La productora Prisma Latinoamérica entrevista a doña Flor Emilia Ureña (Tita), actual propietaria de La Cueva, negocio heredado de su padre.
Ella explica que sus cuestionamientos a la religión y tradiciones desde que creció, llevó a dinámicas familiares complicadas, especialmente con su madre y algunas personas de su pueblo en Santa María de Dota que le llaman el demonio.
Su negocio es un conglomerado de frases, decoraciones y arte de diferentes experiencias de su vida, que aportan valor e intentan instruir a las personas que visitan.
Desde “solo se permiten escenas amorosas” (haciendo sátira de la prohibición que encontramos en la mayoría de lugares públicos) y hasta otros detalles de diferentes culturas hasta indígenas como la Inca o las líneas Nazca.
Uno de los pilares fundamentales de la conversación con Tita es la delegación a lo “divino”, no necesariamente religioso y a la perspectiva de vida que esto otorga, aceptación por lo diverso y una cultura de comunidad.
Compartimos la entrevista: