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Etiqueta: territorios indígenas

Encuentro de Mujeres Recuperadoras del Sur de Costa Rica

Salitre fue uno de los territorios indígenas representados en el encuentro.

Comunicado

Como mujeres cabécares, broran y bribris de los territorios de China Kichá, Salitre y Térraba, nos hemos reunido durante dos días (6 y 7 de julio del 2024) en un Encuentro de Mujeres recuperadoras del Sur donde hemos podido compartir sobre nuestras luchas, sentires, afectos y experiencias comunes como recuperadoras de Territorios Originarios. Provenimos de  diferentes territorios y reconocemos las diferencias en nuestros caminos para encontrar nuestra identidad como mujeres indígenas.

Defender nuestros territorios y la vida que habita en ellos nos ha llevado a cargar con una etiqueta frente a las personas no indígenas, que se traduce en que no podemos caminar tranquilas dentro y fuera del territorio, nos ha conllevado amenazas diarias, acoso, a andar con miedo, y esto también se traslada a nuestros hijos e hijas. Todo esto además con la la todavía impune pérdida de dos de nuestros compañeros: Sergio Rojas y Jehry Rivera.

A pesar de esto, reivindicamos la tierra que durante muchos años los sikuas nos han usurpado, y ha sido gracias al proceso de reafirmación territorial que hemos podido recuperar lo que la introducción de la cultura no indígena dentro de nuestros territorios nos negó a muchas: el conocimiento propio de nuestros clanes, el territorio, el idioma, la identidad, el conocimiento sobre nuestros derechos como indígenas y la posibilidad de defendernos; pero sobre todo, nos negaron nuestras prácticas espirituales. Las mayores y los mayores nos han contado cómo a través de los sistemas de educación y religiosos sikuas nuestra cultura propia ha sido desplazada. En sus tiempos, nos dijeron, el Awá era el demonio y nos castigaron cuando hablábamos en nuestro idioma.

Por eso es que uno de nuestros logros más importantes es ver a nuestros hijos e hijas, y compañeros como defensores recuperadores, pues sabemos que nuestro conocimiento y cultura va a continuar para las siguientes generaciones: son la semilla de la esperanza. Ha sido el proceso de recuperación lo que nos ha hecho darnos cuenta y poder reafirmar que somos bribris, cabécares y térrabas. Las recuperaciones nos han permitido ser y salir adelante, ya no aguantamos hambre, pues siempre tenemos algo de nuestra siembra para comer y compartir.

Como mujeres recuperadoras queremos decir que estamos cansadas de que el gobierno nos enrede. Necesitamos que nuestros derechos se apliquen, no queremos más sangre de nuestros hermanos. Si nos vimos obligadas a recuperar nuestros territorios es porque fueron décadas sin que el Estado nos diera una solución, y si seguimos es porque todavía existe la violencia racista. Por eso, exigimos que se respete todo el marco jurídico que nos ampara y que se insista en que la reafirmación territorial es legal y legítima.

A las universidades les decimos que tienen mucho trabajo por hacer, pues son sus profesionales los que eventualmente llegan a puestos públicos y desde allí nos discriminan al desconocer nuestros derechos. También necesitamos que se piense el lazo con los Pueblos Originarios, pues no somos animales de laboratorio para que nos investiguen. Necesitamos trabajar para el beneficio de nuestras comunidades.

Finalmente queremos decir que las mujeres recuperadoras de los territorios indígenas, ¡seguimos en resistencia con alegría!

Kioscos Ambientales UCR

Doña Digna Rivera nos necesita

El nuevo juicio sobre el asesinato de Jerhy Rivera será del 19 al 23 de agosto 2024 en Pérez Zeledón. Es por esto que se está convocando a una reunión el jueves 2 de agosto a las 6 pm por Zoom.

Colaboraciones por SINPE: 8766 7980

¡Justicia para Jerhy Rivera! 

Colectivo de Apoyo a doña Digna Rivera 

Le invitamos a descargar y observar la siguiente historieta titulada “El clamor de una madre”, elaborado por el Colectivo de Apoyo a doña Digna Rivera. 

Obras del artista Fernando Carballo ayudarán a financiar la defensa penal de las personas indígenas 

El artista, Fernando Carballo, Premio Magón 2021, donó varias obras con el fin de recoger fondos para financiar la defensa penal de las personas indígenas recuperadoras de su territorio en la zona sur.

Las agresiones no han mermado, este año fue quemado todo el territorio de Chiná Kichá. Ahora se ha sumado la judicialización del conflicto y muchas personas  están acusadas penalmente.

Se adjunta las obras y las dimensiones.  Si alguien le interesa contribuir, se puede comunicar con Isabel Ducca (isaducca@gmail.com) y ella les da los precios que fueron fijados por Fernando Carballo.

Dimensiones:

1/ plumilla sobre papel: 29.59 x 27.94 cm

2/ acrílico sobre madera 31 x 40 cm.

