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Etiqueta: Vladimir de la Cruz

El Código de Trabajo, una legislación necesaria

(Aparte histórico conmemorativo)

Vladimir de la Cruz. Historiador

(Artículo introductorio al libro “Prontuario Laboral. En conmemoración del 80 Aniversario del Código de Trabajo”, del Dr. Erick Briones Briones, publicado por ISOLMA S.A., Heredia, 2023, p. 19-28)

Las relaciones de trabajo en Costa Rica se conocen desde la época precolombina. Fueron el resultado de la relación las culturas antiguas y de los antiguos pobladores con la naturaleza en que vivían, en sus etapas de recolectores, cazadores, pescadores, agricultores, de las sociedades agro alfareras, y de las sociedades cacicales, aprovechando de ella lo que realmente necesitaban para su subsistencia y para sus necesidades de intercambio comercial.

Los modos de producción de esos períodos históricos, como relaciones de los hombres entre sí en el proceso productivo, correspondieron a esas formas de organización y vida, disfrutando para sí de la naturaleza, de sus frutos y riquezas.

Con la conquista y la colonia se alteraron estos modos de vida, y de organización social.

Los conquistadores con su modelo de violencia impuesto, con la apropiación de las tierras que naturalmente les pertenecían a las comunidades aborígenes, no solo los expropiaron, sino que les impusieron un modelo de trabajo donde las comunidades, los hombres y las mujeres, trabajaban las tierras y las minas para los conquistadores y colonizadores, trabajaban ya no para ellos sino para los otros, los dominadores, en las relaciones de trabajo que fueron desarrollándose en los distintos trabajos y oficios que se dieron en la colonia, particularmente.

Las relaciones de trabajo se establecieron en función del trabajo para los españoles o europeos, para los nuevos propietarios, como parte de las condiciones del trabajo impuesto, de las necesidades económico productivas que iban surgiendo dentro de la estructura político, militar y cultural de la colonia.

A partir del momento en que a la comunidades indígenas, y a los indígenas como personas, con participación de la Iglesia Católica, se les tendió a proteger especialmente por los colonizadores, en tanto protegían la mano de obra en exterminio por el impacto mismo de la conquista, resultado de las guerras de resistencia, de las pestes, de la inhibición de las mujeres a la procreación, se empezaron a dictar ordenanzas y otras disposiciones legales para la protección de la mano de obra indígena y para la regulación de las distintas actividades económico productivas.

Desde el inicio de las actividades productivas por parte de las comunidades aborígenes y autóctonas se dieron procesos de especialización y división del trabajo. Con la conquista y la colonia esta especialización y división se acentuó, diversificó y desarrolló.

En la colonia se establecieron medidas legales sobre las personas que trabajaban en las casas o haciendas de los colonizadores, se reguló el despido de trabajadores, se estableció un preaviso de cesantía de quince días con sanción para el patrón que lo incumpliera, se regularon las jornadas de trabajo y la fijación máxima de las distintas jornadas, de la liberación del trabajo en los días de fiesta y del trabajo de los sábados después de que se pusiera el sol o hasta la siete de la noche, con sanciones pecuniarias para quienes violaran estas disposiciones.

Se reguló el cautiverio de los vencidos, como trabajadores, por las guerras, los servicios personales, la de los libertos del régimen colonial, la supresión de los servicios personales de las encomiendas, se reguló el pago o rentas en dinero y en especie y se regularizó la prestación del trabajo. La colonia no estableció el asalariado libre pero sí reguló el número de trabajadores, el tiempo y clase de los servicios, los montos de remuneración o pago. También se reguló el apremio por deuda, figura que se proyectó durante el siglo XIX, ya en época independiente y republicana, en trabajos agrícolas. La mano de obra se consideraba alquilada forzosamente.

Se reguló la enseñanza, el adiestramiento y el aprendizaje de los oficios. Se aseguró incluso a los hijos de los oficiales fallecidos en el desempeño de algún oficio. Se reguló el trabajo de españoles, indígenas, mestizos, y otros grupos sociales. Como parte del comercio colonial se reguló el tráfico de personas e indígenas.

En el trabajo durante la colonia se integraron el mundo europeo y el mundo aborigen americano.

La presencia española, en el Virreinato de Nueva España, en lo que a nosotros nos interesa, se dio en legislación, en sus diversas modalidades, práctica, doctrina e historia laboral.

Como patronos en la colonia aparecen los colonos, el clero, las autoridades españolas, los caciques cuando eran reconocidos como tales. La mano de obra en general se constituyó con todos los grupos sociales no españoles, indios, negros y sus mezclas étnico raciales.

Como salario en la colonia, en el Virreinato de Nueva España, al que pertenecía Costa Rica, estaba la moneda india que usaban los españoles, el real español, el cacao, y el pago en especie de comida y alimentos. El alquiler de indios, el trabajo femenino, de indias y mulatas al servicio de estancias ganaderas, se reguló desde 1578, los trabajos y salarios de mulatos, torneros, carpinteros se regularon desde 1579, de sastres desde 1600, de maestros de niños desde 1600, de panaderos desde 1620, de tejedores desde 1676, de trabajadores, jornaleros y sirvientes desde 1679.

En este período virreinal se regularon aspectos de trabajo, salarios y condiciones de trabajo en la agricultura, la ganadería, la minería, los trabajos en madera, de los obrajes en general del trabajo de negros, de los distintos oficios, del transporte, de los repartimientos forzosos de indios.

Concepto como alquiler de servicios, indio alquilado eran comunes en los diversos documentos coloniales que regulaban las relaciones de trabajo y el trabajo en general.

Se dieron leyes que regulaban el trabajo de los indios y algunas sobre precios; con la legislación de Indias se ampliaron algunas disposiciones en el sentido de que se protegía el trabajo de las mujeres, especialmente de las casadas y embarazadas, y de los niños y de los menores de 18 años.

En cuanto a jornadas se había establecido desde 1593 una semana laboral de 47 horas. Respecto a los salarios estos debían ser justos y suficientes, existiendo uno mínimo y la prohibición de pago en especie. Se regularon, también, algunos accidentes de trabajo. Igualmente, se reguló el servicio de indios, el abuso de los encomenderos, el repartimiento de indios; se establecieron conceptos como salario, días feriados, derecho a ser curado, y se establecieron criterios sobre la responsabilidad laboral y sobre trabajos prohibidos.

Así, las medidas regulatorias de las relaciones laborales las conocemos desde la época colonial, tanto para el Reino de España, como para el Virreinato de Nueva España, al cual perteneció Costa Rica formando parte de la Capitanía General de Guatemala, también conocida como Reino de Guatemala.

Literalmente no existió, como hoy lo conocemos, un Derecho Laboral, independiente, protector del trabajador como la parte débil de la relación obrero patronal, pero sí existieron normas y regulaciones jurídicas que atendieron aspectos importantes de las relaciones de trabajo, de las ocupaciones, de las condiciones de vida y de trabajo de quienes, de distintas maneras, se dedicaban a las distintas tareas y trabajos que los momentos históricos y del desarrollo económico y social iban imponiendo, dentro de la estructuración política y administrativa del Estado reinal español, y luego en el propio desenvolvimiento del Estado naciente al momento del proceso de la Independencia, y su consolidación en la ruta, primero del Estado Liberal del siglo XIX, y luego hacia el origen, posterior consolidación, del Estado Social de Derecho, en el siglo XX, para culminar como parte de este proceso en la promulgación del Código de Trabajo de 1943, el cual resultó de este proceso histórico de iniciativas regulatorias de las relaciones y condiciones de trabajo, de la práctica social, organizativa y de lucha de sectores de trabajadores que desde el siglo XIX, particularmente del siglo XX, y de las condiciones internacionales que contribuyeron a su necesaria promulgación.

Desde el siglo XIX se fueron tomando una serie de medidas legislativas y decretos ejecutivos que de distinta manera regularon aspectos relacionados con la familia, las mujeres, los niños, los ancianos, enfermos desvalidos, que estimularon la producción, que procuraban un mejor reparto de la riqueza sin que existiera este concepto político social, que estimularon el trabajo como un deber social apoyado por normas coactivas contra la vagabundería, regularon salarios o alquileres de servicios, conforme la fórmula que el Código Civil establecía, atendieron las relaciones obrero patronales, regulando débilmente jornadas y salarios, así como días de descanso, pensiones, el reconocimiento fáctico de la organización gremial y de trabajadores en el siglo XIX y luego en el siglo XX, con sus primeras manifestaciones sindicalistas, así como con sus formas de resistencia, motines y rebeliones laborales, huelgas o paros, la salud pública, y las condiciones de vida en relación a potabilidad del agua, aspectos relacionados con viviendas, la educación en general y de los trabajadores, sobre todo cuando se desarrollan programas técnico vocacionales y con énfasis regionales, los Seguros Sociales, que logran plasmarse en el Art. 10 de la Constitución de 1917, antecedente constitucional de esta Reforma que señaló expresamente la obligación del Estado de velar por el bienestar de las clases trabajadoras, y para lo cual dictará las leyes necesarias; y a falta de iniciativa social promoverá y en todo caso apoyará en la medida de sus recursos, las instituciones que tengan por objeto armonizar sobre bases de justicia las relaciones obrero patronales y las que tiendan a mejorar la situación económica de estos y a ampararlos en caso de enfermedad, vejez o accidente, paro de trabajo u otras circunstancias de desgracia independiente de su voluntad.

Antes del Código de Trabajo se habían promulgado leyes y normas que regulaban esta materia, pero de forma dispersa y no de modo general. Remotamente, desde el período colonial se habían tomado disposiciones que regulaban trabajos de indios, de precios, de protección de mujeres, especialmente casadas y embarazadas, de niños menores de 18 años, de jornadas laborales semanales de 47 horas, y de salario justos entre otras preocupaciones.

A partir de la Independencia, en 1824 se abolió el trabajo esclavo de cualquier sexo, se reguló el despido de empleados sin causa justificada, días feriados, retiro o jubilaciones de trabajadores del sector estatal, se fijan salarios mínimos y tarifas de salarios para el sector estatal, pensiones por retiro militar y luego del magisterio.

El Código General de Carrillo estableció formas de alquiler del trabajo y el salario de las gentes de servicio, se reguló el despido, y alimentos por parte de los patronos para los trabajadores, el trabajo de menores de edad comprendidos entre los 10 y 18 años, prohibiéndose el trabajo bajo la lluvia, así como trabajo a destajo y tipos de jornadas, y contratos de trabajo y obligaciones derivadas de estos, usándose aún conceptos como amo y criado.

Después de Carrillo se reguló el trabajo nocturno y la edad de retiro después de 10 años de servicio continuado. En el Código de Comercio de 1853 se reguló el preaviso de los trabajadores del comercio, las enfermedades y accidentes. Para esa época habían disposiciones contra los vagos y contra la crueldad de trato con los peones.

Luego se reguló el trabajo de servicio doméstico y los permisos con goce y sin goce de salario. Con las inversiones extranjeras se reguló la mano de obra migrante y extranjera. Más tarde fueron los maestros y otros oficios urbanos, imprentas, cocheros, trabajadores del Poder Judicial, a los trabajadores del mar y de la construcción del ferrocarril. En 1906 se enfatizó en la jornada de 6 días semanales. Igual se reguló el trabajo de los privados de libertad.

En 1920 desde enero hasta diciembre se peleó por el establecimiento de la jornada de 8 horas de trabajo, que se decretó ese año, reconociéndose igualmente el derecho de organización sindical y de huelga.

En 1925 se aprueba la ley de accidentes de trabajo después de 18 años de luchas organizadas por obtenerla.

En la década del 20 se crean la Secretaría de Estado de Salubridad y Protección Social, en 1927, y en 1928, el 2 de julio la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, así como la Secretaría de Agricultura. Este mismo año, 1928, se intentó redactar un Código de Trabajo.

En 1933 se crea el Consejo de Obreros y Patronos para fijar salarios justos y mínimos, más tarde Comisiones de Salarios, leyes de vejez y retiro, de pensiones, del registro de agrupaciones obreras y gremiales, de seguridad e higiene industrial, todo esto dentro de muchas otras leyes y normas que se fueron logrando establecer en estos años.

Así, esta rama de la legislación general, el derecho laboral y las garantías sociales, surgieron como consecuencia de la necesidad de regular aún más las relaciones desiguales de las principales clases sociales de nuestra sociedad, los trabajadores de un lado y del otro, los patronos.

Surgieron estas leyes como excepción, luego por rama especializada, del derecho común, para atender los conflictos que se presentaban de orden económico social entre diversos sectores sociales. Primero atendieron de forma aislada los casos de una empresa; luego de un gremio y por último de los diferentes gremios y oficios hasta alcanzar a toda la clase trabajadora del país.

Se planteó entonces el problema de esa legislación como un problema social que urgía solución.

En la práctica constitucional del país desde el siglo XIX de distintas maneras se trataron estos temas. En las constituciones de 1844, 1847, 1848 se hace referencia implícita al derecho al trabajo, en el sentido de medio honesto de ganarse la vida. En el desarrollo constitucional fue una constante la prohibición de la esclavitud y el trabajo realizado bajo esta modalidad.

En 1917 al instalarse la Asamblea Constituyente el diputado Alvarado Quirós propuso una moción para agregar al artículo 78 que se discutía un apartado mediante el cual el Congreso se obligara a dictar leyes sobre el trabajo, de acuerdo a las necesidades del país, aplicándose las mismas a empleados, obreros, jornaleros y sirvientes.

Estas leyes que proponía el diputado Alvarado Quirós debían comprender: jornada máxima de ocho horas; obligatoriedad del descanso semanal; responsabilidad del empresario o patrono por los accidentes de trabajo y las enfermedades que adquieran los empleados o trabajadores como consecuencia del trabajo que realicen; donde se pedía también, obligar al patrono a pagar indemnización por estos riesgos; establecimiento de una junta de conciliación o arbitraje para dilucidar los conflictos obrero patronales, la que debería integrarse por igual número de representantes de los patronos, de los trabajadores y del Estado, que lo sería del Gobierno de la Provincia o su delegado.

Días después el diputado José Astúa Aguilar hizo hincapié en la necesidad de que la Carta Magna contemplara los principios que regularan la oposición capital trabajo, moción que fue aprobada sin discusión y cuyo resultado fue plasmado en el artículo 10 de la Constitución de 1917.

La presencia de la OIT, surgida en 1919, empezaba a darse en el país, en sus primeros convenios aún no ratificados por Costa Rica en 1928, sobre horas de trabajo, indemnizaciones de desempleo, edades mínimas para el trabajo en agricultura, accidentes de trabajo, enfermedades en la industria, métodos para finar salarios. Para 1939 la OIT había aprobado 41 Convenios, que de distinta manera se conocían en Costa Rica.

Algunas disposiciones laborales que se dieron fueron las siguientes: por ley Nº25 de 28 de octubre de 1922 se reguló el reclutamiento de peones y operarios para el exterior; en 1925 se reguló las actividades de panaderías y se reglamentó las carnicerías; en 1934 se reglamentó las condiciones del trabajo en las explotaciones de bananos.

El período de la II Guerra Mundial fue el que creó el marco propicio para la gran alianza política entre el gobierno del Dr. Rafael Anel Calderón guardia, la Iglesia Católica, encabeza por Víctor Manuel Sanabria y el partido Comunista, en medio de la situación internacional antinazi, que había provocado especialmente después de diciembre de 1941, con motivo del ataque a Pearl Harbor la alianza internacional antifascista.

Resultado de esta alianza fue la promulgación del Capítulo de las Garantías Sociales, en la Constitución de 1871, que recogían esta larga aspiración institucional legislativa y de luchas sociales por esta legislación, la aprobación del Código de Trabajo y con ello de la jurisdicción laboral del Poder judicial que surge inmediatamente.

Así, se dieron buena cantidad de leyes laborales del siglo XIX y principios de siglo XX; como fueron también la Ley de Accidentes de Trabajo, la jornada de ocho horas y los reconocimientos oficiales al derecho de huelga y de organización de la clase obrera en 1920; el artículo 10 de la Constitución de 1917 y el proteccionismo institucional del Gobierno de don Cleto.

La lucha por la legislación obrera no fue inútil. Fue una escuela revolucionaria. Fue el triunfo práctico de la movilización, parcial o total de los trabajadores. También la económica política de la oligarquía había sido derrotada por la economía política social de la clase obrera. Estas disposiciones mencionadas fueron principios en que se puso a fuego a todos los trabajadores. No se trataba de proteger a un obrero sino a todos, es decir a la clase social de los trabajadores.

