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Etiqueta: radiodifusión

Desde hace 60 años… Canal 7. Algunas remembranzas

Vladimir de la Cruz

Costa Rica tiene el reconocimiento, entre los muchos que se le hacen a nuestro país, de haber sido uno de los pioneros de la radio en el continente americano.

Entre los primeros intentos de la radio están los del profesor José Fidel Tristán, en la década de 1910 cuando realizó transmisiones de señal de radio, donde vinculó, de colegio a colegio, a jóvenes estudiantes, que no se conocían, y que en la Historia Nacional, llegarían a tener un inmenso papel, a Manuel Mora Valverde y a José Figueres Ferrer.

Luego fue, sin lugar a dudas, la primera transmisión, radiodifusión, en 1920, realizada por Amando Céspedes Marín, que con onda corta y onda larga, en la década de 1920-1930, dio inicio a la radiofonía, con “La Voz de Costa Rica” en el país, mérito que se le ha reconocido con el Benemeritazgo Nacional.

La Televisión ni se pensaba en esos años. Yo nací en 1946 cuando tampoco la televisión se había desarrollado aunque ya se hacían los primeros esfuerzos mundiales por impulsarla, como se hacía también con las computadoras en esos años, primero con fines militares, luego con fines civiles y comerciales.

En mi casa, por este motivo, y era lo usual en Costa Rica, todo mundo se pegaba de la Radio, desde las primeras emisoras “Radio Tibás”, “Alma Tica” antes, “Radio Athenea”, “La Voz del Trópico”, “Radio Faro del Caribe”, la emisora de los religiosos protestantes, que condujo a la “Radio Fides”, de la Iglesia Católica, “Radio Columbia”, la Radio de la Universidad de Costa Rica, a partir de 1950, “Radios Reloj”. En la década del 40 en mi casa se oía “Ecos del 56”, del Partido Vanguardia Popular, y así un sinnúmero de radioemisoras que fueron constituyendo todo el sistema de radioemisoras que hoy funciona en el país, más de 100 emisoras en todo el territorio, con sus radios regionales.

Para la vida política nacional desde mediados de la década del 30 ya se usaba la radio para discursos y debates políticos, como en 1942 cuando José Figueres realizó un discurso radial contra el Gobierno, que le interrumpió su intervención radiofónica, le detuvo y le expulsaron del país, convirtiéndolo en uno de los líderes opositores de esos años finales hasta 1948.

A principios de la década de 1930 se empezó a impulsar el radioteatro, con obras nacionales y en la década de 1940 se desarrollaron los radio noticieros. Recuerdo que en uno de ellos, matutino, que terminaba alrededor de las 8 a.m., a finales de la década del 50 e inicios de la del 60, se leía prácticamente toda la información del periódico La Nación, que se compraba en mi casa, y yo me daba cuenta, que lo que se hacía era leer literalmente el periódico.

También recuerdo radio teatro y radio novelas que se pasaban por la radio…”Los fantasmas de las Cuevas de Virilla”, cuevas que existían dando la vuelta, en la curva, yendo hacia Heredia, después de cruzar en La Pozuelo, antes de llegar al puente del Virilla, o los “Fantasmas del Teatro Nacional”. Eran en mucho, actos de enorme entretención y de reunión familiar. Allí empecé a conocer a Adolfo Herrera García que se decía era uno de los escritores de estas narraciones, que lo hacía para sobrevivir después de la Guerra Civil de 1948.

Toda mi infancia y adolescencia me desarrollé con esta Radio, con esos radio-noticieros, teatros radiales nacionales.

En la década del 60, y parte de la del 70, me hice aficionado a las tardes de Opera, de los sábados, de la Radio Universitaria, y de los programas de zarzuela, y también de su música. En esto quizá había influido una familia que vivía contiguo a nosotros, donde José Antonio Zavaleta, periodista, y su esposa maestra Azihiadé Estrada, cultivaban esas pasiones, junto a sus hijos e hijas, todos ellos estudiosos y muy cultos.

En la década de 1950 se empezaron a realizar los primeros esfuerzos por introducir la televisión en el país, desde el gobierno de Mario Echandi Jiménez. Hubo hasta una discusión política sobre el carácter de esa televisión, si debía ser, como era en Francia, en aquellos años, estatal, o abierta. En el Partido Liberación Nacional había sectores que propiciaban un proyecto nacional cultural de televisión estatal.

En el gobierno de Echandi se estableció finalmente la televisión pública. Allí iniciaron los empresarios René Picado Esquivel y Carlos Manuel Reyes, con quienes se impulsó Teletica, que tenía la frecuencia 7 solo para la capital, después para las 7 Provincias. El 9 de mayo de 1960, se inauguró con emisiones Televisora de Costa Rica Ltda, proyectándose en las 7 provincias de Costa Rica.

