Ir al contenido principal

Etiqueta: UCR

¿Qué pasará con el Galardón Ambiental UCR en el 2023?

Mediante el Galardón Ambiental la UCR fomenta la armonía en la relación del ser humano con la naturaleza.

Gestión ambiental

Un año para consolidar las buenas prácticas y fortalecer la cultura ambiental en la institución

El Programa de Galardón Ambiental UCR se encontrará durante el 2023 en un proceso de reestructuración, con el objetivo de alinear sus contenidos a lo establecido por el DE-36499 “Reglamento para la Elaboración de Programas de Gestión Ambiental Institucional en el Sector Público de Costa Rica” (PGAI).

La Unidad de Gestión Ambiental (UGA) dio a conocer los detalles del proceso 2023 a la comunidad universitaria, mediante una sesión virtual que se realizó el miércoles 01 de marzo, titulada “¿Qué pasará con Galardón Ambiental UCR en el 2023?».

Allí informaron que este año no estará vigente la metodología de las ediciones anteriores:  inscripción, cumplimiento de criterios, seguimiento de las unidades por parte de los gestores de la UGA, elaboración de informe, evaluación y premiación. Pero sí se seguirán promoviendo las buenas prácticas ambientales. 

Este programa ha promovido en la comunidad universitaria, durante sus 6 ediciones anteriores, la implementación de buenas prácticas con el fin de fortalecer la cultura ambiental en la Universidad de Costa Rica, y el 2023 no será la excepción.

Buenas prácticas

Este año el proceso será más simple y busca darle sostenibilidad a las buenas prácticas que ya las unidades han integrado en sus espacios de estudio y trabajo. Para ello, la UGA elaboró una herramienta simplificada de verificación de cumplimiento de acciones ambientales que las personas funcionarias y estudiantes podrán aplicar en sus unidades.

Un cambio importante es que no se deberá entregar un informe final, solamente deben incluir el grado de avance en la herramienta y recopilar evidencias. Para ello, se recomienda evidenciar las buenas prácticas de manera correcta mediante fotografías de acciones concretas (no de objetos) y documentos como ordenes de compra.

La UGA aclaró que no evaluará a todas las unidades pero si promoverá la ejecución y el mantenimiento de buenas prácticas ambientales, las cuales se verificarán mediante visitas aleatorias. Estas visitas tienen como fin obtener evidencias del desempeño ambiental en aspectos básicos como gestión de residuos sólidos, consumo de agua y energía eléctrica, entre otros.

Las buenas prácticas ambientales incluyen el uso racional del agua, en todas las actividades que se realizan en la Universidad, desde el lavado de manos o el riego del césped hasta el lavado de la cristalería de los laboratorios.

Cultura ambiental

El Galardón Ambiental busca fortalecer la cultura ambiental en la institución, por lo que también se invita a la comunidad universitaria a seguir participando de las capacitaciones y actividades de sensibilización que organiza la UGA a lo largo del año, que incluyen, capacitaciones facilitadas por la Dirección de Gestión de Calidad Ambiental (DIGECA) del MINAE.

Especialmente, se les invita a organizarse desde ya para realizar actividades durante la Semana Ambiental que se celebra en el mes de junio. Así como aplicar la innovación y la creatividad para plantear soluciones a los retos ambientales que se presentan en cada lugar de estudio y trabajo.

Durante este año, también se recopilará, a través de una encuesta, las necesidades de contenedores para la separación de residuos con el fin de adquirirlos por medio de la Oficina de Suministros y proporcionar los contenedores adecuados para cada tipo de residuo. Así mismo, continúa el programa de composteras para la gestión de residuos orgánicos.

Ruta hacia los PGAI

Para el 2024 se realizará la sétima edición de Galardón Ambiental UCR, ahora sí, alineada con los contenidos del “Reglamento para la Elaboración de Programas de Gestión Ambiental Institucional en el Sector Público de Costa Rica” (PGAI). Por lo tanto, las buenas prácticas y evidencias que se recopilen en cada unidad sumarán para el cumplimiento de los objetivos del PGAI de su respectiva sede o recinto.

De acuerdo a este reglamento, la Universidad deberá contar con un PGAI por cada espacio físico, por ejemplo, uno para cada sede o recinto, fincas y estaciones experimentales. En el 2022, el Recinto de Grecia de la Sede de Occidente, los Recintos de Turrialba y de Guápiles de la Sede del Atlántico, la Sede del Caribe, la Sede del Pacífico y la Sede del sur lograron desarrollar e implementar un Programa de Gestión Ambiental Institucional (PGAI). 

La inscripción para la sétima edición de Galardón Ambiental UCR se estará comunicando oportunamente, informó la Unidad de Gestión Ambiental (UGA).

Contacto:

Las gestoras Unidad de Gestión Ambiental continuarán dando acompañamiento y resolviendo dudas a quienes lo requieran mediante el correo electrónico galardonambiental.uga@ucr.ac.cr y llamadas telefónicas al 2511-1519.

 

Katzy O`neal Coto
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

El CIAN de la UCR comparte observaciones en conmemoración del día de la mujer

Ayer, 8 de marzo, se conmemoró el Día Internacional de la Mujer y el Proyecto de Acción Social de la Universidad de Costa Rica, desarrollado desde el Centro de Investigaciones Antropológicas (CIAN) expresan la necesidad de converger en las luchas contra las diversas opresiones y desigualdades, por lo que aunado a un video que se puede encontrar en su página de Instagram comparten las siguientes preguntas: 

  • Cuando veo algo RACISTA, pregunto: ¿Dónde está el PATRIARCADO en esto?
  • Cuando veo algo SEXISTA, pregunto: ¿Dónde está el CLASISMO en esto?
  • Cuando veo una DESIGUALDAD DE CLASE, pregunto: ¿Dónde está la XENOFOBIA en esto?

