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Etiqueta: Red de Mujeres Rurales

Red de Mujeres Rurales fija posición ante proyecto legislativo que busca control de semillas

SURCOS recibió el siguiente documento con la comparecencia de la Red de Mujeres Rurales ante la Comisión de Agropecuarios de la Asamblea Legislativa realizada el 10 de noviembre del 2020.

Buenas tardes, señores diputados y señoras diputadas. La situación de pandemia nos obliga a comunicarnos de esta manera.

En primer lugar queremos decir para analizar el Proyecto de Ley y para emitir nuestro criterio, partimos de nuestra realidad, de la vivencia en los territorios, que nos permite como mujeres de diversas comunidades tener conocimiento, saberes ancestrales sobre la alimentación, el uso de plantas medicinales, el cultivo de nuestra semilla criolla, local, nativa o campesina, que tenemos una espiritualidad que se vincula a nuestra forma de vida, y que tenemos formas de expresión que definen nuestra identidad.

También tenemos consciencia que somos parte importante de este país, que mucho se sustenta en el trabajo que realizamos y el producto que obtenemos.

También somos conscientes que desde muchos lados se desprecia nuestro trabajo, y se invisibiliza nuestro aporte como mujeres indígenas y campesinas. Aporte que se da no solo en la producción de bienes materiales, sino en la preservación de saberes, con nuestras luchas cotidianas y en la dignidad de nuestras comunidades.

Sobre el proyecto de Ley sobre la Producción y control de calidad en el Comercio de semillas, expediente 21087, no parte de una visión integral de la agricultura y el papel de la diversidad de las semillas.

Queremos decir y recordar que la Naturaleza es diversa, pero esa diversidad se está perdiendo rápidamente, dejando al planeta en un gran desequilibrio que está causando desastre de muchos tipos.

La mayor y más fuerte explotación de la tierra, el desarrollo de una productividad que no es sostenible, con más monocultivos, con uso de más pesticidas y semillas alteradas, no naturales, intensifica este desequilibrio. Esto le debe preocupar a toda la población, pero sobre todo a ustedes que están tomando decisiones que van a afectar el futuro próximo de la producción de alimentos, y también el futuro lejano.

Quien controla las semillas controla la agricultura, controla la producción de alimentos y controla la alimentación del mundo y concentra el poder. Podemos decir que hacer leyes que provoquen la concentración de las semillas es al mismo tiempo quitar el acceso a las semillas de la mayoría y por lo tanto atenta contra la democracia.

El control de las simillas afectará la producción de alimentos, la seguridad alimentaria y la vida de las personas. La diversidad de semillas es fundamental en el equilibrio de la Naturaleza, en la diversidad de alimentos, en la resistencia a los cambios climáticos y es fundamental para prevenir el hambre.

Si las semillas campesinas son restringidas se pierden; si no se pueden vender no se van a sembrar igual y si no se siembran se extinguen. Nuestra responsabilidad, en este momento de tanta crisis y destrucción, la responsabilidad de nosotras es reproducir todo lo que se pueda las semillas, todo tipo de semillas y material que ha sido la base de la diversidad alimentaria. La responsabilidad de ustedes es no impedir que las comunidades campesinas fortalezcan su producción, reproducción, conservación, venta, intercambio, regalo, trueque.

No podemos ni debemos dejar que se pierda la diversidad de alimentos, no podemos permitir que se homogenice en unos pocos alimentos industriales nuestra dieta. Si de algo ha servido la pandemia, ha sido mostrarnos la necesidad de fortalecer la producción diversa, local y en pequeñas escalas. El cierre de fronteras nos mostró que no son los mercados globalizados los que resolverán la necesidad de alimentos ante las crisis crecientes. La pandemia y las crisis climáticas nos han mostrado la necesidad de producir para los mercados locales y diversificados. La alimentación está en juego. No podemos hacerla más vulnerable dejándola acaparada en unas pocas manos.

