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Etiqueta: Puerto Rico

Los boleros y Puerto Rico

A: Óscar López Rivera (Independentista y revolucionario)

De: León Triba,
En algún lugar de Costa Rica, en recuerdo
Del grito de JAYUYA y por la independencia
absoluta de Puerto Rico.
Octubre y 2024

Compañero Óscar López Rivera, no sé si lo que escribo tenga imprecisiones históricas -de seguro que sí- procuro una síntesis de momentos sublimes de la producción musical de tu querida Patria, a la cual le dedicaste muchos años de prisión, para alcanzar la legítima autodeterminación y soberanía de Puerto Rico; la búsqueda de la absoluta independencia que le asiste a nuestro hermano país.

Esto que escribo, no es un tratado de ningún tipo, solo un pequeño ejercicio en ese ritmo de bolero al cual se nos hace imposible renunciar.

Nadie, que precise de gustar de los boleros, puede abstraerse de CUBA, MÉXICO y, claro está, también de PUERTO RICO.

Pensemos solo en algunos de los grandes boleristas boricuas. No sé a cuál de todos se le puede situar como el número uno. Depende de nuestro estado emocional, cada uno nos atraviesa hasta lo más profundo de nuestros sentimientos. No nos dejan un solo poro libre de ese gusto exquisito, que nos moja el alma.

Dice uno, o dicen ellas: – PEDRO FLORES– y nos viene por arte de magia Blancas azucenas, Perdón, Esperanza inútil, Amor perdido, Linda. Poesía simplemente musicalizada, versos de amor para siempre.

Quién no ha tarareado “ En mi viejo San Juan”, seguramente no recordamos al autor de esa maravillosa pieza musical, porque nos viene de seguido el nombre de Daniel Santos; pero no, de quien hablamos es del maestro NOEL ESTRADA.

Muchas y muchos, nos animamos a “cantar” “Perfumes de gardenias”, casi que de seguro pensamos en Cuba. La mágica pieza corresponde, sin embargo, al puertorriqueño RAFAEL HERNÁNDEZ MARÍN. Escrita en 1929, para describir las condiciones de pobreza de los campesinos. Igualmente, el otro clásico que de inmediato la asociaciones con Eugenia León o de nuevo con Daniel Santos, es el bolero que hace referencia a “Lamento borincano”, del mismo autor Hernández Marín.

En la radio alguien solicita, por favor de Javier Solís, “CATACLISMO”, de nuevo la memoria nos está traicionando y, sin ninguna duda, todos damos por sentado que este magnífico cantautor es el dueño de la canción. Pero de nuevo resulta que no, situémonos nuevamente en Puerto Rico, para recorrer esa novela de amor que inspiró a ESTEBAN TARONJI.

Cuando las serenatas eran parte del imaginario colectivo, le pedimos a nuestro cantante que complaciera a nuestra novia con Madrigal, y por supuesto que cantante, homenajeada y serenateros no podíamos precisar que esa maravillosa canción pertenece a FELIPE GONZÁLEZ, otro hijo de Puerto Rico.

En la Chiringüina, la antigua Cabaña, en el Cañalito, el Sol de Oriente, en tantos otros bares y cantinas regados en los barrios inimaginados de América Latina, muchos habrán pedido de José Feliciano la “Copa rota” y aún, otro tanto más despechados, piden de Julio Jaramillo “Juramento”. De nuevo, todas y todos olvidamos al autor intelectual nacido en nuestra isla latinoamericana, hablo de otro boricua, Benito de Jesús.

No agoto aquí la lista de los grandes boleristas nacidos en Puerto Rico; solo quiero decirles que yo aprendí a bailar bolero en los acordes de esa voz inigualable de otro hijo portorriqueño, refiero a BOBBY CAPO. También me atrevo a pensar que cantamos Piel canela, pero no reparamos que la canción es también originaria de Puerto Rico.

