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Etiqueta: sector agrícola

Mesa de Diálogo Social y Productivo se une a la marcha del sector agro y producción nacional

Comunicado de prensa

Desde las organizaciones sociales y productivas que participamos de la Mesa de Diálogo Multisectorial por una Costa Rica próspera, inclusiva y solidaria, nos pronunciamos a favor de la producción nacional de los sectores Agrícola, Agropecuaria y Agroindustrial, ante el abandono histórico de los gobiernos,  y las políticas agrarias como también comerciales que impulsa el actual Poder Ejecutivo en Costa Rica, beneficiando a un sector pequeño desde la importación, al mismo tiempo que abandona y profundiza la precariedad de las familias agricultoras y en general de las personas consumidoras costarricense ante la ausencia de seguridad y soberanía alimentaria no presente en las políticas públicas.

Dicho abandono institucional agudiza las actividades nacionales agrarias ante la insistente intención de que el país deba adherirse a la Alianza del Pacífico, tratado comercial que ya hemos fundamentado con rigurosidad el cómo afecta y precariza aún más las condiciones para el sector de producción nacional en pequeña y grande escala.

Por tanto, consideramos que esta iniciativa sin medir el impacto en el mediano y largo plazo solo suman al debilitamiento de la producción nacional, colocando al país en un lugar de mayor vulnerabilidad a sufrir fuertes consecuencias debido efectos de la crisis climática, y políticas alimentarias y de comercio de otros países, además de la frágil seguridad alimentaria en la que nos encontramos, de no ser por el esfuerzo de las organizaciones y todas las personas del sector de producción nacional, que mantienen en pie el abastecimiento de alimentos en el país, pese a las dificultades y ausencia evidente del apoyo estatal. 

Es importante que la ciudadanía costarricense a través de esta marcha comprenda que la integración a  esta alianza pone en riesgo a más de 500 mil empleos asociados al sector agro, sector que representa actualmente el 7% del PIB y amenaza la seguridad alimentaria que hoy más que nunca es necesaria proteger ante los escenarios de convulsos de la coyuntura económica y social internacional, de igual manera las zonas rurales dependen de las actividades agrícolas para subsistir ante la falta de alternativas.

Es por ello por lo que nos sumamos a la marcha nacional a favor del sector Agro y en pro del bienestar y la seguridad alimentaria de la ciudanía de este país.  Es así como reivindicamos las solicitudes del sector Agropecuario ante la coyuntura actual:

  1. a) NO incorporar a Costa Rica en el tratado comercial “Alianza del Pacífico”; ni en ningún otro tratado o acuerdo comercial, que disminuya la participación de la producción nacional o que favorezca su precarización. Estamos a favor de los acuerdos de integración entre países donde se garantice la seguridad alimentaria de los pueblos y no la perjudique.
  2. b) Construcción de una política integral agraria de ESTADO de fomento para la reactivación económica del sector productivo nacional, con perspectiva diferenciada de territorio, modelo de comercio, producción, género y acción frente al cambio climático. 
  3. c) La instalación de una Comisión Mixta Especial en la Asamblea Legislativa que coloque el tema agrario como política de Estado y que analice las claves y desafíos que el sector productivo agro y agroindustrial enfrenta actualmente.

Todas las demandas anteriores en consulta con los sectores sociales y productivos mediante un mecanismo de diálogo social que se garantice un proceso democrático en las vías legislativas y ejecutivas existentes.

Quienes conformamos esta mesa, participamos desde la diversidad de sectores productivos como organizaciones asociativas y cooperativas, así como la organización de estudiantes universitarios desde las federaciones estudiantiles, participación diversa de sindicatos, así como la participación nacional de Colegios Profesionales, Universidades Públicas y Asociaciones de Desarrollo Comunal.

Así que nos unimos a la demanda internacional de integración de países, pero que sea desde el interés de velar por la soberanía y seguridad alimentaria de sus pueblos, frente a la crisis climática, y que por el contrario no afecten o generen implicaciones negativas para la seguridad alimentaria.

El presente y futuro de los alimentos debería ser una prioridad en tiempos de crisis, no un intercambio antojadizo de políticos sin una visión prospectiva de la protección de los bienes comunes, la salud comunitaria, los derechos humanos, la autonomía de los pueblos y sus democracias que se fortalecen con la sabiduría de las comunidades campesinas y ancestrales. 

Por las razones anteriormente mencionadas nos unimos a la gran marcha nacional en apoyo al sector agrícola, agropecuaria, y agroindustrial el próximo miércoles 29 de marzo a las 9:00am, saliendo del parque Central de Costa Rica, en ruta hacia la Asamblea Legislativa y Casa Presidencial.

Marcharemos pacíficamente por una política agraria integral y solidaria, que asegure el desarrollo productivo y social convocada por de la Corporación Hortícola Nacional (CHN), UPA Nacional, UNAG y la Unión de Productores Independientes y Actividades Varias (UPIAV) e instamos a la comunidad nacional a unirse y sumar en defensa de nuestro sector agropecuario y la seguridad alimentaria de todas nuestras familias en el país.