La venta de televisores era escasa, escogida y de lujo para quienes podían adquirirlos en esos años. Recuerdo que en el Barrio Luján, donde vivía, al final de la calle 21, una calle ciega en esos años, no se había construido la Clínica Carlos Durán, del Seguro Social, y lo que había era potreros que llegaban hasta Zapote. Tampoco estaban los núcleos habitacionales de Barrio Córdoba, sí estaba la Ciudadela Calderón Muñoz, a un potrero de por medio con mi barrio, con mi calle 21.

En esa calle hubo un Televisor en la sala de una casa, con ventana a la calle. De manera que en la ventana se agolpaba todo el barrio, toda la muchachada. Recuerdo de esas primeras exhibiciones a “Betty Boo”, que fue por mucho tiempo una serie de entretenimiento infantil. Recuerdo de otro barrio cercano, donde visitaba una amiga, en que en una casa había televisor, y se cobraba simbólicamente, un “cinco”, o un “diez”, por ver desde afuera, desde la ventana, los programas.

En 1967 mi madre, con gran sacrificio, pudo comprar una casa en Barrio Córdoba que ya se estaba desarrollando como barriada. Allí terminé viviendo hasta 1973 cuando recién casado emigré.

En mi caso concreto mi madre no pudo comprar televisor hasta principios de 1970. Teníamos otras necesidades económicas. Éramos de la radio y de la lectura en casa. Tenía yo 23 años.

Las Olimpiadas de Roma, en julio de 1970, que coincidieron con las vacaciones universitarias, las pude ver en todo lo que se exhibieron. A partir de allí Canal 7, cuyas instalaciones estaban casi contiguas, al oeste, con la Estación del Ferrocarril al Pacífico, se hizo presente con sus programas en la vida hogareña…hasta hoy.

En esos años estudiaba yo Derecho e Historia. Como estudiante de Derecho litigaba y llegué a tener una Oficina grande, al frente del costado norte del actual Edificio de los Tribunales de Justicia, donde está la Plaza de la Justicia. Allí estábamos entre otros Otto Castro, Nelson Picado, que llegó a ser mi cuñado, y otros, todos estudiantes de Derecho.

Mis abogados padrinos, quienes autenticaban mis escritos, eran Jaime Cerdas Mora y Rodolfo Cerdas Cruz, que tenían sus oficinas en los altos de la Soda la Esmeralda, frente al costado norte de la Catedral. A Jaime también le asistía muchas veces como ayudante de Oficina, como su asistente, donde aprendí muchas cosas de él y de su ejercicio jurídico de la profesión, especialmente del trato con las personas y los clientes.

Como litigante, un día mi amigo, Miguel Sobrado Chaves, militante comunista y en esos años, metido en las luchas campesinas, me pidió que le ayudara a resolver jurídicamente un caso de un campesino de la zona de San Carlos. Le resolví el asunto. Me dijo que el campesino quería saber cuánto costaba el trabajo. Le dije que no, que era una colaboración solidaria con su lucha y además porque él, Miguel, me lo había pedido. Se me ocurrió preguntarle a Miguel que a qué se dedicaba esa persona. Me respondió, que entre sus trabajos recogía animales venenosos para la Universidad de Costa Rica, para el Instituto Clodomiro Picado. Entonces le dije, más en broma que en serio, que como pago, si quería pagarme, me enviara una culebra Boa pequeñita. Sorpresa mía…me llegó la encomienda con la culebrita… chiquita pero brava… arisca. Poco a poco la fui dominando, y nos fuimos haciendo amigos, hasta de lecho, se podía dormir con ella. Una primita mía, Yma Yara, así lo hacía también.

Era yo dirigente estudiantil desde 1967 hasta 1972, del Frente de Acción Universitaria, la organización comunista estudiantil de la Universidad, lo que me daba mucha presencia en la Universidad, en esos días y también fuera de la Universidad. Por esta circunstancia acudí a la Facultad de Medicina, donde tenían, en esos años, un criadero de ratones blancos, grises y negros para experimentación. Eduardo, un biólogo que allí trabajaba, tenía también una Boa. El me facilitó por mucho tiempo la alimentación de mi culebra, que llamé “Anto”, así que Anto creció casi hasta dos metros de largo.

