La Fundación Transformación en Tiempos Violentos, Art for Change y el Ministerio de Cultura y Juventud, por medio de la Benemérita Biblioteca Nacional, se complacen en invitarle a la conferencia Tu firma tiene Fuerza Legal: derechos de autor para artistas costarricenses, por el Lic. Esteban López, acompañado por la Lic. Silvia Romero y Ariela Esteban.
La Editorial de la Universidad Estatal a Distancia, ABYAD y el Ministerio de Cultura y Juventud, mediante la Benemérita Biblioteca Nacional se complacen en invitarle al coloquio sobre el libro Arte Costarricense del siglo XX de Carlos Francisco Echeverría y con la participación de Otto Apuy, Marjorie Ross, Alfonso Chase, Paquita Cruz, Carlos Francisco Echeverría y Eugenia Piza López.
La actividad se realizará el martes 29 de julio a las 4:00 p.m. en la Benemérita Biblioteca Nacional. También se transmitirá por el Facebook Biblioteca Nacional Costa Rica https://www.facebook.com/bibliotecanacional.mcj.cr/
Esta nota es una producción del Observatorio de Bienes Comunes de la UCR y del Colectivo Antonio Saldaña, quienes alzan la voz desde los territorios para denunciar cómo los sitios sagrados de los pueblos originarios se han convertido en escenarios de disputa, apropiación y mercantilización. Más que recuerdos estáticos del pasado, estas memorias son bienes comunes vivos que sostienen identidades, vínculos espirituales y formas comunitarias de habitar el mundo.
Según lo planteado en el artículo Sitios de memoria en disputa: cuando el recuerdo se convierte en “botín”, existe una creciente preocupación por la forma en que símbolos, territorios y saberes ancestrales son absorbidos por lógicas de consumo o por proyectos turísticos y estatales que ignoran —e incluso excluyen— a quienes los han custodiado históricamente. Las denuncias no solo se centran en la apropiación material de estos lugares, sino también en la manera en que sus sentidos originales son desplazados o trivializados.
Este testimonio colectivo constituye un llamado a reconocer las memorias indígenas como parte de un tejido vivo, que no puede ser reducido a adorno ni convertido en mercancía. La defensa de estos espacios no es solo una causa simbólica, sino una forma concreta de resistir al despojo, de afirmar la dignidad de los pueblos y de reclamar el derecho a nombrar, recordar y habitar el territorio desde sus propias cosmovisiones.
Desde el Observatorio de Bienes Comunes y el Colectivo Antonio Saldaña se invita a reflexionar y sumarse a la defensa de las memorias como parte de los bienes comunes culturales y espirituales de los pueblos.
Todo ha terminado. Nos dirigimos al aeropuerto Internacional de Caracas para emprender el regreso a casa. Como no puede ser de otra manera, este Festival maravilloso en su edición 19 termina con una magia prodigiosa, una epifanía asombrosa.
Parte de los poetas palestinos cantan tonadas de su país en medio de algarabias y aplausos. Imposible para quien que no los conoce ni los escuchó leer durante días, saber que por medio de la poesía dicen para que el mundo los escuche.
Dicen, cantan, viven.El lenguaje del amor vuelto poesía.
Es una tarde hermosa en el barrio San Agustín. Histórico, resistente, popular.Su origen recrea la identidad afrocaribeña, la pasión por la salsa como himno originario, el color de sus murales y sus gentes.
Huele a barrio. A gasolina de las motocicletas que algunos lugareños reparan.A pocos metros, detrás del teatro de la localidad, una animada contienda de baloncesto certifica que la cotidianidad de los pueblos latinoamericanos se asemeja a una cintura ancha, hermosa, en movimiento. Y con ellos va la poesía.
La querida Esmeralda Torres lanza su homenaje a nuestra, de todos, Amanda Durán: la mujer mantequilla.