 

Imagen ilustrativa, UCR.

Aumento y fortalecimiento del sindicalismo en el sector agrícola

La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) compartió un vídeo sobre un aumento en las filas sindicales de trabajadoras y trabajadores de plantaciones, bajo la idea que por medio de la lucha se obtienen mejores condiciones laborales y para sus correspondientes familias.

Compartieron además el éxito que tuvo la Asamblea General del Sindicato de Trabajadores de Plantaciones Agrícolas (SITRAP) en donde se escogió la junta directiva que estará a cargo durante los próximos años, junto con la presentación de una balance de las acciones realizadas en períodos pasados, nacional e internacionalmente. Adicional a esto, presentaron la “ruta a seguir” u objetivos por parte del Sindicato para abordar las problemáticas en contra de los y las trabajadoras.

Algunos de los miembros compartieron con alegría el fortalecimiento y crecimiento del movimiento sindical en territorios del país a razón de políticas públicas, proyectos de ley y acciones que van en contra de la clase trabajadora de las plantaciones.

En la Asamblea se realizaron también actividades recreativas para los menores de edad presentes y una rifa. 

Finalmente, la ANEP compartió con alegría los logros del SITRAP, y plantean trabajar conjuntamente a fin de seguir fortaleciendo el movimiento sindical costarricense, y continuar velando por los derechos de los y las trabajadoras. 

Relator de la ONU pide acciones urgentes a Costa Rica para erradicar la esclavitud laboral

El relator* especial de la ONU sobre las formas contemporáneas de la esclavitud llamó la atención de Costa Rica para modificar el pago por unidad producida y evitar las largas jornadas de trabajo. UNDP/Emi Kondo

El experto independiente señaló que, pese a los avances hechos por el país para combatir esta lacra, el trabajo forzoso persiste en varios sectores productivos del país, como la agricultura y el trabajo doméstico, donde los trabajadores laboran largas horas, que pueden extenderse entre 12 y 15 por día.

Las formas contemporáneas de esclavitud son una realidad en diversos sectores de la economía de Costa Rica y si bien ha habido un progreso del país para eliminarlas, todavía persisten grandes desafíos que deben enfrentarse con la mayor urgencia.

Así lo destacó Tomoya Obokata, relator* especial de la ONU sobre las formas contemporáneas de la esclavitud, luego de su visita oficial a Costa Rica del 16 al 25 de noviembre de 2022.

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Obokata dijo en su Declaración de final de misión que para erradicar la esclavitud laboral, Costa Rica debe fortalecer sus marcos normativos, mejorar la inspección del trabajo, garantizar el acceso a justicia a las víctimas y asegurar la transición de trabajadores informales a la economía formal.

Durante la visita, el experto examinó casos de explotación laboral, trabajo forzoso o en condiciones de servidumbre en diversos sectores de la economía como la agricultura, la agroindustria, el turismo, la industria manufacturera y el trabajo doméstico. Para hacerlo sostuvo diversos encuentros en la capital y se desplazó a comunidades rurales alejadas.

El relator se reunió y escuchó a representantes del gobierno, organizaciones de la sociedad civil, comunidades, sindicatos, sector privado, representantes de la ONU y del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, organizaciones internacionales y miembros de la comunidad diplomática, entre otros.

Los avances de Costa Rica

El experto destacó entre los aspectos positivos de Costa Rica, la existencia de marcos jurídicos aplicables a las formas contemporáneas de esclavitud, que incorporan algunos de los principales instrumentos internacionales de derechos humanos y laborales.

Obokata dijo también que pudo observar una mejora en la asistencia y el apoyo a las víctimas de las formas contemporáneas de esclavitud, por ejemplo la Ley No. 9095 contra la Trata de Personas obliga a los departamentos gubernamentales pertinentes a establecer un marco para la protección y asistencia.

Señaló que a fin de supervisar eficazmente la aplicación de las leyes y políticas relativas al trabajo infantil, Costa Rica estableció el Comité́ Directivo Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección de Trabajadores Adolescentes y que este aprobó́ recientemente el «Índice de Vulnerabilidad al Trabajo Infantil» elaborado en conjunto con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y El Caribe (CEPAL).

El relator destacó los esfuerzos de Costa Rica para eliminar el trabajo infantil y la explotación sexual. Reconoció como positivo que la edad mínima para trabajar se ha fijado en 15 años, y que el Gobierno actualiza periódicamente una lista de trabajos peligrosos que están prohibidos para los menores de 18 años.

También que la edad de la educación obligatoria se ha elevado a 17 años, lo cual es más alta que en otras jurisdicciones.

