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Etiqueta: violencia

Trumpismo, neofascismo y el culto a la personalidad de los violentos

Por José Solano Saborío

¿Cómo se pasa de que “apoyé a Donald Trump porque quiero la paz mundial”, al infierno actual?

Sí, a solo unas semanas de su vuelta a la Casa Blanca ya estamos en una de las peores crisis que hemos tenido… él la creó, esto no le está pasando a él, no es un tipo que tropezó y cayó en una guerra, él las está provocando, y las mismas personas que votaron por la “Paz Mundial” y “Estados Unidos primero”, ahora están entusiasmados de ver cómo Estados Unidos deja que sus raíces e instintos imperialistas se expandan, porque, aparentemente nada justifica que “centrarse en los estadounidenses” sea expandir su negocio familiar en el extranjero. Así que ¿cómo justifican esto? ¿es disonancia cognitiva? ¿mentalidad de culto o chivos expiatorios fabricados?…

La paz mundial ahora es solo que su lado, “el bueno”, gane a cualquier costo o sacrificio de derechos humanos o incluso de vidas… para ellos, la violencia es orden y el orden es paz; por lo que, cuando Estados Unidos invade o amenaza a un país, no lo ven como destrucción y violencia, más bien, ven que las cosas “se ponen en su lugar”, hacen culto a la fuerza; piensan que la violencia es necesaria para la paz, y que la debilidad es caos.

La fuerza es la paz, así que cuando Trump arrase sus propias ciudades, no lo ven como una atrocidad, lo ven como “restaurar el orden”. Para los chivos expiatorios de Trump… él crea un desastre y para ellos “les cumple”.

El “hombre del saco” (el “bogeyman” le dicen los gringos) es el culpable… y se lo creen sin chistar.

Los aviones se estrellan y -claramente- fue porque el piloto leyó un folleto de diversidad sexual.

Una vez que la economía se hunda, como parece que sucederá inexorablemente, según predicen los economistas serios, será por ese barista de Starbucks que usó leche de avellana en el café…

Nada tiene que ver las guerras en el Báltico o el Medio Oriente, ahora estará enviando tropas a Gaza, no se irán pacíficamente.

Él rompe algo, culpa a alguien más… y se lo compran, cada vez más usa el adoctrinamiento religioso, esto no es solo política, “es una profecía bíblica cumpliéndose” para ellos. Realmente creen que “Israel tiene que expandirse para el fin de los tiempos” y es el destino manifiesto de Estados Unidos ser su brazo aliado. Algunos se asombran de su “visión de negocios”, claro, “echemos a los palestinos y hagamos un Mega Gaza Trump Resort”.

No, no ven a Trump como un político, lo ven como “un guerrero elegido”, cuando destruye, lo ven como “el plan de Dios”, por eso se sienten como si fueran otra especie y no están pensando en hechos, ni en la lógica, o en la corrupción… están pensando que un “Estado Profundo” que controla desde las sombras a EE. UU. y el mundo, está contra ellos, se sumergen en retórica de cruzadas religiosas… ¡eso es aterrador! porque significa que justificarán cualquier cosa, esto no es solo hipocresía, son delirios masivos y, lo peor, es que realmente piensan que son los héroes y los patriotas.

Ahora… pensando en las formas y el discurso, cambie el nombre de Trump a este artículo y use el del presidente de su país: Bukele, Ortega, Milei o…. ¡Chaves! ¿Calza?

La violencia en la dominación política

Juan Huaylupo Alcázar

En el presente son diversas las expresiones conceptuales que tratan de caracterizar la violencia en la dominación política, en el espacio nacional y global, las cuales se usan indistintamente de las formas que adoptan e independientemente de sus contextos, historia y modos como se ejecuta social o clasistamente en las sociedades. Si bien, los diferentes modos violencia, tienen aspectos en común, más allá del enfrentamiento, también debe agregarse que las diferentes formas de violencia no están restringidas a determinadas modalidades, varían según las circunstancias y los contendientes. Así, quienes interpretan la violencia por sus formas, no comparten similares conceptualizaciones ni caracterizaciones.

Reflexionar inicialmente sobre la violencia habría que afirmar que la violencia forma parte constitutiva de la existencia de los seres vivos, es una reacción ante el peligro contra su existencia, o por las condiciones que ponen en riesgo la situación y condición de vida generada por eventuales contendientes. Esto es, la violencia no tiene su origen en sí misma, es propiciada por factores externos, es una acción o reacción agresiva entre actores, donde la razón no constituye argumento para dialogar, diferir, persuadir, conceder o resolver el antagonismo entre los actores en disputa.

La violencia es el lenguaje de salvajes, donde la liquidación física o formal del adversario, es el medio para arrebatar o lograr lo deseado, independientemente de las posibles consecuencias propias y ajenas.

