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Etiqueta: Vladimir de la Cruz

De ayer, de hoy y de siempre

Vladimir de la Cruz

En Costa Rica desde el Siglo XIX, empezando en 1848, hasta el Siglo XXI, se han declarado y aprobado 119 Días Conmemorativos, 12 Semanas Conmemorativas. Diecinueve de estas fechas se han emitido por Ley y 111 por Decretos Ejecutivos.

En el caso costarricense, como en todos los países, hay muchas celebraciones, calendarizadas, por Ministerios, como los de Educación, de Agricultura y de Salud, entre otros, como parte de sus actividades y rituales institucionales de existencia, pero de poco conocimiento público, y de poca celebración concreta, más allá del recordatorio de la fecha respectiva.

Existían calendarios de los ministerios. No sé si todavía los programan y publican cada año, aunque sea solo para uso institucional. En los viejos calendarios escolares, como los de mi época de escuela, en la década de 1950, estas fechas tenían más sentido y razón. De alguna manera se celebraban, y nuestras maestras nos hablaban de ellas. Al menos me parece recordar a mi querida maestra, de primero a sexto grado, la Niña, como cariñosamente le llamábamos, Julieta de Vargas. Así la conocimos siempre. Hoy sé que su apellido era Vives.

En el calendario nacional de celebraciones tenemos o existen varias categorías de celebraciones nacionales, no todos feriados ni todos se celebran con igual pompa. Algunas de estas fechas pasan prácticamente inadvertidas.

Así como hay símbolos nacionales mayores y menores, bien podría hablarse de celebraciones de fechas mayores y menores. Algunas de éstas hoy adquieren notoriedad y publicidad porque se han comercializado, vulgarizado y despreciado en su real contenido. El comercio las ha engullido y su simbólico valor se ha mercantilizado. Estas fechas no necesariamente destacan nuestra identidad, nuestra Historia, nuestra Cultura, aunque evidencien rasgos de este desarrollo institucional.

Las gestas que contribuyeron a forjar nuestra cultura costarricense, como Estado y Nación independiente y soberano, y que nos identifican en el mundo, se destacan solo en el día de su celebración. Así, por ejemplo, el próximo 11 de abril o el 25 de julio próximo, por la Batalla de Rivas y la Incorporación, bicentenaria del Partido de Nicoya a Costa Rica. Aun así, a pocos días de la Batalla de Rivas, no hay nada a la vista, salvo el redoblar de tambores que a veces escucho en la escuela al frente de mi casa. Pero, el Bicentenario de la Anexión, es para que todo el año se hubiera declarado festivo en ese significado. Tan solo será para el gobierno una fecha más de realización, de una ceremonia quizá conjunta con la Asamblea Legislativa en Nicoya, donde debe ser la celebración de este Bicentenario.

Si de la Batalla de Rivas se trata, se oculta y pasa inadvertida la Batalla de Sardinal del 10 de abril, a pocas horas de la Batalla de Rivas. Las tropas que derrotaron a los filibusteros en Sardinal, impidiendo su penetración al Valle Central por el río Sarapiquí, se trasladaron de inmediato, prácticamente sin descanso alguno, a Rivas para reforzar la cruenta, larga y heroica Batalla, de 20 horas que se libraba en Rivas.

A las fechas nacionales se han impuesto también fechas de celebración internacional, por organismos internacionales en los cuales, como país, participamos y de los que somos parte, como el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, así declarado por la ONU, el próximo día del Libro que se celebra a nivel internacional el 23 de abril, o el Día Internacional del Trabajador, el primero de mayo, que para los costarricenses es feriado y se celebra desde 1858, como día de la Rendición de William Walker. ¿Quién se acuerda, y quién celebra esta rendición ese primero de mayo? En los discursos oficiales esto está ausente. Los miembros y amigos de la Academia Morista Costarricense y los de la Tertulia de 1856 los celebramos y recordamos, y hacemos el esfuerzo de que tengan la relevancia nacional que requieren.

Es interesante destacar que el 11 de abril se celebra más como el Día del Héroe Nacional, asociado a la figura de Juan Santamaría, y no conmemorativo a la victoriosa Batalla de Rivas, como no se celebra tampoco la Batalla de Santa Rosa, el 20 de marzo, o la de Sardinal, del 10 de abril, alusivas a las derrotas infligidas a los filibusteros en Nicaragua y en Costa Rica, por nuestro Ejército Libertador. Quizá la clase gobernante, y sus representantes más importantes, hubieran deseado que los filibusteros hubieran ganado…

Tampoco se recuerda el carácter patriótico marcado por el Presidente Juan Rafael Mora Porras, y Jefe Supremo del Ejército Libertador, que en esas batallas y en esa lucha contra los filibusteros norteamericanos, estaba en juego la Independencia, la Soberanía de nuestros países y la Libertad de los pueblos costarricense y centroamericanos, amenazados de anexión a los estados sureños de los Estados Unidos y del establecimiento de la esclavitud, como Walker la había impuesto en Nicaragua.

La clase política nacional, cómplice, de los intereses anti costarricenses, estableció hace algunos años, que las fechas patrias podían trasladarse del día correspondiente a lunes de la siguiente semana, con el propósito de facilitar la concentración de tres días para estimular el turismo. Su conciencia estaba alejada de los intereses nacionales, de la conciencia histórica nacional. Se concentraba en los intereses económicos, que respondía a la condición de vendepatrias de algunos de los miembros de la clase política gobernante, que piensa más en esos intereses que en los de forjar una verdadera conciencia nacional y patriótica.

En la condiciones del mundo globalizado e internacionalizado que vivimos es más urgente afirmar los valores nacionales, las costumbres y las tradiciones histórico-culturales que forman y afirman nuestra identidad nacional, y nuestra Historia Patria. Opera contra ello la política educativa nacional. El Ministerio de Educación está literalmente alejado de convertirse en el acicate, en el estímulo, en la punta de lanza de la forja y fortalecimiento de una real y verdadera conciencia nacional y patriótica. Los sindicatos del sector educativo poco pueden hacer. De ellos no depende la elaboración de los programas nacionales de educación.

Las clases gobernantes, sus representantes más conspicuos, especialmente en el Poder Ejecutivo, más se muestran como apátridas y vendepatrias.

Las celebraciones de ciertas fechas patrias y nacionales, consideradas feriados nacionales, se pagan obligatoriamente para quienes las trabajan. Así tenemos como días feriados de pago obligatorio en Costa Rica los siguientes: 1º de enero (Año Nuevo), 11 de abril (Día del Héroe Juan Santamaría), Jueves y Viernes Santos, 1º de mayo (Día Internacional del Trabajador), 25 de julio (Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica), 15 de agosto (Día de la Madre), 15 de setiembre (Fiesta Nacional alusiva a la Conmemoración de la Independencia de Costa Rica y Centroamérica) y el 25 de diciembre (Natividad de Jesucristo). Y, los días feriados de pago no obligatorio el 2 de agosto (Día de la Virgen de los Ángeles) y el 12 de octubre (Día de las Culturas, hoy señalado como Día de Encuentro de Culturas).

A la celebración de estas fechas les van imponiendo, calzando, otras, encima, como sucede con la fecha del 31 de agosto de 1848, de la Fundación de la República, que prácticamente no se celebra ni se tiene reconocida como fecha conmemorativa, pues este mismo día se han metido en celebración el Día del Régimen Municipal y el Día del Negro Costarricense.

Lo mismo con la fecha de Independencia de Costa Rica el 29 de octubre de 1821: ¿por qué no celebrar con toda la pompa que se merece este acto, con día feriado, y de pago obligatorio? Es cómo preguntarse: ¿Para qué celebrar la Independencia si somos dependientes? Y gobernantes, que preferirían ser gobernadores, de un Estado asociado, que presidentes de una República Libre y Soberana, como algunos se muestran cuando quieren vender todos los activos nacionales y las instituciones más valiosas del país, a intereses extranjeros sin permitir que agentes económicos nacionales las pudieran adquirir, como están diseñando la venta del Banco de Costa Rica, por ejemplo.

Estamos ante el bicentenario también de la constitución del Poder Ejecutivo, del Poder Legislativo, del Poder Judicial, en cierta forma del Estado de Derecho, que surge con estos poderes desde la constitución del Estado de Costa Rica, y no se está haciendo ni programando nada al respecto. Puedo entender que el inquilino de Zapote, que no está de acuerdo con el Estado de Derecho, con el respeto al equilibrio de poderes públicos, con su intención de gobernar por la fuerza, por decreto, no promueva ninguna celebración cuando quisiera gobernar autoritariamente, y sin controles institucionales el país.

¿Acaso no debemos fortalecer estas celebraciones a favor de la democracia política que vivimos, y todavía disfrutamos? No hay autoritarismos democráticos. Los hay tiránicos, dictatoriales, sin trasparencia institucional como está sucediendo en el país, hoy puesto de último en la lista de trasparencia institucional de la OCDE, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

Las Batallas de Sardinal del 10 de abril, y la de Rivas del 11 de abril, hay que celebrarlas con el mayor fervor patriótico que nos sea posible. Por nuestros héroes y caídos en esos combates. Por la afirmación de la Independencia, la Soberanía y la Libertad que ellas consolidaron.

Salve, oh tierra gentil

Vladimir de la Cruz

El título de este artículo corresponde al primer verso de la tercera estrofa, de la hermosa letra de nuestro Himno Nacional. Mi buen amigo, miembro de la Academia Morista Costarricense, Fraser Pirie, un estudioso de nuestra Historia Nacional, lo ha puesto de título para su último libro recién editado.

Suma este libro uno más a su ya importante colección de publicaciones que abordan temas nacionales. Sus trabajos son serios, hechos con un amor sin discusión, con pasión desbordada, con esmero y cuidado.

Sus libros son, en cierta forma, pequeñas obras de arte, por la diagramación, el uso extenso de fotografías y rescate de ellas, como de elementos gráficos que logra aglutinar alrededor del tema central de sus escritos; por su diagramación, que él mismo propone, y hace, para los capítulos de sus obras, por los colores y detalles que busca para exaltar, provocar y mantener la lectura; por la calidad que le pone en su edición; por la sencillez de la narración, al alcance de todo público, docto y profano.

El diseño primero provoca verlo página por página, deteniéndose uno, como lector, en los detalles de lo que va descubriendo. Si de la lectura se trata es corrida, sin cansancio, buena letra, buen interlineado, combinando con muy buen uso espacios blancos, con textos originales reproducidos, fotos antiguas y recientes, viñetas, descripciones sencillas pero precisas en estos apoyos editoriales.

Este libro, que me hizo llegar generosamente a la casa, unos días antes de Semana Mayor, a las 7 p.m., bien empaquetado, lo puse a la par de la computadora mientras terminaba de escribir un artículo. A las 9 de la noche lo abrí y quedé atrapado en revisarlo, verlo, leerlo, en ese momento a medias y por fragmentos. A las 12 de la noche había terminado de “pasar”, de esa forma, sus 462 páginas. Todo lo que estaba haciendo se interrumpió. Estaba totalmente emocionado y embebido, fascinado del libro que en los siguientes días fui saboreando poco a poco.

Este libro recoge sus inquietudes intelectuales, provocadas, entre otras cosas, por su vínculo con el trabajo de la Academia Morista Costarricense, de sus actividades divulgativas sobre la Obra de Juan Rafael Mora Porras, de los Héroes de la Campaña Nacional y del rescate que hacemos, desde esa trinchera patriótica, de la gran Gesta Nacional contra los filibusteros norteamericanos en Costa Rica y en Centroamérica.

El verso “Salve, oh tierra gentil” le da la base y la unidad a todo el libro, le da el ritmo y la medida, como si todo fuera un gran poema, donde cada capítulo se presenta como si fueran estrofas de ese poema, que con gran libertad literaria ordenó para guiar la lectura desde los días anteriores a la llegada de los filibusteros, desde la visión que se empezaba a tener de Centroamérica hasta la rendición de William Walker.

En cinco capítulos nos presenta esa situación. El primero de ellos, sin proponérselo, nos ubica el escenario geográfico político y su valor estratégico, geopolítico, en la época. ¿Cómo llegar desde la costa este de los Estados Unidos a la costa oeste de ese país, cuando todavía no estaba construido el ferrocarril de costa a costa, ni se había acabado la expansión hacia el oeste, por el llamado de las explotaciones mineras en California?

El segundo capítulo nos lleva de la mano con las andanzas de William Walker desde California hasta Nicaragua, donde llega a convertirse en un activo agente político en el interior de la política nicaragüense, y en un grave peligro para la Soberanía, la Independencia y la Libertad de las de los pueblos y las nacientes repúblicas centroamericanas, amenazadas por la anexión de estos territorios a los Estados sureños, de los Estados Unidos, y por la imposición de la esclavitud en Centroamérica. En este capítulo nos presenta a William Walker y su gavilla de filibusteros.

El capítulo tercero se lo dedica a nuestro Gran Prócer, Benemérito de la Patria, Héroe máximo de toda la Campaña Nacional. Describe brevemente los gobiernos del Presidente Mora Porras, la situación económica ante la guerra que se avecina y la preparación del Ejército Nacional, con elementos culturales de la época.

El cuarto capítulo nos introduce y nos lleva, palmo a palmo, por el camino transitado de la Guerra Nacional, donde brillan distintos héroes, desde la Primera Proclama el 20 de noviembre de 1855 hasta los principales combates de 1857.

Aquí exalta el triunfo contra los filibusteros haciendo un repaso desde la derrota en Rivas, el 11 de abril de 1856, pasando por el impacto de la peste del cólera hasta la rendición de Walker, el 1 de mayo de 1857.

El último capítulo nos recuerda el regreso de la tropa a Costa Rica, ya vencidos los filibusteros, con la narración del viaje del gran escritor norteamericano Mark Twain, en 1867, por del río San Juan, con datos biográficos, al final, de la Familia del Presidente Juan Rafael Mora, con su esposa Inés Antonia de Jesús Aguilar, y de sus hijos Mora Aguilar.

Una deliciosa lectura, un gran paseo por uno de los capítulos más importantes de la Historia Patria, nos ha regalado con esta publicación Fraser Pirie. Los invito a adquirirlo y disfrutarlo. Estoy seguro que la lectura nos llevará a hacer honor del verso, de nuestro Himno Nacional, “Salve, oh tierra gentil”.

Enviado a SURCOS por el autor.

Las mujeres del 8 de marzo. Historia de una lucha continua

Integrantes de la Asociación Nacional pro Sufragio de la Mujer encabezadas por Elizabeth Cady Stanton y Susan B. Anthony.

Vladimir de la Cruz de Lemos

El 8 de marzo se celebraba antes de 1975 como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Era un día de convocatoria política de las mujeres trabajadoras movilizadas en lucha por la defensa y ampliación de sus derechos laborales y también políticos. En esa tarea, los partidos revolucionarios de todo tipo, especialmente socialistas, comunistas y organizaciones anarquistas, eran los que abanderaban estas luchas y la movilización de esta celebración.

Desde 1975, bajo el amparo de la Organización de las Naciones Unidas, por la presencia entonces de los países socialistas donde se conmemoraba este día, se aprobó celebrar el 8 de marzo como una fecha internacional. Su celebración actual es para reivindicar, defender y ampliar los derechos de las mujeres en todas partes del mundo, al menos de los países integrantes de la ONU, que además irían firmando, en lo sucesivo las Declaraciones y Convenios internacionales relacionados con las mujeres en particular.

Este día, 8 de marzo, se asocia originalmente a las luchas, a partir del siglo XIX, de los trabajadores en general y de las mujeres trabajadoras en particular. Sin embargo, se reconoce que en la Historia anterior hubo importantes mujeres que de distintas maneras defendieron sus derechos y se hicieron presentes en los escenarios políticos, sociales e intelectuales de las sociedades anteriores.

Así, por ejemplo, según nos cuenta la literatura, en la antigua Grecia, Lisístrata, como lo narra Aristófanes, convocó a una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra civil que vivían los atenienses, destacándose a la vez como un símbolo a favor de la paz. Proponía un juramento de las mujeres frente a sus hombres:

Lisístrata: Lampitó, todas las mujeres toquen esta copa, y repitan después de mí: no tendré ninguna relación con mi esposo o mi amante.
Cleónica: No tendré ninguna relación con mi esposo o mi amante.
Lisístrata: Aunque venga a mí en condiciones lamentables.
Cleónica: Aunque venga a mí en condiciones lamentables (¡Oh, Lisístrata, esto me está matando!).
Lisístrata: Permaneceré intocable en mi casa.
Cleónica: Permaneceré intocable en mi casa.
Lisístrata: Con mi más sutil seda azafranada.
Cleónica: Con mi más sutil seda azafranada.
Lisístrata: Y haré que me desee.
Cleónica: Y haré que me desee.
Lisístrata: No me entregaré.
Cleónica: No me entregaré.
Lisístrata: Y si él me obliga.
Cleónica: Y si él me obliga.
Lisístrata: Seré tan fría como el hielo y no le moveré.
Cleónica: Seré tan fría como el hielo y no le moveré […]
Lisístrata: ¿Todas han jurado?
Mirrina: Todas.

