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Para Pablito, su música, su grandeza

Freddy Pacheco León

Para Pablito, su música, su grandeza, superó por mucho el querido suelo de su isla, aunque la tierra firme le oprimía, cantó una vez. Pisó las calles nuevamente de lo que fue Santiago ensangrentada y se detuvo a llorar por los ausentes; sentimiento que vivimos también mientras lo escuchábamos desde nuestro compungido interior. Cantó generosamente para los costarricenses que le acogimos con manifiesto cariño y agradecimiento. Su Yolanda es cual himno hispanoamericano y el breve espacio se hizo tan grande como el amor compartido, sin egoísmo, que expresa.

Habría mucho que decir de Pablito, del «Querido Pablo», de sus canciones, de su vida, pero hoy, entre sollozos contenidos, solo le decimos adiós, gracias, descansa en paz cubano.

Monseñor Girardi: «Debe haber diálogo como solución a la guerra Ucrania-Rusia»

Como manifestación previa a la actividad de este 23 de noviembre El Niño que nació en Belén para ofrecer la Paz al Mundo impulsada por la Red de Solidaridad con Palestina, Monseñor Vittorino Girardi concedió una entrevista la cual será presentada como parte de esa celebración.

En sus declaraciones, Girardi hizo un llamado para la solución de la guerra entre Ucrania y Rusia. En información brindada a SURCOS por la Red de Solidaridad con Palestina, se explica que “tal expresión es muy importante cuando los europeos y estadounidenses, y desde luego el mismo Zelensky, se niegan a una salida a la paz que no sea continuar con la guerra y sanciones que solo han provocado más deterioro en el costo de la vida, los precios de los combustibles, la inflación para los pueblos del mundo que son los que la están pagando”.

Ofrecemos la entrevista realizada por la Red de Solidaridad con Palestina. El criterio de monseñor en torno a la guerra inicia en el minuto 4. Puede hacer clic en la opción Mirar video completo.

Este es el enlace para ir al video

Llamado urgente del Papa Francisco por el Planeta. Una visión desde Costa Rica

Freddy Pacheco León*

Doctor en Ciencias Biológicas

Como pocas cosas han cambiado en lo fundamental, creemos pertinente la reedición de este ensayo siete años después, para conocimiento de quienes no tuvieron la oportunidad de leerlo… y opinar sobre él

El planeta enfermo

Nunca antes, un Papa había hablado tan claro y con tanto fundamento sobre la situación ambiental del planeta. Consecuente con su sentida invocación a San Francisco de Asís al escoger su nombre de Obispo de Roma, Francisco inicia su Encíclica con estas palabras: “1. «Laudato si’, mi’ Signore» – «Alabado seas, mi Señor», cantaba san Francisco de Asís. En ese hermoso cántico nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos: «Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba».

Y agrega: “Creo que Francisco es el ejemplo por excelencia del cuidado de lo que es débil y de una ecología integral, vivida con alegría y autenticidad. Es el santo patrono de todos los que estudian y trabajan en torno a la ecología, amado también por muchos que no son cristianos (…) En él se advierte hasta qué punto son inseparables la preocupación por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior”.  

Y es que para Francisco aquél concepto de “desarrollo sostenible e integral”, reafirmado y mayormente divulgado a partir de la Cumbre de Jefes de Estado en Río de Janeiro celebrada en junio de 1992, ha de verse como una preocupación común de la familia humana hacia tiempos mejores; “sabemos que las cosas pueden cambiar”, es su llamado pleno de esperanza.

El “inmenso depósito de porquería”

Conocedor de lo que está pasando en “nuestra casa común”, el Papa no desdeña ninguno de los problemas, acciones y amenazas que afectan negativamente al planeta, ni a sus causas, usando a veces palabras muy fuertes como cuando afirma “La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería. Inmundicia provocada por la creciente “exposición a los contaminantes atmosféricos (que) produce un amplio espectro de efectos sobre la salud, especialmente de los más pobres, provocando millones de muertes prematuras”, dentro de los que menciona “al transporte, al humo de la industria, a los depósitos de sustancias que contribuyen a la acidificación del suelo y del agua, a los fertilizantes, insecticidas, fungicidas, controladores de malezas y agrotóxicos en general”. “Se producen cientos de millones de toneladas de residuos por año, muchos de ellos no biodegradables: residuos domiciliarios y comerciales, residuos de demolición, residuos clínicos, electrónicos e industriales, residuos altamente tóxicos y radiactivos”, acota.

Habrá quienes con razón dirán que Francisco no está diciendo nada nuevo; que en nuestras sociedades, incluso a nivel local, ya se ha venido denunciando y reclamando sobre esta situación. Que las acciones comunales han sido múltiples, pero que igualmente, la respuesta institucional y formal de las autoridades gubernamentales ha sido, en la mayoría de las veces, reprochable. Algo innegable,  pero que es precisamente ante esas omisiones y ante la ausencia de soluciones efectivas de profunda sensibilidad humana, que la voz del Papa, con el alto sentido espiritual, moral, ético, cristiano, que encierra, la que ahora habrán de enfrentar los que desdeñan la voz del pueblo (que pocas veces se toma como “la voz de Dios”, pese a la repetida expresión).  

Con el Papa Francisco, por ejemplo, ahora podemos decirle a los servidores públicos, que los habitantes de las comunidades urbanas (principalmente) no merecen seguir siendo intoxicados por los gases emitidos por los desechos sólidos de un vertedero mal manejado, que desde que iniciara su funcionamiento incumple con las normas establecidas en un Plan Nacional de Manejo de Desechos oficialmente decretado, que establece que no puede ubicarse a menos de 500 metros de una comunidad ni cerca de las riberas de los ríos.  Que la sola idea de permitir el funcionamiento de incineradores de basura, productores inevitables de gases letales como dioxinas y el furanos, contaminantes orgánicos persistentes que provocan cáncer, patologías inmunológicas, desórdenes endocrinos, diabetes y malformaciones congénitas, es un crimen.

Y reafirma en pocas palabras lo que ha sido una prédica continua desde el sector de los ambientalistas sinceros: “Estos problemas están íntimamente ligados a la cultura del descarte, que afecta tanto a los seres humanos excluidos como a las cosas que rápidamente se convierten en basura. (…)  Todavía no se ha logrado adoptar un modelo circular de producción que asegure recursos para todos y para las generaciones futuras, y que supone limitar al máximo el uso de los recursos no renovables, moderar el consumo, maximizar la eficiencia del aprovechamiento, reutilizar y reciclar”.

El cambio climático

La combinación de los factores que evidencian la realidad del cambio climático, unidos a los efectos más marcados del Fenómeno del Niño, que para el caso particular de Costa Rica han sido marcadamente severos en  el 2015, donde las extendidas sequías experimentadas en la provincia de Guanacaste, en la vertiente del Pacífico, contrastan con las extraordinariamente grandes precipitaciones lluviosas en la caribeña provincia de Limón, han hecho que algunos tomen conciencia de los efectos del cambio climático en nuestro pequeño país. Así, frente a los que siguen anteponiendo los factores económicos por encima de los ecológicos, para no invertir en procesos que mitiguen al menos el cambio climático, Francisco también tiene un mensaje.

“El clima”, expresa,  “es un bien común, de todos y para todos. A nivel global, es un sistema complejo relacionado con muchas condiciones esenciales para la vida humana. Hay un consenso científico muy consistente que indica que nos encontramos ante un preocupante calentamiento del sistema climático. (…) Es verdad que hay otros factores (como el vulcanismo, las variaciones de la órbita y del eje de la Tierra o el ciclo solar), pero numerosos estudios científicos señalan que la mayor parte del calentamiento global de las últimas décadas se debe a la gran concentración de gases de efecto invernadero (anhídrido carbónico, metano, óxidos de nitrógeno y otros) emitidos sobre todo a causa de la actividad humana”. 