Influyó en este sentido una valiosa legislación laboral que se venía aprobando en América Latina. En 1904, en Argentina, se somete la Ley Nacional del Trabajo al Congreso. En 1905, en Argentina y Colombia aprueban ley de descanso dominical. En 1906, en Guatemala, se aprueba ley de accidentes de trabajo; en Argentina y Colombia en 1915, en Cuba en 1916, en Brasil en 1919, en Costa Rica, fue en 1925. En 1909, en Cuba, se aprueba ley jornada de 8 horas, en Panamá se aprobó en 1914, en Uruguay en 1915, en Ecuador en 1916. En 1917 en México se aprueba la Ley del Trabajo. En 1919 se constituyó la OIT como una instancia tripartita, Estado, patronos y trabajadores para impulsar justicia social y mejorar las condiciones de vida y de trabajo. Su primer Convenio fue el de las 8 horas diarias y 48 semanales. En Costa Rica se estableció la jornada de 8 horas en 1920. En Chile se aprueba la Ley de Contratos de trabajo en 1924. En 1930 la OIT elimina el trabajo forzoso u obligatorio en todas sus formas. En 1931 se aprueba el Código de Trabajo de Chile, en 1936 el de Seguridad social en Venezuela. En Ecuador, Bolivia y Cuba se aprobaron Códigos de Trabajo en 1938, 1939 y 1940 respectivamente. En Costa Rica en 1943. Nicaragua en 1945 y Guatemala y Panamá lo aprobaron en 1945 y 1947.

Todo esto se acompañaba de legislación paralela, en los distintos países, que regulaban las condiciones de trabajo, de seguridad e higiene ocupacional, de derechos de sindicalización y de lucha de los trabajadores, elementos que fueron comprendidos e incorporados en la Legislación de la Reforma Social y del Código de Trabajo de 1943.

En el gobierno del Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia se asumió responsablemente esta tarea legislativa. El 12 de abril de 1943 el Dr. Calderón Guardia envió al Congreso el proyecto de Código de Trabajo. En el Congreso la conoció una Comisión Especial que rindió dictamen favorable por unanimidad. Esta Comisión estaba integrada por los diputados José Albertazzi Avendaño, Francisco Fonseca Chamier, C. L. Jiménez P., Rodrigo Sancho R. y Manuel Monge A. El Código tuvo su primer debate el 17 de agosto para lo cual el Presidente de la República se dirigió al Congreso solicitando hacer patria viva para todos y no para unos cuantos. Se aprobó el 23 de agosto de ese mismo año poniéndosele el ejecútese del Poder ejecutivo el 27 de agosto y entrando en vigencia el 15 de setiembre, en conmemoración de la Independencia nacional, por lo que a dicho día de 1943, se llamó para celebrar la promulgación del Código, Día de la Segunda Independencia.

El 23 de agosto de 1943, se aprueba del Código de Trabajo, base de las relaciones obrero patronales y estatales del mundo productivo costarricense, junto con las Garantías Sociales, el 27 de agosto de 1943, haciéndose vigentes el 15 de setiembre del mismo año, día que se celebró como La Segunda Independencia de Costa Rica.

Garantías Sociales y Legislación Laboral fueron el resultado de un largo camino de manifestaciones institucionales y sociales que les fueron dando cuerpo y fisonomía.

El Código mejoraría las condiciones económicas y de trabajo de los obreros y trabajadores en general. En el Código de resumía la experiencia organizativa y de lucha, así como de los esfuerzos instituciones legislativos análogos, hasta entonces alcanzados por los trabajadores del país. De todo ello el Código fue le punto culminante, puesto que unificaba bajo el control y el poder central del Estado las relaciones laborales.

La corrección de las desigualdades sociales que se trató de enfrentar con todo este esfuerzo fue simultáneo con el de revisión del principio de igualdad.

Desde entonces, 1943, hasta hoy, en el 2023, en el 80 aniversario de la promulgación del Código de Trabajo, el mundo laboral ha cambiado como han sido transformadas las relaciones de trabajo, con el desarrollo de las nuevas condiciones internacionales del capital y el trabajo, y de las nuevas tecnologías que se aplican hoy a la producción, y a las distintas modalidades del trabajo.

La discusión de esta situación es urgente, rica, válida y pertinente. El Dr. Erick Briones ha venido contribuyendo, en este debate y reflexión nacional, desde hade mucho tiempo, desde sus columnas regulares en periódicos y en la edición de gran cantidad de libros que tratan estas evoluciones y desafíos.

Hoy nos presenta, y suma más pensamiento, con sus reflexiones en este su trabajo “Temas Laborales en conmemoración del 80 aniversario del Código de Trabajo, con anexos de la Ley Marco de empleo Público y su reglamento”, un rico aporte para esta gran celebración nacional en el campo del Derecho Laboral costarricense.

Los problemas en la educación del país son acumulados, pero…

Vladimir de la Cruz

El Informe del Estado de la Educación 2023 ha puesto de manifiesto graves problemas en el proceso educativo nacional. No es la primera vez que se aborda el descuido que se viene haciendo en educación desde gobiernos anteriores.

Los problemas acumulados, no son causados solo por este Gobierno de Rodrigo Chaves, pero están haciendo crisis, en estos momentos, cuando por disposiciones del actual gobierno pueden no solo acelerarse, profundizarse, intensificarse y convertirse en problemas altamente explosivos e indeseables para la salud democrática nacional.

Solo el recorte de los ¢33.000 millones de colones al Presupuesto del Ministerio de Educación Pública, la eliminación de los subsidios para becas, para el trasporte escolar y para los comedores escolares, muestra la punta del iceberg de lo que pasa con la educación pública, y lo que afecta a miles de familias y más, a miles de estudiantes.

El no cumplimiento del 8% para el Presupuesto Nacional, como se ha empeñado este Gobierno, con el Ministerio de Educación, como con el presupuesto de las Universidades públicas, es una violación de la Constitución Política, que debería ser perseguida, ante los tribunales e instancias judiciales, acusando directamente a los funcionarios que se empeñan en no cumplir los mandatos constitucionales y legales. Unos por no cumplimiento de esos mandatos, otro por distraer esos dineros para otros fines, que debieron haberse atendido por otras vías y otras fuentes que los generaran, habida cuenta de que siendo mandatos constitucionales deberían haberse previsto sus cumplimientos y contenidos presupuestarios, sobre todo porque se les han eliminado a esos sectores para dárselos a otros, como Seguridad Pública.

En el siglo XIX y el siglo XX costarricense la tendencia fue disminuir el dinero del Ejército, cuando existía, para fortalecer educación y otros rubros nacionales. La abolición del ejército en 1949 en mucho se justificó por la inoperancia del Ejército, su invalidez para el régimen democrático, la existencia de una legislación internacional y de Tratados que contribuían a proteger la soberanía, la independencia y la libertad del pueblo costarricense frente a amenazas que pudieran poner en peligro al país y su sistema democrático. En paralelo se fue fortaleciendo un régimen democrático, basado en la educación, en la salud, en una gran cantidad de instituciones sociales, que dieron pie a la constitución del Estado Social y Democrático de Derecho que hemos construido y edificado en todos estos años.

Lamentablemente, desde el desarrollo de los Planes de Ajuste Estructural, y las políticas públicas que se han seguido, este Estado Social se ha venido debilitando y desquebrajando. Con los últimos tres gobiernos y el actual esta tendencia se ha acentuado. La calidad de vida alcanzada ya no interesa. La pauperización o empobrecimiento de las amplias masas de trabajadores y de la población, estratégicamente es la meta a conseguir, especialmente por el actual Gobierno. La pobreza como política de un gobierno neoliberal, es también un negocio público, y privado, que lo saben explotar; que contribuye a que algunos cuantos se enriquezcan con su propia existencia. Las políticas laborales que se acaban de aprobar en primer debate parlamentario son la puerta que se ha abierto en esta dirección, fortalecido esto con el debilitamiento total de la educación pública.

Los actuales gobernantes, sus acólitos políticos; sus defensores y acompañantes económicos, se están frotando las manos del dineral que van a recibir, por los negocios asociados, y en cadena, que generan estas políticas distractoras de los dineros públicos en educación. El cierre técnico de la Fundación Omar Dengo que criminalmente se ha hecho, al proceso educativo y al apoyo que se daba al Ministerio de Educación Pública, es parte de este entramado contra el Estado Social de Derecho, y contra la población estudiantil del país, y sus familias, que están sufriendo la imposibilidad de oportunidades y posibilidades de ascensos sociales que la educación brindaba a los hogares y familias nacionales.

Los 120.000 estudiantes que la pandemia sacó del proceso educativo no han sido recuperados; los casi 1000 establecimientos de educación pública que a principios de año se señaló que carecían de condiciones sanitarias y se amenazó concerrarlos, con la desatención que ello llevaría de estudiantes; la amenaza de que se necesitan más de ¢60.000 millones de colones para mantenimiento de centros educativos, en la filosofía que se ha venido siguiendo, de que el dinero destinado a educación son gastos que pueden reducirse, sin entender que los dineros destinados a educación deben considerarse inversión por los beneficios que producen; los casi 115.000 estudiantes que han quedado sin apoyos económicos, por falta de becas; los miles que ya no pueden ir a escuelas y colegios formarán parte obligada, en el mejor de los casos, de la población laboral informal, que pujará por contratarse en las jornadas de 12 horas, de establecerse con apoyo de la Sala Constitucional, por emplearse al salario más bajo posible que les ofrezcan en las nuevas relaciones laborales esclavistas que se están estableciendo en el país, para asegurar tal vez la mínima comida diaria.

En el peor de los casos, serán parte de la mano de obra de los negocios ilícitos de drogas al menudeo, en escuelas, centros educativos y concentraciones masivas y recreativas sociales; en las calles, formando parte de pandillas del narco, y de otras formas de delincuencia organizada de este tipo, que tienen apoyo en sectores de gobierno y de ciertos grupos que, en estas actividades, se amparan regularmente a los gobiernos de turno, y a las mismas autoridades policiales encargadas de su persecución. En esta situación se pegarán al círculo del negocio y del movimiento de drogas que se hace en el país.

A propósito, ¿cuánta droga se incauta en el país? ¿Cuánta se quema en Costa Rica? ¿Por qué ya no se usan los hornos nacionales en los que se quemaba la droga incautada? Tampoco oficialmente se lleva al extranjero para quemarla. ¿Por qué la droga incautada se lleva en aviones especiales desde Costa Rica, se dice, a los Estados Unidos, para supuestamente quemarla? ¿Venden esa droga a los Estados Unidos? ¿Si la venden, cuál es su valor y cuanto entra a las arcas públicas y no solo a billeteras que podrían estar ligadas a esa exportación?

La experiencia de los organismos como la DEA, la CIA y otros de la seguridad, y del aparato militar, de los Estados Unidos, han participado en operaciones donde mueven las drogas para fines económico comerciales, para financiar actividades que a ellos, en sus conceptos geopolíticos, les interesa apoyar, pagando con drogas para sus respectivas ventas en un peligroso y tenebroso movimiento de drogas.

Para estos negocios, en el nivel popular, se necesita mano de obra barata, desempleada, que ya se está produciendo y que institucionalmente, con medidas como las que se están impulsando y tomando, en el sector educativo, se va a producir o generar.

Los problemas en la educación son acumulados en el país. Hay que atender los urgentemente con un buen pacto nacional donde participen las autoridades nacionales, los partidos políticos, las organizaciones sociales; especialmente, los sindicatos del sector educativo con mayor razón y compromiso.

La educación era en la Historia Nacional un apostolado; era una misión sagrada confiada a los educadores.

Los educadores eran estos apósteles, los escogidos para inculcar la sabiduría, las fuentes del conocimiento; los encargados de inspirar en la niñez y la juventud, los horizontes de luz intelectual y profesional para forjar la mejor Patria posible.

¿Dónde están los educadores y sus sindicatos ante esta problemática y ante esta tarea nacional de rescate y de defensa de la educación pública?

No se puede permitir que a la educación pública, como sistema y como estructura institucional, la siguen debilitando, acabando y empobreciendo.

Los padres y madres, las familias, con hijos en el sistema escolar deben también interesarse en este problema. Es su futuro, el de sus hijos y el sus propias familias el que se está poniendo a prueba con esta guerra que ha establecido este gobierno contra la educación pública, con las medidas y recortes al presupuesto nacional y con el incumplimiento de la Constitución Política.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Radiografía de la visita, a Costa Rica, de la Jefe del Comando Sur de los Estados Unidos

Vladimir de la Cruz

La General Laura Richardson, Jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, hace 8 días realizó una visita a Costa Rica, en la que se reunió, entre otras personas, con el Presidente Rodrigo Chaves y, probablemente, ella fue la que trajo la invitación para que el Presidente visite, desde el pasado 27, los Estados Unidos para una reunión privada, como se ha anunciado, con el Presidente Biden.

El Comando Sur de los Estados Unidos fue creado el 6 de junio de 1963, recién triunfada la Revolución Cubana, ya declarada Revolución Socialista, con desarrollo de procesos guerrilleros en América Latina, recién pasada la crisis de octubre de 1962, llamada Crisis del Caribe, en que se había determinado presencia soviética militar importante, de instalación de misiles nucleares, en Cuba. Fue un momento de mucha tensión mundial.

El Comando Sur así se creó en el contexto de la Guerra Fría, para, entre otras razones, dar seguridad y defender el Canal de Panamá, en ese momento sometido a control administrativo político de los Estados Unidos.

Allí Estados Unidos tenía una zona militarizada, con 22 emplazamientos para distintos fines de capacitación militar de contingentes de todo el continente, y la preparación de antiguerrillas y contrainsurgencias. Costa Rica enviaba a sus policías y oficiales de la Fuerza Pública, a entrenarse especialmente en Fort Gullick. Además, estaban los fuertes Amador, Grant y la Escuela de las Américas (USARSA-United States Army School of the Americas).

Después de los Tratados Torrijos-Carter, del 7 de setiembre de 1977, y la entrega del Canal a Panamá, así como la salida parcial de las tropas norteamericanas de la llamada Zona del Canal, las bases militares fueron reubicadas, poco a poco, en La Florida, en Honduras, en la Mosquitia y en el Departamento de Copán; bases aéreas y dos bases navales, una en Puerto Castilla, departamento de Colón, y la otra en la laguna costera de Caratasca, donde tenían un uso estratégico en el conflicto centroamericano, de esa década, frente a Nicaragua y El Salvador; y en Puerto Rico, operando en paralelo con los centros de operación militar móviles que estaban en la frontera norte de Costa Rica, en coordinación con John Hull, con colaboración solapada del gobierno de Costa Rica, que fueron desmantelados cuando Oscar Arias asumió la Presidencia el 8 de mayo de 1986.

John Hull ayudó a la CIA en la entrega de armas y «ayuda humanitaria» alimentos y ropa, a los Contras sandinistas y sus familias. Las fincas de Hull tenían pistas de aterrizaje que eran utilizadas para transportar armas y otras ayudas en operaciones subsidiadas por la CIA para ayudar a los Contras.

Desde entonces el Jefe del Comando Sur tiene un papel importante de relación con todos los jefes militares de Centroamérica y del Caribe, y en se momento también con los del Consejo de Defensa Centroamericano, CONDECA, del cual Costa Rica en miembro observador.

Desde esos años la Jefatura del Comando Sur ha mantenido la tesis de que está en la posición de ejercer su poder de influencia sobre las fuerzas armadas del continente, en materia militar, y en el apoyo a la modernización política, social y económica de la región.

El Comando Sur fue una escuela de dictadores, tiranos, torturadores, golpistas políticos, violadores de Derechos Humanos. Cuando derrocaron a Salvador Allende, hace 50 años, el periódico Times señaló que de esas escuelas y emplazamientos militares se habían graduado “más de 170 soldados y oficiales, hoy jefes de gobierno, ministros en los gabinetes, comandantes en jefe, jefes de Estado Mayor y jefes de Inteligencia”, y detallaba los chilenos graduados que participaron en el Golpe de Estado. Así también de otros países, y de la colaboración que dieron en la crisis de las Malvinas, hace 41 años, en contra de Argentina, a favor de Inglaterra.