Son obras únicas

Compartido con SURCOS por Isabel Ducca D.

UCR. Tres días de conexión con el territorio indígena Maleku

Las personas alumnas recogieron materiales como microorganismos de montaña para la confección de sustrato, que serviría para enriquecer la tierra y el crecimiento de árboles. Crédito de foto: Luciana Navarro Herrera.

Las cinco universidades estatales tejen lazos en jornada de voluntariado conjunto

Red Universitaria Estatal de Voluntariado (UNIVES)

Se realizaron actividades lúdicas sobre educación ambiental con niños y niñas de la escuela Viento Fresco en Agua Zarcas. Crédito de foto: Luciana Navarro Herrera

Estudiantes de las cinco universidades públicas del país desarrollaron un proceso de aprendizaje y socialización con la cultura de la comunidad indígena Maleku. El grupo realizó actividades de voluntariado en el territorio indígena, ubicado en la Región Norte de Costa Rica. Este encuentro les permitió tener un contacto de sensibilización directo con la naturaleza y el uso sostenible de recursos naturales.

La jornada de voluntariado abarcó tres días, iniciando desde temprano el jueves 11 de abril y concluyendo el sábado 13. La Universidad de Costa Rica (UCR) en conjunto con la Universidad Técnica Nacional (UTN), la Universidad Estatal a Distancia (UNED), la Universidad Nacional (UNA) y el Tecnológico de Costa Rica (TEC), a través de la Red Universitaria Estatal de Voluntariado (UNIVES) coordinaron esfuerzos para llevar a cabo estas relaciones de colaboración con la comunidad Maleku.

Esta convocatoria se realiza en el momento en el que las cinco universidades estatales declararon el 2024 como el “Año de las Universidades Públicas con los Pueblos Originarios”, al mismo tiempo en el que la Red UNIVES cumple su 15° aniversario que las universidades hermanas se unan para realizar proyectos e impactar diferentes comunidades.

“El impacto que tenemos como universidades estatales es muchísimo, porque las personas realmente nos ven como una única universidad. En este proyecto estamos todos con la misma camiseta, eso representa la unión que tenemos nosotros para llegar a las comunidades y también tenemos la posibilidad de permitirle a la población estudiantil que conozcan estudiantes de otras realidades, de otras universidades, de otras carreras” comentó Lupita Abarca Espeleta, coordinadora del Programa de Voluntariado UCR

La conexión con la naturaleza, la tierra, las hojas y la brisa fue constante. Para prueba de ello, las personas estudiantes colaboraron con un proceso de reforestación de árboles, hecho de manera 100% natural y completamente sostenible.

Se inició con recolección de diversas semillas mientras se hacían caminatas en los bosques, estas se separaban por especie para después sembrarlas en camas con el fin de iniciar su proceso de germinación. También se elaboró sustrato a partir de boñiga de ganado, fibra de coco, aserrín y otros componentes, para ayudar al crecimiento y fortalecimiento de los árboles.  

La recolección de semillas tenía como fin la colaboración para el desarrollo de un cultivo sostenible. Fotografía: Luciana Navarro Herrera.

Durante la jornada se realizó un proceso de facilitación de talleres de educación ambiental con niños y niñas de la escuela unidocente Viento Fresco ubicada en el cantón de Agua Zarcas. Se tocaron temas relacionados con el reciclaje y el uso sostenible de recursos con el propósito de promover conciencia y acciones sostenibles de la comunidad a través de actividades que combinaban el aprendizaje con el juego y la diversión.  

Las pinturas, pinceles y brochas fueron herramientas de suma utilidad. Los colectivos de voluntariado trabajaron en conjunto con artistas locales, donde sacaron la creatividad a flote para la creación de murales referentes a la cultura indígena Maleku. Estos se plasmaron en el Centro de Cultura y Capacitación Tafa Jolo, lugar de importancia para la comunidad donde se han desarrollado juicios con actores indígenas.

La recolección de semillas tenía como fin la colaboración para el desarrollo de un cultivo sostenible.

Más allá de realizar actividades de colaboración, las personas voluntarias también vivieron una experiencia de aprendizaje y conocimiento, de primera mano, de la cultura Maleku. Las personas de la comunidad les abrieron las puertas y les explicaron, desde la referencia histórica-ancestral que tiene el cacao para su cultura, hasta palabras y diferentes significados de la lengua maleku.

“En Maleku es uno aprende muchísimo, nos enseñan culturas nuevas, es un lenguaje diferente y aprendemos palabras que una nunca ha conocido. Esto viene a ser como una retroalimentación, sobre todo con el respeto que se tiene a la naturaleza. Todo eso es lo que a mí me deja esta experiencia y me motiva mucho más a venir y aprender más” dijo Tatiana García Elizondo, estudiante de Ingeniería Agronómica de la UNED.