Otro ejemplo, el sacrificio de Ifigenia, cuando el esposo decide quitarle la vida porque la mujer no acepta la vida que lleva, o las reinas Amazonas, que nos recuerdan a las mujeres guerreras, como lo relata Heródoto, o Aspasia, la mujer más famosa, inspiradora de la política de Atenas, en tiempos de Pericles; o Safo, de la Isla de Lesbos, como bien nos la recuerda el Dr. Juan Jaramillo, como la mujer bien admirada cuya conducta a nadie le importaba en su tiempo; o Sukaina, que desafió a Mahoma, su bisabuelo, demostrándole que en ninguna parte del Corán se le exigía a las mujeres cubrirse la cara con un velo; o Sherezade, la gran tejedora de la narrativa popular, la creadora del cuento oral.

Durante días de la Gran Revolución de 1789, de la Revolución francesa, las parisienses que pedían «libertad, igualdad y fraternidad» y marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino.

En 1791 Olympe de Gouges, que era el nombre literario o el seudónimo de Marie de Gouze, escritora, dramaturga, filósofa y política francesa, redacta la «Declaración de los derechos de la Mujer y la Ciudadana», del 5 de septiembre de 1791, en idénticos términos que la «Declaración de los derechos del Hombre y el Ciudadano», del 26 de agosto de 1789, donde reclama para las mujeres los mismos derechos que allí se habían establecido para los hombres, documento que planteaba la emancipación política y la equidad de la mujer, la igualdad entre el hombre y la mujer en la vida privada y en la vida pública, el derecho al voto y al trabajo público, el derecho a hablar en público de temas políticos, a acceder a puestos políticos, a poseer propiedades y el derecho a la educación.

A ella le debemos la expresión: «Si la mujer puede subir al cadalso, también se le debería reconocer el derecho de poder subir a la tribuna», Cabe decir que cayó sobre su nuca la guillotina bajo el período del terror revolucionario.

En Inglaterra, en ese mismo período, Mary Wollstonecraft, en 1790 y en 1792 publica Vindicación de los derechos del hombre, en 1790, y Vindicación de los derechos de la mujer, en 1792, levantando banderas republicanas y de igualdad de la mujer.

En la historia costarricense recordamos a la indígena Biriteca, cuyo valor le dio la seguridad a los caciques y guerreros indígenas, Coyoche, para que, con Pabru Presberi, mantuvieran la resistencia más grande a la invasión española, a principios del siglo XVIII.

Lo mismo, durante el período colonial en América Latina, en la lucha por la Independencia que se asocian nombres de mujeres como Ana de Tarna, María Gregoria, Juana Moreno, Micaela Bastidas Puyuqawa, Tomasa Tito Condemayta, Bartolina Sisa, Cecilia Tupac Amaru.

A partir de la Independencia, la construcción del Estado nación fue lograda, en parte, también por la participación de las mujeres, como fueron, entre otras, Juana de Azurduy, en Alto Perú, a la cual la historia refiere como la máxima heroína de la Independencia de América. Pero, en este orden, destaca el compromiso de Manuela Sáenz, a la lucha bolivariana, o de Pancha Carrasco, en la gesta nacional contra los filibusteros en Costa Rica y en Centroamérica.

El siglo XIX fue, también, el siglo del impacto de la Independencia de las colonias inglesas y de la Revolución norteamericana, de la Revolución francesa, de sus ideales, su republicanismo, sus valores de libertad, igualdad y fraternidad, de la Ilustración, el Iluminismo y el Enciclopedismo, de las revoluciones de Independencia en la América española, de las revoluciones europeas de 1820, 1830 y 1848; del industrialismo en Europa y Estados Unidos, particularmente, haciendo surgir la clase obrera, y con ella las luchas sociales por mejorar las condiciones de trabajo y de seguridad e higiene ocupacional, así como los seguros sociales a finales de ese siglo. Del mismo modo, fue el origen de las organizaciones laborales y sus luchas, las sociedades de socorros mutuos, de mutuo auxilio, ayudas mutuas, las Fraternelles, el cooperativismo, las sociedades de trabajadores, de artesanos y de obreros, las primeras asociaciones sindicales, la I y la II Internacional obreras; las luchas cartistas, ludistas y las propiamente sindicales. Es el siglo del surgimiento de la clase obrera organizada con sus partidos obreros, socialistas, socialdemócratas, anarquistas, con referencia al Manifiesto Comunista, de 1848, los revolucionarios de distintos tipos o denominaciones, junto a los partidos liberales, y al final del siglo de los movimientos socialcristianos al calor de la Encíclica Rerum Novarum.

Un siglo de grandes luchas, entre ellas, las luchas por la rebaja de la jornada de trabajo a 8 horas, lo que se logra entre 1886 y 1890, de manera más generalizada, gracias a las grandes jornadas de lucha del movimiento obrero de los Estados Unidos, en Chicago, y de las luchas obreras en Europa.

Fue también el tiempo del inicio de las luchas políticas y electorales donde las mujeres se movilizan para que se les reconozcan sus derechos políticos, a la par de las reivindicaciones obreras y laborales.

Así, el origen del Día de la Mujer se remonta a los movimientos y luchas obreras del siglo XIX y principios del XX, principalmente en Estados Unidos y Europa.

En el contexto de industrialización temprana de las fábricas, de los trabajadores, que incluían mujeres y niños, sin grandes distinciones con el trabajo de los hombres, se celebraron sucesivas manifestaciones para exigir mejores condiciones de trabajo y salarios, jornadas laborales más cortas y la prohibición del trabajo infantil.

A las pocas semanas de la publicación del Manifiesto Comunista, en los días del 19 al 20 de julio, de 1848, nace el movimiento sufragista en la primera Convención Feminista sobre los Derechos de la Mujer, llamada Convención de Seneca Falls, que produjo el documento conocido como «Manifiesto de Seneca Falls», que se considera la primera convención por los derechos de la mujer, que se celebró en los Estados Unidos, donde participaron 300 activistas por los derechos de la mujer, cuya declaración final fue firmada por más de 100 mujeres. En 1848, las norteamericanas Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott protestaron contra el impedimento que tenían de hablar en público, y en una convención que trataba la abolición de la esclavitud, acto que se asocia al origen del movimiento feminista de los Estados Unidos.

En marzo de 1857, una ola de huelgas masivas recorrió el Estado de Nueva York, en Estados Unidos. La industria textil se nutría de la explotación esclavista de la población afrodescendiente en los campos algodoneros del Sur, y explotaba a les trabajadores del Norte con jornadas de más de 10 horas diarias.

El 8 de marzo, de 1857, las obreras de New York fueron brutalmente reprimidas, al luchar por mejores condiciones de trabajo, aumento de salarios y rebaja de la jornada de trabajo a 10 horas diarias.

Fue una lucha política para poder influir en la determinación y en la decisión del gobierno de fijar salarios, jornadas y condiciones de trabajo.

En esos mismos días, en 1858, Emmeline Pankhurst, activista política británica y líder del movimiento sufragista, levantó banderas de participación política. Manifestó. «No queremos quebrantar las leyes, queremos redactarlas y refrendarlas».

La situación de las mujeres trabajadoras se agravaba. Se agitaban sus condiciones de vida y de trabajo. A las luchas obreras y las grandes jornadas de las 8 horas de Chicago, de 1886 y 1890, siguieron las luchas obreras y las luchas políticas de las mujeres.

En 1893, en Nueva Zelanda, se autoriza el derecho al voto de las mujeres, y el 28 de noviembre de 1893, Elizabeth Yates se convierte en la primera alcaldesa en el mundo, electa popularmente.

En Inglaterra, igualmente, aparecen las suffragettes, que eran las activistas por los derechos civiles, lideradas por Emmeline Pankhurst, que van a llevar el feminismo, en Inglaterra y Estados Unidos, al terreno del activismo por la igualdad de derechos frente al Estado.

Las luchas del momento, la discusión que giraba en torno a la eliminación de la esclavitud, va a influir en el futuro del movimiento feminista, estableciéndose una correlación entre la lucha por la abolición y la lucha por los derechos de la mujer: muchas de las líderes de esta segunda corriente son esposas de líderes abolicionistas.

Lograda la abolición se producen contactos estrechos entre las feministas y las mujeres negras, en las que destaca Sojourner Truth. Con la abolición de la esclavitud no se igualó la raza, el género, por lo que las luchas feministas electorales siguieron su propio camino.

La lucha desarrollada por las mujeres trabajadoras, en Europa y Estados Unidos, por obtener mejores condiciones de trabajo, era impulsada bajo las banderas de los partidos socialistas y comunistas ya existentes.

En 1900, las mujeres alemanas hicieron una serie de peticiones al Reichstag para exigir el acceso a la universidad y a la posibilidad de presentarse a oposiciones.

En 1903, surgió la Liga Sindical Femenina, una organización de trabajadoras asalariadas estructurada por mujeres socialistas, sufragistas y profesionales liberales norteamericanas. El último domingo de febrero, de 1908, las mujeres de esta Liga Sindical celebraron una manifestación denominada «Día de la Mujer», reivindicando el derecho al voto y mejores condiciones laborales. El acto se repitió al año siguiente en Manhattan donde se reunieron 2000 personas.

En 1907, en Austria, los landstag deciden establecer el voto general y obligatorio.

El 8 de marzo de 1908, 146 mujeres trabajadoras de la fábrica Cotton, de Nueva York, protestaban por los bajos salarios y las malas condiciones laborales, manteniéndose en la fábrica hasta que se lograran sus peticiones. El dueño no aceptó estas protestas laborales, cerró las puertas de la fábrica y le prendió fuego a las instalaciones con las mujeres en su interior, quemándose todas ellas.

A finales de marzo, el 25 de marzo de 1911, en Estados Unidos se produjo incendio que asoló la fábrica Triangle Blouse Company, en Nueva York, en él murieron casi 150 mujeres, muchas de ellas inmigrantes, lo que tuvo una gran resonancia mundial en las legislaciones obreras, y en los propios Estados Unidos. El día del incendio, algunas puertas de la fábrica, que ocupaba los tres pisos superiores de un edificio de diez plantas, estaban cerradas para impedir que los trabajadores salieran a la huelga. Murieron 146 personas de las cuales 125 eran mujeres y 21, hombres. Se dijo que el humo que expedía el edificio en llamas era de color morado por los tejidos que se usaban en la fábrica textil, motivo por el cual el color morado se usa, en las marchas del 8 de marzo, como símbolo que recuerda a estas mujeres y su lucha.

Las líderes del Partido Socialista de los Estados Unidos, antecedente del Partido Comunista de ese país, que se funda en 1919, como Corinne Brown y Gertrude Breslau-Hunt, organizan actos de solidaridad y en conmemoración de las luchas de las trabajadoras textileras de Chicago, que en 1908 exigían la reducción de la jornada de trabajo, mejores salarios y mejores condiciones de trabajo, junto con la reivindicación del sufragio.

Entre noviembre de 1909 y febrero de 1910 se produjo la huelga de las camiseras conocida como el Levantamiento de las 20,000. La huelga fue dirigida por Clara Lemlich y apoyada por la Liga Nacional de Sindicatos de Mujeres Estados Unidos. Su lucha fue por reducir la jornada laboral, obtener mejores salarios y lograr derechos políticos, como el voto.

Una declaración del Partido Socialista de los Estados Unidos de América, del día 28 de febrero, originó el primer Día Nacional de la Mujer, tradición que se siguió celebrando el último domingo de febrero, hasta el año 1913. El Comité Nacional de la Mujer de EE. UU. fue el que recomendó establecer el último domingo de febrero a favor del sufragio femenino.

En 1910, en Copenhague, Dinamarca, se reunió la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, que era la organización que representaba a las mujeres de los partidos socialistas, de los partidos obreros socialistas, de los partidos obreros socialdemócratas y de los partidos laboristas, y de una variedad de organizaciones de mujeres, que pertenecían o estaban vinculadas a la II Internacional Socialista, originalmente fundada por Carlos Marx, en 1864, conocida como la I Internacional, que luego evolucionó a la II Internacional, en la década de 1870, que duró hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial, que la desintegró por las divisiones causadas en torno al papel que debían tener los trabajadores frente a la Guerra Mundial.

Las luchas principales de esta organización internacional de mujeres giraban alrededor de la igualdad de género y de los derechos de las mujeres. La dirigente comunista Clara Zetkin dirigía esta asociación internacional, desde 1907, cuando se había constituido su Primera Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas.

En esta II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas se realiza la Proclamación del Día Internacional de la Mujer, en Copenhague. Con esta proclamación se reiteró la demanda del sufragio universal y se proclamó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

En esta reunión, de Copenhague, Clara Zetkin y Kathy Duncker, dirigentes del Partido Socialista alemán, propusieron que se celebrara un Día Internacional de la Mujer Trabajadora, lo que se hizo en solidaridad con la lucha de las trabajadoras de Estados Unidos. En este Congreso se destacaron otras mujeres socialistas y comunistas, Rosa Luxemburgo, Aleksandra Kolontái, Nadezhda Krúpskaya, la esposa de Vladimir Lenin, e Inessa Armand.

La propuesta fue aprobada unánimemente por la conferencia con más de 100 mujeres procedentes de 17 países. Esta Conferencia Internacional de Mujeres, existe hoy como una Organización No Gubernamental, que reúne 150 asociaciones de mujeres de todo el mundo y forma parte del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas.

La propuesta recuperaba la lucha de las mujeres estadounidenses e iniciaba la lucha feminista y socialista, que tendría como bandera los derechos laborales y políticos de las mujeres.

Como Día Internacional se empezó a celebrar en 1911, un 19 de marzo ese año en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de 1 millón de mujeres y hombres. Además del derecho de voto y de ocupar cargos públicos, exigieron el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.

En 1913-1914, en el marco de los movimientos pro de la paz, que surgieron en vísperas de la Primera Guerra Mundial, las mujeres rusas celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero de 1913, de conformidad a calendario juliano que todavía tenían. En el resto de Europa, las mujeres celebraron mítines en torno al 8 de marzo del año siguiente para protestar por la guerra o para solidarizarse con las demás mujeres.

En la Rusia pre revolucionaria lo empezaron a celebrar en 1913, el último domingo de febrero, y a partir de 1914, en Rusia, Alemania y Suecia se unificó la celebración al 8 de marzo, como Día Internacional de la Mujer Trabajadora, también para protestar contra la guerra, a la que estaban siendo arrastrados los países europeos.

En Rusia, en el año revolucionario de 1917, aprovechando las luchas obreras de inicio de año, y del proceso democrático revolucionario de febrero de 1917, se celebró el 8 de marzo.

Con el triunfo de la Revolución Socialista de octubre de 1917, Lenin le asignó un importante reconocimiento al papel de la mujer en la lucha política, y en la lucha por el socialismo.

En 1917, ante los 2 millones de soldados rusos muertos en la guerra, las mujeres rusas escogieron de nuevo el último domingo de febrero para declararse en huelga en demanda de «pan y paz», parte de las tres principales consignas revolucionarias que agitaba Lenin en esos días. La tercera consigna era «tierra», las cuales se llevaron a la ejecución con los tres primeros decretos de la Revolución Rusa de octubre, en 1917. Unas 90,000 trabajadoras se manifestaron contra las malas condiciones de trabajo, el hambre, la participación rusa en la Primera Guerra Mundial.

Los dirigentes políticos criticaron la oportunidad de la huelga, pero las mujeres la hicieron de todos modos. A los cuatro días de la huelga, el zar se vio obligado a abdicar y el gobierno provisional concedió a las mujeres el derecho de voto. Esta lucha de las mujeres rusas fue considerada como uno de los primeros momentos de la Revolución bolchevique.

Con la Revolución, las mujeres conquistaron en Rusia derechos que los estados capitalistas negaban a sus compañeras. El sufragio y el derecho para participar en política, el aborto legal libre y gratuito, el derecho al divorcio y al reconocimiento de los niños nacidos fuera del matrimonio, la despenalización de la homosexualidad.