Para ver la información completa puede acceder al siguiente enlace: https://www.instagram.com/p/CpikXfFO3bR/?igshid=MDJmNzVkMjY=

 

Imagen ilustrativa.

La UCR solo tomará en cuenta las calificaciones del penúltimo año de colegio para el proceso de admisión 2023-2024

Este plan piloto de la Vicerrectoría de Vida Estudiantil cumple con la disposiciones del artículo 1 y artículo 23 del Reglamento del Proceso de Admisión mediante Prueba de Aptitud Académica de la Universidad de Costa Rica (foto: Laura Rodríguez).

El cambio responde a limitaciones para obtener a tiempo las calificaciones de la población estudiantil que se encuentra en el último año de educación diversificada

Con el objetivo de promover la equidad en el ingreso a la educación superior, la Vicerrectoría de Vida Estudiantil (ViVE) de la Universidad de Costa Rica realizará ajustes en el proceso de ingreso a la institución 2023-2024, específicamente en las calificaciones que tomará en cuenta para el cálculo del promedio de admisión, a través de un plan piloto y una ruta de análisis.

En la Universidad de Costa Rica (UCR), el promedio de admisión de las personas aspirantes a ingreso se obtiene por medio de la suma del resultado obtenido en la Prueba de Aptitud Académica (PAA: 50%), conocida popularmente como examen de admisión, y del promedio de las calificaciones (nota de presentación: 50%) reportadas por la institución de enseñanza secundaria y el Ministerio de Educación Pública (MEP).

La Dra. María José Cascante Matamoros, Vicerrectora de Vida Estudiantil de la UCR explicó que, este año la UCR, a través de un plan piloto considerará únicamente las calificaciones del penúltimo año de estudios de la educación diversificada para calcular el promedio de presentación.

“Anteriormente, la nota de presentación, la cual equivale al 50% de la nota de admisión, estaba conformada por calificaciones de los dos últimos años de colegio; sin embargo, este año, la UCR solo tomará en cuenta las calificaciones del penúltimo año de estudios de la educación diversificada, es decir, décimo año para los colegios académicos y undécimo año para colegios vocacionales” dijo Cascante.

La decisión se toma debido a que en los últimos años la Universidad de Costa Rica ha enfrentado limitaciones para obtener a tiempo las calificaciones de la población estudiantil que se encuentra en el último año de educación diversificada (décimo año y primer semestre de undécimo año) en los colegios con modalidad académica, así como undécimo año y primer semestre de duodécimo año de aquella población en modalidad vocacional.

La vicerrectora añadió este cambio tiene como objetivo principal el establecer un mecanismo para garantizar la obtención de los insumos necesarios para ejecutar con éxito el proceso de admisión, de acuerdo con lo dispuesto en el calendario institucional, y dando siempre prioridad a los principios de equidad y justicia social. Además, aseguró que se tomará una decisión a largo plazo, luego de un año de pilotaje y estudios internos.

“Nuestra misión es siempre buscar el beneficio de las personas estudiantes, por lo que siendo conscientes de que, por razones ajenas a la universidad, hemos enfrentado algunas limitaciones para obtener a tiempo las calificaciones de la población estudiantil que se encuentra en el último año de educación diversificada, es que hemos optado por hacer este cambio, con el fin principal de garantizarle a toda la población aspirante, un mejor modelo de admisión” expresó Cascante.

Los resultados de este plan piloto serán analizados y evaluados por diferentes instancias universitarias como la ViVE y el Instituto de Investigaciones Psicológicas, con el fin de plantear una ruta a largo plazo, en relación con el cálculo del promedio de admisión, que permita dar continuidad a los principios de equidad en el acceso a la educación superior pública.

Para más información sobre este plan piloto puede leer la Circular ViVE-6-2023, en la cual se brindan detalles sobre las calificaciones que serán tomadas en cuenta por la UCR para la nota de presentación, para cada una de las poblaciones estudiantiles aspirantes a ingreso.

 

Tatiana Carmona Rizo
Periodista Oficina de Divulgación e Información, UCR

UCR: Mujeres lideran un 63% la participación en ferias científicas

La existencia de referentes de mujeres en la ciencia es una inspiración para las niñas y las jóvenes que desean estudiar carreras relacionadas con la ciencia, la tecnología y las ingenierías. Foto: Archivo ODI, UCR.

En el Día de la Niña y la Mujer en la Ciencia

La Feria Nacional de Ciencia y Tecnología es un espacio colegial y escolar organizado cada año por la Facultad de Educación de la UCR y en colaboración con las cuatro universidades públicas y dos ministerios

En Costa Rica se sigue manteniendo una brecha de género con respecto a la participación de la mujer en la ciencia. Mientras que los hombres tienen una participación del 55 % de los espacios en investigación y ciencia, las mujeres alcanzan un 45 %. Así lo demuestran los datos del Informe 2020-2021: Indicadores nacionales de ciencia, tecnología e innovación, elaborado por el Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt).

Una forma en la que la Universidad de Costa Rica (UCR) contribuye a disminuir este desbalance es por medio del proyecto ED-112 Feria Nacional de Ciencia y Tecnología, inscrito en la Vicerrectoría de Acción Social, el cual tiene 35 años de promover el método científico y el acercamiento a las ciencias en todas las escuelas y colegios del territorio nacional.

El programa consiste en una serie de ferias en donde las y los estudiantes investigan y exponen un proyecto científico, usualmente centrado en un problema de la comunidad y el contexto donde viven. La actividad se desarrolla en conjunto con cuatro universidades públicas, el Micitt y el Ministerio de Educación Pública (MEP). Los datos en las Ferias Nacionales de Ciencia y Tecnología reflejan una importante participación femenina: 63,18 % mujeres y 36,82 % hombres en el 2019; 57,53 % mujeres y 42,47 % hombres en el 2021, y 59,08 % mujeres y 40,92 % hombres en el 2022.

