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Ucrania-Rusia: ¿la guerra evitable? y el nuevo orden geopolítico – Conferencia

Ucrania-Rusia: ¿la guerra evitable? y el nuevo orden geopolítico es el título de la conferencia organizada por el Posgrado en Sociología, del Sistema de Estudios de Posgrado de la Universidad de Costa Rica.

La conferencia será este viernes 13 a las 5 de la tarde. Participan el doctor Roberto Ayala, sociólogo; el doctor Pascal Girot Pignot, géografo; el máster Álvaro Fernández González, sociólogo, filósofo y músico; y la doctora Nancy Piedra Guillén, directora de la Maestría Centroamericana en Sociología como presentadora.

Le compartimos la invitación con los detalles para seguir la transmisión.

Más sombras que luces para nuestro Estado Social de Derecho

Luis Fernando Astorga Gatjens

Cuando todavía el presidente electo, Rodrigo Chaves Robles no ha revelado los nombres de todas las personas integrantes de su gabinete, queda claro con las ya anunciadas que la orientación neoliberal, es la que marcará el norte del nuevo gobierno.

Los antecedentes de Chaves Robles en el Banco Mundial y, particularmente, por las políticas fijadas a Indonesia desde la oficina que él dirigía, no dejan mucho margen como para pensar que las políticas que impulsará él y su equipo de gobierno, no se saldrán mucho de ese guión. Asimismo su fugaz paso como ministro de Hacienda de la administración saliente también permite pensar que las políticas neoliberales que han erosionado nuestro Estado de Bienestar, seguirán presentes y activas en los próximos cuatro años.

Es como la crónica de una situación tan predecible como anunciada. La deriva neoliberal del gobierno de Carlos Alvarado es fruto del contubernio entre un gobierno que nunca cumplió con lo prometido en la campaña electoral de 2018 y unas fracciones como las del PLN, PUSC y los evangélicos (de Restauración y Nueva República) que le aseguraron una mayoría calificada al saliente gobierno del PAC. Las leyes aprobadas en este cuatrienio han sido como cuchillos afilados que han sido clavados en nuestro Estado Social de Derecho (ESD). Le han provocado múltiples hemorragias y la sangre sigue fluyendo.

Lo que le costó a la sociedad costarricense y al país construir en varios decenios del siglo anterior, inició su declive –con zigzagueos– a partir de la década de los años ochenta, con dos administraciones liberacionistas: La de Luis Alberto Monge y, especialmente, la de Oscar Arias. El neoliberalismo que campeaba por sus respetos en Estados Unidos (Ronald Reagan) e Inglaterra (Margaret Tatcher) en esa época, influyó de manera, cada vez más corrosiva, en las políticas del país desde entonces.

El llamado “Consenso de Washington”, que impuso fórmulas económicas neoliberales que impulsaron varios organismos financieros internacionales en los años ochenta y noventa de la centuria anterior, se convirtió en el catecismo orientador bajo la consigna: ¡Más mercado, menos Estado! De esta manera, empezó una cuenta regresiva para el genuino ESD de Costa Rica, que singularizó nuestro desarrollo relativo y proyectó avances sociales significativos del país, en el contexto latinoamericano e internacional.

La administración que termina el próximo 8 de mayo y «su» fracción ampliamente mayoritaria en el Congreso, aceleraron y profundizaron el daño de nuestro ESD; tal y como lo expresan el incremento de la pobreza, la desigualdad social y la ominosa concentración de la riqueza en cada vez menos manos. La pandemia, que provocó que algunos fenómenos se profundizaron, no es la causa de este significativo deterioro del ESD. Es una situación que, desafortunadamente, nos viene de lejos.

Teníamos la leve esperanza de que el presidente electo, a partir de los aprendizajes del mismo Banco Mundial y el FMI sobre los desastres sociales y económicos generados por las políticas neoliberales que han impulsado en diversos países en las últimas décadas, en un afán rectificador, fijara un rumbo distinto a sus políticas acorde a la grave situación social que enfrentan las mayorías del país. Pero no. Todo hace prever que mantendrá el rumbo trazado por el gobierno anterior.

Los nombres ya adelantados del nuevo gabinete tienen una marca política e ideológica que no vaticina un cambio de rumbo nacional. Quien ha sido anunciada como Ministra de la Presidencia, Natalia Díaz, libertaria de origen y tránsfuga de varios partidos, en la campaña anterior hizo todo lo posible por mostrar su credo neoliberal. Ella será el enlace con una Asamblea Legislativa, ampliamente dominada por fracciones y diputados sin vocación progresista. Es muy posible que ella se entienda muy bien con muchas y muchos de los diputados; incluyendo –desde luego– al que podría convertirse en el presidente del Parlamento este 1º de mayo, Rodrigo Arias Sánchez.

Es predecible que el arismo tendrá un peso muy significativo en la Asamblea Legislativa, tanto por el carácter mayoritario que tiene la fracción del PLN como por el liderazgo que podría protagonizar Arias Sánchez. Esta no es una buena noticia para los sectores populares y mayoritarios del país que aspiran y esperan políticas realmente inclusivas, que empiecen a revitalizar el Estado de Bienestar. Ya son muchos años llevando palo como para seguir recibiendo golpes desesperanzadores.

Aún queda un breve espacio para la esperanza, sea que venga con los nombramientos pendientes en ministerios y otras instituciones como por las políticas que habrá de anunciar Chaves Robles y, algo más importante aún, por las que empezará a aplicar a partir del 8 de mayo próximo. Empero –en mi caso—no me hago muchas ilusiones.

Mi esperanza cierta ha estado y estará siempre centrada, en el espíritu de lucha de nuestro pueblo, en su vocación progresista y democrática. Vaticino –sin ser necesariamente pitoniso– que la lucha social, en las calles y otros escenarios, estará muy presente en los próximos meses y años, en caso que este nuevo gobierno persista en destruir lo que queda del ESD y no se enrumbe a mejorar las esperanzas y las condiciones de vida de las mayorías excluidas y cada vez más empobrecidas. Porque, al fin y al cabo: No hay mal que dure tantos años, ni cuerpo social que lo resista.

(24 de abril, 2022)

Rusia en la OTAN

Oscar Madrigal

Eran los tiempos cuando Putin era recibido y hablaba ante el Parlamento alemán y hacía citas de Kant en un perfecto alemán y Merkel hablaba en Moscú en un perfecto ruso. Ambos coincidían en casi en todo, los gaseoductos, el comercio, menos en la aversión enfermiza de Merkel por los perros.