Anto vivía plácidamente en las maceteras de un patiecito interior que teníamos en la casa, de unos 2 x 2 metros, y cuando yo estaba en la casa, pasaba en mi Biblioteca, entre los estanteros de los libros. Tenía un cuarto acondicionado como Biblioteca que recogía los libros de mi madre, gran y extraordinaria lectora, más los que yo iba devorando de adolescente y de estudiante.

Canal 7 había desarrollado sus programas. Algunos con gran impacto público. Carlos Alberto Patiño, había impulsado el programa “El Club Millonario Phillips”, a tempranas horas de la noche. Como parte del Programa retaba al público a que le llevaran cosas y el que llevara la más grande se ganaba un premio.

Así, un día justo en el momento en que mi madre regresaba del trabajo, yo no estaba en ese momento en la casa, prendió el televisor cuando oyó que Patiño solicitaba que llevaran “la culebra más grande”.

Mi madre nunca había tocado la culebra. La respetaba y me dejaba tenerla en la casa. Tal el impacto de la televisión y del programa de Patiño, que mi madre llamó a una vecina, amiga de la familia desde la década del 40, Dina Díez, le dijo lo del Programa y le propuso que llevaran la culebra. A oscuras se metió al patiecito interior, sin haber tocado nunca la culebra, pero “embrujada”, por el llamamiento de Patiño, metió sus manos en la macetera. Encontró a Anto tranquila, la cogió, la metió en una bolsa y se fue con Dina a la televisora en un taxi. Allí la midió, tomándola con las dos manos y estirando la culebra, y comparándola justo con otra que había llevado Eduardo, el biólogo de la Universidad. Y mamá ganó por el tamaño. El premio: un viaje a 8 ciudades de Colombia, con pasaje aéreo, todo pago. Regresó a la casa en taxi. Entró con Dina, justo en el momento en que yo llegaba a la casa unos minutos después, y me las encuentro “gritando” del susto que tenían de haber cogido la culebra y de haberla llevado en ese paseo. Hasta ese momento racionalizaron todo lo que habían hecho. No pasó a más.

El viaje no lo hizo mi madre ni yo. Vendimos el premio del viaje a Colombia y con la plata me compraron un escritorio, que ya necesitaba, de un remate que hacía la Embajada Americana, como lo hacían con frecuencia. Ese escritorio todavía lo tengo… gracias al tamaño de Anto y a Canal 7.

Años después, enero de 1998, estaba yo en mi primera campaña presidencial, candidato del Partido Fuerza Democrática, y ante un debate anunciado, por Canal 7 y La Nación, entre Miguel Ángel Rodríguez y José Miguel Corrales, interpuse un Recurso de Amparo, reclamando mi derecho de participación, a pocos días de las elecciones, debate en el que Canal 7 y La Nación habían hecho una inversión millonaria en la preparación de ese evento. La Sala IV, en un voto redactado por el Magistrado Rodolfo Piza Escalante, me dio la razón. Paró el debate y obligó a que se tomara en cuenta a los otros candidatos. Aquello fue una bomba. El debate no se hizo entre esos candidatos. Tampoco lo hicieron con todos los candidatos. Me llevaron a mí, con ánimo de despedazarme, a un interrogatorio en Televisión, del cual me parece salí bien parado. Resultado de ello, unos días más tarde, el periodista Armando González, que participó en esa entrevista, que dirigía el periódico Al Día, de la empresa de La Nación, me invitó a escribir semanalmente en ese diario, lo que hice prácticamente hasta el año 2008. Desde entonces me desarrollé como articulista semanal de periódicos, en esos días en Al Día, después de mi regreso de Embajador en Venezuela, en La República, hasta hoy, y en otros medios electrónicos, nacionales y extranjeros, donde también colaboro hasta hoy, “La Revistacr.com”, “surcosdigital.com”, “Wall Street International Magazine”…

De aquel debate del 98, de la campaña electoral de 1997-1998, y las siguientes del 2001-2002 y del 2005-2006, puedo decir que don René Picado, con quien había que negociar la pauta publicitaria, que aunque no era mucha para él y su empresa, era mucha y muy cara para nosotros, como Partido, se portó como un gran caballero y ciudadano. Pagábamos con bonos que eran a todas luces un riesgo de cobro y de recuperación económica, excepto en la del 98, que obtuvimos derecho de pago de la llamada deuda electoral porque elegimos tres diputados, José Manuel Núñez, José Merino y Célimo Guido. Incluso me dijo que si no había finalmente plata para honrar los bonos lo tomara como una colaboración de su parte al proceso electoral y democrático nacional.

