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Etiqueta: Rusia

Pobre humanidad que poco humana que es

José Luis Pacheco Murillo

La guerra Rusia – Ucrania hoy puede tener cambios trascendentales y podrían suponer esos cambios el inicio de una escalada en la intensidad de la misma.

La OTAN ha solicitado a sus miembros que se requiere ayudar a Ucrania en su defensa, y países como Estados Unidos y Alemania ya han dado claras muestras de responder a ese llamado enviando a Ucrania tanques pesados de fabricación occidental.

La respuesta rusa no se ha hecho esperar en el sentido de mencionar que recurrirá a armas más sofisticadas y de mayor alcance, incluso de características nucleares.

Es decir, estamos a las puertas de una tercera guerra mundial con todas las desgracias que eso significa.

Hoy Alemania tomará la decisión de cuántos tanques Leopard 2 enviará a Ucrania, pero esa decisión depende de la de Estados Unidos de cuántos tanques Abrams. Además otros países como Polonia e Inglaterra están atentos para también tomar decisiones similares.

Una guerra cuyo inicio fue motivado por las presiones de Estados Unidos y la OTAN haciendo que Ucrania hiciera lo que deseaban, para que Rusia respondiera como lo hizo y hoy el negocio de esa guerra sigue adelante con el envío de armamento pesado cuyos costos son de miles de millones de dólares que sirven para ayudar a una economía decadente como la de Estados Unidos.

Estas decisiones traerán consecuencias muy graves para el mundo entero, y es que posiblemente los aliados a Rusia también tomen decisiones para contrarrestar esa ofensiva occidental.

Debemos estar atentos a lo que está por definirse a partir de hoy y las autoridades de países de nuestra región tomar medidas para una posible recesión por la guerra que se convertirá, de una entre dos países al menos en teoría, en una donde muchos países serán actores.

Dios quiera que las decisiones que se tomen hoy y en adelante se encaminen a buscar la paz, y que quienes tienen poder político para tomarlas sepan que serán millones de muertos los que tendrán que cargar en sus conciencias. La humanidad ha aprendido poco sobre la solidaridad, el amor y la paz a pesar ONU, OEA y todas las demás organizaciones multilaterales.

Pobre humanidad que poco humana que es.

 

Enviado a SURCOS por el autor.

La construcción de un nuevo orden mundial

Gilberto Lopes, en San José
Enero 2023

La duda de Olaf Scholz:
¿Cómo puede Europa permanecer como un actor independiente en un mundo multipolar?

I

“La agresión de Rusia contra Ucrania ha puesto fin a una era”, dijo el canciller alemán, Olaf Scholz, en artículo publicado en la edición de enero/febrero de la revista Foreign Affairs: The Global Zeitenwende. Algo así como un punto de no retorno. Es también el punto de partida del Foro Económico Mundial que se reunió en Davos a mediados de enero: “el mundo está hoy en un punto de inflexión crítico”, aseguran.

La cuestión central era esta, para Scholz: ¿cómo podemos, como europeos y como Unión Europea, seguir siendo actores independientes en un mundo cada vez más multipolar?

Algo sobre lo cual ha estado hablando también el presidente francés, Emmanuel Macron, para quien Europa debía replantear su “autonomía estratégica». Según Macron, “Europa debe desempeñar un papel más activo en la OTAN, reduciendo su dependencia de Estados Unidos y desarrollando sus propias capacidades de defensa para garantizar la paz en la región”.

Del lado ruso también se analiza el problema. Fyodor Lukyanov, director del Foro de Discusión de Valdai, señaló que la visita del presidente ucraniano Vladimir Zelensky a Washington, el pasado 21 de diciembre (dejando de lado la teatralidad que la envolvió) puede representar un hito para la definición de un nuevo marco de seguridad europea.

Con Ucrania transformada en un insumergible portaviones norteamericano –como dice Lukyanov, un papel similar al que jugó Honduras en la guerra de los “contras”, montada por Washington contra los sandinistas, en Nicaragua, en los años 80’s–, el esquema de seguridad que había propuesto Putin en diciembre del año pasado ya no tiene sentido. Con el ejército ucraniano bien preparado, con el apoyo de Occidente, sobre todo de Estados Unidos, se torna irrelevante su eventual pertenencia a la OTAN, dijo Lukyanov (su argumentación puede ser vista aquí: https://www.rt.com/news/568813-lukyanov-zelensky-visits-washington/).

Una posición similar ha expresado el exSecretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger. Ucrania ha adquirido uno de los mayores y más efectivos ejércitos de tierra de Europa, equipado por los norteamericanos y sus aliados. La alternativa de neutralidad ya no es significativa, dijo Kissinger, sobre todo después de la incorporación de Suecia y Finlandia a la OTAN (el artículo de Kissinger puede ser visto aquí: https://www.spectator.co.uk/article/the-push-for-peace/). Ideas que repitió en su intervención en el foro de Davos, el 18 de enero pasado.

Los ganadores de la Guerra Fría

¿Qué época, según Scholz, es la que está llegando a su fin? En los 90’s parecía que un orden mundial más estable –resiliente, diría– se había instalado en el mundo. Se trataba del orden instaurado después de la Guerra Fría, de un mundo que percibe como de “relativa paz y prosperidad”.

La excanciller alemana, Angela Merkel, diría, en una entrevista publicada el 7 de diciembre en el medio alemán Zeit Magazine, que “la Guerra Fría nunca había de verdad terminado, pues Rusia nunca estuvo realmente en paz”.

Alemania no había podido alcanzar su objetivo de derrotar a Rusia, entonces cabeza de la Unión de República Socialistas Soviéticas (URSS), en la II Guerra Mundial. Enfrentada al resto de Europa, especialmente a Gran Bretaña, todavía una gran potencia en esos años (y que hizo lo imposible por evitar entrar en esa guerra), y luego a Estados Unidos, Alemania fue derrotada, en una guerra en la que el papel de la URSS fue decisivo.

El mundo se dividió después en dos grandes bloques. El encabezado por Estado Unidos asumió la tarea de continuar la lucha contra el que lideraba la Unión Soviética. Un largo conflicto, que duró casi 45 años, y terminó, como sabemos, con la victoria del bloque occidental y la disolución de la URSS.

Liberados los países de Europa del este, hasta entonces sometidos a la tutela soviética, un nuevo orden internacional emergió: una Europa “unida y libre” (“whole and free”, en palabras del presidente George H. W. Bush), ahora bajo la dirección norteamericana, inició la construcción de ese nuevo orden internacional.

Por un lado, se consolidaron las políticas económicas neoliberales, impulsadas por los organismos financieros internacionales, con las vastas privatizaciones en los países del este europeo, que se extendieron también por América Latina, región tradicionalmente bajo la tutela norteamericana. Fue la época del “no hay alternativa”, anunciada por una de las más puras representantes del período, la inglesa Margaret Thatcher.

Por otro lado –hoy lo vemos con claridad– se fue diseñando, bajo el liderazgo norteamericano, una nueva política exterior y de defensa, cuya punta de lanza es la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

El objetivo de la OTAN, como diría, en 1952, su primer Secretario General, el general británico de origen hindú, Hastings Ismay, era “to keep the Soviet Union out, the Americans in, and the Germans down”, muy en la línea de la política exterior británica de entonces.

Setenta años después, la decadencia británica ha permitido a Scholz decir, en su artículo, que “los alemanes tratan de ser los garantes de la seguridad europea que nuestros aliados esperan que seamos, un constructor de puentes en la Unión Europea y un defensor de soluciones multilaterales para los problemas globales”.

El sueño de Inglaterra, expresado por el general Ismay, ha quedado hecho pedazos y gran parte del resto de Europa –de mirada corta, en mi opinión– entusiasmada con la guerra contra Rusia, parece olvidar las consecuencias del último rearme alemán.

Scholz destacó el cambió de la constitución alemana, que le prohibía armar a países en conflicto, y anunció el destino de cien mil millones de euros para el fortalecimiento de sus fuerzas armadas.

Lo que pertenece a un mismo mundo debe crecer junto, diría el canciller Willy Brandt, luego de la caída del muro de Berlín. Brandt se refería a Alemania, pero se aplica a Europa como un todo, dice Scholz.

Es lo que Occidente llama “un mundo basado en reglas”. Lo que Scholz percibe como un nuevo orden, más resiliente, como un mundo de relativa paz y prosperidad, que algunos definieron como “el fin de la historia”.

La construcción de un nuevo orden mundial

II

Una catástrofe geopolítica

Scholz se lamenta de que Putin, en vez de ver la pacífica caída del Muro de Berlín y del orden comunista como una oportunidad para promover más libertad y democracia, la haya calificado como “la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX”.