La violencia y sus formas están directamente relacionadas con el contexto donde transcurre y evoluciona, como también en relación con las capacidades organizacionales de las clases o grupos de interés enfrentados violentamente. De este modo, sofocar o erradicar las formas de violencia en la sociedad no son asuntos que se autodefinen, trascienden la belicosidad de los grupos antagonizados. De este modo, creer que existen grupos son intrínsicamente violentos, que deben ser erradicados o exterminados, es un absurdo argumento, que se emplean en medios racistas y genocidas, que se auto justifican, para configurar una violencia infinita entre grupos y pueblos. El exterminio de grupos étnicos, o la violencia social contra los pueblos son creaciones intencionales que ocultan propósitos irracionales e ilegítimos contra la humanidad.

En las formas del ejercicio indiscriminado de la violencia contra los subalternos y grupos que consideran inferiores o contra aquellos que se consideran transgresores del orden constituido, son actuaciones vinculadas con la naturaleza social del Estado, quien tiene el monopolio legitimo de la violencia y que posee todos los medios para regular, controlar e incluso promover, inmune e impunemente, la represión selectiva o generalizada en los contextos sociales del poder, el cual en muchos casos, ha sido una facultad usada para derrocar Estados que representaban el interés general de la sociedad, así como es aún, el medio para que poderes externos transgredan las facultades, derechos y liquiden gobiernos, como hoy son amenazados por la potencia militar, política y económica norteamericana.

El control de la disponibilidad, posesión y del uso de instrumentos de represión y muerte, en la actualidad son vitales y el último recurso para garantizar la dominación y el sometimiento de los pueblos, por ello están exclusivamente concentrados y centralizados en entes y personajes confiables y privilegiados para el mantenimiento absoluto del statuo quo.

No obstante, el Estado no es el único ni exclusivo poseedor de los instrumentos de represión y muerte, en una sociedad contradictoria en permanente antagonismo en las clases y entre clases sociales, en un contexto que no está al margen de la posesión y mercantilización de las armas ni de la actuación beligerante en el medio nacional o internacional. La violencia individualizada o colectiva, es una latente e impredecible posibilidad, con una regularidad que no tiene pausa, que se recrea y es promovida como inherente de la sociedad, para ser configurada como un enfrentamiento de todos contra todos, para que el poder quede incólume y tiranizado, convirtiendo a la violencia y sus actores en medios ideológicos y fácticos del miedo para la dominación. La violencia delincuencial internacional de los carteles de las drogas y otros, no están excluidos de esas tendencias, por el contrario, son parte del proceso porque nutren el mercado de los capitales que controlan las finanzas mundiales y contribuyen con el miedo social, al sacrificar y asesinar a miles de compradores, vendedores y competidores.

Los poderes del Estado como expresiones del poder de intereses de la clase global, en ámbitos de democracias aparentes, tienden en la actualidad a ser unificados, liquidando autonomías en su quehacer institucional para establecer corruptas y cínicas tiranías totalitarias que controlan caótica y delincuencialmente las sociedades, como ocurre en el Perú, El Salvador, Nicaragua, Venezuela, así como se intenta en Ecuador, Bolivia, Costa Rica, entre otros. En este escenario los funcionarios estatales se convierten en los ejércitos civiles del totalitarismo, con el resguardo militar y policial. Un relativo cambio en el protagonismo de las fuerzas del poder estatal que cumplen funciones similares de protección de la institucionalidad clasista, con creciente explotación, corrupción e inequidad en la desigualdad societal. De este modo el Estado se convierte en un ente administrativo privilegiado del poder y de los capitales mundiales, que con leyes, decretos y mayorías parlamentarias, gobiernan e enriquecen contra la ciudadanía, pueblos y naciones.

La inexcusable indiferencia frente a los autoritarismos: ¿ignorancia o estupidez?

La teoría de la estupidez de Dietrich Bonhoeffer.

Henry Mora Jiménez

Dietrich Bonhoeffer (4 de febrero de 1906 – 9 de abril de 1945) fue un teólogo y pastor luterano alemán y un activista contra el régimen de Adolf Hitler que pasó los dos últimos años de su vida en prisión, antes de ser ejecutado en un campo de concentración nazi.

Durante su encarcelamiento, una de las preocupaciones sobre las que reflexionó fue la siguiente: ¿cómo fue posible que uno de los pueblos más educados de Europa, que dio al mundo grandes filósofos, científicos y poetas, haya sido presa de la ideología y de la violencia extrema llevada a cabo por el fascismo nazi? Encontró una respuesta en la estupidez, pero vayamos con calma.

La teoría de la estupidez de Dietrich Bonhoeffer no es realmente una teoría (en el sentido científico del término), pero sí una reflexión profunda sobre la naturaleza humana y cómo la estupidez puede ser más peligrosa que la maldad y más extendida que la ignorancia.