Por ahora, vayamos a escuchar boleros y si tienen tiempo pues, carajos y carajas, a bailar, que también en el arte de la danza y el humor, podemos seguir construyendo redes de identidad nacional. Y contribuir con la lucha heredada de Óscar López.

A él, también, precisamente le dedico este poema

EL BOLERO BORICUA, CUBANO Y RANCHERO

A Óscar López Rivera

El bolero, nido roto,
interrogante, palabra en cocción erótica
o reloj a plazos de un adiós,

espera en una esquina
“de cigarro en cigarro”
dejando un frío vacío
cuando la luz se apague,

diálogo de rutina, reclamo,
declaración obligada
de las rodillas pidiendo perdón
o el humedal de los labios
entre cuerdas, nos trae otra mirada.
Cantante favorito en la emisora
de las complacencias,
trío inolvidable, letra musicalizada
en el pentagrama del recuerdo.

El bolero, los boleros,
verdad, alma de un cántaro de mieles
o amarguras que se deslizan
en la vieja rockonola, en un CD,
en la llave maya que exigimos al cantinero
para que nos complazca.

El bolero es piel erótica
que si se descuida
otro gallo canta entonces
sobre nuestras sábanas blancas,

muerte de unos senos inhiestos,
manos ajenas recorriendo las caderas
que creíamos nuestras.

El bolero es eso, un nido roto,
una copa vacía, la verdad en un instante
la puerta de infinitos
en una apuesta de labios sin sentido,

fonógrafo, “longplay”, acetato,
velas a media luz,
vino, ron, tequila, mezcal y aceitunas
sin un cuarto dispuesto
y la mirada indiscreta de la mucama,
porque sin un amor,
“la vida no se llama vida”.

Bastedad de acordes ,
aguas, lluvia, mar, río
la barcaza que se pierde
o el discreto auto
que lleva a una rubia a su alcoba,
la ternura de unas lindas piernas
reclamando la canción de su vida.

Se va la música con el alba,
en la reseca del olvido
queremos recordar el nombre
bajo la palidez de rostros diferentes
que pueblan la ciudad,
despecho, reencuentro
dudosos compases
de voces mojadas en ron.

Yo vengo de esa distante melodía
crujiendo los pasos del olvido,
del recuerdo rítmico de las hojas secas,
en las viejas huestes de las olas.

El lema de tu nombre
nos da la libertad
para el nuevo bolero que cantamos:

“si nos dejan, haremos del mundo”
una exquisita melodía,
pero seguiremos cantando boleros
hasta que la luz se apague,
abrazados bailando
sin el cerrojo de la duda
para alcanzar el alba.

Los boleros y Puerto Rico

A: Óscar López Rivera (Independentista y revolucionario)

De: León Triba

En algún lugar de Costa Rica, en recuerdo del grito de JAYUYA y por la independencia absoluta de Puerto Rico.

Mayo y 2021

Compañero Óscar, no sé si lo que escribo tenga imprecisiones históricas y esté -de seguro que sí- olvidando momentos sublimes de la producción musical de tu querida Patria, a la cual le dedicaste muchos años de prisión, en búsqueda de la absoluta independencia que le asiste a nuestro hermano país de Puerto Rico. Esto no es un tratado de ningún tipo, solo un pequeño ejercicio en es ritmo al cual se nos hace imposible renunciar, EL BOLERO.

Nadie que precise de gustar de los boleros, puede abstraerse de CUBA, MÉXICO y claro está de PUERTO RICO.

Pensemos solo en algunos de los grandes boleristas boricuas. No se a cuál de todos se le puede situar como el número uno, porque depende de nuestro estado emocional cada uno nos atraviesa hasta el más profundo sentimiento. No nos dejan un solo poro libre de ese gusto exquisito.

Dice uno, o dicen ellas: – PEDRO FLORES– y nos viene por arte de magia Blancas azucenas, Perdón, Esperanza inútil, Amor perdido, Linda. Poesía simplemente musicalizada.

