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Etiqueta: religión católica

La Negrita: Virgen de los Ángeles

Orlando Navarro Rojas

Una alegría leer el artículo de Miguel Picado, acerca de la Negrita mito fundante de Costa Rica, y la unión del significado de las piedras con la naturaleza y a su vez la unión con el cielo.
Gracias por este gran aporte y recordarnos en este día la Vivencia que el pueblo costarricense, a través de su romería y veneración, expresa a la Madre del Señor.

La Negrita: la primera descolonizadora del Pueblo Costarricense

Otro elemento a resaltar, es que Ella se convierte en la primera descolonizadora costarricense, donde los habitantes de la Puebla de los Pardos, habían sido separados por los españoles que ubicaron la Cruz de Caravaca como límite, para que los que no eran blanco, no pudieran ingresar a los terrenos españoles; dicha cruz aún se encuentra en la carretera a Paraíso.

La Virgen con su aparición une a los indígenas, mulatos, mestizos, criollos y negros que eran bastantes. La aparición fue en 1643, como lo narra Mons. Víctor Manuel Sanabria:

La imagen que se venera la encontró una devota mulata en una piedra, el día 2 de agosto de 1643; es de grande aclamación; el año de 1653 confirmó las constituciones de la Cofradía de esta Soberana Señora el Ilmo. Sr Doctor Don Alonso Briceño y en 1739 el Ilmo Señor Doctor Domingo de Satarain hallándose en la visita de Cartago el día 14 de julio, a petición del clero y el pueblo de dicha ciudad hizo día fiesta el 2 de agosto, en que se celebra a la referida Nuestra Señora de los Ángeles (p118).

La Virgen unió a los Pardos, a los de color tierra, indígenas, negros, mestizos, mulatos, cholos como se les llama en Cartago, por medio de la Cofradía que se inició en 1652, organización y estructura que visibilizó en la provincia de Cartago y a todo Costa Rica, la devoción a la Virgen de los Angeles y las fiestas agostinas, mostrando especialmente la conjunción de las comunidades excluidas por los españoles.

El historiador Pbro. Miguel Benavides indica que:
Ante los argumentos y evidencias expuesto, podemos ensayar una conclusión: el culto a la Virgen, desde su inicio fue importante y nunca fue descuidado ni olvidado; más bien, fue defendido por la acción decidida de los negros y mulatos libres de la Puebla, acompañados de otros sectores medios y bajos de la sociedad, frente a quienes se opusieron y trataron de aprovecharse de la cofradía (p.84)

La devoción se convierte en estímulo, para luchar contra la colonización en todos los campos, pues Ella sigue vigente ante tanta destrucción que se hace en nuestro país y en América Latina.

Bajo el amparo de la Virgen de los Ángeles, nos aunamos al reto que nuestros antepasados nos hicieron, para seguir luchando contra lo que nos esclaviza y destruye, teniendo presente la colonización unida al sistema capitalista neoliberal que nos ha llevado a lo que la Iglesia católica denomina capitalismo salvaje.

La Negrita: promotora en la lucha contra el racismo

Al amalgamar las etnias en la Cofradía para que por medio de esta se evidenciara el ser costarricense: la hospitalidad convocada en las fiestas agustinas, la alegría manifiesta en el pueblo excluido por los españoles y enviado a las montañas; por el contrario la Negrita los atrae para vivir el encuentro y celebrar felizmente su fiesta, sin importar la etnia, el color, escalafón social, pues para Ella todos y todas eran iguales y su Cofradía los representada, menos a los españoles conquistadores.

Cerca de un siglo, la tradición de la Virgen de los Ángeles fue escasamente conocida en la ciudad de Cartago, y casi ignorada en el resto de la Provincia de Costa Rica. En el Siglo XVII, (…) la devoción de la Virgen de los Ángeles apenas arraigó entre los pardos. Ignorada, o poco menos, había sido la imagen en los españoles, y también por los sacerdotes con excepción de los párrocos. (Sanabria, V (1985) Cit p.202, 210-211 citado por Benavides p74)

La jerarquía de la Iglesia que con su puritanismo, crea la Pasada de la Virgen de los Ángeles hacia la parroquia de Cartago, para que Ella no se escandalizara de las actividades agostinas, dado el disfrute del pueblo, olvidando que el deseo era estar con el gente y vivir su regocijo, organización, sin distinción de color, impulsando la liberación del ser humano, donde todos somos diferentes, pero iguales en dignidad de Hijos de Dios.