Unsplash/Josue Isai Ramos Figuer. El relator especial de la ONU sobre las formas contemporáneas de la esclavitud está preocupado por las largas jornadas laborales en sectores de la economía costarricense en sectores como el de la construcción.

Los desafíos urgentes de Costa Rica

El relator dejó claro que si bien el país ha logrado avances, todavía debe enfrentar grandes desafíos para erradicar por completo las formas modernas de esclavitud.

Señaló la urgencia de fortalecer marcos normativos con sanciones más fuertes, ya que el máximo para delitos como la trata de personas y el trabajo forzoso es de 10 años de prisión. También dijo que la aplicación de la legislación vigente es débil, y que la tasa de enjuiciamiento y castigo de los autores de formas contemporáneas de esclavitud es muy baja.

Obokata también dijo estar preocupado por el gran número de interlocutores que durante su misión señalaron que la inspección del trabajo en Costa Rica es ineficaz, burocrática y carece de transparencia, particularmente en la economía informal.

Expresó haberse enterado de que las multas impuestas no son lo suficientemente elevadas como para disuadir a los empleadores. También destacó la posible existencia de casos de colusión en los que se informa a los empleadores que habrá una inspección para que puedan prepararse y ocultar las malas prácticas.

Su informe además concluyó que hay un amplio margen para mejorar la identificación y protección de las víctimas. Señaló que el acceso a la justicia y a los recursos para las víctimas son limitados. La falta de asignación de recursos por parte de las autoridades y de conocimiento entre las víctimas sobre sus derechos son algunas de las principales razones de ello.

Obokata dijo que el trabajo forzoso persiste en varios sectores productivos del país, como la agricultura y el trabajo doméstico. Como ejemplo citó que en muchas plantaciones, los salarios de las personas trabajadoras se basan en unidades de producción. Si bien los empleadores generalmente no establecen un objetivo diario mínimo, esto alienta los trabajadores a trabajar largas horas, que pueden extenderse entre 12 y 15 por día.

Los salarios y las largas horas de trabajo se pueden observar en otros sectores, como la construcción, los servicios, el transporte y la seguridad.

En su Declaración inicial, Obokata enlistó más de 30 recomendaciones para todos los sectores del país. Entre ellas destacan:

  • Fortalecer los marcos legislativos sobre las formas contemporáneas de esclavitud y las violaciones de la legislación laboral
  • Mejorar la inspección del trabajo asignando recursos humanos y financieros suficientes y otorgando poderes adicionales, como la imposición de sanciones in situ
  • Garantizar el acceso a la justicia y a los recursos de todas las víctimas sin discriminación de ningún tipo
  • Reforzar un sistema de alerta temprana para identificar a los niños en riesgo de explotación laboral y sexual en las escuelas
  • Garantizar que los empleadores contribuyan a la seguridad social mediante el fortalecimiento del mecanismo de supervisión, y castigarlos con sanciones proporcionadas en caso de infracción
  • Garantizar los derechos de todos los trabajadores migrantes sin discriminación
  • Regularizar la situación migratoria de los trabajadores irregulares para que puedan pagar impuestos y contribuciones a la seguridad social adecuadas y tener acceso a los servicios públicos sin discriminación
  • Abordar las causas profundas de las formas contemporáneas de esclavitud, como la pobreza, la desigualdad y la discriminación, por medios legislativos y de otro tipo

Obokata agradeció al Gobierno de Costa Rica por haberle extendido la invitación y la cooperación recibida durante la misión, que le permitió entablar un diálogo “abierto, franco y constructivo durante su visita”.

El Relator de ONU compartió sus observaciones preliminares en una conferencia de prensa en la Casa de la ONU, Costa Rica y presentará su informe final al Consejo de Derechos Humanos en Setiembre de 2023.

Los relatores especiales y expertos independientes forman parte de los Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos. Los Procedimientos Especiales, el mayor órgano de expertos independientes del sistema de derechos humanos de la ONU, es el nombre general de los mecanismos independientes de investigación y supervisión establecidos por el Consejo para abordar situaciones específicas de países o cuestiones temáticas en todo el mundo. Los expertos de los Procedimientos Especiales trabajan de forma voluntaria; no son personal de la ONU

Partido Acción Ciudadana reitera su férrea oposición a las pretensiones del Gobierno de incorporar a Costa Rica en la Alianza Pacífico

El ingreso a la Alianza del Pacífico, como lo venimos advirtiendo hace muchos años, representaría un golpe bajo al sector agrícola nacional, pero sobre todo a los trabajadores y trabajadoras agrícolas. Hoy el presidente sostiene que nadie y menos él los va a sacar de la pobreza.

Como partido de gobierno nos opusimos en las dos administraciones anteriores al ingreso de la Alianza del Pacífico. Siempre hemos respaldado una posición clara y firme en torno a que los acuerdos comerciales deben ser negociados justa y abiertamente entre las partes involucradas y garantizar las condiciones necesarias, a los diversos sectores productivos, para competir en los mercados internacionales bajo normas que antepongan los intereses nacionales y el bien común.