La frase tiene una doble implicación. La primera es poner el fin de la URSS como una catástrofe mayor que las representadas por las I y II Guerras Mundiales. Parece un insensible error de evaluación del presidente ruso.

Pero tiene todavía otro significado, políticamente más importante para la construcción del discurso del canciller alemán: el de sugerir que el ataque de Rusia a Ucrania no es más que un paso en el esfuerzo por reconstruir la Unión Soviética.

No hace falta extenderse sobre eso para comprender el significado de lo que Scholz pretende atribuir al presidente ruso. “Cuando Putin dio la orden de ataque hizo pedazos una arquitectura europea e internacional de paz que tomó décadas construir”. “Su brutal ataque a Ucrania, en febrero pasado marcó el inicio de una nueva realidad: el retorno del imperialismo a Europa”.

La frase, tal como citada por el canciller alemán, deja al descubierto una sutil interpretación.

La cita a la que Scholz hace referencia corresponde al informe anual del presidente de Rusia a la Asamblea de la Federación Rusa (una versión en inglés de ese informe puede ser vista en la página oficial del Kremlin: http://en.kremlin.ru/events/president/transcripts/22931).

El texto citado por Scholz, en su versión en inglés, está en el sexto párrafo:

Above all, we should acknowledge that the collapse of the Soviet Union was a major geopolitical disaster of the century. As for the Russian nation, it became a genuine drama. Tens of millions of our co-citizens and compatriots found themselves outside Russian territory.

Como se puede ver, no es lo que dice Scholz, cuando, citando a Putin, afirma, entre comillas: “was the biggest geopolitical catastrophe of the twentieth century” (fue la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX).

Lo que dice el texto de Putin es: “was a major geopolitical disaster of the century”, lo que puede traducirse por “uno de los mayores desastres geopolíticos del siglo”. Un genuino drama para la nación rusa, agregó Putin. “Millones de nuestros ciudadanos y compatriotas se vieron fuera del territorio ruso”.

La clave del debate está en las palabras usadas en inglés: “the”, por un lado; y “a”, por el otro.

Stephen Frand Cohen, un erudito estadounidense de estudios rusos, afirma que Putin ha sido obsesivamente mal citado en este tema, repitiéndose la frase “The collapse of the Soviet Union was the greatest geopolitical catastrophe of the twentieth century” cuando, en realidad, lo que dijo fue que había sido “a major geopolitical catastrophe of the twentieth century” (ese debate puede ser visto aquí: https://medium.com/illumination-curated/did-putin-really-say-that-78b5f901e634).

Scholz no se hace cargo de esos detalles y cita la frase como conviene a su argumentación. Ya veremos que no es la única cita donde aplica este procedimiento. Es en este entorno que el autoritarismo y las ambiciones imperialistas de Putin “empiezan a emerger”, afirma. Cita entonces el discurso que el presidente ruso pronunció dos años después, en 2007, en la Conferencia de Seguridad de Munich. Un discurso “agresivo” donde se “burlaba del orden internacional basado en reglas como un mero instrumento de dominio norteamericano” (una versión de ese discurso de Putin, en inglés, puede ser vista también en la página del Kremlin: http://en.kremlin.ru/events/president/transcripts/copy/24034).

El fracaso del mundo unipolar

Es importante considerar la fecha en la que está hablando el presidente ruso: 2007, hace 15 años. ¿Qué es lo que dice Putin en ese discurso? Lo primero es que el modelo de un mundo unipolar, como el surgido después del triunfo de Occidente en la Guerra Fría, “no solo es inaceptable como imposible en el mundo de hoy”. Lo que está ocurriendo en el mundo de hoy –y eso es lo que empezamos a discutir– es el intento de introducir este concepto en los asuntos internacionales.

¿Y cuáles han sido los resultados?, se pregunta Putin. “Las acciones unilaterales, y frecuentemente ilegítimas, no han resuelto ningún problema”. A finales del 2001 Estados Unidos había invadido Afganistán y, en marzo del 2003, Irak. “Estamos viendo el uso prácticamente incontenible de la fuerza militar en las relaciones internacionales, un creciente desdén por los principios básicos de las leyes internacionales, que ha hundido el mundo en el abismo de conflictos permanentes. Un Estado –principalmente Estados Unidos– actuando más allá de sus fronteras, ha tratado de imponer sus políticas a otras naciones, tanto en lo económico, como lo político, lo cultural o lo educacional”.

El resultado –dice Putin, ya en 2007– es que nadie se siente seguro. “Estoy convencido de que ha llegado el momento en que debemos pensar seriamente sobre la arquitectura de la seguridad global”.

Putin hablaba de un mundo multipolar, cuya base era el crecimiento económico de países como la India, China, o los miembros de los BRICs, integrado entonces por Brasil, Rusia, India y China.

Destacó la importancia de un marco legal sobre las armas de destrucción masiva, defendió la necesidad de respetar el tratado de no proliferación nuclear, la supervisión multilateral de las tecnologías de misiles, la prevención del uso de armas en el espacio.

El discurso trata aun otros temas, pero Putin se extiende sobre el Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa, firmado en 1999. Han pasado siete años y solo cuatro países –incluyendo la Federación Rusa– han ratificado el tratado, dice Putin.

¿Qué ha ocurrido desde entonces? “La OTAN ha puesto sus fuerzas en nuestras fronteras, mientras nosotros seguimos respetando estrictamente las obligaciones del tratado y no hemos reaccionado a tales acciones”. Los países de la OTAN han declarado que no van a ratificar el tratado “hasta que Rusia elimine sus bases de Moldavia y Georgia”. Putin se refirió a la situación en Moldavia y aseguró que lo conversaban regularmente con el Secretario General de la OTAN, el español Javier Solana. No habló de la situación en Georgia.

Y recordó una afirmación de otro Secretario General de la OTAN entre 1988 y 1994, el exministro de Defensa alemán, Manfred Wörner, hecha en Bruselas el 17 de mayo de 1990: “el hecho de que estemos dispuestos a no colocar las tropas de la OTAN fuera del territorio alemán le dan a la Unión Soviética una firme garantía de seguridad”.

La expansión de la OTAN –agregó Putin– no tiene relación alguna con la modernización de la alianza, o con garantizar la seguridad de Europa. Por el contrario, “representa una seria provocación que reduce el nivel de confianza mutua”. ¿Dónde están esas garantías?, se preguntó.

Putin dijo también, en ese discurso, que “el único mecanismo que puede decidir sobre el uso de la fuerza militar como último recurso es la Carta de las Naciones Unidas”. Una afirmación difícil de conciliar con su decisión de atacar Ucrania, aunque revelaciones posteriores, sobre todo sobre las intenciones ocultas en las negociaciones de los Acuerdos de Minsk, agregan nuevos matices al escenario.

La construcción de un nuevo orden mundial

III

Visiones de un nuevo mundo

Volvamos al artículo de Scholz. En 2014 –dice– Rusia ocupó Crimea y envió tropas a Donbas “en directa violación de la ley internacional”. “Durante los ocho años que siguieron a la ilegal anexión de Crimea y el estallido del conflicto en el este de Ucrania, Alemania y sus socios europeos e internacionales del G-7 se enfocaron en salvaguardar la soberanía e independencia política de Ucrania, evitando una mayor escalada de Rusia, restaurando y preservando la paz en Europa”.

Junto con Francia –agregó Scholz– “Alemania se comprometió en el llamado Formato de Normandía, que condujo a los Acuerdos de Minsk y al correspondiente proceso de Minsk, que exigía a Rusia y a Ucrania un cese al fuego y a adoptar una serie de otras medidas. A pesar de los problemas y a la falta de confianza entre Moscú y Kiev, Alemania y Francia mantuvieron el proceso funcionando. Pero una Rusia revisionista hizo imposible el éxito de la diplomacia”.

Entonces las declaraciones de la excanciller Angela Merkel al ya mencionado Zeit Magazine dieron otra perspectiva sobre los acuerdos de Minsk. El primer acuerdo, de septiembre del 2014, dijo Merkel, tenía como objetivo “darle tiempo a Ucrania para fortalecerse, como podemos ver hoy. La Ucrania de 2014/2015 no es la Ucrania de hoy”.

Luego vino la batalla de Debatselvo, a principios del 2015, con un rápido triunfo de las fuerzas rusas, que llevaron a un segundo protocolo del acuerdo de Misnk, firmado en febrero de ese año. “Estaba claro para nosotros que el conflicto estaba congelado, que no se había resuelto el problema, pero esto dio a Ucrania un tiempo invaluable”, agregó Merkel.