En la Zona del Canal estaba la Escuela Cartográfica de Investigación Geodésica Interamericana (Cartographic School of Inter-American Geodetic Survey – IAGS), en Fort Clayton, que ha jugado un papel muy importante en la elaboración de los Mapas básicos de Costa Rica, escala 1-50.000.

Muchas de las labores que realiza el Comando Sur se coordinan con el Departamento de Defensa.

Desde hace algunos años, parte de las operaciones militares de los Estados Unidos, se ocultan bajo la lucha de enfrentar a la droga, las amenazas del tráfico ilícito, y hoy también el terrorismo, con lo cual se han firmado Tratados con toda Centroamérica para la libre movilización de buques de Estados Unidos en ese sentido en ambas costas de la región, especialmente en el Pacífico.

La visita de la General no se anunció para atender asuntos militares, policiales o de lucha antinarco. Se anunció para promover “una reunión bilateral en la Casa Blanca”, en la cual, el presidente Biden y el presidente Chaves definirán medidas orientadas a profundizar y fortalecer nuestra cooperación en una serie de temas claves para responder a las necesidades de nuestra población… en cómo nuestros dos países pueden construir economías inclusivas y sostenibles, lo que incluye las acciones a través de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas; impulsar los valores democráticos en la región, promover una migración segura y ordenada en consonancia con los principios de la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección, y abordar desafíos en materia de seguridad regional.”

Específicamente vino a intervenir en política interna nacional, en asuntos de soberanía; vino a manifestar sus preocupaciones por la relaciones que Costa Rica tiene con la República Popular China, insinuando que esas relaciones tienen un “eventual uso militar”. Manifestó su preocupación por “la participación que el gigante asiático tiene en el desarrollo de infraestructura crítica, en puertos de aguas profundas, ciber tecnología, inversiones en el campo espacial y las redes 5G”.

Ninguna protesta se produjo, de los diputados, frente a semejante injerencia e intromisión en asuntos de la soberanía nacional.

Dijo la General que China no “invierte” sino que “extrae” inversiones, refiriéndose al flujo de recursos provenientes de China para la región. Cuando el Presidente Kennedy impulsó la Alianza para el Progreso Raúl Prebish, de la Comisión Económica para América Latina, afirmó que por cada dólar que Estados Unidos invertiá, sacaba dos, lo que no era una “ayuda”.

Señaló su preocupación la General porque según ella China ha desarrollado su mayor Ejército, que lo tiene en China. Se preguntó: “¿por qué China impulsa inversión en infraestructura en América, tan alejada de China?” Cuestionó, la General, la calidad de las inversiones y de las obras de infraestructura, brincándose todos los mecanismos nacionales que tienen que ver con obras de infraestructura, de inversiones; interviniendo directamente en la toma de decisiones políticas y comerciales de Costa Rica. ¿Acaso ella no conoce el proyecto de China de la llamada Nueva Ruta de la Seda, que hoy abarca más de 80 países en el mundo, que pasa por el Canal de Panamá, que yo sepa no toca directamente a Costa Rica, de la cual podríamos beneficiarnos.

Su visita remató en anunciar una “inversión” en Costa Rica de $9.8 millones de dólares en tres años, a razón de $ 3 millones y algo más por año, para que en el Ministerio de Seguridad se establezca un Centro de Operaciones de Ciberseguridad, ¿para Costa Rica?, ¿para la región centroamericana y del Caribe?, o para ¿América latina?, operado desde aquí.

Anunció que el Gobierno de Estados Unidos asignará un “asesor estratégico, a tiempo completo, para el desarrollo de las políticas en estrategias nacionales de ciberseguridad. De estas “inversiones” no dijo si eran “inversiones directas” propias de los Estados Unidos, a cargo de su presupuesto nacional o militar, sin que nosotros tuviéramos que reembolsar nada a modo de “prestamos” que hubiere que pagar.

Así, anunció, también una donación de $25 millones de dólares para reforzar la infraestructura digital del país, recursos que estarían a cargo del Ministerio de Ciencia y Tecnología, MICIIT. No se refirió a la red 5G, o una posible 6G, u otra base digital que el país pudiera estar pensando en instalar o desarrollar. No dio plazos ni montos parciales de esta “inversión”.

También anunció una “donación” de $13.7 millones “para luchar contra el narcotráfico, el lavado de dinero y la trata de personas”, con apoyo “en un sistema de 6 drones no tripulados de largo alcance, tipo Puma, para operaciones antinarcóticos y patrullaje fronterizo”. Este tipo de drones han sido probados en el campo de Batalla, con capacidad para múltiples misiones y operaciones de día y de noche, en todos los entornos

La General dirige, en su sede en Doral, cerca de Miami, más de 1200 militares y civiles del Ejército de tierra, aire, infantería y Marines, Guardia Costera y otras agencias federales.

El Presidente Chaves manifestó que la reunión con la General fue “encantadora” para entender la seguridad común de Estados Unidos y de Costa Rica.

En febrero la General había visitado Costa Rica y en esa ocasión ofreció $14 millones de dólares más para “crear una red de telecomunicaciones para el Ministerio de Seguridad”. El Ministro de Seguridad dijo que los drones ya están en APM Terminals, desde febrero, y “en situaciones de frontera”.

La presencia injerencista, intervencionista, de la General en asuntos de política exterior del país, provocó una respuesta de la Embajada de la República Popular China en Costa Rica, señalando que los Estados Unidos desde hace varios años ha venido politizando, instrumentalizando e ideologizando las relaciones comerciales y tecnológica de China para desprestigiar y atacar a China sin “fundamento táctico”.

Recordó la Embajada de China que es “Estados Unidos el que tiene más de 800 bases militares en 80 países de todo el mundo, que incita confrontaciones y divisiones; que impulsa una Doctrina Neo Monroe; proponiendo movimientos desestabilizadores en distintos países; aplica unilateralmente sanciones y abusa de su hegemonismo tecnológico y económico para realizar ciberataques y radioescuchas telefónicas sin distinción”.

La Embajada de China recordó a los Estados Unidos que los países latinoamericanos, caribeños y centroamericanos son independientes, soberanos, libres y no son ni deben considerarse el patio trasero de los Estados Unidos.

Para la Embajada de China estos países tienen “la sabiduría capacidad para elegir a socios de cooperación en concordancia con sus intereses”.

Para la Embajada de China sus relaciones, con países, descansan en conceptos de “respeto mutuo, igualdad, beneficios recíprocos, cooperación, ganar apertura e inclusión en la cooperación sustancial en las distintas áreas con los países latinoamericanos y caribeños sobre la base de respeto a las necesidades y beneficios de ambas partes”. Su interés es trabajar “sin interferencias y sacudidas por ciertos ruidos e intentos de sembrar discordia”.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Radiografía de la visita del Presidente Chaves a la reunión con el Presidente Biden

Vladimir de la Cruz

Del 28 al 30 de agosto el Presidente Rodrigo Chaves fue a Estados Unidos, atendiendo una “Invitación”, una visita, que parecía más un llamado urgente a dar explicaciones, sobre las relaciones diplomáticas, amistosas, de respeto mutuo y comerciales, de Costa Rica con la República Popular China, que no son del agrado del gobierno de los Estados Unidos.

La invitación y llamado a visitar la Casa Blanca, a una reunión “privada”, que parecía más de llamada de atención, con el Presidente Biden, la hizo la General del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson, que estuvo en Costa Rica, la semana pasada, interviniendo, con sus atrevidas opiniones, en las decisiones soberanas de Costa Rica respecto a las relaciones diplomáticas y comerciales, que tenemos con la República Popular China desde el 2008, violentando descaradamente la soberanía e independencia del país, y metiéndose con la definición y determinación de nuestra política exterior, de una manera injerencista como no se había visto en mucho tiempo.

Este llamado fue atendido de inmediato, alterando la agenda del Presidente… si la tenía llena. Urgente fue la llamada de atención al Presidente Chaves, que desde hace 17 años no se había producido una reunión de presidentes de Costa Rica y Estados Unidos, de esta manera, en la Casa Blanca.

No sé si al Presidente Chaves, en la Casa Blanca, lo recibieron con alfombra roja o con un simple felpudo. Se dice alfombra roja cuando se reciben o se pone para que pasen celebridades, como vemos en los espectáculos de premiación de las películas, en ciertas pasarelas y otros eventos cada año.

No sé si al Presidente Chaves lo considerará Biden una celebridad o un simple peón en su juego de ajedrez internacional, o peor aún, una simple marioneta que le pueden dar órdenes, ofreciéndole unos cuantos manís, para actuar en el campo de las relaciones internacionales de acuerdo y alineado a la política exterior de los Estados Unidos, aun cuando esas relaciones puedan afectar internamente el comercio de Costa Rica, y afecten decisiones soberanas de Costa Rica en cuanto a sus propias relaciones internacionales.

Generalmente los actos con alfombra roja son públicos, notorios y bulliciosos.

La visita, invitación, llamado de atención urgente, que se le hiciera al Presidente Chaves, que obedeció al instante, fue para una reunión privada, ¿íntima?, sin prensa, con una doble agenda, una “oculta”, que fue la que originó la visita y la otra, se desprende de comunicación periodística de los resultados de la reunión que interese podían anunciarse. La reunión para escuchar las nuevas directrices, ¿órdenes que se le dieron al presidente Chaves?, duró una hora y veinte minutos.

Los felpudos son considerados alfombras de recepción, a la entrada de las casas, que son también para dar la bienvenida a los visitantes, que generalmente cumplen una función higiénica para que los invitados limpien sus zapatos, ¿sus impurezas?

En Perú se le dice felpudo a la persona que intenta de manera interesada agradar, de palabra u obra, a otra que generalmente tiene poder. Espero que el Presidente Chaves no se haya comportado al estilo peruano ante el Presidente Biden, porque está claro, en esta reunión, que Biden tiene el poder de la convocatoria a su presencia; de la invitación.

La publicidad oficial que se hizo de la reunión señaló que Costa Rica y Estados Unidos trabajarán en la administración de los flujos migratorios que llegan de Sur América mientras se encuentran soluciones a las causas y problemas estructurales que los provocan; se trataron asuntos de seguridad en las relaciones bilaterales, inversión extranjera directa; se habló de derechos humanos y protección del ambiente; sobre Nicaragua y Venezuela; indicó el Presidente Chaves que las democracias no se deben deteriorar con ideas extrañas y enfatizó que las “democracias deben ser rentables para generar prosperidad para las mayorías”; se abrió una puerta para facilitar ingreso de costarricenses a los Estados Unidos dentro del Programa Global Entry, que abarca a 16 países, primero facilitando el ingreso de empresarios, de personas de visita frecuente a los Estados Unidos y finalmente de todos costarricenses.

El medio internacional Bloomberg informó de esta reunión indicando que “Estados Unidos busca impedir que China gane presencia en Latinoamérica”; que “Estados Unidos desea evitar que China expanda su influencia en el hemisferio occidental”, lo que se vincula claramente a las opiniones que vino a expresar la militar, la General del Comando Sur de los Estados Unidos a Costa Rica, y al mismo Presidente con quien se reunió.

Obviamente, la reunión convocada de urgente, calzaba con el éxito de la reunión de los países del Grupo BRICS, que ampliaron su alianza a 6 países más a partir de enero próximo, que quizá se trataba de minimizar con acciones del gobierno de Estados Unidos con algunos países, incluyendo visitas que anunciaron de altos funcionarios de su gobierno a la misma China.

La llamada a visitar a Biden estaba orientada a proyectar un nuevo cuadro estratégico geopolítico de Estados Unidos en Centroamérica y el Caribe, para recibir las órdenes e instrucciones del inicio de este Plan, para enfrentar en el continente la presencia comercial de la República Popular China.

Mientras se le dan órdenes al mandatario de Costa Rica, agresivamente los Estados Unidos se vuelca hacia la República Popular China procurando mejorar sus relaciones.

Lo que hablaron sobre la República Popular China, que provocó la urgente convocatoria que le hicieron al Presidente Chaves, no se dijo más que su viaje fue porque Estados Unidos es un aliado muy cercano a Costa Rica. Dijo también el Presidente Chaves que no se va a meter “en un pleito de elefantes”. Ya lo metieron, ¿acaso no se ha dado cuenta?

Veremos cómo se comporta, de ahora en adelante, al menos con China, nuestra Política Exterior, si de manera nacional y soberana o cómo apéndice de la política exterior de Washington.

Veremos, igualmente, si con el Presidente Chaves estamos volviendo a la época en que los Estados Unidos consideraba a los países centroamericanos como sus “bananas republics”.

¿Va Costa Rica con el Presidente Chaves, hacia esa República Bananera, donde a los Presidentes y autoridades superiores de gobierno, los Estados Unidos les imponía sus directrices y comportamientos políticos fundamentales?

Manuel Mora aprende, y entiende, el marxismo leninismo como una guía para la acción política; no como un libro de recetas políticas, ni como una doctrina religiosa

(Transcripción de la intervención de Vladimir de la Cruz, en la presentación del libro “Manuel Mora Valverde. Discursos, ponencias y reflexiones, 1934-1984”, de la EUNED, de los compiladores German Chacón Araya e Israel Guillén González, el domingo 3 de setiembre del 2023, en la Feria Internacional del Libro, en el Centro de Eventos Pedregal, en el contexto del 80 aniversario del Código de Trabajo)

En mi condición de Presidente de la EUNED, deseo manifestar que la publicación del Libro que recopila discursos, ponencias y reflexiones sobre Manuel Mora Valverde, es muy valiosa porque Manuel es una persona muy importante, en el ambiente y la Historia Nacional, por cuanto Manuel es uno de los pilares fundamentales del pensamiento político del Siglo XX; es también uno de los pilares fundamentales de la construcción de la sociedad costarricense desde 1931 hasta nuestros días, especialmente por el impacto que el Partido Comunista de Costa Rica, o Vanguardia Popular, como se llama desde 1943, que tuvo su apoyo en la gestación y en la lucha por su mantenimiento, desarrollo y profundización de las Reformas Sociales, y del Código de Trabajo.

Este es un esfuerzo más de la UNED en rescatar y mantener viva la personalidad, el pensamiento, del Benemérito de la Patria. La Cátedra Manuel Mora Valverde, de la UNED; es ese esfuerzo por rememorar su trayectoria de vida, de lucha y de su pensamiento. Parte de esto se reflejará en el segundo tomo de esta edición.

Este es un primer esfuerzo de publicación, por cuanto este Libro es el primer volumen de dos; el segundo recoge escritos y reflexiones que se han hecho sobre Manuel Mora.

En este libro se recoge una antología de discursos e intervenciones desde 1934 hasta 1984.

Un primer esfuerzo en este sentido se había hecho en 1980 cuando se recogió una antología discursos desde 1934 hasta 1979. En esta edición se ha ampliado la selección hasta 1984, hasta la crisis del Partido Vanguardia Popular, con documentos novedosos de Manuel sobre la guerra civil de 1948, la crisis que condujo a su división y desintegración, en la década de 1980, y el contexto de la crisis centroamericana de esos años.

Este es un libro muy importante sobre Manuel Mora Valverde. Es un esfuerzo muy bien logrado de Israel y de German, y de quienes han estado en el trabajo de la edición de este libro que hoy sale al público.

Entre la edición de 1979 y ésta se omiten algunos artículos de la primera edición y ésta se enriquece con nuevos documentos, lo que se complementará con el segundo volumen de esta edición.

Manuel Mora Valverde puede tener muchos significados en la Historia Nacional y en la Historia Política de Costa Rica. Tiene un significado personal, obviamente, como la persona humana que fue; por su paso en la Historia Nacional. No todas las personas tienen esa trascendencia e importancia. Manuel, tempranamente, desde muy joven, había adquirido compromisos muy significativos e importantes de lucha por atender problemas sociales.

A él le toca formarse en la década de 1920, una década compleja pero a la vez muy rica en Costa Rica porque hay una intensa presencia de movimientos antiimperialistas, de movimientos nacionalistas muy significativos; de luchas sociales y populares, y ya habían penetrado las ideas anarquistas, socialistas y comunistas en el país.