Pedro quién no ha tarareado “En mi viejo San Juan”, seguramente no recordamos al autor de esa maravillosa pieza musical, hablamos del maestro NOEL ESTRADA.

Muchas y muchos, nos animamos a cantar “Perfumes de gardenias”, casi que de seguro pensamos en Cuba. Pero no, la mágica pieza corresponde al puertorriqueño RAFAEL HERNÁNDEZ; al igual que el otro clásico que de inmediato la asociamos con Daniel Santos, hago referencia a “Lamento borincano”, del mismo autor.

En la radio alguien solicita: Por favor de Javier Solís, “CATACLISMO”, y sin ninguna duda, todos damos por sentado que este magnífico cantautor es el dueño de la canción. Pero de nuevo resulta que no. Nuevamente debemos situarnos en Puerto Rico y recorrer esa novela de amor que inspiró a ESTEBAN TARONJI.

Cuando las serenatas eran parte del imaginario colectivo, le pedimos a nuestro cantante que complaciera a nuestra novia con MADRIGAL, y por supuesto que cantante, homenajeada y serenateros no podíamos precisar que esa maravillosa canción pertenece a FELIPE GONZÁLEZ, otro hijo de Puerto Rico.

En la Chiringüina, la antigua Cabaña, en el Cañalito, el Sol de Oriente, muchos habrán pedido de José Feliciano la “Copa rota” y aún, un tanto más despechado, otros piden de Julio Jaramillo “Juramento”. De nuevo, todas y todos olvidamos al autor intelectual nacido en nuestra isla latinoamericana, hablo de otro boricua, Benito de Jesús.

No agoto aquí la lista de los grandes boleristas nacidos en Puerto Rico; solo quiero decirles que yo aprendí a bailar bolero en los acordes de esa voz inigualable de otro hijo portorriqueño, refiero a BOBBY CAPO. También me atrevo a pensar que cantamos Piel canela, pero no reparamos que la canción es también originaria de Puerto Rico.

Por ahora, vamos a escuchar boleros y si tienen tiempo, pues carajos y carajas. A bailar, que también en el arte de la danza y el humor, podemos seguir construyendo redes de identidad nacional.

¡¡¡ Salud, paz y compromiso!!!

Puerto Rico: Movimiento Ciudadano pide renuncia a gobernador

Con la consigna #Ricky Renuncia y, al ritmo caribeño de ‘Somos Más y No Tenemos Miedo´, más de un millón de puertorriqueñxs realizamos un Paro Nacional, indignadxs por los esquemas de corrupción y pillaje, pobreza, pobreza, desigualdad social y de género. Estamos en las calles de hace 13 días, exigiendo al gobernador que desocupe su puesto.

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Iglesia católica pide decir NO al colonialismo en Puerto Rico

Un mensaje de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña (CEP) ante las elecciones generales de noviembre próximo y la “nueva realidad” política frente a la creación de la junta de control fiscal federal en la isla advirtió de la “cruda condición colonial” del país.

La CEP, que encabeza el monseñor Roberto González Nieves, difundió una nota con 27 puntos en la que detalla su postura en víspera de los comicios del mes próximo.

Así, consigna que “Puerto Rico se enfrenta, en su realidad histórica actual, a su crisis socio-política y económica más profunda de los últimos 115 años. Toda la estructura del modelo político y económico en el que se ha basado nuestro desarrollo en las pasadas décadas ha perdido su legitimidad y su eficacia para atender las necesidades personales y colectivas del pueblo puertorriqueño”.

Ante este escenario, la entidad afirma que “también nos adentramos al periodo de discernimiento, propio de cada proceso electoral, para elegir candidatos y propuestas que nos guíen como pueblo ante estas circunstancias. Pero esta elección general cobra la peculiaridad de que el gobierno que constituirán los candidatos electos, estará bajo la autoridad de una junta de control fiscal establecida por el Congreso y nombrada por el presidente de los Estados Unidos, reflejo de nuestra cruda condición colonial”.