En el caso particular de Costa Rica, en donde al no ser un país industrializado, alrededor del 70% de los gases que acentúan el efecto invernadero proviene de la flota vehicular. En condiciones climáticas equilibradas, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) genera más del 90 de la energía a partir del funcionamiento de plantas hidroeléctricas de reconocida eficiencia. La construcción exitosa (que está en sus etapas finales) de otro proyecto hidroeléctrico (P.H. Reventazón) en la vertiente Caribe, permitirá generar 305,5 megavatios de electricidad que podrá suplir la electricidad a 525.000 hogares, a partir del año entrante. Muestra evidente de que la infraestructura energética estatal se ha venido diseñando acorde con las potencialidades ambientales del país, que permiten evitar la generación de electricidad a partir de hidrocarburos.  

Sin embargo, al reconocer que solo unos 24.000 vehículos del total de aproximadamente 1,2 millones utilizan algún tipo de energía alternativa, vemos que la proclamada meta nacional de alcanzar la “carbono neutralidad” para el año 2021 (¡dentro de poco más de cinco años!) no es más que un canto demagógico. Saben los gobernantes que ese objetivo jamás se alcanzará, pues la realidad nos demuestra que la tasa de importación de vehículos mantiene cifras crecientes.

Pero bueno, tal vez ahora que el Papa ha manifestado su profunda preocupación por “la hermana nuestra madre Tierra”, la demagogia le cederá espacio a la honradez política y Costa Rica empezará a caminar por senderos responsables, donde el “ambiente sano y ecológicamente equilibrado”, estampado en nuestra Constitución Política, supere el texto y se convierta en una práctica nacional. Esa es la esperanza.

Depredación de la naturaleza

“El capitalismo salvaje” del que nos hablara el Papa Juan Pablo II, no deja ni las sombras de los árboles. La generación de ganancia financiera se convirtió en el dogma de una creencia fundamentalista, donde los textos “sagrados” se reproducen en academias de economía en que se venera a Milton Friedman. Líder de los “Chicago Boys” promotor de un inhumano libre mercado, causante de profundo caos social que, se consideró, solo podría implementarse en el contexto de regímenes dictatoriales como sucediera con Augusto Pinochet, después del derrocamiento y muerte del Presidente Salvador Allende. Tenía que ser por la fuerza, pues para los habitantes más pobres el sacrificio era (y es) un reto a la supervivencia.

Costa Rica, fiel a esas ideas, por muchos años hizo de “la destrucción como desarrollo” su “modelo”. Después de tener por unos 15 años a partir de 1970, la tasa de deforestación más alta en el mundo, una pérdida de suelos fértiles casi imposible de evaluar y una pesca depredadora que arrasó con la riqueza del hasta entonces productivo golfo de Nicoya, las consecuencias inmediatas provocaron aumentos en pobreza y migraciones internas.  

La pesca jamás se repuso, pues el brutal rompimiento de las redes tróficas hizo que las vedas impuestas a los pescadores semi-industriales y artesanales, fueran insuficientes para recuperar las poblaciones de peces de interés comercial. Los suelos fértiles terminaron la mayoría de ellos en los taludes marinos, arrastrados por los ríos que aún hoy van cargados de sedimentos.

Y la caída de la actividad ganadera de carne, por los efectos de la disminución drástica de la demanda extranjera, trajeron como consecuencia inesperada la recuperación de zonas boscosas. La reforestación de los bosques primarios, de gran biodiversidad, dieron paso a plantaciones forestales de unas pocas especies exóticas de muy limitado valor biológico, como  Teca (Tectona grandis), Melina (Gmelina arbórea), Chancho (Vochyssia sp.), Ciprés (Cupressus lusitanica), Jaúl (Alnus acuminata), Cebo (Vochysia guatemalensis) y Amarillón (Teminalia amazonia). De esta forma, aunque las estadísticas nos muestran una sostenida recuperación de la cobertura vegetal, la riqueza genética de los bosques originales se perdió para siempre.

Sobre esta situación, Francisco advierte que “Los recursos de la tierra también están siendo depredados a causa de formas inmediatistas de entender la economía y la actividad comercial y productiva. La pérdida de selvas y bosques implica al mismo tiempo la pérdida de especies que podrían significar en el futuro recursos sumamente importantes, no sólo para la alimentación, sino también para la curación de enfermedades y para múltiples servicios. Las diversas especies contienen genes que pueden ser recursos claves para resolver en el futuro alguna necesidad humana o para regular algún problema ambiental”.

Y enfatiza: “El reemplazo de la flora silvestre por áreas forestadas con árboles, que generalmente son monocultivos, tampoco suele ser objeto de un adecuado análisis. Porque puede afectar gravemente a una biodiversidad que no es albergada por las nuevas especies que se implantan”. Y en referencia a un asunto que ha adquirido mayor interés entre los costarricenses, paradójicamente a partir de la invasión de parte del ejército nicaragüense de un humedal costarricense situado cerca de la frontera (localidad de isla Portillo), y en relación con áreas de humedales destruidas como parte del desarrollo de un puerto marítimo, que supuestamente desarrollaría la empresa transnacional APM Terminals, también en la región Caribe. El Papa llama la atención, señalando que “También los humedales, que son transformados en terreno de cultivo, pierden la enorme biodiversidad que acogían. En algunas zonas costeras, es preocupante la desaparición de los ecosistemas constituidos por manglares”, como la “lucha” que ha venido sucediendo en Costa Rica entre arrozales y manglares, principalmente.  

Especies en peligro de extinción

Algunos entes autodenominados “conservacionistas”, “ambientalistas”, “preservacionistas” y demás, han tomado animales como focas, osos panda, delfines, tortugas marinas, ballenas, elefantes, águilas, rinocerontes, panteras, etc., como símbolos de sus “campañas” internacionales. Se trata de acciones muy bien financiadas con aportes diversos, que incluyen en algunos casos a grandes corporaciones, muy alejadas por cierto, de tener en su misión institucional la protección ambiental. Un caso documentado es el de la denominada “Conservación Internacional” (CI) organismo financiado por entes del Gobierno de los EUA con claros intereses geopolíticos, en la que aparecen jugando papeles determinantes la US-AID, el Departamento de Estado y la NASA, con presupuestos de hasta $6.000 millones. Dinero proveniente de múltiples corporaciones, algunas con oscuros historiales en los campos económicos, políticos, laborales y ambientales, como ALCOA, British Petroleum, la minera Río Tinto, Bank of America, CEMEX, Chevron Texaco Corporation, SHELL, Citigroup, Coca Cola, Ford Motor Co., Intel, compañías de cruceros, KRAFT, McDonald´s , Microsoft, corporaciones productoras de papel, MONSANTO, NBC Televisión Network, Office Depot, ORACLE, empresas de Hollywood, PEPSI, SAFEWAY, SONY, Starbuks Coffee, TreeTop Incorporation, United Airlines, Visa USA, Volcafe, Walt-Mart y otras. Corporación “conservacionista” con muchos vínculos en Costa Rica y muchos otros países ricos en recursos naturales. Cabe citar en esta breve e incompleta acotación,  a “The Leatherback Trust”, presidida por un alto exasesor del Pentágono, a la que se le demostraron acciones reprochables hacia las tortugas marinas de Costa Rica que decían estar protegiendo. Y no podrían faltar las organizaciones acusadas de gestar fraudes financieros por medio de movimientos sospechosos de sus acciones en las bolsas de valores, como sucediera con el Fondo Mundial de la Naturaleza (WWF) a la que han llamado “World Wide Fraud” fundada por el príncipe Felipe de Edimburgo, reconocido cazador.

Hechos conocidos, que se han tratado de denunciar pero que han contado con la protección cómplice de medios de comunicación masiva, usualmente contratados para publirreportajes y campañas propagandísticas abiertas, que ahora Francisco denuncia en su (para muchos) incómoda Encíclica.  

Dice el Papa: “(…) Pero no basta pensar en las distintas especies sólo como eventuales «recursos» explotables, olvidando que tienen un valor en sí mismas. Cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales que ya no podremos conocer, que nuestros hijos ya no podrán ver, perdidas para siempre. La inmensa mayoría se extinguen por razones que tienen que ver con alguna acción humana”. Y agrega, en clara alusión a los que lucran con animales símbolo, como los citados, cual si su conservación fuera la más importante tarea: “Posiblemente nos inquieta saber de la extinción de un mamífero o de un ave, por su mayor visibilidad. Pero para el buen funcionamiento de los ecosistemas también son necesarios los hongos, las algas, los gusanos, los insectos, los reptiles y la innumerable variedad de microorganismos. Algunas especies poco numerosas, que suelen pasar desapercibidas, juegan un rol crítico fundamental para estabilizar el equilibrio de un lugar”.