La Negrita: promotora del desarrollo de la liberación de la mujer

A diferencia de otras apariciones, lo hace a una mestiza, que representaba a todas las mujeres de los Pardos; más adelante Mons. Sanabria le pone un nombre común para ese tiempo y un apellido, que se vuelve referente de todas las mujeres de la comunidad.

Dos mujeres se convierten en las protagonistas de la liberación española, del patriarcalismo, de la explotación, emancipadoras sociales, económicas, políticas y religiosas, siendo que la mujer no era reconocida, mucho menos si era indígena, negra, mestiza o criolla.

En la colonia el hombre indígena no era reconocido por su saber, poder y cualidades, mucho menos la mujer.

La Virgen, en cambio ubica a la mujer como protagonista de su aparición y que fuera reconocido su rol y su importancia dentro de la sociedad; razón por la cual es también promotora de la emancipación de las mujeres y de una visión diferente a la de los movimientos feministas actuales, que se unen a los sistemas colonizadores.

La Negrita traicionada por la jerarquía y la oligarquía costarricense

Con las acciones de la Virgen en favor del pueblo y contra los invasores Zambos Mosquitos y piratas ingleses, fue llevada en hombros por negros, indígenas, mestizos y criollos para no ser invadidos, logros alcanzados al igual que lo fueron en el caso de la Virgen de Ujarrás, tiempo atrás.

También fue el pilar para enfrentar terremotos y erupciones del Volcán Irazú, manifestando una vez más, que la Negrita protege y acompaña a sus hijos en los momentos más complejos, para salir adelante de situaciones de angustia, dolor y sufrimiento.

Es importante recordar que la Cofradía va tomando un papel preponderante, y recibe dinero de los negros, quienes también le donan una finca de cacao, para que la Cofradía pudiera hacer su capilla, así como restaurarla después de terremoto; mientras la jerarquía de la Iglesia era lejana, exceptuando al párroco Baltazar de Grados y a sus dos sobrinos sacerdotes quienes siempre estuvieron con el pueblo.

La Iglesia había ignorado a la Negrita como a su grey, pero se fusiona con la oligarquía naciente y se adueñan de la Virgen de los Ángeles, y en 1739 declaran Fiesta el 2 de agosto y en 1782 Patrona de Costa Rica; a través de estos acontecimientos llenan de oro, alhajas, piedras preciosas, dinero, las arcas de la Iglesia y Monseñor Thiel la corona de oro, además le ocultan su humilde vestido, para tapar su realidad, siendo que lo que Ella deseaba y desea es hacerse una con los ángeles quienes representan a sus hija e hijos costarricense, que a la fecha se acercan a Ella, buscando el calor, el cariño, la comprensión y protección de la Madre.

Miles y miles de ángeles que le demuestran amor, respeto, agradecimiento con cada paso de la romería, pues cuentan con la certeza de que Ella está presente y es caminante de su peregrinar, para ser inherente de la Iglesia de los Pobres.

Imagen: Asociación Puebla de Pardos.

Texto compartido con SURCOS por Ítalo Fera Fallas.

Felicidades para quienes lleven por nombre Ángel o Ángeles

José Luis Pacheco Murillo

Hoy celebramos en Costa Rica el día de la Virgen de Los Ángeles, en virtud del hallazgo de la imagen que ahora se venera, el 2 de agosto de 1635. Además, fue declarada Patrona de Costa Rica el 24 de septiembre de 1824: Nuestra Señora de los Ángeles es declarada por la Asamblea Constituyente y del Estado la Patrona Oficial de Costa Rica: «El Congreso Constituyente del Estado de Costa Rica ha tenido a bien decretar y decreta: La Virgen de los Ángeles Madre de Dios y Señora nuestra es, y será en lo sucesivo la Patrona del estado de Costa Rica».