El Partido Acción Ciudadana considera al sector agropecuario como un pilar estratégico en el entorno de la guerra en Ucrania y sus implicaciones en el abastecimiento global de alimentos. El sector agropecuario y la agroindustria costarricense, bastiones del desarrollo nacional, requieren de medidas urgentes de apoyo para garantizar el suministro de alimentos de nuestra población en las actuales circunstancias de crisis mundial, incertidumbre de los mercados, inflación, aumento desmedido en los precios de los insumos y la ruptura de las cadenas de producción y comerciales. Lo correspondiente es implementar acciones técnicas y financieras de fomento productivo, garantizar mercados, e impulsar políticas tecnológicas agresivas adaptadas al cambio climático, como, por ejemplo, la agricultura sostenible.

Por lo tanto, el PAC se opone al ingreso a la Alianza Pacífico, pues pone en riesgo nuestra producción nacional y vulnera las zonas rurales que requieren de generar más empleo y bienestar.

  • Costa Rica ya tiene Tratados de Libre Comercio en vigencia con los cuatro países que conforman ese bloque comercial (Chile, Colombia, México y Perú), y el comercio es pleno con esas economías.
  • Los cuatro países tienen subsidios implícitos en costos de producción (insumos, seguros, combustibles, crédito, entre otros), mientras que los salarios mínimos y las prestaciones sociales son extremadamente bajas, lo que significa una competencia desigual debido a que abaratan sensiblemente los costos de producción, por lo que afectaría injustamente a nuestra producción nacional, que paga mejores salarios y cubre las prestaciones sociales.
  • Del riguroso análisis en los procesos de negociación elaborados por el PAC, se determinó que los rubros arancelarios debían quedar por fuera de los tratados porque las políticas aplicadas en esos países provocarían la quiebra de la producción nacional. Esos rubros son menos del 7% del total de los bienes objeto de comercio.
  • El impacto negativo que tendría incluir ese 7% de rubros arancelarios, implicaría la pérdida estimada de hasta 100 mil de empleos de las actividades agropecuarias y de la agroindustria, en las zonas de menor desarrollo y contribuiría al deterioro de la pequeña y micro producción agropecuaria.
  • Quienes impulsan tal acuerdo, son un reducido grupo que ve una oportunidad de buenas ganancias, pero la política comercial costarricense debe velar por el beneficio de la sociedad como un todo, con un sentido de equidad y solidaridad.

Instamos a las personas y organizaciones del sector agropecuario a mantenerse en pie de lucha en defensa de la producción nacional en todos aquellos espacios que permite nuestra institucionalidad democrática, y nos ponemos a la disposición para brindar el apoyo necesario para evitar la adhesión a la Alianza Pacífico.

Comité Ejecutivo Nacional y Comisión Política.

 

Imagen ilustrativa, UCR.

Buen intento de engaño al pueblo con tintes populistas de derecha

Juan Carlos Durán Castro. Dirigente sindical SIFUPCR – Costa Rica

Desde el Sindicato de Funcionarios Públicos de Costa Rica (SIFUPCR), nos parece que Rodrigo Chaves apoyado por Pilar Cisneros ensayan y realizan un buen intento de engaño al pueblo con tintes populistas (populismo de derecha), en relación con el tema de las Nomas Internacionales de Información Financiera (NIIF), al formular que con aplicarlas se reduciría el recibo del ICE en 15%.

Entendemos que las NIIF están aplicadas al 100% desde el cierre del 2020, para el caso del ICE y que tal aplicación hasta donde entendemos se encuentra debidamente documentada por la propia auditora del ICE.

En todo caso, más allá de que esto último sea así o no, lo cierto y altamente deplorable es que, al verse en posiciones de intención de voto tan raquíticas, seguramente en buena parte por los presuntos hechos de acoso sexual del señor Chávez, se debe recurrir a argumentos de este calibre para atraer votantes a partir de un manejo tristemente célebre.

Para el tema del arroz como segundo eje de un corto en el que promete rebaja en el precio del grano, solo decir que el argumento de la «ampliación de la competencia» esbozado por Rodrigo Chaves, es tan general que no dice nada, siendo además lo cierto que ese argumento de la competencia no ha funcionado. Sería mejor que el candidato se comprometa formalmente a reactivar el sector campesino nacional y a reconstruir la reactivación económica en ese sector para aspirar mínimamente a garantizar la seguridad alimentaria del país, según lo ha expuesto la propia FAO, mediante estudios serios.

Hacemos un llamado respetuoso al pueblo a no dejarse engañar Rodrigo Chaves y a Pilar Cisneros la instamos a desarrollar un trabajo que al menos aspire a cumplir con los preceptos básicos que el Papa Francisco ha formulado para un periodismo objetivo, educativo y decente.