Las personas voluntarias aprendieron sobre el proceso de creación y degustación de chocolate, desde la perspectiva Maleku, que proviene del cacao. Crédito de foto: Luciana Navarro Herrera.

Para el estudiantado que participó en las labores de voluntariado, la experiencia ha sido sumamente gratificante y les llena de satisfacción las actividades que han hecho en conjunto con la comunidad y el espíritu de hermandad que irradia la participación de las universidades hermanas en esta jornada.

El arte también formó parte de la jornada de voluntariado. Crédito de foto: Luciana Navarro Herrera.

“Esta es la primera vez que yo vengo al territorio indígena Maleku y realmente ha sido una experiencia muy gratificante para mí. Una tiene realmente una desconexión, en muchos aspectos, con los pueblos originarios de nuestra tierra y esta vinculación que tenemos, desde la universidad, es única” comentó Rosaura Corrales López, estudiante de Ingeniería en Manejo de Recursos Hídricos de la UTN.

¡La unión hace la fuerza! Crédito de foto: Luciana Navarro Herrera.

Max Elizondo, estudiante de la UNED y líder comunal Maleku, ha expresado su gratitud hacia las actividades de voluntariado que se han realizado en la zona, dejando las puertas abiertas para cualquier persona que quiera regresar. 

“Es un proyecto en el cual nosotros somos muy agradecidos de tenerles acá, no todo el tiempo pasa. Por eso el mensaje es de agradecimiento a cada uno y por supuesto que si quieren regresar, pueden hacerlo” señaló Max Elizondo, líder de la comunidad indígena Maleku y estudiante de la UNED.

La UCR y la Red UNIVES llevan más de cinco años colaborando con la comunidad indígena Maleku. En octubre se tiene planeada una segunda visita con las cinco universidades estatales y también, individualmente por cada casa de estudios, se realizarán algunos encuentros para distintos proyectos específicos que se están desarrollando en la zona.

JOEL PORRAS HERNANDEZ
Asistente de comunicación OCI-UCR

Reflexiones desde el Territorio Tjai: ¿Qué es el territorio?

Observatorio de Bienes Comunes

En el marco del proceso de reflexión «Reconociendo nuestros territorios» compartimos los primeros aportes sobre qué entendemos por territorio y los desafíos que representa para el territorio indígena en el contexto actual. ¿Por qué es importante esta discusión? ¿Qué dimensiones debemos considerar? Son parte de los aportes que comparten los y las compañeras durante esta sesión.

Día del Aborigen Costarricense – una democracia maquillada y folklorizada

Comunicado de FRENAPI

Costa Rica en materia de derechos que favorezcan a los pueblos indígenas ha aprobado varias legislaciones, entre las cuales: La ley indígena 1977, el convenio 169, ley 7316, 1992 y la declaraciones de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas.

Los derechos consagrados de orden universal a los pueblos son: derecho a la tierra, derecho a la espiritualidad, derecho a la cultura, derecho a la salud y educación propia, derecho a la gobernanza propia, derecho al ambiente sano y el derecho a practicar y recuperar su idioma.

Pese a lo anterior, la realidad del país amerita mayor atención, pues es constante las agresiones que sufren las poblaciones y el ciudadano común, estas agresiones son orquestadas desde los mandos medios y altos de la institucionalidad, dejando un saldo de caos, crisis democrático y de la paz social.

Los pueblos indígenas hemos sido agredidos y enajenados a nuestra realidad y prioridad, mediante acciones institucionalizadas que desfavorecen nuestros derechos y con ello nos conduce a un genocidio sistemática en este país multiétnico y multicultural.

A los diferentes pueblos indígenas se imponen las agendas del Estado, más no se está respondiendo a las agendas propias de los pueblos. Desde el desalojo violento en la asamblea legislativa el día internacional de los pueblos indígenas el 09 de agosto 2010, decidimos construir la autonomía y agenda desde los pueblos, esta agenda se ha ratificado en la Asamblea General de los pueblos denominado Congreso Indígena Nacional/COIN, organizada por el Frente Nacional de los Pueblos indígenas/FRENAPI, en el 2019.

El proyecto de vida está constantemente amenazado, por el estado y sus estructuras, evidenciado en los últimos años por el Estado por no cumplir con justicia por los asesinatos, de los dirigentes indígenas Sergio Rojas y Jerhy Rivera. Asesinatos impunes por defender la tierra del cual tienen derecho los pueblos porque estas tierras son inalienables, imprescriptibles no transferibles y exclusivas para las comunidades indígenas que las habitan. 

Los cimientos de la patria y la democracia se han basado en asesinatos de lideres indígenas, desde la conquista hasta la actualidad, por el arrebato de los derechos y la falta de garantía del derecho a la tierra. El Estado en todas las administraciones ha realizado acciones aisladas, sin embargo, son insuficientes pues los territorio requieren acciones inmediatas para indemnizar o desalojar, a los usurpadores de nuestras tierras.  Pues tenemos el 60% en posesión, explotación, destrucción por parte de no indígenas, de manera ilegal. Las posesiones ilegales en complicidad del Estado, porque ha omitido garantizar el derecho.