Declaraciones similares hizo después el expresidente francés, François Hollande. Pyotr Poroshenko, quien asumió la presidencia de Ucrania luego del golpe de 2014, también reconoció que los Acuerdos de Minsk (en cuya negociación participó, así como Merkel) no eran más de una artimaña para ganar tiempo y fortalecer Ucrania militarmente. “Los acuerdos de Minsk, a pesar de las críticas, nos dieron tiempo para construir las capacidades de defensa ucranianas”.

Lo cierto es que el 10 de diciembre del 2019 el gobierno de Ucrania publicó un comunicado, luego de una reunión en París de los líderes de los cuatro países que dieron forma a los Acuerdos de Minsk –Francia, Alemania, Rusia y Ucrania– donde señalaba que seguían comprometidos con la completa implementación de los acuerdos y con la promoción de una arquitectura “sostenible e inclusiva de confianza y seguridad en Europa”.

La respuesta rusa fue que las declaraciones de Merkel eran “decepcionantes”. “No esperaba oír eso de la excanciller”, dijo Putin. “Pensaba que los líderes alemanes dialogaban con nosotros con sinceridad”. “La idea era llenar Ucrania de armas y prepararla para los combates. Nos dimos cuenta muy tarde”, agregó.

La visión de un nuevo mundo

Scholz afirma que “Putin quiere dividir Europa en zonas de influencia y al mundo en bloques de grandes poderes y Estados vasallos”. Afirma que “Putin no ha aceptado nunca a la UE como un actor político”. En su opinión, la UE es una unión de Estados libres, democráticos y soberanos, basados en el estado de derecho, antítesis de la “imperialista y cleptocrática” Rusia.

Es difícil encontrar en las propuestas de Putin medidas orientadas a esos fines. Aunque puedan parecer hoy completamente inviables, en 2010 Putin, entonces primer ministro ruso, hacía dos propuestas que hubiesen cambiado la cara de Europa. El 25 de noviembre de ese año la agencia alemana DW escribía sobre el tema: “No se ha secado todavía la tinta de los titulares que elogiaban como paso histórico el acuerdo entre los países miembros de la OTAN y Rusia en cuanto a la cooperación en la construcción de un escudo antimisiles en suelo europeo, cuando –después de la cumbre con la UE– se vislumbra, al fin, una integración de Moscú a la Organización Mundial del Comercio.

Por si fuera poco, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, abogaba, pocas horas después, en el diario alemán Süddeutsche Zeitung, por la integración de una comunidad económica armónica desde Lisboa hasta Vladivostok.

Desde entonces, las tensiones solo aumentaron. Deberíamos preguntarnos por qué no fue posible un acuerdo con Rusia, en los términos propuestos por Putin en 2010 o en otros términos.

Entre lo más sensible en este escenario estaba la conexión del gasoducto Nord Stream II, que se transformaría en un vínculo estratégico entre Rusia y Europa occidental. Impedir su conclusión se transformó en un objetivo fundamental de los Estados Unidos. Un día conoceremos los detalles en torno a la cancelación del acuerdo sobre ese gasoducto y sobre los posteriores atentados –atribuidos a la inteligencia inglesa– contra las instalaciones existentes, tanto del Nord Stream II (que nunca entró en funcionamiento), como del Nord Stream I, que sí funcionaba.

Una visión distinta

¿Cómo puede Europa permanecer como un actor independiente en un mundo multipolar?, se preguntaba el canciller alemán.

Cuando el Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania se reunió en la base militar aérea norteamericana de Ramstein, en Alemania, el pasado 20 de enero, el presidente francés, Emanuel Macron, se refirió al escenario europeo.

En el marco de una visita a España, sostuvo una larga conversación con el escritor español Javier Cercas, en París, publicada por el diario El País. Hay una crisis inédita en Europa, por la guerra. La respuesta debe ser una Europa poderosa, dijo el presidente francés. Una Europa que debe decidir si quiere tener su propio papel en el escenario mundial o alinearse con alguna de las dos potencias, Estados Unidos o China.

Pese al sostenido apoyo militar a Ucrania, Macron no ha dejado de señalar la necesidad de vislumbrar un nuevo orden europeo, con Rusia incluida. “Rusia es una gran nación en busca de su destino”, dijo Macron, para quien solo habrá una paz duradera con Occidente mediante el diálogo.

Europa no terminó de digerir el escenario surgido al final de la Guerra Fría; se extendió rápidamente hacia el este, pensando que todos los problemas estaban resueltos, para descubrir hoy que hay dos bloques de naciones en el grupo, con visiones diferentes sobre el futuro. Un problema que –en su opinión– no afecta solo a Europa, sino a todas las democracias occidentales, “que viven una especie de fatiga, una pérdida de referencias colectivas”.

El presidente francés tiene antecedentes políticos cercanos en los que inspirarse. En marzo del año pasado se conmemoraron los 60 años de los Acuerdos de Évian, en el que se acordó un alto al fuego en la guerra por la independencia de Argelia.

No significó la paz de inmediato, pero fue el inicio de un proceso llevado a cabo por el general De Gaulle, el mismo que visitó Argel siendo primer ministro y ministro de Defensa, en junio de 1958, donde gritó ¡Viva la Argelia francesa!

Cuatro años después, siendo presidente de la República, negoció un acuerdo y promovió el proceso de paz que lo enfrentaría con sus antiguos aliados, sobre todo los militares ultranacionalistas y los pieds-noirs, los más de un millón de colonos franceses en Argelia, opuestos a la independencia de Argelia y dispuestos a seguir con una guerra aún más cruenta de lo que había sido hasta entonces, para tratar de impedirla.

Pero era De Gaulle, extraordinaria figura forjada en la resistencia a los alemanes en la II Guerra Mundial.

La televisión española, en un programa sobre los 60 años de los Acuerdos de Évian, recordó cómo “a través de los discursos a la nación de De Gaulle se observa el giro político que experimenta, adaptándose a la realidad y al tablero internacional” de su época.

Pasó del intento inicial de retener la Argelia francesa a reconocer su autodeterminación y a confrontarse con la violenta población colonial de pieds-noirs, una vez proclamada la independencia.

Visión y coraje indispensables para forjar una nueva era, una que impida el progreso de la confrontación militar –único camino seguido hasta ahora en la crisis de Ucrania– en que se van imponiendo los pieds-noirs, sin que aparezca hasta ahora un De Gaulle capaz de ponerlos en su lugar.

FIN

Sobre odios y fobias

José Luis Callaci

Hay un país al que no se le permitió estar en este Mundial de Fútbol por haber realizado una intervención militar limitada en un país vecino, luego de infructuosas negociaciones a lo largo de ocho largos años para encontrarle una solución pacífica a un conflicto.

Otro en cambio que invadió infinidad de países como Vietnam, Irak, Panamá, Granada, Libia, República Dominicana, Corea, Yugoeslavia, Afganistán, Siria y más, ahí estuvo.

Tiene esto sentido si una vez más se impone lo que se ha venido vendiendo desde siempre: uno per secula seculorum es el “bueno” y el otro sencillamente el “malo”.

El primero puede hacer, sin condenas o reclamos, lo que le venga en gana: bloqueos económicos, golpes de estado: asesinatos de líderes, invasiones, desintegración de países, saqueos descarados y muchos otros actos criminales, en distintas latitudes y países.

El otro no. Ni siquiera se le reconoce el legítimo derecho de proteger sus fronteras amenazadas por una Alianza Militar hostil, y por acudir a auxiliar a millones de su propio pueblo atrapados en otro espacio debido a decisiones inconsultas; el que hoy es atacado con actos genocidas con el fin de apoderarse de lo que siempre fueron sus posesiones ancestrales, tierras, ciudades y propiedades.

Cuando esto sucede apelar al raciocinio, la lógica y el propio sentido común para hacer valer donde está la verdad y donde la mentira pareciera que de poco sirve cuando se ha logrado crear a lo largo de años, odios y fobias irracionales contra un determinado país o nacionalidad. Y esos odios y fobias no son otra cosa que patologías que, convertidas en ideologías como el fascismo o el nazismo produjeron los más horrendos crímenes de lesa humanidad.

Pero los hechos, que son verdades, terminarán por imponerse.

De zoológicos y jardines (III – IV)

Gilberto Lopes
Noviembre 2022

El nacimiento de un nuevo mundo

Nosotros tratamos de construir relaciones con los países más importantes de Occidente y con la OTAN. Lo hemos hecho de manera absolutamente sincera. ¿Qué obtuvimos como respuesta?, se preguntó Putin. Para ser breve, recibimos un “no” en todas las áreas posibles de cooperación.