El agro y el mercado interno en la estrategia de desarrollo costarricense

A pesar del énfasis dado a la producción de ensamblaje, la vocación agraria del país se mantuvo en la estructura productiva. La producción agrícola, la agroindustria y la ganadería atienden una parte importante de la demanda agregada que se produce en la economía. El 13% de la demanda es generada por el mercado interno y el mercado externo es producido por este segmento productivo. (Esquivel, F.,2021, p.115)

German Masís Morales

El libro recientemente publicado por el economista Francisco Esquivel, denominado “Análisis de la estrategia de desarrollo costarricense: macroeconomía de un modelo desequilibrado”, muestra con claridad el papel del sector agrícola y del mercado interno en las sucesivas etapas del crecimiento económico del país, conocidas como las etapas del proceso exportador.

El libro del investigador Esquivel, revela muy bien la participación o exclusión de la producción agrícola en particular la que era dirigida al mercado interno en las diferentes etapas, su aporte al desarrollo productivo, la relación con las importaciones del país, su importancia en la generación de encadenamientos productivos y su papel en una eventual IV etapa como parte del proceso de gestión de ventajas competitivas hacia un desarrollo más equilibrado.

La controversia y la falsa disyuntiva entre ambos sectores, como lo plantea el autor, inicia en la etapa II, en la que “asumiendo que en esta etapa había sido un período gobernado por la expansión del mercado interno, deprimiendo al sector exportador, se planteaba que debía olvidarse el papel del mercado interno y volver a la esencia de una economía pequeña que debía ser la exportación.

(Por el contrario, afirma), existió un funcionamiento articulado entre lo externo y lo interno, que permitió un mejor desarrollo nacional y una etapa de inclusión social. (Esta etapa dice) generó más desarrollo productivo, superando la obsoleta visión oligárquica de la ventaja exclusiva del proceso exportador.

Lo adecuado era plantearse cómo revitalizar el proceso exportador para mantener y ampliar lo alcanzado en la etapa II, mediante la reconstitución del mercado interno, sobre una base de eficiencia económica y una profundización de los mecanismos de inclusión. Pero se hizo lo contrario, la falacia del dogma liberal-conservador permitía desacreditar el papel del mercado interno, como el causante de la crisis, llamando a maximizar la exportación, (con lo que) se tendrían los ingresos para comprar “lo necesario”, que no debe producirse en el país porque resulta ineficiente”. (Esquivel, F.,2021, p.80)

Ante la crisis de inicios de la década de los 80, fue necesario empezar a definir una nueva estrategia de desarrollo que va a tomar la forma de un desarrollo orientado hacia el exterior; las exportaciones son el centro de la nueva estrategia de desarrollo.

A nivel del sector agropecuario, la transformación se materializa en la llamada “Agricultura de Cambio”, que consiste en la diversificación y complementación de la estructura productiva tradicional, con la incorporación de nuevos cultivos no tradicionales para exportación. (Cambronero y Monge, Universidad Nacional, 1992, p.201)

De esta manera, “se generó la etapa III del proceso exportador, en la que la estructura productiva de esta nueva etapa exportadora basó su dinamismo en una reorganización de la industria y en una nueva participación de la agricultura. El surgimiento de las nuevas áreas de producción se produjo de manera dispersa, atendiendo a las oportunidades de cada momento. (…), la industria y la agricultura se reorganizaron para atender nuevos nichos de mercados que ofrecía el mercado mundial.

Mientras, la parte del sector agrícola que producía para el mercado local fue atacada sistemáticamente, por lo que varios productos experimentaron reducciones significativas. Por esta razón, el sector agrícola continuó perdiendo importancia relativa en el total de la producción.

La estrategia que impulsó la etapa III no tenía interés en la producción para el mercado local. Lo que se buscaba era el crecimiento basado en la exportación, sin importar los efectos desestimulantes sobre amplios sectores productivos nacionales, en particular las pequeñas y medianas empresas. Desde el punto de vista microeconómico, el perdedor fue el empresario que producía para el mercado local, dado que no existió una estrategia de reconversión productiva”. (Esquivel, F.,2021, p.97)

Una de las medidas de política implementadas junto al impulso de la exportación agrícola no tradicional, fue el desestimulo a la producción de granos básicos, expresada en la reducción de los programas de investigación, transferencia y asistencia técnica y la disminución del crédito a esa actividad.

De manera deliberada, se realizó el desmantelamiento paulatino de la infraestructura institucional de los entes que habían apoyado al productor nacional, entre cuyas instituciones estaban el CNP, el MAG y el IDA. (Masís, G., revista Ambientico N°176, 2008).

