¿Qué se negocia para el Primero de Mayo?

Vladimir de la Cruz

El Primero de Mayo, como fecha, tiene varias relevancias. La primera es el día feriado que se origina por la rendición de William Walker, el 1 de mayo de 1857.

El 30 de abril de 1857 el Capitán Charles H. Davis, de la marina estadounidense, se ofreció para mediar y lograr la rendición de Walker. El General, en ese momento jefe de los ejércitos centroamericanos, José Joaquín Mora aceptó la intervención del Capitán Charles H. Davis de la marina estadounidense, rendición que se materializó el 1 de mayo en la goleta St. Marys. El 6 de mayo de 1857 llegó a San José la noticia de la rendición de Walker lo que se celebró intensamente.

William Walker salió con 16 oficiales de su Estado Mayor hacia San Juan del Sur, acompañados del capitán Charles H. Davis (EEUU) y del general Víctor Zavala (Guatemala). Su rendición no le impidió intentar de nuevo regresar a Centroamérica. En noviembre lo intentó con 150 filibusteros que fueron detenidos en San Juan del Norte, de Nicaragua, por el comodoro Hiram Paulding, de la fragata estadounidense “Wabash”, y enviado de regreso a Estados Unidos. En diciembre un grupo de filibusteros de nuevo llegó a Honduras, donde naufragaron. Desde entonces hasta 1860 volvieron varias veces a Honduras, desde donde los obligaron de nuevo a retirarse, hasta que en setiembre se rindió ante el capitán inglés Norvell Salmon que pone a William Walker ante las autoridades hondureñas en el puerto de Trujillo, donde fue fusilado.

Su rendición en esa fecha provocó que el presidente Juan Rafael Mora declarara esa fecha como feriado nacional, obligatorio.

A esta fecha se le montan, la opacan y la invisibilizan, la celebración del Día Internacional de los Trabajadores, el Informe Presidencial a la Asamblea Legislativa y la elección del Directorio Legislativo y de la integración de los directorios municipales.

La celebración del día internacional de los trabajadores se origina en la lucha internacional de los trabajadores, en el siglo XIX, por el establecimiento de la jornada de trabajo de 8 horas, que se logró imponer en Chicago en las huelgas de 1886, que culminaron con los sucesos de represión política y de triunfo de la huelga ese 1 de mayo. De nuevo, en 1888 y 1890 se reanudaron las huelgas presionando por la misma jornada allí donde no se había obtenido, y desde 1890, por iniciativa de los trabajadores franceses empezó a celebrarse a escala internacional el 1 de mayo, como un día de balance de luchas, de las que se habían realizado en el año transcurrido y en una plataforma de lucha para el año venidero. En Costa Rica desde 1913 empezó a celebrarse prácticamente de manera ininterrumpida. La ONU lo incorporó como parte de su calendario internacional de conmemoraciones y su celebración se amplió a todos los países que forman parte de esta organización mundial.

Al primero de mayo corresponde constitucionalmente la rendición de cuentas, que sobre su gestión anual debe realizar el presidente de la República, ante el pueblo costarricense representado en sus diputados. Este acto ha tenido la sonoridad y relevancia publicitaria del caso, y de la mayor atención pública. Dicho informe o mensaje presidencial se somete por una semana, en una discusión reglada, por parte de las diferentes fracciones legislativas.

También están obligados los ministros a entregar antes del 15 de mayo, a la Asamblea Legislativa, un informe sobre su gestión realizada hasta esa fecha. Los informes de los ministros no son objeto de análisis de los diputados. Deberían serlo también. Muchos de esos informes se elaboraban casi como un catálogo de fotos, como álbumes, de la gestión ministerial sin hacer balance real de sus trabajos.

El punto culminante del Primero de Mayo se enfatizaba también en la elección del Directorio Legislativo, para el siguiente período o Legislatura, que va desde el 1 de mayo al 30 de abril siguiente. La elección del Directorio tiene su destacada importancia porque elige al Presidente de la Asamblea Legislativa, que es el funcionario que por jerarquía constitucional puede sustituir al Presidente de la República, en su ausencia ocasional, o permanente, cuando sus vicepresidentes, por alguna situación particular no ejercen, como sucedió en la cuarta Legislatura del Presidente Oscar Arias, en el 2009-2010, carente de esas vicepresidencias, por lo cual el Presidente Legislativo Francisco Antonio Pacheco le sustituyó varias veces por salidas del país. Permanente, en caso de muerte.

Además, el presidente Legislativo tiene la potestad de integrar las comisiones de trabajo parlamentarias, que generalmente lo hace de acuerdo a las distintas fracciones de diputados.

El presidente Legislativo no necesariamente tiene que ser del mismo partido del presidente de la República. Cuando el Gobierno no tiene mayoría parlamentaria, en su primera legislatura, se ha estilado, que se nombra presidente de la Asamblea, por un acto casi de cortesía política, a un diputado del partido gobernante. Pero, esto no es obligatorio. No sucedió con este gobierno el 1 de mayo del 2022. Tampoco sucedió en el 2023. Y para el próximo primero de mayo, no hay nadie a la vista de los diputados de gobierno al que se le podría dar esta cortesía política, que supondría una mejor relación del Poder ejecutivo con el Poder Legislativo, lo cual no sucede porque exista esa presidencia en manos de un diputado de gobierno. La agenda parlamentaria tiene su propia vida, excepto en las llamadas sesiones extraordinarias legislativas que dependen de los proyectos de ley que proponga el Poder Ejecutivo, lo que es funcional y válido para la labor parlamentaria, independientemente de quien dirija al Poder Legislativo.