Es inadmisible que el estado mediante el Ministerio de educación Pública / MEP, desarrolle las clases el 98% en español, dando 1 lección cultural mientras que en español suman totales 48 lecciones semanales. Así enajenando a los propios educadores, a la niñez y juventud a su propio idioma y cultura. Además, El desarrollo de los contenidos curriculares no se contextualizan según la realidad de cada pueblo, como lo demanda las convenciones, declaraciones e incluso la ley fundamental de la educación.

No basta con celebraciones folklóricas, exigimos, exhortamos y enfatizamos, realizar acciones afirmativas para reivindicar los derechos y la VIDA, por eso en el 2024 se ha desarrollado mediante almuerzos comunitarios, el fortalecimiento del proyecto de Vida de los pueblos, con participación, construcción desde la palabra, la espiritualidad, agenda propia y la particularidad de los pueblos.

La agenda de los pueblos es el proyecto de vida por la Tierra, la espiritualidad, la gobernanza, la identidad, la naturaleza, la vivienda, la salud, la educación, propios, según sea el pueblo.

Coordinación FRENAPI
Generado el día 19 de abril 2024

#SergioRojasVIVE

#JerhyRiveraVIVE

¡LA LUCHA SIGUE Y SE EXTIENDE!

Queman 200 hectáreas de bosques, área reforestada y potreros en regeneración con incendios racistas en Crün Shürin

Afectada el 20 % de la recuperación Crün Shürin

Bloque Verde. Hace menos de 15 días la finca recuperada Crün Shürin – Territorio Indígena Brörán-Térraba-cumplía sus 6 años, en ese tiempo nacieron 6 niños y niñas que han pasado la peor semana santa de su corta vida. Estos niños y niñas hoy saben que este es su territorio, que se llama la “tierra de venados” (Crün Shürin) y que sus lágrimas, miedo y toz de estos días tiene un origen en un odio racista profundo de los antiguos y actuales usurpadores de sus tierras.

Mientras muchas personas celebran, descansan o meditan los enemigos de las recuperaciones generan estos incendios. Robert Morales recuperador y afectado asegura que “teníamos años de que no nos quemaban la finca, el jueves santo nos quemaron afuera (por la interamericana) vieron una persona corriendo y después lo recogieron”.

“La mayoría de los incendios ha sido igual en Crün Shürin, vienen en vehículo el acompañante se baja prende fuego y se monta nuevamente y escapan en auto por la carretera interamericana”, comenta Jorge Sivas. Además, recuerda que tuvieron otro incendio peor hace 4 años donde perdieron todos los cultivos.

Calculan los pobladores que esta semana santa los incendios provocados quemaron el 20% de Crün Shürin es decir unas 200 hectáreas de montaña, áreas reforestadas y potreros que están dejándose para la regeneración natural. En estas áreas era posible ver venados, chanchos de monte, aves y mucha diversidad que volvió y ya empezaba a producir agua.

Siguen atentos porque las altas temperaturas o el envalentonamiento nefasto de los agresores puede volver a iniciar el fuego en cualquier momento. Además, se aprestan a hacer una brigada contra incendios y capacitarse en manejo del fuego con un proyecto que gestionan para lograr además tener un hidrante, pues si bien los bomberos se hacen presente tiene poca agua y capacidad limitada para controlar el fuego.

También en el sur los incendios provocados en China Kichá han afectado en lo que va del año más de 200 hectáreas del territorio cabécar, por cuarto año consecutivo afectando las áreas sembradas las nacientes, bosques y vida silvestre.

Los incendios han llegado a quemar casi un 80 % del territorio, como sucedió en el 2022. Ante esto, la Facultad de Ciencias Sociales de la UCR y el Programa Kioscos Socioambientales se han unido en la iniciativa “Por territorios para la vida campaña de donaciones para China Kichá” que recupera el interés de la comunidad de China Kichá para obtener herramientas, semillas y árboles para la revitalización del territorio de China Kichá (Ver aquí).

Incendios racistas en la comunidad indígena de Crün Shürin

Los incendios racistas no descansan, desde este viernes 29 la comunidad de Crün Shürin lucha contra un incendio provocado por los enemigos de las recuperaciones de los territorios indígenas protegidos por la legislación.

La comunidad indígena pide que el Estado actúe y ponga un ¡Alto a los incendios racistas!

SURCOS le invita a escuchar la denuncia en el siguiente video:

De la cuestión indígena en Colombia

Por Carlos Meneses Reyes

Lo asumo como pregunta con intención dialéctica para averiguar la verdad de algo.