El 23 de septiembre de 1919 Lenin hizo un importante discurso donde trazó «Las tareas del movimiento obrero femenino en la República Soviética». Allí señaló que «todavía la situación de la mujer sigue siendo penosa debido a sus tareas domésticas. Para lograr la total emancipación de la mujer y su igualdad real y efectiva con el hombre, es necesario que la economía nacional sea socializada y que la mujer participe en el trabajo general de producción. Entonces sí la mujer ocupará el mismo lugar que el hombre». Claro está, señalaba Lenin:

Aquí no hablamos de igualar a la mujer con el hombre en lo que se refiere a la productividad del trabajo, la cantidad de trabajo, la duración de la jornada, las condiciones de trabajo, etc.; sostenemos que la mujer no debe, a diferencia del hombre, ser oprimida a causa de su posición en el hogar. Todas ustedes saben que incluso cuando las mujeres gozan de plenos derechos, en la práctica siguen esclavizadas, porque todas las tareas domésticas pesan sobre ellas. En la mayoría de los casos las tareas domésticas son el trabajo más improductivo, más embrutecedor y arduo que pueda hacer una mujer. Es un trabajo extraordinariamente mezquino y no incluye nada que de algún modo pueda contribuir al desarrollo de la mujer.

En la búsqueda del ideal socialista, luchamos por la realización total del socialismo, y en este camino se abre un amplio campo de acción para la mujer. Nos disponemos ahora a emprender concretamente la tarea de desbrozar el terreno para la construcción del socialismo, y la edificación de la sociedad socialista solo comienza allí donde, después de haber logrado la igualdad completa de la mujer, abordamos las nuevas labores junto a ella, libre y de esas faenas mezquinas, embrutecedoras e improductivas. Y estas labores nos ocuparán durante muchos, muchísimos años.

Decimos que la emancipación de los obreros debe ser lograda por los obreros mismos, y ocurre otro tanto con la emancipación de las mujeres trabajadoras: debe ser fruto de su propio esfuerzo. Las trabajadoras deben preocuparse de desarrollar las instituciones a que nos referimos, y esta actividad de la mujer conducirá a hacer cambiar radicalmente la situación que ocupaba en la sociedad capitalista.

Para poder intervenir en política, en el viejo régimen, capitalista, se requería una preparación especial, de modo que el papel de las mujeres en la vida política era insignificante incluso en los países capitalistas más avanzados y libres. Nuestra tarea es lograr que la política sea accesible a toda mujer trabajadora.

En 1921, Lenin, de nuevo abordó el tema de las mujeres el 8 de marzo, en la celebración de esta fecha. Enfatizó en que «bajo el capitalismo, la mitad femenina del género humano esta doblemente oprimida. La obrera y la campesina son oprimidas por el capital y, además, incluso en las repúblicas burguesas más democráticas no tienen plenitud de derechos, ya que la ley les niega la igualdad con el hombre. Esto, en primer lugar, y, en segundo lugar —lo que es más importante—, permanecen en la «esclavitud casera», son «esclavas del hogar», viven agobiadas por la labor más mezquina, más ingrata, más dura y embrutecedora: la de la cocina y, en general, la de la economía doméstica familiar individual». A propósito de la jornada de trabajo 4-3 que se quiere imponer, estas reflexiones de Lenin siguen cobrando gran actualidad.

La Revolución rusa, como parte de su lucha por la liberación y la igualdad de la mujer, estableció, por iniciativa de Alexandra Kollontai, que había sido nombrada Comisaria del Pueblo para la Asistencia Pública, el voto de la mujer, el divorcio y el aborto legal, y que se estableciera en Rusia el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer. A partir de aquí se empezó a celebrar en distintos países, al impulso también de la III Internacional, organización que impulsó Lenin para desarrollar partidos comunistas y organizaciones sindicales.

En 1918, en Inglaterra, se regula el voto para mujeres mayores de 30 años y poseedoras de una casa. En 1928, la edad para votar se equipara a la de los hombres. Por su parte, en Estados Unidos, la Decimonovena Enmienda de 1920 otorga derecho al voto en todos los estados del país.

Junto al derecho al voto, la lucha feminista tuvo como objetivo los derechos educativos.

Desde 1922 hasta 1975 se institucionalizó el Día Internacional de la Mujer en el contexto de las luchas socialistas y comunistas en todo el mundo. A partir de 1975, con apoyo de la ONU se celebra en todo el mundo. En 1922 en China se celebra este día. En 1924, el 10 de mayo, Ecuador estableció el sufragio femenino.

En España, en 1936 impulsado bajo el período de la II República, por la dirigente comunista Pasionaria, Dolores Ibarruri, se empezó a celebrar el 8 de marzo. En Costa Rica el Partido Comunista, fundado en 1931, se inició la celebración de esta fecha.

Con la Constitución de las Naciones Unidas se abrió un escenario para atender a nivel internacional la situación de las mujeres. Desde el 24 de octubre de 1945 las Naciones Unidas han consagrado el desarrollo y promoción de «las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión»; de la igualdad de derechos de mujeres y hombres como aspecto fundamental de su razón de ser. En la sesión inaugural de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Londres, Reino Unido, Frieda Dalen de Noruega se convirtió en la primera mujer delegada en intervenir y Eleanor Roosevelt, de los Estados Unidos de América, pronunció su célebre «Carta abierta a las mujeres del mundo» en la que las llamó a participar más en los asuntos nacionales e internacionales.

Como parte de su atención la ONU creó una comisión funcional del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC), la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW), como el primer organismo intergubernamental mundial dedicado exclusivamente a la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, organismo que ha sido decisivo para supervisar la condición de los derechos de las mujeres en todo el mundo y definir los estándares internacionales sobre igualdad de género. La Comisión reúne a Estados Miembros, a organizaciones de la sociedad civil y diversas entidades.

En diciembre de 1947, la Asamblea General aprobó una resolución por la que se proclamaba el Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional, que los Estados Miembros deben observar todos los días del año, en conformidad con su tradiciones históricas y nacionales. Así se dio, el 10 de diciembre de 1948, la histórica Declaración Universal de Derechos Humanos como el primer reconocimiento mundial de que existen derechos inalienables y libertades fundamentales que se aplican a todos los seres humanos.

En 1952 la ONU aprobó la Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer, donde se estableció que las mujeres tienen derecho a votar en todas las elecciones, en igualdad de condiciones con los hombres, sin discriminación alguna, que las mujeres tienen derecho a ser elegidas para puestos públicos de elección, en igualdad de condiciones que los hombres y sin discriminación, y que tienen derecho a ejercer puestos públicos y toda función pública.

En 1972, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución 3010, declaró a 1975 «Año Internacional de la Mujer».

En 1975, la ONU comenzó a celebrar el ocho de marzo, como el Día Internacional de la Mujer.

En México, en 1975, del 19 de junio al 2 de julio tuvo lugar la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, donde se formuló el Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer: Igualdad, Desarrollo y Paz a fin de implementarlo, 1976-1985, un plan de acción para la promoción de la mujer.

En 1977, la Asamblea General de la ONU proclamó el ocho de marzo como el Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional, lo que oficializó, para los países, este día dentro de sus calendarios. Así, la ONU reconoció los orígenes de las luchas de las mujeres que, en Europa, y Estados Unidos, reclamaban a comienzos del a finales del siglo XIX y principios del siglo XX el derecho al voto, mejores condiciones de trabajo y la igualdad entre los sexos.

En 1979, la ONU aprobó la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, conocida como «Declaración de Derechos de la Mujer», que es el instrumento jurídico internacional más exhaustivo para proteger los derechos humanos de las mujeres. Aquí se define el significado de discriminación contra las mujeres y establecen obligaciones legales para los países que forman parte de ella con el objetivo de poner fin a esta discriminación; se exige que los Estados Miembros eliminen la discriminación contra las mujeres en la esfera pública y privada, incluido el ámbito familiar, y se propone alcanzar una igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, tanto en las leyes como en la vida real. Se indica también que la discriminación contra la mujer viola los principios de igualdad de derechos y el respeto de la dignidad humana. Con relación al matrimonio y las relaciones familiares, se faculta a las mujeres a elegir libremente el cónyuge y a contraer matrimonio con su pleno consentimiento; otorga igualdad de derechos y responsabilidades durante el matrimonio y como progenitoras, a decidir libre y responsablemente el número de hijos, a elegir su apellido, a la vez que garantiza los mismos derechos en materia de propiedad y administración de bienes.

En 1984 el Convenio Internacionales por la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, fue ratificado por Costa Rica.

En materia de derechos reproductivos, la ONU, junto con la Organización Mundial de la Salud, ha reconocido la salud reproductiva como «..un estado general de bienestar físico, mental y social», y reconoce que la salud reproductiva supone la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos, la capacidad de procrear y la libertad para decidir hacerlo o no hacerlo, cuándo y con qué frecuencia, y el derecho básico de cada pareja, e individuo, a decidir con libertad y responsabilidad el número, frecuencia y tiempo de sus hijos y a tener la información y medios para hacerlo, así como el derecho de todos de tomar decisiones acerca de la reproducción, sin discriminación, coerción ni violencia.

El reconocimiento de estos derechos es un logro importante de las organizaciones de mujeres de todo el mundo, a pesar de la fuerte oposición de los fundamentalistas religiosos, como los que existen en Costa Rica.

En 1994 se había constatado que por lo menos tres mujeres y niñas sufren violencia a lo largo de su vida, lo que constituye una de las violaciones de los derechos humanos más generalizadas que las Naciones Unidas deben priorizar.

En la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, en El Cairo, Egipto, en 1994, se reafirmó que el cumplimiento de los derechos de las mujeres y las niñas como un motor fundamental del desarrollo sostenible, y situó el empoderamiento de las mujeres en el centro del desarrollo, considerando el derecho de las mujeres y las parejas a controlar su propia fertilidad como el núcleo fundamental de las políticas y los programas sobre población. Este año, 1994, se reconoció el Día Internacional de la Mujer en los Estados Unidos.

Del 4 al 15 de septiembre de 1995 se realizó la Cuarta Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer, en Beijing, China, donde acudieron 17,000 participantes y 30,000 activistas, la cifra más alta del mundo en reuniones de este tipo. Las tres conferencias anteriores se organizaron en Ciudad de México (1975), Copenhague (1980) y Nairobi (1985). En China 189 países aprobaron por unanimidad una referencia progresista a favor del empoderamiento de las mujeres.

En septiembre del 2000 se dio la Cumbre del Milenio donde se proclamó la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas, con ocho objetivos diseñados para reducir la pobreza extrema con plazos y una fecha límite de 2015. Entre ellos el Objetivo 3 insta específicamente a fomentar la igualdad de género y el Objetivo 5 a mejorar la salud materna. En el 2015 la ONU había conseguido comprobar que la vida de las mujeres y las niñas en casi todas las regiones en desarrollo había alcanzado la paridad de género en la educación primaria, y los índices de mortalidad materna habían disminuido en un 45 por ciento.

En octubre del 2000 el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 1325 reconociendo que la guerra afecta a las mujeres de manera diferente e instaba a que las mujeres sean parte fundamental de la prevención, la gestión y la resolución de conflictos. Desde entonces, se han aprobado seis resoluciones más de apoyo —1820, 1888, 1889, 1960, 2106 y 2122—, atendiendo diversos matices, entre ellos, el reconocimiento de la violencia sexual como táctica de guerra hasta la disposición de un sistema de rendición de cuentas con el objetivo de implementar medidas más firmes que permitan a las mujeres participar en la resolución de conflictos y en la recuperación.

En julio del 2010 la ONU crea la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres) para acelerar el progreso en la atención de las necesidades de las mujeres y las niñas de todo el mundo.

En el 2011 la ONU, considerando las violaciones de derechos humanos sufridas por la comunidad de lesbianas, gais, bisexuales y personas transgénero, aprobó la primera resolución de las Naciones Unidas sobre orientación sexual e identidad de género, y en el 2014 sobre vulnerabilidad ante la exclusión social o la violencia, como, por ejemplo, las «violaciones correctivas», las agresiones y la negación de servicios básicos, entre ellas las prácticas nociva como la mutilación genital femenina, que afecta hoy a más de 230 millones de mujeres y niñas que sobreviven a la mutilación genital, solo en África más de 144 millones, en Asia 80 millones, y en Oriente Medio 6 millones, en una totalidad de 31 países que realizan esta práctica. En países como Somalia, Guinea y Yibuti más del 90% de mujeres sufren esta práctica.

En el 2013 la ONU aprobó el Convenio sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos (C189) en materia de derechos laborales entra en vigor, ofreciendo a las trabajadoras y los trabajadores domésticos —en su mayoría mujeres— los mismos derechos laborales básicos que al resto de trabajadoras y trabajadores. Desde la aprobación del Convenio 22 países han aprobado leyes que mejoran los derechos sociales y laborales de las trabajadoras y los trabajadores domésticos.

Este tratado de derechos humanos de las Naciones Unidas es el más ratificado después de la Convención sobre los Derechos del Niño.

Todavía queda mucho pendiente. Diariamente 800 mujeres mueren por causas relacionadas con el embarazo que podrían evitarse; una de cada tres mujeres sufre violencia física o sexual; las mujeres ocupan únicamente el 22 por ciento de escaños parlamentarios y actualmente representan más del 60 por ciento de la población analfabeta del mundo.

El 8 de marzo de 2017, se produjo el Primer Paro Internacional de Mujeres para visibilizar la violencia machista en todas sus formas y expresiones: sexual, social, cultural, política y económica.

En Costa Rica se desarrollaron distintos grupos de mujeres y luchadoras, en distintos frentes, incluido el político, como lo fueron las mujeres sufragistas durante las décadas de 1910 y 1920, las mujeres opositoras a los gobiernos de Rafael Ángel Calderón Guardia y Teodoro Picado, y las mujeres organizadas a favor de los presidentes de la Reforma Social, en los años de 1940-1948.

La sociedad costarricense antes de 1949 era muy excluyente. Durante todo el siglo XIX hasta 1913 el voto era público, indirecto y de segundo grado, sin participación de mujeres, lo que se logró hasta 1949. En 1890 el presidente José Joaquín rodríguez planteó la posibilidad de reconocer el voto de las mujeres, sin que se lograra, por la participación que habían tenido en los sucesos del 7 de noviembre de 1889, cuando se movilizaron, junto a los hombres para evitar un posible fraude electoral.

Durante el período de 1890 a 1910 se dieron luchas por la ciudadanía femenina y sobre los derechos políticos de las mujeres, ante el Congreso de la República. Entre 1890 y 1949 se presentan catorce proyectos a la Asamblea Legislativa para otorgarle o reconocerle a las mujeres el derecho al voto.

En 1923, siguiendo los movimientos internacionales se constituyó la Liga Feminista.

En 1925 se intenta aprobar, en el Congreso de la República, el reconocimiento del voto de la mujer, obteniéndose un resultado de 15 diputados a favor y 24 en contra.

El 20 de junio de 1949 en la Asamblea Nacional Constituyente se aprueba el reconocimiento del voto de la mujer. Se universaliza el voto. Se amplía y fortalece el proceso democrático. 33 diputados votaron a favor; 8 lo hicieron en contra.

Por primera ejercen el derecho al sufragio las mujeres en Costa Rica en un plebiscito distrital, de 1951, durante el gobierno de Ulate, para decidir en La Tigra y La Fortuna de San Carlos a cuál cantón pertenecían: si a San Ramón o San Carlos. Fue Bernarda Vázquez Méndez la primera mujer en ejercer y Amelia Alfaro Rojas, la segunda.

A partir de 1953 participan en procesos electorales nacionales. Las tres primeras diputadas fueron, ese año, María Teresa Obregón, Ana Rosa Chacón y Estela Quesada, todas del PLN. En 1998 fueron electas 11 mujeres. Hoy hay 26 de 57 diputadas.

Cada situación de estas, voto directo y secreto, significó mayor desarrollo de la democracia, más participación ciudadana y, menos control oligárquico del poder.

Sobre las mujeres se ejercía presión social y cultural para excluirlas de la vida política. Se les señalaba que su lugar era el corazón del hombre; el hogar y la maternidad; no la política.

En la primera década del siglo XX, se decía que la participación de la mujer en la coeducación conducía a la masculinización de las mujeres y a la feminización de los hombres.

Se afirmó que con la incorporación de la mujer a la política la familia se dividiría y debilitaría.

La universalización del voto en Costa Rica no fue solo una estrategia de los distintos partidos políticos por fortalecer su poder y ampliar el número de electores. Fue el resultado de una lucha democrática y de mayor participación ciudadana.

En la vida ciudadana y democrático las mujeres han tenido un papel destacado. Lucharon contra dictaduras y gobiernos que se consideraron antidemocráticos.

En la década de 1920 se discutió si las mujeres debían constituir un movimiento único de lucha política (las feministas) o, si debían participar más ampliamente, junto a los hombres en todas las luchas sociales, como lo proponía Carmen Lira.