Bien podría considerarse que en el resultado electoral el pueblo le dio poder a Rodrigo Chaves para dirigir el país desde el Poder ejecutivo y sus instituciones, pero le dio un poder de control político sobre el presidente, al Poder Legislativo, dándole más diputados a los partidos que no son del gobierno. Esta es la realidad política.

El próximo primero de mayo hay que elegir el presidente legislativo, que representa al pueblo, en sus fracciones parlamentarias, que representan el control ciudadano que debe haber sobre la gestión política nacional. Entre los candidatos posibles figura quien ha ejercido la presidencia en estos dos años, el diputado Rodrigo Arias Sánchez, como aspirante a continuar en esa importante representación institucional, frente al Poder Ejecutivo. En mi opinión la ha ejercido bien, con dignidad, con respeto, con distancia cuando debe tenerla y con cercanía cuando corresponde. Le ha puesto las banderillas si ha sido necesario al presidente de la República, destacando y defendiendo la independencia de poderes. Que Rodrigo Arias sea diputado del Partido Liberación nacional no tiene que ver. Tiene a su ventaja que ese partido tiene una mayoría importante de diputados, casi el doble de las fracciones mayoritarias que tiene la Asamblea.

Dentro de la fracción de Liberación Nacional le salió una pulga a Rodrigo Arias, y a última hora una diputada que también considera su posibilidad presidenciable del Poder Legislativo. Estas posibles candidaturas dentro de Liberación Nacional muestran que ese partido es cada vez más un partido político debilitado internamente, y que sus diputados casi pueden ser representantes de un archipiélago político de diferentes grupos a su interior, sin que tengan el empaque de partido sólido, como lo era en el pasado. Esa fisura solo augura mayores fracciones hacia las elecciones del 2026.

La pulga que le salió a Rodrigo Arias fue casi una jugada del presidente de la República, quien sí se está moviendo en crear caos parlamentario en torno a esta elección del presidente Legislativo, promoviendo otras candidaturas, como la del Partido Unidad Social Cristiana, PUSC.

La pulga de Liberación Nacional y el candidato del PUSC pujan por ver quien de ellos se acerca más al presidente de la República, como alfombras de la casa presidencial y como felpudos del presidente. Esa es la imagen que proyectan.

Es claro que el PUSC tiene una gran identificación programática con las posturas del gobierno, especialmente en su actitud de vender el país, de vender las instituciones públicas importantes, de privatizar al máximo la institucionalidad. Uno de sus diputados claramente ha declarado estar al servicio del presidente.

Las reuniones que el presidente realice, con su jefa parlamentaria y representantes de otros partidos son válidas. Es parte de la vida política del país. Lo que circula en redes y en información, no oficial, es que la agenda de esas reuniones es para buscar a quien apoyan hacia la Presidencia del Poder Legislativa, como en una subasta, para valorar quién se ofrece de mejor postor en la agenda de ventas, que tiene el Poder Ejecutivo, de las instituciones del más ricas y estratégicas del país, posiblemente diseñadas esas ventas al margen de la Contraloría General de la República y de los órganos que velan por la transparencia de esos negocios, ventas que se proyectan a inversionistas extranjeros, porque se ha dicho claramente que, en esas subastas, no se permitirá la participación de inversionistas o sectores nacionales.

En el mercado de Zapote los agentes comerciales parlamentarios estarán discutiendo quien es más felpudo y alfombra, que puede recibir el apoyo para facilitar que en la agenda legislativa se coloquen las ventas de las instituciones nacionales. Como partidos políticos, quienes allí asisten, están en el furgón de cola del tren presidencial. Incluso se ven impulsando una coalición política, que tienen que diseñar y aprobar en los próximos meses, para ver cómo se reúnen estos partidos con la agenda de venta del país.

Hay que reconocer que el presidente Rodrigo Chaves ha aprendido bastante del ejercicio del poder. Especialmente, sin dejar de intimidar, asustar, maltratar a sus opositores, ha sabido como crearles contradicciones, como dividirlos, como estimular a los diputados débiles, que bien los conoce, con sus aspiraciones, cómo estimularles sus egos y aspiraciones, y de cómo crear incertidumbre ante la elección del próximo primero de mayo, del presidente legislativo. Es también un mensaje a Liberación Nacional para tratar de someterlo a la agenda presidencial de ventas. En Liberación no están al margen de esas ventas. Ahí hay también presiones en ese sentido. Pero, todavía pesa algo, en este partido, de su histórica participación en el desarrollo institucional de la Segunda República. La discusión que deben tener es si se quiere mantener esa Segunda República renovada, fortalecida, acorde al siglo XXI, o si se quiere tener y desarrollar una República de Segunda, que es hacia donde marcha la carroza fúnebre zapoteña, la de sus aliados políticos, económicos y parlamentarios.

Lo que más interesa al país, más allá de las críticas internas que los diputados puedan tener sobre la presidencia de Rodrigo Arias, es valorar lo que más le interesa al país al frente de la Asamblea Legislativa. Para este momento político me parece que lo que le conviene a la institucionalidad democrática, a la democracia nacional y al ejercicio independiente de los Poderes Públicos, es que el diputado Rodrigo Arias Sánchez continúe al frente del Poder Legislativo. No es un asunto personal lo que se discute. Es un tema de responsabilidad política nacional.

Compartido con SURCOS por el autor.