Putin era importante amigo de casi todos los líderes del mundo, protegido en sus políticas de privatización y explotación de los recursos naturales y fuente indispensable de materias primas de eso que llaman Occidente.

Confiesa el propio Putin que en la última visita del presidente Clinton a Moscú, entre en serio y en broma, le manifestó la posibilidad del ingreso de Rusia a la OTAN. Las relaciones entre Rusia y la OTAN eran cordiales, tenían un convenio entre ellos e incluso se constituyó el Consejo Rusia-OTAN. El asunto podía ir en esa dirección.

Sin embargo, las cosas después comenzaron a empeorar. Putin “descubrió” que había 25 millones de rusos regados por todo lo que había sido el territorio de la URSS y el campo socialista y que había que proteger y defender. Redujo a sangre el propósito de Chechenia, invadió Georgia para proteger a dos territorios y se anexó Crimea como si se trata de dar y quitar jocotes o guayabas. La OTAN por su parte bombardeó Kosovo de manera sangrienta violentando el derecho internacional y sus propios fundamentos.

El resultado de todo fue que las relaciones de Rusia y la OTAN se debilitaron. En ese periodo la OTAN se hizo el doble de grande ya que se adhirieron muchos nuevos países. Debería llamar a la reflexión que de los 30 países que hoy forman parte de ese Tratado, 14 son países exsoviéticos o que fueron parte del llamado campo socialista. ¿Por qué todos ellos corrieron a esconderse en el paraguas de la OTAN y no de Rusia?

Putin cumple 20 años en el poder, está a punto de romper la marca de Stalin. Convirtió a la Iglesia Ortodoxa en el fundamento ideológico de su régimen, persiguió a los homosexuales, prohibió el matrimonio entre personas del mismo sexo, eliminó a la oposición política, fortaleció su poder a base de un nacionalismo extremo.

La guerra en Ucrania está en una escalada muy peligrosa, incluso se plantea el uso de armas atómicas con carácter táctico. Los EEUU no tienen el menor interés en una salida negociada; probablemente presionen al gobierno de Ucrania para que no llegue a ningún compromiso. Mientras los muertos sean ucranianos y rusos, los EEUU pretenden alargar el conflicto, sabiendo de antemano que es imposible vencer militarmente a Rusia. Las conversaciones para un arreglo están cada vez más complicadas, a pesar de que ya Ucrania aceptó convertirse en un país neutral, pero no se sabe mediante qué condiciones.

A situaciones complejas, soluciones sencillas: lo propio es que Rusia ingrese a la OTAN.

Si en el pasado Putin lo consideró, tal vez ahora pueda volver sobre la idea. Ello le garantizaría a Rusia que un ataque a su país se tomaría como un ataque a todos los países miembros. Estaría garantizada su seguridad.

En América Latina también podría ampliarse el TIAR con EEUU, para, cuando este y otro país agreda o invada a otro, se tome como una agresión contra todos sus miembros.

Los llamados “sapiens” como que solo sabemos convivir en un contexto de fuerza, principalmente militar. La disuasión entre unos y otros parece solo posible mediante el equilibrio de fuerzas. Quizás la incorporación de Rusia a la OTAN salvaguarde la seguridad para todas las potencias.

Que esa idea es una locura… Probablemente. Pero así está el mundo.

Carta abierta al Presidente electo Rodrigo Chaves

San José, 11 de abril del 2022.

Señor
Dr. Rodrigo A. Chaves Robles
Presidente Electo
República de Costa Rica.

Presente.

Estimado Dr. Rodrigo Chaves, Presidente electo:

Este humilde servidor le escribe un 11 de abril, a escasos días de haber sido usted escogido por los costarricenses para que ejerza el mayor cargo que una persona pueda optar en esta Patria, una fecha que, en su connotación histórica, muchos políticos han dejado en el olvido. Aquel ejército libertador derramó su sudor y sangre para que sus hijos y nietos viviéramos en paz, libertad y con prosperidad. Hoy nuestra Patria lucha contra otras esclavitudes, usted las expuso en campaña, e incluso desde su paso por el Ministerio de Hacienda, ya anunciaba esas lacras, esos fardos que someten a nuestra gente.

Habló usted de la argollas políticas – empresariales que se benefician de exoneraciones tributarias vergonzosas, mientras el común resiste en medio de tributos injustos y regresivos.

Habló usted del contrabando que hacen los grandes empresarios y que por esa vía evaden el pago correspondiente de impuestos que podrían servir para el bienestar de la población, específicamente la más pobre.

Nos habló usted del lavado y del narcotráfico que laceran nuestra sociedad.

Nos habló usted de la corrupción que carcome las instituciones democráticas republicanas y cómo esta es hija de partidos políticos enquistados, corruptos y añejos.

Nos habló usted del robo de impuestos y de lo poco que se hacía desde el Ministerio de Hacienda y desde la misma clase política, que más bien protege a estos ladrones de impuestos por diversos mecanismos legales o no.

En fin, usted al hablar fuerte y claro sobre estos temas, esperanzó al pueblo costarricense que ha sido sometido a niveles de tales magnitudes y que hoy nos ubica entre las sociedades más concentradoras de riqueza a nivel planetario. De eso no le voy a saturar porque usted lo conoce muy bien.

Lo que quiero manifestarle, por medio de esta carta pública y con la esperanza que alguno de sus allegados se la transmita, es cómo podría ser usted objeto de las presiones de los grupos de poder real, esos grupos que se han visto beneficiados de la opacidad en las políticas públicas de los últimos cuarenta años y que los ha colocado como beneficiarios de la mayor concentración de riqueza de nuestra historia.

Lo primero es que a usted le van a llegar como dice nuestro pueblo por “debajo de la mesa”, le van a mandar mensajeros, muy probablemente de esos bufetes de abogados o periodistas de esos medios señalados por usted mismo, ambos con el objeto de amedrentar, para suavizar lo que ellos dirían sus “poses electoreras”. Van a medirlo, pero también van con mensajes claros: “aquí no cambia nada”, lo dicho por usted en cuanto a que se acaba la fiesta, para ellos para ellos son palabras que se las lleva el viento, es hora de demostrarles que la palabra del Presidente se hace sentir y que si se acabará la fiesta.