Para Bonhoeffer, la estupidez no es simplemente una falta de inteligencia o torpeza para comprender las cosas, sino una condición humana que puede ser influenciada por factores sociales y políticos. Las personas estúpidas se vuelven manipulables, pierden su independencia y dejan de pensar por cuenta propia, lo que las hace especialmente peligrosas porque no pueden ser persuadidas con argumentos racionales. Entonces, la estupidez sería un problema sociológico más que psicológico, y se manifiesta cuando las personas son sometidas a la influencia de inmensos poderes externos o de ideologías extremistas que buscan la manipulación y el control total de la población, a través de medios como la propaganda y la desinformación, como ocurrió en la Alemania de su tiempo bajo el régimen nazi.

Hoy en día estas causas no son suficientes para explicar la estupidez a la que se refiere Bonhoeffer, pero aun así, sus reflexiones nos pueden orientar para explicar lo que está pasando en el mundo frente a líderes de extrema derecha como Trump o Milei, e incluso, en el caso particular de Rodrigo Chaves en Costa Rica.

Pero ¿qué causa esta estupidez socialmente determinada?

Bonhoeffer reflexionó sobre las causas de la estupidez, especialmente en el contexto del ascenso del nazismo en Alemania. Sus observaciones no solo son relevantes para entender ese período histórico, sino que también ofrecen pistas valiosas para analizar fenómenos similares en otras épocas y sociedades.

Bonhoeffer creía que la estupidez surge cuando las personas renuncian a su capacidad de pensar y actuar de manera autónoma. En lugar de cuestionar y reflexionar, se dejan llevar por opiniones mayoritarias, por alguna ideología o por algún líder carismático o con cierta autoridad. Esta renuncia no es tanto intelectual como moral: es una elección de no asumir la responsabilidad de pensar por uno mismo.

Además, en situaciones de crisis, incertidumbre, temor o desesperanza, muchas personas prefieren la comodidad de seguir a otros antes que enfrentar la dificultad de pensar críticamente. El miedo al aislamiento o al castigo puede llevar a la gente a actuar de manera estúpida, incluso cuando saben que están haciendo algo incorrecto.

De manera especial, Bonhoeffer observó cómo el régimen nazi utilizaba la propaganda a gran escala para manipular a las masas y cómo la estupidez se generaliza cuando las personas aceptan pasivamente los mensajes de líderes o medios de comunicación sin cuestionarlos. La propaganda aprovecha los prejuicios, los miedos y los deseos de las personas para anular su pensamiento crítico.

No menos importante, para Bonhoeffer, la estupidez florece en sociedades donde las relaciones humanas auténticas se han debilitado o fragmentado. Cuando las personas están aisladas o se relacionan de manera superficial es más fácil que caigan en la estupidez, porque no tienen una comunidad real que les cuestione o les ayude a pensar de manera crítica. Este elemento es mucho más importante hoy en día, cuando las llamadas redes sociales y los algoritmos pulverizan la convivencia real entre las personas, las vuelve adictas al entretenimiento superficial y las hace incapaces de cuestionar su propia realidad.

Como teólogo, Bonhoeffer veía la estupidez como un problema espiritual. Creía que cuando las sociedades pierden sus fundamentos éticos y espirituales, las personas se vuelven más susceptibles a la estupidez, porque carecen de un marco de referencia para discernir entre el bien y el mal. Un efecto similar ocurre cuando nos gobiernan antivalores como el individualismo exacerbado y la competitividad compulsiva del capitalismo globalizado.

¿Se puede enfrentar la estupidez cuando esta se generaliza?

Bonhoeffer creía que el primer paso para enfrentar la estupidez es recuperar la capacidad de pensar y actuar de manera autónoma. Esto requiere, entre otros: i) cuestionar las narrativas dominantes; ii) no aceptar pasivamente lo que dicen los líderes, los medios o las masas, sino analizar críticamente la información; iii) asumir responsabilidad personal, tomando decisiones basadas en principios éticos, incluso cuando esto implique ir contra corriente.

Y como la estupidez florece en entornos donde el pensamiento crítico es desalentado, para combatirla, es esencial: i) educar en la reflexión, enseñando a las personas a cuestionar, analizar y debatir ideas, en lugar de aceptarlas sin más (de ahí la importancia central de una educación que potencie el pensamiento crítico); ii) promoviendo el diálogo, creando espacios donde las personas puedan discutir abiertamente temas difíciles, sin miedo al rechazo o al castigo.

Como ya mencionamos, Bonhoeffer enfatizaba la importancia de la comunidad como antídoto contra la estupidez. Una comunidad auténtica fomenta la solidaridad, ya que las personas se apoyan mutuamente para resistir la presión del conformismo.

Además, en una comunidad sana, sus miembros se ayudan a reconocer y superar la estupidez, tanto individual como colectiva.

En situaciones donde la estupidez se generaliza, es necesario actuar con coraje y valentía. Esto exige: i) denunciar incansablemente la injusticia, no quedarnos callados ante lo que nos parece mal, incluso cuando esto implique riesgos personales; ii) resistir activamente, siendo el mismo Bonhoeffer un ejemplo vivo de esto, ya que participó en la resistencia contra el nazismo, a pesar de las consecuencias.