Corresponde adentrar en el tema de la cuestión indígena en Colombia, para profundizar en la comprensión y entendimiento del respeto a los pueblos indígenas; partiendo de su reconocimiento como diversidad étnica y cultural del país; la aceptación de su cosmovisión; la asimilación de su existencia territorial; aceptar su concepción y aplicación de propiedad colectiva, propia de estos pueblos, que le dan los atributos de bienes inembargables, imprescriptibles e inalienables, estén o no en manos detentadoras de sus colectividades, expresadas en los resguardos.

A todo esto, no fue ajeno el país durante el Siglo XIX. La Ley 89 DE 1890 (25 de noviembre) por la cual se determina la manera cómo deben ser gobernados los salvajes que vayan reduciéndose a la vida civilizada; con el poder de las jerarquías católicas; demuestra la gravante calificación de salvajes, a los indígenas y a quienes impedía que vendiere, hipotecare o arrendare, porción alguna del resguardo y no se le reconocía mejora alguna en sus terrenos de tenencia.

Destaco el texto del artículo 11 de la citada ley que disponía: “Las controversias entre indígenas de una misma comunidad, o de éstos contra los Cabildos, por razón de uso de los resguardos o de los límites de las porciones de que gocen, serán resueltas por el Alcalde del Distrito Municipal a que pertenezcan, quien los oirá en juicio de policía en la forma que lo indiquen las disposiciones de la materia; cuyas resoluciones serán apelables ante los Prefectos de las Provincias, y las de éstos ante los Gobernadores de Departamento”. Pues bien, 120 años, luego de su promulgación, este artículo fue declarado inexequible, es decir, inconstitucional, por la Corte Constitucional, mediante sentencia C-463 de 2.014. Lo traigo a colación por considerarlo como punto de partida para la comprensión del tema de inicio del presente artículo, que destaca en la habilitación histórica consagrada en la Constitución Política de 1.991 (CP91) a los pueblos originarios indígenas, como incluidos en su Título I De los Principios Fundamentales que organiza a Colombia como una Republica unitaria y como un Estado que reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la nación colombiana.

Ahorrándonos la redacción del devenir histórico legal que ha significado, en la a actualidad, la existencia de un cuerpo normativo, que plasma la materialidad de esos derechos a las etnias originarias en Colombia; resumámoslo en la calificación jurídica que son los indígenas, como integrantes de pueblo originario, sujetos de derecho, reconocidos por la Constitución Política de Colombia. Por medio de ese conjunto de normas los pueblos originarios asumen el ejercicio de su jurisdicción en todo el país; construyéndose en inviolables ante cualquier autoridad civil, judicial y de expresión de mando militar en el territorio nacional.

La efectividad de esos derechos de los pueblos indígenas se determina en el respeto a la vida, como bien más preciado del ser humano. Existe un verdadero consenso en valorar la vigencia de derechos intangibles sustentados en tratados internacionales, sin tolerancia en atentar contra ellos. Es producto de un consenso intercultural internacional el permitir el estatus de derechos de los pueblos indígenas y sancionar las violaciones a los taxativamente reseñados, como el respeto a la vida. La existencia a un y de un territorio ancestral. La nacionalidad, no circunscrita a límites fronterizos. El significado de su cultura y espiritualidad. Su propia autodeterminación. La autonomía en expresión no solo soberana sino también autárquica. El derecho a sobrevivir, a la subsistencia, contra la desnutrición y salud plena. El mantenimiento a la realización, la educación, la salud. A cuanto determine la efectividad de la autonomía normativa y jurisdiccional de tales comunidades, por la legalidad del procedimiento y de los delitos y de las penas. Esa efectividad comulga con la intolerancia a violentar los bienes reseñado, erradicando la esclavitud, la tortura, el acceso carnal violento, los reclutamientos forzados de ocurrencia en zonas del conflicto, en sus territorios. La CP91 contempla en su artículo 246 las funciones jurisdiccionales de ámbito territorial y para no ser contrarias a la Constitución se expidieron las leyes y estatutos indígenas que rigen la relación de los pueblos originarios con y en el Estado colombiano.

De la exigibilidad de otras conductas a las insurgencias en los territorios indígenas