También le llegaran con propuestas para asumir las principales carteras ministeriales, seguramente le dirán “aquí estamos” y podemos ayudarle, recuerde que siempre han estado, con eso se garantizarían que no pase nada, le hablo de los ministerios de Hacienda, Economía y Planificación, pero no menos importante será el Banco Central, ellos querrán “todo”, no vaya a ser que pueda haber algún desliz inesperado en lo que han logrado construir en estos cuarenta años. Esta decisión suya será crucial y el pueblo verá con claridad en esta los signos de su gobierno.

Vendrán más presiones, esta vez desde la Asamblea Legislativa, de hecho ya las tiene, esos personajes de la política benefactora a unos pocos ricos, unos salientes, otros entrantes, ya han mostrado sus fauces rabiosas. Los salientes, son fieras heridas, el sueño de continuidad usted se los truncó con el apoyo popular, con el apoyo de un pueblo cansado de tanta robadera de esperanzas y atribulado por tantos impuestos; los entrantes ya preparan sus garras para terminar con el Estado de Derecho, ese que le permitió a la sociedad avanzar con mayores índices, en comparación con nuestros hermanos centroamericanos y que por cierto tanta guerra los terminó de mutilar socialmente, basta una pequeña mirada por nuestra Centro América para reconocerlo.

Le dirán qué hacer y cómo presentar los proyectos legislativos, para que no pase nada, con el engaño de que serán aprobados en favor de las mayorías empobrecidas por ellos mismos. Usted será al final el verdugo y ellos saldrán a esa prensa mentirosa y privilegiada a decir: ¡Vean que barbaridad lo que presenta el gobierno!, siendo que ellos mismos, no solo lo pujan, sino que lo imponen, recuerde esto por favor, don Rodrigo lo van a querer obligar y luego lo vilipendiaran, no lo permita, usted tiene un pueblo que lo colocó de Presidente. Recuerde que los ricos de la época de Don Juanito Mora no querían la Campaña, por ellos seríamos esclavos hoy.

Señor Presidente electo, Costa Rica tiene reservas patrióticas suficientes para enfrentar a esos pocos ricos privilegiados y que la clase política tradicional ha protegido por cuatro décadas. Ayer fueron filibusteros, hoy son mercenarios políticos al servicio de unos pocos. Ayer fue Don Juanito, el General Cañas, Juan Santamaría y Francisca Carrasco quienes nos evitaron el yugo, hoy le corresponde a usted asumir la tarea histórica de liberarnos de la corrupción, el contrabando, del robo de impuestos, el lavado y del narcotráfico. Recuerde Don Rodrigo, no está solo el pueblo le acompañará en estas tareas si el mensaje es claro.

Roberto Zeledón Arias

Cédula ciudadana Nº 106000540.

Compartido con SURCOS por Roberto Zeledon Arias

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La próxima Asamblea Legislativa y su Primer Directorio legislativo, ¿Rodrigo Arias Sánchez?

Vladimir de la Cruz

Un poquito de historia

La estructura y la división de Poderes Públicos viene, en la historia política contemporánea, desde que a finales del siglo XVII y principio del siglo XVIII, se empezaron a plantear las tesis relacionadas con el origen del Poder, especialmente la negación de la fuente divina del poder político, que el Poder de las autoridades emanaba de la voluntad de Dios, lo que caracterizó a las monarquías, y a los sistemas teocráticos, y del surgimiento de las tesis de la representación política y de la voluntad popular, del soberano, del pueblo, como la legítima fuente del Poder.

De ello derivó, por las funciones que se establecieron en esta nueva concepción, una estructura de tres poderes. El Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, que respondían a las limitaciones que se estaban estableciendo para las monarquías, y con la representación política que estaba surgiendo como la fuente del Poder. Con la instauración de los regímenes republicanos cobró más fuerza esta división de poderes públicos.

¿Un solo Poder Público con tres funciones o tres Poderes públicos?

Las teorías modernas, actuales, desde finales del siglo pasado, ya habían señalado que el Poder es uno solo, indivisible, que se expresa en tres funciones, la Legislativa, la Ejecutiva y la Judicial. Por razones constitucionales, al establecer la división de Poderes, en Costa Rica, seguimos hablando de Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y Poder Judicial, pero constitucionalmente se puede hablar de Función Ejecutiva, Función Legislativa y función Judicial.

Este concepto viene desde nuestras primeras constituciones y desde la Independencia. Con el ingreso que hicimos a las Provincias Unidas de Centroamérica, 1823-1824, y a la República Federal de Centroamérica, 1824-1838, con el Estado de Costa Rica inserto allí, y hasta 1848, empezaron a existir los Poderes en esa forma clásica que surgieron y evolucionaron, fortaleciéndose, esa estructura, con la Declaración de la República de Costa Rica, el 31 de agosto de 1848, con la Asamblea Constituyente de 1949, y con la Constitución Política actual del 7 de noviembre, de ese año, con sus reformas.

En la Constitución Política de 1949 se le dio autonomía e independencia institucional al Tribunal Supremo de Elecciones, considerándolo un Poder Electoral, un cuarto poder político en el país.

Estos cuatro poderes públicos tienen específicamente, cada uno de ellos, sus propias funciones, legislativa, ejecutiva, judicial y electoral, que son indelegables.

Evolución del Poder Legislativo en Costa Rica

Lo novedoso de este proceso es que el Poder Legislativo desde su origen conoció en el país dos formas de expresarse, con una sola Cámara legislativa y con dos, cuando también funcionó el Senado, como se estableció por última vez en la Constitución de 1917.

Hasta 1948 se conoció el Poder Legislativo como Congreso de Diputados, Cámara de Representantes y Cámara de Senadores. También funcionaron Asambleas Constituyentes. Desde 1949 se le llama Asamblea Legislativa.

En la vida reciente, desde finales del siglo XX, se ha hablado del Poder de la Prensa, de la Opinión Pública, sin que tenga ningún reconocimiento constitucional.

Cuando en el siglo XIX actuaban conjuntamente la Cámara de Senadores y el Congreso, se le llamaba Cámara Plena.