Y como para Bonhoeffer la estupidez es en última instancia un problema espiritual, enfrentarla también requiere reconectarse con principios éticos, volviendo a valores como la justicia, la compasión, la solidaridad y la dignidad humana.

Pero ¿puede esto funcionar en la práctica?

Bonhoeffer no solo teorizó sobre cómo combatir la estupidez, sino que también lo puso en práctica. Algunas de sus incansables acciones incluyeron:

– Educar y concienciar: como profesor y pastor, Bonhoeffer trabajó para formar a personas críticas y éticas.

– Crear redes de resistencia: participó en la Iglesia Confesante, un movimiento cristiano que se oponía al control nazi de las iglesias.

– Actuar con integridad: aunque sabía que su oposición al régimen nazi podía costarle la vida, Bonhoeffer nunca renunció a sus principios.

Bonhoeffer nos enseña que la estupidez no es invencible. Aunque puede generalizarse en ciertas situaciones históricas, siempre hay formas de combatirla: recuperando la autonomía moral, fomentando el pensamiento crítico, construyendo comunidades auténticas, actuando con coraje y reconectando con valores éticos y espirituales. Estas herramientas no solo son relevantes para el contexto del nazismo, sino para cualquier situación en la que la estupidez amenace con dominarnos.

Ciertamente, las formas actuales de dominación cultural que nos ciegan y nos llevan a la estupidez son hoy más complejas y diversificadas: la adicción al entretenimiento, el declive intelectual y cultural, el hedonismo y el individualismo radical, el populismo, el mesianismo, el ocaso de pensamiento crítico, la cultura del espectáculo y la distracción, la primacía de la inmediatez, la sumisión voluntaria, la mentira sistemática, el anonimato de las redes sociales, la censura y manipulación sofisticada de los algoritmos, etc. Aun así, las reflexiones de Bonhoeffer nos brindan un marco conceptual básico para comenzar a entender el problema y buscar soluciones.

Pronunciamiento Político de la Seccional ANEP-DIVERSIDAD de Costa Rica

A la opinión pública nacional e internacional:

La Seccional ANEP-DIVERSIDAD, en su compromiso con la defensa de los derechos humanos y en particular de la comunidad LGBTIQA+ de Costa Rica, se ve en la obligación de pronunciarse de manera enérgica contra las regresivas acciones del Gobierno de Rodrigo Chaves Robles que, en los últimos días, ha dado señales claras de retroceso en lo que respecta al respeto y garantía de los derechos de todas las personas, especialmente aquellas que integran las diversidades sexuales y de género.

Es inconcebible que, en pleno siglo XXI, el Gobierno de la República pretenda eliminar protocolos fundamentales que han sido diseñados para proteger a las y los niños, niñas y adolescentes que sufren acoso, bullying y violencia por su orientación sexual o identidad de género. Este tipo de acciones no solo atentan contra el bienestar de las personas más vulnerables en nuestra sociedad, sino que también van en contra del principio fundamental de igualdad y no discriminación que nuestra Constitución y tratados internacionales consagran.

En su reciente declaración, el Presidente Chaves expresó que eliminará los protocolos de protección contra el bullying en el ámbito educativo, lo cual constituye un ataque directo contra la comunidad LGBTIQA+ y un desconocimiento absoluto de los efectos devastadores que la violencia homofóbica y transfóbica tiene sobre la salud mental y emocional de los jóvenes. El bullying, la violencia y la discriminación en las escuelas no son situaciones aisladas; son una realidad diaria que afecta a miles de estudiantes en todo el país, y no pueden ser minimizadas o ignoradas por un Gobierno que debería velar por la integridad y dignidad de todas y todos los costarricenses.

Rechazamos categóricamente las declaraciones del Presidente Chaves y su intento de desmantelar los avances en la lucha por la igualdad y los derechos humanos. Las y los niños y adolescentes y todas las personas que pertenecen al movimiento LGBTIQA+ deben ser protegidos, no solo de la violencia física, sino también de la violencia simbólica que perpetúa la homofobia, la transfobia y otras formas de discriminación. Es urgente que el Estado costarricense continúe con la implementación de políticas públicas que promuevan la diversidad, la inclusión y el respeto por la dignidad humana.

La Seccional ANEP-DIVERSIDAD se solidariza con todas las personas LGBTIQA+ y sus familias, y rechaza cualquier intento de retroceso en la construcción de una sociedad más justa, igualitaria y libre de discriminación. Hacemos un llamado a la sociedad costarricense para que no se quede indiferente ante estas agresiones, y para que exija al Gobierno que rectifique sus decisiones y asuma su responsabilidad en la protección de los derechos humanos de todas las personas, sin distinción alguna.