Las personas estudiantes son orientadas y acompañadas por docentes de las escuelas y colegios y los proyectos van siendo seleccionados y avanzando en etapas (local, circuital y nacional). “La competencia en realidad es una excusa, lo importante es el aprendizaje y la experiencia” declaró el coordinador del proyecto Jeudy Cambronero Mora.

Para el 2022 se registraron 180 proyectos, participaron más de 600 personas entre estudiantes, docentes y jueces y hubo proyectos de toda Costa Rica incluidas zonas indígenas, rurales, costas y fronteras.

“Vemos como la participación de las jóvenes y niñas es mayor conforme se avanza en las etapas de la feria lo que nos hace pensar que su participación no solo es mayor, sino que sus proyectos aumentan en calidad” concluyó Cambronero.

Experiencias que cambian la vida

Estas ferias ayudan a orientar la escogencia profesional de las estudiantes como es el caso de Heilyn Calvo Vargas, quien luego de participar en varias ferias científicas en secundaria escogió como carrera la Ingeniería Agrónoma en la Universidad Earth. Calvo estudió en el Colegio Técnico Agropecuario de Acosta y sus proyectos de participación en las ferias desde el 2016 al 2018 se centraron en el desarrollo de un protocolo de multiplicación in vitro de variedades de café.

“Las ferias me ayudaron a descubrir que tengo una personalidad muy metódica, habilidades en la estructura y organización, y por otro lado las capacitaciones me ayudaron mucho también en la parte de oratoria para hablar con el público”, indicó la ingeniera.

Lo que falta

Actualmente la matrícula de mujeres en carreras del área científica y tecnológica en la UCR se incrementa en un 48 % pero aún falta camino para que estos datos reflejen en una distribución de género equitativa de profesionales graduados en el área STEAM.

A la luz de la experiencia como estudiante y luego profesional Heilyn analiza que para que más mujeres acepten el reto de estudiar carreras científicas es necesario contar con más ejemplos, modelos a seguir de otras mujeres que han tenido éxito en estos campos de estudio, mucho acompañamiento de parte de profesores y profesoras y finalmente contar con acceso a recursos como instalaciones adecuadas, laboratorios, equipos, y artículos básicos.

La ingeniera destacó el sacrificio que significa trasladarse a recibir las diferentes capacitaciones en materia de tiempo, transporte y alimentación. “He tenido que pelearme en el colegio para que me dieran un cartón de presentación (…) Recuerdo que para una feria internacional viajamos a recibir una capacitación y nos comimos un almuerzo empacado desde la casa en un parque”, finalizó.

Finalmente, Cambronero señala que además de difundir la ciencia y la tecnología, este programa ayuda a desmitificar las ideas socialmente construidas de que la ciencia y tecnología son para un género u otro.

Las Ferias de Ciencia y Tecnología se desarrollan en escuelas de todo el país en todas las modalidades del sistema educativo costarricense. Foto: Laura Rodríguez, UCR.

 

Esteban Umaña
Comunicación, Unidad de Acción Social UCR

Preventa de frijoles upaleños

El Programa de Economía Social Solidaria (PROESS), el TCU 488: “Iniciativas Comunitarias para el Desarrollo Rural” y el TCU 607: “Comer Orgánico” se encuentran apoyando en la organización de la Feria del Frijol, que se realizará en el cantón de Upala de Alajuela el sábado 18 de marzo de 2023. 

Como parte del apoyo a los productores y productoras de frijol de la zona, se estarán entregando frijoles Upaleños frente a la biblioteca Carlos Monge de la Universidad de Costa Rica en San Pedro de Montes de Oca el 20 de marzo de 2023. 

Si usted está interesado en adquirir estos frijoles upaleños y apoyar a los y las productores lo puede hacer agendando su pedido mediante el siguiente formulario: https://forms.gle/j7pE2VHYW2HjcTHCA

Los estudiantes del TCU 488 se estarán comunicando con las personas vía telefónica para coordinar el método de pago. 

Compre al productor de frijol orgánico de Upala.

 

Imagen ilustrativa.

8M: Todas las mujeres todos los derechos

La Universidad de Costa Rica invita a toda la comunidad universitaria a sumarse a la marcha nacional 8M: Día Internacional de las Mujeres, a partir de las 5:00 p.m. en el Parque Central.

Habrá una proyección del documental “Patriarcado, el organismo nocivo”, en el Auditorio del Cimar a la 1:30 p.m. Se va a brindar transporte para asistir a la marcha. 

Se sale a la marcha a las 4:00 p.m. del Auditorio del Cimar.

Si desea conocer sobre otras actividades que se estarán realizando lo puede hacer al siguiente link: https://www.ucr.ac.cr/medios/documentos/2023/64010eca17b02agenda-general-8m.pdf, el contacto es: 8461-9994 / equidaddegenero.rectoria@ucr.ac.cr. Los responsables son el Equipo de Género de la Rectoría. 

“La UCR reitera su compromiso con la construcción de una universidad segura e igualitaria”, la UCR seguirá luchando de forma vehemente para impulsar transformaciones y mantener una voz activa en el debate político nacional”. 

UCR: La Escuela de Artes Musicales le da una nueva voz al mural »La música en los pueblos indígenas costarricenses»

El mural “La música en los pueblos indígenas costarricenses” se encuentra en la entrada principal del edificio de la Escuela de Artes Musicales. Foto: Anel Kenjekeeva, UCR.