Las grandes empresas multinacionales, productoras de semillas quieren imponerse en el mundo. No crean que es una originalidad de aquí, el control de los sistemas de semillas, y lo que provocará es se reducirá a unas pocas variedades de semillas y de alimentos. Y atrás viene la intención de digitalizar la agricultura para hacernos aún más dependientes. Y eso suma más amenaza a la diversidad; ya que la digitalización de la agricultura es para monocultivos, de alto costo, por lo que además es inaccesible. Este es un proceso de mayor concentración de la agricultura en pocas manos y por lo tanto menos democrática.

El sector agrícola monopólico no tiene ningún interés en la producción ecológica, socialmente comprometida, porque no tiene a las personas en el centro. Si les importaran las personas no fumigarían de manera despiadada a las poblaciones de las distintas comunidades. Sino que más bien promueven el uso de más y más pesticidas sintéticos.

Los registros son una forma de control de nuestra labor de siempre. Son regulaciones que pretende sacarnos de la actividad como productoras de alimentos, nos destruye a nosotras y a nuestras semillas. Si nos obligan a registrar nuestras semillas solo unos cuantos podrán sacar provecho de las semillas.

Esta historia es larga, en el 2002, o sea hace 18 años empezaron a dar pasos aquí en la Asamblea Legislativa. Y luego ha habido intereses de unos pocos que han movido estos proyectos de Ley. Y luego otros intentos: 2010, 2015, 2018. Cambian los diputados, pero la intención se repite.

Y siempre hacen lo mismo. No nos consultan a las organizaciones indígenas y campesinas, que somos población afectada por estos proyectos de Ley. Y nosotras somos las guardianas de las semillas, las que hemos hecho posible que las semillas se hayan conservado.

No se ha cumplido con el Convenio 169. El Convenio dice que “cualquier cosa que vaya a afectar los derechos y la forma de vida de las comunidades indígenas tiene que consultarse con los pueblos indígenas. Y tiene que consultarse en un idioma que entiendan con mecanismos democráticos y por sus propias autoridades”.

Además, debemos decir que el derecho a la soberanía alimentaria, establecido en la Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los campesinos y de otras personas que trabajan en zonas rurales, votado a favor por Costa Rica, se describe y entiende como el derecho a que se respeten las formas de producir, de transformar, de distribuir y consumir de las comunidades campesinas. Dice también “De manera que se garantizaría a los/ las campesino-a-s el derecho a gestionar los recursos colectivos y a participar al diseño de las políticas públicas para mejorar la regulación de los sistemas agrícolas y alimentarios”. Y nosotras no hemos sido ni consultadas.

Sobre el proyecto de Ley sobre la Producción y control de calidad en el Comercio de semillas, expediente 21087, no parte de una visión integral de la agricultura y el papel de la diversidad de las semillas.

Si la intención es controlar las semillas de grandes empresas semilleras comerciales, no tiene que incluirse nuestras semillas campesinas en el Proyecto de Ley.

El Proyecto de Ley además es inconsistente. Por una parte dice “excepción: las semillas criollas, locales o tradicionales no tienen que inscribirse en el registro”, pero resulta que dice que si queremos vender semillas en Costa Rica, esas semillas tienen que estar inscritas en el registro. Esas contradicciones son engañosas y peligrosas, porque deja sin definir quién decide al final sobre qué hacer. No cuesta mucho pensar que somos las personas en las comunidades las que saldremos perdiendo.

Pronunciamos nuestro acuerdo para que la producción de semillas en variedades mejoradas, las semillas alteradas genéticamente, importadas o producidas en grandes cantidades sean registradas y controlada su calidad. Pero esto no es aplicable a las semillas campesinas, semillas originarias o semillas criollas. Y como tal debe quedar muy claro en el texto del Proyecto de Ley, que ninguno de sus términos afecta a las semillas campesinas.

La destrucción de la diversidad nos deja como país en condiciones de menor capacidad de adaptación a los cambios y a la crisis climática, y aún más vulnerables en términos sanitarios y alimentarios. Por ejemplo, nosotras en el campo usamos diversos tipos de frijoles, unos más resistentes a la humedad y otros más resistentes a períodos secos. Con las variedades estamos desarrollando capacidad de adaptación, de resistencia y resiliencia para enfrentar los cambios de clima que son tan difíciles de predecir. El control y la estandarización de las semillas iría exactamente en dirección contraria a lo que dice el proyecto de Ley para procurar el abastecimiento ante la vulnerabilidad climática, sanitaria y alimentaria.