Hay quienes interpretan esta aparición como una forma a través de la cual Dios quiso llegar hasta los más pobres y necesitados. El aparecer en el sector de “Los Pardos” en Cartago, en donde se encontraban los mestizos y los criollos y al ser su figura como la de los habitantes de esas zonas, con piel oscura y facciones indígenas. Era una forma de acercarse a aquellos que vivían en el olvido y en el abandono. Como una forma de hacer que esos tuvieran su propia Virgen ya sus los poderosos y acaudalados tenían la Virgen traída de España con sus facciones y vestidos ligados a esa nación: la Virgen de Ujarrás, conocida como la “Virgen Macha”.

La veneración a la Virgen de Los Ángeles ha crecido enormemente, no solo en Costa Rica sino que se ha extendido a otros países y cada 2 de agosto muchos visitan nuestro país para participar en una de las actividades piadosas más concurridas. Este año se esperan más de dos millones de peregrinos en la romería a la Basílica de Cartago. Y es que el 2 de marzo de 1862: el sumo pontífice Pío IX, concede a perpetuidad indulgencia plenaria a quien visite el Santuario de los Ángeles.

Sin muchísimos los testimonios de milagros concedidos a través de la intercesión de la Virgen de Los Ángeles y por eso cada año crece la admiración y la devoción hacia La Negrita de Los Ángeles, como también se le conoce por su aspecto.

Dios quiera que esa devoción siga creciendo y transmitiéndose de generación en generación y que sea motivo de un avivamiento de la fe hacia Él.

Como expresión de amor el matrimonio no está sujeto a autorizaciones y permisos, a normas que lo regulen

(Palabras pronunciadas por Vladimir de la Cruz, en el matrimonio de su hija Yalena de la Cruz con Karina Vargas, el sábado 21 de noviembre del 2020, celebrado en Hacienda Sitio de Mata, en Pavones de Turrialba)

El matrimonio de Yalena y de Karina, que nos reúne hoy, es una relación sostenida en el tiempo, consolidada y fortalecida. A Karina la conocí hace poco, pero me impresionó su ser, su franqueza para expresar sus inquietudes, su capacidad, su sencillez, su sólida formación científica y profesional, su precisión para decir las cosas y sus pensamientos.

Profesionalmente la he llegado a valorar extraordinariamente, por el esfuerzo de superación constante que hace. Incluso, recientemente, se ha doble graduado, llegando a muy altos niveles de superación y de poder asumir responsabilidades igualmente altas. Eso es muy importante, no solo para ella, sino para Yalena también, como pareja que son, para Sofía como su hija, que es nuestra nieta.

En el caso de Yalena, ¿qué puedo decir, en un momento como éste? Es mi primera hija. Desde chiquita siempre tuvo carácter, siempre tuvo capacidad para tomar decisiones importantes, que las hacía valer.

Se le estimuló para que afirmara su carácter, su personalidad, su propia identidad. Aprendió a que se respetaran sus opiniones, sus manifestaciones, sus acciones. Aprendió desde pequeña a ser tratada como una persona. A los cinco años ya leía por sí misma, devoraba los libros infantiles que se le daban, lo que le permitió avanzar más rápidamente en el proceso escolar. Fue disciplinada ante el estudio y buena estudiante siempre.

Cuando fue dirigente estudiantil universitaria fue “peleona”, defendió derechos estudiantiles, derechos de las mujeres, y fue de las que, en la Universidad, también participó y desarrolló las primeras luchas contra el acoso y el abuso que sufrían las mujeres estudiantes, especialmente en la Facultad de Odontología.

En el Consejo Universitario tuvo allí sus distinciones también, afirmando y defendiendo siempre derechos, fijando posiciones, luchando por lo que ella creía que era lo justo, así como actuando en la defensa de los derechos de otras personas y de los estudiantes, especialmente, desde la Defensoría Estudiantil.

Además, empezó a escribir en el periódico La Nación, donde ha tenido sus discusiones y polémicas. Recuerdo la enorme alegría que tenía cuando el periodista Julio Rodríguez la integró a la Página de Opinión de este periódico, con el que se ha mantenido desde hace ya muchos años, como una de sus columnistas, abordando distintos temas, y algunas polémicas fuertes.