Se realizó y se diseñó un producto de mediación educativa audiovisual para explicar la importancia de la obra

Quiénes ingresan al edificio A de la Escuela de Artes Musicales (EAM) de la Universidad de Costa Rica, son recibidos por un mural que representa la importancia de la música en los pueblos indígenas del país. 

Han pasado ya 37 años desde su creación y el paso del tiempo, así como la rutina han desgastado esta obra de arte. 

Como parte de la celebración del 30 aniversario del Archivo Histórico Musical (AHM), el MM. Ernesto Rodríguez Montero, director de la EAM, y la Dra. Susan Campos Fonseca, coordinadora del AHM, decidieron darle nueva vida al mural titulado “La música en los pueblos indígenas costarricenses”. 

No se trata solo de restaurarlo y devolverle su colorido y personalidad original, si no de facilitarle a las personas ahondar en su historia, personajes y cosmovisión. 

Para lograr este objetivo, se realizó y se diseñó un producto de mediación educativa audiovisual, en la que el Dr. Jorge Luis Acevedo Vargas, ex director de la EAM e impulsor del mural, explica detalladamente el origen y las características de la obra. 

Acevedo manifestó que espera que ahora haya una nueva generación que valore la importancia de las obras, sus enseñanzas y reconozcan la importancia de las culturas indígenas.

Ernesto Rodríguez señaló que los murales forman parte de la cara y del quehacer diario de la EAM, sin embargo, están ahí pero no existe información disponible para que las personas conozcan más a fonde sobre éstos.  

El proyecto pretende saldar una deuda histórica, recuperando la memoria e identidad de la Escuela y reconociendo el trabajo de Jorge Luis Acevedo, que quedó plasmado en el mural. 

Por su parte, Susan Campos, destacó que la existencia del mural es un acto transgresor y decolonizador, el cual representa la resiliencia de las culturas indígenas de Costa Rica. 

Los videos explicativos se pueden acceder en el siguiente enlace.

Conocé el mural

Según explicó Acevedo, el mural lo pintó el artista Ronald Mills de Pinyas, quien en 1986 se encontraba en el país, becado por el Programa de Becas Fulbright, e impartía un taller de grabado en metal y litografía en la Escuela de Artes Plásticas.  

También en ese momento, Acevedo estaba presentando su trilogía de cantatas escénicas de temática indígena, producto de investigaciones etnomusicales que realizó con la colaboración de María Eugenia Bozzolli. 

El interés de Mills y Acevedo en este tema los unió para llevar a cabo el proyecto. Un mural que fuera testimonio de la importancia que ha tenido la música dentro de las poblaciones indígenas del país y romper de algún modo con el modelo europeo y anglosajón que imperaba en ese momento dentro de la academia. 

Las investigaciones preliminares de Ronald Mills y las cantatas escénicas de Acevedo, sirvieron de referencia para elaborar el boceto definitivo, que una vez revisado y consensualizado empezó de inmediato a pintar el mural para concluirlo al cabo de tres meses de intensa labor. 

“Es un mural con mucho colorido, movimiento, luminosidad y transparencia. Profuso en simbolismos, sitios sagrados, personajes míticos e históricos. Se compone de seis secciones siempre dentro del contexto de una cosmovisión animista propia de las culturas indígenas de Costa Rica”, rescató Acevedo. 

La reinauguración del mural y la innovadora mediación educativa se realizará el 29 de marzo, a las 10:00 a.m. en la Sala Cullell, y también habrá un concierto con obras de Jorge Luis Acevedo Vargas y Marvin Camacho Villegas.

 

Andrea Marín Castro
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

Retos de las universidades públicas

Alberto Salom Echeverría

Introducción.

Costa Rica cuenta hoy con cinco universidades públicas. Tres de ellas, la Universidad de Costa Rica (UCR), la Universidad Nacional (UNA) y la Universidad Estatal a Distancia (UNED), se conformaron como universidades humanistas, caracterizadas por poseer un currículo heterogéneo, bastante amplio; sin dejar por eso de contar con escuelas tecnológicamente orientadas. Las otras dos instituciones de educación superior son el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) y más recientemente la Universidad Técnica Nacional (UTN), ambas poseen una orientación más tecnológica, pero al contrario de las otras tres, también poseen escuelas que imparten conocimientos y saberes en las áreas de las ciencias sociales y las letras.

Hoy, sobre todo desde afuera del ámbito de las universidades, se impulsa una corriente orientada a crear una bifurcación entre el área de las ciencias sociales, las letras y las artes, que la entienden enfrentada al área de disciplinas tecnológicas. En el presente ensayo, busco explorar el origen de esta corriente y su basamento ideológico, a partir del cual se busca descarrilar el actual curso de desarrollo de las instituciones de educación superior, para intentar reorientarlas hacia un ámbito tecnológicamente orientado, acorde con ciertas concepciones del desarrollo que prevalecen en las élites económicas y sociales dominantes de hoy. Estas corrientes no radican exclusivamente en Costa Rica, sino que más bien son oriundas del mundo de los países de capitalismo desarrollado y desde allí, su orientación se exporta al resto del mundo. Aunque no será el único tema que trate, dada la trascendencia que le atribuyo, es un eje de la problemática universitaria de nuestros días.

Algunos de los aportes Fundamentales de las U. Públicas a la sociedad:

Lo que en adelante escribiré no tiene necesariamente un orden de prioridades.

*Las Universidades Públicas (UP) han aportado a la sociedad costarricense una enorme cantidad de profesionales de ambos sexos. Cada quinquenio la población graduada de las UP ha ido en aumento: El último dato del que tuvimos registro es la comparación entre los profesionales graduados en 2017 con respecto a los del 2021. Mientras en el primer caso se reportó una cifra de 16.447 estudiantes, en el 2021 los graduados ya fueron 21.150 jóvenes. Hubo un aumento significativo, a pesar de la pandemia del COVID-19 que azotó al país, el cual fue de un 28.59%. La sociedad debe tomar nota que hay una enorme cantidad de estudiantes que no llegan al nivel de bachillerato, de modo que, si esta situación mejorara, es bien probable que aumente aún más el porcentaje de los estudiantes que ingresan a las universidades públicas y en consecuencia aumentará en proporción el número de las personas que se graduarán como profesionales.