La promoción de la conservación, para la protección y uso de los recursos fitogenéticos para la alimentación, debe considerar de manera explícita que no se refiere, ni considera, ni incluye a las semillas de producción campesina.

En el Artículo 2. Fines de la Ley, se propone: “Promover la producción y el control de calidad de semillas comerciales, dejando sin definición a qué se refiere con calidad de las semillas comerciales. Las semillas campesinas son de calidad y han sido desde siempre comerciales. Por tanto, debe definirse de manera directa y clara que esa característica de calidad se refiere a condiciones de homogenización, formas de producción exclusiva para semillas, y no a la dinámica equilibrada y diversa de la producción campesina.

Confunde y contradice el proyecto de ley el derecho a producir semillas, ya que las homogeniza y son actividades muy distintas la producción de las empresas semilleristas, de la producción campesina de semillas, y ambas son comerciales, pero en escalas y características diferentes. Tal y como está planteado en el texto del proyecto de ley lesiona nuestro derecho a producir.

Las semillas campesinas no deben ni pueden ser certificadas. Ya que nuestras unidades de producción son un todo que busca el equilibrio entre diversas especies y variedades. En la unidad de producción, se pueden encontrar con facilidad más de cien tipos y variedades vegetales, y algunas eventualmente se venderán. Pretender la certificación de cada una nos deja en una absoluta situación injusta e inequitativa para el proceso productivo de alimentos.

Las semillas campesinas, criollas y nativas, son el resultado de miles de años de trabajo de la humanidad, su valor reproductivo no es propiedad de una determinada persona. No es ese el derecho de resguardo, sino el derecho a producir, reproducir, vender, guardar, intercambiar, es que el que debe quedar resguardado.

Para que se pueda garantizar el abastecimiento nacional y el acceso, las semillas campesinas no deben sufrir restricciones.

La base genética se amplía fortaleciendo la producción diversificada de cultivos, salvaguardando la comercialización de las semillas campesinas, que son diversas y adaptables. Esto es lo que pueda garantizar la sostenibilidad. Pero aunque el proyecto lo anuncia como una intención, el cuerpo del proyecto de Ley lo contradice.

Por lo tanto, la Ley debe especificar que regula la actividad de semillas producidas específicamente para el comercio, y no aplicable a todo tipo de semillas.

La Declaración de interés público, del Artículo 4, plantea la protección y conservación de las variedades de semillas tradicionales, locales y criollas, pero las regulaciones que de seguido se incorporan exactamente lo contradice y lesiona los derechos de las comunidades campesinas e indígenas, al no permitirse la libre comercialización de sus semillas.

En este sentido entra en contradicción con la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los campesinos y de otras personas de zonas rurales, Declaración votada a favor por Costa Rica. En esta se consigna el derecho de la población campesina a “guardar, almacenar, transportar, intercambiar, dar, vender y reutilizar las semillas campesinas”. Por lo tanto, no debe ni puede ser sometida a certificaciones.

De manera que, consideramos que el proyecto de ley entra en contradicción con la responsabilidad votada por Costa Rica, que como Estado debe adoptar las medidas para “respetar, proteger y hacer efectivo el derecho a las semillas de los campesinos y de otras personas que trabajan en las zonas Rurales.

En el artículo 5. Se enuncia como Tutela del Derecho, pero contradice en el segundo párrafo lo anunciado en el primero. Tutelar el derecho de la producción campesina es negado al establecer la obligatoriedad de normas, procedimientos y especificaciones técnicas que riñen con la producción y prácticas culturales campesinas. Por lo tanto, no Tutela el Derecho de la población campesina en su producción local.

Este proyecto de Ley propone controles que amenazan la producción diversificada y camina hacia la privatización de las semillas. Planteamos nuestro desacuerdo y consideramos que debe quedar de manera claramente definida que las semillas campesinas no son objeto de las regulaciones de esta Ley.