Aquí corresponde analizar un aspecto de carácter estructural del conflicto armado interno colombiano. El enfoque del espíritu normativo y consuetudinario del Derecho Internacional, abarca la concepción de un conflicto entre dos fuerzas armadas que se enfrentan dentro de un Estado-parte. Una fuerza armada corresponde a la legitima del Estado y la otra fuerza armada a la irregular de la fuerza combatiente y beligerante contra la existencia de ese Estado. Así opera, en ese escenario, la ley de los contrarios. Esto no admite discusión alguna al asimilado, por parte de las Fuerzas Armadas del Estado en sus tres ramas (ejército, armada, aviación) y la policía nacional. Se han encontrado en situaciones difíciles con comunidades campesinas, que, por la pluralidad étnica de los territorios en los Departamentos de Cauca, Valle, Nariño, se han calificado de asonadas. De otro lado, ha sido recurrente, podría afirmarse, durante el desarrollo de 60 años de conflicto armado interno en Colombia situaciones de enfrentamiento, entre diferentes fuerzas u organizaciones insurgentes y las comunidades indígenas. Registro anotaciones de más de 30 años en ese sentido. En la región de El Catatumbo, por ejemplo, guerrillas del antiguo EPL y del ELN se enfrentaron en torno al predominio territorial del pueblo Bari- Motilón. El ELN apoyó enclaves históricos de colonos con su presencia en la colonización de vastos territorios originarios y por su parte. el EPL apoyó a mandamases indígenas que ostentaban autoridad. Hoy, la situación es otra, con predominio de presencia del ELN y la connivencia insurgente con la autoridad Barí. Pero, desafortunadamente, el escenario factico en el sur occidente colombiano es de múltiples contradicciones, a nivel de insalvables, en el seno del pueblo. No es fácil abordarlo en la finalidad de contenido del presente artículo. No obstante, acudo a presupuestos incontrovertibles. Los pueblos originarios se han empoderado en torno a su territorio. Sus luchas encausaron en la defensa de su territorio e integraron en la participación activa, con personalidad, en el torrente del desempeño de la nacionalidad colombiana y con protagonismo de contradictor, para lo cual traigo a colación que el movimiento indígena colombiano llegó a crear la única guerrilla indígena latinoamericana que se tiene noticia, conocido como “Movimiento Armado Quintín Lame”. El Estatuto Indígena y la reglamentación del mandato constitucional de 1.991, materializó la jurisdicción indígena y con esas bases legales, organizaron su fuerza policial o de control social-comunitario propio: “La Guarda Indígena”. Por consiguiente, conjugaron presencia territorial y defensa comunal del territorio. De manera que en los tres departamentos de mayor afectación: Nariño, Cauca, Valle del Cauca, comenzaron a actuar tres fuerzas diferentes de control y choque: 1. Las Fuerzas Armadas del Estado (junto con su apéndice táctico del paramilitarismo).2. Las fuerzas guerrilleras insurgentes. 3. La Guardia Indígena, como organismo ancestral propio de resistencia, unidad y autonomía, dotadas con un bastón de mando. Funge como verdadera policía, encargada de mantener el orden público, la seguridad de sus comunidades. Con su lema “Guardia- Guardia, Fuerza-Fuerza” está sometida a las órdenes del Cabildo Indígena, que designa a sus autoridades Mayores y están supeditadas a las Asambleas Indígenas.

Del modus operandi de una fuerza beligerante

Propio de la fuerza insurgente es el control de territorio y el manejo político de la población que conforma las comunidades bajo su presencia y control. Su enemigo principal a enfrentar son las Fuerzas Armadas estatales de presencia en el territorio. Lo reconocido, nuevo o inédito, en el escenario de la prolongada confrontación armada de fuerzas beligerantes e insurgentes contra las fuerzas armadas del Estado, fue el surgimiento de una fuerza cívica, comunitaria, policial, paralela en el territorio de operaciones. De tal manera que si para las fuerzas de control monopólico del Estado colombiano no hay territorio vedado; de igual manera, aplica la misma concepción fáctica, para las fuerzas insurgentes en los territorios ancestrales indígenas y en eso consiste la realidad concreta del meollo en cuestión. Los pueblos originarios reivindican su autonomía y juridicidad. Con ello, se enfrentan, en la práctica, al ejercicio de presencia territorial de la insurgencia. Lo presento como una contradicción en el seno del pueblo. La fuerza indígena ha optado por la asimilación a un Estado que ya no la califica de “salvajes” y les da el estatuto de personalidad jurídica.

Recuento de los hechos

Todo apunta a explicar que el día 17 de marzo de 2.024 en zona rural de Toribio, Cauca, la Guardia Indígena impulsaba una movilización y tomaron como objetivo derribar varias vallas de publicidad del Comando Central de las FARC-EP, lo cual trajo la reacción de control de unidades guerrilleras, pretendiendo dispersar a los manifestantes, generándose un bochornoso enfrentamiento, que trajo como consecuencia la muerte de la dirigente indígena en grado de Mayora Carmelina Yure Pavi, por disparos de un insurgente. No hubo enfrentamiento con las fuerzas policiales del Estado, que permanecieron acuarteladas.

Reacciones

El gobierno del presidente G. Petro decidió suspender el cese al fuego pactado con el Estado Mayor Central de las Farc-Ep, dirigido por Néstor Gregorio Vera Fernández conocido como “Iván Mordisco” , con el argumento que se violó la tregua en El Cauca, aseveró el jefe de Estado y ordenó «la suspensión de las operaciones militares ofensivas y operativos policiales, así como de los actos contrarios a lo establecido en el Protocolo de Reglas y Compromisos acordado entre las partes en la Mesa de Diálogos de Paz». En consecuencia, ordenó la reanudación de actividades militares ofensivas y operaciones policiales a partir de las 00:00 horas del día 24 de marzo de 2.024, en contra de las estructuras del Estado Mayor Central de las Farc -Ep, presentes en los departamentos de Nariño, Cauca y Valle del cauca. Señalan voceros del gobierno » que esto no significa que se vaya a suspender la negociación de paz, pero sí se podrían evaluar algunas condiciones”.