En la década de 1940 en algunos acontecimientos especiales destacan las mujeres organizadas políticamente: en las Jornadas de mayo del 43, en contra de reformas electorales propuestas por Calderón que se consideraban facilitadoras de fraude electoral; el 2 de agosto de 1947 cuando las mujeres de la oposición culminan las luchas de la Huelga de Brazos Caídos con una marcha a la Casa Presidencial donde son reprimidas, con la organización que impulsa el partido comunista, Vanguardia Popular, la Unión de Mujeres del Pueblo en 1947, después llamada Alianza de Mujeres Costarricenses, y en la guerra civil de 1948 cuando las mujeres luchan en ambos bandos políticos, especialmente en la parte logística de la retaguardia de los combates.

En el escenario político electoral, y organizativo, los partidos políticos costarricenses han creado sus frentes femeninos, muy débiles, y que funcionan más para períodos electorales.

Para esos años el Partido Comunista había impulsado su frente femenino y en la década de 1950 hizo surgir la Alianza de Mujeres Costarricenses, donde destacaron, entre otras, Luisa González y Alicia Albertazzi, y bajo su conducción se celebró el 8 marzo como Día Internacional de la Mujer.

En las décadas de 1970 y 1980 en el país los gobiernos atendieron cada vez más políticas de mujeres, especialmente cuando la ONU acogió esta fecha como parte de sus celebraciones anuales e internacionales.

Bajo el primer Gobierno de Oscar Arias Sánchez, en 1986-1990, se desarrollan las leyes más importantes que dinamizan y aceleran la mayor participación e igualdad de la mujer en Costa Rica. Otras leyes son: la de Promoción de la Igualdad Real de la Mujer, de 1990; la Ley contra la Violencia Doméstica, de 1996; la creación del Instituto nacional de Mujeres, en 1998; la Ley de Penalización contra la Violencia de la Mujer, de 1977. En materia electoral se avanzado muchísimo hasta obligar a la paridad vertical y horizontal de candidaturas políticas.

Hoy hay en el país más de 200 organizaciones de mujeres, de diversa naturaleza, que expresan la riqueza de su presencia, aunque muchas de estas organizaciones son más de papel que de la realidad. No se sienten en esta fecha del 8 de marzo, ni se vinculan a las luchas históricas y políticas que originaron esta fecha, ni se ven ni se sienten cotidianamente, ni se movilizan, alrededor de las luchas políticas actuales de las mujeres.

El 8 de marzo debe servir para reflexionar sobre el papel de las mujeres en la vida política, social, económica, cultural, educativa, y especialmente en el papel familiar, y de las nuevas familias, que hoy existen.

La celebración del Día Internacional de la Mujer debe servirnos para impulsar las reformas legislativas que eliminen las trabas que puedan existir para la mejor realización de las mujeres costarricenses, con plenitud de todos sus Derechos y con garantía de los Derechos Humanos de las Mujeres.

El 8 de marzo es un día internacional y nacional de lucha. No es un día de fiesta. Es un día de lucha en tanto todavía haya restricciones, exclusiones, discriminaciones, violencias, opresiones de todo tipo, ejercidas contra las mujeres.

Es un día de lucha para procurar que las mujeres y las niñas tengan el derecho al disfrute pleno, y en las condiciones de igualdad de todos sus Derechos Humanos, para vivir libres de todas las formas de discriminación y violencia.

Los 8 de marzo nos obligan a repasar las jornadas heroicas de las mujeres obreras en sus luchas reivindicativas para exigir y arrancar mejores condiciones de vida y trabajo al voraz sistema opresor, machista, misógino, del capitalismo explotador, cuya lógica es absolutizar la ganancia por encima de cualquier otra condición.

Los convenios e instrumentos jurídicos internacionales, lamentablemente, en muchos países siguen siendo letra muerta y son ineficaces en sus alcances.

El impacto de esta lucha y significado del Día Internacional de la Mujer hace que hoy todos los problemas de nuestra vida diaria se traten desde la perspectiva de las mujeres y se valore de modo más fuerte su importante presencia en todos los ámbitos de la sociedad.

La legislación costarricense ha avanzado notablemente en este sentido, así como gran cantidad de instituciones y organizaciones, de diversa naturaleza, que se han desarrollado con relación a las mujeres, pasando desde las organizaciones precursoras, como la Unión de Mujeres Carmen Lira y la Alianza de Mujeres Costarricenses hasta la Agenda Política de Mujeres Costarricenses, la Defensoría de la Mujer y el Instituto Nacional de la Mujer.

Los Derechos Humanos de las mujeres a la Educación, a la Salud, al Desarrollo, al Trabajo, a la Participación Política, a una Vida Libre de Violencia, a sus Derechos Sexuales y Reproductivos, debe ser realidades y no letras en papel.

El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es una jornada que, para muchos, significa simplemente rendir homenaje y hacer regalos a las mujeres, descontextualizada de las luchas que originaron este día. Es una fecha celebrada desde hace más de un siglo marcada por la lucha, los fuertes movimientos de reivindicación política y laboral, por huelgas, marchas y persecuciones y por muertes y represión de mujeres que se movilizaron por estos derechos.

Como fecha internacional declarada por las Naciones Unidas, en todos los países miembros, entre ellos Costa Rica, uno de los países fundadores de la ONU, se celebra oficialmente desde 1975. Antes de esta fecha era una celebración de las fuerzas comunistas, socialistas, anarquistas y revolucionarias, y de movimientos políticos que se sumaban a recordar cada 8 de marzo las luchas de las mujeres que en Europa originaron, con sus causas, esta fecha, y con la que esos partidos y movimientos se identificaban y defendían.

La fecha del 8 de marzo está asociada a las luchas revolucionarias de la clase obrera, de la mujer obrera y trabajadora, y en paralelo a ellas, las luchas sufragistas de las mujeres.

Para las fuerzas revolucionarias, comunistas y socialistas, la emancipación de la mujer se daba simultáneamente, con la emancipación de toda la clase obrera.

La lucha por la igualdad de la mujer en todos los órdenes, incluido el electoral, se debía lograr en la lucha total, en la lucha emancipadora que enarbolaban los comunistas como lucha social y política, lado a lado, hombres y mujeres, trabajadores y trabajadoras. Por eso el Partido Comunista de Costa Rica, al proclamar su Programa Político, recién fundado, en 1931, propuso la igualdad política de la mujer.

Costa Rica tiene más mujeres que hombres, 2,638,345 mujeres, el 17.6% menores de 12 años, el 34.9 % entre los 13 y 35 años, el 36.4% entre los 36 y 64 años y un 11.1% mayores de 65 años. En extrema pobreza viven 8.5%, en pobreza 17.1%, con escuela primaria completa o menos hay un 42.1%, con estudios secundarios incompletos hay 15.4% y fuera de la fuerza laboral 52.4%. La tasa de desempleo afecta más a las mujeres, 9%, que a los hombres, 7.5%; en el subempleo las mujeres son el 6.8% y los hombres el 4.2%; aseguradas pro-trabajo están un 70.8% mientras los hombres tienen una cobertura del 73.5%.

En Costa Rica todavía nos falta mucho que logar y qué ganar.

Fuente: https://www.meer.com/es/79595-las-mujeres-del-8-de-marzo

Compartido con SURCOS por el autor.

La lucha presidencial, en Zapote, ha agudizado y limpiado su terreno con la destitución del ministro

Vladimir de la Cruz

Mas allá de cualquier situación anómala, alrededor de la contratación para construir, o arreglar la pista del aeropuerto internacional Daniel Oduber, lo que tendrá que dilucidarse, ojalá con gran trasparencia y conocimiento público, lo que se ha desatado es un escándalo político, cosa que le gusta impulsar al presidente Chaves, como elemento distractor de la realidad política nacional.

Para mí, lo sucedido, con la forma realizada de la destitución del Ministro de Obras Públicas y Trasportes y del Director General de Aviación Civil, estando ellos en viaje oficial en Canadá, viaje con conocimiento y acuerdo del Presidente Chaves, y de las instancias administrativas correspondientes, fue una verdadera cochinada, una asquerosidad de actuación gubernamental, de deslealtad mínima hacia colaboradores, de la presidencia de la República, que mide, ubica y exhibe, una vez más, al Presidente; no a los destituidos.

La destitución del ministro de Obras Públicas y Trasportes y del Director General de Aviación Civil, no obstaculiza ni impide lo que tiene que resolverse en el Aeropuerto Daniel Oduber. La situación hay que atenderla, con la empresa calificada que pueda resolver los arreglos que tengan que hacerse. Esto está ligado a la responsabilidad de manejo de aeropuertos internacionales, que están también regulados y vigilados por la IATA, lo que debe preocuparnos como país, por el papel que hoy tiene el turismo extranjero en Costa Rica, y por la cantidad millonaria de turistas que llegan a Liberia anualmente.

La destitución realizada fue un acto qué, por su naturaleza, envía un mensaje directo a todos los miembros del Consejo de Gobierno, y a todos los funcionarios de nombramiento del Presidente, o del Gabinete ministerial. Ninguno está seguro, en sus actuaciones dirigidas por el presidente, aunque viajen con su autorización oficial. Todos están sujetos a las condiciones hepáticas, biliosas, atrabiliarias del presidente… hasta el país. Todos los ciudadanos, todos los sectores sociales, económicos, políticos y productivos penden y están sujetos a estos estados biológico-patológicos del presidente… ¡cosa muy grave!

Es claro que los ministros son de nombramiento del presidente, y que solo él los puede destituir. Eso no está en discusión. El que nombra destituye. Es la forma lo que ha trascendido como presunto escándalo político y de posible corrupción pública, situación que no era de desconocimiento del presidente, por la forma como se giró instrucciones para las instancias, que no eran las pertinentes, que resolvieron el trámite del arreglo del aeropuerto de Liberia. Por eso, en la destitución del ministro, y su sustitución, inmediatamente el presidente giró instrucciones, al nuevo jerarca de Obras Públicas, para que destituyera al director de Aviación Civil, puesto que sí dependía jerárquicamente del ministro y no del presidente.

La otra parte del mensaje cifrado, que le debe llegar a los miembros del Consejo de Gobierno, y a los funcionarios que el presidente nombra, es que deben tomar precauciones de sus actuaciones institucionales, sobre todo cuando esas actuaciones son directamente diseñadas, vigiladas, en cierta forma interesadas del propio presidente, y por ello ejecutadas indirectamente, o en paralelo, con el funcionario, de manera que ante una situación que luego se presenta en la forma como irregular, a cargo del funcionario, y no del presidente, deben tener a resguardo su espalda y asegurados los pasos de sus actuaciones, donde quede precisa la huella indeleble también del mandatario, sabiendo, sobre todo que el presidente los deja solo, a la intemperie del aguacero, a cielo descubierto, sin resguardo alguno.

Si esas precauciones incluyen grabaciones, como las que realizó, en su momento, la entonces ministra de Comunicación, son válidas; no solo para proteger al funcionario, que puede ser embarcado en una acción, que luego puede presentarse públicamente como dolosa, sino también para proteger la legalidad del acto, de la actuación, de lo realizado por el funcionario cuestionado. Así, se desprende, de lo actuado por el presidente… que todos los funcionarios de su nombramiento deben andar con su grabadorcita o tener su teléfono celular prendido en grabación… Ese puede ser su mejor seguro de vida, tal vez su garantía para no ser pasados a la Fiscalía, ni ser indagados judicialmente, aunque dicen que a todos los funcionarios que se reúnen con el presidente les revisan electrónicamente, no solo para ver si están armados, sino para detectarles cualquier dispositivo electrónico que porten. Si esto que se dice es real, lo que pone en evidencia es la desconfianza que se produce de cualquier conversación presidencial donde se traten asuntos de negocios del Estado o del Gobierno, discútanse o no montos de dineros, donde se trata de evitar que lo que no esté escrito no quede grabado. Esto es lo que públicamente se percibe de lo que sucede en Zapote.

Digo esto porque, para mí está claro que las actuaciones del ministro de Obras Públicas, y Trasportes y del director general de Aviación Civil, estaban con el aval y apoyo del presidente. Lo demás son discusiones de montos de dinero más, o montos de dinero menos, y de cuál empresa salió favorecida y cuáles perjudicadas, que es como se está presentando el caso del Aeropuerto de Liberia.

La destitución del Ministro de Obras Públicas y Trasportes y del Director General de Aviación, calza con lo que he afirmado en otros artículos, de la estrategia del caos, que el presidente trata de provocar, de desastre nacional, de crisis gubernativa o de gobernanza, que le permita preparar las condiciones para el ejercicio de un gobierno de fuerza, de excepción, o para preparar el intento de una posible convocatoria de un plebiscito o referéndum nacional, lo que se analiza en Zapote, para valorar las posibilidades de extender el mandato presidencial por una vía de excepción política, que no es fácil realizarla en Costa Rica.

La imagen de Bukele, solo falta que se coloque en el despacho del presidente, en apoyo a la idea centroamericanista que comparten, el presidente Chaves y el presidente Bukele, de El Salvador, con la posibilidad, de qué si el presidente Chaves no puede resolver los problemas nacionales, lo haga Bukele, como ya han empezado a proclamar algunos seguidores del actual gobierno. No sé si Bukele interviniendo directamente en la política nacional, cosa que no se podría, o como presidente centroamericano, formando nosotros parte de una nueva República Centroamericana, como la ha anunciado y proyectado Bukele, y como la acaricia Rodrigo Chaves. Sus flirteos con Bukele y el mismo Daniel Ortega tan solo son indicios, según se puede percibir.

La destitución realizada fue una carambola bien tirada del presidente. El presidente constantemente se luce como un buen billarista político. Sabe hacer, y está bien asesorado, en estas jugadas de distracción política en el escenario nacional. Por ahora yo lo veo así. Se presenta ante su audiencia fiel como el combatiente de la corrupción, de los supuestos chorizos y malos manejos de la cosa pública. Sus seguidores le aplauden en el circo que nos presenta.

Cuando en su gobierno, apenas de 22 meses, se han producido 42 cambios, a razón de uno cada quince días, lo que se evidencia es una crisis de gobierno, de conducción, de visión nacional, de no tener equipo de gobierno, de ausencia de un Gran Timonel, cuando el capitán del barco quiere realizar todas las funciones, que no puede dirigir.

La idea central de la crisis no está en las debilidades o falencias del presidente, sino en su mensaje de que no se le deja gobernar, como él quisiera, verticalmente, sin intromisión de organismos o instancias administrativas intermedias de control. Gira en lo que el presidente constantemente señala, que necesita que lo dejen gobernar, cómo él quiere dirigir el país, para lo que hay que eliminar a todos los funcionarios e instancias de control administrativo y político, que le estorban u obstaculizan su gestión autoritaria, como lo ha dicho claramente.

Cuando fui embajador en Venezuela conocí una situación similar de renuncias y cambios gubernamentales. Desde el 2000 hasta el 2009 el Presidente Hugo Chávez, de Venezuela, también tenía una rotación, por destitución o cambios en Gabinete, muy similar al gobierno de Chaves, el costarricense. En Venezuela, 209 cambios en esos diez años. En una conversación que tuve con un alto funcionario de la Cancillería venezolana, le hice ver esa situación y cómo nos afectaba, en las gestiones diplomáticas que teníamos que realizar por medio de la cancillería, de atrasos burocráticos, en los trámites solicitados, y cómo creía yo que también afectaba a la propia obra gubernativa del Presidente Hugo Chávez. El funcionario tan solo me dijo: “Mire Embajador… Ese es el tiempo que da el Presidente Chávez”, frase que me quedó sonando… “tiempo Chávez qué da” … para robar…esa era la esencia. No es la situación de cambios ministeriales e institucionales que hay en el país, pero, ojalá no lleguemos a situaciones como ésa. No hay en Costa Rica los montos presupuestarios que puede generar una economía basada en la producción de petróleo y de gastos públicos, que autorizadamente el presidente puede gestionar casi discrecional y confidencialmente, como sucede en Venezuela. Pero, en grandes contrataciones para ciertos proyectos, pueden suceder “gastos”, “pagos” o “reconocimientos”, “favores”, como se señaló de una importante empresa constructora, en otros negocios de Estado, aún sin concluir sus indagaciones judiciales, en otros gobiernos, como se han conocido que ocurrieron en el país.