Putin ha insistido en la idea de que no se puede unir a la humanidad dándole órdenes, diciéndole “haga como yo hago”, “sea como yo soy”. Es necesario oír la opinión de todos, respetar la identidad de cada sociedad, de cada nación. Citó como ejemplo diversos organismos de cooperación, como la Unión Económica de Eurasia –integrada por Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Rusia–, la Organización de Cooperación de Shangai –conformada por ocho Estados miembros y cuatro observadores– o el ambicioso proyecto chino de la franja y la ruta.

En un esquema de cooperación de este tipo, Europa sería el extremo occidental de Eurasia. Pero no se ha ido conformado así esa integración. Por el contrario, confrontada con Rusia, transformada en su enemiga, la Europa actual ha consolidado su papel como extremo oriental de la OTAN.

Vijay Prashad, historiador hindú, director del Tricontinental: Institute for Social Research, publicó, en octubre pasado, un artículo en el que pasaba revista al escenario que culminó con la invasión rusa de Ucrania.

Mucho antes de la invasión de Ucrania, desde 2014, gracias a la Ukraine Security Assistance Initiative del Departamento de Defensa, Estados Unidos ofreció entrenamiento y equipos al ejército ucraniano. El monto de esa ayuda ha llegado a superar los 19 mil millones de dólares, la mayor parte de los cuales –17,6 mil millones–, otorgados después de la invasión rusa. Hoy se habla de 60 mil millones. Para dar una dimensión a esas cifras, Prashad la compara con los 3,12 mil millones de dólares del presupuesto de Naciones Unidas para 2022.

Prashad insiste en que Occidente debe dejar de bloquear las negociaciones entre Ucrania y Rusia. Nos recuerda que, en 2019, el presidente francés, Emmanuel Macron, había propuesto revisar las relaciones de Europa con Rusia, afirmando que alejar a Rusia de Europa “sería un profundo error estratégico”.

En 2020 estaba claro para Macron que las negociaciones ya no eran solo sobre los Acuerdos de Minsk, firmados en 2015 por Rusia, Ucrania, Alemania y Francia, para establecer zonas de seguridad en la frontera ucraniana-rusa. Era más que eso. Se trataba de la creación de una “nueva arquitectura de seguridad”, que no aislara a Rusia de Europa, iniciativas todas rechazadas por Washington.

En febrero de 2021 Macron desarrolla esa idea en una larga intervención en una conferencia en el Atlantic Council. La expansión de la OTAN hacia el este no va a incrementar la seguridad de Europa, aseguró.

El 7 de diciembre de 2021 Biden y Putin mantuvieron una entrevista telefónica. El presidente ruso volvió a exigir garantías de que la OTAN no seguiría expandiéndose hacia el este, ni desplegando sistemas de armas ofensivas en países vecinos a Rusia. “Washington no otorgó ninguna de esas garantías”, asegura Prashad.

El objetivo de los Estados Unidos era imponer sanciones económicas severas y sostenibles para hacer inviable la economía rusa e intensificar su apoyo militar a Ucrania, de modo que pueda ganar la guerra.

El pasado 15 de octubre Washington anunció un nuevo paquete de 725 millones de dólares en armas y asistencia militar para Ucrania, incluyendo más municiones para sus HIMARS (High Mobility Artillery Rocket Systems).

Robert A. Pape, profesor de la Universidad de Chicago y autor de un libro sobre las características de la guerra aérea, estima que el bombardeo de áreas civiles en Ucrania no va a debilitar el gobierno de Volodymyr Zelensky. Que el poder aéreo solo se ha mostrado efectivo cuando es capaz de destruir objetivos militares. Pape piensa que no es el caso en esta guerra y que a Putin solo le quedan dos opciones: aceptar una nueva cortina de hierro que separe a Rusia de Europa “o continuar peleando hasta el final, a riesgo de perder parte de Rusia”. ¿Se pretende incrementar así la seguridad de Europa (y del mundo)?

En estos días se multiplican los análisis de académicos norteamericanos sobre el escenario internacional. Entre ellos el de G. John Ikenberry, Albert G. Milbank Professor de Política y Asuntos Internacionales en la Universidad de Princeton y Global Eminence Scholar en la Kyung Hee University, de Seúl.

En su largo artículo–“Power Endures”–, publicado en la edición de noviembre/diciembre de Foreign Affairs, asegura que el orden internacional encabezado por Estados Unidos “no está en declive”. Sus más de seis mil palabras no son más que argumentos para sostener su conclusión, sin que ni una sola vez aparezca la palabra América Latina. Da por un hecho que son los pies sobre los que se yergue el poderío norteamericano. Es la única, entre las grandes potencias, que nació en el Nuevo Mundo. Las otras, como China o Rusia, están rodeados de vecinos alborotadores, que luchan por espacios hegemónicos. Los Estados Unidos no. Desde el inicio, alejado de sus principales rivales, disfrutaba de su patio trasero, de un hemisferio sin rivales.

Para Ikenberry, la narrativa de que Estados Unidos está perdiendo su papel de potencia dominante ignora las profundas circunstancias que continúan haciendo del país una presencia dominante en la organización del mundo político en el siglo XXI. Su papel descansaría no solo en la fuerza bruta, o en su pasado comportamiento imperial, sino en sus ideas, instituciones y valores.

Independientemente del acierto o no de sus evaluaciones (yo pienso que hay mucho de wishfull thinking), autores como Ikenberry dejan de lado un importante factor en su análisis: el económico.

De zoológicos y jardines (II – IV)

Gilberto Lopes
Noviembre 2022

El alba de un nuevo día

Durante muchos años ideólogos y políticos occidentales han estado diciendo que no hay alternativas a la democracia. Ellos se refieren, naturalmente, al llamado “modelo liberal de democracia”, dijo el presidente ruso, Vladimir Putin, en su discurso del pasado 27 de octubre, en el Foro Internacional de Valdai. De forma arrogante –afirmó– descartan otras formas de gobierno. Una manera de plantear las cosas forjada desde los tiempos coloniales, “como si todos fueran de segunda clase, mientras ellos eran excepcionales”.

“Es el poder global lo que está en discusión con el así llamado Occidente”. Pero ese juego es ciertamente peligroso, sangriento y –digámoslo así– sucio”, advirtió Putin, pues deniega la soberanía a otros países y pueblos.

Occidente proclama el valor universal de su cultura y de su visión del mundo y la política que aplican está orientada a imponer esos valores de forma incondicional a todos los demás miembros de la comunidad internacional. Los nazis quemaban libros –recuerda Putin–, pero los “guardianes del liberalismo” pretenden prohibir ahora a Tchaikovski y Dostoyevsky.

Promueven guerras comerciales, sanciones, revoluciones de colores… Una de esas fue la de Ucrania, en 2014, que apoyaron con recursos cuyo monto hicieron público. O asesinan al general iraní, Qasen Soleimani. Lo mataron en un tercer país y asumieron públicamente, con orgullo, la responsabilidad de ese crimen. ¿En qué clase de mundo estamos viviendo?, se pregunta Putin.

No habló de la guerra de Vietnam, o de la más reciente invasión de Irak, dos de cuyos responsable siguen muy activos en política. Uno, militante de la socialdemocracia inglesa; el otro, el español, pasa haciendo recomendaciones democráticas en América Latina, acompañado de políticos regionales cómodos con la compañía de ese colega.

Uno puede opinar lo que quiera sobre Putin, sobre sus política o sobre su forma de gobernar. En mi opinión, se trata, sin embargo, de uno de los lideres políticos con la mayor capacidad de argumentar sobre su visión del mundo, con antecedentes históricos y perspectiva de futuro.

El discurso de Valdai abunda en referencias a esos mundos. Se trata de una crisis del modelo neoliberal, de un orden internacional al estilo norteamericano. “Ellos no tienen nada que ofrecer al mundo, excepto la perpetuación de su dominio”. Y eso –agregó Putin– ya no es posible.

El colapso de la Unión Soviética alteró el equilibro de las fuerzas geopolíticas. Vencedor, Occidente estableció las reglas. Pero hoy, ese predominio absoluto está desapareciendo. Estamos en una encrucijada decisiva, probablemente en la “más peligrosa, impredecible y, al mismo tiempo, la década más importante desde el final de la II Guerra Mundial”, en opinión de Putin.

Prensa patética

Es fácil condenar la guerra y la invasión de Ucrania; pero es también fácil vislumbrar –si se mira con cuidado– la creación de las condiciones que fueron haciendo esa guerra cada día más posible y más probable.

La guerra es una tragedia, pero me parece indispensable leer con atención el discurso de Putin en Valdai. Tratar de entender. Oír al adversario. O al enemigo. Putin es cuidadoso en el manejo de los detalles y quienes dicen que miente no tienen más alternativa que dar su propia versión de la historia.