Cuando en una ocasión llegué al Canal 7, para una entrevista, pasando por uno de los pasillos, vi colgada, en una pared, una foto en la que aparecía mi madre con la culebra Anto en sus manos, en el Programa de Patiño, lo que me emocionó mucho. No se me ocurrió acudir después a pedirla prestada para sacar una copia, y probablemente la deben tener traspapelada o perdida…

Con Canal 7 en estos últimos 10 años he colaborado ocasionalmente en programas, especialmente los que giran alrededor del Noticiero, como “Telenoticias”, “7 Días”, “Buen Día”, invitado como comentarista, analista, a veces en polémicas, o por una pequeña opinión o comentario, sobre diversos temas políticos, internacionales y culturales. Colaboro con todos sus periodistas cuando demandan alguna ayuda informativa o aclarativa de temas históricos. Y seguiré colaborando en ello si eso sirve para una mejor información y formación de los costarricenses que siguen fanática y familiarmente a Canal 7.

Este Canal es parte importante hoy de la vida nacional, en medio de las otras televisoras que compiten con el Canal por la teleaudiencia, con sus diversas programaciones, especialmente con los programas de Noticias.

En mi caso sigo amigo de la Radio, donde participo en inmensa cantidad de programas, urbanos y rurales, gracias muchas veces a exalumnos hoy periodistas, y a las necesidades informativas que me solicitan.

En Radio con la Cámara Nacional de Radio casi tres años colaboré en una nota informativa diaria “Un día como hoy”, en Radio Monumental en el Programa “Así es la cosa”, diariamente, y semanalmente, en “Un viaje por la historia”, ya suspendidos estos programas, en parte, estos últimos, por la Pandemia.

En televisión colaboré con un programa similar, un año completo, de las 7 a las 8 a.m., en Canal 42, de la Extra, con un grupo muy distinguido de colegas universitarios, Argentina Artavia, Rotsay Rosales, Sergio Araya, Gustavo Araya y Daniel Calvo, con la periodista Isabel Espinoza, analizando la política electoral durante el año 2017 hasta las elecciones de febrero de 2018.

Mis felicitaciones a los cumpleañeros de Canal 7, y a la Familia Picado Cozza, especialmente en ese esfuerzo del que han hecho una causa familiar y costarricense… ¡Ah!, y gracias por el escritorio que todavía conservo…

Red MICA pone en evidencia omisiones del Estado costarricense para evitar violaciones a la libertad de expresión en materia de radiodifusión

Audiencia ante la CIDH

  • Representantes de Red MICA denunciaron violaciones sistemáticas cometidas por el Estado costarricense a los estándares interamericanos y violaciones indirectas a la libertad de expresión en el país
  • Comitiva del gobierno fue incapaz de responder interpelaciones de la CIDH sobre concentración, falta de transparencia y ausencia de participación ciudadana

 

En una audiencia celebrada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) este miércoles 6 de setiembre, en la ciudad de México, la Red de Medios e Iniciativas de Comunicación Alternativa (Red MICA) puso en evidencia las graves omisiones en que ha incurrido el Estado costarricense en materia de regulación y administración del espectro radioeléctrico, las cuales, en criterio de Red MICA, generan violaciones indirectas a la libertad de expresión en materia de radiodifusión en el país.

El Estado encaró la audiencia con una comitiva integrada por el actual Ministro de Comunicación ―Mauricio Herrera―, y el Viceministro de Telecomunicaciones, Edwin Estrada. Red Mica, por su parte, acudió a la cita representada por Mónica Solano, Andrea Alvarado y Sebastián Fournier.

Como parte de sus alegatos, la representación de la Red Mica sostuvo que, mientras se restringen cada vez más las posibilidades de la ciudadanía de tener acceso al espectro radioeléctrico, se experimenta un proceso de concentración de medios en Radio y Tv. En este contexto, en incumplimiento de los estándares establecidos por la propia CIDH, el Estado realiza una administración del espectro radioeléctrico ―un recurso público― que favorece la existencia prácticamente única de medios comerciales privados, y ha evitado la apertura de medios públicos y ciudadanos. “Prácticamente el 90% de las frecuencias” se destina a actividades comerciales, señaló Sebastián Fournier, de la Red MICA, mientras que la radiodifusión pública y comunitaria ni siquiera se encuentra tipificada en la normativa vigente, lo cual ha conducido a que no existan medios comunitarios y ciudadanos en el país.

Red MICA, además, señaló que, ante la próxima aplicación del cambio digital en Televisión, el Estado ha emitido una normativa mediante la cual se concederá a los actuales operadores privados-comerciales el llamado “dividendo digital”, lo cual redundará en una mayor concentración y la imposibilidad de acceso ciudadano al aprovechamiento del espectro.