La ley parece estar hecha para proteger a un sector agroindustrial de producción y comercialización de semillas y no sobre el derecho de la mayoría de la población. En el Artículo 9, se establece concentración de poder con representantes de este sector en la toma de decisiones, sin mayores regulaciones. En eso que ambiguamente se llama “sector semillerista”, sin incluir a los y las campesinas e indígenas, y sin incluir otras representaciones de la población vinculada con las semillas.

Y ese control perjudicial para la producción y conservación de las semillas se evidencia en los detalles en varios artículos.

La ley puede provocar una verdadera persecución a las personas campesinas o indígenas que realizan una labor de mucho valor para la humanidad, conservar las semillas, y para conservarlas deben reproducirlas, y para estimular su reproducción debe poder venderlas. No puede ser que se nos persiga por la sagrada labor de sembrar, guardar y distribuir semillas.

Ustedes tienen la valiosa oportunidad de reivindicar el propósito de servir a las comunidades, a las personas, y no los intereses egoístas de unos pocos. Tienen la oportunidad de promover la agricultura diversificada para la soberanía alimentaria, y de dar pasos para el cumplimento de la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Campesinos y de Otras Personas que Trabajan en Zonas Rurales.

Muchas gracias.

Red de Mujeres Rurales de Costa Rica
10 de noviembre de 2020

Imagen de cabecera: Fabiola Pomareda en Revista La Agroecóloga

Red de Mujeres Rurales apoya a las Universidades Públicas

Las mujeres de la Red de Mujeres Rurales en la voz de las compañeras: Cecilia Nuñez González, Las Colinas, Cariari, Limón; Julia Lezama Campo, Cariari, Limón; Orfa Dalia Condega Pérez, Pavón, Los Chiles; Aida Alvarado González, Santa Rosa de Piedras Blancas, Osa. Ellas alzan la voz por la educación pública en apoyo a las Universidades Públicas.

https://www.youtube.com/watch?v=oROQVFxiGf0

 

Compartido con SURCOS por Alejandra Bonilla Leiva.

La economía solidaria. Sostener la vida mediante el trabajo con la tierra

La Red de Mujeres Rurales convoca este miércoles 7 de octubre a las 10:00pm al foro “La economía solidaria. Sostener la vida mediante el trabajo con tierra”. Con la participación de Alejandra Bonilla, Cecilia Núñes, Francisca Wilson, Orfa Condega y M° Andrea Araya.

Podrá seguirlo por el Facebook de la Escuela de Psicología de la UCR.

Red de Mujeres Rurales presenta contencioso administrativo contra el Gobierno

El miércoles 30 de octubre inició la jornada; Mujeres en lucha por semillas libres y comunidades sin fumigaciones convocada por la Red de Mujeres Rurales de Costa Rica, la Asociación Tinamaste y el Proyecto Interuniversitario Mujeres del Campo, Derechos, Cuerpo-Territorio.

Esta jornada se convocó en un contexto donde las mujeres campesinas e indígenas de Costa Rica se encuentran amenazadas ante el despojo de uno de los bienes más preciados para ellas y sus territorios, ya que las semillas actualmente se encuentran amenazadas por un proyecto de ley y un decreto presidencial que pretende controlar, privatizar e impedir la libre circulación de la semilla campesina. Además, dentro de su pronunciamiento para esta jornada las mujeres del campo de distintas regiones del país denuncian el incremento de contaminación ambiental en sus territorios debido a los agroquímicos ocasionando graves consecuencias en la vida comunitaria con escuelas afectadas por intoxicaciones y pueblos y personas enfermas por el uso indiscriminado de agro-tóxico.

Fotografía: Allison Quintanilla Hernández.

Cecilia Núñez de la comunidad Las Colinas de la provincia de Limón comentó que: ‘’Estamos defendiendo nuestro derecho como mujeres campesinas e indígenas, porque nos quieren privatizar las semillas. Hay una ley que nos quiere privatizar y las semillas son nuestra vida, si nosotras permitimos que nos privaticen las semillas, eso sería el fin de nosotras, realmente a veces los gobiernos no piensan en eso, de que nosotras como campesinas tenemos que estar reproduciendo nuestras semillas’’.