A nuestro modo de ver se rompió totalmente la tregua de manera unipersonal por la parte gubernamental. El rompimiento al cese al fuego y reanudación de actividades policiales no se puede concretar- en la práctica- a tres departamentos. Se espera un pronunciamiento de la parte insurgente respecto a la continuación de la mesa de conversaciones. El comandante de las Fuerzas Militares, general Helder Fernán Giraldo Bonilla, colocó a todas las fuerzas en estado de alerta y suspendió permisos para semana santa. Un duro revés para el proceso de terminación del conflicto armado con ese sector insurgente y aplausos por parte de la corriente hegemónica oligárquica contrainsurgente, en ejercicio de poder en el Narco-Estado colombiano.

Sergio Rojas Ortiz fue un árbol que dejó muchas semillas

Sergio nos enseñó a defender nuestra propia existencia y a vivir con dignidad

Hace 5 años, el 18 de marzo de 2019, Sergio Rojas Ortiz, del clan Uniwak fue asesinado y la impunidad de su crimen reafirma que las personas indígenas seguimos valiendo menos para el Estado costarricense.  Antes había sufrido otras agresiones como ser encarcelado por 7 meses sin una acusación formal, y también el 11 de agosto del 2012 fue declarado “non grato” por la Municipalidad de Buenos Aires, en un acto de racismo inconcebible y vergonzoso (Acta ordinaria 31-2012, artículo 5).  Hace 4 años fue el asesinato de Jehry Rivera Rivera, y a pesar de que hay un responsable confeso, tampoco se ha hecho justicia.

Queremos que el Estado costarricense sepa que Sergio Rojas Ortiz fue un árbol que dejó muchas semillas.  Que si no hubiera sido por él no estaríamos viviendo en nuestras propias tierras recuperadas.  De Sergio, que fue fundador y coordinador del Frente nacional de pueblos indígenas, FRENAPI, aprendimos que para poder existir como Pueblos originarios, con derechos y sin miedo, es posible que también nos cueste la vida.  Seguiremos lamentando su muerte, pero a la vez seguiremos aprendiendo y nutriéndonos de su valor ilimitado.  Sergio nos enseñó que el Estado no iba a resolver a favor nuestro y fue así que reconocimos que éramos personas expulsadas de nuestra propia Tierra.  Aprendimos de él que debíamos terminar con nuestra condición de peones y casi esclavos en nuestra propia Tierra.   

Sergio nunca tuvo miedo.  Sabía y decía que lo podían matar.  Caminó solo y acompañado por los territorios.  Se enfrentó sólo y acompañado, dentro y fuera de los territorios, a personas y grupos agresores, a la policía, a jueces, abogados y matones.  Incluso dijo que los juicios y procesos que nos hacían por defender nuestro derecho a la Tierra debían realizarse en nuestro propio territorio y no en los juzgados donde aumentaban las amenazas, las agresiones y la vulnerabilidad de la gente indígena.  A Sergio lo atacaron incluso porque supo aprovechar estructuras del Estado como las Asociaciones de desarrollo integral, en favor de los derechos de los Pueblos originarios.  Lo odiaron también por ser profundamente paciente, conocedor e inteligente.

En Salitre fuimos las mujeres impulsadas por Sergio quienes asumimos las recuperaciones y retomamos nuestro papel cultural como portadoras y transmisoras de los clanes y troncos familiares.  Cuando estábamos con miedo, perseguidas, con nuestros niños y niñas en la montaña, huyendo por muchos días, noches y semanas, le pedimos consejo para mantener nuestras recuperaciones y recibimos también su cariño, su solidaridad y acompañamiento.  En medio de las recuperaciones fortalecimos nuestras propias “estructuras comunitarias tradicionales”, como los Consejos de Mayores y Mayoras y los Tribunales de derecho propio, reconocidas por los Relatores Especiales sobre los derechos de los pueblos indígenas de las Naciones Unidas.  

A Sergio lo recordaremos por siempre como defensor incansable de los Pueblos originarios hasta su último respiro.  Él es el símbolo más elevado de nuestra historia actual y es un honor que las Universidades públicas declararan el 2024 año de las “UNIVERSIDADES PÚBLICAS CON LOS PUEBLOS ORIGINARIOS” señalando que “se reconocen las luchas históricas que los Pueblos Indígenas han desarrollado en pro de exigir el cumplimiento de la legislación y la posibilidad de ejercer sus derechos plenamente. En este sentido, se reitera que el derecho a la tierra implica un vínculo fundamental para los Pueblos Indígenas, tal como lo establece el artículo 13 del Convenio Número 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales”.

