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Etiqueta: Reforma del Estado

Las instituciones importan…

Caryl Alonso Jiménez

El estudio de la antropología del desarrollo es el dispositivo teórico para el estudio de la cadena de procesos económicos, sociales y políticos de la realidad…

Caryl Alonso Jiménez

Pensar en el desarrollo en términos de su mejor alternativa no es simplemente lo que se cree, piensa o se imagina; sino la evidencia de cómo debiera emprenderse las siguientes etapas. Y sin dejar de lado las fallas y lecciones para aprender del pasado, (Santayana, 1863-1952).

Por eso vale repasar todos los ángulos. Los mejores hombres y los más inteligentes incluyendo los estrategas (hasta los embusteros), ven el pasado como la medida del tiempo, y quien mejor lo explicó fue Robert Kaplan, en “El retorno a la Antigüedad” (2022). Kaplan es redactor del Atlantic Monthly y columnista colaborador del Washington Post, New York Times, entre otros.

Por cierto, libro que los políticos y algunos académicos entusiasmados por el posmodernismo despreciaron… ¡Vaya insensatos y soberbios, allí está la lección…! El mismo Steve Job (1952-2011), se los dijo en aquella famosa alocución sobre los genios… esa grabación que algunos miran y oyen en la intimidad, pero no escuchan el ruido…

Vale recordar que Kaplan fue lectura para los mariscales de campo en la guerra del Golfo a principios de este siglo. El libro está en digital para quienes quieran leerlo.

Un buen ejercicio entonces en esa línea, para ver más lejos (Newton, 1643-1727), desde la antropología del desarrollo, en un curso del mismo nombre que por invitación de uno de los científicos sociales más importantes de Guatemala, Doctor Nelson Amaro, que impartiré en la maestría, Estrategias Público-Privadas de Desarrollo Sostenible.

Al repasar entonces desde esa perspectiva, los procesos de reforma Estatal en la década de los 80 en el siglo pasado, cuando se reconfiguró, (eufemismo, que realmente consolidó lo que ya venía de decenas de años en Latinoamérica), la compleja institucionalidad pública y facilitó vías para liberar la economía que contó con el apoyo de las corrientes internacionales y nacionales para el supuesto nuevo Estado actual.

Que, entre otras premisas inconclusas, buscaba gestar mayores competencias a los gobiernos subnacionales para abrir nuevo camino hacia la reactivación territorial (Burky, 1989; Dillinger, 1992), que nunca fueron el objetivo en esta región.

Fue una especie de silogismo: dos premisas verdaderas (liderazgo local y libertad de elegir autoridades municipales -Art. 253, CPRG 1985-), pero de conclusión falsa: no se podía lograr por la incapacidad de gestión y autonomía municipal que persiste hasta ahora. ¿Por qué insistir en engañarnos en ese enfoque que nunca dio resultado?

Al parecer lo quieran o no aceptar, tienen responsabilidades históricas sobre esa verdad (academia, elites, políticos, dirigentes sociales) al respaldar decisiones políticas que marcarían al Estado y las instituciones de hoy. Daniel García lo repitió en su libro, “Y para cuándo los bienes publicos? (2018).

Fue tan grave que no se tiene claridad de las consecuencias excepto por las debilidades institucionales del Estado para intervenir en las fragilidades cotidianas: seguridad ciudadana, opacidad, violencia, salud, educación, infraestructura, vivienda y empleo.

Al analizar las reformas fue evidente que el proceso con matices económicos fortaleció la estabilización macroeconómica que favoreció al sistema crediticio, monetario y cambiario. Estimuló el crecimiento sin alcanzar índices de crecimiento de antes de 1980. El sector económico se fortaleció y creció, pero las instituciones públicas se debilitaron.

La modernización en Guatemala tuvo su epítome a partir de la Consulta Popular de 1994 que se constituyó en el centro del debate de los sectores sociales, económicos y gobierno. Ese torbellino se centró en la reforma fiscal y tributaria, pero no alcanzó acuerdos, excepto para reformas del sistema financiero (Art. 133, CPRG, 1985).

Al analizar el contexto histórico en profundidad, hace evidente que el problema era político, debió alcanzarse acuerdos y consensos. No se definió la ruta para 30 y 40 años en términos de bienestar. Pero en esos mismos años Singapur si lo logró, entonces, ¿Dónde estuvo la diferencia o cómo la explicamos…?

Los grandes estadistas se ausentaron de la representatividad, lo que confirmó que las reformas nunca fueron en línea hacia la vigorización democrática (Alonso, 2024), lo que impactó hasta hoy en la construcción de canales de ascenso social.

Fue notable la ausencia de inversiones territoriales, las oportunidades se limitaron. Y curiosamente hoy la oferta académica superior territorial no va en línea al formato a la demanda de la economía real, ¿Cómo explicar la migración con títulos universitarios y algunos con PhD?

Es imperativo un test de estrés del Estado, que pueda gestar lineas que reconstruyan el nuevo papel institucional. Sin embargo, tal como afirma Jeambar y Roucaute (2008), “En cada momento se apela a la inteligencia para que encuentre una solución eficaz que garantice las libertades en un Estado de derecho y permita el avance de la sociedad hacia la autonomía”. Pero realmente, ¿Es lo que se quiere hacer…?