Había en esa época una tradición de partidos obreros y populares. Desde 1886 el último Rector de la Universidad de Santo Tomás, Félix Arcadio Montero, había impulsado un partido de obreros y trabajadores y a principio de la década de 1890 impulsó el Partido Independiente Demócrata, que logró elegir diputados, al propio Félix Arcadio y a Faustino Montes de Oca. Por su Partido, que llamaba a los chaquetas, descamisados y descalzos a luchar contra el Olimpo, los que están arriba en el poder político como los dioses, y los Levitas, los partidos liberales se vieron en la obligación de desarrollar en sus filas Seccionales o Clubes de Obreros, de Artesanos y Trabajadores, motivo por el cual un partido de esos eligió a Víctor Golcher, como un representante de los trabajadores. Faustino Montes de Oca dio luchas muy importantes por la libertad anticolonial de Cuba y de Puerto Rico a finales del siglo XIX, motivo por el cual lo destituyeron del Congreso. Una parte de la familia Montes de Oca fue militante del Partido Comunista posteriormente.

Por su parte, Félix Arcadio Montero era el padre de Alejandro Montero Segura y sus hermanos, abuelo de Álvaro Montero Vega, que fue dirigente comunista y sindicalista muy importantes, como bisabuelo de un hijo suyo, Luis Carlos Montero también; y Arturo Montero Vega, escritos y poeta, también comunista, con lo que se puede apreciar una tradición de lucha que llega a las raíces del Partido Comunista costarricense, a los días en que Manuel Mora está impulsando la fundación de este partido en 1931. Estas eras algunas de esas manifestaciones de las raíces que van a llegar a la fundación del Partido Comunista.

Empezando la década de 1910, se empieza a celebrar desde 1913, el 1 de mayo como día internacional de los trabajadores, y ese año para las elecciones participan tres partidos obreros, en las ciudades de Limón, Grecia y San José, donde había importantes concentraciones y bases de trabajadores.

Así hacia 1931 había una tradición de partidos populares y de luchas obreras muy importante.

En 1917 el triunfo de la Revolución Rusa impacta el mundo, es un cambio muy importante. A partir de esta Revolución se desarrolla el movimiento socialista y comunista mundial. En 1922 la Revolución Rusa avanza hacia la integración de 16 regiones o repúblicas asiáticas, constituyendo la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. El surgimiento de la URSS agudiza el cisma en el mundo capitalista, y el siglo XX se dividirá desde ese momento entra el mundo capitalista y el mundo socialista.

Para estos días de la Revolución a Costa Rica había llegado, de sus estudios en Europa, en Francia, el Dr. Aniceto Montero, notable y excepcional médico, que llegó ser Director del Leprosario nacional, quien introdujo en Costa Rica el mayor y mejor conocimiento de la Revolución Rusa, del movimiento obrero internacional y de Lenin, como líder y pensador político de la Revolución Rusa y mundial. Fundó el Centro Socialista de Costa Rica, que tuvo características de partido político. A la muerte de Lenin organiza desfiles de duelo de trabajadores nacionales en su memoria. El introduce el conocimiento de la Revolución Rusa y a Lenin como el gran líder del proletariado mundial, la experiencia del movimiento obrero organizado internacionalmente. Divulga documentos e información de los Congresos obreros internacionales y divulga el pensamiento de Lenin, desde 1919 hasta 1924. Aniceto era en esos días el más claro conocedor y divulgador de la Revolución rusa en el país.

Aniceto no llega a militar en el Partido Comunista en su fundación, pero estuvo muy ligado a los jóvenes comunistas liderados por Manuel Mora en esos días. Incluso, en un intento de golpe de estado que pensaron realizar, de calentura política y revolucionaria, contra Cleto González Víquez, que no se llegó a materializar, los jóvenes comunistas consideraron que Aniceto Montero podría haber dirigido el país. Aniceto era un referente político para Manuel, que era muy joven en ese momento.

Hay también una tradición de luchas, de huelgas y organización obreras desde el siglo XIX. Por falta de tiempo no me puedo detener en esto. Pero, a partir de 1901, ya tenemos sindicatos y ligas de obreros; desde 1905 federaciones de trabajadores, y desde 1913, al impulso del Centro de Estudios Sociales Germinal, se constituye la primera Confederación General de Trabajadores. Esta Confederación llegó hasta 1923 cuando le da el apoyo al Partido Reformista, del General y sacerdote Jorge Volio.

Para mí Jorge Volio y su partido fue una reacción contra el Centro Socialista de Costa Rica y contra Aniceto Montero, desde una perspectiva social. En esos días del Centro Socialista, en 1919, había llegado a Costa Rica, a la región de Puntarenas, Farabundo Martí, joven estudiante y revolucionario salvadoreño, que no encontrando un ambiente político adecuado marchó hacia Nicaragua y Honduras, donde fundó el Partido Comunista de Centroamérica en 1923.

Así se habían venido danto experiencias políticas importantes que son las que están influyendo en la formación política y en el pensamiento al joven Manuel Mora Valverde.

Jorge Volio y su Partido Reformista logró elegir a Julio Padilla, dirigente obrero destacado de esos días, como diputado, y en 1925, con sus luchas parlamentarias logran aprobar la Ley de Accidentes de Trabajo, que venía luchándose desde 1908, con la oposición parlamentaria de León Cortés.

Hasta 1928 Jorge Volio está ligado a sensibilidades sociales políticas. Simpatizaba con la Revolución Rusa y exige al gobierno de Cleto González Víquez que restablezca relaciones con la joven Revolución Rusa. Bajo el gobierno de Tomás Guardia se habían establecido relaciones diplomáticas frías con la Rusia Zarista. Al triunfar la Revolución Rusa se suspendieron estas relaciones. Por eso Volio luchaba por reconocer y establecer relaciones con la joven Revolución. Jorge Volio había sido un destacado luchador contra la ocupación imperialista de los Estados Unidos en Nicaragua, y la expulsión de sus marinos, durante las décadas de 1910 y de 1920; en la década de 1910 luchando a favor y al lado del patriota nicaragüense Benjamín Zeledón y, en la década del 20, a favor de Augusto C. Sandino. El Frente Sur de la lucha anti somocista, en 1978, en Nicaragua se llamaba Benjamín Zeledón. Entre 1928 y 1934 el Partido Reformista se aleja en la práctica de su ideario programático y social.

En 1928, al calor de la crisis internacional, la Confederación General de Trabajadores fundada en 1913, apoyando al Partido Reformista en 1923, desaparece, y se forma para este año, 1928, la Unión General de Trabajadores, que se va a constituir en la base social de apoyo al naciente Partido Comunista en 1931, con dirigentes obreros que publicaron el periódico La Lucha, donde se anuncia la llegada a su redacción del Manifiesto Comunista, que se pone al servicios de sus lectores y trabajadores.

Todo esto envuelve al inquieto joven Manuel Mora. Para esos días finales de la década de 1920, impulsa Manuel también el periódico Revolución, y para las elecciones de medio periodo de diputados, de 1930, se constituye el Partido Alianza de Obreros y Campesinos que va a impulsar la candidatura a diputados, entre otros, de Joaquín García Monge, Otilio Ulate Blanco, Ricardo Moreno Cañas, Octavio Jiménez Alpízar, Gonzalo González González, Alejandro Montero Segura, Mario Fernández Alfaro, todos luchadores sociales e intelectuales muy importantes. En esa época se permitía que una persona pudiera postular a diputado a la vez por dos partidos políticos diferentes y en distintas provincias. Así Otilio Ulate salió electo diputado, en esa elección, por la Provincia de Alajuela. Muchos de estos personajes después van a tener una vida intensa y dinámica con Manuel Mora.

En el caso de Otilio Ulate hasta el año 1939 va a estar cerca de Manuel y de los comunistas. En los años 20 Ulate había participado activamente de las luchas anti imperialistas y nacionalistas. Ya separado y distante, en los días de la guerra civil, en 1948, estando Ulate en San José, le pide a Manuel Mora protección de los comunistas porque temía por su vida por parte de los figueristas. Llevado Ulate al Palacio Arzobispal, para su custodia, también le pidió a Manuel que fueran los comunistas los que le protegieran allí.

El Partido Comunista, para mí, empieza a funcionar el 6 de junio y no el 16 de junio de 1931. El 6 de junio es cuando en una asamblea eligen el Comité Político, que se reúne por primera vez el 16 de junio, que es la fecha que oficialmente se considera de su fundación. Para mí, insisto, el 6 de junio es cuando constituida la Asamblea de comunistas elige a la Comisión Política. Esto de la fecha podría no tener importancia para este momento. Es tan solo una observación histórica para el mismo Partido.

El Partido Comunista inicia así sus luchas. No le van a permitir participar en elecciones como Partido Comunista, por una ley que se había aprobado antes de su fundación, en el gobierno de Cleto González Víquez, 1928-1932, como parte de las reacciones internacionales que se impulsaban en esos años contra los comunistas y su movimiento internacional. Por eso acude al expediente de inscribir, para efectos electorales, al partido que se llamó Bloque de Obreros y Campesinos, con los que empieza a elegir a sus primeros representantes populares; en la Municipalidad de San José a Guillermo Fernández y a Adolfo Braña Rosas, y en la diputación en 1934 a Efraín Jiménez Guerrero, que era zapatero, y a Manuel Mora Valverde.

Así, el Partido tuvo una doble vida; la vida de Partido Comunista para la vida cotidiana, de todos los días, en las ciudades, en el campo, tratando de organizar trabajadores, agitando sus propuestas y denuncias políticas, impulsando las huelgas como las de 1934, la bananera, la de zapateros y trabajadores de café que también se dan ese año; y la vida del Bloque de Obreros y Campesinos, para los procesos electorales.

En esos días el Partido Comunista empieza a desarrollar influencia en sectores campesinos y urbanos, con la Unión General de Trabajadores, que por el crecimiento de sus luchas y presencia, la disuelve en 1938 para impulsar la Unión Nacional Campesina y el Comité Sindical de Enlace. La presencia del Partido en el sector campesino se basaba en la experiencia habida desde 1901 con las primeras organizaciones campesinas de Valle Central que surgieron para enfrentar la expansión cafetalera de Julio Sánchez.

La Unión Nacional Campesina y el Comité Sindical de Enlace van a dirigir las luchas sociales del Partido hasta 1942, cuando las funden de nuevo, en la Confederación de Trabajadores de Costa Rica.

En la década de 1930 el Partido Comunista también se había colocado en el nivel internacional de solidaridad, en primer lugar con la defensa de la Revolución Socialista de Octubre y de la Unión Soviética, que fue un eje muy importante de sus luchas, y de la República Española y de su defensa en el período de 1936-1939, cuando se da la Guerra Civil de España, que fue la antesala de la II Guerra Mundial, y de la lucha antifascista mundial. En este período Manuel Mora intenta integrarse, como internacionalista, en las brigadas a favor de la República Española, donde estaban Adolfo Braña y Rafael Ángel Llubere, que habían sido expulsados de Costa Rica. Alrededor de ellos hay una historia hermosísima de solidaridad, con ellos y sus familias en el país; de sus luchas en España, sus detenciones en campos de concentración hasta su traída de nuevo a Costa Rica.

En este período esta Carmen Lira, Luisa González y otras destacadas mujeres en el Partido. Carmen Lira va a ser quizá la mujer que más influye en Manuel en aquellos días y hasta su muerte. Carmen Lira fue como una mentora en todos los sentidos para Manuel. Maestra distinguida, que había estudiado en Chile y en Francia. Su amplia cultura, su conocimiento de la teoría revolucionaria marxista leninista, la llevó a ser una fuente nutriente de pensamiento social. Era muy clara en sus conceptos de la lucha de clases y de la interpretación de la realidad social del país.

Cuando el Partido inició la publicación del periódico Trabajo, Carmen Lira, junto con el joven venezolano Rómulo Betancourt dirigió la parte editorial del periódico desde 1921 hasta 1933. Al regresar a Venezuela Rómulo Betancourt, Carmen Lira siguió al frente del periódico en su parte política editorial.

Betancourt había llegado al finalizar la década de 1920 al país; era un antiimperialista y se integró al naciente Partido Comunista. En Costa Rica había un movimiento, la Unión Libertadora Venezolana, fundada desde 1919, por José Sotillo Picornell, que realizaba acciones de solidaridad y lucha contra la dictadura de Juan Vicente Gómez, en Venezuela.

Sobre Betancourt en el Partido, y en el país, durante esos años, se han hecho estudios importantes por Alejandro Gómez. Betancourt también escribió en el Repertorio Americano, la revista de Joaquín García Monge.

El salario de diputado de Manuel, en esos días, se dividía en tres partes, una para el Partido, otra para Rómulo Betancourt y la otra para sus gastos personales.

Desde 1934 hasta 1948 el partido va a elegir zapateros y abogados en los puestos de elección popular, como sus principales representantes. Los zapateros venían organizados desde el Sindicato de Zapateros en 1910. Era un núcleo muy importante de trabajadores organizados, con cultura y educación política y con tradición de luchas. Fueron una fuerza motriz importante dentro de los militantes comunistas de esos años.

Con la elección en 1934 de los primeros regidores y de los primeros diputados, Manuel Mora, ya diputado, le toca dar la gran batalla contra el reformismo de Jorge Volio.

Justamente el libro inicia con el discurso de enfrentamiento parlamentario entre Manuel Mora y Jorge Volio, porque había necesidad de descubrir, de desenmascarar, de distinguir la política revisionista, reformista, no revolucionaria del Partido Reformista y de Jorge Volio, frente a las posiciones revolucionarias y de la lucha de clases del Partido Comunista y del Bloque de Obreros y Campesinos. Volio y su partido se presentaban como la alternativa frente a los comunistas, de allí la importancia de ese debate parlamentario. De hecho allí desapareció el partido Reformista, y el volismo, y el Partido Comunista y Manuel empezaron a destacar como la fuerza política aglutinadora y directora de las luchas populares de los siguientes años. Había que distinguir frente a Jorge Volio y su partido la posición correcta revolucionaria del Partido Comunista de Costa Rica, a través del Partido Bloque de Obreros y Campesinos.

Este discurso de Manuel Mora es clave también para entender la posición del Partido Comunista y de Manuel Mora, que es el que va a marcar el rumbo y perspectivas del Partido Comunista desde aquellos años, permanentemente. Es el peso de Manuel, su peso intelectual, su formación histórica, cultural y política; su capacidad intelectual, su capacidad de análisis; su capacidad de convencimiento en la explicación política que hacía en sus discursos; su capacidad de entendimiento de la vida social y política nacional, e internacional, como coyuntura, que le tocaba vivir y que el país vivía. Igualmente, su capacidad para trazar los caminos adecuados para el desarrollo de la lucha política y el crecimiento del Partido Comunista.

El Partido Comunista va a ir creciendo desde 1934 hasta 1948. De 2 diputados en 1934 llega a elegir 9 en 1948. En la elección de 1939 llega a constituirse en la segunda fuerza electoral nacional, enfrentando al Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia, con 11% de votación. Esto explica en parte el peso del Partido Comunista, pero especialmente el de Manuel Mora en los duros años desde 1940 hasta 1948.

En el libro se explica esta situación. También de forma gloriosa el libro nos presenta a Manuel Mora, el joven lector político. Su lectura y cultura era de asuntos universales y nacionales, pero también de la cultura política de los clásicos revolucionarios, de Carlos Marx, Federico Engels, Vladimir Lenin y otros dirigentes de la revolución mundial, entre ellos Gramsci, Dimitrov, Luxemburgo; Trotsky también.

Marx desarrolló majestuosamente su pensamiento revolucionario analizando el desarrollo del sistema y la sociedad capitalista en el siglo XIX, y organizando el movimiento obrero internacional en esos años; Engels contribuyó mucho, en ese sentido, con los análisis de Marx. Por su parte, Lenin desarrolla los estudios de Marx y Engels en la etapa final del siglo XIX, y principios del siglo XX, cuando en el desarrollo capitalista aparece su fase imperialista, la del surgimiento de los Monopolios, Oligopolios, Carteles, Trust, y la necesidad de un nuevo reparto del mundo, que se expresa en la I Guerra Mundial. El imperialismo como fenómeno mundial apareció entre 1890 y 1914. La Obra de Lenin que lo analiza es de 1917. Rosa Luxemburgo, en 1910, había hecho análisis importantes sobre la acumulación capitalista del colonialismo internacional, en eta etapa del imperialismo.

Es el análisis de Lenin el que va a contribuir vigorosamente a entender esta nueva etapa de la sociedad capitalista, para poder hacer la revolución socialista. Es Lenin también el que construye y elabora la teoría del Partido Revolucionario de nuevo tipo, del Partido Bolchevique, del Partido Comunista, desde 1903, para convertirlo en un instrumento de apoyo, en una palanca social y política, en un medio organizativo, de lucha de las masas populares y de la clase obrera para poder tomar el poder político.