No permitiremos que se socaven los avances logrados en nuestra lucha por la visibilidad, el respeto y la dignidad de las personas LGBTIQA+. Exigimos que se mantengan y fortalezcan los protocolos de protección, y que se respete el derecho de cada persona a vivir libremente su orientación sexual y su identidad de género sin temor a ser discriminada o violentada.

¡Ni un paso atrás en la lucha por los Derechos Humanos!

Atentamente,

Seccional ANEP-DIVERSIDAD

Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) Costa Rica

Chaves y Müller nos engañaron sobre la educación sexual y los protocolos contra el bullying LGBTIQ+

Comunicado del SEC

Durante la conferencia de prensa del pasado 29 de enero, el presidente Chaves y la hoy exministra Katharina Müller mintieron sobre los Programas de Educación en Afectividad y Sexualidad Integral del MEP. Con ignorancia y cinismo, redujeron la educación a simple erotismo y placer. promoviendo polarización política con fines electorales.

La falsedad de sus afirmaciones se evidencia con una simple revisión de los contenidos:

En primer grado, los estudiantes aprenden sobre el cuidado del cuerpo, la higiene y cómo comunicar situaciones incómodas o peligrosas.

En segundo grado se enfatiza el respeto en las relaciones interpersonales.

En tercer grado, aprenden a evitar la violencia y a cuidarse mutuamente.

En cuarto grado, estudian los cambios corporales y la importancia de los hábitos saludables.

En quinto grado, se abordan cambios en la adolescencia enfocados en igualdad y equidad.

En sexto grado conocen procesos fisiológicos de reproducción y la formación de una familia.

Desde séptimo año, asumen la diversidad de manera respetuosa en el marco de los derechos humanos.

En octavo año, aprenden sus derechos sexuales y reproductivos evitando relaciones violentas.

En noveno año, se fomenta la toma de decisiones informadas, la prevención de ITS y embarazos, y el reconocimiento del abuso sexual.

En décimo año, la asignatura «Educación para la afectividad y sexualidad integral” permite a los estudiantes plantear sus dudas, con orientación de profesores de psicología. Se analizan estereotipos de género, métodos anticonceptivos y el papel de las instituciones en la defensa de derechos.

Como puede verse, la mencionada promoción de la «perversión» solo existe en la cabeza enfermiza del presidente y una exministra que hoy se va, dejando nuestra educación publica en caos, sin haber comprendido que la materia que se imparte en escuelas y colegios no es una sola, ni es lineal, sino que está graduada según el nivel psicosocial, edad y escolaridad de las personas estudiantes en diferentes programas y asignaturas, impartida además por educadores y educadoras con responsabilidad y conocimiento.

Chaves y Müller repitieron comentarios vulgares que circulan como chistes de cantina, que no responden a casos reales. Ningún profesor responsable del MEP ha pedido a sus estudiantes que revisen pornografía, ni que pregunten a vecinos o desconocidos sobre experiencias sexuales. Esas afirmaciones falsas son una ofensa a la inteligencia y a la dignidad del personal docente que con gran dedicación imparten la materia desde el año 2012.

Gracias a estos programas, el país ha reducido la cifra de embarazos adolescentes. Sin embargo, el retroceso provocado por Chaves y Müller atenta contra los derechos de la niñez y adolescencia. La educación sexual no debe limitarse al hogar ya que muchas madres y padres no están preparados para abordarla. Es un derecho fundamental y una obligación del Estado.

Por todo lo anterior. El SEC rechaza la eliminación de estos programas y la derogatoria del protocolo de atención del bullying contra la población LGTBIQ+, como afirma falsamente el MEP.

¡SEC junto al pueblo!
31-1-2025

La polarización será por la democracia no por nuestros derechos ya conquistados

Por Allison Quintanilla Hernández
Gestora comunitaria
Planificadora Económica y Social
Viernes 31 de enero, 2025

El principio de no regresividad en materia de derechos humanos es fundamental para garantizar que los avances alcanzados no sean revertidos. Si existiese una polarización, esa debe centrarse en la defensa de la democracia, no en cuestionar derechos ya conquistados.

El artículo 50 de la Constitución Política de Costa Rica establece que el Estado procurará el bienestar de todos los habitantes y reconoce el derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado. Para lograr un entorno de derechos y equilibrio para todas las personas, es esencial fortalecer las instituciones públicas y asegurar que los servicios básicos, como educación y salud, sean accesibles para toda la población, de calidad y sin restricciones.

En los últimos años, hemos observado una disminución en la inversión social pública en áreas clave. Por ejemplo, en 2023, la inversión en educación representó solo el 5,70% del PIB, alejándose del 8% establecido constitucionalmente. Esta reducción tiene implicaciones directas en la calidad y cobertura de la educación, especialmente en zonas rurales. No es posible que para este año el presupuesto para educación sea el mismo de hace 20 años, con becas retenidas antes de iniciar el curso lectivo y casi 1000 centros educativos con cierres sanitarios y técnicos.