Cuando ha formado parte de Juntas Directivas de instituciones es como una bolsa de clavos en las nalgas, porque es muy recta, muy correcta, muy honrada, es de principios sólidos, lo que la lleva a enfrentarse a todo lo que le parece que es corrupción, a lo que no le gusta del mal manejo del campo administrativo, lo que es muy importante no solo para ella, sino para quienes la conocemos, porque sabemos que ella actúa pensando siempre que hace lo correcto, lo justo, que es la mejor forma de realizarse, como debe realizarse una persona con valores. En lo que ella cree es muy íntegra y consecuente. Es apasionada por sus acciones y decisiones.

Cuando se enamoró, en la forma como lo ha hecho, empezó también a defender sus decisiones, su libertad de amor y de amar, aun cuando la sociedad no permitía o admitía espacios para expresar esos sentimientos. Pero, ella los hacía valer y los hizo reconocer, que es lo más importante, como lo estamos haciendo hoy quienes nos hemos reunido, familiares y amigos, para celebrar con Karina y Yalena la decisión de amarse en la figura jurídica del matrimonio que hoy están concretando, que la sociedad y el Estado costarricense ya ha establecido como un Derecho Humano de los costarricenses.

Hoy estamos ante un proceso en el que realmente culmina esa parte de las luchas de Yalena, y también de Karina.

Yalena y Karina son buenas personas. Esto es lo más importante para la unión que se ha formalizado en el acto de sus firmas y en la declaración pública de sus afectos y votos de convivencia que han expresado ante todos nosotros.

La sociedad costarricense, desde 1888, estableció como el único matrimonio válido el realizado ante autoridad civil, cuando se creó el Registro Civil y cuando se reguló el matrimonio en el Código Civil, aprobado ese año, obligando, a la vez, que los matrimonios celebrados con oficios religiosos católicos, desde esa época, se debían inscribir en el Registro Civil para su plena legalidad y reconocimiento legal público. A los sacerdotes se les dio la condición de Auxiliares del Registro Civil, a efectos de la realización de los matrimonios que se hacen bajo las normas eclesiásticas, y bajo sus responsabilidades.

La Iglesia tenía la facultad de realizar los matrimonios en aquella época, donde también tenía el ejercicio monopólico de la religión católica. Apenas empezaban a introducirse otras manifestaciones religiosas cristianas con la construcción del ferrocarril a Limón.

En el campo educativo a principios del siglo XX se empezaba a enseñar en aulas escolares a niños y a niñas, bajo una gran polémica con la Iglesia Católica, que se oponía a esta enseñanza, por el peligro que entrañaba, según la Iglesia, de que los hombres se feminizan y las mujeres se masculinizan, por estar juntos, en la misma aula, en el proceso del aprendizaje.

El matrimonio, como hoy lo entendemos, no siempre existió, ni siempre estuvo sujeto a normas ni a aceptación religiosa. La institución del matrimonio en el pasado también estuvo asociada a raptos, esclavitud, promiscuidad, prostitución, regulado así por costumbres, usos y tradiciones, en ocasiones con papel predominante de las mujeres hasta que se impuso el machismo y el patriarcalismo en el ejercicio de estas tradiciones matrimoniales y familiares, resultado de las relaciones de producción que modificaron los papeles sociales de las personas, amparado por los cánones religiosos cristianos que nos fueron impuestos, por los españoles, desde la colonia.

Hubo prácticas colectivas de matrimonios, antes de la consideración individual de pareja que le damos hoy. En muchos casos la “familia” era una “cárcel” especialmente para las mujeres. Sobre ellas se decidía, en el caso de las hijas, incluso en su opción matrimonial, “negociándolas”, como mercancías. Los padres, se llegó a acostumbrar, decidían por sus hijas el matrimonio, escogiéndoles sus maridos.