Este pensamiento de Carlos Marx, de Federico Engels y Vladimir Lenin, por citar solo a estos tres, de los grandes teóricos de lo que se llama el marxismo leninismo, Manuel Mora lo aprende, y lo entiende correctamente como una guía para la acción política, no como un libro de recetas política.

Para Manuel Mora el marxismo leninismo no es una doctrina religiosa, ni los marxistas leninistas han de ser sus sacerdotes. Para Manuel Mora hay quienes leen estos textos, de los pensadores revolucionarios clásicos, como si fueran textos religiosos, como dogmas de fe, sintiéndose apóstoles de esta doctrina, sin entender adecuadamente la realidad social, porque quisieran aplicar esos conceptos y teorías políticas como si fueran calcamonías.

Para Manuel Mora la teoría política revolucionaria de los grandes clásicos desde Marx, Engels y Lenin, hasta los teóricos de su tiempo, constituye fundamentalmente un método de análisis de la realidad social, económica y política, y una guía para la acción de conformidad a las particularidades específicas y concretas de cada realidad social y política, de cada país.

Manuel Mora tuvo la maravillosa capacidad de interpretar esos escritos de los revolucionarios clásicos, asimilarlos y traducirlos a las condiciones sociales y políticas de Costa Rica; de explicarlos de forma sencilla y llana, sin mencionar a los clásicos. Manuel no acudía, como criterio de verdad a estar mencionando citas de esos autores. Su brillantez le llevaba a asimilar el conocimiento de esos autores, para explicar en lenguaje sencillo, el análisis del panorama nacional y de la geopolítica que enfrentaba, aplicando la rigurosidad del pensamiento revolucionario desde la perspectiva de la necesidad socialista del proceso revolucionario costarricense.

Por ello, desde la formulación del Programa Mínimo del Partido Comunista de Costa Rica señaló el carácter y las posibilidades de la Revolución Socialista de Costa Rica. En el Libro justamente está el texto donde él habla y plantea el carácter de la construcción comunista a lo costarricense, el comunismo a la tica, como se ha divulgado su idea.

Aun cuando Marx había señalado que el desarrollo de la sociedad capitalista avanzaba inevitablemente hacia la sociedad comunista y que el socialismo era tan solo una fase de transición hacia esa sociedad desde el capitalismo, Manuel Mora tuvo esa brillante lucidez para entender ese proceso. Por eso siempre habló, desde el primer momento del surgimiento del Partido Comunista, desde su Programa inicial, y en sus discursos, que el desarrollo del comunismo en Costa Rica pasa por etapas, sin calcar experiencias ajenas, externas; sino, que se trata de avanzar sobre las condiciones nacionales posibles para impulsar una vía costarricense hacia el socialismo, lo que él llamó el socialismo a la tica. Esto marca y marcó la vida del Partido Comunista desde sus orígenes. Esto es clave para entender este Libro de escritos de Manuel Mora.

El Libro es Historia viviente; es pensamiento vivo; es pensamiento dialéctico; es pensamiento de análisis de la realidad política, social y económica nacional de los distintos momentos que le tocó vivir, que se ve en la selección por décadas de sus escritos en este libro publicados. Es su paso en pensamiento y palabras por las décadas de 1930, 1940, 1950, 1960, 1970 y 1980 hasta la división del Partido Comunista. Son épocas claves, confusas, complejas, llenas de contradicciones de todo tipo. Si tan solo apreciamos la década de 1940 en la que lleva al país a una situación de alianza política, como nunca se había hecho hasta entonces en el mundo, entre la Iglesia Católica, el Gobierno y el Partido Comunista, para impulsar una Gran Reforma Social, un Gran Código de Trabajo, y todo ello con un gran compromiso de lealtad entre los grandes hombres que la acordaron, Monseñor Sanabria, el Presidente Calderón Guardia y Manuel Mora; lealtad fraguada en esos días que llega de parte de Monseñor Sanabria hasta el período de la Junta de Gobierno, cuando la Iglesia enfrenta públicamente actuaciones de la Junta de Gobierno. No fue un Pacto solo de 1943. Fue un Pacto que alcanzó a la Guerra Civil y los días que le siguieron, durante el Gobierno de Facto. La protesta ante la Junta fue en vivo y directo, en la Iglesia Catedral, que hizo que los miembros de la Junta se levantaran en protesta y abandonaran la Iglesia.

Toda esta complejidad de la historia nacional de esos años, de la década del 40, está explicada en distintos discursos aquí recopilados. Especialmente en los discursos, de 1958, cuando Manuel contesta, ante el décimo aniversario de la guerra civil, un discurso de José Figueres y otro de Otilio Ulate.

Después de derrotado el fascismo mundial, del surgimiento del campo socialista, del impulso de la Guerra Fría, el mundo cambia. Nuevos países socialistas, la Revolución China, la Independencia de la India, los procesos anti colonialistas de Indochina, de Corea y otras regiones del mundo; se impulsa una nueva etapa de anticomunismo mundial. Esto se refleja en el Libro, cuando se aprecia el período de clandestinidad al que se somete al Partido entre 1948 y 1974.

Aun dentro de este período Manuel siguió siendo ese hombre extraordinario, costarricense, patriota, internacionalista cuando tuvo que serlo. Manuel fue en este período el hombre extraordinario como organizador partidario y de organizaciones sociales y sindicales, contribuyendo a ellas; como agitador de problemas nacionales y regionales, de tipo político; como diputado, como articulista y analista de periódico, desde tribunas populares, en la clandestinidad, escribiendo como Arturo Jara, o desde la legalidad con su nombre.

Durante la clandestinidad el Partido Comunista inició sus actividades públicas a través de los Centros Obreros de Estudios Sociales que se empezaron a abrir en distintos pueblos y localidades del país. En estos Centros se hacían conferencias los lunes, para educar a los asistentes y partidarios, para explicar la línea del Partido Comunista, para fortalecer la educación política, y general, de los miembros del partido y de quienes asistían a escuchar. En estas conferencias muchas veces participaba Manuel.

Aun en los días de la represión, el Gobierno de José Joaquín Trejos Fernández, 1966-1970, y el de José Figueres después, 1970-1974, le pidieron que actuara como Agente comercial ante los países socialistas para vender café y caña de azúcar, para ayudar a resolver la crisis económica del país. Manuel asumió esa tarea nacional, con apoyo del Partido, acompañado de Max Blanco Brunetti, un cafetalero muy importante y de Ricardo Quesada López Calleja, sobrino de Carmen Lira; situación ésta que le permitió negociar la legalidad del Partido Comunista, la que se logró en 1975, y al establecimiento de las relaciones diplomáticas con la URSS y otros países socialistas en la década de 1970.

De aquí en adelante conocemos el desarrollo del Partido de Manuel, con Manuel diputado, junto a Marcial Aguiluz en 1970 y desde esas elecciones se siguió eligiendo diputados de la izquierda nacional, bajo la coalición que se llegó a constituir de Pueblo Unido, en 1978. Estos grupos de nueva izquierda, el Partido Socialista Costarricense y el Movimiento Revolucionario del Pueblo, surgieron al calor de la Revolución Cubana.

El éxito de la coalición Pueblo Unido en 1978 y 1982 condujo a estimular el debilitamiento y la división de la izquierda, y del propio Partido Comunista, con fracturas internas que 1984 lo llevaron a su división y práctica desaparición política.

El libro cierra con este proceso de la división del Partido, con la intervención de Manuel en el Pleno del Partido, en que se detallan los entretelones de esta crisis partidaria.

El Libro es una colección, es una selección; una antología que nos coloca a Manuel Mora en todas estas fases y etapas de la Historia nacional, de su Partido; donde va a destacar el Manuel Mora organizador político, Manuel Mora diputado y parlamentario vigoroso; el Manuel Mora dirigente y organizador del Partido, el Manuel Mora periodista, el Manuel Mora polemista, analizando problemas, discutiendo con los grandes líderes políticos.

Manuel Mora fue de los grandes oradores que tuvo Costa Rica; en el Partido, a su nivel, el otro gran orador fue el diputado Luis Carballo Corrales.

El libro que recoge estos discursos es una buena guía para apreciar y conocer el pensamiento de Manuel Mora; para penetrar en lo que Manuel Mora nos da y relata como radiografía de la Historia nacional costarricense.

Los discursos de Manuel son también una radiografía del tiempo histórico; nos va planteando momentos históricos en una visión de continuo, una línea, un rosario de hechos donde vemos avanzar el partido y brillantemente el análisis de Manuel no solo en las condiciones internas, sino también en las condiciones regionales, en las distintas décadas de sus discursos.

Cuando se disuelve la Unión Soviética, lo que no está tratado en el Libro, ante una pregunta que le hace un periodista sobre si el socialismo y el comunismo se han acabado, él da una sencilla respuesta: mientras haya miseria en el mundo; mientras haya pobreza; mientras haya desigualdad en el mundo; siempre habrá luchas socialistas y siempre habrá luchadores sociales.

Tributo a Manuel Mora Valverde

(Pronunciado, por Vladimir de la Cruz, el 1 de setiembre del 2023, con motivo del brindis en su Memoria, al finalizar el acto en que se recordó su 114 aniversario de nacimiento, realizado en la Asamblea Legislativa)

Los invito a celebrar, con un brindis, la Memoria de Manuel Mora Valverde, en su huella imborrable, en la Historia Nacional.

Manuel nos hace vivir y nos invita a continuar, su herencia de pensamiento, de obras y de luchas; su amor y defensa de la Patria; su amor y compromiso con la Libertad del pueblo costarricense, su marcada lucha por la defensa de la Soberanía Nacional y la Independencia Nacional; su lucha por una justicia social plena; por una distribución social de la riqueza; por lograr altos niveles de vida para el pueblo trabajador, por una educación de calidad para todos los niños y jóvenes; por casas y viviendas dignas y decorosas; por trabajos seguros, decentes, dignos y bien remunerados; por las libertades y derechos de organización social y política de los ciudadanos; por una plena igualdad de hombres y mujeres; por asegurar una legislación social y laboral que dignifique al trabajador y facilite la generación de la riqueza social.

Manuel Mora Valverde nos llama, en su recuerdo vivo, a luchar por la Paz en el mundo; a luchar contra las guerras de opresión, de dominación y sojuzgamiento de pueblos y naciones; contra el colonialismo y la esclavitud en cualquier forma que se manifieste; a luchar por un sistema político que descanse en la colaboración internacional que pueda acabar con las formas tiránicas, dictatoriales, autoritarias, anti democráticas de gobiernos, apoyando a los pueblos que luchan contra ellas.

Manuel Mora Valverde nos recuerda al luchador social y político que fue; al combativo periodista y articulista, buscando y aclarando hechos y circunstancias; siempre respetuoso y respetable.

Nos recuerda al gran organizador social y partidario; al que sabía combinar la agitación de los temas y problemas nacionales o internacionales, con conocimiento y razonabilidad, con la movilización social y con la organización colectiva social y partidaria que impulsaba.

Manuel Mora Valverde nos recuerda al maestro revolucionario que fue, siempre dispuesto a enseñar, a transmitir su experiencia; a oír a quien ante él acudía por consejo; nos recuerda a la persona amable, generosa, desprendida, sencilla y distinguida en su modo de ser.

En sus actos Manuel nos recuerda la lealtad con que actuó, sin renunciar a sus principios de vida y de política que lo guiaban y por los que actuaba.

Nos recuerda al gran negociador político, que fue, que supo anteponer siempre sus intereses personales por los de la Patria y los del pueblo costarricense.

Manuel Mora Valverde nos invita, en el recuerdo de su Memoria, a no descansar en la lucha por un sistema de vida superior, donde no se produzca pobreza, miseria u opresión; a luchar constantemente, con la mayor unidad social, popular y política posible, por tener una Costa Rica más próspera, más justa y más democrática.

Manuel Mora Valverde nos recuerda siempre que mientras haya una gota de injusticia social, de pobreza, de miseria, de opresión social económica o política; mientras haya discriminación, exclusión y marginación social, habrá siempre el deseo de tener un Mundo y una Costa Rica más justa, más próspera, más democrática.

Manuel Mora Valverde nos recuerda que la lucha social y política es constante, de todos los días. Especialmente nos recuerda que el arte de la Revolución social, por la que él luchó, es la suma de voluntades; no la resta ni la división.

Esta era su visión socialista de la vida a la que él consagró su existencia.

¡Qué viva Manuel Mora Valverde!

¡Qué viva siempre la Memoria de Manuel Mora Valverde!

¡Que el ejemplo y el estudio de la vida y obra de Manuel Mora Valverde sea una fuente de formación de las actuales y futuras generaciones de costarricenses!

Repaso de la Masonería costarricense, en el 122 aniversario de la R.·.L.·. Hermes No. 7

Vladimir de la Cruz

A.·.L.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.

S.·.F.·.U.·.

M.·.V.·.M.·.

QQ.·.HH.·.

(Intervención de Vladimir de la Cruz M.·.M.·., en el Templo Mayor de la Gran Logia Masónica, en la Tenida Blanca de la Respetable Logia Hermes No. 7, el 21 de agosto del 2023 con motivo del 122 aniversario.)

QQ.·. HH.·.

Hacer un repaso histórico de la Masonería costarricense es mirar su importante presencia en la Historia nacional, particularmente del siglo XIX, sin disminuir su papel en el siglo XX. La masonería costarricense es parte de la masonería latinoamericana y universal.

En América surgieron las llamadas Logias Lautarinas, a cuyo amparo se desarrollaron, en el conocimiento y la luz masónica, algunos de los principales libertadores de América.

En los albores de la independencia americana en Argentina, Chile, México, y en otros países del continente, actuaron la Logias por la libertad de las colonias.

Los próceres de la Independencia Francisco Miranda, Simón Bolívar, José de San Martín, Bernardo O Higgins, Antonio Nariño, Pedro Moreno González, Francisco de Paula Santander, el Padre Miguel Hidalgo y Costilla, y José María Morelos fueron miembros activos de los movimientos masónicos de sus países.

Francisco de Miranda, en su condición de Venerable Gran Maestro, dio la luz masónica a los grandes libertadores americanos, Simón Bolívar, Antonio Nariño, de la Gran Colombia; a Teresa de Mier, de México; a Bernardo O Higgins, de Chile; a José de San Martín, de Argentina; a Vicente Rocafuerte, del Ecuador; a Bernardo de Monteagudo, del Perú.

En la Argentina, por ejemplo, la Masonería nos aporta las venerables figuras de José de San Martín, Libertador de Argentina, Héroe de Chile y Perú; Manuel Belgrano, Héroe nacional de Argentina. Gracias a la Masonería argentina se consiguió apaciguar definitivamente las luchas internas después de la Batalla de Caseros, en 1852, hasta la organización Constitucional y la federalización de Buenos Aires.

Del mismo modo, Francisco de Paula Santander, Héroe nacional de Colombia; Antonio José de Sucre, Libertador y Presidente de Perú; Simón Bolívar, Libertador de Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia, a quien los costarricenses de los primeros años de la Independencia admiraban y conocían; Francisco de Miranda, Patriota venezolano, Mariscal y Libertador de Perú; Benito Juárez, Libertador de México; Antonio Nariño y Álvarez, Precursor de la Independencia de Colombia; Bernardo O’Higgins, Libertador de Chile.

A José Martí, Libertador de Cuba y luchador de la independencia de Cuba y Puerto Rico, quien a finales del siglo XIX cierra el ciclo de las luchas anticolonialistas españolas, en la nueva dimensión de la guerra hispanoamericana, en el contexto del nacimiento del imperialismo moderno.

El movimiento de la Ilustración fue el que permitió, principalmente, la llegada a Hispanoamérica de la masonería.

Así, en los días de las luchas por la Independencia de la América Española las Logias masónicas, que empezaban a constituirse, y los Hermanos masones jugaron un papel muy importante. Se ha considerado, incluso, que fueron un factor determinante, como también los masones estuvieron presentes en el proceso de la Independencia de las 13 colonias inglesas y en la construcción inicial de los Estados Unidos. Su peso está altamente demostrado en la ciudad de Washington, donde existen importantes obras arquitectónicas que así lo resaltan.

