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Al Frente Amplio, Costa Rica

Luis Ángel Salazar Oses
panga07@gmail.com

A manera de premisas planteamos las siguientes:

1.- Los seres humanos somos un indisoluble compuesto de múltiples elementos entre los que destacan lo físico -somos materia-, lo biológico -materia viva-, lo psíquico -materia inteligente-, lo social -«soy porque somos»-, lo espiritual -trascendemos lo material cotidiano-, lo cultural – hemos creado el mundo de lo humano- y, lo ecológico -seres humanos y naturaleza somos esencialmente lo mismo- así, nuestro auténtico desarrollo integral requiere que crezcamos en todos esos aspectos y más. Costa Rica potencialmente tiene todos los recursos -naturales, humanos, culturales, etc.-, indispensables para que sus habitantes se desarrollen plenamente, el obstáculo fundamental que lo impide es el Sistema Capitalista Neoliberal que hoy impera en nuestro terruño, como lógica y acción impuestas por los grandes ricos nacionales y transnacionales que, títeres mediante, gobiernan nuestra patria pues, como cada día se hace más evidente, este Sistema es homicida – mata a la gente pues la criminalidad en general le es consustancial-, ecocida – mata la naturaleza, plutocrático -gobierno de los ricos-, cleptocrático -gobierno de los ladrones (nunca ha existido democracia -gobierno del, por y para el Pueblo) e, insoportablemente patriarcal. Así, este régimen económico, político y social nos conduce al ineludible exterminio. Por ello es cuestión de vida o muerte cambiarlo por un Sistema Humanitarista -que genere seres humanos plenos en dignidad y solidaridad, que disfruten los Derechos Humanos en todas sus generaciones y, cumplidor de todas sus responsabilidades-, Ecologista -responsable relación «ganar ganar» con la Madre Naturaleza-, auténticamente democrático, participativo y, fundamentado en la justicia integral, esto es, económica, política, social, cultural y ecológica.

2.- Por dicha hoy, sectores cada vez más amplios de la Humanidad se han dado cuenta de la vital urgencia de realizar estos cambios y, por los cuatro puntos cardinales han empezado a actuar consecuentemente.

3.- En Costa Rica no se da la excepción pues, a fuerza de golpes cada vez más rudos, como Pueblo hemos empezado a despertar y, a pasos cada vez más acelerados, nos vamos incorporando en las filas de quienes en el mundo desean los cambios arriban planteados y, en la actual coyuntura político electoral, buscamos la opción política que pueda encabezar este urgente proceso de auténticos cambios profundos.

4.- Es fundamental tener siempre presente que el Pueblo trabajador, honesto y solidario con su esfuerzo, sus múltiples talentos y sus sacrificios constantes, ha sido el motor que ha creado, hoy crea y creará todo lo que somos y seremos como civilización humana, motivo por el cual, es este Pueblo el dueño legitimo del mundo y del Poder (en Costa Rica así lo permite y alienta el párrafo primero artículo nueve Constitucional, a partir del cual debe gobernar siendo los restantes Poderes realmente empleados públicos a su servicio); el Pueblo merece, por lo tanto, el supremo respeto.

5.- El análisis rigurosamente objetivo de las ofertas partidarias actuales demuestra que, por mucho, el Frente Amplio es sin duda alguna, esta opción buscada por los sectores más despiertos, informados, conscientes y honestos de nuestro Pueblo.

6.- Así, en sus ya dos décadas de existencia, nunca como hoy el Frente Amplio ha tenido el escenario político electoral más favorable para crecer cuantitativa y cualitativamente como aglutinador, organizador y vanguardia de este Pueblo que hoy despierta y empieza a exigir inconteniblemente su sagrado derecho de construir y disfrutar la nueva Costa Rica y el nuevo mundo de fraternidad, cooperación -que destierre a la criminal competitividad-, solidaridad, honestidad, amor, mutuo respeto y paz con nuestros semejantes y nuestra madre Naturaleza.