Paralelamente, la violencia de género ha mostrado cifras alarmantes, y somos las mujeres y otras poblaciones las que estamos poniendo los cuerpos en esta ola escalonada de violencia en el país. En enero de 2025, se registraron cinco femicidios, una cifra que no se veía desde 2016, esto afirmado propiamente por el OIJ. Estas estadísticas reflejan una realidad que no podemos ignorar como país y que demanda una respuesta contundente del Estado y la sociedad.

Y como este desequilibrio de bienestar no se agudizó ahora, la responsabilidad de gobiernos anteriores ha acumulado consecuencias en lo que algunas personas llamamos ‘’los espacios vacíos no existen’’ mientras priorizamos a la ficción y las pugnas del poder por el poder, los espacios vacíos fueron tomados por el crimen organizado, por la falta de oportunidades, por la violencia, por las organizaciones religiosas, por la desesperanza y por maquinarias político electorales, que hoy están en casa presidencial, hablando de dignidad humana sin entender lo que significa.

Mi historia personal es testimonio de cómo la intervención oportuna de instituciones públicas, aun con sus debilidades, puede cambiar vidas. A los seis años, fui víctima de abuso sexual. Gracias a la acción decidida de mi maestra de preescolar y al apoyo de instituciones como el Ministerio de Educación Pública (MEP) y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), pude recibir atención y protección. A pesar de las limitaciones y recursos escasos en una familia binacional y del campo, estas entidades brindaron el soporte necesario para superar situaciones adversas.

Crecí en un entorno donde la desigualdad social y la influencia religiosa marcaban el ritmo de vida hasta convertir la violencia en una forma de vida que se resolvía con el perdón de Dios todos los domingos en la iglesia. Mi madre, a sus 30 años, intentó romper el ciclo de violencia familiar y buscar oportunidades educativas. Sin embargo, enfrentó obstáculos impuestos por creencias religiosas que priorizaban la preservación de la familia por encima del bienestar real, imposiciones como convivir con los abusadores de nuestra familia o mi agresor sexual.

Con el tiempo, y con el apoyo de instituciones públicas como el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), el INAMU y las Universidades Públicas, logramos al menos alcanzar algo de movilidad social. Mi madre se convirtió en profesional y mis hermanos y yo, accedimos a programas que nos permitieron integrarnos plenamente en la sociedad.

Estas experiencias resaltan la importancia de un Estado Social de Derecho que garantice el bienestar de todas las personas, sin distinción ni discriminación. Los derechos humanos que hemos conquistado, especialmente aquellos relacionados con la igualdad de género y la protección de poblaciones vulnerables, no deben ser objeto de negociación ni retroceso, por más tentador que suene para los cálculos electoreros de los partidos políticos, o para las mismas organizaciones religiosas.

En el contexto electoral actual, es crucial que el debate se centre en los temas que verdaderamente afectan al país: la violencia, la inseguridad ciudadana, la pobreza, la crisis educativa, la salud, la seguridad social, el desempleo y la desigualdad social. Tanto las comunidades de fe como las poblaciones históricamente excluidas, debemos reconocer que nuestros derechos humanos como lo son, los derechos sexuales y reproductivos, o el derecho humano a la libertad religiosa no son moneda de cambio en este proceso electoral por más que lo intenten.

Recuerdo perfectamente una frase de mi madre cuando decidió divorciarse ‘’La Universidad me abrió las puertas para entender que mi valor como persona no estaba en el matrimonio, y que podía liberarme de la violencia sin ir al infierno, perdí el miedo al pastor y a las críticas en la iglesia porque mi familia tiene derecho a superarse y ser feliz’’.

Hoy mi mamá sigue asistiendo a su comunidad religiosa, pero con autonomía promueve el amor y la fe, pero sin abandonar la lucha en defensa del Estado de derecho.

Si hemos de polarizarnos, que sea en defensa de la democracia, la paz y la libertad, y en contra del autoritarismo, la censura y la violencia que promueven los discursos de odio de nuestro presidente Rodrigo Chaves.

Recordemos estas palabras: “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. El Estado y las organizaciones de fe tienen roles distintos pero complementarios. Juntos, podemos trabajar por el progreso del país, respetando la autonomía de cada esfera y garantizando el bienestar de todas las personas sin caer en los cálculos electorales.

Ante el aumento de la violencia femicida, las mujeres declaramos emergencia nacional

Las mujeres que integramos el Colectivo Mujeres por Costa Rica expresamos nuestra preocupación y enojo por el aumento de los femicidios en Costa Rica. En el año 2024 tuvimos un femicidio cada 15 días y en este mes que recién iniciamos el año 2025: se dan 5 femicidios en 28 días, dos veces y medio más con respecto al año 2024.

Es muy preocupante, además, que la violencia femicida ha tomado formas cada vez más extremas, de tortura y ensañamiento contra las mujeres, prácticas que antes se consideraban exclusivas del narcotráfico y el crimen organizado, las encontramos hoy en las formas en que los hombres deciden acabar con la vida de las mujeres.