ANEP solicita al Presidente detener entrada en vigencia de la Ley Marco de Empleo Público

  • En próximos días se presentará una Acción de Inconstitucionalidad.

  • Ley Marco de Empleo Público no garantiza una sana Reforma del Estado.

La Secretaría General de la ANEP envió una carta a la Presidencia de la República a fin de que, por parte del mandatario, Rodrigo Chaves Robles, se gestione detener la entrada en vigencia de la Ley Marco de Empleo Público, lo cual está prevista para el 10 de marzo.

La preocupación surge ya que en 40 días calendario entraría a regir la Ley, pero de momento son un misterio puntos como la reglamentación, aplicación o la serie de dispositivos operativos para su entrada en vigencia, entre otros factores. Es por esto que desde la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) se le solicita al Presidente detenerla.

Asimismo, se le recordó a don Rodrigo cuando afirmó en campaña electoral que la Ley Marco de Empleo Público era un adefesio y que habría que revisarla bien.

Desde nuestra organización, y que siempre nos opusimos a la misma, existe un rotundo rechazo a su entrada en vigencia, ya que generará un desastre de gestión institucional y multi-institucional dentro de la Administración Pública.

Sumado a nuestros análisis jurídicos y políticos, está el criterio de la Contraloría General de la República (CGR) , la cual, señaló en un informe la cantidad de irregularidades que hallaron en el estudio del presunto proceso de reglamentación.

Por tal motivo, en días próximos la ANEP presentará una Acción de Inconstitucionalidad para que desde la Sala Cuarta se ordene que no entre en vigencia la LMEP, puesto que está plagada de roces con la Constitución y además, la ley no es una necesidad nacional.

Feroz huracán capitalista neoliberal sobre el pueblo que somos

Luis Ángel Salazar Oses.

Luis Ángel Salazar Oses

No se requiere ni adivinadora bola de cristal ni clarividencia de tipo alguno para predecir que nos espera como pueblo, durante estos próximos cuatro años, el peor calvario en cuanto a sistemática supresión de todos nuestros derechos económicos, políticos, sociales, culturales y ecológicos -humanos en general-, y de las Instituciones que bien o mal nos los han garantizado.

Lo ocurrido en la Asamblea Legislativa el pasado primero de mayo vino a confirmar plenamente el viraje total hacia la descarada dictadura del capital sobre el trabajo, esto es, de la argolla de los grandes ricos nacionales y transnacionales sobre el ya tradicionalmente explotado pueblo trabajador costarricense.

Se fundieron en la votación para garantizarse el dominio total sobre el directorio legislativo, el oficialismo con sus «opositores», entre comillas pues lo eran de fachada puramente y así, ya sin pudor alguno, las fracciones abiertamente capitalistas neoliberales como el Partido Liberación Nacional (PLN), la Unidad Social Cristiana (PUSC) y el Progreso Social Democrático (PPSD), el Liberal Progresista (PLP)) que se proclamaba simplemente liberal y el Nueva República (PNR), de orientación claramente neopentecostal auspiciada como es bien conocido desde USA, conjuntaron sus votos logrando de esta manera una apabullante mayoría de cincuenta votos que les permitió repartirse a su antojo todo el directorio. Indudablemente esta tremenda mayoría se mantendrá como tal para hacer de la Constitución, el país y sus instituciones lo que se les antoje a los verdaderos dueños de esas «fracciones». Prueba evidente de ello es que una de las primeras propuestas al plenario del flamante presidente de la Asamblea Legislativa, el oligarca Rodrigo Arias Sánchez, ha sido la de constituir de inmediato una Comisión para la  Reforma del Estado, con el fin aparente de hacerlo más eficiente pero el real de privatizar todo lo que se puede convertir en negocio -Caja Costarricense de Seguro Social, universidades y educación estatal en general, Instituto Nacional de Aprendizaje, Fábrica Nacional de Licores, Instituto Costarricense de Electricidad, Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo, Refinadora Costarricense de Petróleo, Ministerio de Obras Públicas y Transportes, Ferrocarriles, Cárceles, etc, etc  y, lo demás, ponerlo totalmente al servicio de los negocios  de su privilegiada argolla..

Por cierto vale destacar que nuevamente se hace evidente, para quienes en el electorado votaron de buena fe por uno de estos cuatro grupos -PUSC, PPSD, PLP y PNR-, esperanzados en impedir que Figueres y el PLN, por un lado y el PAC por otro, tomaran el poder o lo mantuvieran respectivamente, que el primero de mayo en el ámbito del Legislativo y, con el nombramiento de ministros, viceministros, presidencias ejecutivas y demás autoridades supeditadas al Poder Ejecutivo, se confirmó que su buena intención más bien fue aprovechada por la mafia politiquera para legalizar este truculento proceso electoral mediante el cual los cinco partidos y el PAC, mejor dicho aún sus dueños reales, son hoy quienes detentan plenamente el poder en nuestro país. Esperamos que esta vez se aprenda esta lección y que quede claro que en Costa Rica no hay democracia sino plutocracia -gobierno de los ricos- y cleptocracia, esto es gobierno de los ladrones-, siendo las elecciones simples tragicomedias montadas, reglamentadas y administradas totalmente por la argolla dominante a fin de que el pueblo con su voto acrítico les legitime, según su legislación electoral, siempre en el poder.