Especies que, según los intereses de los que lucran con su “conservación”, enfrentarían el rechazo de los publicistas eventualmente contratados para montar una campaña. ¿Se imaginan una campaña para salvar las cianobacterias?  ¿Se podrían negociar títulos valores con esos “símbolos”?

“La cuestión del agua”

Con ese título, el Papa Francisco dedica las más sentidas reflexiones a la situación del agua potable en muchas regiones del planeta. Y es que como han expresado pueblos originarios del altiplano andino, “Tomar agua nos da vida, pero tomar conciencia nos da agua”, en referencia a las silenciosas y por tanto cínicas amenazas que se ciernen desde las inescrupulosas corporaciones que lucran con el comercio del agua cual bien económico, e incluso con la administración concesionada de acueductos, como una vez se intentara hacer en Costa Rica durante la administración del presidente Miguel Ángel Rodríguez (1998-2002). Esa toma de conciencia ha de ser una tarea impostergable que habrán de cumplir los pueblos latinoamericanos y de otros países del sur, para enfrentar con algún grado de éxito a los que consideran el agua como “una necesidad básica” de los pueblos… y no como “un derecho humano básico”, tal y como se sostiene en los llamados “foros mundiales del agua”.

Foros a donde son llevados más de 30.000 “invitados” a cualquier cosa menos que a debatir, por los representantes del negocio del agua reunidos bajo la sombrilla del Consejo Mundial del Agua (WWC), directamente vinculados al Banco Mundial. Entes hijos de este banco, como el “Global Water Partnership” (GWP) que se encargan de canalizar los deseos expresos de corporaciones como Suez, Vivendi, GW Thames, Coca Cola, Nestlé, Femsa, Bechtell y otros, quienes a través de testaferros institucionales conspiran por establecer los medios que les permitan, adecuar las legislaciones de los países de los “invitados”, comprometidos por los generosos patrocinadores de sus numerosos viajes.

Antecedentes que han de considerarse para  comprender la insistencia mostrada por algunos costarricenses vinculados con la citada GWP-Banco Mundial, para sustituir una magnífica Ley de Aguas inspirada en la Doctrina Social de la Iglesia, que se emitiera durante la administración del Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia en agosto de 1942. Legislación que fuere modificada en 1972 y más intensamente en 1996, para adecuarla a las características y necesidades de la Costa Rica del siglo XXI. 

Ley que abrió el camino para la creación del Servicio Nacional de Acueductos y Alcantarillados –SNAA- (que luego le dio paso al Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados – ICAA-), así como al funcionamiento de las más de mil ASADAS (asociaciones administradoras de acueductos rurales) y otros entes de interés público con funciones en el sector agua, sin que se hubiere provocado caos alguno, más allá de los inevitables problemas administrativos de cualquier sector.

Sin embargo, los que han venido conspirando contra esa ley nacida bajo la influencia de las encíclicas “Rerum novarum” y “Quadragesimo anno” y la realidad conocida por el entonces estudiante Rafael Ángel Calderón en la Bélgica que lo acogía. Realidad muy diferente a la Costa Rica de entonces, donde sus habitantes no gozaban de servicios de salud pública, de garantías laborales, de educación universitaria ni de agua potable.

Situación que seguramente desveló al sensible médico que veía como sus compatriotas tenían un promedio de vida que no superaba los 47 años, pues las enfermedades, en su mayoría vinculadas a las aguas contaminadas que consumían, tenían que enfrentarse con decisión política. Así nació la Ley de Aguas que todavía goza de buena salud.

Pues bien, después de engañar a poco más de 150.000 ciudadanos que firmaran por un proyecto de ley que se tramitaría por el nuevo mecanismo de “iniciativa popular”, los bien financiados promotores del nuevo proyecto que sustituiría la Ley de Aguas vigente, llevaron a la Asamblea Legislativa un texto desconocido por los que hubieren firmado y, en un acto torpe además de malintencionado, lo modificaron sustancialmente al interior de una comisión legislativa. Al cambiarlo en su espíritu y letra, hicieron que el proceso cayera en una situación contraria a la Constitución Política de Costa Rica.

Pero más allá de esa situación relacionada con el procedimiento, los que hemos tratado de advertir a los habitantes acerca de las amenazas evidentes que contiene ese proyecto, hemos recibido con especial beneplácito la Encíclica Laudato Si que comentamos, pues cual si Francisco hubiere estado enterado de lo que se discutía en Costa Rica, lo que escribió hace que lo sintamos al lado de los costarricenses que queremos evitarle un terrible daño a la calidad de vida de nuestros compatriotas y demás habitantes del país, en caso de que un proyecto así llegara a aprobarse.

Agua como bien económico y como necesidad básica. No como bien social y derecho humano

Dice el Papa: “Mientras se deteriora constantemente la calidad del agua disponible, en algunos lugares avanza la tendencia a privatizar este recurso escaso, convertido en mercancía que se regula por las leyes del mercado. En realidad, el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos”.

Párrafo que parece una respuesta a la declaratoria del agua como un “bien económico que se incluyera subrepticiamente en el proyecto propiciado por la GWP, en sustitución a un párrafo que declaraba como principio general que “El agua es un recurso de usos múltiples, siendo el consumo humano el prioritario”.  Bien económico (que es muy diferente a “valor económico”) que al tratarlo como una mercancía, como dice el Papa, lo coloca en el ámbito del mercado donde puede ser privatizable.

Y también la Encíclica destaca que el acceso al agua, como es una tendencia muy extendida entre los pueblos del mundo que ven como su escasez amenaza a los que sufren hambre en virtud de su inhumana condición económica, ha de ser un derecho humano. Que esa agua ha de ser “potable y segura”, o sea, en calidad y cantidad adecuadas. Respuesta del Papa también a los que cínicamente modificaron el principio general que decía “El acceso al agua en cantidad y calidad adecuadas y al saneamiento son derechos humanos fundamentales indispensables para satisfacer todas las necesidades básicas”, al eliminarle que tal acceso fuere en cantidad y calidad adecuadas (indispensables)  para satisfacer todas las necesidades básicas”.

La inaceptable eliminación del párrafo en cantidad y calidad adecuadas (indispensables)  para satisfacer todas las necesidades básicas, choca con lo que manifiesta el Papa cuando nos recuerda lo siguiente: “Un problema particularmente serio es el de la calidad del agua disponible para los pobres, que provoca muchas muertes todos los días. Entre los pobres son frecuentes enfermedades relacionadas con el agua, incluidas las causadas por microorganismos y por sustancias químicas. La diarrea y el cólera, que se relacionan con servicios higiénicos y provisión de agua inadecuados, son un factor significativo de sufrimiento y de mortalidad infantil.

En fin, se trata de mutilaciones que obviamente no se hicieron por error, sino que obedecen a la ideología imperante en los principios que rigen la acción del Consejo Mundial del Agua (WWC) y la GWP-Banco Mundial, expresados en los foros del agua organizados por los comerciantes del agua que denuncia el Papa Francisco. Entes para los cuales el agua ha de considerársele como un bien económico y no como un bien social, y para quienes su acceso en calidad y cantidad suficientes no ha de ser un derecho humano básico, sino una “necesidad” básica, como lo acordaran en el Foro Mundial del Agua celebrado en Estambul, con la presencia de delegados costarricenses que ni se enteraron de lo que se estaba decidiendo “en las alturas”.

Las aguas subterráneas

El proyecto de la GWP-Banco Mundial plantea algo insólito. Al desconocer la experiencia acumulada a lo largo de tres décadas por los profesionales especializados en el manejo e investigación de las aguas subterráneas por el estatal “Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento” (Senara), se le cercena al Senara ¡hasta de su nombre!, las funciones relativas a las aguas subterráneas.

Sin considerar la escasez de profesionales en ese trascendental campo, se trasladan esas tareas a un ente político dependiente del ministro de Ambiente, a donde no se tiene la idoneidad, el conocimiento ni la capacidad para satisfacer esa necesidad nacional.  