Parlamentarios, Legisladores, Congresistas, Senadores y Diputados

A los miembros de este cuerpo político se les llama de las siguientes maneras: Parlamentarios, cuando se hace referencia al parlamento inglés, que fue la primera manifestación del Poder Legislativo en la época moderna. Surgió en Inglaterra evolucionando desde el 1215 hasta su etapa actual, con representación de sectores, estructuración que logró su máximo desarrollo, en aquella época, con la llamada Revolución Gloriosa de 1689. También se les llama Legisladores porque la función principal de los miembros de este Poder es hacer las Leyes, función que se le quitó a los monarcas. También se les llama Congresistas, por ser los miembros del Congreso, como figura institucional del Poder Legislativo, aunque también se les llama Diputados, porque así se les llama en la actual denominación que tiene el Poder Legislativo, en Costa Rica, que es Asamblea Legislativa.

Los Poderes Ejecutivo y Legislativo representan la voluntad soberana de los ciudadanos

El Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo son los Poderes públicos que mejor identifican la representación popular por la forma como se eligen sus integrantes, por elecciones populares, en la sociedad moderna, por medio de elecciones con participación de partidos políticos, como lo hacemos en Costa Rica desde 1890, representativos de distintos grupos de ciudadanos organizados de la sociedad civil y de la sociedad política.

En términos generales la representación política en estos dos poderes, Ejecutivo y Legislativo, se distingue, de manera que en el Poder Ejecutivo se concentra en el resultado de un solo partido político, con sus votantes integrándolo, encabezado por el Presidente de la República y los Ministros de su exclusivo nombramiento. En tanto, que el Poder Legislativo se integra proporcionalmente por el resultado de votos de los distintos partidos políticos, lo que le produce una representación popular más amplia.

Como funciones destacadas tiene el Poder Legislativo la de hacer, derogar o modificar las Leyes de la República, y la de ejercer el control político del Poder Ejecutivo, en todas sus manifestaciones, lo que lo hace, por ello, ser considerado el Primer Poder de la República, el más importante, en el que descansa la Soberanía Popular.

En la práctica institucional el Poder Ejecutivo es el que mayor relevancia tiene, para bien o para mal, ante los ciudadanos, por sus acciones cotidianas, de todos los días, desde los ministerios y todas las instituciones de la Administración Pública.

Integración y trabajo de los diputados

El Poder Legislativo se integra por los diputados, que son verdaderos representantes políticos de sus partidos, los que representan, y de los ciudadanos que por cada provincia los elige, en su condición de diputados nacionales.

En su función, y condición de diputados, los 57 que constituyen el Pleno de la Asamblea Legislativa son absolutamente iguales entre sí.

El trabajo parlamentario se hace por períodos anuales, que se llaman Legislaturas, las que inician su labor, el 1 de mayo y terminan el 30 de abril siguiente. De esta forma en un Gobierno, como el que inicia, con Rodrigo Chaves Robles, habrá 4 Legislaturas, empezando la primera el próximo primero de mayo.

Para su trabajo los diputados se dividen en Comisiones Legislativas y en el Plenario Legislativo. En las Comisiones estudian los Proyectos de Ley. De ellas resultan aprobados o rechazados. Al ser aprobados, se pasan al Plenario con los informes de la discusión de la mayoría de los diputados, y con los informes de minorías que tengan, de los cuales el Plenario puede tomar cualquiera para su ulterior trámite y discusión. Si se rechazan se pasan al Archivo de la Asamblea Legislativa.

Entre las Comisiones de trabajo las hay permanentes y especiales. Ocasionalmente pueden crear Comisiones para atender alguna situación particular.

En la Asamblea Legislativa todo lo que conocen los diputados se tramita como Proyectos de Ley. De todas las comisiones solo hay una que opera con secretividad, la de Honores, que nombra el Presidente de la Asamblea Legislativa, y que solo él conoce de su integración.

La integración de las Comisiones la hace el Presidente de la Asamblea, en la que puede considerar propuestas de las fracciones parlamentarias o de los mismos diputados. Las Comisiones trabajan durante las mañanas y parte de la tarde, antes del trabajo del Plenario Legislativo.

Todas las sesiones son públicas, excepto aquellas que por alguna particularidad puedan declararse secretas para la discusión de lo que se proponga.

La primera sesión legislativa y el nombramiento del Presidente de la Asamblea Legislativa.

Al integrarse la Asamblea Legislativa se establece constitucionalmente que debe reunirse el primero de mayo, y que para esa primera sesión el Directorio Legislativo, que es el grupo de Diputados que dirige, en cada Legislatura, la marcha de la Asamblea se nombrará por mayoridad, por los diputados de mayor edad. Para ello, el Tribunal Supremo de Elecciones define quienes son los que constituirán ese Primer Directorio Provisional, cuya función principal es, además de abrir el trabajo legislativo de la Primera Legislatura, nombrar el Directorio de la Asamblea que lo seguirá presidiendo, por el resto de tiempo de la Legislatura, hasta el siguiente primero de mayo, donde se renueva este Directorio.

El nombramiento del Directorio, una vez que se hace, es efectivo de inmediato.

Para el nombramiento de los miembros del Directorio se necesita la mitad más uno de los diputados, 29 de ellos.

Ha sido usual, al menos desde el 2014, que el Presidente de la Asamblea Legislativa sea un diputado de la fracción parlamentaria, del Partido que ganó las elecciones, pero no es obligatorio que así sea. Es tan solo una cortesía política que se estilado en estos últimos dos gobiernos, cuando esa primera Legislatura la presidieron los diputados Henry Mora y Carolina Hidalgo, ambos diputados del Partido Acción Ciudadana, que en esos gobiernos tenían 14 y 10 diputados, de los 57 que forman parte de la Asamblea Legislativa. El actual Partido Progreso Social Democrático tiene 10 diputados. Esa cortesía institucional es tan solo para armonizar la gestión de arranque, entre ambos poderes, y la tramitación de los primeros proyectos de leyes, dándole, de esa manera, el beneficio de la duda en su operación inicial al nuevo Presidente y Gobierno.

No es obligatorio porque también se puede interpretar que el pueblo Soberano se pronunció, en las elecciones, para darle mayoría de diputados a las fracciones legislativas que no son las del partido ganador u oficial, y que esas diferencias, con el Partido de Gobierno, son para afirmar con más fuerza el control político que deben llevar los diputados.