Desde mi punto de vista, no es lo que hace, por ejemplo, Anton Troianovski, jefe del bureau del NYT en Moscú, en su artículo sobre el discurso de Putin. Para Troianovski es un discurso que intenta dividir Occidente, de ganar espacio político mientras trata –con frecuencia, sin éxito– de conservar el terreno conquistado en Ucrania desde la invasión de febrero pasado. Pero el discurso –y el debate posterior–, de más de cuatro horas, es, en mi opinión, mucho más que eso y la visión empobrecedora de Troianovski priva a sus lectores de una comprensión más acabada de un complejo escenario internacional.

La gran prensa occidental es patética. No solo en la cobertura de la guerra en Ucrania. Hay que leer el artículo de Chris Buckley, corresponsal jefe del NYT en Beijing, que ha estado cubriendo el país y los eventos del Partido Comunista por 25 años: “Uncle Xi’ to Exalted Ruler: China’s Leader Embodies His Authoritarian Era”, publicado el pasado 14 de octubre. ¿Cómo pedir a la élite norteamericana, que lee el Times, entender algo de un mundo complejo explicado por tales “expertos”.

O los comentarios de Steve Rosenberg, editor de la BBC en Rusia, para quien la clave de la larga reflexión de Putin fue la falta de “remordimientos en el mundo de Putin”. ¡Y la BBC lo presenta como “análisis”! Me parece improbable que Rosenberg haya leído toda la intervención de Putin en Valdai.

La militancia se repite en la televisión española, en la DW en español…  Ver el Guardian británico dejando en segundo plano el periodismo para transformarse en parte de la guerra en Ucrania me hizo suspender una modesta contribución mensual, que hice durante algunos años, al periódico.

Me fui entonces a leer la extensa intervención de Putin en el foro de Valdai, que se puede encontrar en la página del Kremlin, en inglés: http://www.en.kremlin.ru/events/president/news/69695

La guerra y su rumbo incierto pero doloroso

José Luis Pacheco Murillo

Cuando en febrero Rusia invadió a Ucrania y arrancó la guerra, manifesté que sabíamos cómo empezaba la guerra, pero no sabíamos cómo acabaría. Han pasado casi ocho meses y la guerra continúa, sin embargo, estamos claros que no se trata de una guerra entre dos países solamente. Muchos otros países están involucrados directa e indirectamente, convirtiéndose así en una guerra casi mundial, no por un tema de armas, sino por un tema de relaciones políticas y fundamentalmente económicas. A todos los países ha afectado esta guerra y el manejo de la Unión Europea, la OTAN y especialmente Estados Unidos, primero con sanciones económicas sobre Rusia y luego aportando armas a Ucrania en forma abierta y sin tapujos, sin que haya tenido el resultado esperado en Rusia pero con una respuesta cruda y violenta para Europa que la ha sumido en una profunda crisis energética y con visos cercanos a una recesión, inflación galopante y la inestabilidad en los mercados financieros encaminan a la economía mundial a una grave crisis.

Estados Unidos no se ha escapado a esa crisis y hoy se debate en graves penurias financieras y con un apoyo a Ucrania que le ha costado y le costará muchísimo más caro de lo esperado.

“Las sanciones contra el petróleo y gas ruso, no solo han proporcionado más ingresos a Rusia, sino que han colocado a la industria europea en una desventaja competitiva, que obliga a cerrar empresas, favoreciendo a la industria norteamericana, además de dejar los europeos sin el vital petróleo y gas proveniente de Rusia. Sin el gas ruso, habrá mucho frio en Europa este próximo invierno. El gas que venden las empresas norteamericanas en Europa es poquísimo y se cotiza a precios altísimos.

Ya hay síntomas de una grave crisis económica en todos los países de la UE. Y con ello, se está produciendo un nuevo fenómeno político: la crisis y decadencia de los reformistas partidos socialdemócratas y el ascenso de una nueva ultraderecha en España, Italia y Francia, para citar los casos más relevantes.

Recientemente, Joseph Borrel, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad reconoció que “(…) Una parte importante de nuestra prosperidad (europea) se ha construido en torno a la energía barata que venía de Rusia y de las oportunidades de negocio con China (…)” (El País, 11/10/2022).

El 2023 se vislumbra como un año de crisis para todo el mundo y los países centroamericanos no escapamos a eso y por ello debemos prepararnos.

Dios quiera que esa guerra pronto acabe y que sus consecuencias no se hagan sentir mucho en nuestros países, que ojalá tomemos medidas desde ya para aplacar en lo que podamos ese impacto.

Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas: mecanismo de investigación sobre represión en Rusia creado

Nicolas Boeglin, Profesor de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica (UCR)

Este 7 de octubre, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, mediante la adopción de la resolución A/HRC/51/l.13 (véase enlace oficial), decidió crear un mecanismo de investigación para examinar la ola de represión a la que se está procediendo en Rusia desde varias semanas  (véase comunicado oficial de prensa de Naciones Unidas). Se trata de una fuerte represión tanto con relación a la oposición de parte de su población a la denominada oficialmente «operación militar especial» de Rusia en Ucrania como a la resistencia de numerosas familias que cuentan con hombres llamados a combatir y que se oponen a que sean enviados al teatro de operaciones militares en Ucrania: véase comunicado de prensa de la ONG Amnistía Internacional del pasado 22/09/2022.

El contenido de la resolución en breve

En esta resolución adoptada en Ginebra, el Consejo de Derechos Humanos expresa «su profunda preocupación a este respecto por las denuncias de arrestos arbitrarios, detenciones y hostigamiento masivos de representantes de la sociedad civil, defensores de los derechos humanos, representantes de la oposición política, periodistas y otros trabajadores de los medios de comunicación, en particular mujeres, personas pertenecientes a minorías y a grupos discriminados y marginados y otras personas que ejercen sus derechos humanos, incluidas las personas que protestan pacíficamente y condenan el deterioro del estado de derecho en la Federación de Rusia, así como la agresión de la Federación de Rusia contra Ucrania, y por el uso excesivo de la fuerza contra estas personas, así como por la denegación del derecho a la asistencia jurídica, entre otros casos a personas detenidas, y la denegación de su derecho a un juicio imparcial» (véase texto completo reproducido al final de esta nota).

En el punto resolutivo 3, el Consejo de Derechos Humanos «3. Decide establecer el mandato de Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos en la Federación de Rusia por un período de un año, y solicita a su titular que vigile la situación de los derechos humanos en la Federación de Rusia, recopile, examine y evalúe la información pertinente facilitada por todas las partes interesadas, incluida la sociedad civil rusa tanto dentro como fuera del país, teniendo en cuenta dimensiones como la edad, el género y la discapacidad cuando proceda, colabore con otros mecanismos pertinentes de derechos humanos de las Naciones Unidas, formule recomendaciones y presente un informe exhaustivo al Consejo de Derechos Humanos en su 54º período de sesiones y a la Asamblea General en su septuagésimo octavo período de sesiones«.

Detalles de la votación

Como bien se sabe, el Consejo de Derechos Humanos, máxima instancia en el organigrama de Naciones Unidas en materia de derechos humanos, es un órgano interestatal, y se compone de 47 Estados Miembro.

El tablero de votación registró 17 votos a favor y 6 votos en contra, al tiempo que optaron por abstenerse 24 Estados. El detalle del voto obtenido se reproduce a continuación:

Como se podrá apreciar, en América Latina, únicamente Argentina y Paraguay votaron a favor, al tiempo que votaron en contra Bolivia, Cuba y Venezuela, mientras que Brasil, México y Honduras optaron por abstenerse en esta votación.

Como se recordará, el pasado 7 de abril, Rusia fue expulsada del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas por una abrumadora mayoría obtenida en el seno de la Asamblea General de Naciones Unidas, debido a la agresión militar que inició el pasado 24 de febrero en Ucrania: remitimos al respecto a nuestros estimables lectores a la nota en la que analizamos esta inédita decisión en contra de uno de los cinco Estados Miembro Permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Con relación al Consejo de Derechos Humanos, cabe indicar que este próximo 11 de octubre, se procederá a la elección de nuevos integrantes (véase nota oficial). Por América Latina, para suplir dos vacantes que dejan Brasil y Venezuela, están inscritos en la contienda tres Estados: Chile, Costa Rica y Venezuela (reelección). Tuvimos hace unos meses la oportunidad de analizar estas postulaciones (véase al respecto nuestra breve nota).  Recientemente, se supo que Cuba apoyaría la candidatura de Chile (véase nota de prensa del 27 de septiembre del 2022). Esta nota publicada en Chile (véase nota de El Mostrador del 8 de octubre del 2022) detalla las expectativas creadas en Chile con su candidatura.