A partir de los supuestos anteriores nos permitimos plantear las siguiente respetuosas sugerencias: ante todo el Frente Amplio debe ser un instrumento político electoral el servicio por completo del desarrollo integral del Pueblo que somos y de su consecuente conversión en Poder Popular, al que le debe profesar, reiteramos, absoluto respeto que debe traducirse, entre otros aspectos, en la escogencia de la mejor dirigencia y las y los candidatos con el más alto grado de probidad integral. Obviamente no se trata de buscar inexistentes ángeles, pero sí de seleccionar a quienes poseen los expedientes más limpios y una ética humanitarista y ecologista a toda prueba. En su quehacer, el FA debe concebir al Estado Costarricense como instrumento para administrar Costa Rica no para la plutocracia cleptocrática nacional e internacional, sino para el Pueblo costarricense su legítimo dueño. Debe el FA obedecer a la práctica de la auténtica Política entendida como ciencia enciclopédica mediante la cual, entre otras actividades, se detectan los problemas nacionales, los recursos para resolverlos, se definen los planes pertinentes, las personas más adecuadas para ejecutarlos, los mecanismos de evaluación y se anima la entusiasta acción colectiva para realizar todos los procesos exitosamente. El FA debe desterrar de su quehacer toda politiquería -prostitución de la Política-, fundamentada en la mentira, la ofensa, el ciego fanatismo y, en fin, la degradación y humillación de quienes no comparten sus tesis, practicando en cambio la Política que, al respecto, exige el análisis y discusión de ideas no la muerte de quienes no las, aceptan. También exige poner por encima de la bandera partidista la nacional y sobre ambas la de la Humanidad y la Naturaleza. El accionar del FA debe plasmarse en la ejecución de un Programa de Gobierno rigurosamente elaborado a partir del análisis científico de la realidad nacional y del planteamiento de todas las reformas necesarias, no para que nada cambie o empeore, lógica gatopardista de los demás partidos nacionales, sino para que todo cambie, esto es para transformar, como dijimos, este vigente Régimen Capitalista Neoliberal homicida, ecocida, plutocrático, cleptocrático y patriarcal, en uno Humanitarista. Ecologista y Demócrata Participativo, esto es, del, por y para el Pueblo. El Plan de Gobierno debe incluir:

1.- Incorporación inmediata de nuestro Pueblo al quehacer cotidiano del FA. Mínimo en cada cantón se deben activar los comités del FA como núcleos de formación y Acción Popular. Con el Pueblo todo, sin el Pueblo nada.

2.- Seguridad y soberanía alimentaria, para ello se debe fortalecer inmediatamente a nuestro sector agrario, al pecuario, al pesquero, la agroindustria, etc, luchando incluso por una profunda reforma agraria (tierra para quien la trabaja).

3.- Defensa, fortalecimiento y ampliación de nuestra Caja Costarricense del Seguro social y de las tareas de nuestro Ministerio de Salud.

4.- Trabajo bien remunerado. con todas los derechos laborales y con paulatina pero constante socialización de los medios de producción y sus ganancias.

5.- Vivienda y servicios conexos realmente dignos a precio mínimo para nuestro Pueblo, proceso a cargo del Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU) integralmente reformado y fortalecido. Combate frontal a la especulación inmobiliaria.

6.- Renacionalización total de nuestro sector energético (RECOPE, ICE, etc.), del Sector Bancario, de nuestros puertos, aeropuertos, vías concesionadas de comunicación y de nuestra zona marítimo terrestre.

7.- Reconversión del sector económico nacional mediante el fortalecimiento de sector productivo agrícola, pecuario, industrial, pesquero artesanal, turístico -dándole énfasis al ecológico-, al comercio local liberándolo paulatinamente de las grandes empresas transnacionales y, del desarrollo científico tecnológico patrio, logrando la total integración en él de nuestras universidades nacionales y, obligando también a cualquier industria que se ubique en nuestras zonas francas a compartir sus avances científicos y tecnológicos además obviamente, a pagar justos impuestos.

8.- Especial atención le debe dar al manejo fiscal de nuestra Nación mediante el compromiso pleno de recaudar justamente los impuestos e invertir lo así obtenido únicamente para el desarrollo integral de nuestro Pueblo. La actual deuda interna y externa de nuestra Nación debe ser minuciosamente auditada a fin de comprobar su legitimidad, pagando lo honestamente invertido y desconociendo y castigando todo tipo de malversación.

9.- Fortalecimiento total y pleno de nuestra educación pública en todos sus niveles.

10.- Apoyo activo y total a nuestro sector cultural incluyendo desde luego al Sistema Nacional de Radio, Televisión y demás plataformas de comunicación existentes, dedicándoles a la formación integral del nuevo ser humano costarricense.

11.- Fomento al deporte y la recreación con el énfasis puesto, no en la competencia, sino en la salud y disfrute pleno que en estas actividades se obtienen.

12.- Seguridad ciudadana fundamentada en la erradicación de la criminalidad por sus causas -económicas, políticas, sociales culturales y hasta ecológicas- sin mega cárceles, más bien irán desapareciendo las existentes, al cambiarlas por un accionar realmente inteligente y humano de las autoridades judiciales y policiales.

13.- Definir la política internacional soberana de nuestro país como abierta a mantener relaciones mutuamente respetuosas con todos los Pueblos del mundo enfatizándose, eso sí, en el apoyo y la participación en un mundo multipolar, humanitarista, ecologista, demócrata participativo y cooperativo que cambie, insistimos, la homicida competencia por la plena y mutua cooperación.

Nótese que es tanto lo que debemos hacer que no hay tiempo que perder en estúpidos intercambios de dimes diretes, falsas noticias, calumnias y demás bajezas. Salgamos de los lodazales de la politiquería y, con política constructiva, construyamos la nueva Costa Rica digna de auténticos y plenos seres humanos en perfecta armonía con la Madre Naturaleza.

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