¿Where are my children? Se pregunta Esmeralda que a su vez es Amanda que a su vez está en todos nosotros. En el momento justo de decir en su texto algo sobre la lluvia, el petricor apenas anuncia que nos mojaremos con las palabras y lo que ellas predicen “Amanda traviesa”, dice con amor esta inmensa poeta latinoamericana que es Esmeralda.
Y el festival se toma para sí un local donde la historia del grupo Madera está tatuado en las paredes. Y la palabra y la salsa se confunden en una tarde inolvidable.
Inmensa Esmeralda como inmensa la poeta homenajeada en esta edición: Belén Ojeda.
Su sola presencia en todos los espacios basta para comprobar la grandeza de su espíritu, el don de la vida, la permanencia, la profunda y política sencillez. Una poeta así puede darse el lujo de presentarse en cualquier escenario con pequeños origamis que va pasando suavemente entre sus manos hasta formar con ellos un jardín potente de amor por Palestina, los afectos, los lugares de permanencia.
Los palestinos cantan y se va lentamente nuestro hermoso encuentro.Pero el canto inició la noche anterior de forma espontánea en la mesa de la cena: Argentina, Bolivia, México, China.Es que la poesía es eso. El canto a la palabra.
La palabra que brotó en ese lugar de ensueño no más iniciado el Festival.Seis niños y niñas ganadores del Segundo Certamen de la Escuela Nacional de Poesía Juan, se encargaron de decirnos dónde estábamos. En qué lugar preciso del corazón íbamos a guardar para siempre esta hermosa temporada en Caracas y otros hermosos sitios de este gran y combativo país.
La Escuela, el concepto, es solo una excusa.Porque lo que menos tiene es un aire academicista y elitista.Es todo menos canon. Es todo menos formalismo.Es que la poesía no se enseña. Se siente.Y eso es lo que más de 3.000 niños y niñas de toda Venezuela tienen para sí: sentir la poesía a través de la sensibilidad y el gusto por la lectura. Me traigo ese olor a alegría para esparcirlo en mis territorios, acompañar sensibilidades.
Y esa sensibilidad es la que inundó todos los espacios posibles: la lectura inolvidable y aún epidérmica de los poetas palestinos, la gran mañana con las poetas del mundo, el homenaje al maestro Juan Calzadilla, en cuyo nombre la Escuela Nacional de Poesía honra ese patrimonio inmaterial de la palabra.
La permanencia es un acto político y liberador.Se permanece en ese lenguaje que refunda, recrea, transforma.Es ese el pacto primero con el fuego que abraza.Que renueva.Que existe mientras haya una sola persona en el planeta que, al cerrar sus ojos, encuentre poesía y flores en la oscuridad.
A permanecer.Son días de flores. Háganoslas brotar en el poema.
Tres profesionales de la comunicación fueron invitados para participar en las actividades especiales que se desarrollarán durante la Feria Internacional del Libro que arrancó el sábado 19 de julio, en el Centro Nacional de Convenciones en Belén de Heredia.
La primera intervención fue del periodista José Rodolfo Ibarra Bogarín, quien realizó un conversatorio sobre su libro “Solo a mi mamá: Crónica de una tragedia. La actividad fue el domingo 20 de julio.
Este libro, que estará a la venta en el estand C 43 del Colegio de Periodistas y Profesionales en Ciencias de la Comunicación Colectiva (COLPER), es una crónica que relata los hechos vividos por el reportero, tras el cruel y fatídico atentado de La Penca ocurrido el 30 de mayo de 1984. En aquella oportunidad, fallecieron siete personas y alrededor 20 quedaron con heridas severas.
El relato, hecho en primera persona, detalla la experiencia del periodista que, tras sobrevivir de aquel atentado, se enfrenta a la difícil tarea de reconstruir los hechos, mientras lidia con sus propias heridas físicas y emocionales que dejó la explosión en el que vio sufrir y morir a sus colegas y amigos.
La segunda participación será de la periodista y productora audiovisual Marlene Ramírez Berrocal, quien tendrá en el estand del COLPER cinco de sus publicaciones y, en esta ocasión, ella nos leerá y comentará uno de sus relatos relacionados con las luchas, condiciones y situaciones que soportan las mujeres en el territorio nacional. La presentación de Ramírez Berrocal será el sábado 26 de julio a las 11 de la mañana en la sala Alajuela.
