sindical y las luchas de los trabajadores tuvieron una orientación política más clara.

Las luchas obreras y campesinas tuvieron una nueva dimensión con la presencia comunista organizándolas. A partir de la alianza de la Iglesia, el Partido Vanguardia Popular y el gobierno de Calderón Guardia, en 1943, la Iglesia impulsó su Central Sindical, la Rerum Novarum, que sobrevivió la Guerra Civil. Hacia 1958 se dividió dando origen a la central sindical socialdemócrata y originando sindicatos socialcristianos, junto a los de tradición comunista que se habían vuelto a organizar desde 1952, peleando, desde entonces, distintos grupos de trabajadores y a veces los mismos, como fueron en las Bananeras, las huelgas bananeras de la década de 1950-1960 expresión de ello.

Con los trabajadores estatales, especialmente en áreas estratégicas, muelles, ferrocarriles, electricidad, RECOPE y otras, los gobiernos, especialmente liberacionistas impulsaron la firma de convenciones colectivas de trabajo con sus sindicatos, para evitar la penetración de los sindicatos dirigidos por los comunistas.

El Partido Vanguardia Popular puso énfasis en las luchas agrarias, por la toma de tierras. Nunca esas luchas llegaron a paralizar el país, como lo hacen ahora los campesinos. Aquellas luchas fueron muy locales, intensas, dramáticas y altamente reprimidas. Solo en Guanacaste, entre 1930 y 1980 hubo más de 900 conflictos agrarios, y así eran otras provincias donde el problema de la tierra era explosivo. No casualmente Liberación Nacional impulsó el Instituto de Tierras y Colonización en la década de 1960.

A finales del siglo XX, Guido Vargas, quien llegó a ser diputado, en 1998, empezó a sobresalir como dirigente de los pequeños campesinos. El fue el que organizó, especialmente con UPANACIONAL, surgida en 1981, las grandes protestas campesinas que paralizaban el país en distintas partes del territorio, movilizando localmente a sus afiliados en las distintas provincias.

Esas enseñanzas fueron bien aprendidas y se siguen haciendo, como fue evidente en estas últimas protestas que ha habido, donde el país se ha paralizado, en carreteras, especialmente, por ese papel que juegan los micro, pequeños y medianos campesinos, casi imposibilitando que la Fuerza Pública pueda atender los distintos puntos de conflicto y de paralización de la circulación vehicular en carreteras.

En las luchas actuales, los cabecillas de Rescate Nacional rechazaron la presencia de Guido Vargas y hasta de “traidor” lo trataron, pero a él deben su capacidad organizativa y en cierta forma de lucha social.

El Partido Comunista, ni los otros partidos de la izquierda nacional, pudieron hacer este tipo de luchas en el sector campesino. Con obreros agrícolas, y de la caña, fueron muy exitosos, en Juan Viñas, en Coopevictoria o en CATSA.

En el momento actual, en los bloqueos de calles, siguen presentes estos sectores sociales y de trabajadores.

Los sindicatos se quedaron al margen o a la cola, hasta estos últimos días en que han empezado a movilizarse, con consignas muy débiles, cuando podrían estar haciendo énfasis en las luchas principales contra lo que se está aprobando en la Asamblea Legislativa, debilitando más los beneficios laborales que gozan todos los trabajadores del país, especialmente del sector público.

En la lucha urbana, sea por manifestaciones estudiantiles o convocadas por sindicatos, se bloquean las calles por donde transitan las movilizaciones, pero eso no ha alcanzado para paralizar simultáneamente distintas partes del país y por varios días. Solo durante la lucha del Combo del ICE, en el 2000, y del TLC, en el 2006 y 2007, se vieron situaciones similares.

La suspensión de estas actividades, en las luchas recientes, sobrevino de su necesidad. Se había llegado a un tope. La salida de UCCAEP con el cabecilla principal de Rescate Nacional fue la válvula de escape que facilitó la suspensión de actividades junto con las tareas que había impulsado la Fuerza Pública, y las acusaciones ante los Tribunales que se estaban encauzando.

La mezcla de intereses, que se reunieron desde sectores empresariales, y de tipo popular, movilizados por el mismo paraguas, y quizá las mismas fuentes de financiamiento, en contra de los impuestos que se querían aprobar en la Asamblea Legislativa, no se habían dado antes en el país. De allí ese amorío público evidenciado por disputar la paternidad y la maternidad de haber suspendido los bloqueos. Si de eso se trata, allí estaban el padre y la madre de esa criatura, de la suspensión de los bloqueos, que gozaban de cierta simpatía popular pasiva, pero que ya era asfixiante, para la ciudadanía como para los distintos tipos de empresarios, productores y comerciantes.

Estas luchas, las actuales, no tuvieron ninguna presencia importante o significativa de ningún partido político, ni de partidos de izquierda, que son casi inexistentes en el país. Lo más que hicieron algunos de ellos fue declarar su simpatía con la lucha, como tal, e invitar a participar en las marchas, pero en la cola de la criatura.

Carecieron estas luchas de los elementos organizativos de las marchas, para evitar o controlar hasta donde se puede a provocadores e infiltrados, interesados en desprestigiar las protestas, como de los organismos represivos y de seguridad nacional.

Estas luchas no tuvieron palancas parlamentarias que hubieran podido influir para una mejor canalización de las luchas y de las marchas. Estando el Proyecto de Ley, de aprobación del préstamo del FMI, en la Asamblea Legislativa, se movilizaban a la Casa Presidencial, más con fines políticos, y preelectorales 2022.

El corolario de estas luchas se dio con el enfrentamiento de los pescadores artesanales de camarón, esta semana, que se movilizaban contra el proyecto de ley que autorizaría la pesca de arrastre, y los empleados, o personas pagadas por las empresas que promueven la pesca de arrastre, aprovechando la pobreza de Puntarenas, el desempleo local y las necesidades económicas.

Las mafias organizadas alrededor de este negocio de la pesca de arrastre enfrentaron a ciudadanos pobres con pescadores pobres… Qué triste, pero así son a veces algunas luchas, donde los grandes intereses, y grupos mafiosos, ponen a pelear a sectores laborales, trabajadores y pobres entre sí… por supuesto, a veces también con la complicidad, y quizá con buen pago, de algunos de sus dirigentes…

La lucha continúa, es lo que se sigue afirmando.