También se debe tomar en cuenta que la integración del Directorio, esto por ley, debe ser paritario, mitad de diputados y mitad de diputadas. En el caso actual con más fuerza esto deber privar porque esta nueva Asamblea Legislativa tiene la mayor cantidad de mujeres parlamentarias, 27, de 57. Cuando el Presidente electo señaló su preferencia por un candidato masculino de su partido para presidir esta Primera Legislatura marginó a diputadas de su partido que tienen mérito para pelear esa Presidencia, o una Vicepresidencia legislativa. Se le salió al Presidente su machismo y su marginación de las mujeres. No debe olvidar que existe en el país para estos puestos la ley de la igualdad y la paridad.

La actual Asamblea Legislativa se integra por seis partidos políticos que se hacen representar por seis fracciones de diputados. La más grande la de Liberación Nacional, con 19 diputados, la segunda, la del Partido Progreso Social Democrático, que es la del Gobierno, con 10, la tercera, la de la Unidad Social Cristiana, con 9, siguiendo la de Nueva República, con 7 y, con 6 diputados, las fracciones de los partidos Frente Amplio y el Liberal Progresista. Esto significa en la práctica que si Liberación Nacional y el Partido de Gobierno, por sí solos tienen 29 diputados, la mitad de todos ellos, pueden decidir, si así lo quisieran o pactaren, la integración del Directorio Legislativo.

Liberación Nacional ha señalado, con todo derecho, que tienen intención de dirigir la Asamblea Legislativa. El Partido Progreso Social Democrático, el de gobierno, ha llamado la atención sobre la cortesía y práctica que se ha seguido, en los últimos dos gobiernos, de darle oportunidad de dirigir la primera Legislatura.

Liberación Nacional ha propuesto para dirigir la Primera Legislatura al Diputado Rodrigo Arias Sánchez. El Partido Progreso Social Democrático ha propuesto a un diputado, Manuel Esteban Morales Díaz. Mientras esa propuesta solo sea para el primer puesto está bien. Pero si pierde la Presidencia tiene que postular una mujer para la Vicepresidencia, y pareciera, a la luz pública, todavía no tenerla.

Como fracción legislativa Liberación Nacional tiene la ventaja para establecer alianzas para integrar el Directorio Legislativo. Si pacta solo con el partido de gobierno, por sí, esos dos partidos pueden nombrar todo el Directorio como lo quieran, tienen en conjunto 29 diputados. Si pacta con dos partidos de los otros también puede integrar el Directorio como quieran.

Liberación Nacional no va a aflojar en su petición porque parten de la apreciación que su candidato el Diputado Rodrigo Arias es el más indicado para hacerlo, por su experiencia política, por su capacidad de negociación bien reconocida, desde que fue Ministro de la Presidencia en dos ocasiones y por asesoramientos similares que ha dado a otros gobiernos, incluido el de Abel Pacheco.

Rodrigo Arias, sin duda, para mí es el mejor candidato en esta ocasión, con las posibilidades de elección, en la actual Asamblea Legislativa, para ser electo Presidente del Congreso. Tiene la experiencia política que inició desde la regiduría municipal hace casi 50 años, fue Ministro de la Presidencia en dos ocasiones, asesor del gobierno de Abel Pacheco, lo que es muy importante porque tiene la experiencia de negociación con el sector legislativo, en lo que ha demostrado gran habilidad, lo que se va a necesitar ante este nuevo Gobierno. También se ha desarrollado como empresario muy exitoso en distintos campos, un signo de estos tiempos.

El Partido de Gobierno está postulando uno de sus diputados, sin experiencia alguna. Lo más seguro es que sea derrotado en la primera votación, salvo que Liberación conceda darle su apoyo. Para ganar, el partido de gobierno, con su postulación necesitaría armar una alianza coyuntural con al menos 3 de los partidos más pequeños que están en la Asamblea, lo que no es imposible pero es difícil.

El sentido de la realidad impone negociar directamente con Liberación Nacional, no la Presidencia de la Asamblea per se, en esta primera Legislatura. En su lugar, negociar la Vicepresidencia de la Asamblea, en esta Primera Legislatura, y dejar para la Segunda Legislatura, en el 2023, la posibilidad de la presidencia legislativa, una vez que los propios diputados desarrollen experiencia. Si así fuera, tiene el partido de Gobierno que postular una mujer para Vicepresidencia legislativa, porque, por la ley de la paridad, no pueden postular un hombre, si Rodrigo Arias es electo Presidente.

En este caso tiene, el Partido de Gobierno, la diputada indicada, que es la Presidenta del Partido Progreso Social Democrático, la fundadora de ese Partido, Luz Mary Alpízar Loaiza, bien preparada, para que ocupe la Vice Presidencia del Congreso, con amplia experiencia política previa. Igualmente, tiene otra diputada, la representante por Alajuela, María Marta Padilla Bonilla, con experiencia política partidaria de más de 10 años y con una rica labor en desarrollar microempresas comunales. Ahí tiene el partido dos buenas candidatas para la Vicepresidencia del Congreso. Pilar Cisneros Gallo no puede serlo porque tiene impedimento constitucional para ese cargo.

El Presidente de la Asamblea Legislativa puede sustituir, después de los Vicepresidentes de la República, por rango, distinción y nombramiento, al Presidente de la República, y este cargo solo lo puede ostentar una persona que haya nacido en Costa Rica, o tenga la nacionalidad, por esa razón, o por sangre costarricense, por ser hijo de padre o madre costarricense. Pilar Cisneros es nacida en Perú, de padre y madre peruanos.

En la Asamblea Legislativa de 1958-1962, por una “cortesía” de un diputado liberacionista, en la tercera y cuarta legislatura, le dio su voto a la fracción del partido de Mario Echandi para que presidiera la Asamblea Legislativa. A ese diputado, el Dr. Álvaro Montero Padilla, por ese acto prácticamente lo expulsaron de Liberación Nacional. En esa época el bipartidismo así funcionaba, imponiendo. Desde 1998 en la Asamblea Legislativa los partidos tienen que negociar la integración del Directorio, porque ninguno tiene la mayoría suficiente para elegir por sí solos. De los puestos del Directorio, el Presidente y el Primer Secretario son los más importantes.

Las otras fracciones legislativas pueden participar de la negociación política para integrar el primer Directorio, y darle el realce del caso con la mayor cantidad de votos a favor. Los otros puestos no tienen la relevancia de esos dos, pero a los diputados les gusta figurar allí.

Los líderes parlamentarios, en primer lugar los que fueron candidatos presidenciales, Fabricio Alvarado y Eli Feinzaig, que también son Jefes de Fracción de sus respectivos partidos, pueden jugar un papel importante en este sentido al integrar el Primer Directorio Legislativo.