Después de un primer momento en que la representación de la Red MICA presentara sus alegatos, la comitiva del Estado presentó su descarga, con un argumento centrado en que el Estado sí cumple sus obligaciones y de que el acceso ciudadano a los medios se concretará a partir del acceso a internet y los procesos de convergencia mediática. Esta participación se concretó mediante afirmaciones generales carentes de datos concretos.

El Ministro de Comunicación, Mauricio Herrera, quien fuera inicialmente interpelado por la Red MICA ante el hecho de que llevaba dos años sin cumplir la promesa de concertar una cita con el Presidente de la República, señaló que siempre había lugar para “mejorar” lo que se venía haciendo, y que consideraba que la audiencia constituía un buen momento para iniciar un proceso de diálogo con representantes de la sociedad civil.

Después de las participaciones de ambas representaciones, los delegados de la CIDH interpelaron únicamente a la comitiva del Estado. En primer término, cuestionaron la consideración de que el acceso ciudadano a los medios quede restringido a un mero acceso a internet. En segundo término, interpelaron a la representación del Estado a propósito de aspectos relacionados con concentración, obsolescencia de la ley vigente, transparencia y participación ciudadana.

La réplica de la comitiva del Estado fue ligera y omisa, y –más allá de insistir en que se estaba trabajando en una nueva ley– prácticamente omitió dar respuesta a los aspectos interpelados. No hubo referencias a la situación de la concentración, la falta de transparencia y la participación ciudadana. A propósito de estos temas, en el cierre de la participación, el Viceministro de Telecomunicaciones, Edwin Estrada, terminó titubeante y carente de claridad en sus planteamientos.

La audiencia celebrada este miércoles ante la CIDH se realizó ante una solicitud presentada a inicios de este año por la misma Red MICA, debido a que considera haber agotado todas las vías formales para ser escuchados por parte del Estado para dirimir estos temas, que son de absoluta trascendencia para la vida democrática del país.

La audiencia celebrada se puede observar de manera completa en el siguiente vínculo: https://www.facebook.com/elperiodicocr/videos/1606653406051420/

Para más información, puede comunicarse con:

Marvin Amador, 8335-3070

 

Lea también:

Estado costarricense emplazado por la CIDH por denuncia de violación a la libertad de expresión en materia de radiodifusión

 

*Imagen con fines ilustrativos.

Enviado por Ley Participativa de Radio y Televisión CR.

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Estado costarricense emplazado por la CIDH por denuncia de violación a la libertad de expresión en materia de radiodifusión

Red MICA presentó solicitud de audiencia

  • Representantes de Red MICA expondrán el caso este miércoles, en audiencia programada para las 10 de la mañana en la Ciudad de México
  • Gobierno acudirá con comitiva encabezada por Ministro de Comunicación, el mismo que ha entorpecido por más de dos años la posibilidad de reunión de Red MICA con Presidencia de la República

 

El Estado costarricense estará encarando una denuncia por falta de regulación e inacción estatal en materia de radiodifusión y uso del espectro radioeléctrico, lo cual, según la acusación, está generando violaciones a la libertad de expresión en materia de radiodifusión. La participación del Estado de Costa Rica se dará en una audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que se realizará en Ciudad de México este próximo miércoles 6 de setiembre.

La audiencia, programada para las 10:15 am, tendrá como contraparte del Estado a la Red de Medios e Iniciativas de Comunicación Alternativa (Red MICA), organización que presentara la denuncia ante la CIDH a inicios del presente año. Red MICA se presentará a la audiencia con el respaldo de una representación del Programa de Libertad de Expresión, Derecho a la Información y Opinión Pública (PROLEDI) de la Universidad de Costa Rica, así como del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL).

El Estado estará encarando la audiencia con una comitiva integrada por el actual Ministro de Comunicación ―Mauricio Herrera―, el Viceministro de Telecomunicaciones ―Edwin Estrada― y el encargado de Asuntos Jurídicos de Casa Presidencial, Marvin Carvajal.

La denuncia que presentara Red MICA se fundamenta en el hecho ―denunciado y confirmado por diversas instancias de la sociedad civil, de las universidades públicas y por la propia Contraloría General de la República―, de que el país carece de una normativa actualizada y coherente con las nece­sidades de participación equitativa, diversa y plural en el aprovechamiento del espectro radioeléctrico, y que se refleja en el acaparamiento de este recurso por parte de un sector dedicado exclusivamente a utilizar los medios con fines comerciales, excluyendo visiones y opciones de comunicación con enfoque social.