La tercera intervención será el domingo 27 de julio, cuando el periodista y escritor Juan Ramón Rojas Porras nos hable de su obra: Libros, autores y Lecturas. Este conversatorio se realizará a las 4 de la tarde en la sala Gabriel García Márquez.
Este libro lo empezó a escribir 10 años atrás como notas sueltas, sin embargo, tomó la decisión de compilarlas y publicarlas bajo el sello de Uruk. Dentro de ellas incluye una entrevista que le hizo al escritor costarricense José León Sánchez y tomó la decisión de incorporarla en el libro cuando se enteró de su muerte. Las publicaciones de Ibarra, Ramírez y Rojas estarán a la venta en el estand C43 que tendrá del COLPER en la citada Feria del Libro.
En este puesto, se aglutinarán 15 profesionales de la comunicación quienes también son escritores y quieren que los asistentes a esta actividad de tanta trascendencia para la cultura de país conozcan sus publicaciones.
Esta población agremiada al COLPER ha incursionado en la escritura de diversos géneros literarios: cuentos, crónicas, novelas, ensayos, relatos cortos, poesías, investigaciones periodísticas, textos académicos…
Habrá novelas policiacas, históricas, textos de denuncia, literatura infantil… de manera que se podrán satisfacer los gustos de los diferentes grupos de edad que asistan a este evento internacional. Si asiste a la Feria del libro no deje de visitar este puesto de profesionales de la comunicación.
En el año 2000, luego de más de tres años de trabajo académico arduo, partiendo del principio que siempre he defendido, según el cual los estudiosos centroamericanos somos especialmente llamados a conocer lo nuestro, con ideas propias, desde este aquí, Seidy Araya y yo, ambas filólogas con especialidad en literatura, concluimos nuestra investigación sobre la literatura indígena precolombina del pasado y del presente de América Central. El producto fue un libro de titulado Literaturas indígenas de Centroamérica, editado por la Universidad Nacional ese año, en primera edición, y el año 2002, en segunda edición. Se agotaron rápidamente.
Al leer El infinito en un junco, en una primera lectura, me gustó mucho, dicho con la sinceridad que acostumbro. Estaba entendiendo que se trataba de un texto de divulgación, con una narrativa elegida para llamar lectores que necesitan empatía personal con el autor y, por tanto, sin pretensión especializada. No obstante, tuve el mal sabor del olvido que ese libro hace de la producción letrada de las altas civilizaciones que habitaron entre nosotros, en la Mesoamérica que tenía, en 1492, un centro urbano suntuoso de cerca de 600.000 mil habitantes, Tenochtitlan, en México, mientras Madrid era solo una ciudad de escasas 10.000 personas. Por supuesto, no podía yo aspirar a que su autora conociera el libro que tantos desvelos nos había traído a Seidy y a mí, también entonces madres con niños todavía de cuido, investigando como decimos aquí, con las uñas, porque de nuestro salario salía el pago de los recursos bibliográficos que no encontrábamos en las bibliotecas, así como el de las fotocopias y desplazamientos para localizar la información. Hicimos el trabajo con modestos recursos, lo que no desmotivó nuestra gran dedicación y entrega. El libro fue muy bien recibido, aunque su órbita de alcance limitado, como sucede todavía hoy con los libros que se producen en esta región. Así que era esperable que una intelectual española del siglo XXI nunca hubiera sabido de la existencia de nuestro libro. Sin embargo, sí me sorprendió, y mucho, que no mencionara la gran producción bibliográfica sobre la escritura y los libros del México antiguo, así como sobre la civilización maya, que abarcó parte de México y el norte de Centroamérica. No parecía haber leído, por ejemplo, a los autores coloniales, Bartolomé de las Casas, Bernal Díaz del Castillo, Diego de Landa, Bernardino de Sahagún, Gonzalo Fernández de Oviedo y Francisco Antonio Fuentes y Guzmán; ni a los especialistas del siglo pasado, ineludibles: Ángel María Garibay, Miguel León Portilla, Celso Lara Figueroa y Miguel Ángel Asturias, entre otros muchos, así como la numerosa bibliografía en torno al Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas.
