Vida Digna no vendrá de quienes gobiernan, vendrá de la gente

Reciban un cordial saludo por parte de Radio Andante, un colectivo de mujeres positivas y propositivas en la provincia de Puntarenas y del Centro Demostrativo de Sostenibilidad en Guacimal.

Dicen que cuando falta el dinero el amor sale volando por la ventana… quizás las cosas no son exactamente así, pero en verdad cuando en una familia no hay para las cosas esenciales, no hay calidad de vida. Y por ello, las personas se apuntan a una esclavitud que eufemísticamente llamamos “trabajo” en las piñeras o bananeras, donde trabajan hasta que se les calcinan los riñones agachados largas horas al pleno sol, inhalando los agrovenenos que luego les causan problemas de salud graves.

Existen muchas cosas que hay que enderezar en el mundo. Y en los cimientos de todo arreglo, yacen las personas. Si las personas están mal, el medio ambiente, los animales, los alimentos…todo está mal.

Entonces, a todos los que queremos mejorar cualquier cosa, nos incumbe el atender la necesidad de cada ser humano de tener una ocupación digna, o sea saludable, justamente remunerada y que fomente no solo la supervivencia, sino el bienestar.

A través de ocupaciones dignas, podemos resolver la mayoría del resto de los problemas. Somos parte de un todo. No somos algo separado. Lo que le ocurre al ambiente, nos ocurre a nosotros. Continuando con el ejemplo de las piñeras, sabemos que las piñeras dañan todo: la gente, los animales, el ambiente, la economía nacional. Si nos organizamos para crear trabajos dignos, nadie trabajaría para una piñera. Sería el principio del fin de las piñeras en Costa Rica, el principio del fin de todos los problemas que han causado.

Cómo lograr este objetivo es algo que nos puede ocupar a todas y todos…trabajando en conjunto, creando la nueva humanidad. Somos seres creadores… podemos usar la memoria y creatividad colectivas. Si hubiera una receta, no obtendríamos el beneficio de aprender a través de solucionar, colectivamente, un problema colectivo …no solamente desde la academia, ni desde unos cuantos gobernantes. No sentiríamos ese empoderamiento que solo llega a través de los logros de lo imposible.

Hemos descubierto que el tema del desempleo es central y urgente. La base de los cambios somos las personas, cada individuo. El cambio no vendrá de los políticos ni los gobernantes. Vendrá de la gente. Y tampoco sirve “empujar” a alguien a actuar o involucrarse. Porque estamos frente a algo que requiere un cambio de conciencia… o sea de adentro hacia afuera, de abajo hacia arriba. La Alianza por una Vida Digna está haciendo un trabajo inspirador. Y creemos que tiene la capacidad de entrelazar el empleo digno y usarlo como un hilo conductor y guía hacia la nueva humanidad.

Los políticos saben que, si prometen trabajos, la gente se apunta. Ellos lo usan como un truco… no tienen intención de cumplir. Pero nosotros que estamos involucrados en hacer un cambio para una Vida Digna, debemos comprender que las masas apoyarán el movimiento si primero nosotros nos damos a la tarea de reconocer y atender este grave problema que acecha como un lobo a tanta gente…es algo terrible vivir así… casi que eso no se puede llamar vivir, sino solamente sobrevivir. En Guacimal fuimos a hacer una encuesta sobre calidad de agua y de lo que la gente quería hablar era de su necesidad de empleo… y uno la ve.

Proponemos como un siguiente paso, hacer una evaluación de la economía del país, post-reforma fiscal y tomar el pulso de lo que se está sintiendo y viviendo. Al mismo tiempo evaluar los programas para el fomento de trabajo que existen y lo que el gobierno aporta en términos de exoneraciones para los grandes empresarios transnacionales que se llevan toda la plata al extranjero vs los pequeños emprendimientos en los pueblos rurales. Eso nos dará herramientas para empezar a armar una propuesta que detalle desde donde vendría el presupuesto para financiarla, hasta cómo se ejecutaría.