La negociación ha empezado. Esperaremos los resultados.

Segunda ronda: Triunfo del voto “Qué me da” sobre el voto “Caperucita Roja”

Edgar Chacón Morales

Segunda ronda: Triunfo del voto “Qué me da” sobre el voto “Caperucita Roja”. Conclusiones y … realidades que hablan en las urnas

                El sábado 2 de abril hice públicas algunas reflexiones bajo el título: El voto “Qué me da” y el voto “Caperucita Roja”.

Hago esta mención, porque las reflexiones que siguen, están en relación directa con esas otras (https://wp.me/p6rfbZ-hC4).

                Según los resultados de las votaciones del 3 de abril y contadas las papeletas depositadas en más del 90 por ciento de las mesas electorales, estos escrutinios daban a Rodrigo Chaves por ganador. Chaves 972.397 votos, el 52.89% y a José María Figueres Olsen 865.227 votos, el 47.11%.

                Las tres provincias costeras: Guanacaste 53.443 votos a Figueres y 66.747 a Chaves; Puntarenas 57.920 votos a Figueres y 89.256 a Chaves y Limón 47.381 votos a Figueres y 80.665 a Chaves.

                Las provincias de la Gran Área Metropolitana: San José 330.583 votos a Figueres y 315.359 a Chaves; Alajuela 157.321 a Figueres y 204.796 a Chaves; Cartago 120.991 a Figueres y 112.067 a Chaves; Heredia 97.588 a Figueres y 103.507 a Chaves.

                Con estos conteos ya se daba por ganador a Chaves: En Alajuela y Heredia y a Figueres en San José y Cartago. Este último, sólo ganó en dos de las siete provincias del país y Chaves en cinco.

                Siguiendo con las estadísticas, con muy poca diferencia Figueres ganó en San José y Cartago. Con alrededor de quince mil votos en San José y con alrededor de ocho mil votos en Cartago. Mientras que Chaves ganó en Alajuela con una diferencia de alrededor de cincuenta mil votos y en Heredia con una diferencia de alrededor de seis mil votos.

                En las provincias costeras, Chaves ganó en Guanacaste con una diferencia de alrededor de trece mil votos; en Puntarenas con una diferencia de alrededor de treinta mil votos y en Limón con una diferencia de alrededor de treinta y tres mil votos.

                Entonces Chaves ganó en las tres provincias más empobrecidas, olvidadas y abandonadas, con más votos “Qué me da”, que con votos “Caperucita Roja”.

                Por otro lado, en las dos provincias de la GAM que ganó Chaves, sumadas las diferencias, son mayores que en las dos que ganó Figueres.

                El dato relevante acá, es que en las cuatro provincias es notorio el aumento de los signos de pobreza, los datos sobre falta de oportunidades, entre otras evidencias de deterioro social, por lo que tiene elementos de acierto decir que aquí, también el voto “Qué me da” le ganó al voto “Caperucita Roja”.

                Esto es la realidad objetiva. En cuanto a los factores subjetivos, los mensajes de Figueres al voto “Qué me da”, fueron más demagógicos y sin asidero. Mientras que los mensajes de Chaves hacían alusión a tomar medidas dirigidas a bajar los fondos del Estado que “se van” en la corrupción, para crear oportunidades a los sectores marginados, para dar opciones a acceder a algo más que sus tres necesidades básicas: comida, vestido y habitáculo. Y agregar acá, tal vez para algunos, celular y signos externos de marca.

                Según un servidor de transporte público de taxi: “Sí, es que la gente piensa, y se lo digo porque aquí se sube toda clase de gente: Si el dinero de la corrupción sólo va a dar al bolsillo de los ricos, mejor que roben pero que venga a dar algo a nosotros. Porque Chaves no es ninguna “santa paloma”, también va a robar”.

                El voto “Caperucita Roja”, con sus miedos, con el susto sobre que Chaves va a terminar siendo un dictador de bigotito corto y pelo alborotado, no aportó lo suficiente para un gane.

                Tampoco alcanzó el juego de algunos personajes de entrevista, de “medios de comunicación” (que no son medios porque no median) de aquellos canales unidireccionales o correas de transmisión que sólo llevan des información en un sentido; esos a los que con desatino les dicen “prensa vendida”, sin saber que no es vendida sino parte del festín.

                El voto tradicional de saga, con actitudes irreflexivas y desinformadas, se apresuró a degenerar refranes y dichos. Esta población, fue capaz de transformar el refrán “Mas vale lo viejo conocido que lo nuevo por conocer”, primero en “más vale lo malo conocido…” y luego en “más vale ladrón conocido…”, esto desde la primera vuelta del 6 de febrero, no sólo ante la disyuntiva Chaves-Figueres. La dignidad ciudadana parece que fue escondida por un miedo irracional, el conformismo, o el desinterés por informarse.

                Aquí llegan al recuerdo cosas como: “Es que mi abuelita me hizo jurar que no iba a botar por otro partido”, sin reflexionar que esos eran los tiempos de Don Pepe y del Calderón Guardismo y no los tiempos de los que, con sus actos, han permitido que les llamen “Pinocho”, “Chemisillo”, o hasta “el hijueputa”, como uno de ellos lo admite y de otros que ellos mismos han patrocinado para convertirlos en azotes, para toda la población, que no es parte de sus grupos.

                Recuérdese que cuando Figueres quiso evidenciar a Chaves como acosador, éste lo desnudó como agresor y abandónico.

                Veremos si Chaves le sigue la pista al negocio de la energía privada, negocio de Figueres y otros. Tal parece que no.

                Por otro lado, lo que para unos y para Chaves mismo parece “trapito de dominguear”, para otros es una vergüenza: funcionario del Banco Mundial, una organización nefasta para pueblos y países empobrecidos, en lo que, entre otros, este organismo tiene responsabilidad.

                Algo o mucho, parece decir que el tiempo del PLUSC, cuando familias tenían un miembro en cada partido, sin importar cuál gana, está terminando, ufff.

                Así también, el voto que le dio la pérdida a Figueres, es aquel voto de quienes ya están hartos de tanta corrupción y descaro y de otros que, con pragmatismo dicen: “Y para mí cuando”.

                Ahora bien: Tanto Figueres como Chaves, los dos fueron a ofrecerse y pedir votos, a los “demonios de la Ideología de género”, los dos parecen congeniar los mismos intereses de servidumbre y propia servidumbre, ya se fueron a buscar entre ellos y se hicieron ofrecimientos mutuos y ya parecen delinear el camino: ellos ganan y los demás perdemos.

                Tiempo para reflexionar: con la mayoría del voto “qué me da”, podría pensarse en un trabajo, para que sea protagonista y no sólo la mayoría manipulada que pone la mano en los procesos de votación.

                Al voto “Caperucita Roja”, le queda entender que el miedo no es el mejor motor.

                Al voto tradicional de zaga, le queda preguntarse y responderse: ¿va a la zaga de qué o de quiénes?

                En fin, según aquellas palabras de Joseph de Maistre: “Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”.

Abril de 2022.

Los perdedores, los ganadores y la izquierda

Oscar Madrigal

La sorpresa no es que Figueres haya perdido. Lo sorprendente es que no haya sido barrido electoralmente. Prácticamente en todas las elecciones de América Latina la corrupción ha sido el tema definitorio y Figueres reunía todos los componentes de la corrupción: había recibido comisiones de Alcatel y representaba al Partido, que casi por definición, es la corrupción personificada. Al final de la campaña logró aglutinar a algunos sectores políticos y sociales que vieron en Chaves un contrincante aún peor. Liberación Nacional perdió no solo por representar la corrupción sino porque durante los últimos años ha cogobernado con el PAC; de su cosecha fueron las leyes más negativas contra el movimiento social y avaló con entusiasmo la contrarreforma neoliberal. Así que pagó su apego a un neoliberalismo viejo y hasta superado. El futuro de este partido es un cambio no solo de líderes sino de mensaje o seguirá el camino del PUSC.

El otro gran perdedor de esta campaña electoral es la prensa. Trataron por todos los medios de impedir que Chaves ganara y fracasaron. La prensa escrita y televisiva -habrá que estudiarlo mejor- han perdido legitimidad y credulidad. El resultado puede indicar que ya el pueblo no les cree o no son ya los grandes determinantes de lo que llaman la “opinión pública”. Los directores de esos medios deberían presentar las renuncias irrevocables a sus puestos, tal y como ellos exigen de los políticos. Las redes sociales pasaron a jugar un papel más importante, aunque los mensajes fueron igual de manipulados y mentirosos.

Los movimientos sociales fueron presa de su falta de estructuración nacional y de unidad popular por lo que no lograron reaccionar a tiempo ante las propuestas regresivas de Chaves en el campo ambiental, de mujeres o social. La enseñanza podría ser la indispensable coordinación y unidad de ellas para ejercer una influencia importante en los asuntos de Estado.

Rodrigo Chaves venció siendo el abanderado de muy diversos sectores sociales, desde un sector importante de la burguesía, de las clases medias altas, pero lo que definió su triunfo fue el apoyo de los grupos sociales más pobres de las costas y la zona norte. En el centro del país prácticamente empató y definió con los grupos más empobrecidos, los olvidados de siempre. Chaves logró personificar el combate a la corrupción y las argollas políticas; ofreció eliminar las pensiones de lujo, eliminar monopolios como los del arroz y las medicinas, reducir la evasión fiscal y cambiar el acuerdo con el FMI. Ya veremos.

¿Y el Frente Amplio que es la izquierda de este país? Creo que se le abren grandes posibilidades de desarrollo y crecimiento con vistas a convertirse en una alternativa real de gobierno en las próximas elecciones. Su postura parlamentaria debe ser de oposición RADICAL, sin que eso signifique dejar de ser una fuerza propositiva, entendiendo por radical hacer propuestas que ataquen los problemas desde la raíz.

Se dice que nos espera la calle. Es posible. Pero ello será positivo si la calle se une con una propuesta, un programa alternativo que logre emocionar y motivar a los amplios sectores productivos y sociales del pais. De lo contrario seguiremos golpeando la cabeza contra una pared o dando vuelta en un mismo círculo.

El voto “Qué me da” y el voto “Caperucita Roja”

Edgar Chacón Morales

El voto “que me da”, está compuesto por los votantes/papeleta que, tomados individualmente y contados uno por uno, en cantidad, son los que sumados, más aportan al total de votos, para definir quién ocupara el cargo correspondiente.

                El voto “qué me da”, es aquel, en el que se encuentran las mayorías que no votan por un proyecto político, porque no lo tienen, porque “se los quitaron”, “los marginaron, los dejaron fuera de la jugada”, como a muchas otras personas. A muchos de ellos, “la mano invisible del mercado” les quitó hasta “el derecho” de ser explotados. Es el voto inmediatista de “usted qué me da”, para mis necesidades inmediatas: comida, vestido y habitáculo. Es el voto al que Oscar Arias le ofreció cuarenta mil colones mensuales en el 2006. También es el voto de los que piensan “¿qué me da?” con oportunismo arribista. Como quienes cuando están en el cargo piensan: ”Es ahora o nunca. Hay que aprovechar”.

                Es aquel voto que las élites han venido “produciendo”, para contar con las mayorías manipulables: para “poner” presidente, diputados, o para aprobar el TLC.

                Es aquel al que no le importa si el candidato es neo liberal…o: ¿qué más?; al que no le importa para donde van a llevar al país o que leyes se aprueban. Su único razonamiento es : “¿Usted qué me da?”

                El voto “Caperucita roja” está compuesto por aquellos que creen en “mentiras obvias”, que se dejan engañar por las promesas de cada cuatro años del que dice que tiene experiencia (¿en qué?); por los que se dejan asustar por un esperpento monigote “…de la triste figura”: Porque se ve más el machete en la mano, el mazo, o el cuchillo de carnicero que el escalpelo, o el estilete.

                Debido a estos votantes, no habrá leñador que nos venga a salvar, porque después del 3 de abril, cuando nos empiece a comer el lobo, habrán de comprobar que esa nariz, era para mentirles mejor, y esas promesas, para engañarlos mejor.

                Se pensaría que en los anteriores, sólo están los votos de personas con baja escolaridad. También está el voto de visión de corto alcance, que como el cerdito, se dejaron engañar por el lobo que les dijo: No, yo no “soplaré, soplaré y tu casa tiraré”.

                También está el voto de los “acorralados”, que caen en la trampa y piensan que uno de los dos tiene que quedar y por uno de esos dos, entonces tengo que votar. “Yo voto ganador” dicen algunos y qué tristeza: sin reflexión sólida y coraje, dejan que los pongan “contra la pared”. Luego del desastre les dirán: Es lo que más le conviene al país. Acá, se puede agregar el voto tradicional de zaga.