A partir de estas premisas se hace evidente que esta Plutocracia Cleptócrata con su gobierno títere que ya se ha desatado sobre nosotros como pueblo, con todo su poder apoyado por sus medios de comunicación -manipulación-, por la religión fanática, la educación domesticadora, algunos sectores sindicales, algunas y algunos dirigentes de las Cooperativas y Asociaciones de Desarrollo Comunal oportunistas y trepadores politiqueros  y, solidaristas abiertamente pero patronales, más un Poder Judicial nombrado en sus más altas esferas por el Poder Legislativo y, todos los aparatos represivos del Estado, se dedicará durante estos próximo cuatro años a convertir a Costa Rica en su feudo y a nosotros como pueblo en sus siervos menguados.

Nótese que no hemos mencionado al Frente Amplio pues creemos tiene todo el potencial necesario para convertirse en auténtica oposición, siempre y cuando convoque y aglutine al pueblo costarricense, al que se debe por completo, en una gran unidad y se convierta en su instrumento impulsando las tesis que el pueblo le plantee, sin jamás modificarlas para negociarlas con sus contendientes, pues la burguesía nunca cumple pactos salvo los que le conviene desde luego.

Obviamente todo el proceso que hoy sufrimos como Pueblo que somos es, como el Capitalismo Neoliberal que lo impulsa repetimos, homicida, ecocida, cleptocrático e insoportablemente patriarcal por lo que no lo podemos soportar ni permitir pues, sistemáticamente nos aniquila haciendo lo mismo con nuestra madre naturaleza.

¿Qué hacer entonces? La fórmula la repetimos como mantra todo el tiempo pues día a día la realidad la confirma como realmente efectiva y totalmente viable: como Pueblo debemos despertar, informarnos -estudiar la realidad para comprenderla y transformarla-, unirnos, organizarnos, empoderarnos comprendiendo que unidos somos más y más fuertes. tanto que hemos construido este mundo lo desarrollamos constantemente e incluso generamos toda la riqueza que hoy nos roba esa reducidísima minoría que hoy nos esclaviza y humilla; movilizarnos, convertirnos en Poder Popular y así investidos, como corresponde en auténtica Democracia, tomar las riendas de nuestro país. Así que empecemos por despertar pues, si no lo hacemos ahora ¡muertos estamos!

 

Nota: Publicado en Periódico Mi Tierra, compartido con SURCOS por el autor.

Fuente: periodicomitierra.com

¿Momento de cambio?

Luis Paulino Vargas Solís

Favorecido por una evolución que se aceleró a lo largo del último decenio, el gran poder económico, el de los grupos más ricos y el empresariado más fuerte, logró en los últimos años, tomar las riendas del país, sin apenas nada que pudiera contrarrestar su asfixiante hegemonía. Pero, quizá, ello podría cambiar.

Quizá, digo. Ya veremos

La “cochinilla” -un escándalo de dimensiones épicas- ha puesto al gran empresariado y a los muy ricos a la defensiva. Y de paso ello ha refrescado la memoria: Caja-Fischel; Yanber; Aldesa… “Papeles de Panamá”; los fraudes tributarios que pringan a La Nación y Teletica; las empresas, eternamente bebés con cero ganancias, de Florida Ice and Farm… Los abusos con tarjetas de crédito y datáfonos de ciertos bancos privados; APM Terminals; la 27…

Lo anterior se entrevera con algunas otras problemáticas, todo lo cual podría abrir opciones para que otros sectores dentro de la sociedad costarricense, recuperen influencia, legitimidad y capacidad de convocatoria.

Unos ejemplos para ilustrar el punto

En contraste con la “timidez” que paraliza a las cámaras empresariales frente al caso “cochinilla” (¿por qué será?), la voz de los sindicatos se ha hecho sentir fuerte y enérgica. Como punto de partida no está mal. Por otra parte, pensiones y los problemas de la educación en el contexto de la pandemia, les pone en bandeja a los sindicatos posibilidades que no deberían desaprovechar.

Algo se ha propuesto en pensiones, pero es insuficiente. No he visto nada en relación con educación. No deberían dejar pasar la ocasión. Para mañana podría ser tarde.

Lo que pase con el proyecto de empleo público, podría ser de decisiva importancia. Si ese mamarracho se cae en la Sala Constitucional (debería caerse, pero sabemos que la Sala es imprevisible), daría oportunidad para un vuelco radical en la narrativa sobre empleo público y reforma del Estado.

Solo he mencionado algunas posibilidades. Hay muchas más. Vale decir: un cambio podría darse, pero no se dará espontáneamente. Ante todo, se necesita lucidez, compromiso y decisión.

 

Publicado en Facebook, compartido con SURCOS por el autor.
https://www.facebook.com/1472773056278453/posts/2756748527880893/

Costa Rica: el virus de la desigualdad

Jaime Ordóñez

¿Por qué la antigua Suiza de Centroamérica se volvió uno de los países más desiguales del mundo?