La jornada inició en horas de la mañana en el bulevar frente a la Asamblea Legislativa con un intercambio de semillas y consignas de denuncia contra el decreto presidencial y la contaminación de agroquímicos en sus territorios. En horas de la tarde la Red de Mujeres Rurales presentó en los tribunales un contencioso administrativo que demanda al Gobierno de Costa Rica por el decreto ejecutivo que limita el uso libre y comercio de semillas tradicionales, locales y criollas, mismas que se encuentran protegidas por la Ley de Biodiversidad, la Ley de Agricultura Orgánica, además de tratados internacionales de los cuales somos parte como país.

Fotografía: Allison Quintanilla Hernández.

Para Fanny Reyes integrante de la Red de Mujeres Rurales, «(…) el contencioso administrativo se presentó en contra del decreto firmado por la presidencia del Gobierno pasado, además se viene impulsando un proyecto de ley que quiere patentizar las semillas, que quiere exigir un registro para las semillas, y las comunidades indígenas, comunidades campesinas hemos estado ausentes de la discusión, se está aprobando un decreto pero las personas que estamos produciendo las semillas no somos tomadas en cuenta. (…) Porque en las manos de las mujeres, en las manos de las comunidades es donde está la semilla criolla, donde está la semilla tradicional, y exigimos también que se cumplan los convenios y las leyes’’.

La afectación de este decreto no solo obliga a que las semillas deban inscribirse en un registro de previo a legalizar su comercialización, además es una acción desde el Estado que violenta directamente la autonomía de territorios ancestrales y la soberanía alimentaria de muchas personas campesinas en sus comunidades.

Por ello la Red de Mujeres Rurales en Costa Rica, desde distintas acciones como las que se han desarrollado durante esta jornada, busca visibilizar la agenda de las personas del campo y sus realidades, las cuales cada vez se disocian de las políticas públicas violentando el ambiente y la vida digna de las personas.

 

Nota por Allison Quintanilla Hernández.

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Solicitan vigilancia y solidaridad ante los violentos hechos contra las compañeras feministas y las comunidades del Kiché-Guatemala

  • Demandamos protección para las compañeras Lolita Chávez, Rosa Gallardo, Gabriela Cruz y para el pueblo de Santa Cruz de Kiché

 

Mesoamérica, 9 de junio de 2017

Tal y como fue denunciado, el día 7 de junio unas veinte personas integrantes del Consejo de Pueblos Kiché, entre ellas mujeres y niños y niñas, fueron perseguidas violentamente durante la noche del 7 y el día 8.

El día 7 de junio, este grupo de indígenas del Consejo de Pueblos Kiché en legítima defensa de su territorio y bienes comunes, pidieron la documentación a madereros con un camión cargado de árboles talados, con el fin de verificar si contaban con autorización para la tala y extracción. Los camiones no portaban documentación alguna.

El camión se encontraba frente a oficinas de Gobernación, sin embargo el Instituto Nacional de Bosques no se hizo presente para detener la tala. La policía que se encontraba se alejó del lugar, a pesar de las peticiones de las compañeras del CPK de que se quedaran. Este hecho dejó a la población en manos de los madereros armados, que ahí mismo en el parque Central de Santa Cruz del Kiché sacaron armas y empezaron a disparar y perseguir al grupo del CPK.

Señalan las compañeras que la policía no solo no les resguardó, sino que de manera concertada permitieron el ataque a la población que se opone a la tala de los árboles ancestrales, que son parte de sus vidas y territorios.

Los y las compañeras del CPK huyen del lugar, algunas en vehículos y otras a pie se internan en la montaña. Durante la noche del miércoles y buena parte del día jueves las compañeras huyeron por la montaña con los niños, fueron perseguidas por los disparos de los madereros. El grupo se dispersó y algunas fueron alcanzadas por los matones madereros, quienes las golpearon, las amenazaron de violación y de quemarlas. Dos compañeros del CPK se ofrecen quedar retenidos a cambio de que dejen ir a las mujeres. Hoy se desconoce el paradero de uno de los compañeros.