En el área del Virreinato de México, al cual pertenecimos, como parte de la Capitanía General de Guatemala, podemos señalar que desde la segunda mitad del siglo XVIII se conoce la presencia masónica por emigrantes franceses que habían llegado, que también fueron perseguidos por la Inquisición mexicana.

En 1806 se funda en el Distrito Federal de México la Logia Arquitectura Moral, donde se iniciaron en la luz masónica Miguel Hidalgo y Costilla, Ignacio Allende, Hermenegildo Galeana, Ignacio Aldama y otros patriotas mexicanos.

En 1810 fue perseguida la Orden y a sus miembros masones se les torturaba y mataba, pero no pudieron evitar su destacada participación en los movimientos del 15 de setiembre de 1810, donde se dio el grito inicial de la emancipación del Virreinato, por la justicia y la libertad.

En el territorio del Virreinato de México desde 1810, cuando se produce el Grito de Independencia de México, ya hay noticias de la existencia de logias masónicas.

Con la independencia, en México, en 1821, las logias se difundieron y se le enfrentaron al clero cuando Iturbide se declaró emperador con el apoyo eclesiástico. De esa lucha surgió la República.

En 1824 se fundó al impulso de liberales, la Gran Logia Nacional de México al amparo de la Gran Logia de Nueva York, de tradición liberal, progresista y republicana.

En Centroamérica desde finales de la colonia ya se sabía de la existencia de algunos Talleres que se impulsaron, en 1763, en la costa atlántica de Nicaragua y más tarde, en 1783 en Belice. En esta región posiblemente por la influencia inglesa que allí había.

En el Salvador se dice que los próceres independentistas José Matías Delgado, Manuel José Arce, Antonio José Cañas Quintanilla, Nicolás y Vicente Aguilar estaban vinculados a la masonería. En Guatemala, en 1822, se organizaron varias logias y en Honduras también se organizaron logias.

Probablemente, en el contexto de los días de lucha por la Independencia las logias masónicas que iniciaban bien podían confundirse, en parte, con la existencia de las sociedades patrióticas, las Sociedades Económicas de Amigos del País, con los movimientos y sociedades secretas y paramasónicas o no masónicas, como algunas logias existían en aquellos tiempos, que contribuían a darle aliento a la lucha anticolonial.

Es discutible, entre especialistas, en el continente, el papel importante que pudieron haber tenido estas Logias o los masones. Desde mi perspectiva parto de que fueron importantes, por el papel de los grandes próceres de la Independencia, ya mencionados, que fueron asociados directamente al movimiento masónico.

Con frecuencia oímos decir, a modo de mención muy general, el papel que las logias masónicas desempeñaron en el proceso de la independencia latinoamericana y, con ellas el vínculo de algunos de aquellos masones que brillaron como precursores y líderes de la Libertad de América.

También, hemos oído de muchos de estos eventos como situaciones clandestinas y ocultas de la vida de algunos de nuestros próceres.

Es natural comprender que tal situación pudo darse en razón directa e inversamente proporcional al grado de persecución de que eran objeto sus miembros por los enemigos de la Independencia y por los defensores y amigos de quienes deseaban mantener el orden de privilegios de la dominación y explotación de los pueblos latinoamericanos, que deseaban continuar el régimen oprobioso de dominación, explotación y discriminación social, política y económica.

Las actividades masónicas, de este modo, aparecen como eventos circunstanciales, sin detenerse, por quienes así recuerdan la Historia americana, que la Masonería es una de las organizaciones que más ha contribuido al progreso moral, intelectual y social de nuestros pueblos y de los pueblos del mundo.

No casualmente, por la realización de sus trabajos y sacrificios tan importantes, la Masonería ha sido tan perseguida por déspotas, fanáticos y enemigos de la luz, y de las luces; de la ilustración, para recordar los sentimientos y vocablos de la gloriosa Revolución Francesa.

Menos se nos ha dicho de la participación destacada en el movimiento masónico de algunos ilustres sacerdotes católicos, como el cura Miguel Hidalgo y Costilla, del pueblo de Dolores, paladín de la libertad y la independencia del pueblo mexicano, abolicionista de la esclavitud en 1810, meses antes que esta problemática fuera atendida por las Cortes de Cádiz y, que nos tocara a nosotros por nuestro vínculo y pertenencia el Virreinato de México.

No siendo la Masonería una asociación política quienes a ella pertenecieron, durante los días de la independencia americana, no estaban al margen de los problemas políticos de los pueblos.

Al contrario, estaban ligados a la búsqueda y obtención de la Igualdad, la Libertad y la Fraternidad, principios que heredamos de la Gran Revolución Francesa, trilogía de valores que inspiran aún la convivencia activa en las logias masónicas.

Aun cuando no se habían desarrollado partidos políticos y considerando que la Masonería no es un partido político, como hoy los conocemos, durante la lucha por la independencia, el Partido Político que identificaba a quienes por ella se sacrificaban era el Partido político de la Libertad, de la Igualdad y de la Fraternidad, que estaba, esencialmente, vinculado a toda manifestación de organización y lucha contra el orden colonial español.

Por ello, casi nunca se nos ha dicho ni enseñado el verdadero significado de las logias y del papel que ellas jugaron, como tampoco de la gran cantidad de hombres ilustres de la Independencia y forjadores del Estado Nacional y de la sociedad democrática, en América Latina, que estuvieron ligados a este movimiento que reunía estadistas, filósofos, artistas, científicos, militares, políticos. Así también en Europa, y en los países de Nuestra América, como la llamaba el Q.·.H.·. José Martí, quien visitó dos veces Costa Rica.

Martí en su segunda visita a Costa Rica mantuvo reuniones secretas con los cubanos Maceo y Crombart, que vivían en esos días en Costa Rica, y con costarricenses ligados al movimiento masónico, con el fin de lograr el apoyo para su lucha y propiciar una expedición armada, desde Costa Rica, que se preparó para 1895, contando con el apoyo del Presidente Rafael Iglesias que facilitó 200 rifles del armamento nacional.

En el caso de Guatemala, sede de la Capitanía General, durante el período virreinal, no hay referencias históricas importantes que nos digan que habían logias o presencias masónicas durante su existencia, al menos durante los últimos años de la dominación española. Al contrario, en paralelo con nosotros se conoce la existencia de la primera Logia simbólica fundada en 1873, mientras que en Costa Rica la tenemos fundada, por el Padre Francisco Calvo en 1865.

Hay sin embargo, una historia de datos de existencias de organizaciones y presencias masónicas, antes de que se hubieran constituido formalmente las Logias, en las que descansan oficialmente sus inicios en cada país.

Así, hay referencias de que ya independientes las colonias españolas, Rafael Ruiz Gutiérrez, venezolano, y Juan Francisco Casanova, colombiano, llegaron a Guatemala, con el propósito y misión de fundar logias masónicas en los países centroamericanos. Rafael Ruiz Gutiérrez y Juan Francisco Casanova representaban el Gran Oriente Neogranadino.

En el caso de Honduras la Masonería surgió en 1898, cuando se instaló su primera junta, aunque algunos analistas refieren que desde 1811 se conocían presencias masónicas, en Comayagua, como también lo relata, en esas primeras presencias, para Costa Rica, el V.·.Q.·.H.·., Benemérito e Historiador de nuestra Orden, Rafael Obregón Loría.

Al Obispo Tristán de Nicaragua, a cuya jurisdicción pertenecíamos, en su visita a Costa Rica, en 1782, se le considera el primer masón que llega a nuestro territorio, quien inicia algunas de las labores de proyección social, que marcan mucho el trabajo de la Logia Masónica, como fueron el hospital de Cartago, una escuela de primeras letras y la fundación de la ciudad de Alajuela el 12 de octubre de aquel año.

En Costa Rica algunos hermanos llegados de otras latitudes se congregaron algunas veces en logias y algunos costarricense se afiliaron en otros países a las logias, como el caso de Lucas Arcadio Ugarte, quien fue afiliado en Cuba, donde operaba la masonería clandestinamente, fue capturado y condenado por su condición masónica; además de impulsar y colaborar en la independencia de México.

También fue importante la influencia de los hermanos José Manuel y Martín Masferrer, después de 1824, expulsados del país por sus actividades políticas, acusados de “herejes y revoltosos”, un término usado muchas veces para referirse a los masones.

El grupo organizado alrededor del periódico La Tertulia, recién introducida la imprenta en Costa Rica, que circuló en 1834 y 835, estaba impulsado por masones, por sus luchas, por los ideales que pregonaban y por las personas que lo integraban, con un gran sentido de oposición política al gobierno de Rafael Gallegos.

Monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez, Obispo y gran historiador eclesiástico, señala que en 1825 se fundó una Logia y en 1826 ya había tres, en San José, Heredia y Cartago. A esta masonería pertenecieron personas de gran importancia nacional.

El Historiador Rafael Obregón señala que la primera logia regular en Centroamérica fue fundada en 1763 por la Gran Logia de Inglaterra, en la costa atlántica de Nicaragua; luego otra en Belice, que dejaron de trabajar en 1813. En 1820 había una en Honduras y los próceres de la Independencia centroamericana fueron asociados a esta institución. En la causa seguida contra los hermanos barceloneses José Manuel y Martín Masferrer, por primera vez se citan los conceptos masonería y masón en 1824 y se les acusa de herejes, revoltosos y revolucionarios, y les expulsan del país.

En 1825 se intentó crear logias masónicas, y capítulos Rosa Cruz, en Guatemala y luego en El Salvador. También el Gran Oriente de Caracas llegó a tener logias en Centroamérica.

Cuando se funda la Universidad de Santo Tomás en 1843, se usan en su emblema, y publicación de su Estatuto, símbolos masónicos: «el Libro de la Ley sobre el cual reposan la Escuadra y el Compás, cerca de la primera un mallete; y entrelazada con la segunda, una espada. Al lado del libro una llama; a la izquierda, en la parte superior el Sol y a la derecha, la Luna rodeada de siete estrellas».

En Nicaragua hay noticias de la existencia de logias en 1846 y en la hoy ciudad de Liberia, Costa Rica, en 1853. En 1859 el masón Andrés Cassard tuvo los plenos poderes para fundar cámaras masónicas del rito escocés en Cuba, México y Centroamérica y, fundó dos Supremos Consejos, uno en Cuba y el otro en Veracruz, con el nombre de Supremo Consejo de México y Centroamérica.

El prócer Francisco Morazán, Presidente de la República Federal de Centroamérica, y Jefe de Estado de Costa Rica por un breve período fue masón.

En El Salvador las logias se desarrollaron en el último tercio del siglo XIX, con las reformas liberales que secularizaron el Estado salvadoreño, a partir de 1871.

En Nicaragua desde finales del siglo XIX se conoce la presencia masónica, aunque en San Juan del Norte, en Greytown, en 1851 existió una Logia masónica, seguramente influida por la presencia inglesa en esa región donde se impulsaba el Protectorado inglés, incrustado en la costa caribeña de Nicaragua y Honduras.

La mayor parte de la historia masónica del país se estructura a partir de los trabajos regulares de la masonería nacional, en vínculo y bajo los auspicios de los Supremos Consejos que la regularon hasta la constitución, el 7 de diciembre de 1899, de la Gran Logia de Costa Rica.

Así, tenemos grandes períodos del movimiento masónico en Costa Rica que fueron desde los días de la Independencia hasta 1865; desde 1865 hasta 1871 que la masonería regular estuvo bajo los auspicios del Gran Oriente y Supremo Consejo Neo Granadino, o Colombiano, con sede en Cartagena, República de Colombia; desde 1871 hasta 1887, bajo el Gran Oriente y Supremo Consejo Centro Americano, con sede en San José, Costa Rica; desde 1871 hasta 1899 bajo los auspicios del Gran Oriente y Supremo Consejo Centro Americano, con sede en Guatemala, República de Guatemala y desde 1899 bajo la jurisdicción de la Gran Logia de Costa Rica.

Así, oficialmente la historia del movimiento masónico nacional se reconoce a partir de 1865.

En Costa Rica el Pbro. Francisco Calvo, se había iniciado en la Logia Masónica La Cruz Austral Nº 5, del Perú, el 20 de junio de 1862. Fue él quien fundó la primera Logia, llamada Caridad No. 26 en San José, el 20 de agosto de 1865, autorizado por la Logia del Gran Oriente Neo-Granadino. Dos años más tarde con el apoyo de la Gran Logia de Cuba se estableció la Logia Unión Universal Nº 19.

El 14 de agosto de 1867 la Gran Logia de Colón aprobó el establecimiento de una Logia en San José denominada Unión Fraternal Nº19, integrada por distinguidos liberales de la época.

En 1882 en El Salvador se fundó la Logia Constancia y Caridad y el 9 de marzo de 1883 se fundó en San José la Logia Unión Nº 19, que desarrolló un gran activismo, provocando la ira del sector católico más conservador, aglutinado alrededor del periódico Eco Católico.

El Pbro. Francisco Calvo fue el Capellán del Ejército Nacional en la lucha contra los Filibusteros norteamericanos en Costa Rica y en Centroamérica. Junto a los masones Manuel Antonio Bonilla, Leoncio de Vars, Adolfo Romero, Luciano Beeche, Aquiles Bigot, Isidro Levkowickz, Matías Wesfele, Alfredo García, Federico Maison y Santiago Haslam, conformaron la primera logia de Costa Rica. A ella se integraron también José María Castro Madriz, Lorenzo Montúfar, Julián Volio, Francisco Echeverría, José Antonio Pinto, Andrés Sáenz, el presbítero Carlos María Ulloa, Bruno Carranza, Manuel Argüello, Máximo Jerez, Francisco Peralta.

Con la Logia fundada por el Pbro. Francisco Calvo se considera fundada la masonería en Centroamérica.

En 1871 con la existencia de otras logias se fundó el Supremo Consejo de Francmasones. Este mismo año se fundó, con asiento en San José, el Consejo Supremo Centroamericano, el 9 de enero.

Hacia 1875 funcionaban las logias Caridad Nº 1, Esperanza Nº 2, Fe Nº 3, Maravilla Nº 12, Sincera Amistad Nº 18, Desengaño Nº 14, Concordia y la Porvenir.

En 1875 el Gran Oriente de Centro América, establecido en Guatemala autorizó las logias Regeneración Nº 6, la Unión Fraternal Nº 9 de Limón, en 1892; La Luz Nº 12, en San José, en 1897; La Libertad Nº 15, en San José, en 1898; la Phoenix, en Limón, en 1899.

En 1887 el Supremo Consejo Centroamericano fue trasladado a Guatemala, por siete años, con motivo de la venta del templo masónico al gobierno y por diferencias entre los masones. Dependiendo del número de miembros, el grado 33 se establecería por períodos de siete años en las distintas repúblicas centroamericanas.

En Costa Rica 18 miembros de la Masonería han sido Jefes de Estado y Presidentes de la República; Braulio Carrillo Colina, Manuel Aguilar Chacón, Francisco Morazán Quesada, José María Castro Madriz, Bruno Carranza Ramírez, Tomás Guardia Gutiérrez, Aniceto Esquivel Sáenz, Saturnino Lizano Gutiérrez, Salvador Lara, Próspero Fernández, Bernardo Soto Alfaro, Rafael Yglesias Castro, Ascensión Esquivel Ibarra, Juan Bautista Quirós, León Cortés Castro, Santos León Herrera, Teodoro Picado Michalski y Otilio Ulate Blanco.

No se ha hecho un buen balance y repaso histórico de sus gobiernos, que analice su presencia masónica en sus obras de gobierno, en sus políticas públicas, en sus valores humanistas, universalistas y fundamentos filosóficos que los guiaron; respetuosos de las leyes, del Estado de Derecho; por su tolerancia y respeto a las creencias y posiciones filosóficas, religiosas y políticas de las personas, principios generales que nos guían en nuestro compromiso militante masónico.

La superación personal que buscan la masonería por el conocimiento y la verdad, ¿cómo la vemos en sus obras de gobierno?

Como práctica la masonería procura el mejoramiento material y moral de todos los seres humanos. ¿Cómo valoramos esto en sus obras de gobierno y en su paso por la Administración Pública?

Estas son tareas pendientes. Pero me atreveré a esbozar algunas proyecciones de algunos de estos Presidentes masones que dejaron una huella indeleble en nuestra historia nacional y en la construcción democrática de nuestra Costa Rica.