En torno a la bulla de la destitución del Ministro de Obras Públicas se ha cuestionado lo sucedido por su cercanía con el presidente Chaves, la consideración pública que se hacía de que era su delfín para la próxima campaña presidencial, de que hubiera manifestado públicamente que podría aspirar a una candidatura en esa dirección, que era el funcionario del Gabinete mejor calificado, que tenía mejor percepción pública que el mismo presidente, lo que sí afectaba el estado de ánimo presidencial, porque de las personas que le rodean y trabajan con él, nadie puede estar más arriba de la línea de flotación del presidente. Todo se hacía con conocimiento del presidente Chaves, y la buena imagen solo podía favorecer la imagen del gobierno y del presidente, aunque el presidente no lo entendiera o aceptara. Pero, volvemos a empezar de cero.

Dice mi buen amigo, el biólogo Freddy Pacheco, que el Ministro Amador “estaba en «alitas de cucaracha» por haber engavetado o destruido, proyectos como la autopista Barranca-Limonal, el urgentísimo tren metropolitano, una justa revisión vehicular, el regular ordenamiento vial, las carreteras a Cartago y Limón, el nuevo aeropuerto internacional en Orotina, con nueva carretera hacia el Pacífico (en lugar de la ocurrente ampliación de la ruta 27), el insostenible por ineficiente muelle de Caldera, el costoso espejismo de APM Terminals, el caos vial provocado por el puentecito del bajillo de Los Ledezma, el sueño irreal de la carretera a San Carlos, las decenas de puentes sin intervenir, los abandonados puentes peatonales, el incompetente proceso hacia la frustrada ciudad gobierno”.

Todo esto ocurría y se hacía al amparo y supervisión también del presidente de la República. Si todo esto es cierto, ¿cómo se había ganado tan buena imagen el ministro? Y, si todo eso es cierto, ¿había o no razón para destituirlo?, a pesar de que todo eso se hacía con el aval del presidente, y que “esa buena fama” le ayudaba a la imagen del gobierno. ¿Si todo eso es cierto, la responsabilidad compartida, del Ministro con el Presidente, vale o no para que el Presidente también renuncie, y deje su cargo?

La fresita del postre fue, como se ha dicho y publicado, una licitación para la urgente rehabilitación de la pista del aeropuerto internacional Daniel Oduber, «a la medida» de la empresa MECO, que estaba cobrando cerca de mil millones de colones más, denunciado ante el presidente por sus amigos de las otras dos empresas, Pedregal y Hernán Solís, “como presunto acto de corrupción”, negociación que en alguna parte no se le consultó, participó o no fue atendido por el presidente Chaves, hasta que le advirtieron que estallaría el escándalo.

Alrededor de la destitución del ministro se movieron otras fuerzas, y personajes políticos y empresarios importantes, que sí tenían interés de sacar al ministro del escenario presidencial, por tener ellos ese interés presidencial, y por tener algunos de ellos gran influencia en el aparato de asesoría que gira alrededor del presidente, de quienes manejan hoy su estrategia electoral hacia las elecciones del 2026, y de la postulación del eventual relevo de Chaves. Esos asesores ya se mueven en la dirección de impulsar a un empresario, y financista, con lazos importantes internacionales, por ahora en la discreción pública de su conocimiento, como el natural relevo del presidente Rodrigo Chaves, con la certeza de que él no puede continuar continua o sucesivamente la presidencia como él quisiera.

Por ahora la candidatura de la ministra libertaria Natalia Díaz, no es la del presidente Chaves. La eventual candidatura de Natalia es, por ahora, la de la propia Natalia. Si la ministra llega a enero próximo, veremos si sigue o no en el gobierno por su propia voluntad, o se sale para lanzar su candidatura.

El ministro Amador promocionó su propia candidatura entre la afición chavista, poniéndole así, travesaños y zancadillas, a los deseos de los asesores de Zapote, a la misma ministra de la Presidencia, y a quien por debajo impulsan los asesores y financistas que llevaron a Rodrigo Chaves a la presidencia.

La candidatura que Rodrigo Chaves apoye o impulse la definirán quienes le asesoran fuera de la Casa Presidencial, y quienes le financiaron su campaña.

En este molote político, del escándalo de la destitución de estos funcionarios públicos, no perdamos la perspectiva… El aeropuerto tiene que repararse en lo que corresponda…separemos la paja del grano de la destitución… entendamos que la lucha presidencial en Zapote se ha agudizado y, por ahora, se ha limpiado su terreno con la destitución del ministro… Nuevos nubarrones vendrán que contribuirán a continuar la distracción política que se impulsa desde el despacho y oficinas en Zapote.

La desnutrición y la obesidad infantil es a lo que hay que poner la mayor atención, para atacar la obesidad de los adultos

Vladimir de la Cruz

Internacionalmente, hay un día a nivel mundial que se celebra o conmemora, el 4 de marzo de cada año, como día de la obesidad, obviamente con la intención de atender el problema como un mal nacional y mundial.

Con alarmante preocupación las autoridades de salud pública anunciaron que Costa Rica tiene un honroso y destacado tercer lugar, en el mundo, de seguir así, hacia el 2060, como país con más obesos; para decirlo más popularmente, con más gordos en la población… infantil, juvenil y de adultos. Faltan algunos años para eso, pero la tendencia parece inevitable. En una medición reciente se nos coloca como país 50 de 97 con mayor obesidad de mujeres y de 64 sobre 197 en obesidad de hombres, así como el país 59 en obesidad de niñas y el 78 en obesidad de niños. En el caso de la población adulta se ha duplicado su cantidad desde 1990.

En este momento la tercera parte de la población, el 31%, es obesa, y dentro del conjunto de los países de la OCDE. Costa Rica es el que tiene mayor índice de obesos, cuando en el promedio de esos países se alcanza el 19% de obesidad. De continuar así, en el 2060 tendríamos un 94% de obesidad. En números actuales tenemos 760.000 mujeres y 480.000 hombres, mayores de 20 años, con obesidad, en sus distintas categorías o niveles; y en la población infantil y juvenil, entre los 5 y 19 años, hay 69.000 mujeres y 78.000 hombres.

Este destacado papel lo reveló la OCDE, en concordancia con lo que la Organización Mundial de la Salud, también, tiene registrado. Tengamos de referencia que esta información, en estos organismos internacionales, se obtiene, por los datos oficiales, que las autoridades públicas, de salud, brindan oficialmente. De esta forma, el problema de la obesidad de la población es una realidad palpable en el país, con todas las consecuencias e impactos que esta situación puede tener. Aun así, los datos no muestran la cruda realidad que es más grave que esa estadística.

El problema debe ser más grave si tenemos presente que desde hace 15 años no se hacen encuestas nacionales sobre nutrición…y desnutrición, por lo que los datos sobre obesidad deben ser más graves de lo que se ha informado. Tampoco se ha hecho un balance de la “Carta, que se firmó en el 2018, de compromiso para el abordaje integral del sobrepeso y la obesidad en la niñez y la adolescencia costarricense”. A la desnutrición también se asocia la anemia, el bocio, el raquitismo y la parasitosis. La anemia en Costa Rica es como la enfermedad del sueño en África para sus comunidades pobres. ¿Se hacen evaluaciones sobre la alimentación en escuelas y colegios?

La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) como el Ministerio de Salud han señalado que la obesidad y el sobrepeso están entre las principales causas de muerte de la población costarricense. Desde el 2018 al 2023, la CCSS atendió por complicaciones asociadas a la obesidad a casi 2000 pacientes, casi dos diarias. En la estadística nacional más afectadas son las mujeres, casi 3 mujeres por cada hombre. En la consulta hospitalaria dos de cada tres fueron de mujeres. En este mismo período las intervenciones quirúrgicas fueron en casi un 20% para desviaciones gástricas o los llamados bypass gástricos.

Los adultos mayores de 40 años son los que se reportan con mayor internamiento hospitalario, casi un 79%, entre los que se cuenta un 2% de niños que no habían cumplido su primer año de vida. Del mismo modo, los niños menores de 10 años tienen más internamientos que las mujeres. Por cada 100.000 habitantes, en este mismo período de tiempo, el promedio de internados fue de 6, lo cual, para las autoridades de salud, se considera alarmante. Las muertes provocadas por esta situación, en este mismo plazo fue de casi 400 personas. Entre el año 2000 y el 2010 por obesidad morían anualmente alrededor de 30 personas, mientras entre el 2015 y el 2018 esta cifra aumentó a 48 decesos. A partir del 2019 la cifra se mueve entre 60 y 95 defunciones por año. Casi el 40% de las mujeres y el 25% de los hombres, mayores de 20 años tienen obesidad.

A la obesidad se asocian enfermedades crónicas como hipertensión o presión alta, diabetes, niveles altos de colesterol y triglicéridos, infartos al miocardio, al músculo cardiaco; accidentes cerebrovasculares, que producen los conocidos derrames cerebrales; discapacidades ocasionadas por la gordura, pérdida de años de vida. La obesidad quita aproximadamente un 10% de los años posibles de vida. A esto se agregan los problemas relacionados con el acoso que sufren los obesos, el estrés que les ocasiona, la ansiedad, la depresión, y las dificultades para obtener trabajos.

Para medir la obesidad, como práctica universal, se analiza el índice de masa corporal, donde si la cifra es mayor de 30 hay obesidad; si está entre 35 y 39.9 hay obesidad severa, y si es más alta de 40 se está en una situación de obesidad extrema o mórbida. Este índice, aun cuando se usa como medida internacional, los expertos reconocen que es imperfecto para precisar correctamente las causas de la obesidad, porque es difícil medir la grasa corporal.

En los factores que hoy se toman en cuenta, entre otros, para atender esta temática, de obesidad y desnutrición, se trata de los alimentos no saludables, los alimentos chatarra, el poco ejercicio, la ingesta de alcohol o bebidas alcohólicas. La comida chatarra no cumple las necesidades de nutrientes.

La comida chatarra oculta la desnutrición. Las empresas farmacéuticas, agrupadas en la Federación Centroamericana y del Caribe de Laboratorios Farmacéuticos, FEDEFARMA, enfatizan en el tema genético como el factor principal detonante de la obesidad. Para estas empresas la probabilidad de desarrollar obesidad es del 40% al 70%. Señalan que las investigaciones farmacológicas se orientan, desde hace años, a encontrar fórmulas que contribuyan al control del peso, de pacientes que no logran bajar peso cambiando hábitos de alimentación y haciendo ejercicio. No cuestiono los estudios sobre factores genéticos, que son tan importantes para determinar hoy muchos aspectos de la salud. Lo que me parece es que a las empresas farmacéuticas la importancia del énfasis en este tema es en función de la venta de medicamentos, por lo demás caros.

Hace algunos años, cuando mi esposa trabajaba en el Departamento de Patología del Hospital San Juan de Dios, el Director y Jefe del mismo, el brillante patólogo nacional, Dr. Rodolfo Céspedes Fonseca, con quien tenía una especial amistad, por razones familiares y por mi esposa, su discípula, me comentaba que en la patología nacional ya se empezaba observar la desnutrición, la pobreza y la pobreza extrema, como un factor contribuyente de la muerte de las personas. Estaba él preparando un trabajo, para un Congreso Médico, sobre esta situación cuando lo sorprendió la muerte. De mis investigaciones históricas, le comenté al Dr. Céspedes, qué en las Actas de Congresos Médicos, en la década de 1930, en casi todos los trabajos presentados se hacía relación a los factores de pobreza y miseria nacional, aspecto que él conocía. Hoy, y desde hace mucho tiempo, en estos congresos, estos temas no se asocian a esta temática. El problema de la obesidad tampoco se asocia a la situación de pobreza y mal nutrición, que puede ser uno de los factores más poderosos de su existencia. La obesidad es también un problema social.

Con mi suegro, el Dr. Bernardo Picado Prendas, médico pediatra, alergólogo y pediatra, aprendí también que cierta gordura de niños se debía justamente a su mala alimentación. Ponía como ejemplo los niños que aparentemente eran rebosantes de gorditos, y con solo apretarles ligeramente la piel, de los brazos o las piernas, se les marcaba un anillo amarillo que era el indicador justamente de esa mala nutrición y alimentación. También revisaba la piel para ver si era seca y pálida, si el niño perdía pelo o cabello, veía el grosor y dureza de las uñas. Veía si el abdomen, las piernas y los brazos estaban hinchados. Gorditos sí, pero malnutridos y mal alimentados, un mal nacional, poco atendido. De él aprendí que los niños gorditos no son símbolos de buena salud. Gorditos, con sobrepeso pueden padecer desnutrición. Este es el punto.

El Benemérito Hospital Nacional de Niños debería opinar sobre esto. Si el niño, no tuvo una buena lactancia, aunque coma suficiente, y no consume los nutrientes, las vitaminas, los minerales y ácidos grasos esenciales necesarios para su crecimiento, talla y estatura, se va a desarrollar como ese niño desnutrido y obeso al mismo tiempo.

Con mis tíos Gilberto de la Cruz y Elba Malavassi, ambos farmacéuticos, cuando pasaba mis vacaciones juveniles en la Villa, en Ciudad Quesada, los vi discutir con campesinos, que llegaban a la Farmacia San Carlos, a comprar vitaminas y otros productos similares. Mi tío Gilberto, que conocía a sus clientes les hacía ver que con los productos que cultivaban y vendían, si los comían no necesitaban ninguno de los medicamentos que solicitaban. No había manera de hacerlos entender o había una gran necesidad económica, para sobrevivir, de vender sus productos antes que consumirlos familiarmente.

Por mis investigaciones, en asuntos de los movimientos sociales, obreros, sus luchas y sus condiciones de vida, aprendí qué en muchos hogares de trabajadores, en la comida dispuesta para la familia, la prioridad del mejor plato, la mejor o mayor comida era para el padre, para el jefe de familia, para el trabajador, que salía a laborar y a generar los ingresos del hogar. Le seguían, en orden por su edad, de mayor a menor, sus hijos, que también podían acompañarlos en sus faenas o podían contribuir con otros trabajos a generar ingresos, siendo los sacrificados de la comida los hijos menores, y la madre, que hacía, como se dice popularmente, de tripas chorizo.

En los reportajes y notas periodísticas de esta fecha, con motivo de la noticia publicada, se produjeron llamamientos para fomentar hábitos alimenticios, saludables y equilibrados, desde la infancia. Se señaló la educación en posibilidad de enseñar a distinguir qué comer, dentro de la cantidad de productos, que la libertad de mercado ofrece… obviamente al alcance de quien los puede pagar. Un editorial de un periódico señaló que los trabajadores hoy no disponían de 15 minutos de tiempo libre para practicar, diariamente, algún deporte. Sin decirlo el editorial se refería a las jornadas de trabajo existente de 8 horas diarias. ¿Qué tal con las que quieren introducir, a la fuerza, de 12 horas diarias?

La clave está en la buena alimentación de los niños. No es solo a base de carbohidratos, azúcares y grasas. El niño mal alimentado en la niñez, desnutrido, puede sobrevivir con pocas calorías, pero “enfermo” para toda la vida. En el continente millones de niños sufren desnutrición crónica, que les produce daños irreparables. Tienen menos energía, menor desarrollo muscular y de órganos, menor capacidad de concentración, menor rendimiento escolar y laboral, falta de sueño, trastornos mentales, posibilidad de daños cerebrales, limitada capacidad de aprendizaje, más limitada su capacidad laboral de cuando lleguen a ser adultos. El impacto nacional de esta situación es un país con limitaciones para su desarrollo.

Las enfermedades de la obesidad infantil, similares a las de los adultos, tienen un costo elevado de atención pública. La desnutrición y la obesidad infantil es a lo que hay que poner la mayor atención, para atacar la obesidad de los adultos. Los primeros cinco o seis años de vida son claves. Lo que no se atiende allí, por desnutrición, especialmente, no se puede resolver posteriormente, por más y mejores alimentos que se le puedan dar al niño. Se crea una masa de gente hacia el futuro que va a depender de la asistencia pública, o de la asistencia de la calle, y en la calle del trabajo informal y del trabajo que puede ofrecer el narcotráfico y las organizaciones criminales, que hoy se vuelcan en mucho sobre esta población sin educación y sin trabajo.

Hay que entender que obesidad y desnutrición son el resultado en mucho de factores de pobreza y pobreza extrema. Muchos obesos podrán no sentirse “pobres” de origen, porque no tuvieron ni tienen conciencia de sus propios factores de pobreza, porque les fue natural vivir con ellos.

La pobreza influyente tiene que ver con el analfabetismo, el analfabetismo por desuso, el carecer de agua potable tratada, el desempleo, el ingreso económico familiar, los bajos salarios, la desatención pública de servicios esenciales, mala vivienda, falta de buenas letrinas en las barriadas populares y zonas de tugurios, falta de electricidad, de aceras y de caminos inter vecinales en esas zonas, acceso a la escuela, alimentación básica en las escuelas, que ha sido eliminada y disminuida, incapacidad hogareña de satisfacer necesidades básicas.