Ante este escenario, recomendé el libro de Vallejo, pero con advertencias y explicaciones, de modo que las mentes lectoras no fueran a extrañarse y luego me hicieran reclamos, que yo encontraría muy justificados. Me queda la inquietud, que seguramente no podré satisfacer, sobre la razón de ese inmenso vacío, siendo nosotros iberoamericanos y habiendo aportado al devenir de España un grandioso acervo cultural. Tendría que ir a buscar a la famosa autora y preguntarle, con el riesgo de la foto. Así que me conformaré con algunas hipótesis, que puedo compartir en otro momento, si hubiera alguien interesado, con inmunidad frente a los deslumbramientos, pero también capaz de reconocer el logro ajeno.
El próximo 23 de julio a las 6:00 p.m., el Cine Magaly será sede de una función gratuita y abierta al público del documental “From Ground Zero. Stories from Gaza” (Desde la Zona Cero. Historias desde Gaza), dirigida por el palestino Rashid Masharawi y compuesta por 22 cortometrajes creados por cineastas de Gaza. La actividad es organizada por el Colectivo de Comunicadores y Artistas por Gaza y representa un esfuerzo por visibilizar la realidad palestina desde una mirada humana.
El filme, producido por Watermelon Pictures, ha sido reconocido internacionalmente y fue preseleccionado como Mejor Película Internacional por Palestina para los Premios Óscar en su edición número 97. También ha formado parte de importantes festivales de cine como Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF), el Festival de Cine Urbanworld y el Festival de Cine de Turín (TFF).
El programa Alternativas 1201, iniciativa del Colectivo Reflexión-Acción, invita al público a su panel “Filosofía, literatura y juventud”, que se realizará el viernes 18 de julio de 2025, a las 18:00 horas (UTC -6).
En el espacio participarán:
Ana Liz Rojas, bibliotecóloga del MCJ y docente de la UNED.
Antony Cordero Valverde, bachiller en Filosofía con énfasis en Artes y Letras (UNA), académico e investigador.
Kattia Arroyo Guerra, profesora de Filosofía.
José Torres Calderón, estudiante de Enseñanza de la Filosofía.
Luis Ángel Salazar Oses, profesor jubilado de Filosofía y Educación (UCR-UNED).
La actividad podrá seguirse en directo por Facebook Live, YouTube y Spotify. Además, será retransmitida por Radio Guanacaste 106.1 FM, Radio Soberanía y Radio Revolución.
El panel forma parte de la propuesta “Pensar libremente para construir un país y un mundo integralmente mejores”, que promueve el programa Alternativas.
El Ministerio de Cultura y Juventud, mediante la Benemérita Biblioteca Nacional se complace en invitarle a la presentación del libro Huidas y despedidas inoportunas de Katica Chinchilla
La actividad se realizará el jueves 24 de julio a las 3:00 p.m. en la Benemérita Biblioteca Nacional. También se transmitirá por el Facebook Biblioteca Nacional Costa Rica https://www.facebook.com/bibliotecanacional.mcj.cr/
Nos dirigimos en un taxi hacia la comuna 13 en Medellín. Somos tres personas en apariencia de orígenes distantes, pero con el alma común de la palabra. Viajamos Huu Viett, de Vietnam, Lorca Sibeity, del Líbano y este poeta proveniente de una pequeña ciudad costarricense llamada Heredia.
Es un día soleado.
Lorca acompaña al chofer y canta en árabe para ponerle banda sonora a una conversación sobre quiénes somos. Resulta que los tres comunicamos: Viett es periodista en un medio escrito en Hanói, Lorca es presentadora en un programa de televisión matutino en Beirut y yo cumplo en unas semanas cinco años de producir un espacio en Streaming sobre arte y cultura latinoamericana y caribeña, además de escribir en columnas como estas durante mucho tiempo.