Es indudable el peso, en el transcurso de nuestra Historia, del desarrollo de las Libertades y Derechos ciudadanos, plasmados evolutivamente en nuestra Historia Constitucional; de los principios de la Fraternidad y de la Igualdad, que son parte esencial de nuestra filosofía masónica, hoy desarrollado también por los Derechos Humanos.

En el siglo XIX la forma revolucionaria que hizo avanzar la sociedad costarricense fue el ideario liberal clásico, antimonárquico, republicano, defensor de las libertades, forjador de derechos, constructor de la institucionalidad estatal, basada en un sólido Estado de Derecho.

La consigna liberal clásica de finales del siglo XIX, “Orden, Progreso y Libertad”, sin lugar a dudas estaba preñada del ideario masónico que ya se había establecido con los Jefes de Estado y Presidente masones del siglo XIX. Resultado de ello el país se modernizó.

Con el Código General, de Braulio Carrillo, se rompió el lazo jurídico que aun teníamos con la legislación española. Con él salimos de la República Federal de Centroamérica, a pesar del intento que hiciera Morazán de volver a rehacer este proyecto político, fortaleciendo el camino independiente del país y preparando el advenimiento de la proclamación de la República, en 1848, por Castro Madriz. A inicios de la década de 1840 se publicó en la prensa costarricense la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, documento que influyó probablemente para que en la Constitución Política de 1844 se estableciera el derecho a la rebelión del ciudadano contra el mal gobierno.

La obra del Q.·.H.·. Morazán en Centroamérica, que no pudo desarrollar en el país, fue liberal revolucionaria, lo que podríamos valorar en otro momento, así como toda la obra de Carrillo.

La libertad de prensa sin restricciones, impulsada por el Dr. Castro; sus luchas electorales sin presión de gobierno y respetuoso de la ley; el impulso de la educación de mujeres eran parte de esta proyección de los masones en la vida nacional.

A los presidentes Tomás Guardia, Bernardo Soto y Próspero Fernández les debemos una obra de gobierno extraordinaria. Apertura del país a la inversión extranjera complementaria al capital nacional; la construcción del ferrocarril al Caribe, o al Atlántico como se decía; la abolición de la pena de muerte; la apertura del país a la migración extranjera, especialmente europea que mucho contribuyó al desarrollo cultural, científico, educativo; a la gran reforma liberal de 1882 y 1884 la que separó la Iglesia del Estado, la educación religiosa de la enseñanza pública, que estableció restricciones a las prácticas religiosas públicas; la expulsaron de órdenes religiosas; el establecimiento del divorcio y el matrimonio civil como único válido en el país. Con esta reforma se secularizó mucho la vida civil del país.

Igualmente, el establecimiento de la Comisión Codificadora, 1882-1888, que superó al Código General de Carrillo, modernizó el engranaje jurídico nacional elaborando, entre otros el Código Fiscal, que llegó hasta 1970; el Código Civil, que es el actual, del cual se desprendieron el Código de Trabajo en 1943 y la parte de familia para hacer surgir en 1970 el Código de Familia; los Códigos Penal y de Policía y los de Procedimientos Civiles y Penales, entre otras reformas jurídicas que modernizaron el país. El Código de Comercio, ya se había establecido en 1852 que llegó hasta 1964.

A ellos les debemos también las grandes reformas educativas impulsadas por Mauro Fernández. A Tomás Guardia con el fortalecimiento del régimen municipal le debemos estabilidad política nacional, expresado de dos maneras, la distribución del poder político a los gobiernos locales, restándole presión a la lucha por el poder central, y con la Constitución de 1871, por su carácter flexible, facilitó la negociación política en el proceso político nacional, contribuyendo con ello también a la estabilidad política del país.

Fortalecieron los Jefes de Estado y Presidentes masones la institucionalidad pública, y el Estado, como un elemento importante por sus políticas públicas, para el desarrollo nacional. En cierta forma, les debemos también el debilitamiento del Ejército que se fue dando desde el último tercio del siglo XIX.

No solo a los Jefes de Estado y Presidentes masones les debemos este desarrollo democrático institucional. Se lo debemos también a una gran cantidad de personas, que en los campos de la educación, la cultura, la ciencia, las artes y las actividades empresariales y productivas, actuando desde las esferas de las Secretarías de Estado, del Congreso o de la Corte de Justicia, fueron miembros activos de la masonería.

Así, los masones actuando desde el poder, desde los gobiernos o desde la sociedad civil modelaron, con estructuras legales o educativas y con el ejercicio de las libertades ciudadanas, la sociedad liberal y democrático republicana que nos ha formado.

Desde sus gobiernos impulsaron los valores que permitieron, en la construcción del Estado Nacional, fomentar principios como el respeto a las leyes del país; el que los principios morales de cada hombre deben conducirlos a esforzarse, como ciudadanos; el del cumplimiento de sus responsabilidades públicas y privadas y a procurar que la reforma social parta, en primer lugar, de la reforma de sí mismos, de cada persona, con la esperanza que el progreso individual contribuya a la mejora ulterior de la sociedad.

Formar personas de buenas costumbres, dignas de confianza, honradas en su forma de trabajar, solidarias y caritativas constituía parte de estos elementos morales de formación de nuestra cultura en el siglo XIX, donde se ve la impronta de los valores masónicos en el desarrollo institucional nacional.

Tolerancia, Libertad y Cultura, fueron los pilares del ejercicio práctico de esta construcción social, en que los masones tuvieron que ver.

La Iglesia Católica en el siglo XIX enfrentó duramente a la Masonería como movimiento y a los masones costarricenses.

En 1890 se publicó el folleto titulado “Manual de la Liga Antimasónica”, en el cual se instruía para realizar una campaña contra la masonería, que incluía a modo de prólogo un Breve del Papa León XIII.

La Iglesia envalentonada con el ascenso de José Joaquín Rodríguez al poder, arreció desde el púlpito los ataques a los masones.

En 1890 Leoncio Audrian informaba al Consejo Supremo Centroamericano Masónico lo siguiente: “El cambio político verificado hoy en este país ha puesto al Taller en muchos cuidados, pues en el partido dominante se encuentra el clero, abriendo brecha y pretendiendo abatir la luz de nuestra Institución. Ha habido ya sermones de los curas delatando a la masonería como un mal social, inconveniente a las familias y al Estado. Atribuye a la presencia de la Masonería el liberalismo, su fantasma; los inconvenientes que el actual Gobierno le pone a sus pretensiones los atribuye también a la masonería; en fin, la falta de religión, de paz y de bienestar. El clero ha establecido periódicos con ese fin; ha expedido folletos reglamentarios del modo de aniquilarla; y trabaja sin descanso por transformar a Costa Rica en una provincia pontificia. Otras épocas hemos tenido ya que experimentar tan inicua persecución. Recientemente escrita se encuentra en la historia la página legada al mundo masónico por el memorable ministro Figueroa… Los miembros de la Logia Regeneración Nº 6, aun cuando palpan la farsa clerical, aun cuando ven las concesiones del poder público, aun cuando están viéndole la cara a su enemigo, no se desalientan, al contrario, parece que su valor aumenta y su entusiasmo se ensancha. Están en la convicción de que la masonería se agiganta, irradia más, como el brillante perdido en la oscuridad de una calle, tanto cuanto es más perseguida, cuando se la acecha y se le obliga a dar batalla”.

En las elecciones de 1899 el presidente Ascensión Esquivel fue acusado de “masón y hereje”, por unos sucesos que se desarrollaron en la Logia Regeneración Nº 6, por lo que tuvo que suspender sus actividades temporalmente, así como porque algunos de sus miembros se vieron obligados a salir del país.

En 1899, nuevamente, se organizó la masonería en debida forma instalándose en la casa interior de Gregorio Richmond. El 7 de diciembre de este año se constituyó un cuerpo administrativo para las logias simbólicas cuando se fundó la Gran Logia, siendo su primer Gran Maestro A. G. M. Guillot. Más tarde lo fueron Genaro Rucavado, en 1900, en 1908 y 1909; Manuel Aragón hijo, en 1901; Ricardo Mora Fernández, en 1902; John M. Keith, en 1903; Gustavo Pradilla, en 1904; Tomás Povedano, en 1905; Ramón Castro Fernández, en 1910; Robert S. Hankel, en 1911 y 1912; Emilio de Mezerville, de 1912 a 1913; Rodolfo Espinoza de 1913 a 1914; Mariano Álvarez Melgar, de 1914 a 1915 y Alexander Murray, de 1915 a 1916.

Hasta 1890 la masonería nacional había desempeñado un papel activo en la formación del Estado de Derecho y del Estado Nacional. Sus principales miembros desde distintas esferas del poder habían logrado modelar, por medio del movimiento liberal, la estructura principal de la organización social costarricense, inspirar sus libertades fundamentales y asegurar el desarrollo del Estado con sometimiento de los militares al poder civil y de separación de los intereses eclesiásticos de los políticos.

En 1901 el Supremo Consejo Centroamericano autorizó la fundación del Consistorio de Costa Rica, con el siguiente directorio: comendador en jefe, Manuel Aragón; teniente gran comendador, Alejandro Alvarado; teniente comendador, Genaro Rucavado y Tomás Povedano, quien tenía el grado 33, representaba el Supremo Consejo Centroamericano.

En 1901 se organizó y fundó la Logia Hermes No. 7, que es la que nos convoca en esta Tenida Blanca, con motivo de su 122 aniversario. La Logia Hermes fue el resultado del crecimiento que venía teniendo el movimiento masónico en el país. Fue autorizada para su funcionamiento por la Gran Logia de Costa Rica, que dirigía el Gran Maestro Manuel Aragón Quesada, e impulsada por Tomás Povedano, que llegó a Costa Rida, invitado por el Presidente Rafael Iglesias para dirigir la Escuela de Bellas Artes. Povedano quien se había iniciado en la Masonería en 1873 también impulsó la creación de la Logia Virya, en 1904, organizando e impulsando, de esa manera, los estudios de Teosofía en el país. Durante un breve período de la existencia de la Logia Hermes, desde 1955 hasta 1963, se le permitió cambiar de nombre por Logia Lealtad No. 7.

Hermes la figura mitológica griega era el joven mensajero de los dioses y el dios del comercio, la elocuencia y protector de los viajeros. Hijo de Zeus y Maya se le representa con alas en los pies. Entre sus cualidades estaba la astucia, la habilidad de negociación y sobre todo lo distinguía su condición de mediador entre los dioses y los mortales.

En la filosofía masónica Hermes, a quien también se le conoce como Mercurio, en la tradición romana, se le considera un símbolo de la sabiduría, el conocimiento estérico y la transmisión de información.

El símbolo que usa Hermes, un bastón con dos serpientes enroscadas representa la armonía, la dualidad y la alquimia espiritual, como conjunto de especulaciones o elucubraciones y experiencias esotéricas asociados a las transmutaciones de la materia; ocultas a los sentidos y a la misma ciencia; tan solo perceptible por las personas iniciadas.

Hermes en esencia nos convoca a reflexionar sobre las cosas, a poner atención, para con el estudio llegar a conclusiones. Hermes combina el conocimiento del mundo material como del espiritual. Hermes por ello también es considerado como un sabio; un maestro de la alquimia.

Así, Hermes, en la masonería, comunica, transmite enseñanzas; busca la sabiduría y el conocimiento profundo. Para los iniciados en la masonería es participar en el conocimiento de nuestros secretos y estudios reservados de nuestra Venerable Orden.

Hermes en el pensamiento masónico representa al maestro interno que tenemos, que nos convoca e impulsa a descubrir por nosotros mismos la Libertad; la Libertad que debe ser lograda, conquistada por cada uno de nosotros, sin esperar heredarla.

En la sola existencia de la V.·.L.·. Hermes No. 7 tenemos uno de los pilares existenciales de carácter filosófico de nuestra V:. Orden: la Libertad.

Esa es en su esencia el significado del nombre de este Taller, de la Logia Hermes, que está celebrando su 122 aniversario de fundada.

Somos una Orden con herencia histórica, con simbolismos y tradiciones y con espacios fraternales, como esta Tenida Blanca.

Los años turbulentos de 1936 a 1948 León Cortés, Teodoro Picado, Santos León y Otilio Ulate fueron los últimos presidentes masones. De ese período se rescata la Reforma Social, el Código de Trabajo, la Universidad de Costa Rica, el Tribunal Supremo de Elecciones, el voto universal, entre otras importantes obras de gobierno que se realizaron.

Cuando hubo necesidad de intentar parar la candidatura presidencial del Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia, en 1939, al finalizar el gobierno de León Cortés, por el pacto realizado con la Iglesia Católica para derogar las leyes liberales de 1884, a cambio de su apoyo para el Dr. Calderón Guardia, la Logia Masónica se sumó al llamado que hiciera el expresidente Ricardo Jiménez Oreamuno, para formar parte de la Alianza Democrática Nacional, en el intento de reunir a todos los liberales, a los masones y a los comunistas, que finalmente no pudo materializarse para participar en esa campaña electoral.

Los años siguientes, y convulsos, de la década de 1940-1948 atraparon igualmente al movimiento masónico nacional y lo mantuvieron al margen de las luchas decisivas de las reformas sociales.

Las Reformas Sociales y Laborales no fueron banderas de la Masonería nacional. Su preocupación había girado en torno a las libertades y derechos individuales, y al fortalecimiento de una institucionalidad política que los asegurara.

Cuando fue convocada la Asamblea Nacional Constituyente, durante el período de la Junta de Gobierno, 1948-1949, por el avance de la Iglesia en la vida política nacional, durante esta década, nuevamente los liberales y los masones intentaron llevar una voz propia al núcleo de la redacción de la Constitución de 1949, participando alrededor del Partido Constitucionalista, que quiso llevar al Ex Gran Maestro Rafael Obregón Loría como diputado, al seno de la Asamblea Constituyente, sin obtener los votos suficientes para ello, y siendo ésta quizá la última batalla importante, de carácter público y notorio, abiertamente en el campo político electoral, por el cual la masonería nacional seguía manifestando su tesonera labor de cuido del Estado liberal nacional.

Ese período de la guerra civil y de postguerra produjo un cisma importante en la masonería nacional, que condujo entre otras cosas a la inscripción registral oficial de la Logia Masónica. Los sucesos de 1948 afectaron de esa manera, en parte, a la Gran Logia.

De esa dolorosa situación, nuevamente, emergió la figura del Maestro Masón Rafael Obregón Loría, también miembro de esta Logia Caridad Nº 16, como la figura conciliadora, unificadora y constructora en esos años de postguerra en el movimiento masónico nacional.

Con participación discreta en la política, o abierta, como se hizo en el siglo XIX, los masones seguimos atendiendo los problemas de la vida humana para asegurar la paz, la justicia y la fraternidad entre los hombres y los pueblos, sin diferencia alguna de raza, nacionalidad o creencia. Seguimos luchando para enfrentar la ignorancia, la hipocresía y la tiranía.

Somos librepensadores. Somos hermanos de todas las religiones, credos filosóficos y políticos, y nos integramos en nuestros talleres espirituales, con el compromiso en el desarrollo espiritual de todos los miembros de nuestra Orden, con la democracia de nuestros países, y con la libertad de nuestros pueblos mediante la promoción de una educación para la vida.

Los masones sostenemos que el trabajo es deber y derecho del hombre. Así lo exigimos a nuestros adeptos como contribución indispensable al mejoramiento de la colectividad.

Los ideales de conocer la verdad, el amor por la belleza y hacer el bien; escuchar la voz de la conciencia, combatir el error buscando la verdad; imitar a los buenos, ayudar a los débiles, enseñar al ignorante y huir del malvado; respetar las creencias, conocer a los hombres, amar a la Patria, respetar las leyes y admirar al Gran Arquitecto del Universo, siguen siendo nuestras Banderas masónicas.

Mi felicitación a los QQ.·.HH.·. de la V.·. L.·. Hermes No. 7 en este su 122 aniversario de fecunda existencia.

Cumplidas vuestras órdenes, M.·.V.·.M.·.

Costa Rica en la encrucijada social y política

Material electoral en Costa Rica.

Proximos escenarios frente al gobierno actual

Vladimir de la Cruz

Costa Rica se ha caracterizado por tener una historia pública, reconocida; un país de paz, de seguridad ciudadana, de estabilidad política, de un amplio régimen de ejercicio de derechos y libertades, bienestar social institucional garantizado a los ciudadanos.