A modo de conclusión

Esta nueva resolución viene a aislar aún más a Rusia en la esfera internacional en momentos en que Ucrania, en el plano estrictamente militar,  logra recuperar importantes porciones de su territorio en el Este ante lo que algunos analistas consideran como una verdadera debacle de las tropas rusas. 

Esta resolución del Consejo de Derechos Humanos se adopta a muy pocos días de otra contienda diplomática que tendrá como escenario esta vez la Asamblea General de Naciones Unidas: el próximo 10 de octubre, se votará una resolución contra la anexión de cuatro territorios ucranianos a Rusia después de supuestas «consultas populares«. Un texto muy similar fue recientemente objeto de un intento de aprobación en el seno del Consejo de Seguridad, y, como era previsible,  fue vetado por Rusia (véase acta S/PV.9143 del 30 de septiembre del 2022): de 15 Estados que integran el Consejo de Seguridad, Rusia votó en contra y cuatro (Brasil, China, Gabón e India) optaron por abstenerse.


Texto de la resolución A/HRC/51/L.13 en español, en inglés así como en ruso reproducido a continuación:

51/… Situación de los derechos humanos en la Federación de Rusia

El Consejo de Derechos Humanos,

Guiado por los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, las disposiciones de la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados internacionales de derechos humanos pertinentes, 

Reafirmando que cada Estado tiene la responsabilidad primordial de respetar, proteger y hacer efectivos los derechos humanos de conformidad con las obligaciones que le incumben en virtud del derecho internacional de los derechos humanos, 

Reafirmando también su decidido compromiso con la soberanía y la independencia política de la Federación de Rusia dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente,

Recordando todas las declaraciones pertinentes formuladas por el Secretario General, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Alta Comisionada interina, los procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos y los órganos de tratados acerca de la situación de los derechos humanos en la Federación de Rusia,

Haciendo notar con preocupación las conclusiones del reciente informe sobre las prácticas jurídicas y administrativas de la Federación de Rusia elaborado por el Mecanismo de Moscú de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, en particular el uso de propaganda, legislación represiva y la violencia por parte de las autoridades rusas con objeto de generar un clima de miedo e intimidación para la sociedad civil y los activistas, y la clara relación existente entre la represión interna y la guerra en el extranjero, y haciendo notar la recomendación formulada en dicho informe al Consejo de Derechos Humanos de que establezca un mandato de relator especial sobre la Federación de Rusia,

Muy preocupado por el importante deterioro de la situación de los derechos humanos en la Federación de Rusia, en particular por las graves restricciones de los derechos a la libertad de opinión y de expresión, de reunión pacífica y de asociación, tanto en línea como en espacios físicos, que se traducen en una represión sistemática de las organizaciones de la sociedad civil, los defensores de los derechos humanos —en especial las defensoras de los derechos humanos, que se enfrentan a amenazas particulares en razón de su género—, los medios de comunicación independientes, los periodistas, los trabajadores de los medios de comunicación, los abogados y la oposición política por parte de las autoridades rusas, y la ejecución extrajudicial de personas que critican al Gobierno,

Expresando su profunda preocupación a este respecto por las denuncias de arrestos arbitrarios, detenciones y hostigamiento masivos de representantes de la sociedad civil, defensores de los derechos humanos, representantes de la oposición política, periodistas y otros trabajadores de los medios de comunicación, en particular mujeres, personas pertenecientes a minorías y a grupos discriminados y marginados y otras personas que ejercen sus derechos humanos, incluidas las personas que protestan pacíficamente y condenan el deterioro del estado de derecho en la Federación de Rusia, así como la agresión de la Federación de Rusia contra Ucrania, y por el uso excesivo de la fuerza contra estas personas, así como por la denegación del derecho a la asistencia jurídica, entre otros casos a personas detenidas, y la denegación de su derecho a un juicio imparcial,

Expresando preocupación por el cese de actividad impuesto por la fuerza y de forma masiva a organizaciones de la sociedad civil, como el International Human Rights Centre “Memorial” y el Centre for Support of Indigenous Peoples of the North, y a medios de comunicación independientes, como emisoras de radio, canales de televisión, medios de comunicación en línea y periódicos, entre ellos Novaya Gazeta, Eco de Moscú y el canal de televisión Dozhd, las prohibiciones impuestas a los medios de comunicación extranjeros y la expulsión selectiva de organizaciones extranjeras del registro por parte de las autoridades rusas, así como por el acceso limitado de la sociedad civil rusa a la información y a la infraestructura de comunicaciones y la intensificación de la censura y la desinformación,

Haciendo notar con profunda preocupación las medidas legislativas que restringen cada vez más las libertades de reunión pacífica, de asociación y de expresión, incluida la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones, tanto en línea como en espacios físicos, especialmente las leyes sobre los denominados “agentes extranjeros”, el “extremismo” y las “organizaciones indeseables”, en su versión modificada, y la Ley de 4 de marzo de 2022 por la que se modifican el Código de Infracciones Administrativas y el Código Penal, conocida como “ley de noticias falsas sobre la guerra”, que incluye prohibiciones generales de difusión de información basadas en conceptos imprecisos y ambiguos,

Convencido de que la independencia e imparcialidad de la judicatura y la integridad del sistema judicial y la independencia de los profesionales del derecho son un requisito previo indispensable para proteger los derechos humanos, el estado de derecho, la buena gobernanza y la democracia, y para garantizar la no discriminación en la administración de justicia, y de que, por tanto, deben respetarse en cualquier circunstancia,

Lamentando los reiterados aplazamientos por la Federación de Rusia de su examen por parte del Comité de Derechos Humanos en virtud del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Observando que la Federación de Rusia dejó de ser Alta Parte Contratante del Convenio Europeo de Derechos Humanos el 16 de septiembre de 2022, y que actualmente están pendientes 17.450 demandas presentadas contra la Federación de Rusia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, 

1. Insta encarecidamente a las autoridades rusas a que cumplan todas las obligaciones que incumben al Estado en virtud del derecho internacional de los derechos humanos; 

2. Exhorta a las autoridades rusas a que defiendan las libertades fundamentales de pensamiento, de conciencia, de religión o de creencias, de opinión y de expresión, de reunión pacífica y de asociación, concretamente eliminando las restricciones impuestas a la diversidad de ideas, a la crítica y a la disidencia, así como los derechos conexos a la libertad y a la seguridad de la persona, a un juicio imparcial y a no ser sometido a tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes para las personas que ejercen estas libertades;

3. Decide establecer el mandato de Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos en la Federación de Rusia por un período de un año, y solicita a su titular que vigile la situación de los derechos humanos en la Federación de Rusia, recopile, examine y evalúe la información pertinente facilitada por todas las partes interesadas, incluida la sociedad civil rusa tanto dentro como fuera del país, teniendo en cuenta dimensiones como la edad, el género y la discapacidad cuando proceda, colabore con otros mecanismos pertinentes de derechos humanos de las Naciones Unidas, formule recomendaciones y presente un informe exhaustivo al Consejo de Derechos Humanos en su 54º período de sesiones y a la Asamblea General en su septuagésimo octavo período de sesiones;

4. Exhorta a las autoridades rusas a que cooperen plenamente con el o la titular del mandato de Relator Especial, entre otras cosas facilitándole un acceso sin trabas para que pueda visitar el país y reunirse libremente con las partes interesadas pertinentes, incluidos representantes de la sociedad civil y defensores de los derechos humanos, y proporcionándole la información necesaria para desempeñar adecuadamente su mandato, y exhorta también a las autoridades rusas a que cooperen plenamente con todos los titulares de mandatos de los procedimientos especiales, los órganos de tratados y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y a que se abstengan de recurrir a cualquier forma de intimidación o represalia contra personas o asociaciones por colaborar con estos órganos;

5. Solicita a la Oficina del Alto Comisionado que proporcione al o a la titular del mandato de Relator Especial la asistencia y todos los recursos necesarios para que pueda desempeñar dicho mandato.