La obesidad, así, es una enfermedad crónica compleja, causada por diversos factores sociales, culturales, psicológicos, genéticos, metabólicos. La obesidad no está separada de la desnutrición. A mayor posibilidad de desnutrición hay mayor posibilidad de desarrollar el sobrepeso.

La obesidad como problema médico comprende otras enfermedades: cardíacas, diabetes, presión arterial alta, colesterol alto, enfermedad hepática, apnea del sueño y se señalan también ciertos tipos de cáncer.

Los desnutridos son los que tienen un déficit alimentario, que no comen lo que deberían ingerir. Los malnutridos pueden ser comedores compulsivos y de exceso, pero no son sanos. Otro asunto, los daños de la desnutrición duran toda la vida y son heredables.

A los obesos y desnutridos se les orienta en consumir verduras, hortalizas y frutas; vegetales de colores vivos; productos lácticos, como la leche, queso, yogur, etc., carnes, rojas, blancas, como pollo y pescado; granos integrales, en avena, pan o arroz. ¿Pero, cuánto cuesta esto? La Canasta Básica Alimentaria, ¿cuánto suple en esta dirección nacional para evitar la desnutrición y la obesidad?

Esto es lo que debemos discutir nacionalmente para tratar los problemas de la obesidad, de adultos. Pero, no olvidemos la de los niños.

Compartido con SURCOS por el autor.

¿Será Rodrigo Arias reelecto como presidente del Congreso?

A lo largo de esta edición del programa “A la historia… ¡Por media calle!” el analista Vladimir de la Cruz expresa cómo el escenario político costarricense parece activarse, esto debido a que se acerca el 1 de mayo y con el inicio de una nueva legislatura en el Congreso de la República, es decir, la Asamblea Legislativa entrará en elecciones para determinar cuáles diputados o diputadas conformarán el próximo Directorio Legislativo hasta el próximo 30 de abril del 2025.

Vladimir resalta la importancia de esta elección principalmente porque el ejercicio de la presidencia de la Asamblea Legislativa implica una serie de enormes responsabilidades entre las cuales destacó la dirección respetuosa y enérgica de la Asamblea, un comportamiento cordial para con todas las fracciones, una comunicación estable pero cautelosa para con el Poder Ejecutivo además de que señala, en más de una oportunidad, que la persona electa para presidir al Poder Legislativo tiene la obligación constitucional de ocupar la presidencia de la república en el caso particular de que las dos vicepresidencias se encuentren vacantes y la persona en el cargo de presidente se encuentre fuera del territorio nacional.

Posteriormente, el señor de la Cruz realiza un amplio recorrido histórico sobre las distintas fases que ha experimentado Costa Rica en su búsqueda de configurarse como un estado de derecho. Empezando con la independencia en 1821, la incorporación a la República Federal Centroamericana en 182a y la separación de la misma en 1838, la fundación de la primera república en 1848, la fundación de la segunda república en 1948 y hasta la actualidad. En esta breve reseña el señor Vladimir se encarga de destacar a las figuras históricas encargadas de configurar las instituciones, pesos y contrapesos, poderes y obligaciones que permitieron formar lo que hoy se entiende como Costa Rica.

Después de la Cruz ahonda algunas de las funciones así como particularidades del Poder Legislativo costarricense por ejemplo las distinciones entre mayoría simple o calificada, el funcionamiento de la Asamblea en los periodos ordinario, en dónde se discuten las propuestas de ley realizadas por las personas diputadas de las diversas fracciones, y extraordinario, en dónde se discuten las iniciativas de ley propuestas por el Poder Ejecutivo. Otras temáticas que trató fueron la rendición de cuentas que debe realizar la presidencia a través de un informe anual leído cada 2 de mayo, así como la rendición de cuentas de los diversos ministerios, entre otros aspectos.

Finamente, el señor Vladimir dedica la parte final de la transmisión a advertir que, desde su perspectiva personal, en una gran mayoría de ocasiones las candidaturas a la presidencia del Congreso se dan por “ponerlo en el currículum” o como un alarde de la presencia que puede tener una persona en la Asamblea Legislativa. Por lo cual destacó que la persona que sea electa debe tener una serie de cualidades y experiencia suficiente pata dirigirse con propiedad, eficiencia y profesionalismo. En su opinión Vladimir de la Cruz señala al señor Rodrigo Arias Sánchez, actual presidente del Legislativo, como la mejor opción para continuar con su ejercicio al frente del Directorio por su trayectoria política y amplio conocimiento institucional, señala además que la administración Chávez Robles ya había depositado su apoyo al señor Rodrigo Arias en el anterior periodo legislativo y probablemente lo vuelva a hacer. El señor de la Cruz recalcó que en su opinión personal el señor Rodrigo Sánchez es la mejor opción para presidir la Asamblea y que su elección es la mejor tanto para el gobierno de Rodrigo Chávez como para el pueblo costarricense

Para más información consultar en el siguiente enlace: https://fb.watch/qDAmSz5a-Z/

¿Hacia dónde vamos, con la política del Gran Garrote, contra los emprendimientos laborales de Airbnb?

Vladimir de la Cruz

El Airbnb se ha desarrollado internacionalmente como una empresa, o compañía, desde el 2008, cuando se fundó en California, con capacidad de brindar información y ofertas de alojamientos a ciudadanos nacionales y turistas extranjeros para realizar alquiler, especialmente vacacional, a costos mucho más cómodos que los de los grandes emplazamientos hoteleros.

Airbnb es casi “cuarto, cama inflable y desayuno”. Como actividad internacional se dice que abarca todo el orbe mundial, con presencia o alcance de sus ofertas en casi los 200 países, casi las 35.000 ciudades, con capacidad de atender millones de reservas, mediante el sistema de que tanto el anfitrión, quien ofrece el servicio, como el huésped, quien lo recibe y lo paga, se evalúan mutuamente. En el país funciona también la modalidad de “cama y desayuno”.

La actividad de Airbnb en la mayoría de los países es regulada oficialmente en sus operaciones de alojamientos turísticos. En algunos países el sistema ha creado problemas en el manejo de los alquileres. En la mayoría ha sido un gran incentivo para desarrollar encadenamientos de “hotelería” cómodos, baratos, fáciles de cubrir y de atender, para satisfacer la demanda de turistas internacionales y nacionales. Ha sido una fuente de empleo muy importante en países que tiene altas tasas de desempleo y pobreza.

La competencia que genera con grandes empresas hoteleras hace que éstas presionen a gobiernos y parlamentos para regular más exigentemente sus actividades, para disminuirlas y debilitarlas y hasta para hacerlas desaparecer, si fuera posible.

Es una actividad de “emprendimiento” para muchas personas, para retirados o jubilados, que no se les permite trabajar y complementar sus ingresos, a riesgo de perder sus pensiones; especialmente para mujeres. En muchos casos es una actividad familiar, que involucra a varios miembros de las familias. Es claro que como actividad económica debe declarar ingresos y pagar impuestos, con gastos de la actividad que se pueden deducir del pago de impuestos, como son seguros de vivienda, pagos por la recolección de basura, de limpieza del lugar y de mantenimiento, en general, entre otros.

Jurídicamente se ha tratado de regular internacionalmente como “alquiler vacacional”, y en algunas ciudades como “alquiler ilegal”. En esta actividad se pueden alquilar habitaciones o cuartos, como en los hoteles; casas, como las que también se alquilan en zonas hoteleras exclusivas y muy caras. Una de las medidas que se trata de imponer contra este tipo de servicios es impedir que puedan realizarse estos alquileres por períodos menores de 30 días, lo cual es un absurdo, por cuanto quien tiene interés de turistear lo hace por días, en un sitio, o por períodos muy cortos, generalmente, teniendo como base central un sitio alquilado. Pero, si es un turismo de recorrido, obviamente el alquiler es en el trayecto en tanto se necesite; es un interés turístico ad hoc, para la ocasión.

La esencia de este sistema es que son alquileres de corta duración, de pocos días. No son alquileres como los llamados “moteles de paso”, o como las habitaciones, que ya funcionan en el centro de San José, y de otras ciudades, también de paso, que se alquilan por horas, 2, 4, 6 o hasta 12 horas, para efectos, principalmente, de parejas que necesitan esos ratos para sus intimidades amorosas.

En la Asamblea Legislativa se está impulsando un Proyecto de Ley orientado a actualizar y renovar la legislación vigente en este campo. Desde hace cuatro años se reguló el hospedaje de este tipo, considerado hospedaje no tradicional, por la prestación de servicios de alquiler de cuartos, casas, apartamentos, por períodos no mayores a un año ni menores de 24 horas.

Los tagarotes hoteleros están presionando porque consideran que no tienen igualdad de condiciones, especialmente en el pago de tarifas e impuestos, según ellos, lo que les encarece sus servicios en desventaja. En la práctica no es cierto. La capacidad hotelera del país se orienta a satisfacer plenamente a los casi 3 millones de turistas que vienen a Costa Rica. Los hoteles funcionan en sus temporadas bajas y altas a llenazo. Incluso durante la pandemia, tanto en temporada baja como alta, hubo una situación de bastante bonanza hotelera, y de hoteles llenos, que discretamente se mantuvieron con esos estándares de ocupación.

Los turistas nacionales, por muchos que sean, que pueden pagar esos precios altos de los hoteles, no significan ni un 5% de la ocupación de esos hoteles, mientras que en este otro tipo de servicios pueden satisfacer sus necesidades turísticas y recreativas con mayor facilidad.

El Proyecto de Ley empuja para que el Instituto Costarricense de Turismo actúe como el policía, con la política del Gran Garrote, contra los emprendimientos de este tipo, de Airbnb, que tiene la siguiente radiografía. Los Airbnb existentes en Costa Rica principalmente son atendidos por mujeres, un 49% de mujeres está al frente de ellos; un 16% son atendidos por adultos mayores; casi el 50% de su ocupación es de costarricenses, es decir, de turistas locales, nacionales, costarricenses, situación que es válida para prácticamente para casi todos los Airbnb que funcionan en la Gran Area Metropolitana, como fuera de ella, en el resto del territorio nacional.

He sido testigo, en una ocasión, en Guanacaste, en la región de Santa Cruz, que ante el llenazo de hoteles grandes que había, un hotel, del que fui testigo, negoció y ofreció servicios de un Airbnb, que seguramente les auxiliaba en situaciones como ésa.

Cuando ir a un cine, en uno de los Centros Comerciales de San José, con seis nietos y un hijo, que piden palomitas del maíz, y un refresco cuesta ¢76.000 colones, sin ir a la sección VIP, que tienen, hay que entender que es una cifra muy elevada, que no cualquier persona puede satisfacer. Con más razón se puede entender que ir a uno de esos grandes hoteles, para la mayoría de la población que turistea popularmente, igualmente les es imposible.

Entonces: ¿A quién se está protegiendo con este Proyecto de Ley? ¿A los grandes empresarios de la hotelería, la mayoría extranjeros, de grandes cadenas internacionales? ¿A los pequeños empresarios nacionales? ¿A los costarricense, mujeres y adultos mayores que se dedican a esta actividad, o es a ellos a los que se quiere eliminar, como algún desquiciado del gobierno afirmó, hace poco tiempo, de quiénes debían morirse por desatención pública?

La manera de eliminarlos es poniéndoles trabas de trabajo, de operación de sus establecimientos, que es lo que se busca con el Proyecto de Ley, o cínicamente como un alto funcionario de la Cámara Costarricense de Hoteles dijo que era para igualar las condiciones de control y competencia entre Hoteles y opciones de hospedaje non tradicional; que es como comparar ballenas con sardinas.

Los grandes hoteles generan empleos, y encadenamientos productivos y de trabajos ligados a ellos. Contribuyen regionalmente en donde se encuentren instalados en muchos aspectos. También los Airbnb lo hacen en sus dimensiones.

La diputada, Carolina Delgado, que está impulsando este Proyecto de Ley, junto con el partido político que representa, Liberación Nacional, está actuando contra ese 49% de mujeres y 16% de adultos mayores que atienden los Airbnb del país, que están al frente de ellos. Después se quejan de sus derrotas electorales; no entienden por qué no votan por ellos; se asustan en esa tienda política de los pasos de animal grande que sienten del Gobierno de Rodrigo Chaves, en posibilidad de reelegirse, sin ver la tuca que tienen en sus ojos.

Airbnb, como empresa rectora de estas actividades señaló que las regulaciones que se les quieren imponer va a generar un impacto negativo para miles de costarricenses, “un impacto devastador” dijo. Yo agrego, y para las familias costarricenses que quieran turistear se les reducirán sus posibilidades en esa misma proporción.

Las empresas hoteleras, de Airbnb, catalogadas como “no tradicionales” deberían impulsar una propia Cámara Nacional, que los defienda como grupo. Ni la Cámara Costarricense de Hoteles, ni el Instituto Costarricense de Turismo, están para defender a los empresarios y emprendedores de pequeños hoteles Airbnb.

El ministro de Turismo se ha opuesto a exigirle a los empresarios y emprendedores pequeños estadías mínimas de cinco noches, como pretende el Proyecto de Ley, por cuanto les provocaría una situación de inequidad. Ojalá el presidente Chaves se compre esta bronca defendiendo a los empresarios y emprendedores de pequeños hoteles Airbnb.

 Mientras el Partido Liberación Nacional impulsa este Proyecto de Ley contra este sector de empresarios y emprendedores de pequeños hoteles Airbnb, se anuncia el impulso de 15 proyectos hoteleros grandes, en costas y en el interior del país, incluso cercanos al aeropuerto internacional, con una inversión cercana a los $600 millones de dólares, en el segmento de hoteles de lujo, con cifras que supera el período anterior a la pandemia.

Solo estos 15 proyectos crearán 1200 habitaciones más a las existentes en el sector turístico ya establecido, en el sector turístico exclusivo, de lujo, de alta calidad. ¿Entonces, para qué joder a los empresarios y emprendedores de pequeños hoteles Airbnb, si ellos en la realidad no les “roban” clientes?

A la atracción de inversionistas turísticos norteamericanos y europeos la Promotora de Comercio Exterior ha señalado que las empresas turísticas, de este tipo, ya establecidas en el país, están en proceso de expansión.

Costa Rica después de la pandemia se convirtió en uno de los sitios más atractivos y apetecidos para el turismo internacional, lo que ha estimulado la necesidad del incremento de habitaciones. Dentro de esta estrategia de los grandes hoteleros se ha visto la necesidad de impulsar hoteles “para el turismo de negocios y para aquellos que visitan zonas centrales del país por estancias menores a dos días”, como afirmó, en un reportaje, el empresario, gerente de FIFCO, Fabian Fernández, lo que evidencia la claridad del Proyecto de Ley, del partido Liberación Nacional, y de la diputada Carolina Delgado, contra los empresarios y emprendedores de pequeños hoteles Airbnb.

De acuerdo, a los datos del Banco Central, las actividades de hotelería y restaurantes, para este año se estima que crezcan en un 9.4%, lo cual también favorece la tasa de crecimiento en los servicios de comercio en general.

La política económica del país está destruyendo las micro y pequeñas empresas. En los últimos 12 meses han desaparecido casi 20.000 pequeñas y medianas empresas, por carecer, principalmente, de los apoyos institucionales en el área de asesoramiento, capacitación y facilidades tecnológicas. ¿Por qué sumar a las de los empresarios y emprendedores de pequeños hoteles Airbnb?

Con este deterioro de la economía nacional, con la destrucción de pequeños y medianos empresarios, como se quiere hacer con los de Airbnb, como con otros sectores empresariales, con el crecimiento del desempleo y el subempleo, con el congelamiento de ingresos y salarios, con el aumento de la pobreza y extrema pobreza, con el deterioro público de la educación y su debilitamiento institucional, se está favoreciendo la crisis social, la violencia social, el desarrollo y fortalecimiento de las organizaciones criminales, el avance hacia el narco Estado, el Estado terrorista y hacia lo que sería la Papá Chaves Republic… de seguir por este camino.

Compartido con SURCOS por el autor.

Reelección de diputados, y ¿por qué no, la de Presidente también?

Vladimir de la Cruz

Desde la Independencia de Costa Rica, cuando empezaron a nombrarse o elegirse representantes populares se impuso, en su designación, la posibilidad de su reelección en el cargo.

Cuando se afinaron los procesos electorales así se estableció la reelección consecutiva, de manera continua, mientras los diputados pudieran reelegirse consecutivamente por el apoyo popular de los votos.

Este derecho de reelección consecutivo, de los diputados, se mantuvo hasta 1948. Así, por ejemplo, el diputado comunista Manuel Mora Valverde fue electo por primera vez en 1934 y se mantuvo electo consecutivamente hasta las elecciones de 1948. También Rafael Ángel Calderón Guardia fue electo ese año y reelecto diputado en 1938, dejando el cargo por asumir la Presidencia de la República en 1940. Otros diputados también fueron reelectos de esa manera.