*Veamos algunos datos. El número de los estudiantes que se matricularon en estas instituciones en los críticos años 2019, 2020 y 2021 siempre fue en aumento; en el 2019 se reportó una matrícula de 111. 595 personas; creció en el 2020 a 111.803 jóvenes estudiantes a pesar de la pandemia y luego a 125.141 en el 2021. En los años que transcurrieron entre el 2017 y el 2022, la matrícula aumentó un 15, 73% (Cfr. https://semanariouniversidad.com 20 de julio del 2022.)

*Por otra parte, mientras que en el 2017 se graduaron de las universidades públicas 16.447 estudiantes, cuatro años después ese número creció a 21.150 egresados, lo que representa un aumento del 28.59%.

*Costa Rica muestra cifras muy robustas entre las naciones de América Latina en cuanto al porcentaje de becarios de la educación superior pública. En el 2020, se registró un porcentaje mayor del 50% de beneficiarios de los programas públicos de becas. Fue el país que más brilló entre los latinoamericanos en los programas de ayudas económicas o becas; es decir, sin contar los programas de créditos porque corresponde a una acepción diferente. El porcentaje de estudiantes cubiertos por una beca aumentó entre el 2017 y el 2021 en un 28,72%. En el 2021 la cifra absoluta ascendió a 69.628 estudiantes. Al tomar en cuenta exclusivamente la población rural que asistió a la educación superior se mostró que el 78% de estos estudiantes obtuvo algún tipo de beca, muy por encima del porcentaje de becarios en la zona urbana del país en el mismo año académico. En conexión con el dato anterior, es relevante el hecho de que el 68% de los estudiantes de las instituciones de educación superior públicas, fueron los primeros alumnos de sus respectivas familias que accedieron a un centro de educación superior. He ahí un mérito de la Universidad.

*De acuerdo con información del Consejo Nacional de Rectores, en el año 2021 del total de estudiantes matriculados en las universidades públicas, 94.443 estaban registrados en la GAM, y 47.125 en sedes regionales. Debe tenerse presente que del total de estudiantes que asisten a un centro ubicado en una zona urbana, hay un porcentaje importante que provienen de las zonas rurales lejanas o de las semirrurales, por la sencilla razón de que, la mayoría de las carreras o programas de estudio únicamente se ofrecen en las sedes de la GAM. También ocurre que, a partir de determinado nivel de educación, los estudiantes de zonas rurales deben migrar a las sedes de la GAM, para darle continuidad a su programa de estudios. Es relevante no obstante que, en el 2022 se puso en evidencia que más del 82% de los estudiantes de primer ingreso provenían de colegios públicos. Esto quiere decir que se ha ido avanzando significativamente en el proceso de democratización del acceso de las personas estudiantes de origen más humilde a las universidades estatales. Datos del 2022, mostraron un aumento relevante en el acceso a las universidades de jóvenes provenientes de hogares más pobres.

*Esa misma confiable fuente del CONARE revela que la cantidad de diplomas otorgados por las universidades estatales ha venido incrementándose de manera significativa. El total de diplomas dados por estas instituciones en el 2014 fue de 14.990, frente a 21.303 en el año académico 2021. Un total de 13.834 de esos diplomas se concedieron en la GAM, frente a 7.456 que se otorgaron fuera de la GAM. (Cfr. División de Planificación Interuniversitaria. CONARE)

*La oferta académica ha crecido y se ha diversificado mucho. La oferta de carreras según datos del 2022 por las UP fue de 742 carreras. En las regiones periféricas se ofrecieron 137 carreras, lo que representa un aumento importante respecto de los años anteriores, aunque persiste todavía un rezago con respecto a las carreras impartidas en las sedes de la GAM, lo que constituye un gran desafío. Además, con frecuencia se desconoce que las universidades públicas realizan más de 2.200 proyectos de investigación (I + D. Investigación y Desarrollo) que inciden en una mejora de la calidad de vida de la población costarricense. Por añadidura, estas instituciones llevan a cabo más de 1250 proyectos de extensión y acción social, que tienen gran impacto en las comunidades donde se ejecutan; para ello se invirtió aproximadamente la suma de 23.000 millones de colones anuales.

¿Quiénes adversan a las universidades públicas?

Las universidades públicas en Costa Rica continúan siendo las instituciones públicas con más prestigio entre la población costarricense, a pesar de una obstinada campaña en contra de ellas por parte de enemigos ideológicos de ellas de viejo y nuevo cuño.

Los principales adversarios de las universidades públicas son ideólogos de un capitalismo voraz que considera que el rubro que debe presupuestar el Estado costarricense en su sostenimiento es exageradamente alto y caro. El capitalismo voraz (también calificado de “salvaje” por el papa Juan Pablo segundo), requiere imperiosamente de las políticas de desregulación de la economía, a fin de aumentar la tasa de ganancia en sus negocios. Esto significa empequeñecer el estado sin importar si hay duplicidades o no entre las instituciones, y obviando qué es lo que instituciones como las universidades públicas le aportan a la sociedad costarricense. La tesis de adelgazar el estado sin una evaluación exhaustiva previa del valor de las instituciones solamente abona el terreno para afectar la calidad de vida de la población más vulnerable en Costa Rica. No soy un defensor ad-perpetuam de cualquier institución pública, aunque sea ineficiente, ni creo que las universidades carezcan de errores. Los tienen y quienes las apoyamos debemos ser exigentes frente a los yerros en que ellas incurren. Pero otra cosa, es la creencia, meramente ideológica de quienes quieren desmantelar las universidades públicas, sin poner el menor empeño en conocer primero sus aportes invaluables a la sociedad.