A menudo les pregunto a la gente joven, ¿qué comían los perros y gatos antes de que se creara el concentrado? ¿Qué comían los chanchos y las gallinas? A menudo se me quedan viendo como que les pregunté si el mundo es plano. Y es que no hace más de 50 años que conocemos los concentrados… ahora dependemos de ellos. Regalamos nuestra independencia en nombre de algo mejor o algo más fácil. Pero las consecuencias de esto repetido una multitud de veces en muchos ámbitos, ha creado una manera de pensar que nos tiene atados de mente.

¿Qué pasaría si empezáramos a practicar diferentes maneras de economía? ¿Y al mismo tiempo si tuviéramos programas de capacitación para “gestores socioeconómicos comunitarios”? ¿Y si empezaran los niños en las escuelas a producir al menos parte de lo que se comen en el almuerzo? ¿Y si separáramos los desperdicios para composte o para los animales? ¿Qué pasaría si dejáramos que cada niño, que cada persona desarrollara sus talentos y trabajara en lo que le gusta en lugar de meterles en la cabeza que tienen que estudiar esto o aquello para buscarse un buen trabajo? ¿Y si expandiéramos la definición de lo que es un buen trabajo, para que no solo incluya un buen sueldo que después se usa para curarse la neurosis y la úlcera? ¿Si se incluyera las palabras bienestar y felicidad? ¿Y por qué es que pensamos que alguien nos debe de proveer algo que nosotros mismos podemos proveernos?

Los gestores socioeconómicos comunitarios podrían ayudar a los miembros de las comunidades a hacerse estas preguntas, organizarse y captar y generar fondos para promover sus propios trabajos dignos. Todo esto ya está pasando en alguna medida en muchos lugares de Costa Rica y del mundo. Algunas personas reciclan, algunas practican los trueques, algunas hacen varias cosas a la vez. ¿Qué pasaría si nos damos a la tarea de organizarlo todo para que funcione como una máquina perfectamente equilibrada?

Por ejemplo, cada municipalidad podría dedicar fondos para ello. Las personas que han demostrado su amor y capacidad de gestión para sus comunidades podrían ser remuneradas y apoyadas para que continúen haciéndolo y para que enseñen a otros a hacerlo. Hay fondos internacionales para ello también que podrían ser captados. Hay mucha buena voluntad en el mundo… no estamos empezando desde cero. Hay mucha necesidad de hacerlo y la gente motivada puede lograr mucho.

Y el gobierno mismo podría dejar de esconder el problema de falta de empleo detrás de una cortina de humo y enfrentar el reto de tasar las grandes empresas y utilizar este dinero para estos programas.

Si seguimos haciendo lo mismo, obtendremos los mismos resultados. Para elevar la conciencia, debemos primero elevar los ánimos de las personas. No podemos pedir a alguien que tiene la mente preocupada y el estómago de sus hijos vacío, que piense en lo que se discute en la Asamblea Legislativa, por más que esa discusión le afecte e incumba.

Al atender el tema del desempleo, se limita la desigualdad, hay oportunidades de introducir la educación, y parar muchos de los abusos. Por ejemplo, se pueden crear miles de empleos reforestando, produciendo lo que se come en el país, utilizando materias primas para hacer otros productos de alta calidad, construyendo infraestructuras, educando, limpiando …

Desde Radio Andante y el Centro Demostrativo de Sostenibilidad, hacemos un llamado a la Alianza por un Vida Digna para que se incorpore este tema y que se forme un grupo de trabajo para investigar qué existe ya en el país, qué falta, qué ha funcionado en otros lados, etc. para empezar a avanzar.

Sinceramente,

Verónica Sheehan, Radio Andante.

Comunidades del Norte de Puntarenas en una reunión para encontrar soluciones colectivas a sus necesidades y metas.

 

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