De acuerdo a estudios del Senara, en Costa Rica existen 58 acuíferos, de los cuales de acuerdo con su geología y localización, 34 son costeros, 9 volcánicos continentales y 15 sedimentarios continentales. Costa Rica cuenta con unos  17.000 pozos a los cuales se les ha otorgado al menos una concesión, ubicados en la cuenca de Tárcoles (39%), la cuenca Península de Nicoya (17%), cuencaTempisque (14,4%), cuenca Reventazón (5,5%) y cuenca Jesús María (3%). Acuíferos que cada día, y especialmente en los años en que la influencia del fenómeno de El Niño, adquieren mayor importancia para tratar de garantizar su permanencia y evitar su contaminación. Son fuente de agua potable trascendental, para el consumo humano y actividades productivas de las comunidades, que no han estado ajenas al derroche y la contaminación por agroquímicos y otras sustancias tóxicas.

Por lo anteriormente resumido, resulta incomprensible propiciar una regresión ambiental de tal magnitud, al trasladar las funciones inherentes a las aguas subterráneas a un ente incapaz de atender las funciones estatales que hasta hoy buscan garantizar su protección mediante un manejo técnico y científico idóneos.  Traslado que se haría (luego de una modificación indebida) sin que sea una obligación de los funcionarios especializados hacerlo y sin “los recursos físicos, tecnológicos y financieros que utiliza esta dependencia”, como rezaba el proyecto original. Tendríamos así, un vacío de inimaginables consecuencias, en la función estatal relacionada con las aguas subterráneas.

Ante tal atentado a la razonabilidad y la lógica, hemos de reflexionar sobre las palabras del Papa Francisco cuando dice: Las aguas subterráneas en muchos lugares están amenazadas por la contaminación que producen algunas actividades extractivas, agrícolas e industriales, sobre todo en países donde no hay una reglamentación y controles suficientes”. “Pero se advierte un derroche de agua no sólo en países desarrollados, sino también en aquellos menos desarrollados que poseen grandes reservas. Esto muestra que el problema del agua es en parte una cuestión educativa y cultural, porque no hay conciencia de la gravedad de estas conductas en un contexto de gran iniquidad”. 

Control del agua por comerciantes

Cuando nos hemos de referir a los impactos ambientales sobre las aguas subterráneas y las fuentes superficiales que pudieren ser utilizables, hemos de considerar el lucrativo negocio que se deriva de la comercialización a nivel nacional e internacional de las fuentes de agua.  

Cual si fuere algo insólito, los diarios impresos y digitales han estado reseñando con preocupación la situación de gran parte del pueblo puertorriqueño que ha venido sufriendo recurrentemente de una escasez de agua potable, consecuencia de una extendida y severa sequía que afecta a esa isla caribeña.  Pero también se ha comentado el hecho inaudito de que, pese a esa situación de sed extendida, no solo algunas empresas siguen exportando agua embotellada (¡cada vez más valiosa!) sino que ha sido imposible aprobar sendos proyectos de ley que buscan regular dicha actividad comercial en situaciones como las que padece Puerto Rico.

Situación que resume el Papa Francisco cuando manifiesta que “Los impactos ambientales podrían afectar a miles de millones de personas, pero es previsible que el control del agua por parte de grandes empresas mundiales se convierta en una de las principales fuentes de conflictos de este siglo”. Conflictos que algunos han denominado “guerras por el agua” pero que el Papa plantea en un ámbito más amplio, más realista, más cercano, aunque no excluyente al nivel planetario.

La triste experiencia que experimenta el pueblo boricua, principalmente el sector más desposeído, es un ejemplo doloroso de conflicto entre el acceso al agua en calidad y cantidad adecuadas como un derecho humano,   indispensable  para satisfacer todas las necesidades básicas, y las incontenibles acciones ejecutadas por las empresas que ven al agua como un bien económico y no como un bien social.  Las mismas que han dicho en los multimillonarios foros de los turistas del agua (en su idioma) “no money, no water”.

Pero como el proyecto de ley de la GWP-Banco Mundial también en este aspecto tenía que enfrentar a la voz muy respetada del Papa Francisco, hemos encontrado una situación que refleja el verdadero y escondido interés comercial que salpica su texto.  

En uno de los más claros ejemplos del incumplimiento del Principio de Conexidad que ha de imperar en un proyecto ingresado a la Asamblea Legislativa por la vía de la Ley de Iniciativa Popular, so pena de ser declarado inconstitucional en caso de que algo así fuere aprobado eventualmente, resulta que el artículo relacionado con la regulación a la exportación del agua, que expresaba, en lo fundamental, la posibilidad de “restringir y limitar total o parcialmente la exportación de agua cuando eso sea necesario para garantizar el abastecimiento para consumo humano y los distintos usos aprovechamientos de las comunidades locales y los sectores productivos nacionales”, ¡fue eliminado!, borrado totalmente, “lavado” del texto del proyecto.

Notas finales

Hemos querido sintetizar nuestra visión de la Encíclica “Sobre el Cuidado de la Casa Común”, a partir de nuestra experiencia en el campo ambiental y la realidad costarricense, como un humilde aporte a su conocimiento. Como una motivación a estudiarla y ponerla en práctica; como un agradecimiento a ese gran latinoamericano que desde el Vaticano nos ha venido sorprendiendo desde el primer instante en que fuere nombrado Obispo de Roma y Papa de la Iglesia Católica.

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* Doctor en Ciencias Biológicas, Universidad de Dundee, Escocia, R.U., catedrático jubilado Universidad Nacional, Heredia, Costa Rica. Dirección electrónica frepaleon@gmail.com

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Referencias

http://www.news.va/es/news/laudato-si-texto-completo-de-la-enciclica-del-papa

http://contraperiodismomatrix.com/la-patetica-estafa-de-las-ongs-como-wwf-o-greenpeace-en-un-mundo-en-quiebra/

http://www.fanswrestling.com/wwe/wwe-fraude-financiero/

http://www.mitosyfraudes.org/INDICE/Cap12-WWF.pdf

https://prezi.com/cxea8pzodeii/privatizacion-del-agua/

https://es.wikipedia.org/wiki/Doctrina_social_de_la_Iglesia

https://myweb.rollins.edu/jsiry/ArtiEnvAssetAccts.html

http://www.scientificamerican.com/magazine/sa/1992/06-01/

Los Revueltas

Manuel Delgado

Mencioné en otra ocasión al poeta Santiago Papasquiaro, integrante del movimiento mexicano del infrarrealismo. En realidad, ese era su pseudónimo, que él toma de una pequeña ciudad del estado de Durango.

Infrarrealistas aparte, la ciudad es famosa por haber sido cuna de una familia única, la familia de los Revueltas. Fueron ocho hijos, pero allí nacieron solo los primeros. De esa retahíla, son muy famosos cuatro.

El primero es Silvestre. Muy jovencito, y para huir de la leva obligatoria provocada por la Revolución Mexicana, fue enviado por su padre a Estados Unidos, donde se convirtió en un compositor de renombre. Al volver a México a los 21 años se encontró con el vacío más insultante. Su obra, inspirada en el nacionalismo y basada en las tradiciones populares de su país, pudo permanecer viva solo por obra de un cuñado suyo, alemán de dinero, que promovió lo que nadie quería: la interpretación de sus sinfonías, ballet, piezas de cámara y demás. Hoy Silvestre es considerado uno de los grandes renovadores de nuestra música sinfónica. Murió a los 41 años, en 1940, solo, olvidado, pobre y alcoholizado.

El segundo hermano fue Fermín, un poco menor, que se fue al norte junto con su hermano buscando su sueño de ser pintor. A su regreso se convirtió en uno de los iniciadores del muralismo, con una temática, forma y recursos visuales similares a los de sus contemporáneos Rivera, Orozco y Siqueiros, que siempre lo consideraron un maestro. Fermín murió antes que Silvestre a la edad de 32 víctima del alcoholismo.

Como fue más larga, la vida de José fue más dolorosa. A los 17 años fue llevado a la terrible prisión de La Tres Marías por su rebeldía política. A partir de entonces si vida la pasó entre prisión y presión. En 1968 fue detenido acusado de la rebelión estudiantil y condenado a un cachimbo de años en la tenebrosa prisión de Lecumberri. Fue liberado después de una huelga de hambre que minó irremediablemente su salud. Murió en 1976.