En su época de oro, en las décadas de 1980 y 1990, Costa Rica estaba rankeado como el país 37 del mundo en justicia y equidad, y como el mejor de América Latina, junto con Uruguay, al lanzarse la medición mundial del PNUD, el Índice de Desarrollo Humano, en 1991.

Hoy se encuentra en la lista de los 10 países más desiguales del planeta (World Bank Report, Taking on Inequality, 2018), compartiendo esta lamentable lista de la inequidad con Sudáfrica, Haití, Honduras, Panamá, Ruanda, Brasil, México, Colombia, Chile. El problema no empezó con la COVID-19, desde luego. Venía de mucho atrás, y la pandemia solo lo agudizó.

¿Adónde se perdió Costa Rica? ¿Por qué la nación que se ufanaba en llamarse a sí misma la Suiza centroamericana «El país más feliz del mundo» llegó a esta lamentable situación? Las siguientes notas buscan explicar la gravedad del problema, las causas (que son varias) y explorar si hay soluciones para corregir esto.

Uno de cada tres costarricenses es pobre en 2021

Los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) para junio de 2020, cuando la COVID-19 apenas empezaba, indicaban que ya la pobreza se había disparado y no era culpa de la pandemia. Del histórico 22% de línea de pobreza que el país tuvo en las últimas décadas, en junio de 2020 ya habíamos llegado a un 30.5%. Para junio de 2020 se habían añadido 321,000 personas, para un total de 1,529,255 personas pobres. Para el cierre del presente año 2021, se proyecta un total 1,850,000 de personas pobres, sumada la pobreza extrema y general.

Al escribir estas líneas, uno de cada tres costarricenses es pobre y la situación se sigue agudizando. Ese 33% de pobreza con el cual llegaremos a fines de 2021 tiene, además, un componente explosivo, que nos recuerda mucho de lo que sucedió recientemente en Chile y Colombia (dos países que comparten la nefasta lista de inequidad del Banco Mundial) y es que la pobreza se acelera mucho más en las zonas urbanas que las rurales.

El aumento de la pobreza fue de + 6.5% en zonas urbanas, vs. 2.8% en zonas rurales, lo cual se explica por el destrozo sistemático de la pequeña empresa y el cierre de pequeños negocios. Las zonas rurales tienen pequeños «colchones de bienestar», pequeños fundos, economía rural, etc., de lo cual carecen las zonas urbanas, dependientes de pequeños negocios, alquileres y economía comercial que ha sido destrozada, además de la covid, por errores de política económica, como se indica abajo.

Pero el problema no termina allí. El crecimiento de la pobreza es grave (como ha sido estudiado en teoría del desarrollo), pero es más grave aun cuando crece también la desigualdad. Y Costa Rica es el ejemplo de lo que no se debe hacer por parte de sus políticos y gobernantes: entregarse a los grupos de presión y poder económico y empobrecer a las clases medias y bajas en el proceso.

La desigualdad: de los más justos a uno de más inequitativos del planeta

Para 1986, Costa Rica era uno de los países más equitativos y justos del hemisferio. Poseía un índice de GINI de 0.34 (el mejor de América junto con Uruguay), no muy lejos de Noruega, que posee un histórico 0.23. Pero el país se destrozó en cosa de pocas décadas. Para diciembre de 2020, el GINI llegó a un 0.52 (con un subregistro de 3 o 4 puntos, por subregistro del quintil superior), lo cual lo ranquea hoy dentro de los 10 países más desiguales del planeta.

La desigualdad empezó a crecer a partir del año 2007 y 2008 (ver los indicadores del Banco Mundial y de nuestro propio INEC) y vino en franco deterioro desde entonces. El problema se agudizó entre 2016 y 2018, y tuvo como disparador la Reforma Fiscal de diciembre de 2018, la cual fue absolutamente regresiva: afectó clases medias y bajas, y sobre todo pequeños y medianos empresarios.

Los factores que agudizaron la desigualdad en Costa Rica son varios, pero se pueden sintetizar así: es un país cuyo mercado económico reparte mal, muy mal, pero que, asombrosamente, su sistema tributario, en lugar de corregir, ayuda a agravar esa desigualdad. Los distintos indicadores de la OCDE, del BID y Banco Mundial parecen coincidir en algo absurdo y paradójico: que en los últimos lustros la sociedad se vuelve más desigual en + 1.5 o + 2, después del pago de impuestos. Esto es absurdo. El sistema tributario debe servir para ayudar a quienes menos tienen, y no al contrario: para hacer más ricos a los que reciben más ingresos.

Una reforma fiscal que se ensañó contra las clases medias y bajas

¿Por qué fue tan regresiva la Reforma Fiscal del 2018? Básicamente, porque se ensañó contra clases medias y clases bajas, incluidas PYMES, lo cual hizo cerrar a decenas de miles de empresas. Veamos brevemente las medidas que incluyó:

Se subió un 5% a cada tramo del impuesto de renta. Los tramos quedaron en 20%, 25% y 30% y ello afectó a todas las personas y empresas que sí pagan impuestos en el país.