Desde la Red MICA, al lado de diversos actores de la sociedad civil y de las universidades públicas, se ha denunciado la ausencia de acciones de parte del Estado para romper esta situación y propiciar un acceso equitativo de los diferentes sectores al espectro radioeléctrico, de manera que se asegure la presencia de otras propuestas, además de las actualmente existentes. La inacción del Estado se expresa no solo en la insistencia de no actualizar la normativa vigente en materia de radiodifusión, considerada obsoleta debido a que fue emitida hace ya más de 63 años ―cuando ni siquiera existía radio FM ni Tv―, tanto como por incumplir mandatos de la propia Contraloría General de la República. Esta ausencia de acción del Estado ha sido considerada por estas organizaciones como “extrañamente” conveniente a los sectores empresariales que tienen el control de los medios de radio y tv en el país, y contraria a los intereses públicos, de manera que violentan las posibilidades de libertad de expresión del resto de la ciudadanía.

Según los representantes de la Red MICA, de la audiencia se espera que se generen recomendaciones desde la CIDH para que el Estado finalmente acceda a propiciar la participación de la sociedad civil en las decisiones relacionadas, y que, desde allí, se concreten decisiones orientadas a permitir el acceso, uso y aprovechamiento del espectro por parte de otros actores interés y posibilidad en hacer radio y tv sin fines de lucro.

La Red MICA optó por elevar la situación ante la CIDH debido a que considera haber agotado todas las vías formales para ser escuchados, incluyendo el incumplimiento expreso del Ministro de Comuni­cación, Mauricio Herrera, de facilitar una reunión con la Presidencia de la República, de manera que el Estado sigue sin escuchar a la sociedad civil para tratar este tema, y sigue sin asumir sus responsabilidades al respecto. Como contrapartida, lo que se tiene es un plan del Viceministerio de Telecomunicaciones ―celebrado en conjunto con la Cámara Nacional de Radio y Televisión (CANARTEL) en un desayuno sostenido en diciembre del 2016, con participación del propio Presidente de la República y del mismo Viceministro de Telecomunicaciones, Edwin Estrada― mediante el cual se estará entregando el llamado dividendo digital de Tv a los actuales empresarios de la Televisión nacional.

Para más información, puede comunicarse con:

Marvin Amador, 8335-3070 (martes antes de las 3:30 y después de las 6:30, miércoles en cualquier momento del día).

 

*Imagen con fines ilustrativos.

Enviado por Ley Participativa de Radio y Televisión CR.

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UCR: Espacio radioeléctrico centroamericano está en poder de monopolios

  • Jornadas de Reflexión del PROSIC
  • El apagón analógico aún carece de una verdadera discusión pública

 

Eduardo Muñoz Sequeira,

Periodista, Oficina de Divulgación e Información

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La televisión digital terrestre permitirá una interacción con el televidente. Además, gracias al desarrollo de las aplicaciones las poblaciones con discapacidades auditivas o visuales disfrutarán de la programación en igualdad de condiciones. – foto Archivo ODI.

Aunque el país se ha propuesto dar el paso hacia la televisión y radiodifusión digitales para el próximo año, la realidad es que no existen las condiciones técnicas, humanas, legales ni políticas que auguren que dicha meta se logre exitosamente, aseguró la Dra. Catalina Montenegro Granados, representante de la Red de Medios e Iniciativas de Comunicación Alternativos (RedMICA), durante la II Jornada de Reflexión Prosic dedicada al tema de la Economía Digital.

Esta se realizó el miércoles 21 de setiembre, en el auditorio del INIE, con la presencia de tres especialistas del tema. El encuentro fue convocado por el Prosic, programa líder de la UCR en el estudio de las TIC, que cada año organiza estas discusiones públicas. En esta segunda jornada del año, además de la presencia de Montenegro Granados, participaron el Ing. Francisco Troyo Rodríguez, viceministro de Telecomunicaciones; y el magister Alonso Castro Mattei, director del Centro de Informática de la UCR. Todos expusieron distintos aspectos que la sociedad de la información le impone a Costa Rica, desde la situación actual hasta los retos que deben superarse en los próximos años.

Distintos intentos para la aprobación de una nueva legislación de radio y televisión nacional acordes a esos desafíos no han dado fruto por la fuerte oposición de los empresarios, y el sector aún está regulado por una ley que data del año 1954.

Micitt negó participación a universidades

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La televisión digital terrestre garantiza el derecho a la comunicación de los sectores excluidos del actual modelo comercial imperante, promueve la libertad de expresión, la pluralidad política y la difusión cultural de todas las regiones – foto Karla Richmond.

En el año 2015 el Micitt negó la participación activa de las universidades porque se tiene visión que solo las cámaras empresariales son la parte interesada, denunció la representante de la RedMICA. Además, acotó, desde ahí no fluye la información sobre el uso de las frecuencias, de quienes son realmente los concesionarios y qué tipo de regulación se hace sobre el uso.