José Revueltas es uno de los grandes escritores de México y Latinoamérica. La colección Archivos de la UNESCO, que escoge a un autor por país (García Monge representa a Costa Rica) lo escogió a él en el puesto de México con su novela “Los días terrenales”.

La cuarta joya es Rosaura, una muchachita de un talento que a todos nos deja con la boca abierta. Sin haber estudiado nunca para actriz, fue elegida para protagoniza la película norteamericana “La sal de la tierra”, basada en la historia de una huelga de mineros chicanos en EE.UU. Esa película se rodó con unos cuantos actores profesionales, pero el resto, en cuenta el actor principal, eran los mismos mineros, la gente del pueblo.

Antes de terminar la filmación, Rosaura y sus amigos fueron detenidos por el FBI. Ella fue deportada, otros terminaron en la cárcel, la película fue prohibida.

Una vez en México, terminaron lo que faltaba de la filmación, así como la edición, de manera clandestina. De contrabando la película fue metida en Estados Unidos, donde causó un inmenso revuelo. Terminó de hecho prohibida. Lo mismo ocurrió en México. Después de múltiples gestiones y campañas de prensa, se logró que un valiente dueño de una sala accediera a proyectarla por cinco días. Nunca más de volvió a poner. Pero la obra se convirtió en un hito mundial. Ganó premios de mejor película y mejor actriz en al festival de Karlovy Vary, uno de los más prestigiosos de esa época, y Rosaura recibió un premio especial de la Academia Cinematográfica de Francia.

Esta obra cosechó un éxito apoteósico en la República Democrática Alemana, donde Rosaura fue recibida como una heroína por las multitudes. Allí conoció de Bertolt Brecht, quien la invitó a trabajar en su teatro, el Berliner Ensamble. Terminó convirtiéndose en actriz principal de esa compañía (ella hablaba alemán perfectamente; lo había aprendido siendo adolescente sola en México) hasta la muerte de Brecht. La película puede verse en Youtube.

Pero en México la cubrió el silencio, el ninguneo, la desaprobación. Nunca más fue invitada a participar en una película y su teatro fue boicoteado. Ella, sin miedo alguno, dedicó sus esfuerzos a otro de sus talentos, la danza, y se convirtió en una de las renovadoras de la danza moderna en su país.

Alguien me hizo el inmenso favor de dejar en una compraventa un ejemplar de libro de Rosaura titulado “Los Revueltas” que es una delicia por todos lo ángulos. Le doy gracias a la vida por ese reglado. (El libro estuvo a la venta de Amazon pero creo que ya se agotó. Inténtenlo).

México lindo y querido, tan solidario con los perseguidos y los desamparados de otras naciones, ¿por qué fuiste tan cruel con estos cuatro genios de tu arte? (En la foto, Rosaura en “La sal de la tierra”).

Contrapesos republicanos y contrapesos ciudadanos

La división de poderes ha funcionado en sociedades en que la ciudadanía es un estatus jurídico universal amparado a un régimen de libertades y derechos.

Por Miguel Sobrado*
20 de noviembre 2022

La exclusión de las mayorías, especialmente afrodescendientes, los de origen indígena y pobres en general, junto con el centralismo institucional, sigue siendo una característica en nuestro continente.

La república, como sistema político, presupone un equilibrio de pesos y contrapesos entre los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, que cimenta las democracias. Esta división ha funcionado en sociedades en que la ciudadanía es un estatus jurídico universal amparado a un régimen de libertades y derechos.

Son Estados donde existe acceso a la propiedad y oportunidades que favorecen el bienestar, tales como la educación y la salud, condiciones que permiten ascender socialmente y participar en las decisiones, especialmente, locales y regionales.

Estas condiciones conducen no solo al crecimiento social y del capital humano, sino también al progreso económico, y estimulan una mejor distribución del ingreso y amplia participación ciudadana. Esto se evidencia en los países nórdicos y algunas partes de los Estados Unidos. En otras palabras, los pesos y contrapesos operan no solo porque existen formalmente, sino también porque se sustentan en una base social empoderada.

En América Latina, las repúblicas nacieron con los dados cargados, basadas en la exclusión de las mayorías y la desigualdad social, situación no superada en la mayor parte del continente, especialmente para los afrodescendientes de Brasil, el Caribe y sur de los Estados Unidos —que comparten la historia esclavista con América Latina—, quienes fueron los que con trabajo forzado produjeron durante siglos la riqueza y los grandes capitales de estos países.

La situación de los indígenas americanos, sometidos a la servidumbre mediante las encomiendas españolas, no fue mucho mejor, y con su aportación obligada se amasaron también los grandes capitales de México, Centroamérica y sur de la América andina.

La lucha por la independencia y la construcción de repúblicas fue una reivindicación de los hijos de los conquistadores, nacidos en América o criollos, que fueron discriminados por Madrid en favor de los peninsulares. Su lucha solo involucró a las poblaciones indígenas y mezcladas como carne de cañón en las guerras, pero no les abrió acceso a las tierras ni a la educación. La élite criolla, por su parte, mantuvo el sistema centralista heredado de España para su beneficio y cerró las puertas a los desarrollos regionales.

Exclusión persistente

A pesar de los siglos transcurridos y los cambios —más cosméticos que profundos—, la exclusión de las mayorías, especialmente afrodescendientes, los de origen indígena y pobres en general, junto con el centralismo institucional, sigue siendo una característica en nuestro continente. De ahí que, por carecer de una base ciudadana empoderada, no haya existido un soporte social al balance de poderes y nuestras repúblicas hayan renqueado a lo largo de la historia hacia el autoritarismo.

Esto es especialmente grave en la época en que vivimos debido a tres razones: a) la importancia del conocimiento y la educación de calidad para el desarrollo de nuestros países en este siglo; b) el crecimiento del poder del narcotráfico, que se alimenta, entre otros, de la exclusión, en un momento en que los sistemas clientelistas tradicionales se encuentran agotados; y c) la necesidad de preservar y regenerar el medioambiente para mitigar los desastres del cambio climático.

Nuestro problema como latinoamericanos tiene orígenes sistémicos, debe hacérsele frente con soluciones que rompan los círculos viciosos, dirijan parte de los ingresos a una inversión en educación y capacitación modernas que propicien soluciones a través de los movimientos sociales e instituciones renovadas la participación autónoma organizada de los grupos y comunidades.

La medición del impacto de las políticas públicas debe hacerse considerando los resultados tras la incorporación de los excluidos a los procesos educativos y la capacitación organizacional que impulse su integración a la vida nacional y local.

Estos resultados son los que interesan, y son el mejor indicador de que se están creando fundamentos sólidos para la construcción de una república moderna y para el ejercicio de las libertades democráticas.

Brasil

Lula, en Brasil, en sus gobiernos anteriores, creó 29 universidades federales para brindar oportunidades a los excluidos y contribuir de esta manera también a mitigar la explosión social, en una realidad convulsa. Aunque no fue suficiente, pues dejó por fuera a quienes perdieron la oportunidad educativa básica, fue un paso en la dirección correcta.

En su nuevo gobierno, sería conveniente que aproveche la capacitación masiva llevada a cabo por Clodomir Santos de Morais, a quien premió por su trabajo en la lucha contra la pobreza, como uno de los ejes de la política de inclusión.

La experiencia fue aprovechada por el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra para formar cooperativas y comunidades, y ha sido exitosa durante las últimas décadas en tres continentes. Debe valorarse, más allá de la formación de empresas, que es en lo que ponen énfasis los tecnócratas, el poder de organización ciudadana y su aportación a mediano plazo a la creación de una base social de gestión democrática.

Debemos recordar que el narcotráfico, a través del terror y su poder económico, se perfila como una opción real. Al mismo tiempo, crece la amenaza del cambio climático para nuestras naciones y la especie humana.

*miguel.sobrado@gmail.com
El autor es sociólogo.

Compartido con SURCOS por el autor.

Carta Pastoral IMWC. La tolerancia en Costa Rica

«Hagan todo lo posible por vivir en paz con todos».
Romanos. 12:18, NTV.