                A estos votantes se les olvidó el pasado reciente, el presente y el futuro, se les olvidó que ni con cadetes, ni con guardas de barrio garrote en mano, se hace país inclusivo.

                Se les olvidó que aquí ni uniformes militares, ni vestimentas y corbatas de testaferro, ni proyectos grupusculares convienen. Aquí lo más consecuente para gente, país y planeta es decir no a la brutalidad y a la demagogia y caminar con esperanza, para que en días cercanos, se elija y no sólo se vote.

MIENTRAS EL CUERPO AGUANTE

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Bajo las notas de un swing cincuentón y de orquesta, la siempre carismática Ana Belén nos hace recordar hasta qué punto la pulsión es necesaria para buscar la libertad.

En la última encuesta realizada por el Centro de Investigación en Estudios Políticos (CIEP) se consultaba sobre las principales preocupaciones que aquejaban entonces al costarricense: la crisis político-militar entre Rusia y Ucrania, así como los precios de los combustibles ocuparon los primeros dos ítemes de respuesta. Escondido en un lacónico tercer puesto se ubicó la preocupación por quien ocupará la silla presidencial a partir del ocho de mayo venidero.

La pulsión es importante. Moviliza, recrea, impulsa, sugiere. Glen Miller sonando a morir, dice Ana Belén. Lo que ha quedado claro en los últimos lustros, quizá desde que iniciamos el recorrido en este nuevo siglo, es que la política electoral ha venido reduciendo su caudal de interés en la ciudadanía y ya ni siquiera da para un buen swing.

Resulta ocioso por ello preguntarse por qué de repente una actividad como la selección nacional de fútbol logra despertar tantos apoyos, tanta emoción, tanta colectividad, tanto “nosotros” bien entendido y la política partidaria, por su parte, produce el efecto contrario de lejanía y desinterés. La pulsión se encuentra donde genere enjambre sísmico, temblor, desplazamiento.

Todo pasa por las formas. Con el buen amigo José Andrés Díaz, politólogo, docente e investigador universitario de las principales universidades públicas del país, hemos conversado acerca de la urgencia del reencantamiento o como él señala, la necesidad de repolitizar la vida en todos los órdenes.

Eso pasa justamente por replantearse la política electoral como si fuera el único espacio posible de reflexión y debate. Ahí estriba justamente el desafío: reconquistar para sí todos los espacios más allá de lo electoral y los partidos políticos, tan venidos a menos como estructuras de representación de las demandas ciudadanas.

En medio de una campaña de segunda ronda marcada por un bajo nivel de la discusión y con claros errores de bulto en estrategias de comunicación y desempeño en ambas propuestas, Costa Rica se apresta a tomar una de sus decisiones más trascendentales en su vida democrática contemporánea.

Pareciera que si, que para el cuerpo social costarricense la situación resulta límite y, como diría la pieza musical, la coexistencia de las reglas de juego en la convivencia y el estar juntos y juntas depende de las condiciones existentes “mientras el cuerpo aguante”.

El lunes 4 de abril nos habremos despertado con un nuevo dinosaurio en nuestro patio y nos preguntaremos a la usanza del poeta salvadoreño Roque Dalton: país mío ¿existes?

Candidatos desaprobados y sin ideas

Procura con diligencia presentarte a dios aprobado,
como obrero, que no tiene de qué avergonzarse,
que usa bien la palabra de verdad
”, 2 Timoteo. 2:15. VRV 1960.

Desde la Iglesia Metodista Wesleyana Costarricense IMWC, planteamos nuestra preocupación ante las próximas elecciones del domingo 3 abril 2022, ya que los dos candidatos, José Figueres y Rodrigo Chaves, carecen de credibilidad ante la opinión pública.

Si el mismo pueblo no tiene claridad y no ven una alternativa real, en la gobernanza de ninguno de los dos candidatos, ¿qué nos espera como futuro gobierno de cada una de las propuestas?

Lo anterior lo corrobora, por ejemplo, el análisis de una de las encuestadoras de más credibilidad en el país, como lo es el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR), la cual revela que “hasta un 73% de los electores no se identifica con Rodrigo Chaves ni con José María Figures, y más bien dice que desearía no verlos llegar a la Presidencia”. Es decir, los dos candidatos son-están reprobados.

Por otro lado, el director del Programa Estado de la Nación, informa que un análisis y estudio de los Programas de Gobierno de ambos candidatos, revela que son deficientes, mediocres, generales y muy limitados.

Ante esta realidad, cualquiera de los dos candidatos que obtenga el triunfo no garantiza bienestar, paz, desarrollo y condiciones de equidad para el pueblo costarricense.

En este sentido, la IMWC aboga por que, en la próxima gestión de gobierno, se propicie un mayor acercamiento al pueblo pobre y humilde, que es el que más sufre, y en especial el pueblo de las fronteras, los pueblos indígenas y las mujeres, que esperan de sus gobernantes respeto a sus derechos y respuesta a sus innumerables problemas socioeconómicos ocasionados por esta cultura injusta patriarcal y desigual.

El texto bíblico arriba transcrito revela que, para ser aprobado tanto por Dios como por el pueblo, el gobernante debe usar siempre la verdad por delante, obvio que en el caso de nuestros dos candidatos esto está ausente.

Así mismo es alarmante, de los dos candidatos, cuando hacen pactos los partidos políticos con los sectores religiosos, ya que pierden las personas ciudadanas, porque, las decisiones públicas no se toman desde los intereses de la ciudadanía en toda su amplitud y heterogeneidad y, por el contrario, se establecen desde los pactos realizados entre los políticos de turno y unos pocos líderes, así lo plantea la Escuela de Ciencias de la Religión de la Universidad Nacional de Costa Rica.  

Además, estos pactos, además de ser demagogia, lo hacen los interesados nada más que por alcanzar votos, sin importar los atropellos que puedan ocurrir a la ciudadanía, desconociendo la pluralidad religiosa, de espiritualidades y de conviccionalidades que se encuentran en el país.

Rogamos a Dios para que al futuro presidente de Costa Rica le asista la verdad, como principio básico de la justicia, y vaya deslastrándose de los actos vergonzosos.

Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”. Filipenses. 2:3-4. VRV 1960.