Al respecto, la CEP señaló que “esta situación exige un rechazo inequívoco y su superación es una tarea ineludible”.

Los obispos de Puerto Rico, ante la nueva situación política, pidieron al electorado actuar “con el grado de responsabilidad que reclaman los signos de los tiempos, reconociendo que Puerto Rico se encuentra hoy en uno de los momentos más críticos de su historia”.

“Por esto, denunciamos la situación colonial de Puerto Rico, que ha quedado crudamente manifiesta ante esta crisis fiscal, al no poder recurrir a un proceso de quiebra ordenado y sistemático, y ante la concesión del poder decisional a una junta fiscal externa, sin la participación democrática de los ciudadanos, pero con efectos en todos los ámbitos de nuestra convivencia social”.

Los religiosos recalcaron que “ha llegado la hora de decir no al colonialismo histórico que se ha acompañado de leyes injustas como las de cabotaje, la demagogia partidista, la mentira y el oportunismo de muchos líderes e inversionistas. También, advertimos de nuevos colonialismos a través de ideologías y poderes anónimos que esclavizan, globalizan la uniformidad con fines lucrativos y violentan las culturas y tradiciones de los pueblos”.

Para la CEP, las elecciones son “una oportunidad para elegir a un liderato político al que le duela de verdad la sociedad, el pueblo, la vida de los pobres… con una nueva mentalidad política y económica que ayude a superar la dicotomía absoluta entre la economía y el bien común social”, como dijo el Papa Francisco.

En cuanto a la situación política de la isla, la organización urgió “a los líderes del país, y de Estados Unidos, a dar los pasos necesarios para terminar con esta situación colonial en forma seria y responsable, respetando el derecho internacional de los pueblos, reconocido por la Organización de las Naciones Unidas”.

“La situación colonial, sumada a la crisis económica y fiscal que enfrentamos durante largos años y agudizada en las últimas dos décadas, amenaza en convertirse en una crisis mayor para nuestros niños, jóvenes, ancianos y personas vulnerables, tales como personas jubiladas, migrantes, los sin techo y adictos”, afirmaron los obispos.

Junto con recalcar que “en momentos como éste, se hace cada vez más urgente la toma de conciencia sobre la necesidad de una participación ciudadana activa”, la CEP alertó del poder político “sujeto a intereses electoralistas, financieros, de producción y consumo, que ha llevado a los partidos a ser, en ocasiones, grupos restringidos que usurpan el poder del Estado, sustituyendo la democracia por la llamada partidocracia”.

Asimismo, el organismo dijo “basta de políticas económicas basadas en contribuciones e impuestos que recaen, mayormente, en la clase media y en los menos afortunados. El efecto de estas políticas ha sido la ruina económica y la motivación de muchos para abandonar el país”.

A su vez, consideró que “es la hora de una revolución moral y una transformación radical de nuestro modelo económico y de la participación ciudadana. Este esfuerzo, aunque sacrificado, nos guiará a una nueva senda de progreso y desarrollo”.

Sobre este punto, los religiosos opinaron que “nosotros, los puertorriqueños y puertorriqueñas, estamos muy divididos y polarizados, no estamos unidos; estamos estancados. Nuestra unidad es necesaria si queremos progresar”.

 

Enviado a SURCOS Digital por Nils Castro.

Fuente original de información e imagen: http://www.metro.pr/

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El cambio en Puerto Rico

Nils Castro

 

Hay períodos en que pareciera que muy poco ocurre y de pronto los acontecimientos se desatan; pero mientras el fondo de la situación da un giro hasta los buenos analistas demoran en notarlo. Y cuando sus apreciaciones se dejan llevar por la rutina, tampoco la izquierda escapa a esa tendencia. Este es el caso de lo que hoy sucede en Puerto Rico, donde la realidad inició una dinámica cualitativamente nueva, sin que algunos anticolonialistas se hayan percatado aún.