Es increíble que en pleno siglo XXI, con todos los avances en tecnología, emerjan en nuestras sociedades manifestaciones de etnocentrismo, xenofobia contra los migrantes, agresiones racistas y discriminación contra los indígenas y los negros, las mujeres, personas adultas entre otros sujetos; donde todas estas represiones implican una intolerancia actual.

Los valores de igualdad y libertad han sido olvidados. Surgió la intolerancia contra grupos sociales compuestos por personas con características diferentes; ya sea de clase, raza, género, con posiciones diversas sobre temas como el aborto, las preferencias sexuales, el consumo de drogas, la eutanasia, la prostitución; entre otras.

Estas manifestaciones no escapan a la realidad costarricense. Por ejemplo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su resolución 16/15 de abril del 2015, con la medida cautelar 321-12, al sucederse la muerte, represión y persecución contra los indígenas en Costa Rica, llama -juntamente con la Universidad de Costa Rica (UCR)- a la tolerancia, la inclusión y la solidaridad, y no alimentarse de la intolerancia, la inequidad y el egoísmo. También abogó por una cultura de la no violencia, como fundamento para la convivencia de respeto y tolerancia.

Por otro lado, el diplomático y miembro de la Academia Costarricense de la Lengua, Armando Vargas Araya, señala que la sociedad costarricense «está partida en dos mitades casi iguales: Unos quieren continuar y perfeccionar un modelo de sociedad arraigado en la solidaridad. Otros proponen la alternativa de una sociedad signada por la competencia«.

El mismo autor recuerda que en el año 2016, «se comprobó, en un nuevo estudio académico, que el valor promedio del índice de tolerancia política es de 57,9 en la escala de 100. Un importante segmento de la población (que ronda entre el 40% y el 50%), muestra un importante nivel de intolerancia. Si se compara con mediciones anteriores, este resultado señala que en materia de tolerancia política el país apenas ha variado en casi una década«.

En este sentido, en forma general; la intolerancia no permite la expresión de opiniones distintas; descalifica a las personas, casi nunca por sus ideas, sino atacando y denigrando a las mismas.

La razón es remplazada por estados de ánimo; olvidando lo cerebral por lo visceral, la comprensión por el odio; condenando al otro; sin permitir oír sus argumentos. Se presenta al otro o la otra como el enemigo a aniquilar, sin permitir su pensar diferente. No existe el pensar disidente, sino la perspectiva adversaria.

La noción de la tolerancia -como lo señala el filósofo y ensayista francés Èmile Auguste Chartier- es más bíblica, ecuménica e inclusiva al señalar a la tolerancia como: «Una clase de sabiduría que supera el fanatismo, ese temible amor de la verdad«.

Así, la noción bíblica de la tolerancia está atravesada por las experiencias paz y verdad, en relación con los otros y otras; así como por el bien para todos y todas, y no por la maldad del ser humano.

Es necesario que, en Costa Rica, se logren contrarrestar las actitudes intolerantes y destructivas, que nos alejan como comunidad de las dinámicas esenciales de un colectivo participativo. Costa Rica nos pertenece a todos y todas; no solo a los gobernantes que son empleados temporales de la nación.

Recientemente, por ejemplo, el presidente Rodrigo Chávez, ha externado una serie de declaraciones donde se manifiesta la intolerancia hacia los migrantes venezolanos. Karina Fonseca Vindas Directora Nacional del Servicio Jesuita para Migrantes Costa Rica, con el respaldo de la Red Jesuita con Migrantes Centroamérica y Red Jesuita con Migrantes de Latinoamérica y el Caribe, le ha salido al paso a esas declaraciones:

Las palabras iniciales del presidente fueron, “No podemos seguir aceptando refugiados, que no son refugiados políticos, sino que son refugiados económicos «. A lo cual Fonseca Vindas responde, «DON RODRIGO sepa usted que la revisión de las solicitudes de refugio es competencia de las autoridades establecidas en la legislación vigente del país.

En primera instancia, la Comisión de Visas Restringidas y Refugio y en segunda instancia, el Tribunal Administrativo Migratorio (TAM), quienes deciden el otorgamiento del estatus de persona refugiada en el país, según los estándares y acuerdos internacionales, que en materia de Derechos Humanos han sido suscritos por Costa Rica.

Las personas solicitantes de refugio tienen la obligación de someterse al procedimiento establecido por ley. Tampoco es un asunto nuevo, las limitaciones que, por décadas han enfrentado las instancias encargadas de este reconocimiento, para cumplir en tiempo y forma con todos los procesos que tienen a cargo».

Continua el presidente señalando que, “Yo entiendo que la gente se quiera venir a quedar aquí”, ripostando Fonseca Vindas, «DON RODRIGO sepa usted que las personas llegan a este país porque han tenido que huir, para resguardar su integridad física y emocional. Es fundamental no caer en un tratamiento ligero de la tragedia que significa la movilidad forzada de personas y la complejidad de los flujos migratorios que suceden en Costa Rica y el resto del continente. Lo que sueña la gente es poder retornar a su país y eso lo sabemos muy bien las organizaciones que acompañamos a tantas personas que experimentan estas realidades«.

Finalmente, la exhortación de Fonseca Vindas indica que, «RECHAZAMOS CATEGÓRICAMENTE “las advertencias” del presidente Rodrigo Chaves que pueden colocar en circunstancias de mayor vulnerabilidad a las personas refugiadas en Costa Rica«.

Indicamos a su vez, desde la IMWC, que el presidente prioriza los elementos económicos, por encima de los humanos, y a su vez, hace una especie de amenaza con actuar con los aparatos de seguridad del Estado.

La intolerancia envenena y enferma; por eso hay que controlarla y dominarla; sustituirla por la tolerancia, el amor, la paz, la verdad y el bienestar para la sociedad costarricense en general.

Deseamos citar como ejemplo de tolerancia en Costa Rica, dos hechos significativos: «cuando unos norteamericanos, de fe protestante, se salvaron de un naufragio por las costas de Golfito, estos hicieron una visita al templo de la Virgen en Cartago, para expresar su agradecimiento. A nadie se le ocurrió preguntar por qué llegaban personas de otra religión en un peregrinaje a un santuario católico«.

También recordemos que, en la historia costarricense, y de otros países de América Latina, «empresarios de religiones no católicas, han llegado al país para implementar sus sueños por lo menos desde el siglo XIX; ferrocarriles, librerías, tiendas de ropa y de artículos del hogar, siembras de café (la lista es extensa), fueron fundados por personas que no comulgaban con la fe basada en Roma«.

Como señala el escritor y profesor costarricense Ángel Ocampo, «hoy es manifiesto el valor que ha cobrado la tolerancia. Los conflictos humanos que ha desatado el proyecto globalitario, encuentran su respuesta en la cultura de la tolerancia. La afirmación de la vida, enfrenta a la destrucción implícita, en la intolerancia que conduce a la persecución y el exterminio del otro (y la otra), y de la diversidad. En Costa Rica, la tolerancia debe ser reformulada desde estas consideraciones«.

«Asegúrense de que ninguno pague mal por mal,
más bien siempre traten de,
hacer el bien entre ustedes y a todos los demás».
1 Tesalonicenses. 5:15, NTV.

Informe del Estado de la Nación y la urgencia de reconstruir puentes sociales

José Luis Pacheco Murillo

El informe del Estado de la Nación fue presentado hace un par de días y como siempre pone de manifiesto la realidad que vive el país y que se ha generado por acciones, inacciones y omisiones de quienes han ejercido el poder político y por ende han sido quienes han tomado las decisiones que hoy nos tienen en la situación en que encontramos.

La sola portada del informe es un resumen claro y bien descrito por el director de la institución don Jorge Vargas Cullel: “Con la portada del Informe Estado de la Nación 2022 buscamos una imagen expresiva que sintetizara, de manera directa y sin ambages, la gravedad de los problemas que la sociedad costarricense enfrenta en la actualidad y, al mismo tiempo, la complejidad de la tarea común por delante”.