Se introdujeron reformas al IVA, ampliando la gama de bienes y servicios, que no afectaron a grupos exonerados, y sí a la mayoría de la población que vio encarecida su vida.

Se introdujeron los impuestos de ganancias de capital del 2.5% al 15%, los cuales tampoco afectaron a grupos exonerados, pues se imputan en las exoneraciones de renta, lo cual ha sido aceptado por el Ministerio de Hacienda.

Se subieron los impuestos municipales y las cargas parafiscales.

Se debilitó el rango de la canasta básica.

Y algo fundamental. Se introdujo el impuesto a alquileres, lo cual hizo que se desalojaran miles de locales (vía IVA para el arrendante y renta para el arrendador).

Simultáneamente, para «grupos exentos» (sectores de zonas francas y otros grupos exentos del pago de impuesto de renta) esta Reforma Fiscal de diciembre de 2018 los dejó intocados, otorgándoles aún más beneficios.

No se tocaron regímenes de exención del impuesto de renta en zonas francas y otros regímenes exonerados.

Se reformó ley del IVA y se exoneró adicionalmente del Impuesto de Valor Agregado a las empresas de zonas francas en todas sus compras internas, generando una distorsión adicional.

Y lo más bochornoso: no solo se preservaron todos estos beneficios, sino, adicionalmente, la Asamblea Legislativa exoneró del pago del impuesto de bienes inmuebles (impuesto territorial) a todo el régimen de zonas francas, generando, además, un grave deterioro en la recaudación municipal.

Es decir, mientras hay una Costa Rica que sí paga impuestos (pequeños y medianos negocios nacionales, asalariados del sector público y privado, personas que tiene su base imponible en una planilla de pago, etc.), existe otra Costa Rica que no paga impuestos sistemáticamente desde hace más de dos décadas. Y la Reforma Fiscal del 2018 no solo los dejó intocados, sino que, además, los exoneró tanto del pago de renta como también de otros tributos como el IVA y el impuesto de bienes inmuebles.

¿Y cómo está exactamente distribuida la riqueza en Costa Rica?

Para junio de 2020, de acuerdo con el mismo INEC, el 20% más rico de la población recibía un 51.9% del ingreso, versus apenas 4.49% del 20% más pobre de las personas. El segundo quintil recibía un 8.56% del segundo y el tercero un 13.49%. Es decir, más de 3,300,000 personas reciben apenas el 20% del ingreso de una población.

Sin embargo, la situación es mucho peor. Según la Comisión Económica para América Latina de las Naciones Unidas (CEPAL) y OXFAM, de Londres, en todo América Latina existe un grosero subregistro en el 5% superior del quintil superior de ingresos, es decir el 20% más rico de la sociedad. Dicho en palabras simples, el 20% más rico esconde gran parte de sus ingresos.

En el caso de Costa Rica, el análisis cruzado con CEPAL y OXFAM nos lleva a plantear este escenario para el cierre de 2020, según el cual el subregistro en el quintil superior es de tal magnitud, que la distribución de ingreso real del país sería la siguiente:

Quintil superior (20% más rico), recibe entre el 75% y el 80% del ingreso.
Cuarto quintil: 12% del ingreso.
Tercer quintil: 7.1%.
Segundo quintil: 5.1% del ingreso.
Primer quintil (20% más pobre): recibe apenas el 3% de la riqueza.

Esa proyección es absolutamente coincidente con la evolución de la desigualdad en América Latina. Para el año 2015, el 10% más rico de América Latina y el Caribe poseía el 71% de la riqueza y tributaba solo el 5.4% de su renta (CEPAL, Informe 2015). De acuerdo con Oxfam, Londres (Informe 2020), para fines del año pasado 2020 el 10% más rico de América Latina y el Caribe posee el 80.2% de la riqueza y tributa solo el 5% de su renta. Todos los números empatan, pues Costa Rica es hoy no solo uno de los países más desiguales de América Latina, sino el octavo en desigualdad en todo el planeta, según el Banco Mundial.

El costo de la evasión fiscal y las exoneraciones

¿Y cuáles son las causas del agravamiento de la distribución en Costa Rica? Se puede sintetizar de la siguiente manera. El mercado distribuye mal, desde luego, pero la mano del Estado (el sistema tributario) agudiza la desigualdad. En la última década y media se agravaron dos tendencias en América Latina, pero con más fuerza en Costa Rica en virtud de la evasión fiscal y el régimen de exoneraciones.

Evasión fiscal: representa 3,200 millones de dólares anuales (5.2% del PIB, según datos del propio Ministerio de Hacienda, año 2020).

Exoneraciones: representan un 5.7% del PIB, según datos del propio Ministerio de Hacienda, Informe 4 de diciembre, año 2017).

Ese 11% del PIB combinado de no pago de impuestos, por evasión o por exoneraciones, se concentra básicamente en el 5% del quintil superior (lo cual lleva al GINI general de una concentración del 52% en el quintil superior a casi un 75%-80%). Corresponde con el análisis de CEPAL y Oxfam en el índice general de desigual distribución de la riqueza para América Latina.