El matrimonio es una institución muy vieja que no pasa de moda. Se siguen realizando, con gran entusiasmo, con gran celebración. Es un punto de encuentro y de fusión de familias. El matrimonio es también una expresión de amor. Como expresión de amor el matrimonio no está sujeto a autorizaciones y permisos, a normas que lo regulen. Se regula y se cumple por el respeto que se profesen los contrayentes, la pareja que decide vivir en unión, mientras así lo decidan y acuerden. El afecto, la ternura y la relación amorosa que se manifiesta en el acto matrimonial no descansa en los timbres, en los sellos que se estampan en el acta notarial, en la firma de los Abogados Notarios, o funcionarios autorizados a realizar matrimonios, ni en las normas que se cumplen para realizarlo. Descansa el matrimonio en el amor mutuo que se profesen los contrayentes, sin importar la opinión, ni la de la llamada opinión pública, ni de quienes a la distancia observan el acto de la unión que ha acordado, que llamamos matrimonio. El matrimonio, como acto de amor, es una legítima unión libre amparada por un formalismo estatal.

La filiación maternal fue fundamental en el desarrollo de las relaciones familiares y matrimoniales. Se tuvo “matria” antes que “patria”. Hasta hace poco tiempo, hasta los avances científicos del ADN, la paternidad era misteriosa mientras la maternidad era real. En 1949 se logró la igualdad de las mujeres en derechos políticos, el de votar, recientemente fortalecidos con la exigencia de la igualdad de oportunidad de ser electas mediante la alternabilidad vertical y horizontal que se ha establecido para aspirar a puestos de representación política.

En 1970 con el Código de Familia la mujer se igualó al hombre en sus relaciones matrimoniales y familiares. Siguió luego el avance en otros derechos.

El papel de la mujer en la sociedad costarricense ha evolucionado, cada vez más, hasta alcanzar la plena igualdad hoy en el ejercicio de derechos y libertades.

La última batalla ha sido el reconocimiento, no solo de las mujeres, sino de los hombres también, para que puedan realizarse y convivir en parejas matrimoniales del mismo sexo, así reconocidas jurídicamente en el país, y ante la sociedad, sin prejuicio, ni exclusión ni discriminación alguna. No ha sido una lucha sencilla. Ha sido dura. Para algunos ha sido muy dolorosa.

Finalmente se ha impuesto y consolidado, en la sociedad costarricense, el matrimonio civil, como expresión del contrato de dos personas, de diferente o del mismo sexo, que quieran unir sus vidas, para amarse, acompañarse, para construir en común su futuro, con respeto y aceptación a las otras formas, de carácter religioso, por las cuales otras personas quieran unirse.

Hoy la sociedad costarricense reconoce el derecho de las personas a casarse, de cualquier persona, a constituir matrimonios y familias, de conformidad a prácticas civiles, laicas, no religiosas, así como el de quienes quieran casarse de conformidad a rituales y a prácticas religiosas, especialmente católicas.

En las condiciones actuales puedo afirmar que hay más amor entre personas iguales y menos desigualdad social en este campo del amor. No se ha tratado de abolir el matrimonio como institución para garantizar esta igualdad, se ha tratado de fortalecer esa igualdad quitándole las trabas, a la institución de matrimonio que lo ataban, para que quienes quisieran casarse lo pudieran hacer al amparo del Estado, de sus instituciones legitimadoras, de conformidad a una nueva escala de valores públicos, sin importar su sexo, su género.

Así surgen estos nuevos matrimonios, como el que hoy se lleva a cabo entre Yalena y Karina, que contribuyen a salvar la idea tradicional del matrimonio, y a fortalecer los diversos conceptos de familia, que la misma sociedad produce, las familias de dos personas de diferente sexo, con hijos o sin ellos, con hijos adoptados, las familias de madres solteras, las familias de personas que no tienen vínculo matrimonial formal, las que sí lo tienen, las parejas de mismo sexo, con hijos o sin ellos, con hijos adoptados, las familias que dependen de las madres cabezas de hogar, que son las que tienen los principales ingresos económicos de sus hogares aun cuando tienen esposo o compañero, las familias cuyo eje descansa en la presencia de un abuelo o abuela o de algún otro familiar, o de solo la madre o de solo el padre, así como las diversas familias que pueden formar los miembros de la comunidad LGTBY, que generan en la práctica familias de dos mamás o de dos papás.