“La portada se refiere a la necesidad de (re)construir puentes que, producto del abandono y la inacción, han afectado vías de comunicación social, económica y política vitales para el desarrollo humano y la democracia. Las personas a ambos lados de la incomunicación no son necesariamente testigos pasivos, pero a falta de herramientas y soluciones pueden terminar siendo eso; o peor, pueden pensar que, si la situación es irremediable, mejor terminar desmantelando la estructura para quedarse con algo de ella. La valoración del informe es distinta: esas personas pueden -y deben- ser parte activa en la reconstrucción y remozamiento de un puente roto o sin terminar, depende de la óptica de cada cual.”

La portada, utilizada como metáfora, nos refleja la grave problemática en la que nos encontramos y la urgente necesidad de resolverla. Se debe entender que esa problemática se ha venido generando desde hace muchos años y que pese a las advertencias que año con año nos hace el Informe del Estado de la Nación, los gobiernos de turno no toman las medidas del caso para reconstruir esos puentes rotos y que acaban con la adecuada comunicación en lo político, económico y social.

Graves hallazgos se han obtenido y se han publicado en este informe. Uno de ellos es el de la mayor desigualdad, retroceso en equidad y un país partido, y desgraciadamente hay una sensación de confort y comodidad pese a lo grave de la situación y de alguna manera, como bien dice el informe lo vemos como normal y eso es lo peor porque al haberlo “normalizado” poco se hace por cambiar.

Iremos comentando de esos hallazgos. Por ahora entender que el informe es una oportunidad para hacer lo que debemos de hacer, todos, gobierno en general y pueblo en particular. Dios quiera que lo entendamos y logremos todos salvar a nuestro país.

La mayor desigualdad, retroceso en equidad y un país partido, los hallazgos del informe 2022 del Estado de la Nación y lo peor los hemos “normalizado”

German Masís Morales

Nuevamente, el informe 2022 del Estado de la Nación, nos alerta sobre hallazgos que de alguna manera hemos conocido en informes anteriores, mediante estadísticas de pobreza y empleo del INEC o en estudios de entidades de investigación de las Universidades, pero que los medios de prensa han vuelto a destacar en esta ocasión.

Titulares como que Costa Rica tuvo en 2021 la mayor desigualdad en los últimos 35 años, Desigualdad llega a su peor nivel desde 1987, Costa Rica se nos está partiendo y Miles de hogares condenados a salir y regresar a la pobreza, revelan los hallazgos recientes del informe, ante lo que nos preguntamos que ha hecho y que está haciendo el Estado y la sociedad costarricense, para revertir esa condición de desigualdad que es ya una característica que incluso nos distingue a nivel internacional.

Reconocer que el país profundizó los rezagos sociales y económicos en la última década, que hay una parte de la población que goza de mucho bienestar, mientras un grupo cada vez numeroso está excluido de servicios esenciales, como educación, trabajo y empleo de calidad, que la alta inestabilidad de ingresos y empleos temporales es la causa de la entrada y la salida de miles de hogares de la pobreza y que la región Brunca fue nuevamente la más pobre, son hallazgos que ya no nos sorprenden, por reiterados, pero que debiera llamarnos a una profunda reflexión sobre las múltiples desigualdades, de ingreso, de riqueza, de patrimonio, de oportunidades, de género, étnicas, de capacidades, de acceso a la educación, a la salud, a la tecnología y territoriales, que existen y que reproducimos permanentemente.

En varias ocasiones, hemos analizado y presentado en estas páginas, en concordancia con el Estado de la Nación, aportes sobre la pobreza en el 2021: la zona rural y las regiones Brunca, huetar Caribe y Norte con las peores condiciones, el índice de desarrollo humano cantonal: la realidad de las desigualdades regionales, las zonas costeras, fronterizas y rurales, nuevamente las de menor desarrollo humano, impulsar el desarrollo de las regiones periféricas o continuar con el Gamcentrismo, el reto impostergable, los programas gubernamentales de desarrollo regional, esfuerzos parciales y limitados frente a las persistentes desigualdades, en los que se hace referencia a todas esas fuentes de desigualdad.

La pobreza por ingresos insuficientes se mantuvo en un 23% y la pobreza extrema en 6.4% y representa casi 400 mil hogares(399.439) y 1,329.757 personas que están en pobreza total y 110.831 hogares y 393.385 en pobreza extrema, mientras que cerca de un 10% de los hogares se encuentran constantemente en riesgo de caer en pobreza o son muy vulnerables, especialmente en las regiones periféricas, Brunca, Huetar Caribe y Norte y Pacífico Central, en las que la pobreza supera el 30% de la población, no obstante ya escuchamos todos esos datos sin inmutarnos.

Porque la desigualdad y la pobreza, también se observa en el paisaje, sólo tenemos que mirar las diferencias en el acceso a la vivienda, a la educación, a la salud y a la tecnología, los grandes condominios y residenciales de alto costo, frente al crecimiento de barrios marginales, en las ciudades y las costas, los grandes centros comerciales, los colegios y hospitales de alto costo y la infraestructura de educación y salud pública deteriorándose, es decir es “un país partido”, pero lo hemos “normalizado”, probablemente debido a que hay “ganadores y perdedores”, como dice el Presidente.

Día de Alajuela Ciudad Palabra

José Luis Pacheco Murillo

El 19 de noviembre se celebra de forma oficial el Día de Alajuela Ciudad Palabra, por Decreto ejecutivo N° 42001-C firmado por el presidente de la República y la ministra de Cultura., conmemorando el 19 de noviembre del 2005, fecha en la que se inauguró la primera Fiesta Internacional de Cuenteros (FICU) en la provincia de Alajuela, con la participación de países como Colombia, España, Camerún y Honduras; además de artistas nacionales.

La actividad fue un acierto por lo que ha significado nacional e internacionalmente para Alajuela. Además, ha sido una motivación para que muchos niños y jóvenes se hayan entusiasmado y hoy sean expertos cuentacuentos.

La palabra ha sido el instrumento de reunión para miles de alajuelenses, costarricenses y del mundo entero. También ha sido la forma en la que las historias y anécdotas cobran vida y se mantienen en el tiempo.

También la Municipalidad de Alajuela oficializó a la ciudad y al cantón como Alajuela Ciudad Palabra.

Han sido muchísimas las personas responsables del éxito de ALAJUELA CIUDAD PALABRA, sin embargo, hay que reconocer el temple y la constancia de hombres como Juan Madrigal, Alfredo Ulloa, Miguel Saborío y de muchas mujeres que se sumaron a ese esfuerzo como Lucrecia Sancho, Diana Bastos, Ana Coralia Fernández, entre muchos más que iniciaron la gesta y la han continuado hasta el día de hoy.

La importancia de este hecho, ahora histórico, es, ha sido y será el aporte cultural que ha hecho al país y a la ciudad de Alajuela, que adquiere dimensión mundial Gracias a los cuentos y a esa maravillosa experiencia de transmitir vida a través de la palabra. Además, su extensión a otros cantones e incluso provincias demuestra la aceptación y la importancia en el ámbito cultural del país.

Dios quiera que esta hermosa e importante actividad continúe siendo el instrumento de transmisión cultural y en especial de reunión de culturas y de amistad de los pueblos como hasta hoy lo ha sido.

Felicidades a los cuentacuentos del mundo y gracias por hacer de nuestra amada Alajuela la CIUDAD PALABRA.

Las políticas de descarbonización y medioambientales son parte constitutiva de una buena gobernanza

Alberto Salom Echeverría

“Juré solemnemente que mi familia sería siempre lo primero y que la crisis climática sería la máxima prioridad en mi carrera profesional.”

“El ritmo de destrucción ha empeorado y la necesidad urgente de una respuesta se ha hecho aún más acuciante.” (Al Gore. “Una Verdad Incómoda. La crisis planetaria de calentamiento global y cómo afrontarla.” Barcelona, España. Gedisa editorial. Primera edición, 2007)

Unas palabras introductorias

En el año 2007, Albert Gore Jr., mejor conocido como Al Gore, se le concedió el Premio Nobel de la Paz. Fue apenas seis años después de haber ejercido como vicepresidente de Los Estados Unidos, junto a Bill Clinton en calidad de presidente. El período de gobierno de ambos se había prolongado del año 1993 al 2001. La motivación esencial que tuvo el jurado que lo premió con el “Nobel” fue debida a su contribución a la reflexión y acción mundial contra el cambio climático.