Mi bisabuelo materno Rafael Rodríguez Salas fue electo diputado prácticamente desde 1898 hasta 1906, de 1908 hasta 1916, cuando fue electo a la Asamblea Nacional Constituyente, de 1917, siendo Secretario de la misma. Siguió de diputado desde 1917 hasta 1919. En 1920 no se presentó como diputado porque la oposición política a él, le presentó un yerno de candidato y él muy dignamente dijo que “contra un hijo no peleaba, no se enfrentaría”, retirándose de la lucha política electoral. Su yerno, Hormidas Araya Hidalgo, fue electo diputado desde 1920 hasta 1928, reelegido en una ocasión.

Los Jefes de Estado y Presidentes también podían reelegirse consecutiva y alternativamente, sin que fuera obligado dejar pasar uno o dos períodos de gobierno. El primer Jefe de Estado, Juan Mora Fernández, fue electo en tres ocasiones, consecutivas, desde 1823 hasta 1833. Durante el período en que pertenecimos a la República Federal, 1824-1838, los presidentes de esta República podían ser reelectos consecutivamente, como lo fue Francisco Morazán. Otro Presidente electo consecutivamente fue Juan Rafael Mora Porras, el Gran Conductor Político y Militar de la Guerra Nacional contra los filibusteros norteamericanos, quien gobernó desde 1849 hasta 1859. El Presidente Rafael Iglesias gobernó consecutivamente dos períodos, desde 1894 hasta 1902. Alternativamente lo hicieron Braulio Carrillo Colina, José María Alfaro, José Rafael Gallegos, José María Castro Madriz, Jesús Jiménez Zamora, Tomas Guardia Gutiérrez, Cleto González Víquez y Ricardo Jiménez Oreamuno, en tres ocasiones.

Como resultado de la guerra civil de 1948, la reelección continua se eliminó para diputados y presidentes. Se permitió alternativa para diputados como para presidentes. Se mantiene así todavía. Desde 1949 dos veces fueron electos constitucionalmente José Figueres Ferrer, en 1953 y en 1970 y Oscar Arias Sánchez en 1986 y en el 2006, los únicos que han repetido gobierno.

La limitación surgida de la Guerra Civil, en cierta forma fue una reacción contra el sistema presidencialista que existía antes de 1948. En respuesta a eso se limitó la reelección de diputados y de presidentes de manera consecutiva, permitiendo a la vez la reelección alternativa de las personas diputados y presidentes. No se prohibió la reelección consecutiva de los partidos políticos que ganaban la presidencia de la República. De esta manera los partidos, como organizaciones políticas, pueden reelegirse, en el Poder Ejecutivo y también con diputados.

Reelecciones de partidos políticos en el Poder Ejecutivo las ha habido desde 1949. Liberación Nacional en los períodos 1970-1974, con José Figueres Ferrer; en 1974 -1978 con Daniel Oduber Quirós; en 1982-1986, con Luis Alberto Monge Álvarez; en 1986-1990 con Oscar Arias Sánchez; la Unidad Social Cristiana, en 1998-2002 con Miguel Ángel Rodríguez Echeverría y en el 2002-2006 con Abel Pacheco de la Espriella. Nuevamente, Liberación Nacional, 2006-2010, con Oscar Arias Sánchez y 2010-2014 con Laura Chinchilla Miranda, siguiendo el partido Acción Ciudadana, en el 2014-2018 con Luis Guillermo Solís Rivera y del 2018 al 2022 con Carlos Alvarado Quesada.

Así se permite la reelección de partidos, pero no la de los presidentes electos por esos partidos, lo cual es un absurdo, porque los partidos son las estructuras políticas más importantes. Sin partidos no hay candidatos.

De alguna manera se puede suponer que los partidos políticos responden a ciertos planteamientos programáticos, ideológicos, idearios políticos, a planes y visiones de gobierno, de corto, mediano o largo plazo.

No se llega a la Presidencia, ni se lucha por ella, solo para tratar de gobernar el período de 4 años de gobierno. Los presidentes tratan de dejar su huella profunda en la Administración Pública; que su paso por la presidencia sea recordado positivamente por las obras realizadas y por las políticas ejecutadas; por haber dejado la sensación de que con ellos el país salió adelante, progresó más, se logró mayor nivel de vida en lo económico, social y cultural; que hubo una mejor inserción internacional del país con resultados positivos para el desarrollo nacional.

En el caso de los presidentes el llegar a la Casa Presidencial les establece un gran reto, porque el período presidencial en la práctica se les reduce. Entran un 8 de mayo. Todo ese año gobiernan con un presupuesto nacional que les dejo el gobierno anterior, sin que casi nada pueden modificarlo. De manera que su primer año, por ejemplo 2022-2023, es administrar, lo mejor que pueda, lo que diseñó en obra de gobierno, por el presupuesto nacional aprobado, el presidente anterior. Así, su segundo año, de gobierno 2023-2024, es cuando, habiendo aprobado o impulsado un presupuesto para ese año, el presidente empieza a darle sentido y dirección a su gobierno. Este es un lastre que afecta a todos los presidentes, sin que se pueda modificar, por lo menos hasta ahora. Una solución parcial posible a esto es aprobar presupuestos bianuales, o trianuales. Existen los planes quinquenales que nada tienen que ver con esto, con una gran pérdida institucional por el esfuerzo que realiza en elaborarlos, sin que se cumplan de conformidad a las instituciones que los hacen. El tercer año de gobierno, 2024-2025, es igual que el segundo, lo maneja el presidente y su equipo de gobierno; el cuarto año de gobierno, 2025-2026, es parecido al primero, cuando se diseña un presupuesto que se realiza para pocos meses, de enero a abril, del 2026, y siguientes meses del nuevo gobierno, cuando se entrega el gobierno al siguiente Presidente. Esta es una dificultad real de gobierno y de gobernabilidad gobernanza.

En algo se corrigió el inicio de la administración gubernativa, cuando se logró cambiar, el funcionamiento de la Asamblea Legislativa, en sus sesiones, estableciendo que en mayo se inicie como las Sesiones Extraordinarias, dándole oportunidad al presidente recién electo, que proponga sus principales proyectos de ley, que de alguna manera fijarían derroteros de lo que puede ser su futura administración. En el caso actual, cuando esta reforma empezó a funcionar el Presidente no tenía nada en la manos qué proponer de cosecha propia. Varios días estuvo la Asamblea Legislativa sin funcionar. Todavía no se siente la iniciativa legislativa presidencial.

Ahora bien, cuando hay reelección de partidos en el Poder Ejecutivo no significa que el gobierno consecutivo continúe con la obra del anterior. Lo más próximo a esto fueron los gobiernos Figueres-Oduber donde se sentía el peso del partido en la gestión y visión de ambos gobiernos, porque los dos eran a la vez grandes dirigentes del partido Liberación Nacional. En ninguno de los casos posteriores se produjo esa sensación y continuidad. Oscar Arias rompió y se alejó de Luis Alberto Monge; Abel Pacheco se distanció de Miguel Ángel Rodríguez; Laura Chinchilla rompió con Oscar Arias y Carlos Alvarado, diciendo que iba a continuar con la obra de Luis Guillermo, se alejó de ella cuanto pudo, identificándose más, por sus políticas, con los gobiernos liberacionistas y socialcristianos.

Si se quiere impulsar la reelección de diputados de manera consecutiva, en lo que estoy de acuerdo y apoyo, creo que debe ser abierta. La tendencia es probable que sea una reelección consecutiva. El ejercicio legislativo de los diputados es un arte, una profesión. No solo deben prepararse sino que también tienen que especializarse en el arte legislativo. El proceso de la formación de las leyes es riguroso, está sometido a procedimientos, a negociaciones políticas de los partidos, de los propios diputados, de los partidos y diputados con el gobierno.

La Asamblea Legislativa en su funcionamiento trabaja seis meses al año, de manera exclusiva, para conocer los proyectos de ley que le envía el Poder Ejecutivo. En los otros seis meses los diputados establecen mecanismos de presentación de proyectos de ley, de los propios diputados y sus fracciones legislativas. En este período de sesiones ordinarias los diputados de gobierno o del partido gobernantes tienes su propio derecho de presentar sus proyectos, lo que sumado en tiempo al de las sesiones ordinarias, el resto de los diputados tienen menos tiempo para ellos y sus partidos paras los proyectos que quieren impulsar.

La Asamblea Legislativa trabaja en el conocimiento de los proyectos de ley por comisiones integradas por diputados. Anualmente se integran esas comisiones. Anualmente se pueden cambiar los integrantes de ellas que es lo más frecuente. Esto hace que los diputados no se especialicen en su función parlamentaria según el trabajo de comisiones que realizan, de manera qué al cambiar cada año de comisiones, la mayoría lo hace, se pierde tiempo de aprendizaje y de seguimiento de proyectos. Los partidos con muchos diputados pueden tener una buena distribución de ellos en las distintas comisiones, lo que les permite un poquito más su especialización parlamentaria, pero si gravitan de una comisión a otra igualmente se entraban.

Hay también en la práctica legislativa la posibilidad de enviar proyectos de ley a comisiones que no son especializadas en la materia, como se quiso hacer con la Ley de las jornadas 4-3. Esto se hace como maniobra parlamentaria de quien gobierna la Asamblea Legislativa para tratar de aprobar proyectos de manera más fácil.

El trabajo de los diputados no debe medirse por la presencia en ellos en la Sesión Plenaria que funciona a partir de las 3 de la tarde. El trabajo de los diputados debe evaluarse desde las comisiones parlamentarias donde es que estudian los proyectos de ley para, aprobados en comisión, pasarlos al plenario legislativo.

La reelección parlamentaria es buena. Permite reelegir a los buenos diputados. Con ser diputado no se asegura ser reelecto. Para ello hay que distinguirse en el trabajo que permite a los electores, como a los partidos proponer la reelección de los diputados para un período legislativo más.

Soy partidario de que la reelección de diputados sea más abierta, más amplia, mayor de un período adicional. Esto va a obligar a que los diputados que quieran hacer carrera parlamentaria se pulan, se distingan. Prácticamente en todos los países del mundo esto es posible, es normal, es distinguible; no produce ningún temor ni cuestionamiento. Para el control político y moral de los diputados están las instancias públicas conocidas. Para ese mismo control está el derecho de los ciudadanos al control político. Para el control también está la prensa en todas sus formas, la libertad de pensamiento y de opinión que permite apuntar en las diferentes direcciones del quehacer institucional, público y político.

La propuesta que se impulsa es hipócrita. Propone una reelección de un período, con posibilidad de saltar un período, y volver a la Asamblea Legislativa, por dos períodos más. No solo es hipócrita sino que es también corrupta en la forma. Es vergonzosa para los diputados que la están impulsando, por eso solo promueven un período de reelección consecutiva. Sin miedo deberían actuar y proponer una reelección abierta, continua. Son los electores los que va a decir la última palabra en cuanto a la reelección de un diputado que de nuevo aspire a su continuidad o a un nuevo período. La experiencia legislativa de los diputados no se hereda a otro. Se pierde, se rompe.

Hipócrita es también por cuanto algunos de los diputados que la impulsan ya han sido diputados anteriormente, y su propuesta es que los actuales diputados no puedan reelegirse, puesto que tendrían que dejar el período legislativo siguiente y hasta el 2030 podrían volver a aspirar, en ese momento con la expectativa de los 8 años. ¿Para qué esperar?

En el caso presidencial debería ser igual. En todo el continente y en Europa los presidentes y jefes de Estado pueden reelegirse. También en Europa, especialmente, hay mecanismos más fáciles de destitución. Bien podría establecerse la reelección presidencial con una ley que permita la revocatoria de mandato, como existe a nivel cantonal la posibilidad de destitución de los alcaldes. Si no se quiere, por ahora la reelección presidencia, sí debería valorarse extender el mandato por lo menos a seis años, para facilitar una mejor acción y obra de gobierno.

Pongámoslo en extremo: si no se permite la reelección presidencial, ¿por qué permitir la reelección de un partido, que se le niega a su presidente la posibilidad de reelegirse? Si el Presidente incumplió con lo que ofreció, si resulta malo, peor ha de ser su partido, que lo escogió, los postuló y logró convencer a los electores para que lo eligieran presidente.

La reelección es tan solo una posibilidad para los diputados como la puede ser para el presidente. ¿Por qué tenerle miedo? Yo no lo tengo. Creo que le daría más vida al escenario político nacional y a la democracia.

Si el temor al presidente reelecto es la posibilidad de su autoritarismo, dictatorial y despótico, no debemos engañarnos que sin reelección el presidente también puede ser autoritario, despótico, autoritario, intimidante, controlador, temerario, invasor de la privacidad, de la represión institucional que puede ejecutar. Son también los peligros de la democracia, cuando no hay una cultura política desarrollada, y fuertes organizaciones políticas, partidos y organizaciones sociales, en capacidad de dar respuesta a estas poses autoritarias en democracia.

A todos los partidos les conviene la reelección de diputados y del mismo presidente.

Compartido con SURCOS por el autor.

¿Más cantones o más provincias?

Vladimir de la Cruz

Se sigue insistiendo en crear más cantones por parte de los diputados. Cuando se propone un nuevo cantón se hace sobre la base de un distrito que pertenece a un cantón, que se quiere independizarlo y darle fisonomía propia, como cantón. Ello significa una segmentación del cantón, con los efectos negativos que tiene para el mismo, y su municipalidad, como ente administrador, junto con su alcaldía. Se le reduce territorio, se le resta recaudación de impuestos y de ingresos por las actividades productivas, o turísticas, que muchos distritos y cantones tienen; se generan nuevas opciones y problemas alrededor de la prestación de servicios públicos cantonales, como la base económica necesaria de arranque para el nuevo cantón donde tienen que asumirse esos gastos municipales.

Los nuevos cantones exigen, de igual manera, un presupuesto especial porque requieren construir instalaciones propias del Concejo Municipal y de las alcaldías que les correspondería, con la contratación de personal, que le sería también necesario a cada uno de estos nuevos cantones, con sus respectivas municipalidades, porque estarían empezando desde cero.

En el picadillo cantonal que están haciendo los diputados no toman en cuenta las normas legales que existen para crear cantones, como es la Ley de la división Administrativa de la República, que señala los pasos para la creación de cantones, entre ellos un mínimo de población, equivalente al 1% de la población nacional, que sería una cifra aproximada a los 50.000 habitantes. Se han creado cantones que tienen 5.000 habitantes.

En 1848 se creó la división territorial de Costa Rica, con provincias, cantones y distritos. En aquel momento se establecieron solo 5 provincias, San José, Alajuela, Cartago, Heredia y Guanacaste. Puntarenas y Limón se desarrollaron primero como Comarcas y, luego, como Provincias, proceso que culminó en 1909.

En la Administración de Alfredo González Flores, 1914-1917, los distritos de Lepanto, Cóbano y Paquera, ubicados en la Península de Nicoya, se agregaron al cantón de Puntarenas, distritos que ahora se quieren convertir en cantones, cada uno de ellos, de la Provincia de Puntarenas.

Desde 1848 hasta 1980 se fueron segregando, al interior de las provincias, sus cantones para crear nuevos cantones. Así llegamos en 1980 a 81 cantones, cuando se creó el cantón de Garabito. Desde el 2017, en estos últimos siete años, se han creado 4 cantones, Río Cuarto, en el 2017, separado del cantón de Grecia; Monteverde, en el 2021, separado del cantón de Puntarenas; Puerto Jiménez, en el 2022, separado del cantón de Golfito y, en trámite positivo, en estos días, en la Asamblea Legislativa, de separación del cantón Abangares el nuevo cantón de Colorado.

En el picadillo nacional, que quieren los diputados, están en trámite, de proyectos de ley, de creación los siguientes nuevos cantones: San Rafael de Alajuela, que se le daría el nombre de Cantón de Ojo de Agua; el de Peñas Blancas, que se segregaría del cantón de San Ramón; el de Jicaral, de Puntarenas, el de Cóbano y el de Lepanto, ambos de la provincia de Puntarenas, y el de Tucurrique, que se segregaría del cantón Jiménez, de la provincia de Cartago.

Pareciera que los diputados no consultan al Instituto Nacional de la Estadística y Censos, al Ministerio de Planificación Nacional, a la Comisión Nacional de División Administrativa, así como también podría consultarse a las Escuelas de Geología y Geografía, de la Universidad de Costa Rica, y de la Universidad Nacional, que podrían dar sus aportes en este sentido.