Durante esta III etapa, la producción exportadora había crecido más rápido que la producción para el mercado local, sin embargo su crecimiento sólo llegó a alcanzar un máximo del 30% en las exportaciones en el período entre 1992 y el 2019, lo que se explica según el texto, “porque el sector agrícola, aunque exportó nunca fue una prioridad de la estrategia de crecimiento, que si lo fue la expansión industrial para exportación desarrollada como un nuevo proceso de ensamblaje, cuyos casos más representativos han sido la producción de componentes para la tecnología de la información, la producción de equipo médico, sectores que generan crecimiento y empleo, pero reducido al ámbito cercano a su producción; no generan encadenamientos relevantes hacia el conjunto de la estructura productiva.

Las actividades de ensamblaje, por la dificultad de lograr en el país un abastecimiento amplio de materias primas e insumos, han producido una dependencia de las materias primas, los insumos y los servicios importados hasta en un 38% (2017); como consecuencia de esta dependencia de las importaciones, las industrias de ensamblaje generan la menor cantidad de encadenamientos siendo uno de los factores más importantes de la aceleración de las importaciones en esta etapa.

En tanto, el segmento más dinámico de la agricultura y la agroindustria es el menos dependiente de las importaciones, ya que solo el 8% de su valor corresponde de insumos traídos del exterior; por eso se convierte en el área productiva que produce más encadenamientos. En este segmento se encuentran la producción de diversos tipos de carne, así como la producción de café y azúcar; se trata de procesos productivos que compran la mayor parte de sus materias primas e insumos adentro de la economía, por lo que necesitan un nivel bajo de importaciones (Esquivel, F., p.88).

De manera similar, el resto de la agricultura y la agroindustria, así como la ganadería, adquieren mucho de sus materias primas a lo interno de la economía, pero necesitan un nivel un tanto más elevado de importaciones, llegando a adquirir el 17% de su valor en importaciones”.

Por su parte, observando la capacidad de generación de encadenamientos de los principales sectores productivos y utilizando un multiplicador (cuantos colones adicionales se generan por cada 100 colones producidos), se confirma que “los mejores encadenamientos se producen en la agricultura y la agroindustria, generando 104 colones adicionales.

Mientras las nuevas actividades impulsadas por la etapa III muestran una capacidad limitada de generación de encadenamientos, con un multiplicador de 20, esto se debe a que se trata de un ensamblaje altamente dependiente de las importaciones de materia prima”. (Esquivel, F, p.120).

Frente a las limitaciones estructurales de la III etapa del proceso exportador, el documento propone una IV Etapa, fundamentada en los siguientes elementos:

  1. “Costa Rica debe superar los problemas de desarticulación de las cadenas productivas con el aparato productivo interno y que disminuyan las importaciones, impulsando una estrategia exportadora basada en áreas productivas con capacidad de generar encadenamientos relevantes.
  2. La optimización del crecimiento necesita combinar los estímulos a la exportación y a la expansión del mercado interno; con esto se producirá un proceso de expansión en donde el mercado externo crezca en armonía con el mercado interno. En ese sentido, la producción local debería ser generada con estándares de eficiencia y de calidad mundial.
  3. En un enfoque alternativo, la necesidad de participar activamente en el comercio internacional, mediante una estrategia de gestión de ventajas competitivas sustentada en el avance tecnológico y en la inclusión social. En esta estrategia se trata de un proceso gradual y selectivo, que posibilite un proceso de preparación de permita el cambio de las empresas y de su entorno sectorial y nacional. (Esquivel, F., p.194).
  4. “Es indispensable que la apertura de la economía se haga de tal modo que no involucre la destrucción de la capacidad instalada existente y que permita una efectiva reconversión de las actividades productivas. En un enfoque de reconversión productiva, la ventaja competitiva se construye mediante un proceso de preparación, con el que se busca resolver los rezagos de una estructura productiva heterogénea y aprovechando las condiciones naturales y la experiencia productiva del país.
  5. La estrategia impulsaría un modelo productivo que incremente la producción exportadora aprovechando el potencial que tiene el país para generar encadenamientos productivos, utilizando los recursos naturales, la biodiversidad, la mano de obra y la experiencia productiva de las diferentes regiones. En ese sentido la prioridad la tendrían sectores como la agroindustria, el turismo que genera encadenamientos y la producción de servicios de alto valor.” (Esquivel, F., p.199)

En la década de los 90, varios economistas centroamericanos prepararon propuestas para impulsar el desarrollo de la región con base en la agroindustria, la actividad pesquera y la producción forestal. La articulación sinérgica entre agricultura e industria se planteaba como el camino idóneo para lograr procesos acumulativos de valorización de la producción que sea crecientemente competitiva en el marco regional e internacional;

La estructura productiva polivalente se componía de cadenas productivas capaces de fabricar bienes diversos de manera simultánea y alterna; una capacidad agroindustrial de múltiples salidas en sus cadenas productivas que formarían una red integrada transversalmente, la abundancia de su fuerza de trabajo y una diversificación productiva de bienes finales e intermedios, fundamentalmente a partir de su estructura productiva agroindustrial. (Esquivel, F., p.204).