En los ocho años que fungió como uno de los dos líderes del gobierno estadounidense Gore, entre otras tareas quedó sumergido en la lucha contra el cambio climático y el calentamiento global, de un modo que, no lo había hecho nunca un dirigente gubernamental de ese nivel en el gobierno federal; ni hasta el momento lo ha repetido ninguno otro, incluyendo a Barak Obama, cuyos aportes y atestados en este campo fueron muy destacados también.

Se inmiscuyó tanto en la tarea, en gran parte auto encomendada, que logró obtener una visualización completa de la magnitud de la crisis climática en la que desde entonces se abatía la humanidad, a causa principalmente de la contaminación provocada por la quema de los hidrocarburos para mover la gran industria contemporánea. En la introducción al libro suyo que hemos citado, “Una Verdad Incómoda”, el exvicepresidente quiso dejar constancia de varios hechos extraordinariamente peligrosos, nos dijo:

1. Hay una verdad incómoda para la especie humana; aunque según la posición que se ocupe en la estructura productiva y social, cada sector posee diversos grados de responsabilidad. Es incómoda, porque como dijera el propio Al Gore: “…los humanos son la causa del calentamiento global actual y que, a menos que actuemos rápidamente, las consecuencias para nuestro hogar planetario podrían ser irreversibles.” (Cfr. Ibidem). Sí, las consecuencias catastróficas podrían ser irreversibles para el planeta en su conjunto y, desde luego para la vida, en todas sus manifestaciones en él; tengamos en cuenta que este aserto fue expresado hace ya 15 años. ¿Hemos logrado revertir el proceso de calentamiento global y sus consecuencias?

2. Los científicos, el mundo en su conjunto ha constatado con abundantes pruebas que, los ciclos de la naturaleza “están cambiando profundamente”; la evidencia la constatamos en carne propia tras los eventos extremos que están ocurriendo ya en la tierra, ya en el agua; también la encontramos en el hielo que se licúa y en la nieve que se derrite, durante las olas de calor y las sequías, en los ojos de los huracanes y en las lágrimas de los refugiados del mundo. (Cfr. Ibid.) En el otro extremo, se presentan, cada vez con mayor frecuencia, temperaturas extremadamente bajas (más allá de lo normal), que convierten extensas zonas del mundo habitadas, en regiones inhóspitas durante los inviernos. La situación es de emergencia planetaria nos espetó también Al Gore, desde aquellos distantes años. ¿hemos logrado revertir el cambio climático?

3. Desde el “Tratado de Kioto” en Japón, año 1997, (hace 25 años, remarco), los líderes mundiales se atrevieron a pasar de un mero diagnóstico del calentamiento global y sus causas, para bosquejar un “Tratado”, cuya meta principal consistió en ´controlar la contaminación que produce el calentamiento global´. ¿Es que acaso estamos tan siquiera cerca de haber alcanzado la meta o, por el contrario, aquellas causas generadoras del calentamiento del clima se han exacerbado?

4. Ahora nos enfrentamos con mayor agudeza que nunca, dijo también el exvicepresidente Gore, a la desaparición de especies enteras de animales y plantas derivado de la acción depredadora de los humanos sobre la Tierra. El fenómeno es equiparable con la extinción masiva de los dinosaurios de la faz de este planeta, se cree que provocado entonces por el impacto colosal de un ‘gigantesco asteroide’ contra el Planeta que habitamos. Es decir, hace 2.200 millones de años el cambio climático y el desastre ecológico provocado que, entre otros desastres acabó con la vida de los dinosaurios, se debió a un fenómeno natural; hoy, el impacto sobre el Planeta proviene de la acción humana que, ha provocado la contaminante carbonización de la economía en todo el mundo y amenaza con extinguir la vida en todas sus manifestaciones.

Las políticas públicas medioambientales y la ‘Gobernanza’

En artículos anteriores, nos hemos referido a lo insoslayable que resulta para cualquier país de la tierra hoy, impulsar una estrategia concertada, integral, y con perspectiva de mediano o largo plazo, para enfrentar los persistentes fenómenos de la desigualdad y la pobreza que tienen en ascuas y envilecida a una gran parte de la población mundial. Los mismos gobiernos donde esto ocurre, carecen de una verdadera ‘Gobernanza’, puesto que nada produce más inestabilidad política e inquietud social que la miseria y las brechas sociales, entre ellas las de género, las de carácter étnico que afectan a minorías discriminadas, así como las brechas digitales y tecnológicas en general entre las naciones y al interior de ellas. Esto, los científicos sociales y politólogos lo han constatado fehacientemente y los organismos internacionales más democráticos, como la CEPAL o el PNUD, lo tienen debidamente documentado. No hay ‘Gobernanza’, sin una atención constante y mediante políticas públicas eficaces y alianzas público-privadas que brinden atención a la desigualdad y la pobreza.

Del mismo modo, no podrá hablarse de ‘Gobernanza’, en el sentido que la hemos definido en estos ensayos, sin incorporar a este concepto, políticas públicas sistemáticas, constantes, participativas, evaluables y relativas a la protección medioambiental. La postergación de la adopción de políticas de desarrollo sostenibles y sustentables con el planeta, con la vida y los ecosistemas, que permitan revertir el calentamiento global y el cambio climático, no hacen sino aproximarnos como humanidad a peores catástrofes que las que hemos visto y padecido; ya que, nos están empobreciendo aun más a todos. Continuar postergando las soluciones, largamente recomendadas por la ciencia, para eliminar la carbonización y la contaminación ambiental es de una irresponsabilidad incomparable con nada. Las consecuencias de la contaminación producen secuelas acumulativas.

De ahí que, nadie, ninguna nación por pequeña e insignificante que parezca, con mayor razón las que son grandes y poderosas, tiene derecho a desentenderse de la contaminación y el calentamiento del clima que hemos provocado con el uso intensivo de los hidrocarburos y otros contaminantes. Fenómenos del clima que hace treinta o cuarenta años, permitían un margen de tiempo a los gobiernos para que pudiesen organizarse y enfrentar o incluso prever los eventos (al menos algunos de ellos) hoy los tenemos encima, golpeándonos continuamente y con efectos devastadores. ¿Quiénes son los más afectados? Como siempre las personas más sufrientes por carecer de recursos económicos, educativos y de salud de calidad; son aquellos mismos que se han visto privados también del acceso a la tecnología y despojados de los bienes inmateriales, pero muy reales de la cultura; en pocas palabras, no son otras que las poblaciones subalternas de la sociedad, las más vulnerables de la tierra. Como dijera Martin Luther King JR: “Estamos ante el hecho, mis amigos, de que el mañana es hoy.”

El tiempo se agotó, la temperatura promedio del planeta ya está 1,2 grados centígrados por encima del nivel promedio de la época preindustrial de mediados del siglo XIX. Nos encontramos preocupantemente cerca de alcanzar como promedio los 1.5 grados centígrados por encima del promedio de la era preindustrial. Límite establecido por los científicos, por encima del cual el clima comenzará a tornarse cada vez más inhóspito. Si no se logra detener el calentamiento de la atmósfera y llegamos a 2 grados centígrados (apenas 0,8 grados centígrados superior a lo que tenemos hoy), la vida se hará insostenible. Debe tenerse presente que, los últimos 8 años han sido los más caliente de la historia moderna de la humanidad.

Por estas razones, repito ahora una frase feliz que le acabo de escuchar al académico MSC. Fernando Mora: “El cambio climático es un tema no solo ambiental, es de desarrollo.” De lo anterior se desprende que, hoy la Gobernanza solo puede prevalecer en aquellos países cuyas políticas públicas estén encausadas a brindar verdadera participación en la toma de decisiones a la sociedad civil; aquellas que logren con eficacia y eficiencia encaminarse a abatir la desigualdad y la pobreza e incorporen al mismo tiempo, medidas apropiadas para descarbonizar la economía sustituyendo cada vez más el uso de hidrocarburos (combustibles fósiles), por energías limpias e introducir políticas ambientales adecuadas para coadyuvar a ralentizar el calentamiento de la atmósfera que hemos causado.

 

Enviado a SURCOS por el autor.