Desde 1849, en términos prácticos, ha habido un proceso político electoral que ha permitido alternancia política cada cuatro años, con brevísimos momentos en que esto se ha alterado. En el siglo XX tan solo dos veces, en 1917-1919 y en 1948-1949 se interrumpió ese proceso.

Desde 1890, el sistema electoral y de representación política descansa en partidos políticos, mediante los cuales los ciudadanos, y solo por ellos, pueden participar y optar a puestos de elección popular; a la presidencia de la república, al Poder Legislativo y a los Consejos municipales.

El voto directo se estableció, eliminando elecciones de segundo grado de electores, en 1913; el voto secreto se estableció en 1924. Una reforma electoral para asegurar triunfos electorales, con el 40% de votos, se estableció en 1935, lo que le dio gran estabilidad al sistema electoral; el Tribunal Nacional Electoral, se estableció en 1946, hoy llamado Tribunal Supremo de Elecciones, desde 1949 con rango de poder estatal, es independiente y con exclusividad de su función electoral.

En 1949 se estableció el voto universal, con el reconocimiento del voto a las mujeres, situación que se había planteado desde 1890, y con movimientos sufragistas que surgieron a partir de la década de 1910.

Políticamente, en el campo electoral siempre ha habido una gran cantidad de partidos políticos, de diverso tipo y signo político, a nivel nacional como regional. El pluripartidismo ha sido un rasgo del desarrollo democrático nacional. Ha habido tendencias, incluso recientes a restringir el surgimiento de partidos políticos, a la vez que se han democratizado los mecanismos para constituir partidos políticos.

A nivel legislativo, desde 1949 hasta hoy, ha privado el pluripartidismo en la participación electoral, y en general en la representación parlamentaria.

A nivel nacional, presidencial, desde 1949 hasta el 2014, predominó un bipartidismo gubernamental, donde dos partidos políticos ejercieron alternativamente el mando y dirección del Poder Ejecutivo, uno de ellos en 9 gobiernos, el otro por 6 gobiernos, de un total de 18 gobiernos que ha habido desde entonces.

En el 2014-2018 y 2018-2022 se introdujo un nuevo partido político en el ejercicio del Poder Legislativo, desplazando a los partidos que tradicionalmente habían gobernado, que en las últimas elecciones desapareció del escenario nacional y parlamentarios con representantes populares.

En las últimas elecciones, 2022, apareció un nuevo partido, con semanas de haberse constituido, con un candidato presidencial improvisado, que logró imponerse frente a una campaña de desacreditación de todo lo político anterior, como se ha venido haciendo por parte de los movimientos populistas y autoritarios que han surgido, en el continente y en Europa, contra gobernantes y partidos políticos, criticando la política en general, señalando que anteriormente no había gobernantes; que ahora sí los hay; criticando el funcionamiento del sistema democrático, la institucionalidad democrática y pública estatal; impulsando la idea de gobernantes autoritarios, fuertes, casi dictatoriales en régimen democrático; promoviendo la reducción de gastos estatales en seguridad social, en educación pública y en la educación universitaria; debilitando la legislación laboral y social nacional, como ha sido el proyecto de ley, recién aprobado, para imponer una jornada laboral de 12 horas diarias, cuatro días a la semana.

En el campo de las libertades, actualmente está amenazada la libertad de prensa y de pensamiento. Acciones directas del Poder Ejecutivo presionan a empresarios y medios de comunicación para evitar críticas públicas, opiniones opositoras; la guerra de troles desarrollada por el Ejecutivo, contra sus críticos y gestores de opinión, abarca todos los espacios; el control de la propaganda estatal ha sido concentrado, así como las gestiones de contratos de publicidad institucional a favor de empresas o medios que mitiguen esas críticas o se pongan en paralelo con el gobernante y el gobierno.

El camino que se vislumbra, como diseño gubernativo, es acabar con toda la institucionalidad democrática del país; con las nuevas jornadas de trabajo de 12 horas diarias, con políticas de precarización laboral; con el régimen de seguridad social favoreciendo la privatización de la medicina social, con la venta de instituciones públicas, bancos estatales, por ejemplo, no por malas o porque tengan un mal desempeño, sino por negocio; la reducción de la educación pública, en todos sus niveles, para estimular más la educación privada. El gobierno ha eliminado subsidios para becas estudiantiles, comedores escolares y para transporte escolar; reducción por negarse a cumplir el pago constitucional del presupuesto para la educación pública y universitaria.

El trabajo informal ha aumentado casi al 60%, ha aumentado el desempleo, especialmente el de mujeres, y el de mujeres cabezas de familia, que son las principales en ingresos para sus hogares aun cuando tengan esposo o compañero.

La reducción de gastos en educación se ha orientado a justificar para fortalecer los gastos en seguridad pública, en policías de los distintos cuerpos existentes institucionales en el país, en una tendencia grave del actual mandatario de impulsar alianzas estratégicas con el sector de policías privados, que puede tener un contingente superior a los 50,000 trabajadores en este campo, que lo constituiría en la práctica en un ejército privado de alcances muy peligrosos.

La vida democrática que Costa Rica ha desarrollado está amenazada. Los meses que vienen probablemente serán de importantes confrontaciones sociales.

El primer escenario ocurrirá con la etapa final de la aprobación de la ley de las 12 horas diarias, que ha pasado en consulta de constitucionalidad, ante la Sala Constitucional del Poder Judicial. Esto se acompañará de acciones de inconstitucionalidad aparte que ya están preparando. Queda en este campo incluso la preparación de una consulta ciudadana por la vía del referéndum contra esta ley.

El segundo escenario está en la realización de los 84 procesos electorales, que se darán entre noviembre y febrero próximo, para elegir a todas las autoridades cantonales, regionales, del país. El reto lo llevan dos partidos, Liberación Nacional, partido que ha gobernado 9 veces y que mantiene un control político de 42 alcaldes de esos 84, y el actual partido de gobierno que no tiene ningún control municipal, por su juventud y por no haber participado en procesos electorales anteriores. Como gobierno tiene el reto de aparecer con presencia regional para valorar el efecto de su acción gubernativa y porque el actual presidente quiere seguir activo en política, si por él fuera de manera continua, dándole proyección a su actual gobierno por la vía democrática o por la vía autoritaria si se presentan las condiciones para actuar de esa manera, como constantemente lo hace entrever.

 

Publicado en https://www.meer.com/es/75620-costa-rica-en-la-encrucijada-social-y-politica
y compartido con SURCOS por el autor.

La diputada patológicamente mentirosa

Vladimir de la Cruz

Mi adorada abuelita Ofelia, para mí, Ita, dos veces madre, como decía ella misma que eran las abuelas, fue durante mi infancia y parte de la adolescencia muy importante en mi formación porque, por el estudio y trabajo de mi madre, pasaba mucho tiempo con ella, incluido los tiempos de almuerzo, que se convertían en rica tertulia, alrededor de una mesa pequeña llena de platillos pequeños, ocho por lo menos, con las diferentes opciones de comida.

Parte de esas conversaciones eran sus consejos constantes, machacando en valores, heredados de sus ancestros familiares, los descendientes del escultor imaginero Lico Rodríguez, y de su padre, Rafael Rodríguez, y de su madre Patricia Rodríguez, y de sus lecturas de teosofía y rosacrucismo, que veía como cualidades de formación en sus nietos, de lo más preciado por su significado para la vida, por la importancia personal que podrían tener, y por ello forjarnos, para el mejor desempeño social.

El respeto a los mayores, la tolerancia, la responsabilidad, la confianza, la lealtad, la igualdad de las personas, el antirracismo, enseñado desde pequeños cuando todavía podía haber destellos en la capital; honestidad, respeto por la naturaleza y los animales, amabilidad, humildad, solidaridad; valores sobre la salud, el cuerpo, la higiene. En ella todo se mezclaba, valores sociales, políticos, morales, económicos, estéticos; era pintora. Fue discípula de Tomás Povedano.

Para ella era claro que la formación en valores nos daba conciencia sobre nuestros actos, especialmente sobre las consecuencias de nuestros actos.

Para ella eran actos para la vida, para reconocernos con otros y para que nos reconocieran; para respetar a los otros y para que nos respetaran. Era la máxima de saber vivir como se piensa.

Dos cosas pasaba machacándonos, a los nietos, permanentemente, y así lo hizo con sus hijos, mis tíos: “El que roba poco, roba mucho”, y “el que miente poco, miente mucho”.

He recordado esto a propósito de esa diputada, llamada Pilar Cisneros Gallo, que se ha rajado diciendo que ella es una mentirosa.

Por la forma como lo afirmó, es una mentirosa compulsiva, una mentirosa patológica, lo cual es muy grave por el alto puesto que desempeña en el escenario público, y en la cabeza del Poder Ejecutivo; directamente en el propio Presidente de la República, a quien posiblemente le da consejos de cómo mentir; así como le aconseja a sus ministros cómo deben mentir, partiendo de la base enfermiza de su patología de “que todos mentimos”, aunque sea poquito.

La forma en que lo manifestó, en la entrevista donde así se lució, es que se sentía cómoda, realizada, diciendo que mentía; la mentira para ella es habitual, es su conducta.

El efecto de esa afirmación es que toda la labor parlamentaria de la diputada patológicamente mentirosa, es que es una mentira; todas las afirmaciones y defensas que hace de proyectos de leyes son mentiras. Todos los argumentos que ha justificado en favor de la ley esclavista de la jornada laboral de 12 horas son mentiras, son falsos; no hay por qué creerlos, ni tienen por qué tenerse como criterios de autoridad a favor de ese proyecto de ley.

A sabiendas que mentirosamente ha actuado quien es la Jefa de la Fracción legislativa del Partido oficial del Gobierno, el Partido Progreso Social Democrático, hay que entender que toda esa fracción de diputados, exceptuando a la Presidenta de ese Partido, que la tienen como un cuadro pegado en la pared legislativa, es una fracción de mentirosos, por los consejos que les da sus Jefa, como guía política de ese grupo de diputados, para su actuación parlamentaria.

La mentira la ha llevado a la deslealtad partidaria. Han creado otro partido, que consideran oficial, el más representativo del oficialismo, mejor dicho, del chavismo costarricense; a lo tico, ¿del deschavismo costarricense, del desmadre, del desorden y del barullo que es este gobierno?

La deshonestidad de su actuación corrupta, en este sentido, los tiene en un Partido parlamentario, por los privilegios que les da esa condición en la Asamblea Legislativa, aunque se definen, militan y actúan a favor de otro partido que acaban de crear, “Aquí manda Costa Rica”, que no tiene ningún arraigo, por ahora, más que en el papel de su inscripción. Y, deshonestamente también, impulsan otro partido, “Pueblo Soberano”, o algo así, jugando varias cartas frente a los electores, distrayendo de esa manera sus intereses políticos, sus frentes de combate y a los electores en general.

Además de periodista, ahora parlamentaria, ha sido activista política desde que nació en Perú, por el activismo político de su familia y parientes peruanos, que le marcaron ese ADN político.

Se le manifestó ese ADN desde su práctica periodística en prensa escrita y televisiva principalmente. Hasta en esto ha mentido, la Diputada patológicamente mentirosa, diciendo que hasta ahora, desde el 2022, está en política. La política la ha envuelto siempre. Así la hemos conocido, y no la critico por ello. Critico que mienta de su práctica política personal.

Siguiéndola a ella, espero no mentir por esto, en Costa Rica todos somos políticos…

“Entrenadora en la mentira” se definió ella misma. “Si no es necesario mentir, obvio es, que no se mienta”, afirmó. Lo importante, para la diputada patológicamente mentirosa, es que la mentira, aún como consejo, y peor, como mensaje que da el mentiroso, “no se sostiene si no tiene una base”; es como si no se mintiera… Podría llegar a rumor, a decir secretos que no son, a un simple comentario, a una patraña, a un simple cuento…Si así es, su apellido, el de la diputada mentirosa, podría ser Chismeros en lugar de Cisneros. El chisme como la mentira es un acto de maldad; siendo el chismoso mentiroso por naturaleza.

Cuando alguien, como la diputada asesora en mentiras, tiene la mentira como una forma de vida (es asesora, dicho por ella, pagada o no) es una mitómana; es una mentirosa compulsiva. Tiene que estar mintiendo para sostener sus mentiras, aunque no esté pensando en obtener ganancias de sus mentiras; incluso de enredarse en justificaciones ridículas, como la que puso del ministro que renunció, lo que la hizo enredar más su cuento y explicación de por qué ella miente.

El problema que se causó la diputada, asesora en mentir, es que cuando ella afirmó que para ella era habitual la mentira hizo que se le perdiera confianza pública. Pero, más importante, es que los diputados le puedan perder toda la confianza personal, política y parlamentaria. No va a perder su condición de diputada mentirosa. Esto no es causal de destitución parlamentaria, pero puede sufrir un aislamiento legislativo. ¿Qué confianza se le puede tener en lo que diga en adelante, a partir de su reconocimiento público de mentirosa patológica?

La diputada mentirosa no es una niña, que no distingue bien la realidad de la fantasía. Siendo adulta mayor como lo es, con educación universitaria, con conocimiento de idiomas, claramente distingue la realidad de la fantasía. Por eso se vuelve más peligrosa con su verbo mentiroso, cuando sus mentiras son un hábito, como ella lo reconoce.

Como mitómana parlamentaria seguramente le produce placer saber que miente cuando interviene ante sus colegas diputados. La adrenalina se le debe descargar como gran recompensa. Por su habitualidad en los consejos mentirosos la amígdala seguramente no le funciona para provocarle malestar cuando miente, o para provocarle arrepentimiento por la mentira dicha o sostenida, lo que continúa afirmando el comportamiento mentiroso.

Indudablemente, la diputada mentirosa es una mitómana vanidosa, porque se auto halaga por esa condición de mentirosa. Existen también las mitomanías errantes, malignas y perversas…

En la Universidad de California del Sur, estudios en el cerebro de mentirosos compulsivos, señalan que tienen un 26% más de sustancia blanca en la corteza prefrontal, que es la que interviene en la transmisión de información, por lo que a mayor volumen, de esta sustancia blanca, el mentiroso compulsivo desarrolla más capacidad para procesar las mentiras y manipular a las personas, logrando que sus intervenciones y discursos tengan no solo cantidad y calidad de detalles, y datos, sino que puedan ser bien formulados y creíbles. Aquí la clave de la mentira, y éxito de la asesoría en mentiras.

La mentira algunos especialistas la consideran un elemento estratégico para eludir la realidad y sus consecuencias. La verdad es falseada por el mitómano a nivel emocional, para obtener aprobación, respeto; o en la discusión parlamentaria, para lograr los votos que necesita a su favor.

Las mentiras proferidas por el mentiroso patológico engañan a las personas. La mentira es un acto consciente, deliberado, frente a la realidad. El mitómano también puede escapar de la realidad auto mintiéndose, confundiendo su mentira con la verdad.

En el caso de la mentirosa diputada hay que seguirla valorando en lo que pretende con sus mentiras, engañar, usar, compensar, omitir, ocultar, afirmar falsamente…

La mentira es opuesta a la veracidad y sinceridad. La mentira es mala por naturaleza. Para el pensamiento filosófico antiguo, de Platón y Aristóteles, la mentira coloca al mentiroso despreciablemente ante el resto de las personas.

A favor de la diputada mentirosa le apunto que Sócrates consideraba que los ciudadanos podían decir “mentiras nobles”, asumidas como naturales, como si fueran mandato de los dioses… Para Sócrates la mentira noble es la mentira política que se dice a los ciudadanos, al pueblo, a los gobernados, en bien del interés público. ¿Es esto lo que realmente aconseja o enseña la diputada mentirosa a los ministros, y quizá también al Presidente? ¿O cree la asesora en mentiras políticas, como lo señalara Platón, que la mentira como categoría es útil para ejercer el control y la justicia del Estado en manos de quien ejerce el poder, que para Platón eran los filósofos?

A los mentirosos patológicamente los califican de egoístas, vanidosos; siempre a la defensiva, sin sentirse culpables.

La mentira no contribuye a resolver problemas. Si se miente en política, no se resuelven los problemas que políticamente se deben atender.

Para el psiquiatra alemán Kurt Schneider los mitómanos son una peligrosa unidad de narcisismo e histrionismo, deben sentirse grandiosos; dicho a lo tico, se sienten el florero de la mesa, el muerto de la vela… ¿el centro del Parlamento?

 

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