El resultado es un escenario de grandes ganadores y grandes perdedores. Son las dos caras de la moneda. Por un lado, está una Costa Rica que no goza de exoneraciones y no evade fiscalmente; una Costa Rica a la que las altas cargas tributarias, el alto costo de los precios del país y la pandemia, para rematar, ha puesto en una situación grave. Los números de las PYMES (pequeñas y medianas empresas) de Costa Rica son los siguientes:

Un proceso acelerado de quiebra y cierre entre 3 y 5 pequeñas empresas por día en los últimos 18 meses.

Una carga tributaria compuesta de entre el 45% y el 55%, incluyendo renta, IVA, contribución CCSS, otras cargas parafiscales nacionales.

Casi 500,000 personas más pobres en 24 meses (quizá 1.8 millones para fin del 2021).

Las PYMES representan a más de 1,500, 000 personas; es decir, más del 80% de los trabajadores del país.

¿Y cuál es la otra cara de la moneda?

Las empresas privilegiadas con zonas francas y regímenes de excepción crecieron un 10% ininterrumpidamente durante los últimos 5 años.

Representa una PEA de 120,000 personas, menos del 10% de la totalidad del país.

Hay aproximadamente 380 empresas, de las cuales el porcentaje mayor no son empresas de pie suelto (no son transnacionales) y muchas de ellas son empresas de capital nacional disfrazado.

¿El cambio vendrá de fuera?

¿Cómo cambiar esta grave situación de un país que reparte mal su riqueza y que —pasmosamente— tiene un sistema tributario que, más bien, agudiza aún más la desigualdad en el ingreso? Curiosamente, parece ser que el cambio vendrá de fuera, del exterior.

El pasado 5 de junio de 2021 los países del G-7 (Japón, Alemania, Francia, Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia y Canadá) anunciaron la imposición de una tasa global del 15% para todas las empresas y corporaciones del planeta, buscando eliminar todos los regímenes de exenciones y paraísos fiscales del mundo. Lo que busca esa reforma, desde luego, es acercar ingresos a las administraciones tributarias de los grandes países industrializados. Pero, de paso, ayudará a la equidad interna de los propios países de América Latina, Asia y otros lugares, donde se tienen tales regímenes de exención y de paraísos fiscales que generan inequidades nocivas, como acaba de demostrarse en Colombia y Chile.

Costa Rica debería dar un paso adelante y no esperar que, del exterior, se imponga la reforma en forma draconiana. Se trata de preservar regímenes o zonas de atracción de inversiones, pero con otros incentivos y requiriendoles solidaridad tributaria, optando por el modelo de Irlanda que, en determinando momento adoptó el single digit: un 9% para las zonas francas por un período de 5 años, después llevándolos al 15% y dejándolos allí, tal y como propone ahora el G-7.

Es urgente hacerlo. Que los que hoy no pagan, paguen impuestos y quizá bajen la recaudación para las clases medias y bajas, las que hoy soportan sobre sus hombros mucho del esfuerzo tributario del país. Otras reformas serán necesarias sobre empleo, reforma del Estado y diferentes áreas, y a eso dedicaré el próximo artículo.

 

Fuente: Pressenza International Press Agency

UCR: En tiempo de »crisis fiscal», ¿dónde se informan los costarricenses?

  • El CIEP-UCR señala que la tendencia indica que los costarricenses se informan sobre la crisis fiscal principalmente por medio de la televisión, pero lo hacen de una manera crítica

 

Las personas dicen informarse más sobre el plan fiscal y la huelga por medio de las noticias en televisión (62%), seguido por la prensa en las redes sociales (16%) y en menor frecuencia por la prensa escrita (6%), según indica el estudio de opinión pública del Centro de Investigación en Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica (CIEP-UCR), publicado el 20 de setiembre de 2018.

De acuerdo con Carlos Brenes, doctor en Comunicación Política e Investigador del CIEP-UCR, este patrón es muy común en democracias occidentales, donde el medio preferido es la tele, seguido de las informaciones en redes sociales. “Las personas de mayor edad son las que prefieren la televisión, la gente joven se informa más a través de las redes sociales. Con el cambio generacional esta tendencia se modificará; por eso, vemos que los medios de comunicación tradicionales usan también las redes sociales”.

Con este panorama, entrevistamos a Katia Moya, tiene 18 años y trabaja como vendedora en una tienda en el centro de San José. Ella ve poca televisión y busca en Facebook las publicaciones de los medios de comunicación: “no me gusta leer mucho; por eso, prefiero las redes sociales, el resto lo hablo con mis compañeros y amigas por el Whatsapp”.

Según el análisis de Carlos Brenes, los medios de comunicación siguen siendo un referente importante para la sociedad de Costa Rica, pues los utilizan para conocer sobre los temas oficiales. Pero, las ventajas de contar con múltiples formatos y formas de información en las redes sociales, como Facebook, Whatsapp, Instagram y Twitter, permite generar mayor crítica y libertad de opinión.

Por su parte, Juan Carlos Guevara, tiene 69 años, es jubilado y dice que ahora invierte más tiempo en informarse: “a diario leo todo el periódico y veo un par de noticieros televisivos, pero los medios nos quieren hacer creer que lo del plan fiscal es bueno, que es lo que necesita el país para seguir creciendo; sin embargo, es todo un chorizo que beneficia solo a los ricos y famosos de este país”.