Sergio no sólo dio su vida por nuestro derecho a la Tierra.  Propuso ideas para que desde el sistema educativo se incluyera la cultura originaria en los procesos de aprendizaje.  Fue él quien abrió el camino para que personas indígenas estudiaran medicina en Cuba, algunas de las cuales trabajan hoy en sus propios territorios de origen.  Esta es una hazaña que muy pronto esperamos pueda replicarse en muchas otras carreras acá en Costa Rica, gracias a los esfuerzos que estamos realizando en conjunto los Pueblos originarios y el CONARE por medio del proyecto “Pueblos Originarios y Universidades Públicas” (POUP) y la Declaratoria 2024 como año de las “UNIVERSIDADES PÚBLICAS CON LOS PUEBLOS ORIGINARIOS”, que entre otros retos incluye “incentivar la formación de profesionales indígenas según las necesidades de los propios pueblos”.  De hecho, ya se han creado nuevas alternativas de incorporación de más personas indígenas a la educación superior pública.

Hoy, en el quinto aniversario de la muerte de Sergio, en la sede del Consejo Brorän en Térraba, personas de los Pueblos originarios Cabécar/China Kichá, Bribri/Salitre, Brorän-Térraba y Yäbamï dí Kátà/Cabagra, estamos estudiando para seguir los pasos de Sergio Rojas Ortiz.  Preparándonos para conocer y poner en práctica las leyes nacionales y convenios internacionales que incluyen nuestros derechos pero que son ignorados.  El homenaje más grande que le hacemos a Sergio es reafirmarlo en las luchas por nuestra Tierra y cultura.  Mantenerlo en la recuperación de nuestra espiritualidad para compartirla con nuestros hijos e hijas de las nuevas generaciones de indígenas. 

A Sergio lo asesinaron hace 5 años pero quienes pensaron que matándolo iban a desaparecer y borrar su lucha, ahora pueden ver que sus semillas están germinando en las tierras cultivadas, en los bosques regenerados, en los animales silvestres que han regresado, en la dignidad recuperada, en la cultura propia fortalecida, en los niños y niñas que han nacido dentro de las recuperaciones, y en las personas indígenas de todas las edades que están rehaciendo su vida gracias a que ahora viven en su propia Tierra.   Sergio también revive en cada encuentro entre Pueblos originarios que sin quererlo fuimos separados.

Sergio Rojas Ortiz nos enseñó a defender nuestra propia existencia y a vivir con dignidad.  Nos enseñó que pueden sacarnos de nuestras tierras, que pueden volver a quemarlas, que pueden seguir agrediéndonos, que pueden borrar nuestros nombres, que pueden enjuiciarnos y meternos a la cárcel, pero que todo ese odio no podrá acabar con nuestro espíritu de lucha.

Térraba, 16 de marzo de 2024, sede del Consejo Brorän.

Grupo de estudio de Pueblos originarios Cabécar/China Kichá, Bribri/Salitre, Brorän-Térraba y Yäbamï dí Kátà/Cabagra, del proyecto “Pueblos Originarios y Universidades Públicas” (POUP).

Alejandro Figueroa F

Alexander Morales Jimenes

Antonio Badilla Villanueva

Arley Mayorga Morales

Arlyn Mayorga V

Atenea Garro Cortes

Brandon Marín Figueroa

César Días Reyes

Christian Fabian Venegas Lezcano

Danny Nájera Días

Doris Ríos Ríos

Fabricio Ortiz Zúñiga

Francis Ortiz Rojas

Geiner Alberto C.F.

Geisel Figueroa Morales

Héctor Vargas Figueroa

Isabel Brenes Nájera

Iver Figueroa Morales

Jorge Sivas Vega

José Gabriel Esquivel Ortiz

Jose Villanueva Ortiz

Josué Fernández Zúñiga

Keik Mateo Ortiz Calderón

Kristel Figueroa Calderón

Leonardo Vargas Figueroa

Lesner Figueroa Lázaro

Luz de Angel Sosa Villanueva

Manfred Acuña Villanueva

María Navas Obando

Mariela Cordero Villanueva

Marifran Fernández Zúñiga

Marjorie Navas Obando.

Mildre Fernández Zúñiga

Nacira Segura Rivera

Nancy Jazmín Badilla Villanueva

Nicoles Cortés López

Pablo Sivas Sivas

Roxana Figueroa Calderón

Ruth Ortiz Figueroa

Samira Carranza Vigil

Saray Delgado F.

Sharon Solano Rivera

Sofía Carranza Vigil

Sonia Nájera Días

Valerit Amanda Hernández Ríos

Víctor Julio Días Díaz

Virginia Lezcano Ortiz

Wesly Cisneros Quiel

William Hernández Gonzales

Foto: Francisco Javier Mojica-Mendieta.

Logos: POUP y Declaratoria CONARE 2024.