Ante estos señalamientos, el viceministro Troyo explicó con detalle la actual distribución de las frecuencias del espectro radioeléctrico y cuáles son los mecanismos para su asignación. Troyo fue nombrado recientemente en esa cartera, pero reafirmó su compromiso con el estado de derecho y que posible irregularidad se investiga acorde a la normativa vigente en Costa Rica.

Para el periodo 2013-2015 la Sutel llamó la atención sobre la concentración de frecuencias, y en el año 2012 la Contraloría General de la República señaló la deficiente gestión del espectro, caracterizado por el desorden. Ambas instituciones han instado al Micitt a cambios urgentes y sustantivos en el sector.

Montenegro dijo que en Costa Rica existe una explotación escandalosa de las frecuencias, con 60 segundos de pauta publicitaria una empresa que lucre con una frecuencia televisiva paga el cánon anual y otros costos asociados. Por otra parte, la especialista insistió que los monopolios mediáticos atentan contra la democracia. Como ejemplo, la Dra. Montenegro citó que en Guatemala el conglomerado Albavisión, de capital mexicano-estadounidense, tiene la concesión de la totalidad de las señales de televisión abierta. Esa misma empresa tiene importantes inversiones en Costa Rica y otros países latinoamericanos.

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La UCR está comprometida con la discusión del aprovechamiento del dividendo digital que implica la digitalización de la televisión y radiodifusión con aportes significativos a la discusión nacional sobre el tema.

Gracias a la presión ejercida por la UCR, otras universidades públicas y redes ciudadanas han contribuido al proceso de digitalización de las señales de la televisión terrestre y el aprovechamiento del dividendo digital en la radiodifusión nacional. El actual modelo de televisión analógica no aprovecha la totalidad del espectro, mientras la digitalización permite que una misma señal se divida en varias, de forma que un concesionario transmitiría simultáneamente en distintos frecuencias programación variada y usaría aplicaciones interactivas, no solo se trata de la buena resolución de la imagen. No obstante, la producción nacional es mínima, en el caso de la radio el 35% de la programación es netamente comercial y 31% de corte religioso. El 60% de las frecuencias de amplitud modulada (AM) repiten programas, la música nacional no llega ni al 5% y el 88% transmite de desde el área metropolitana.

La digitalización multiplicará las oportunidades para concesionar a productores independientes, a comunidades y otros grupos sociales que actualmente no tienen acceso bajo el modelo de negocios que impera en la radiotelevisión costarricense. El cómo se subastarán las frecuencias, cómo se controlarán, los cánones acordes a la categoría del concesionario son puntos que aún que no se discuten y no hay propuestas por parte de la Sutel.

Hacer la transición en las actuales condiciones de uso de espectro será una oportunidad perdida desde el punto de vista de la comunicación como un derecho humano y de avanzar hacia la libertad de expresión de los sectores excluidos del actual modelo, concluyó Montenegro.

Nuevas profesiones

La sociedad de la información y el conocimiento abrió la posibilidad a una generación de profesionales, labores que hace 25 años ni siquiera se imaginaban, dijo el magister Alonso Castro Mattei. La economía digital es un banco de tres patas, en una están los ciudadanos emprendedores, en otra el Estado y la tercera las empresas que aprovecharán las oportunidades de nuevos negocios que se están gestando alrededor de este cambio.

Está surgiendo un ecosistema digital en el mundo, en el que el acceso generalizado a la red crea oportunidades para los emprendimientos que facilitarán la vida de millones de personas, explicó Castro. Hoy las aplicaciones disponibles controlan desde electrodomésticos, alarmas caseras, sistemas de estacionamientos, pagos electrónicos, el transporte de pasajeros y los accesos a múltiples fuentes informativas desde cualquier parte.

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El próximo 26 de octubre continuarán las Jornadas de Reflexión del Prosic.

En el caso costarricense, recordó Castro, el 94% de las personas se conectan a Internet desde sus teléfonos celulares, y entre el periodo 2010-2014 el incremento en su uso fue del 608%. Esta evolución hace pensar que las ciudades inteligentes están más cercanas que nunca, y solo se requiere que mejoren las condiciones técnicas para que los países logren velocidades en el ancho de banda conforme a ese objetivo.

En el ámbito gubernamental, estas posibilidades jugarán a favor de las finanzas públicas, ya que la facturación electrónica disminuirá el fraude fiscal. Y por parte de la gestión, los Estados tendrán una práctica generalizada de transparencia pública.

