Sergio Rojas Ortiz defendió las semillas criollas de la UPOV y el TLC
Henry Picado Cerdas
Red de Coordinación en Biodiversidad
En 1999 por primera vez en Costa Rica se solicitó la aprobación del convenio internacional conocido como la Unión de Protección para las Obtenciones Vegetales (UPOV91). Un tratado que otorga propiedad intelectual sobre plantas y semillas, una forma de privatización y de restricción del derecho de los pueblos a poseer sus semillas. Para 2005, los y las legisladoras rechazaron y archivaron su expediente gracias a que diversas organizaciones ecologistas, campesina, indígenas y de la academia nos posicionamos en contra de ese convenio internacional nocivo.
Pero en 2006, con la negociación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos se volvió a poner sobre la mesa de discusión. Ahora como parte de su agenda complementaria. El equipo de negociadores por parte de Costa Rica rompieron su promesa de no aceptar UPOV y así dejar comprometido al país a adherirse a este convenio, que ya se había rechazado y que además contradice nuestra Ley de Biodiversidad (N°7788), mundialmente premiada por estar a la vanguardia para la época. Es importante decir que de esta ley en el artículo 78, en su inciso 6, exceptuar de cualquier tipo de propiedad intelectual a “las invenciones esencialmente derivadas del conocimiento asociado a prácticas biológicas tradicionales o culturales en dominio público”. Prácticas entre las que se encuentran el cuido, resguardo y multiplicación de semillas criollas.
Pero los negociadores de Estados Unidos fueron categóricos en señalar que: “era absolutamente indispensable” la eliminación de esa parte de la ley 7788, por oponerse a los lineamientos UPOV. Además amenazaron a sus promotores nacionales que sin la modificación de nuestra legislación en este tema no habría TLC. De esta manera el entonces presidente Oscar Arias Sánchez rápidamente emitió un mandato que permitía la aplicación de propiedad intelectual sobre formas de conocimiento tradicional, el decreto ejecutivo 3459-Minaet-COMEX y así acatar las exigencias de Estados Unidos para cumplir con las disposiciones de UPOV.
El compañero Sergio Rojas Ortíz, en su calidad de presidente de la Asociación de Desarrollo Indígena de Salitre y en alianza con la Red de Coordinación en Biodiversidad, presentó en 2009 una acción de in-constitucionalidad en defensa del artículo 78 de la Ley de Biodiversidad, contra este decreto ejecutivo de la administración Arias. La Sala Constitucional le dio la razón mediante la resolución Nº 2012-018147, declarando con lugar la acción de inconstitucionalidad y así obligando al aparato estatal a respetar lo dispuesto en materia de protección de los conocimientos tradicionales. De esta manera Sergio derrotó al TLC y resguardó el derecho de los pueblos indígenas y campesinos a sembrar y compartir las semillas.
El líder indígena asesinado el 18 de marzo de 2019 por defender las tierras indígenas, también luchó por las semillas criollas y nativas. Traer esto a la memoria nos compromete a continuar su legado y luchar de igual manera en defensa de las semillas y en contra del proyecto de ley 21.087 en trámite en la asamblea legislativa que busca, nuevamente, privatizar las semillas y arrebatárselas a los pueblos para dárselas a las transnacionales. ¡Sergio Rojas vive!