Según el estudio del CIEP-UCR, la tendencia indica que los costarricenses se informan sobre la crisis fiscal principalmente por medio de la televisión, pero lo hacen de una manera crítica.

Al respecto, Rotsay Rosales Valladares, director del Observatorio de Política Nacional de la UCR, expone que hay una hipótesis que se corrobora con los datos de la encuesta: “a pesar que nos informamos por medios tradicionales –y que estos tienen una posición dominante y hegemónica, congruente con la oficialista del Gobierno y sus fracciones de la Asamblea Legislativa–, hay mayor escepticismo, mayor reflexividad y procesamiento de la información que consumimos como sociedad”.

“Hay una ciudadanía que es cada vez más juiciosa y crítica, sabe claramente que a pesar de que los medios dominantes no digan desde que posición están informando o enfocando las noticias, la gente sabe dónde ubicarlos, reconocen claramente a quién y cuánto apoya La Nación, Telenoticias, el Diario Extra y Repretel”, concluye Rosales.

El investigador del CIEP-UCR, Carlos Brenes, concuerda con la hipótesis planteada por Rosales y señala que “los resultados de la encuesta coinciden con otros estudios similares en sociedades de democracias modernas, donde la población busca los medios tradicionales para informarse oficialmente sobre los problemas que la afectan, pero eso no se traduce necesariamente en que confía totalmente en el enfoque del medio”.

Los resultados de la encuesta del CIEP-UCR confirman que el movimiento de protesta contra el plan fiscal posee apoyo popular. El 52% de la población encuestada legitima el movimiento de huelga y solo un 26% lo desaprueba. El respaldo es amplio, diverso y consistente con la sensación de malestar ciudadano con la política.

El apoyo al movimiento de huelga en oposición a las reformas fiscales es mayor entre las personas con nivel educativo de primaria o menor, entre los más jóvenes (18-34 años) y en las provincias de Guanacaste, Puntarenas y Limón. El rechazo a la huelga es mayor en San José, Heredia y Cartago, lo cual expresa la división centro-periferia que se observó en las pasadas elecciones.

Sin embargo, frente a las vías concretas utilizadas en la protesta, ese apoyo se diluye. Las personas entrevistadas desaprueban los métodos empleados por los manifestantes, no respaldan los principales objetivos de la protesta y no dan buena calificación a los líderes visibles de ella ni al sindicalismo.

Mayoritariamente, la población desaprueba los bloqueos, el cierre temporal de servicios médicos, el cese de las clases y el bloqueo para distribuir el combustible. Por su parte, las marchas son evaluadas positivamente por el 76% de las personas.

 

Ileana Lacayo Ortíz

Colaboradora, ODI- UCR

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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Coalición Costa Rica: «Sobre la Comisión de Reforma del Estado»

Posición del Movimiento Coalición Costa Rica sobre la Comisión de Reforma del Estado

Como un movimiento ciudadano que nació del deseo popular de tener una mayor incidencia en la toma de decisiones de la Agenda Pública manifestamos lo siguiente:

1. Sobre la Comisión de Reforma del Estado: la política tradicional costarricense ha hecho uso de este tipo de órganos para reunir personalidades del escenario político, económico y académico del país, con el objetivo de que generen recomendaciones sobre temas concretos. No es la primera vez que un espacio como estos es integrado en Costa Rica; haciendo un análisis histórico, el Gobierno de Abel Pacheco de la Espriella y de Laura Chinchilla Miranda, reunieron comisiones de notables que analizaron temas como el Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y Estados Unidos, así como una Reforma del Estado, respectivamente. En este último punto, se generaron en la Administración Chinchilla alrededor de 97 propuestas, de las cuales 47 fueron remitidas en forma de proyectos de Ley a la Asamblea Legislativa, en donde perecieron frente a la ya conocida difícil dinámica del Primer Poder de la República.

Luego de una consulta a los diferentes nodos que integran la red del Movimiento Coalición Costa Rica, se considera que estos espacios han demostrado ser plataformas para reafirmar la exclusión de sectores históricamente invisibilizados por cuestiones étnicas, generacionales, de género, de clase social y geográficas, entre otras; profundizando las brechas existentes entre la ciudadanía y las instancias de decisión. De la misma forma, al no ser procesos que cuenten con respaldo y apropiación por parte de diferentes sectores sociales, la operacionalización de sus recomendaciones se encuentra con la “pared” de una mala gestión de las partes involucradas.

En las informaciones que han sido comunicadas a la ciudadanía en las últimas horas sobre la nueva ‘’Comisión de Reforma del Estado’’, se cumplen nuevamente estos señalamientos: profundización de brechas generacionales, ausencia de organizaciones de la sociedad civil, falta de representatividad territorial y presencia monopolizada de personas pertenecientes a las élites socioeconómicas y académicas de la sociedad costarricense.

Creemos que un Gobierno Nacional que llegó a esa posición gracias al esfuerzo de diferentes organizaciones y otros partidos políticos, más allá de lo que las mismas capacidades estructurales que su propio partido le permitía, tiene el deber histórico de innovar en la búsqueda constante de nuevas metodologías para la construcción colectiva y abierta de estos procesos. La Costa Rica Bicentenaria, se debe construir de manera colectiva y con representación de la diversidad que la identifica.