Entre las personas que abogan por limitar las universidades públicas a un minimum minimorum, destacan también algunos (por fortuna no todos), empresarios de universidades privadas, que incluso, algunos de ellos, hasta tienen la desfachatez de pretender que del presupuesto público destinado a la educación superior, un rubro debería costear los negocios privados en educación superior. Por fortuna, en Costa Rica hay empresarios de la educación, cuya inversión en el negocio no se destina únicamente a obtener la más alta rentabilidad, sino que han apostado también a la calidad, como lo demuestra el reciente ranking realizado por la empresa británica “Quacquarelli Symonds (QS)”, con respecto a la Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología (ULACIT), la que destaca entre las instituciones privadas de Educación Superior. En ese mismo Ranking aparecen la Universidad de Costa Rica, La Universidad Nacional y el Instituto Tecnológico, posicionadas, en ese orden, como las tres mejores universidades centroamericanas. No soy conformista, la calificación dada demuestra, que falta mucho por mejorar aún. Pero, es un orgullo para la sociedad costarricense, que las tres universidades con los mejores “rankings” sean esas tres instituciones públicas. Sin embargo, hay una orientación en la anterior administración y especialmente en la actual a reducir significativamente el presupuesto de las instituciones públicas de educación superior, afectando inclusive rubros tan sensibles como el presupuesto destinado a becas.

Las universidades tienen también, hay que decirlo, enemigos internos. Hay personas, que las sangran desde adentro, como cuando se realiza un trabajo mediocre, o se pretenden beneficios sin tener en cuenta para ello, en cuánto se restringe el presupuesto de inversión en investigación, becas o extensión. Las instituciones públicas deben mantenerse atentas a una ecuación que mantenga el presupuesto de inversión más o menos alrededor de un 20% del presupuesto total. Esto es lo que, expertos en el ámbito de la educación superior en América Latina calculan que permite mantener universidades de calidad, que puedan invertir en becas, investigación y desarrollo, y extensión o acción social, para que alimenten la docencia de calidad y viceversa. Es decir, es menester mantener un círculo virtuoso en la academia, entre docencia, investigación y extensión; y al mismo tiempo, la universidad debe seguir cumpliendo con su misión social, becando a la población estudiantil vulnerable, para que pueda obtener estudios superiores de calidad y también estrechando el vínculo con la sociedad nacional en todos los campos, al favorecer principalmente la relación con las comunidades más deprimidas, que requieren por tanto más apoyo.

¿En qué deben mejorar las universidades?

La ruta de las universidades no es tarea fácil, cada día es un requisito mejorar en todo sentido. Se impone la excelencia académica. La complejidad del mundo de hoy es enorme. El futuro se ha tornado cada vez más impredecible y retador. Es paradójico que en la época en que más avance científico tecnológico se ha producido, el mundo se nos ha tornado más incomprensible. Ello es así precisamente porque el avance científico tecnológico nos permite saber y conocer más, pero al mismo tiempo el campo del conocimiento se hace más vasto. Por lo tanto, estancarse es morir, no es una opción. Me referiré solamente a algunos de los retos principales.

Una de las tareas prioritarias es la renovación constante de la oferta curricular. Hay que adecuar el contenido de las carreras a las nuevas necesidades que impone el desarrollo. Esto implica un doble desafío e igualmente paradojal que el anterior: por un lado, las universidades, es cierto, deben aportar profesionales de calidad a las empresas, pero, por otra parte, son las instituciones que más capacidad crítica poseen para plantear los derroteros de un desarrollo sostenible y sustentable con la Naturaleza y con la vida de todas las especies vivientes y sus hábitats. Esto exige mantener una capacidad crítica, para señalar las principales carlancas u obstáculos que impiden que la sociedad obtenga un verdadero desarrollo. Un buen ejemplo de esta tarea lo tenemos en los informes anuales del “Estado de la Nación”, que produce la universidad pública. De modo que, la universidad al tiempo que aporta profesionales al mercado laboral, dotados de capacidad técnica y científica, pero inextricablemente acompañada de una visión humanista sólida, es capaz de criticar aquellas tendencias y orientaciones de las políticas públicas, que nos conducen por rutas equivocadas.

Una visión como la señalada, obliga a la institucionalidad educativa, a sus dirigentes académicos, a los estudiantes y a todos los que en ella laboran, a salvaguardar celosamente la autonomía, a orientar los pasos de las universidades en un sentido comprensivo, capaz de asumir los retos que nos impone el desarrollo de la ciencia y la tecnología; pero, dentro de una visión humanista en la que se preserven y profundicen los valores de la solidaridad social, del compromiso universitario con los sectores más necesitados de la sociedad, con la búsqueda incesante de la verdad. Implica no dejarse avasallar por las imposiciones que puedan provenir de la política y los políticos de turno.