Las compañeras defensoras del territorio ancestral han sido acusadas de retención ilegal del camión de madera.

Algunas de las compañeras perseguidas fueron sacadas de la zona por la organización Brigadas Internacionales de Paz y con la intervención de la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos.

Estos hechos se inscriben en el despojo de los bienes comunitarios, donde las familias de las comunidades han sido obligadas con armas a vender sus terrenos y se está llevando a cabo una vez más un desplazamiento forzado.

Ante estos graves hechos de violencia contra los pueblos y sus territorios ancestrales, pedimos a la comunidad y a las organizaciones nacionales e internacionales la solidaridad para:

Que se amplíen las medidas de resguardo a las poblaciones de Cafeteras, La Cumbre, Graditas, de Santa Cruz y San Andrés de Sajcabaja, todas del territorio Kiché, ya que hay muchas personas que están siendo perseguidas y amenazadas.

Que se amplíen las medidas de resguardo a la organización Consejo de Pueblos del Kiché.

No dejar en impunidad el control territorial armado que ejercen los madereros junto con el llamado Consejo Comunitario de Desarrollo, así como la destrucción del bosque que están realizando.

No dejar en impunidad las acciones ilegales de la policía.

Que se realicen acciones para la búsqueda y protección de los compañeros que hoy no se conoce su paradero.

Que el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos nombre una Comisión de Verificación de los Derechos Humanos del pueblo Kiché.

 

Firmamos:

Red de Mujeres Rurales de Costa Rica.

Tinamaste

Red de Coordinación en Biodiversidad

Colectiva Romper el Silencio.

Federación Ecologista (FECON)

Bloque Verde

Centro de Amigos para la Paz.

Colectivo Derecho a la Protesta Social

Colectiva A de Libertad

COECOceiba Amigos de la Tierra Costa Rica

Encuentro Bajo la Ceiba

Frente de Resistencia Animal y de la Tierra

Coordinadora por la Liberación Animal

ATALC Amigos de la Tierra América Latina

Frente Ecologista Universitario (FECOU)

Asociación Costarricense de Derechos Humanos (ACODEHU).

Comisión de Género de Asociación de Estudiantes de Planificación y Promoción Social

Red Costarricense de Agricultura Ecológica

DEI – Departamento Ecuménico de Investigaciones

Jaurías Comunicación Feminista

Asociación PROAL-PACUARE

Movimiento Ríos Vivos

Colectivo de Comunicación Popular Radio Machete

UNOVIDA

Alianza de mujeres indígenas, rurales y mestizas de Mesoamérica

Movimiento Popular para la Defensa del Medio Ambiente Honduras

Partido Obrero Socialista

GEO Denuncias Ambientales

GUANARED

Colectiva Respiral

Asociación Casa Adobe

Ni Una Menos Costa Rica

Estudiantes Maestría Estudios Latinoamericanos 2017

Laboratorio Psicosocial (UCR)

Ciem UCR Occidente

Epistemologías del Sur (UNA) Red de pensamiento anticolonial respecto de lo educativo, lo migratorio y lo rural

Cooperativa Viresco R.L.

Culturas Vivas Comunitarias

Alianza de Redes Ambientales

Asociación Regional Centroamericana para el Agua y el Ambiente ARCA FANCA (Red Centroamericana de Acción del Agua)

Círculo Bolivariano Yamileth López

Colectiva Caminando

Colectiva Chancha Negra

CEP Alforja Costa Rica

CEAAL América Latina

Centro de Estudios Humanistas – Costa Rica

La red de jóvenes sin fronteras

Convergencia de las Culturas Costa Rica

Centro de Derechos Sociales del Inmigrante (Cenderos)

Fundación Pedagógica Nuestramérica

Alianza Nacional para la Defensa del Agua (ANDA)

Cooperativa de Vivienda, Construcción, Fuerza, Unión, Destreza y Ayuda Mutua (COOVIFUDAM R. L.).

Asociación de Personas Refugiadas y Costarricenses en Costa Rica ASOPREC

Servicio Paz y Justicia en Costa Rica – SERPAJ – CR

 

*Imagen con fines ilustrativos tomada de la página de Facebook de Red de Mujeres Rurales

Enviado por Red de Mujeres Rurales de Costa Rica.

