2014 y aquel increíble primero de mayo

Henry Mora Jiménez

Ese trepidante día mis asesores más cercanos y yo llegamos muy temprano al recinto legislativo. Había una poderosa razón: aún no contábamos con los votos necesarios para obtener la presidencia del Congreso.

Las negociaciones con el Frente Amplio resultaron rápidas y transparentes, gracias a un acuerdo sobre proyectos de ley que nos comprometíamos a impulsar. Algunos de ellos, como la reforma al código procesal laboral, que contó con el apoyo decidido de otras fracciones, se hicieron realidad. Otros, como Territorios Costeros Comunitarios fueron veladamente saboteados al inicio y abiertamente después.

También habíamos superado una agria y penosa disputa con un compañero y una compañera de la fracción, que objetaron mi “atrevimiento” (que no fue mío) a postularme para la presidencia legislativa. Decidieron mantener sus diferencias en privado, aunque un año después sí las harían públicas.

Las negociaciones con el PUSC se mantenían en vilo y no fue posible concluirlas hasta minutos antes de la votación, a cambio de ceder las dos secretarías del Directorio. Aunque sería más correcto decir que la votación no se realizó hasta que se amarraron los votos. Con don Luis Vázquez y don Jorge Rodríguez mantuve una linda y leal amistad durante nuestro paso por el Directorio, a pesar de que a menudo discrepábamos en el debate parlamentario.

Fue un año de intenso y acelerado aprendizaje, con yerros y aciertos, virtudes y defectos, penas y alegrías. Y no podía ser diferente estando en el centro de un torbellino llamado “política parlamentaria”. Doce meses después me convencí de lo obvio: la política partidaria “no era lo mío”, regresando a mi papel de “intelectual orgánico” en octubre de 2017, aunque ahora con mayores reservas. Y es que ese paso por la política me enseñó, entre otras lecciones, a valorar con mayor humildad la presunta “sabiduría académica”.

Me sirvo de la ocasión para volver a agradecer profundamente a quienes me acompañaron de cerca en esa imborrable aventura entre mayo de 2014 y abril de 2015. A Oscar, Gabriela, Lorena, Leonardo, Jorge, Rolando, Miguel, Cyd y Margoth. Sin sus consejos y apoyos no habría sobrevivido.