Existe toda una corriente de pensamiento, que se plantea la educación del futuro, centrada en lo que llaman asignaturas o carreras STEM (significa en español ciencias, tecnología, Ingeniería y matemáticas). Otra corriente agrega una A después de la E, para que el acrónimo por sus siglas en inglés se lea STEAM (traducido al español quiere decir: ciencias, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas). La diferencia entre ambas es pedagógica. El último acrónimo, emergido en los Estados Unidos aporta supuestamente, una metodología que requiere mayor intensidad de trabajo en el aula por parte del alumnado. Sin embargo, en lo medular son corrientes compatibles entre sí en cuanto a las carreras que buscan promover. Una propuesta plantea que los beneficios de la educación STEAM son: “Adquirir y aunar conocimientos de ciencia y tecnología. Aprender con recursos digitales y mediante el uso de las TIC, básicos para las profesiones del futuro. Desarrollar el sentido crítico de los alumnos, que los ayudará a resolver cualquier situación o problemática.” (Cfr. https://www.classlife.education. 9 de noviembre, 2021). En otro sitio de la web, se permiten hasta recomendar las carreras del futuro, con más empleo y mejores sueldos, y señalan las siguientes: Ingeniería ambiental, Desarrollo de software, Ciberseguridad, Ingeniería Robótica, Marketing digital, Ingeniería genética, salud mental, recursos humanos. En otro sitio, se permiten preguntarse con alevosa intención, ¿qué carreras no tienen futuro? Y responden: Abogacía, contaduría, Ingeniería en estudios del petróleo, aviación, Policía, Bibliotecología, Ejecutivo bancario, y -no podía faltar- Artista. (Cfr. https://experienciajoven.com. 17 de agosto del 2020). Hay un largo etcétera induciendo mediante las preguntas a los estudiantes a ver el futuro con una mentalidad predominantemente mercantilista. No resisto la tentación de presentarles una última, entre las muchas absurdas preguntas que aparecen en diferentes sitios de la web. ¿Cuáles son las carreras del futuro en Costa Rica? El subtítulo en negrita dice: “Carreras mejor pagadas en Costa Rica en 2022”. Aquí, ofrezco la respuesta: Ingeniería de software. -Y agregan- sueldo nacional promedio: desde 1.660.000 colones al mes (aproximadamente, -escriben- 2.688,33 euros), según Glassdoor, Bioinformática y biotecnología, Analítica de datos, Animación digital, Ingeniería en computación. Por supuesto en una parte señalan sin sonrojarse siquiera: “…es que la era tecnológica ha catapultado todas las profesiones relacionadas con la tecnología…” ¡No me diga!!! (Cfr. https://ejemplos-curriculum.com. 2022).

No puede ser más evidente la intencionalidad de producir una polarización entre las llamadas “ciencias tecnológicas y científicas” versus las conocidas como “ciencias sociales, letras y artes”. Estas segundas son completamente menospreciadas, esencialmente porque carecen o carecerán muy pronto, de cabida en el mercado. Y aunque una corriente estadounidense, ha pretendido remediar este asunto, incrustando en el medio el acrónimo STEAM, en la práctica, salvo en la parte metodológica referida a la forma de trabajar en el aula, las ciencias sociales, las letras e inclusive las artes continúan, dentro de esta tesitura viéndose postergadas y menospreciadas. La verdadera razón es ideológica claro está; se busca desacreditar y en lo posible hacer desaparecer todo aquel poderoso conocimiento, que más ha aportado una visión crítica frente al “capitalismo salvaje”, al calentamiento global, del cual es su principal promotor. Además, la ciencia social, la filosofía, la literatura, las artes han dotado a cientos de miles de profesionales (si no millones), de una cosmovisión humanista del mundo, antagónica del “globalismo” puramente mercantil y depredador. Este mundo globalizado prevalece la lucha del ser humano contra sí mismo, buscando abrirse paso en la sociedad contra todo y contra todos, siempre que individualmente adquiera él o ella, una forma “segura” de ganarse la vida acomodándose en la cúspide de la pirámide.

Las instituciones públicas de educación superior no pueden dejarse tentar por esta visión mercantilista de la educación que, esencialmente proviene de una esfera externa a ellas. Aunque, ya algunos profesionales han caído en estas garras, viéndose seducidos por el pragmatismo de carreras más cortas, sin tener que demorarse en lo que quieren ver como una ciencia “insustancial”, “inexacta” y hasta “superflua”. La ciencia y la tecnología no pueden verse como antagónicas del humanismo. ¿Carreras de ciencia y tecnología? Sí claro, pero siempre que estén insertas en un contexto humanista. Para concluir, traigo a colación una frase proverbial. El premio nobel de física, por la teoría “electrodébil”, Sheldon Glashow, dijo algo que por venir de una persona como él no tiene parangón: “Un científico sin cultura humanista hará mala ciencia.” (https://la vanguardia.com. 20.06.2017). Alberto Salom Echeverría/ albertolsalom@gmail.com

Convocatoria: Defensa del Estado Social y Democrático

El Movimiento Sindical Unido, convoca a un encuentro sindical y social en favor de la defensa del Estado social y democrático de derecho. La actividad se llevará a cabo en el auditorio de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica (UCR), a las 8:00 a. m. el día jueves 9 de marzo de 2023.

UCR, Voz experta: Aportes del estudio de la cognición social para la comprensión de los problemas de la desinformación en Costa Rica

Rolando Pérez Sánchez, profesor Catedrático de la Escuela de Psicología e investigador en el Instituto de Investigaciones Psicológicas.

Por: Rolando Pérez Sánchez (Instituto de Investigaciones Psicológicas, Posgrado en Ciencias Cognoscitivas)

La desinformación es un fenómeno que está afectando el devenir de las democracias a nivel global. A nivel nacional, la situación es cada vez más preocupante, y sobre la cual se requiere ofrecer respuestas y soluciones desde una perspectiva multidisciplinaria y multiperspectivista. En este sentido, es de mi interés presentar algunos aportes de la investigación socio-cognitiva al estudio de la desinformación y al desarrollo de herramientas que ayuden a combatirlo.