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Red de Mujeres Rurales: urge apoyo y denuncia para compañeras guatemaltecas

La Red de Mujeres Rurales de Costa Rica comunica que hemos recibido solicitud de auxilio por parte de las compañeras guatemaltecas que el pasado 7 de junio se manifestaban en contra de la tala de árboles en su territorio Kichè, y madereros armados les dispararon. El grupo de mujeres entre las que se encuentra Aura Lolita Chávez Ixcaquic, que tienen medidas de protección del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rosa Gallardo y Gabriela Cruz, todas defensoras de los derechos del pueblo Kiché, se encuentran en la montaña con otras mujeres y niños huyendo de los hombres armados que las persiguen.

En la mañana del 8 de junio aún se encontraban en la montaña sin recibir ayuda.

Llamamos a todas las personas y organizaciones a demandar que el gobierno de Guatemala detenga esta persecución, se proteja la vida de estas mujeres y se castigue a los agresores.

Comunicarse con la oficina del Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Guatemala. Teléfonos (507) 302-4698 / 302-4699, o vía Facebook demandando la protección de estas mujeres y niños.

No más violación a los derechos de los pueblos y sus territorios.

RED DE MUJERES RURALES DE COSTA RICA

 

*Imagen con fines ilustrativos tomada de la página de Facebook de Red de Mujeres Rurales

Enviado por Red de Mujeres Rurales de CR.

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Red de Mujeres Rurales denuncia el peligro de desalojo a familias campesinas

Una vez más el Poder Ejecutivo, de nuevo el Ministerio de Seguridad, haciendo caso a las maniobras de empresarios, se preparan para realizar el desalojo de humildes familias campesinas.

El 21 de octubre pasado la Red de Mujeres Rurales denunció el inminente desalojo de un grupo de familias en Barrio Luzón de Bataan, cantón Matina, provincia de Limón. Se trata del mismo grupo de familias, algunas están asentadas ahí desde el año 2000, otras llegaron en 2006, todas ahora con más de 11 años en eta finca donde habitan y siembran sus alimentos en la finca.

Posteriormente aparece una empresa con el nombre ROLAFAMA, con un tal Rolando Calvo como apoderado, solicitando el desalojo de la finca. Las familias han probado su permanencia en la finca, habitando y sembrando sus alimentos en los terrenos que poseen.

Desde el 2010 se vienen dando estos intentos de desalojar las familias. A lo largo de este tiempo se dieron una serie de resoluciones del Juzgado Agrario y del Ministerio de Seguridad de anteriores administraciones. Resoluciones en las que se expresa categóricamente que no es procedente el desalojo.

Existen dos resoluciones del Juzgado Agrario del 1 Circuito Judicial de la Zona Atlántica, del 2015 y de Enero del 2016, donde se dice categóricamente que se rechaza la solicitud de desalojo. Sin embargo la empresa vuelve a hacer solicitud de desalojo administrativo.

Ante la solicitud de la empresa de desalojo administrativo al Ministerio de Seguridad había sido aprobada por María Fulmen Salazar Elizondo, en calidad de Viceministra, posteriormente es ratificado por el Ministro de Seguridad Gustavo Mata Vega, ignorando las resoluciones del Juzgado Agrario y se ordenó el desalojo de estas familias en octubre del 2016. En ese momento las familias interpusieron una revisión que a la fecha no ha tenido respuesta, pero se comunica que para mañana lunes 22 de mayo se procederá al desalojo, con gran cantidad de policías armados. Son 52 familias, 69 menores, algunas mujeres embarazadas y 8 adultos mayores.

De nuevo llamamos a todas las personas y organizaciones sensibles y solidarias a denunciar estos nuevos atropellos del ejecutivo, comunicarse públicamente al Ministerio de Seguridad, al Presidente de la República y al Ministerio de Condición de la Mujer. Las familias campesinas no pueden ser tiradas a la calle.

 

*Imagen con fines ilustrativos.

Enviado por Red de Mujeres Rurales de Costa Rica.

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