El matrimonio es también una manifestación de una conciencia aprobatoria. No se realizan actos que en conciencia se rechazan. Quienes aquí nos reunimos aceptamos, aprobamos y nos alegramos de la decisión que han tomado nuestras hijas, Yalena de la Cruz Figueroa y Karina Vargas Lepe, de asumir este compromiso, ante ellas mismas, ante sus amigos y familiares, y ante la sociedad, que las protege legalmente, así como a su bellísima hija, nuestra nieta, Sofía, que es parte esencial de esta nueva familia, y de nuestras familias reunidas en este acto de amor, que nos han hecho crecer como familias y como seres humanos.

Esta ceremonia ha sido convocada por Yalena y por Karina para hacernos partícipes y testigos de honor de la unión que han acordado, haciendo uso pleno de sus libertades, y participándonos de la decisión que han tomado en conciencia sus corazones.

No estamos aquí para imponer nuestra visión del mundo, ni nuestra voluntad, ni nuestra escala de valores. Estamos aquí, en nuestra condición de padres, hermanos, familiares y amigos, para afirmar nuestro respeto por la decisión de vida que han tomado, por la unión que han acordado en este momento, con la alegría que nos causa su decisión, su unión matrimonial.

En este acto celebrado han mostrado ser más libres, más realizadas en el amor que se profesan, más dueñas de sí mismas, más responsables de sus actos.

En este acto nosotros no pedimos nada. Son ustedes, Karina y Yalena, las que nos brindan su acto de amor, que con los años nos darán mucho.

Experimentamos como familias una renovación de la vida en el ámbito discreto e íntimo de nuestras familias, y en el ámbito público de la sociedad. En el porvenir de ustedes prolongamos también nuestra existencia. En el acto que acaban de realizar expresan la intensidad de sus vidas, su amor, su calidad de buenas personas. Hoy unidas son más fuertes y afortunadas.

Afirmamos y reconocemos, en este acto, con nuestra presencia, su libertad de amarse en la unión que han pactado, en esta nueva Costa Rica, en vísperas del Bicentenario de la Independencia, que ha abierto, en el campo de las relaciones matrimoniales, un nuevo horizonte para todos los costarricenses.

Al brindar por sus parabienes matrimoniales, ¡Les deseamos la mayor felicidad posible, junto a Sofía!

«Vaticano versus Circo Romano»

Luis Ángel Salazar Oses

Luis Angel Salazar Oses
Luis Angel Salazar Oses. (Tomada de Facebook).