Las causas de la violencia son multidimensionales: por un lado, son consecuencia de una desigualdad estructural, política y económica de género, y por otro, responden también a la circulación cada vez más extendida de discursos políticos que utilizan el odio, la confrontación, la burla y la violencia como herramientas para el ejercicio del poder.

Las mujeres no queremos seguir viviendo bajo un estado de permanente amenaza, odio, terror y miedo.

Junto a la movilización social, es urgente que el Estado y sus instituciones cumplan con su deber de garantizar una vida libre de violencia para las mujeres y declarar ya un estado de emergencia.

Basta ya de violencia femicida

Pronunciamiento público Foro de Mujeres INAMU

San José, 28 de enero 2025

Las organizaciones de mujeres integrantes del Foro de Mujeres INAMU nos manifestamos ante los femicidios ocurridos en nuestro país.

La violencia contra las mujeres es un problema social complejo, multidimensional y multicausal que afecta a nivel nacional y hoy se refleja en la cifra alarmante de 5 femicidios en lo que va del año 2025.

Creemos urgente que como sociedad entender que el aumento de la violencia siendo que esta es una construcción social que permea toda la sociedad de diferentes formas.

Primero. Nos solidarizamos con los familiares de las víctimas de femicidio

Recordamos la necesidad que la Asamblea retome la ley de reparación integral a las personas sobrevivientes de femicidio para que pueda ser aplicada.

Segundo. Exigimos la Declaratoria de emergencia.

Según el artículo 21 de la ley de penalización los femicidios han aumentado en un 200% en esta administración y los homicidios dolosos de mujeres han aumentado en un 65% lo que nos habla que nuestro país está cayendo en una crisis profunda acompañado del aumento de la desigualdad y la precariedad de la vida donde las mujeres llevan la peor parte y se les toma como objeto y toman control de su vida y entorno.

Tercero. El Estado tiene la obligación y el deber de garantizar el bienestar y respeto a la vida de las mujeres.

Que esto ocurra requiere del compromiso de toda la institucionalidad.

Instamos a las instituciones asumir como una prioridad la generación y puesta en marcha estrategias concretas que respondan a los reclamos que por muchos años han hecho las mujereres en la búsqueda de la erradicación de la violencia contra las mujeres y una mejor calidad de vida y el respeto de la vida de las mujeres.

Cuarto. Que la Asamblea legislativa trabaje en la gestación de leyes que atiendan los nuevos aspectos que potencian la violencia hacia las mujeres -narcotráfico -trata entre otros.

Consideramos que la reducción en edad de en las relaciones impropias en el gobierno de Alvarado debe revertir y volver a la mayoría de edad.

Que se garantice el cumplimiento y la aplicación de leyes convenios y convenciones internacionales existentes que fomenten la igualdad de género.

Invitamos a las autoridades judiciales a apegarse al estricto proceso de las leyes que garanticen la integridad de las mujeres y el cumplimiento de las sanciones para el agresor.

Quinto. Invertir en el fortalecimiento de las organizaciones de mujeres que trabajen en la defensa de los derechos de las mujeres.

Abordar las múltiples formas de discriminación a las que se enfrentan las mujeres a diario.

Sexto. Exigencia de servicios de atención a las mujeres víctimas de violencia

La violencia contra las mujeres no conoce horarios de oficina, por ello la atención deben ser adecuados, a tiempo y en horario 24/7 con personal sensibilizado y profesionalmente preparado.

Sétimo. Demostrar con acciones concretas el rechazo de la cultura de la violencia en todas sus odiosas formas.

Fortalecer una práctica de comunicación asertiva con mensajes que no normalicen la violencia, sin exaltación de la misoginia, ni utilice gestos, desde los medios de difusión masivas, estructuras gobierno y otras instancias.

Octavo. Crear y/o fortalecer estrategias para abordar la violencia machista y patriarcal.

La violencia machista y patriarcal es parte de una construcción social que permea toda la sociedad. Trabajar para deconstruirla debe ser una tarea permanente como la solución a un problema que solo genera más dolor y sufrimiento.

Noveno. Impulsar campañas permanentes y visibles para sensibilizar a la sociedad sobre la violencia hacia las mujeres.

Las campañas deben estar orientas a que la población reconozca que el uso de la violencia es una forma de control de la vida de las mujeres y puede causar daños irreparables en las personas que las sufren y es un flagelo para toda la sociedad.

Decimo. Trabajar desde toda la sociedad para construir un futuro mejor.

La lucha por la defensa de los derechos de las mujeres y lograr una sociedad más justa, reconstruida desde la formación desde los años preescolares promoviendo y motivando espacios para aprender a escuchar y creer en los relatos de las sobrevivientes.