No obstante, criticó Castro, el país ha sido poco ambicioso en este campo. Por ejemplo, para el desarrollo de la televisión digital terrestre se ha propuesto a los concesionarios actuales el desarrollo de solo tres aplicaciones digitales para iniciar la transición hacia la televisión digital. Eso no es nada si consideramos que cualquier estudiante avanzado podría hacerlas, recalcó. Castro Mattei recordó que solo el BetaLAB de la Escuela de Comunicación Colectiva de la UCR, con limitados recursos, ya tiene listas tres aplicaciones interactivas que usarían en el Canal UCR.

El tiempo corre y el apagón programado se erige como la espada de Damocles sobre las intenciones de los sectores académicos y populares que exigen la democratización de los medios de comunicación en Costa Rica.

 

Video de la II Jornada de Reflexión Prosic 2016:

https://youtu.be/_ORAkSh6z8c

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

Ley de radio y tele, por una democracia en expansión

Ante la discusión por una ley de radio y televisión que refleje las nuevas dinámicas tecnológicas que afectan y moldean modos y usos radiodifusión

Luis Andrés Sanabria Zaniboni (Ciudadano)

 

Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante. Ryszard Kapuściński

 

Ante la discusión por una ley de radio y televisión que refleje las nuevas dinámicas tecnológicas que afectan y moldean los modos y usos de la radiodifusión, así como una pertinente estructura fiscal de estas actividades, es importante preguntarnos además ¿por qué defender una ley participativa?

Partiendo de lo obvio, que la ley actual de radio no tiene la capacidad de reflejar toda la revolución en las infocomunicaciones de los últimos 60 años, lo cual hace evidente la necesidad de un marco jurídico distinto, también es cierto que el Estado no sólo debe ampliar y representar en su estructura jurídica la regulación tecnológica y fiscal pertinente, sino también reconocer e incluir de manera protagónica a la ciudadanía en la planeación, diseño, discusión, formulación e implementación de ese mismo marco.

En los últimos 60 años, no solamente las infocomunicaciones han representado una revolución, sino también la emergencia de diversos actores a lo largo y ancho de las sociedades, donde han denunciado la crisis de representatividad, propiciada a través de los monopolios de los canales de expresión, donde difunden solo una forma de ver, sentir e interpretar, lo cual lleva a un secuestro e invisibilización de la diversidad.

Estas décadas han representado así mismo la historia por la reivindicación de la diversidad y el derecho a la comunicación, entendiendo una parte como la necesidad de democratizar los criterios de acceso y participación en igualdad de oportunidades en la elaboración de la agenda temática de las sociedades, en la producción-intercambio-debate de mensajes-ideas. Lo que en definitiva es un proceso por la búsqueda de una sociedad más equitativa, solidaria y justa.

Una ley de radio y televisión que represente los tiempos actuales, debe partir de la construcción de espacios donde las distintas visiones tienen cabida en la formulación de este marco jurídico, y procure aplacar y desentramar las visiones dominantes, facilitando los espacios y prácticas para garantizar el respeto y promoción de las diversos contenidos y expresiones de las sociedades.

Esto nos exige la construcción de algo más allá de lo que normalmente los grandes medios comprenden como “derecho a la expresión” enarbolado detrás del temor a sanciones, sino avanzar hacia la construcción del “derecho a la comunicación”, que incluye no sólo la libertad de expresión, sino también a investigar, recibir y difundir, para garantiza los espacios que permiten a los diversos sujetos decidir cómo recibir y difundir sus propias manifestaciones.

Es necesario visibilizar que un nuevo proyecto de radio y televisión es algo más allá que un espacio de discusión técnica, sino también político, donde las diversas manifestaciones sociales y culturales deben reivindicar la conquista del derecho a la comunicación como espacio democratizador en nuestras sociedades orientado al pluralismo informativo y cultural.

Por esta razón, cualquier proceso de ley de radio y televisión debe ser participativo, porque en definitiva es el lugar donde se facilita los espacios y prácticas que permitan la democratización del acceso a los medios de comunicación, en su uso, contenido, diversidad y promoción.

Debemos ser claros, la comunicación no es una mercancía, es un bien público, donde se desarrolla un proceso en el cual creamos, aprendemos, reconstruimos e interactuamos nuestras identidades, los medios comerciales son sólo una manifestación más de este proceso, y desde la perspectiva del derecho a la comunicación no se puede ni debemos permitirles que determinen los alcances de una ley en términos de su democratización o contenido, por esta razón mejor póngale la firma a la participación protagónica.

*Imagen con fines ilustrativos.

Fuente Semanario Universidad.

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