Así lo refleja la Declaración del reciente XXII Encuentro de una organización tan meritoria como el Foro de Sao Paulo, celebrado en San Salvador a finales de junio. Como de costumbre, reitera que “apoyamos la lucha heroica del pueblo puertorriqueño por su independencia y el justo reclamo de Argentina por su soberanía sobre las islas Malvinas”. Pese a la buena fe de esta frase, ligereza da lugar a algunas deficiencias. La más simple, que entre la inmovilidad de Malvinas y la actual agitación de Puerto Rico no hay más similitud que el accidente geográfico de que ambas son islas. Si es por el régimen colonial, entonces faltó incluir a Aruba, Martinica y otras posesiones del Caribe.

El segundo yerro está en que el caso de Malvinas es uno de integridad territorial, no de autodeterminación de los pueblos. Gran Bretaña arrebató ese territorio a Argentina y remplazó su escasa población con unos colonos trasplantados desde Inglaterra. Si sus descendientes votaran por cuál soberanía prefieren, escogerían a Londres. Al contrario, Puerto Rico es una nación histórica, donde cuatro millones de personas defienden una cultura propia, de pura cepa hispanoamericana y caribeña. La cuestión aquí es recuperar las condiciones necesarias para que este pueblo pueda decidir libremente su autodeterminación. Esto es radicalmente distinto al caso de Malvinas; reivindicarlos en pareja ‑‑y con omisión de las demás colonias antillanas‑‑ acarrea más confusión que solidaridad.

Pero el problema principal es otro. Es el de omitir que 10 años de recesión y una deuda impagable convirtieron el caso de Puerto Rico en un dolor de cabeza también para el gobierno estadounidense, y han puesto en crisis al sistema político colonial y a sus partidos. Frente a las inconformidades y reclamaciones puertorriqueñas, y las presiones de los acreedores de Wall Street, las autoridades norteamericanas han incurrido en dos decisiones terminales que anulan el régimen del llamado Estado Libre Asociado (ELA).

La primera es que la Corte Suprema estadounidense dictaminó que la isla carece de soberanía, toda la cual ejercerá exclusivamente el Congreso de Washington. La segunda que ese Congreso enseguida acordó crear una Junta de Control Fiscal cuyos integrantes nombrará la Casa Blanca, que no solo dirigirá los asuntos fiscales y presupuestarios de Puerto Rico sino que reorganizará la administración del país por encima del gobierno local electo por los puertorriqueños, para asegurar que los buitres de Wall Street cobren la enorme deuda, a expensas de quienes habitan la isla. Lo que convierte al llamado gobernador de Puerto Rico en un simple monigote ceremonial.

Los dos partidos cómplices del sistema colonial ‑‑anexionista uno y autonomista el otro‑‑, cuya ineficiencia y corrupción como gobernantes del país acumularon esa deuda, ven perecer su capacidad de neutralizar políticamente a la población. Para defender sus gastados privilegios, procuran dirigir las quejas y reclamos contra la nueva Junta, pero gran parte de esa población ya tiene claro que la causa de su drama socioeconómico, del desempleo y el empobrecimiento, y del descrédito del régimen político, es el sistema colonial. El que, ante el deterioro del panorama, apela a crear ese nuevo instrumento de dominación autoritaria.

Esto a su vez ha llevado al partido y las organizaciones independentistas no solo al momento de mayor auge político, sino también al de mayor progreso en la construcción de su unidad. Lo que significa que la solidaridad latinoamericana con la independencia de Puerto Rico ‑‑y el respaldo a sus actores y luchas‑‑ ya desbordó las frases usuales y reclama nuevos análisis e iniciativas, a tono con las actuales demandas y posibilidades de la situación.

 

*Imagen con fines ilustrativos tomada de Internet.

Enviado a SURCOS Digital por Alai-AmLatina.

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