En el caso de Costa Rica, la propuesta de desarrollo agroindustrial elaborada tenía como prioridades los productos lácteos, la producción de dulce y otros derivados de la caña de azúcar, el beneficio del café y el cacao en pequeña escala, la elaboración de bocadillos y frutas deshidratadas, desarrollo de productos a base de yuca y el procesamiento de especias, dentro de un proceso de incorporación de tecnología e innovación, dirigido a elevar la calidad y competitividad de los productos agroindustriales en los mercados locales y regionales. (Masís,G.,1993,p.63).

En el planteamiento de Esquivel para la IV Etapa, el sector exportador crecería de manera armónica con la producción para el mercado local; (propone) “se logre una nueva articulación de lo externo con lo interno y pueda generarse un período de crecimiento donde la expansión del mercado externo esté en armonía con la expansión del mercado interno. (Esquivel, F., p.210).

La idea del desarrollo complementario de los sectores externo e interno y del impulso de los “dos motores” de la economía, ha sido mencionada por organizaciones de productores e investigadores de las Universidades, sin embargo, ha tenido poca acogida entre los grupos políticos del país, en su mayoría indiferentes al potencial del agro y la agroindustria, pero matriculados con la atracción de inversión extranjera directa hacia la industria de ensamblaje y de servicios tecnológicos.

¿Cuántas piñas vale un ser humano?

Trabajadores descartables

Cándido Amador es un caso como los hay miles en el sector agrícola de Costa Rica, aunque el suyo se ha convertido en emblemático por el carácter dramático que presenta su enfermedad: la bradicardia, que provoca que con el esfuerzo físico su corazón lata a un ritmo muy bajo, tanto que llega a ser peligroso para su vida.

Carlos Amorín

“A mí me gusta trabajar. Conozco mi oficio porque lo hago desde hace años. He creado y sostenido a mi familia con el esfuerzo de mis brazos. Pero ya no estoy pudiendo hacerlo. La empresa no quiere entender que el primer perjudicado soy yo”, dice Cándido recién salido del Hospital, donde luego de una consulta lo dejaron internado la pasada semana.

“Los médicos me han dicho una y otra vez que tengo que cambiar de tarea en la empresa, pero ellos se niegan. Y yo estoy cada vez peor”, agrega.

Una población sin oportunidades

En la zona donde vive Cándido con su familia no hay otra fuente de trabajo. A tal punto que es normal que los hijos suplanten a los padres en las plantaciones; un destino marcado al nacer.

Ellos sufrirán el mismo sistema de hiperexplotación, negación de derechos laborales, violación de derechos humanos, maltrato, violencia verbal, humillación, persecución sindical, amenazas, despidos arbitrarios, denegación de justicia que perdura desde tiempos ya inmemoriales.

“La pasada semana me dijeron en el Hospital que era preferible que me viniera para casa porque allí hay muchos enfermos con Covid 19, y el contagio puede ser peor para mí. Así que me dieron dos días de descanso y ya el sábado tuve que volver a trabajar. Seguí el lunes y hoy, martes 3, pero estoy con una frecuencia cardíaca de 30 o menos”.

Es obvio que en esas condiciones el ritmo de trabajo de Cándido no puede ser el mejor, ni siquiera el que él acostumbra tener cuando su salud se lo permite, algo que ocurre cada vez menos. Uno de los argumentos preferidos de la empresa para negarle un cambio de tarea es que “soy un trabajador muy productivo”, relataba Cándido hace algunas semanas.

“Y hoy, los señores Christian Campos, gerente de Recursos Humanos, y Colman, que es gerente general de la empresa, me dicen que los temas de salud no son asunto de ellos, ya que solo se fijan en el rendimiento, y que el mío está siendo muy bajo, por lo que si no hago más esfuerzo me van a sancionar.

A ellos no les importa que los médicos hayan recomendado cambiarme de tarea por lo menos unos días hasta que me recupere. Solo quieren que trabaje más duro y produzca más”, relata Cándido con indignación.

“Cómo habrá sido de amenazador el señor Campos que hasta mis compañeros de trabajo reaccionaron, tratando de hacerle ver que no estoy bien de salud y no se me puede exigir más en este momento. Pero a él no le importó. Ya le dije que si quiere me entregue diez sanciones juntas, igual no voy a poder producir más. No me da el cuerpo”, expresa Cándido.

Una máquina ancestral al servicio del dinero

En Costa Rica, un país que supo ser buque insignia de la democracia en América Latina, los trabajadores y trabajadoras del sector agrícola reciben un trato medieval por parte de un sistema que ha instalado una simbiosis entre el Estado y las grandes empresas nacionales y transnacionales.

Representantes empresariales ocupan cargos de gobierno y participan en (léase determinan) la definición de las políticas públicas que conciernen a sus propios sectores.