51/… Situation of human rights in the Russian Federation

The Human Rights Council,

Guided by the purposes and principles of the Charter of the United Nations, the provisions of the Universal Declaration of Human Rights, and relevant international human rights treaties,

Reaffirming that it is the primary responsibility of each State to respect, protect and fulfil human rights in accordance with its obligations under international human rights law,

Reaffirming also its strong commitment to the sovereignty and political independence of the Russian Federation within its internationally recognized borders,

Recalling all relevant statements made by the Secretary-General, the United Nations High Commissioner for Human Rights, the acting High Commissioner, the special procedures of the Human Rights Council and the treaty bodies on the situation of human rights in the Russian Federation,

Noting with concern the findings of the recent report of the Moscow Mechanism of the Organization for Security and Cooperation in Europe on the legal and administrative practices of the Russian Federation, notably the use by the Russian authorities of propaganda, repressive legislation and violence to create a climate of fear and intimidation for civil society and activists, and the clear connection between domestic repression and war abroad, and noting the recommendation made in the report that the Human Rights Council should appoint a special rapporteur on the Russian Federation,

Gravely concerned at the significant deterioration of the situation of human rights in the Russian Federation, in particular the severe restrictions on the rights to freedoms of opinion and expression, peaceful assembly and association, both online and offline, resulting in systematic crackdowns on civil society organizations, human rights defenders, particularly women human rights defenders, who face specific gender-based threats, independent media outlets, journalists, media workers, lawyers and political opposition by the Russian authorities, and the extrajudicial killing of government critics, 

Expressing its deep concern in this respect at the reported mass arbitrary arrests, detentions and harassment of civil society representatives, human rights defenders, political opposition representatives, journalists and other media workers, particularly women, persons belonging to minorities and to groups who are discriminated against and marginalized and other individuals exercising their human rights, including persons peacefully protesting and speaking out against the deterioration of the rule of law in the Russian Federation as well as the aggression of the Russian Federation against Ukraine, and the excessive use of force against these individuals, as well as at the denial of the right to legal assistance, including for those detained, and the denial of their right to a fair trial,

Expressing concern at the mass forced shutdowns of civil society organizations, including the International Human Rights Centre “Memorial” and the Centre for Support of Indigenous Peoples of the North, and independent media outlets, including radio channels, television channels, online media and newspapers, including Novaya Gazeta, Echo of Moscow and the television channel Dozhd, the bans of foreign media and the targeted revocation of registration of foreign organizations by the Russian authorities, and also at the limited access of Russian civil society to information and communications infrastructure and the increase in censorship and disinformation,

Noting with deep concern the legislative measures increasingly restricting the freedoms of peaceful assembly, association and expression, including the freedom to seek, receive and impart information, both online and offline, notably the laws on so-called “foreign agents”, “extremism” and “undesirable organizations”, as amended, the law on “fake war news”, adopted on 4 March 2022, amending the Code on Administrative Offences and the Criminal Code and including general prohibitions on the dissemination of information based on vague and ambiguous notions,

Convinced that the independence and impartiality of the judiciary and the integrity of the judicial system and an independent legal profession are essential prerequisites for the protection of human rights, the rule of law, good governance and democracy, and for ensuring that there is no discrimination in the administration of justice, and that they should therefore be respected in all circumstances,

Regretting the repeated postponement by the Russian Federation of its review by the Human Rights Committee under the International Covenant on Civil and Political Rights, Noting that the Russian Federation ceased to be a high contracting party to the European Convention on Human Rights on 16 September 2022, and that 17,450 applications directed against the Russian Federation are currently pending before the European Court of Human Rights,

1. Strongly urges the Russian authorities to comply with all of the State’s obligations under international human rights law;

2. Calls upon the Russian authorities to uphold the fundamental freedoms of thought, conscience, religion or belief, opinion and expression, peaceful assembly and association, in particular by removing restrictions on diversity in ideas, criticism and dissent, as well as associated rights to liberty and security of person, fair trial, and freedom from torture and other cruel, inhuman or degrading treatment or punishment for people exercising these freedoms;

3. Decides to appoint a special rapporteur on the situation of human rights in the Russian Federation for a period of one year, and requests the mandate holder to monitor the situation of human rights in the Russian Federation, to collect, examine and assess relevant information from all relevant stakeholders, including Russian civil society both inside and outside the country, taking into account relevant age, gender and disability dimensions, to cooperate with other relevant United Nations human rights mechanisms, to make recommendations, and to present a comprehensive report to the Human Rights Council at its fifty-fourth session and to the General Assembly at its seventy-eighth session;

4. Calls upon the Russian authorities to cooperate fully with the Special Rapporteur, including by allowing the mandate holder unhindered access to visit the country and to meet freely with relevant stakeholders, including civil society and human rights defenders, and providing the mandate holder with the information necessary to properly fulfil the mandate, and also calls upon the Russian authorities to cooperate fully with all special procedure mandate holders, the treaty bodies and the Office of the United Nations High Commissioner for Human Rights, and to refrain from all forms of intimidation and reprisals against persons and associations for their cooperation with these bodies;

5. Requests the Office of the High Commissioner to provide the Special Rapporteur with the assistance and all the resources necessary to enable the fulfilment of the mandate.

51/… Положение в области прав человека в Российской Федерации 

Совет по правам человека,

руководствуясь целями и принципами Устава Организации Объединенных Наций, положениями Всеобщей декларации прав человека и соответствующими международными договорами по правам человека,

вновь подтверждая, что каждое государство несет главную ответственность за соблюдение, защиту и осуществление прав человека в соответствии со своими обязательствами по международному праву прав человека,

вновь подтверждая также свою твердую приверженность суверенитету и политической независимости Российской Федерации в пределах ее международно признанных границ,
ссылаясь на все соответствующие заявления Генерального секретаря, Верховного комиссара Организации Объединенных Наций по правам человека, исполняющего обязанности Верховного комиссара, специальных процедур Совета по правам человека и договорных органов о положении в области прав человека в Российской Федерации, 
с озабоченностью отмечая выводы недавнего доклада Московского механизма Организации по безопасности и сотрудничеству в Европе о правовой и административной практике Российской Федерации, в частности об использовании российскими властями пропаганды, репрессивного законодательства и насилия для создания атмосферы страха и запугивания гражданского общества и активистов, а также о явной связи между внутренними репрессиями и войной за рубежом, и отмечая содержащуюся в докладе рекомендацию Совету по правам человека назначить специального докладчика по Российской Федерации,
будучи глубоко обеспокоен значительным ухудшением положения в области прав человека в Российской Федерации, в частности серьезными ограничениями прав на свободу мнений и их выражения и на свободу мирных собраний и ассоциации, как онлайн, так и офлайн, что приводит к систематическим репрессиям в отношении организаций гражданского общества, правозащитников, особенно правозащитниц, которые сталкиваются с конкретными угрозами по гендерному признаку, независимых СМИ, журналистов, работников СМИ, адвокатов и политической оппозиции со стороны российских властей, а также внесудебным убийствам критиков правительства,
выражая в этой связи свою глубокую обеспокоенность по поводу сообщений о массовых произвольных арестах, задержаниях и преследованиях представителей гражданского общества, правозащитников, представителей политической оппозиции, журналистов и других работников средств массовой информации, особенно женщин, лиц, принадлежащих к меньшинствам и группам, подвергающимся дискриминации и маргинализации, и других лиц, осуществляющих свои права человека, включая лиц, мирно протестующих и выступающих против ухудшения ситуации в области верховенства права в Российской Федерации, а также агрессии Российской Федерации против Украины, и чрезмерного применения силы против этих лиц, а также по поводу отказа в праве на юридическую помощь, в том числе задержанным, и отказа в их праве на справедливое судебное разбирательство,
выражая обеспокоенность массовым принудительным закрытием организаций гражданского общества, включая Международный Мемориал, Правозащитный центр «Мемориал» и Центр содействия коренным народам Севера, и независимых СМИ, включая радиостанции, телеканалы, онлайн-СМИ и газеты, в том числе «Новую газету», «Эхо Москвы» и телеканал «Дождь», запретом иностранных СМИ и целенаправленным отзывом российскими властями регистрации иностранных организаций, а также ограниченным доступом российского гражданского общества к информационно-коммуникационной инфраструктуре и усилением цензуры и дезинформации,
с глубокой озабоченностью отмечая законодательные меры, все более ограничивающие свободу мирных собраний, ассоциации и выражения мнений, включая свободу искать, получать и распространять информацию, как онлайн, так и офлайн, в частности законы о так называемых «иностранных агентах», «экстремизме» и «нежелательных организациях» с поправками, закон о «распространении фейков о действиях Вооруженных Сил», принятый 4 марта 2022 года, вносящий поправки в Кодекс об административных правонарушениях и Уголовный кодекс и включающий общие запреты на распространение информации, основанные на неясных и двусмысленных понятиях,
будучи убежден, что независимость и беспристрастность судебной власти, целостность судебной системы и профессиональная независимость юристов являются непременными условиями для защиты прав человека, верховенства права, благого управления и демократии и для недопущения дискриминации при отправлении правосудия и что поэтому их необходимо уважать при любых обстоятельствах,
сожалея о неоднократном переносе Российской Федерацией сроков рассмотрения положения в ее стране Комитетом по правам человека в соответствии с Международным пактом о гражданских и политических правах
отмечая, что Российская Федерация перестала быть высокой договаривающейся стороной Европейской конвенции по правам человека 16 сентября 2022 года, и что 17 450 жалоб, направленных против Российской Федерации, в настоящее время находятся на рассмотрении в Европейском суде по правам человека,
1. настоятельно призывает российские власти соблюдать все обязательства государства по международному праву прав человека;
2. призывает российские власти уважать основные свободы мысли, совести, религии или убеждений, мнений и их свободного выражения, мирных собраний и ассоциации, в частности путем устранения ограничений на разнообразиеидей, критику и инакомыслие, а также связанные с ними права на свободу и личную неприкосновенность, справедливое судебное разбирательство и свободу от пыток и других жестоких, бесчеловечных или унижающих достоинство видов обращения и наказания для людей, осуществляющих эти свободы;
3. постановляет назначить специального докладчика по вопросу о положении в области прав человека в Российской Федерации сроком на один год и просит мандатария следить за положением в области прав человека в Российской Федерации, собирать, изучать и оценивать соответствующую информацию от всех заинтересованных сторон, включая российское гражданское общество как внутри страны, так и за ее пределами, принимая во внимание соответствующие аспекты, касающиеся возраста, гендера и инвалидности, сотрудничать с другими соответствующими правозащитными механизмами Организации Объединенных Наций, предоставлять рекомендации и представить всеобъемлющий доклад Совету по правам человека на его пятьдесят четвертой сессии и Генеральной Ассамблее на ее семьдесят восьмой сессии; 
4. призывает российские власти в полной мере сотрудничать со Специальным докладчиком, в том числе путем предоставления мандатарию возможности беспрепятственно посетить страну и свободно встретиться с соответствующими заинтересованными сторонами, включая гражданское общество и правозащитников, и предоставления мандатарию информации, необходимой для надлежащего выполнения мандата, а также призывает российские власти в полной мере сотрудничать со всеми мандатариями специальных процедур, договорными органами и Управлением Верховного комиссара Организации Объединенных Наций по правам человека и воздерживаться от любых форм запугивания и репрессий в отношении лиц и ассоциаций за их сотрудничество с этими органами;
5. просит Управление Верховного комиссара предоставить Специальному докладчику помощь и все ресурсы, необходимые для выполнения мандата
 