Enseñar a las próximas generaciones sobre los impactos de la violencia machista y patriarcal, reconocer rasgos patológicos de la persona violenta para que sepan reconocerlos y que se alejen de ellos y no terminen engrosando la lista victimarios y victimas de femicidio.

Por último.

Invitamos a los formadores de los y las comunicadoras, a los y las comunicadoras y a toda la sociedad a conocer sobre los principios del feminismo y su posición política, económica y cultural para que entiendan que su objetivo es generar conciencia y condiciones para la transformación de relaciones sociales, lograr la igualdad entre las personas y eliminar cualquier forma de violencia contra las mujeres, la mitad de la población del país, en los ámbito públicos y privados, incluida la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación. El feminismo nunca ha Matado a nadie, el machismo sí.

Instamos a la población a unirse en un movimiento contra el femicidio, que es la lucha permanente del feminismo, que busca poner en evidencia, discutir y proponer las distintas manifestaciones de las violencias, no solo aquellas que son evidentes, no solo el femicidio, sino también aquellas otras violencias cotidianas que son las que permiten el avance de las violencia que terminan en femicidio, como las otras manifestaciones de violencia que hemos visto en los últimos años hacia niñez, juventud, personas con discapacidad y personas mayores, poblaciones vulnerabilizadas como efecto de lo que estamos viviendo.

PREVENCIÓN ES LA ÚNICA MANERA DE DETENER LA VIOLENIA ANTES INCLUSO DE FEMICIDIO.

IEM-UNA urge acciones para frenar la ola de femicidios

UNA Comunica. 28 de enero de 2024. El Instituto de Estudios de la Mujer (IEM) de la Universidad Nacional (UNA) expresa su profunda preocupación ante la creciente violencia contra las mujeres en Costa Rica, evidenciada en la alarmante escalada de femicidios, debido a la inacción o ineficacia de las acciones estatales para cumplir con su deber de prevenir, atender y erradicar la violencia contra las mujeres.

En los primeros 27 días de este año, cinco mujeres han sido asesinadas, tres de ellas en un trágico intervalo de apenas 12 horas. Esto significa que es el registro de enero más elevado en los últimos cinco años.

Estas cifras se suman a las 82 muertes violentas de mujeres registradas en 2024, según el Observatorio de Violencia de Género contra las Mujeres y Acceso a la Justicia del Poder Judicial, de las cuales 26 fueron clasificadas como femicidios, 16 como homicidios y 40 permanecen en análisis. 

Esta realidad pone de manifiesto profundas desigualdades de género históricas y estructurales y la desvalorización de la existencia de las mujeres. El incremento de los femicidios, con episodios de ensañamiento y violencia extrema, refleja un grave incumplimiento en la protección de los derechos humanos. Además, este contexto perpetúa la normalización de la violencia en los ámbitos social, cultural y mediático, al reforzar el impacto simbólico de estos crímenes. 

El problema no es un hecho aislado, sino que responde a un panorama más amplio, caracterizado por el debilitamiento de la institucionalidad pública, la reducción de programas educativos y preventivos, y la persistencia de discursos de odio que alimentan actitudes discriminatorias. Estas dinámicas afectan los esfuerzos por construir una sociedad más justa, igualitaria y libre de violencia. 

Desde el Instituto de Estudios de la Mujer, hacemos un llamado a las autoridades del Estado costarricense para que redoblen su compromiso en la protección de los derechos de las mujeres mediante acciones concretas y efectivas: 

  1. Restauración y fortalecimiento de programas educativos: Es imperativo restituir y fortalecer de inmediato las iniciativas que promuevan la igualdad de género, la prevención de la violencia y el respeto por los derechos humanos desde las primeras etapas de formación así como la eliminación de los roles y estereotipos de género. La falta de estas herramientas educativas perpetúa las discriminaciones y sostiene la violencia estructural que afecta a las mujeres. 

  1. Políticas públicas efectivas y accesibles: El Estado tiene la responsabilidad ineludible de diseñar e implementar medidas integrales que garanticen servicios especializados, oportunos y accesibles para mujeres en situación de violencia. No cumplir con esta obligación constituye un incumplimiento grave de sus deberes como garante de los derechos humanos y la seguridad de su población.

  1. Compromiso institucional firme: Es fundamental que las autoridades estatales asuman con determinación su rol de liderar, con un discurso claro y acciones contundentes, el rechazo a toda forma de violencia, incluida la violencia simbólica. El Estado debe demostrar con acciones concretas su compromiso con la construcción de una sociedad que valore y proteja la vida de las mujeres, que erradique la discriminación y garantice un entorno seguro para todas, haciendo la debida inversión de tiempo, esfuerzo y recursos de todo tipo.

Solo a través de un esfuerzo conjunto como sociedad podremos construir un país más seguro y libre para todas las personas.  Es momento de actuar con decisión para proteger la vida de las mujeres y garantizar su derecho a vivir sin violencia. 

Oficina de Comunicación

Universidad Nacional, Costa Rica