Los mini cantones que están en trámite son iniciativas de diputados que parten básicamente del criterio de que las municipalidades no atienden debidamente las necesidades de los distritos, que se quieren segregar como cantones, lo que evidencia realmente una mala administración municipal, que puede corregirse, con una mejor coordinación, con voluntad política, al interior de los Concejos Municipales y las Alcaldías.

En algunos de estos casos los distritos, que se propone crear como cantones, tienen Intendencias y Concejos distritales, como autoridades superiores del Distrito, que son también minúsculos órganos de poder político, que tienen representación popular. Las Intendencias tienen autonomía financiera y capacidad para gestionar recursos públicos. Estas Intendencias, generalmente, las pocas que existen, siete en el país, tienen problemas presupuestarios y de gestión con las municipalidades a las que pertenecen.

La tendencia de los diputados, por ahora, es convertir las Intendencias en cantones. La creación de cantones es potestad de la Asamblea Legislativa. Al interior de ella se necesita un acuerdo de al menos 38 diputados para crearlos.

Recientemente, de manera pública, la Ministra de Planificación, Laura Fernández, ha llamado la atención sobre esta partición del territorio nacional, preocupación que comparto. Para ella, con reformas parciales a la legislación municipal se resolverían problemas que se aducen para impulsar los nuevos Cantones.

De seguir así, ¿hasta dónde vamos a llegar en esta partición territorial?

Hay que abrir un gran debate nacional sobre la Planificación y la División Territorial del país. En esta discusión hay que considerar la necesidad de dividir provincias, para crear nuevas provincias, más que para crear nuevos cantones. Hay regiones provinciales que requieren una mejor definición territorial, que no implicaría crear estructuras de gobierno provincial, como sí se necesita cuando se crea un nuevo cantón.

En la Planificación Nacional hay seis regiones socioeconómicas. En época del Presidente Daniel Oduber, 1974-1978, se habían establecido otras regiones: Central, Pacífico Norte, Pacífico Central, Pacífico Sur, Atlántica y Norte. La Región Central, a su vez, algunos la dividen en Central Norte, Central Occidental, Central Oriental y Central Sur.

En el gobierno de Rodrigo Carazo, 1978-1982, se estableció la regionalización, propia del Ministerio de Economía: Brunca, Huetar Atlántico, Huetar Norte, Pacífico Central y Chorotega. La Región Pacífico Central que fue absorbida por la Región Central y se establecieron 22 subregiones.

En el gobierno de Luis Alberto Monge, 1982-1986, se recuperó la Región Pacífico Central y se eliminaron las 22 subregiones con sus respectivos consejos subregionales, división que se mantiene hasta el presente.

El gobierno de Rafael Ángel Calderón Fournier estableció como regiones a las provincias de Heredia y Cartago, que luego fueron eliminadas.

Estas regiones se hicieron considerando criterios de desarrollo y social, así como factores políticos, sociales y económicas. En cada una de estas regiones se comprendieron cantones de diferentes provincias. Del mismo modo, los ministerios tienen sus propias divisiones regionales. Así, por ejemplo, el de Educación tiene 33 direcciones regionales; el de Salud tiene 27 direcciones regionales; el Ministerio de Obras Públicas y Transportes tiene 11 direcciones regionales.

El desarrollo de las regiones, en la Administración Pública del país, supuso que las provincias eran anacrónicas, por las deficiencias de comunicaciones, transportes y por las necesidades de la economía de base agropecuaria, y por la desigualdad cantonal existente. La regionalización actual obedece a estudios y criterios geográficos, de geofísica y socioeconómicos.

Hoy las provincias no tienen autoridades provinciales como existieron hasta 1998, con los Gobernadores y las Gobernaciones provinciales. Una redefinición territorial, con nuevas provincias, no exigiría crear, de nuevo, las gobernaciones y establecer a los Gobernadores.

Los efectos prácticos de una nueva redefinición provincial sí podría mejorar la representación popular en la Asamblea Legislativa, y responder mejor a las regiones que la realidad ha impuesto, como las Zonas Económicas Especiales, que plantean mejores estrategias de desarrollo económico, que les dan más dinamismo a esas regiones ya establecidas. En este sentido se han señalado zonas especiales cómo la del Norte, desde San Carlos hasta Upala y Los Chiles; la del Sur, con los cantones de Golfito, Osa, Buenos Aires, Coto Brus y Corredores. La región de Pérez Zeledón y cantones aledaños podrían constituir una nueva provincia; Puntarenas podría dividirse en la parte central norte y central sur de la Provincia; Guanacaste, aparte de algunas particularidades podría comprender los cantones de la llanura y los cantones de la altura guanacasteca. Con Limón se podría proceder igual, considerando los cantones no costeros. Cito estos casos por poner ejemplos.

Creando más mini cantones hay que ponerle más atención, a la propuesta que he venido planteando, de que al interior de las provincias, se establezca por parte del Tribunal Supremo de Elecciones, potestad y capacidad que tiene por su propia ley constitutiva, regiones de población, que permita electoralmente, a cada una de estas regiones internas, elegir sus propios diputados dentro de la cuota de diputados provinciales que le corresponde a cada provincia. Así se daría una mejor representación política y ciudadana y una más efectiva representación popular. Mejoraría el interés de elección de diputados al interior de cada provincia, y se acercaría más el diputado a sus respectivos votantes.

La distribución regional de los diputados provinciales fortalecería el régimen de partidos políticos, impulsaría el fortalecimiento real de liderazgos y disminuiría, sin dudas, el abstencionismo. Los partidos que a nivel provincial participen fortalecerían sus presencias. Los partidos nacionales se obligarían a escoger mejor sus candidatos a diputados. Las organizaciones sociales y los grupos productores, de los diversos cantones, también pondrían más atención en la postulación que se haga de candidatos regionales, como igual interés pondrían asociaciones de diverso tipo, cooperativas, sindicatos, asociaciones sociales, culturales, feministas, ecologistas etc.

El Tribunal Supremo de Elecciones puede acordar esta nueva forma de elegir los diputados. Tiene la potestad y capacidad legal sin cambiar la Constitución Política para hacerlo. De asumir este liderazgo institucional tiene que hacerlo pronto, porque debe definirse esta forma de elección antes del 1 de enero próximo, del 2025, solo faltan 10 meses, cuando el Tribunal Supremo de Elecciones haga público el calendario electoral desde el 1 de enero del 2025 hasta el 4 de abril del año 2026, en el supuesto que hay una segunda ronda electoral ese año.

No tendría razón alguna el Tribunal Supremo de Elecciones para no impulsar una reforma como ésta que enriquecería y fortalecería el proceso electoral y democrático. Contra ella solo podría operar el conservadurismo político, las presiones políticas de los partidos políticos, principalmente tradicionales, porque dentro de ellos operarían grupos que controlan, esos partidos, a modo de “sindicatos” o de “mafias políticas” que desearían seguir controlando la selección y posible elección de postulantes a diputados, cuando al interior de estos partidos han desaparecido o se han debilitado, en la toma de decisiones, los organismos superiores de los partidos.

Compartido con SURCOS por el autor.

¿Crisis político electoral en Costa Rica? La ruptura del bipartidismo y el auge de la derecha

Vladimir de la Cruz

Costa Rica goza de un reconocimiento internacional, entre otras cosas, por su democracia estable, por sus recursos naturales protegidos y su rica diversidad natural, por la abolición del ejército desde hace 76 años; por el ejercicio democrático electoral y cambios de gobierno estables, cada cuatro años, desde 1848, con algunos períodos muy cortos de golpes de estado, dos en el siglo XX, de dos años cada uno; por un régimen de partidos políticos que funciona desde 1889, por un régimen constitucional estable desde 1871, por el ejercicio de libertades y derechos y una amplitud de los Derechos Humanos.

En este escenario, las corrientes políticas, especialmente desde 1931 hasta hoy, han girado con la presencia liberales clásicos decimonónicos, de la izquierda comunista, la socialdemócrata, la social cristiana, como grandes ejes de pensamiento político. En la segunda mitad del siglo XX surgieron variantes de estas corrientes políticas o ideológicas, algunas de ellas con pequeñas estructuras político-partidarias y hasta electorales. Corrientes liberales y neoliberales se han desarrollado como corrientes político-electorales desde finales del siglo XX. Hoy tienen más presencia pública y de gobierno. Tendencialmente se ven como amenazas gubernativas, ahora y para el próximo gobierno 2026-2030.

Tradicionalmente los gobiernos de Costa Rica desde 1953 hasta el 2014 han gravitado con partidos socialdemócratas y socialcristianos gobernantes, alternado entre ellos, los socialdemócratas 9 veces en gobierno, los socialcristianos seis veces. Esto produjo la idea de un bipartidismo gobernante muy sólido, al que se le debe lo bueno y lo malo del país en todo sentido.

Dos de los últimos gobiernos fueron de un nuevo proyecto político electoral, sin una clara definición político-ideológica, que quedó fuera del proceso político, y electoral en la práctica, en las elecciones nacionales del 2022, donde no eligió el partido gobernante, de estos años, ni un solo diputado, y en las elecciones municipales recién realizadas donde también se desdibujó electoralmente.

Parlamentariamente, el bipartidismo histórico dominó el Poder Legislativo, generalmente con mayoría socialdemócrata o compartiendo con los socialcristianos la amplia mayoría legislativa desde 1953 hasta 1998.

Desde 1998 este bipartidismo parlamentario se rompió. Perdieron las mayorías legislativas con la que se imponían nacionalmente. Aparecieron otras fuerzas pequeñas parlamentarias con las que tuvieron que negociar para la mejor toma de decisiones parlamentarias y políticas. En este escenario, desde 1998, surgieron fuerzas políticas electorales y parlamentarias de carácter cristiano no católicas, liberales dentro del neoliberalismo. Hubo una atomización de partidos disputando la presidencia de la República en el 2022 cuando participaron 25 partidos políticos en esa batalla electoral. De estos 25 partidos nacionales solo llegaron ocho a las elecciones municipales del pasado 4 de febrero. El nuevo Congreso Nacional, de 57 diputados, quedó dominado por seis partidos, cinco de ellos ubicados en el centro derecha.

En los últimos ocho años han venido surgiendo corrientes de carácter neoliberal populistas. En el 2022, en las elecciones se impuso como gobernante, con menos de un año de ejercicio político, y de reconocimiento personal político, el actual presidente de la República, que tenía casi 35 años de trabajar en el extranjero, en el Banco Mundial. Totalmente desarraigado, sin raíces políticas importantes, a modo de un típico outsider se impuso, cuestionando todo el pasado político, acusando graves casos de corrupción reales, como un lastre de toda la clase política tradicional, de todos los partidos políticos existentes y de todos los poderes públicos. Señalaba que la situación que se calificaba de ingobernabilidad en que había entrado el país se debía a que no había habido gobernantes que gobernaran, que mandaran, presentándose como el escogido para esa tarea.

Los partidos tradicionales gobernantes desde 1978 habían iniciado el proceso de acabar y debilitar el Estado Social de Derecho que se había venido construyendo desde 1943, y de reducir al máximo posible el Estado asistencialista y benefactor que se había impuesto desde las reformas políticas y sociales de 1943, y como resultado de la Guerra Civil, de 1948, en el marco de la guerra fría que se dio desde 1945 hasta 1991, como barrera de contención a las posibilidades de ascensos de la izquierda y de los comunistas, sobre todo después del triunfo de la Revolución Cubana, en 1959, del triunfo del Salvador Allende, en Chile, en 1970, y de los sandinistas en 1979, como del desarrollo de las insurgencias guerrilleras en Suramérica y Centroamérica en este período, 1980-1989, que se frenaron con los Acuerdos de Esquipulas, iniciando procesos de reconstrucción democrática en la región; democracia que no ha sido fácil establecerla y consolidarla, como se puede apreciar por lo que sucede en Nicaragua, desde el 2006 hasta hoy; en Honduras desde el golpe de Estado al Presidente Zelaya en el 2009; con el gobierno de Bukele en El Salvador, recientemente, cuestionado en muchos aspectos, a pesar de su exitoso enfrentamiento y control de los grupos narco criminales, y con los sucesos electorales hace pocos días, de Guatemala, donde se trata de que el Presidente Bernardo Arévalo no pueda gobernar ni ejercer democráticamente su mandato presidencial.

En este contexto los grupos neoliberales tienen cada vez más presencia en el área y en Costa Rica. El actual gobierno, del presidente Rodrigo Chaves, es su mejor exponente. Sus desplantes autoritarios, despóticos y confrontativos con toda la institucionalidad, pública, que le paraliza acciones por violar la Constitución, las Leyes y por no apegarse con rigurosidad a los trámites administrativos para sus proyectos, y por su constante confrontación con los sectores sociales y políticos del país, lo ha llevado a plantear recientemente la necesidad de acabar con todas las estructuras intermedias de la institucionalidad, para poder ejercer un gobierno más directo, mas autoritario y con capacidad de tomar de decisiones únicas y verticales desde el Poder Ejecutivo. Sin partido político propio, impulsando dos, que no participaron en las elecciones municipales, por impedimentos legales, se le ve como un peligroso continuista político gubernativo. Por la Constitución Política no puede reelegirse, pero nada le impide impulsar su candidato tarea en la que se encuentra.

En las recientes elecciones municipales, el Presidente, y sus amigos, no pudieron participar por no haber acatado las disposiciones legales y electorales de su inscripción. Pero, otros partidos, del centro derecha tuvieron cierto auge, lo que perturba a los dirigentes del partido Liberación Nacional y de la Unidad Social Cristiana. En ambas tiendas políticas desde distintos parámetros se ha planteado, después de las elecciones municipales, la posibilidad de impulsar coaliciones políticas contra ese modelo neoliberal del actual presidente Chaves. Lo mejor es que estos dos partidos son los que han impulsado ese modelo neoliberal desde 1978, lo han agudizado, han contribuido a debilitar el Estado Social de Derecho y el asistencialismo social, y se sienten desplazados de esas políticas. La social democracia nacional impulsó reformas importantes a las que ha renunciado. El social cristianismo nacional se dice heredero de las reformas sociales de 1943 que resultaron de una alianza del Partido Comunista, del partido Republicano, que era el del Gobierno y de la Iglesia Católica.

Ambos partidos abandonaron hace bastantes años estos impulsos e identificaciones sociales. Se plegaron a los mandatos internacionales de las políticas neoliberales. Las nuevas corrientes neoliberales han superado a esos partidos, que han sido arrastrados a posiciones cada vez más a la derecha política, lo que les es muy difícil disputar con sus banderas. La izquierda nacional ni siquiera ha podido presentarse, con fuerza, como la defensora de esas reformas sociales, del Estado Social de Derecho, ni como un verdadero movimiento político reformista, que defienda las reformas sociales que han sido debilitadas, de rescate de los derechos sociales de los trabajadores que ya han sido eliminados y de nuevas reformas sociales.

El escenario de las coaliciones no está lejano, aunque en el país no haya una gran experiencia en este tipo de participaciones. Las posibles coaliciones contra el actual gobierno y su posibilidad continuista de reelección gubernativa, se presentan ambas como coaliciones de centro de derecha, disputando contra un gobierno de derecha, que a los efectos produce más confianza, esperanza y sentimientos de renovación contra la derecha histórica que ha desarrollado una masa de pobreza enorme, de excluidos de los beneficios sociales, de marginados sociales, de jóvenes que ni estudian ni trabajan, de debilitamiento de salarios y pensiones, de cercenamiento de subsidios sociales.

Cuando el presidente actual habla a estos grupos sociales les manifiesta su identificación con ellos. Les hace ver que no les puede resolver sus problemas porque no le dejan gobernar; que él necesita fuerza institucional y política para poder resolver sus problemas. Procura crear un estado de violencia política interna, aprovechando la presencia en el país de más de 20 grupos de organizaciones criminales, que se disputan el territorio nacional, por el control de la comercialización de drogas, considerando que Costa Rica se ha convertido en la bodega de almacenaje de drogas, más importante de la región, junto con la de Ecuador en Sur América, para con ese estado de violencia, acudir, si pudiera a la declaración de un Estado de Excepción, que le permitiera gobernar sin ataduras y ojalá con mano fuerte. Ese es su diseño político. Esas son las propuestas electorales, las dos coaliciones desde el centro derecha que proponen elementos de Liberación Nacional y de la Unidad Social Cristiana.

La izquierda no tiene a la vista posibilidades de presentar un proyecto también de coalición política electoral. La historia de esta izquierda no produce la confianza para un gran frente político de esa naturaleza, al menos por ahora.

El escenario inmediato pareciera avanzar hacia el fortalecimiento de la de derecha en general en el país.

Compartido con SURCOS por el autor.