 

Enviado a SURCOS por el autor.

¿Tiene sentido?

José Luis Callaci

¿Tiene sentido discutir un hecho con personas que solo conocen una parte del mismo y se empeñan en juzgar el todo de ese hecho? ¿Que no tienen conocimientos, por ejemplo, de los antecedentes del actual conflicto entre Rusia y Ucrania?

¿La historia, los incumplimientos de acuerdos de no expandir la OTAN en las fronteras de Rusia, el Golpe de Estado del 2014 en Ucrania, los ataques genocidas a la población civil rusa que por más de 7 millones quedó atrapada por decisiones arbitrarias o inconsultas, al otorgarle su territorio, sus campos y sus ciudades a lo que hoy se llama Ucrania, los ocho largos años de interferencias a las negociaciones para encontrarle una solución pacífica al conflicto, incluidos los acuerdos de Minsk y del grupo de Normandía?

Creemos que no tiene sentido alguno hacerlo en esas condiciones. Sería cómo discutir con alguien que juzga una obra literaria habiendo leído solo un capítulo de la misma.

Queremos volver a casa

José Luis Callaci.

Por José Luis Callaci

Frente a la abrumadora propaganda de los medios occidentales controlados, que solo cuentan una parte de lo que creen les sirve para ocultar la verdad o tergiversar los hechos de lo que ocurre en Ucrania, es hoy el comienzo de lo que dejará enterradas la sarta de falsedades y gruesas mentiras.

Será algo que quedará en la historia como un hito de un pueblo ruso que por arbitrarias decisiones de unos pocos quedó por millones atrapado en algo de lo que nunca fueron parte ni tampoco consultados.

Los que están bien informados saben lo que se manifestará con contundencia en este referendo. La gente en el Donbass votará, venciendo miedos debido a los misiles que a diario arrojan en sus calles y en sus casas. Los que son parte o se inclinan ante el dominio anglosajón en el mundo lo aborrecerán.

Esa voluntad se resume en boca de la inmensa mayoría de la gente que habita en esa considerable parte del territorio de la hoy llamada Ucrania, en lo siguiente: queremos volver a nuestra casa, y nuestra casa es Rusia. Aquí donde estamos siempre ha sido Rusia y no esta locura creada artificialmente por unos pocos con poder.

No fue Rusia

José Luis Callaci.

Por José Luis Callaci

Entre las personas que se esmeran por estar bien informadas son cada vez más las que se sienten molestas por tanta desinformación llena de falsedades de tal magnitud que ofenden la inteligencia.

Pero aun así logran confundir a incautos y a los que han olvidado para qué sirve el propio raciocinio o el uso de la lógica y el sentido común para sacar conclusiones con cabeza propia y acercarse más a la verdad.

Para ilustrar tal afirmación valga señalar lo que difunden los medios hegemónicos sobre el nuevo y grave conflicto que mantiene en vilo a la humanidad debido a los riesgos a que este se extienda a algo de mayores proporciones, ya que sus principales protagonistas no son solo Rusia y Ucrania sino Estados Unidos y esa Alianza Militar conocida como la OTAN que, violentando todos los acuerdos de no extender sus dominios, viene rodeando con bases militares y armas ofensivas las fronteras del gigante euro asiático.

Se vulnera con ello la seguridad de un Estado que al igual que cualquier otro le asiste todo el derecho de proteger y hacer respetar su seguridad. La causa de este conflicto armado se originó en Ucrania a partir del Golpe de Estado del 2014, alentado desde el exterior por los más enconados enemigos de Rusia.

Ahí comenzó la guerra y no con la llamada operación militar limitada del país euro asiático, como se empeñan en hacer creer los que, sin sonrojos, insisten en mostrar historias de ficción a sabiendas de que hay gente propensa a creerlas o siguen siendo víctimas de la inducida patología social conocida como ruso fobia; que se vende y aún se compra en las películas de Hollywood de héroes y villanos. Las de “siempre malos” y las de “siempre buenos”.

Han sido ocho largos años de ingentes esfuerzos en procurar, mediante el diálogo y las negociaciones, llegar a acuerdos duraderos que evitaran la escalada del conflicto. Sin embargo, estos intentos resultaron infructuosos debido a claras interferencias por parte de una de las partes que, desde los inicios, tenía una agenda diferente.

Al Golpe de Estado le siguieron los ataques sistemáticos indiscriminados y genocidas contra la población ruso parlante que venía costando la vida de decenas de miles de civiles, en una población de más de siete millones que habita una porción importante del actual territorio de Ucrania, conocido como Dombas.

El tiempo dilucidará si esta tragedia que enfrenta a dos pueblos hermanos ha sido otro intento deliberado de vencer la resistencia de Rusia a ser debilitada para que no tenga otra opción que aceptar sometimientos.

Lo que hasta ahora queda claro es que esa persistente intención de generar conflictos y guerras fratricidas en todo el mundo, para justificar intervenciones y asegurar la existencia de un mundo “unipolar” de predominante signo anglosajón, y de paso saquear riquezas, no les está funcionando con Rusia.

Sin entrar en otras consideraciones sobre esta guerra, que no es otra en esencia que la de los Estados Unidos y la OTAN contra Rusia, utilizando como mampara a Ucrania, es bueno y hasta Imprescindible conocerla completa y no solo una parte de ella. Al igual que si se tratara de una obra literaria, una teatral o hasta una película. Siempre que se quiera, claro está, acercarse más a la verdad y no caer en apresurados y lapidarios juicios basados en realidades imaginadas o inventadas, o hasta en simples chismorreos.

Las reiteradas advertencias no sólo de la parte rusa sino de connotadas figuras políticas de occidente, como las del propio ex secretario de Estado Henry Kissinger, no fueron escuchadas y se cruzó esa línea roja en claro acto de provocación a Rusia.

Esta guerra no fue Rusia quien la inició sino quienes intentan impedir la creación de un mundo multipolar en donde las relaciones entre Estados y Naciones se construyan en acuerdos de conveniencia y convivencia, sin imposiciones de ninguna de las partes. Lo que sube, baja, y lo que baja, vuelve a subir, y las verdades a veces se demoran, pero cuando afloran, suelen ser demoledoras. No fue Rusia.