2. Es imposible “dejar ir” las violaciones a la institucionalidad democrática de Costa Rica o las amenazas al derecho democrático que tienen los pueblos de incidir en la Agenda Pública: en Coalición Costa Rica creemos que uno de los elementos de mayor importancia con los que cuenta un pueblo es su memoria histórica. El nombramiento del ex Vicepresidente de la República, Sr. Kevin Casas dentro de esta Comisión representa una contradicción por parte del Gobierno Nacional inadmisible para nuestro movimiento. Es innecesario incluir en este pronunciamiento las desafortunadas líneas que constituyeron “El Memorándum del Miedo”; en la memoria de miles de costarricenses se encuentran como prueba fehaciente de lo que las ansias de poder y el deseo de manipular conciencias en favor de un interés particular, pueden llegar a significar para una democracia centenaria.

Por su parte, la Comisión de Reforma del Estado incluye al Sr. Mario Redondo, personaje que formó parte activa de la campaña del Partido Restauración Nacional y que contribuyó a respaldar un discurso de odio hacia un sector importante de la población costarricense, lo cual puso en riesgo nuestra convivencia e integración como sociedad. Como si no fuera suficiente, el Sr. Mario Redondo inició en la segunda ronda electoral, una persecución contra el Movimiento Coalición Costa Rica y otras organizaciones sociales, difamando en la prensa nacional y poniendo en cuestionamiento el compromiso desinteresado expresado por una parte de la población, que se unió para proteger los pilares de nuestra democracia.

Coalición Costa Rica presentó el 10 de febrero de 2018 en una Plaza Roosevelt llena de personas que buscaban una nueva forma de actuar desde la ciudadanía, un Manifiesto que indicaba como uno de nuestros pilares el respeto a la institucionalidad democrática del país y un llamado a la participación desinteresada de la ciudadanía. Esto no conoce de afinidades ideológicas o personales, en esto no hay términos medios; la contundencia en la defensa de estos principios es pilar para la construcción de una democracia.

Podemos perdonar pero jamás olvidar

Partiendo de lo anterior, el Movimiento Coalición Costa Rica manifiesta su oposición ciudadana a la conformación de una Comisión con dichas características; no sin antes reafirmar nuestro compromiso de contribuir en conjunto con otras partes involucradas de diferentes sectores, a proponer plataformas innovadoras para la construcción de acuerdos alrededor de temas de interés nacional. Lo anterior reafirmando nuestra contundencia en la defensa de los ideales y principios que guían nuestro actuar como movimiento social, pero también nuestra apertura a ser propositivos en la búsqueda del bienestar general de la sociedad costarricense.

Documento consultado cerca de 48 horas en las diferentes plataformas de comunicación del Movimiento Coalición Costa Rica a nivel nacional.

Enviado a SURCOS por Marcia Jarquín.

Conversatorio: Desafíos de la Reforma del Estado

Desafíos de la Reforma del Estado

La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), la Fundación Konrad Adenauer y el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica invitan al conversatorio: Desafíos de la Reforma del Estado, a realizarse este 12 de noviembre a las 6 p.m. en el Miniauditorio de Ciencias Sociales, UCR.

El foro tiene como objetivo poner en perspectiva los desafíos que supone la Reforma del Estado, en términos de reforma política y administrativa.

 

Agenda:

Bienvenida a cargo de FLACSO, la Fundación Konrad Adenauer y el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR)

Sr. Alberto Cortés Ramos, Director del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica

Sra. Olga Martha Sánchez, Ministra de Planificación

Sr. Fabián Volio, Abogado Constitucionalistas

Moderación a cargo del Sr. Fernando Faith Bonilla, Comunicador y Presidente Fundación para la Promoción de la Democracia y la Solidaridad.

Refrigerio y Cierre del conversatorio.

 

Para más informes al teléfono 2224-8059

Información tomada de: www.facebook.com/events/516017705168652/

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Conversatorio: Desafíos de la Reforma del Estado

Conversatorio- Desafíos de la Reforma del Estado

La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), la Fundación Konrad Adenauer y el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica le invitan al conversatorio: “Desafíos de la Reforma del Estado”.

El foro tiene como objetivo poner en perspectiva los desafíos que supone la Reforma del Estado, en términos de reforma política y administrativa.

 

Agenda:

Bienvenida a cargo de FLACSO, la Fundación Konrad Adenauer y el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR)

Sr. Alberto Cortés Ramos, Director del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica.

Sra. Olga Martha Sánchez, Ministra de Planificación

Sr. Fabián Volio, Abogado Constitucionalistas

Moderación a cargo del Sr. Fernando Faith Bonilla, Comunicador y Presidente Fundación para la Promoción de la Democracia y la Solidaridad.

Refrigerio y Cierre del Conversatorio

 

Fecha: miércoles 12 de noviembre, 6:00 p.m.

Lugar: Miniauditorio de Ciencias Sociales, UCR.

 

Información al teléfono 2224-8059.

 

Información tomada de la página de Facebook https://www.facebook.com/events/516017705168652/

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