Al leer rápida y distraídamente este título, posiblemente un futbolero pensará «¡que buen derbi se han montado en Roma!»
Dormía la siesta larga de los jubilados cuando mi reloj biológico me despertó e instintivamente y medio adormilado, busqué en el dial una de las emisoras que diariamente y a cada hora, da un resumen de noticias, la sintonicé y lo que me encontré fue un radio teatro en el que se representaba la «Pasión de Cristo», de inmediato recordé que era viernes santo y, resignado y aficionado al teatro que soy, me dispuse a escuchar un rato al menos, este drama tratando de encontrar alguna variante interpretativa que me permitiese juzgar la calidad de actores y actrices. El momento era dramáticamente culminante pues se acercaba la crucifixión y, con gran sentimiento, el narrador describía la figura transida de dolor de la madre dolorosa de el Salvador que, abrumada por su infinita pena, casi agonizaba impotente caminando detrás de su hijo…
La situación me emocionó también pues en María encarné inmediatamente y en una especie de recorrido por la historia contemporánea, las madres impotentes ante sus hijos descuartizados por las bombas en Vietnam, torturados por la dictadura Chilena, desaparecidos por el feroz neofascismo Argentino -María era ahora las abuelas de la Plaza de Mayo-, masacrados por los desalmados milicos guatemaltecos, salvadoreños y somocistas, por el vigente imperialismo capitalista neoliberal en Afganistán, en la desintegración de la antigua Yugoslavia, en Irak, en Libia, en Siria, en Yemen…Casi llorando y esperando escuchar muy pronto, como todos los viernes santos a las tres de la tarde se acostumbra en nuestra Patria, ese desgarrador himno al dolor humano llamado Duelo de la Patria del gran músico costarricense Rafael Chaves Torres, me fui sumiendo en ese duermevela, donde las cosas se van difuminando, hasta dormirme en angustiante pesadilla.
De pronto, violentamente fui sacado de mi solidaria, revolucionaria y martirizada ensoñación, por una escandalosa canción que, a la hora nona del viernes santo, hora según la leyenda de la muerte del supremo redentor, debía ser una horrible y blasfema profanación, con pena de excomunión y parrilla infernal y eterna garantizada, para quienes osaran cometerla, una verdadera bofetada en las sagradas creencias del 90% -¡sube al 95% cuando tiembla!- de los costarricenses que se dicen fervorosos cristianos. El cántico tan supremamente sacrílego en ese momento, provenía de mi aparato de radio, minutos atrás santificado por la solemnidad del drama que se estaba representado, y que era la rítmica sustituta del himno nacional, que acompaña a los más masivos, espectaculares, mundanos e incluso, orgiásticos triunfos populares y presunto burdo plagio de la canción homónima de José Luis Rodríguez -«El Puma»- gritaba a todo pulmón: «¡¡¡¡Agárrense de las manos heeee!!!!, unos a otros conmigo. ¡¡¡¡Agárrense de las manos!!!!, apoyemos nuestro equipo, la selección nacional, es el honor de los ticos…»
El Vaticano, como sabemos, alberga a la Santa Sede, monarquía absoluta y única teocracia europea, cuyo poder totalmente vertical lo ejerce el Papa, máxima autoridad directora de la iglesia católica, apostólica y romana que dice provenir del cristianismo original en una sucesión papal iniciada con Pedro y que no ha sido interrumpida jamás.
El cristianismo se origina del seno del judaísmo mesiánico que, como su nombre lo indica, cree en la existencia de un mesías o ungido de dios que, como su hijo divino hecho hombre, viene a la Tierra a predicarnos su doctrina de salvación, cuya validez la comprueba muriendo en la cruz por nosotros y resucitando al tercer día.
Por cierto que esta doctrina tiene mandamientos muy claros de entender y simples de cumplir, cuyo resumen plantea Jesucristo en el libro de Juan de la siguiente forma: «Amaras a dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo». El cristianismo recibe una enorme influencia de la cultura helenística y, particularmente al llegar a Roma, del paganismo religioso vigente en esa urbe. Todas esas influencias son notables en la versión cristiana católica,apostólica y romana.
El cristianismo aparece en una provincia pequeña del Imperio Romano llamada Palestina, fundamentalmente como una religión de misterio o, como apuntamos, de salvación, se extiende por el Imperio Romano durante el siglo II, en el siglo III el Imperio empieza a decaer, particularmente por sus contradicciones internas y la presión de sus múltiples enemigos sobre sus fronteras, para cuya defensa debe recurrir crecientemente a la conversión de sus esclavos en soldados en los cuales el cristianismo se había hecho muy popular por lo que, en su lucha por adueñarse del poder imperial, Constantino se declara cristiano y se convierte en emperador, momento a partir del cual el cristianismo se convierte en la religión oficial del Imperio y, paulatinamente Roma, en la capital del Cristianismo, puesto que le debió corresponder a Belén cuna de Cristo. Recordemos que el cristianismo predica sobre todo el amor a dios por el que debemos renunciar al mundo material, pasajero, lleno de trampas y engaños y, en segundo lugar, el amor incondicional al prójimo no importa que sea enemigo -¡Ama a tu enemigo!