El proceso de formación de la opinión pública en el contexto de Internet y las redes sociales se ha modificado rápidamente, adquiriendo nuevas características y tendencias. En su versión más tradicional, se trataba de una estructura centrada en la comunicación asociada a los medios masivos tradicionales, el flujo de comunicaciones verticales y jerarquizados marcadas por disputas entre élites, grupos de poder y determinado por la agenda e intereses a los cuales se adscribían los medios de comunicación. En contraste nos encontramos ahora ante una pluralización de canales, plataformas digitales, formas de comunicación y perspectivas que coexisten y convergen con los medios tradicionales, definidas sin embargo por criterios algorítmicos que delimitan las interacciones y el acceso a la información, así como por la formación de cámaras de eco, que homogenizan y estandarizan la discusión y la información circulante.

En este contexto, la desinformación como elemento conformador de la opinión pública adquiere igualmente nuevas características, a sabiendas de que el fenómeno no es novedoso, como sí lo es la forma en que esa opinión se expresa en la actualidad y sus repercusiones a futuro.

Desde el inicio del actual gobierno, somos testigos de una serie de tendencias preocupantes que pueden tener consecuencias duraderas en el devenir de nuestra democracia. Enumeremos algunas de ellas que actúan de forma conjunta:

  1. Una comunicación del gobierno que recurre más bien a estrategias propias de la propaganda
  2. Un estilo de liderazgo autoritario, que centra la comunicación y la toma de decisiones solo en el presidente.
  3. Un estilo de retórica para la comunicación política centrado en la descalificación y el no reconocimiento de las personas o grupos que divergen o lo adversan.
  4. El uso de la desinformación como herramienta de presentación de propuestas, resultados y afrontamiento de críticas.

En este marco hemos sido testigos, por ejemplo, de afirmaciones del Presidente de la República que, de forma infundada, indicaban que las universidades públicas no rendían cuentas y carecían de controles en la administración de los fondos asignados, todo ello para justificar un proyecto de ley que pretende la intervención del ejecutivo en la toma de decisiones y en el uso de fondos de las universidades públicas. Precisamente el uso de desinformación como herramienta política y de ejercicio del poder es una forma claramente documentada en la literatura científico social como medio de legitimación, control y de injerencia en la opinión pública. Es allí donde la investigación socio-cognitiva está realizando aportes relevantes para su estudio y comprensión.

La cognición social de la desinformación se refiere a la forma cómo las personas atienden, procesan, comprenden, evalúan y aceptan o rechazan la información que reciben cotidianamente ya sea que sea verdadera, falsa o en general de carácter desinformativa. Desde el punto vista de la ciudadanía nos preocupa el manejo que se hace de los contenidos desinformativos, atendiendo tanto a las posibilidades de crítica y evaluación como de la aceptación y difusión irreflexiva de estos contenidos. La investigación socio-cognitiva ha identificado una serie de mecanismos que tienden a favorecer la aceptación de los contenidos desinformativos, pero también ha logrado empezar a distinguir herramientas que logran identificar dichos contenidos.

Algunos de los mecanismos que se han logrado identificar y que presentan la característica de actuar de forma automática, no reflexiva o consciente incluyen:

  • La tendencia a buscar información que confirme o apoye las opiniones y creencias previas, descuidando o no atendiendo a si el contenido es verdadero o falso.
  • La tendencia opuesta que rechaza información que contradice las opiniones propias y creencias previas. Esto puede hacer que las personas sean más propensas a aceptar y compartir mensajes falsos que apoyen sus opiniones previas, ya que la información falsa puede proporcionar una justificación para rechazar información contraria.
  • Ante informaciones u opiniones que puedan contradecir las propias creencias o convicciones, las personas tienden a buscar informaciones que ayuden a contra-argumentar y mantener las convicciones propias, aunque esto signifique recurrir a contenidos falsos.
  • En los últimos años se ha visto incluso que la sola exposición repetida y prolongada a informaciones desinformativas hace que las personas terminen por considerar sus contenidos como verdaderos.
  • De igual relevancia es la confianza depositada en ciertas fuentes de información, de modo que todo lo que estas difundan van a tender a considerarse válido
  • Asociado a esto último, se ha encontrado que las personas tienden a confiar en la información difundida por su grupo de referencia o personas más cercanas.

Estos dos últimos resultan además problemáticos cuando el tipo de intercambios que se generan en las redes sociales se suceden en el contexto de cámaras de eco, aumentadas por los criterios algorítmicos de las mismas redes, que tienden tanto a descartar las opiniones y flujos de información contrapuestos o disímiles y a favorecer la homogenización de criterios, puntos de vista, fuentes y perspectivas.

Junto con estos mecanismos se ha encontrado que el sistema de valores e ideologías de las personas hace que tiendan a aceptar informaciones que sean consonantes con esas ideologías o valores. Esto aún más en contextos de polarización, actualmente característicos de los entornos digitales y presenciales en el país.

Ante estos mecanismos, y conociendo que en su mayoría actúan de forma automática o no consciente, se han buscado algunas alternativas para contrarrestarlos, las cuales buscan promover

  • mecanismos cognitivos que favorezcan la reflexión y la activación de estrategias de procesamiento consciente de la información,
  • mediante la generación de estrategias que permitan la evaluación del contenido, de modo que las personas logren atender a recursos básicos para verificar la la falsedad o la veracidad del contenido,
  • así como estrategias que posibiliten la valoración de las propias capacidades para dicha evaluación, de modo que las personas analicen si las herramientas con las que cuentan son suficientes,
  • junto a ello se persigue promover la flexibilidad cognitiva que contribuya a considerar información alejada de las propias creencias, como insumo válidos para la toma de posición o las decisiones respecto a determinado tema.

En el Instituto de Investigaciones Psicológicas estamos trabajando precisamente en la identificación de estos mecanismos cognitivos de la desinformación en el país para la elaboración de herramientas concretas que reduzcan su aceptación y la tendencia a compartir estos contenidos desinformativos.

 

Rolando Pérez Sánchez
Instituto de Investigaciones Psicológicas, Posgrado en Ciencias Cognoscitivas, UCR