Así se han instalado las injusticias más repudiables contra trabajadores y trabajadoras, especialmente en el sector agrícola, que emplea a gran número de migrantes e indígenas, y se ha perseguido y golpeado a los sindicatos con una dureza que solo hace posible la certeza de una impunidad prácticamente absoluta. En efecto, la justicia laboral es lenta e ineficaz, al punto de consentir un estado de denegación de justicia para los más vulnerables.

La Inspección de Trabajo pocas veces llega hasta los cultivos, y jamás se entrevista con trabajadores que no sean los designados por las empresas. El Ministerio del ramo cobija esta “trampa legal”, que no es más que una cacería de fuerza de trabajo.

“El arriba nervioso, y el abajo que se mueve…”

La Rel UITA viene prestando particular atención a las enormes dificultades que enfrentan los trabajadores y trabajadoras agrícolas organizados en Costa Rica. En ese marco se han denunciado varios episodios de intoxicación y lesiones graves −ninguno reconocido por las empresas− de trabajadores en los cultivos de piña, así como amenazas a los dirigentes sindicales.

El episodio más reciente es la amenaza en estos días de Agroindustrial Piñas del Bosque S.A. – Finca Muelle, subsidiaria de Standard Fruit Company|DOLE al secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Agroindustria y Afines (Sinatraa), Obeth Morales.

Esta empresa le exige al dirigente sindical que “se retracte de sus denuncias” sobre la intoxicación sufrida por una trabajadora como consecuencia de una fumigación imprudente ordenada por las autoridades de la empresa, so pena de iniciar contra él un juicio por difamación.

El compañero Obeth Morales, así como Cándido Amador y todos y todas aquellos que sean perseguidos, amenazados, atropellados en sus derechos básicos como ciudadanos y trabajadores del siglo XXI, tendrán siempre en la Rel UITA un decidido y férreo apoyo.


1 – La frecuencia cardíaca normal en reposo para adultos es entre 60 y 100 latidos por minuto.
2 – En un ensayo de próxima publicación por Rel UITA, el experto abogado laboralista Frank Ulloa, y el asesor en Educación Sindical y ex funcionario de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Gerardo Castillo, ambos de Costa Rica, realizan un pormenorizado análisis de esta realidad costarricense, y argumentan la urgencia de un cambio radical en el ámbito de las relaciones laborales en el sector agrícola.

 

Foto: Cándido Amador | Archivo personal

Fuente: http://www.rel-uita.org/costa-rica/cuantas-pinas-vale-humano/

Gerardo Castillo: La explotación nuestra de cada día

Gerardo Iglesias / Rel UITA

“Las empresas agroindustriales de América Latina se han caracterizado por imponer un sistema laboral que castiga a los trabajadores de las plantaciones, a los jornaleros de las distintas bananeras, piñeras, cultivos de palma africana o café”, dice a modo de introducción Gerardo Castillo, asesor de la Rel UITA y especialista en capacitación laboral.

Castillo retrata en el siguiente video las condiciones en las que las empresas transnacionales, que desembarcaron hace años en la región actúan. “Se establecen en sectores cercanos a las fronteras donde puedan encontrar mano de obra necesitada y, por ende barata”.

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Fuente: http://www.rel-uita.org/

Gran caravana del sector agrícola costarricense

El Comité de Lucha Social de Acosta y Aserrí invita este próximo 03 de noviembre a las 5 a.m. a la Gran Caravana del Sector Agrícola Costarricense.

La salida se realizará desde Los Talleres La Esperanza, Acosta.

 

Imagen de portada ilustrativa, SINART

CR. El gran negocio de contratar extranjeros

Abelardo Morales-Gamboa

Dice la señora de CADEXCO que en sus empresas y las demás del sector agroexportador, todos sus trabajadores están asegurados. Por testimonio de varios trabajadores y trabajadoras que inclusive yo he recogido durante años en mi trabajo de campo y lo que publican recientemente algunos medios de comunicación (no todos), los salarios que se les paga en muchas empresas son muy bajos e, inclusive, por debajo del salario mínimo. Pero existe un enorme porcentaje de trabajadores que son contratados sin ningún derecho, ni siquiera el pago del seguro social en muchas empresas agrícolas de todo el país.

Esa es la razón por la cual a esas empresas llegan masivamente trabajadores extranjeros y muy pocos costarricenses.

Entonces si es que se les pagara el seguro social, la contribución de esas empresas es mínima debido a que entre más bajo sea el salario, menor es el porcentaje que pagan los patronos.

Entonces, ahora que está de moda lavarse las manos, algunos empresarios aprovechan la oportunidad. Ellos y algunos políticos a su servicio, culpan del desorden migratorio al Gobierno, a la fuerza pública, al Ministro Salas y a Román Macaya; pero el transporte ilegal y la contratación ilítica de migrantes irregulares es un gran negocio. Eso les permite a ciertas empresas competir, no a partir de mejores rendimientos de la productividad, sino a través de estafar a los trabajadores y estafar al Estado y, de paso, estafarnos a todos nosotros.

 

*Imagen: SINART