- y estas dos tesis le caen al pelo a los dueños del poder material, dígase los grandes ricos de ayer, hoy y, hasta que el Pueblo se rebele, siempre. Así que esta versión romanizada del cristianismo se convirtió en Aparato Ideológico del Estado, para lavar los cerebros del Pueblo trabajador y humilde y hacerle aceptar, con resignación e incluso amor por sus explotadores, su destino de ciervo en la Tierra con tal de recibir su redención eterna después de la muerte.
El Circo Romano era el distractor ideal -otro «lavacocos»-, fomentado por los emperadores romanos, para desviar la atención del Pueblo de la condición de miseria y depredación a que el imperio le tenía sometido, Hoy su equivalente es el «opiofutbol» que tiene enormes circos llamados estadios, gladiadores llamados futbolistas, unos muy bien pagados, preferidos por el Pueblo y la mafia gobernante que son reclutados, no por mercantes de esclavos como en la época romana, pero si por sus equivalentes contemporáneos llamados apoderados («managers»), por los dueños de los equipos y, todo bajo el imperio de la FIFA, presuntamente mafiosa entidad, que le maneja este otro y efectivísimo Aparato Ideológico al Capítalismo Neoliberal contemporáneo.
Al igual que el cristianismo original, el fútbol hunde sus raíces en tradiciones de juegos semejantes de diferentes pueblos, como el «Juego de la Pelota» practicado por pueblos precolombinos de Mesoamérica o, a finales de la Edad Media en las Islas Británicas y pueblos aledaños, conocidos como el Código del Fútbol del que derivaron el rugby, el fútbol americano, el australiano y el fútbol a secas que es el que nos ocupa. Sus reglas se unificaron en su versión moderna allá por 1863 en Inglaterra; después de la formación de la Football Association y, como han sido muy simples, fácilmente fueron asimiladas por sus aficionados. Los grandes industriales ingleses empezaron a ver en este deporte una muy económica forma de mantener a sus obreros ocupados los domingos, evitando, como dice la leyenda, que se emborracharan o agredieran a sus mujeres, lo que generalmente terminaba en ausencias laborales los lunes -con sus consecuentes pérdidas económicas- y empezaron a fomentarlo entusiastamente entre sus trabajadores. Al organizarse las competencias empezaron a parecer los fanatismos y, conforme estos se hicieron cada vez más enajenantes, este inocente deporte se convirtió paulatina pero inconteniblemente en el alienante -opiofútbol- que hoy conocemos. El 21 de mayo de 1904, en Francia, se funda la Federación Internacional de Fútbol Asociado -FIFA- cuyo trabajo hace posible la extensión del fútbol por todo el Planeta y este proceso convierte a este deporte en un negociazo para las grandes Transnacionales fabricantes de utensilios para su práctica, de refrescos y licores, de medios de «comunicación», etc., etc.
De esta manera, tanto el cristianismo como el fútbol se profesionalizaron y se trocaron en dos recursos, muy productivos y útiles por cierto, manejados y aprovechados en última instancia, por los dueños del sistema capitalista mundial que los manejan a su antojo, directa o indirectamente, mediante alianzas explícitas o implícitas con los altísimos dirigentes religiosos y futboleros del mundo.
Negocios como son de un mismo imperio capitalista, se respetan mutuamente sus ámbitos de acción de manera tal que el, pasado viernes, ni la FIFA le pidió suspender las actividades religiosas a la Iglesia Católica Apostólica y Romana y, mucho menos ésta le pidió correr a la Federación una semana siquiera su «FechaFIFA»
En Costa Rica, donde nuestro clero es tan reactivo en contra de cualquier violación a sus tradiciones, sumisamente este Viernes Santo terminó haciendo, como dicen en la jerga teatral, «mutis por el foro» y, con el rabo entre las piernas y sus seguidores deseando más escuchar los goles de la sele que el sermón del cura parroquial, siguió silente su diezmada ceremonia.
Para quienes peinamos canas, acostumbrados a escuchar todo tipo de maldiciones e imprecaciones en contra de quien osará interrumpir o alterar, mínimamente siquiera, la más solemne actividad de la Semana Mayor -muerte y fúnebre procesión del Santo Sepulcro conteniendo al Divino Redentor- esta resignada actitud de la jerarquía católica realmente nos sorprendió, a pesar de que, en mi caso, no soy creyente.
Indudablemente en Costa Rica, el derbi de la capital Italiana entre el Vaticano y el Circo Romano -«opiofútbol»-, lo ganó por goleada este último. «Poderoso caballero es don dinero» (¡don denario diría Judas!).

 

*Imagen tomada de Semanario Universidad.

Enviado a SURCOS Digital por el autor.

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