Los tres somos académicos de base. Esto es importante de recordar para aquella gente que acostumbra a deslindar el arte de la formación y preparación. Yo estoy claro que mi ejercicio como sociólogo e investigador en temas de movilidad humana ha recibido una contribución enorme del arte y viceversa. Esa para mí es la verdadera interdisciplinariedad.
A los tres también nos une el ritual de la palabra. Por eso estamos en Medellín, que no es poca cosa. Nos convoca una invitación que nunca olvidaremos y que estoy seguro cambiará nuestras vidas para siempre.
Lorca sigue cantando una hermosa canción en árabe. Viett percute la cámara de su celular para captar las impresiones que nos va dejando el camino hacia comuna 13.
Es este un sitio ritual que trasmutó el dolor a través del arte. La historia de este espacio comunitario de alrededor de 250.000 habitantes tiene un antes y un después en el que violencia, conflicto y desplazamiento dieron paso a expresión, memoria y resistencia.
Llegamos al punto de reunión junto a los demás compañeros escritores y escritoras de diversas partes del mundo. Nos espera Catalina, artista local, rapera y gestora cultural que nos guiará en la travesía. Ella misma, su cuerpo, está marcada por el dolor al haber perdido familiares en la epoca en la que la Comuna 13 era escenario habitual de la violencia que hizo de Medellín una referencia mundial, pero de forma negativa.
Ahora canta y usa el arte como medio para ver la vida de otra manera. Canta como Lorca, dice como ella tantas cosas a través de la musicalidad de su voz.
Pienso en ello mientras recorro ese sitio junto con Lorca, Viett y el resto de los compañeros en la palabra, que fuimos convocados aquí para compartir nuestros afectos, nuestras visiones de mundo, pero sobre todo para certificar la emergencia de la vida liberada del hierro, consigna que durante ocho días resignificó la palabra en todo Medellín.
El 35 Festival de Poesía celebrado en esta ciudad, tuvo en esta ocasión algunos datos históricos: más de 60 poetas de todo el mundo visitamos comunidades, centros educativos, espacios culturales, lugares históricos. Hubo espacio para la poesía dicha por mujeres jóvenes, por poetas palestinos, por poetas africanos, asiáticos y americanos.
Otro hito que quedará grabado en la memoria de este Festival es que por primera vez la televisión nacional colombiana en la figura del Sistema de Medios Públicos emitió más de 30 horas de actividades llegando a cerca de 600.000 hogares colombianos. Este hecho histórico tuvo como resultado que la Colombia profunda, rural y campesina, por ejemplo, tuviera acceso a las distintas formas de ritualización de la palabra.
Esto fue completado con dos anuncios hechos durante la clausura del Festival: la apertura de un programa radial permanente sobre poesía y la instauración del Premio Nacional de Poesía RTVC en una señal más que dice que cuando los medios se lo proponen pueden ser aliados de la cultura.
Es este un festival de ensueño. Pero no solo por la estética que lo dice todo. Por el fuego de la palabra, que lo alumbra todo. Por la tradición que acompaña ya primeras, segundas y terceras generaciones de familias asistentes, que lo significan todo.
No. No es solo por eso.
Es que permite la militancia viva a través del arte y la expresión. Solo así es posible entender lo sucedido en un panel donde se habló de la importancia de la poesía para La Paz del mundo.
Allí escuché el testimonio del poeta colombiano Duvan Carvajal sobre el conflicto en su país, que le arrancó a su familia y cambió su vida para siempre, así como las dolorosas palabras de Murad Sudani, Director de la Unión de Poetas Palestinos, sobre la vida hecha escombros en su Palestina natal, que ha obligado en los últimos tiempos a más de 7.000.000 millones de compatriotas a vivir la dureza del exilio, que ha cobrado la vida de más de 50 escritores y 200 periodistas , que ha desaparecido cerca de 20.000 personas.
Es que no son datos fríos.
La cacería humana sobre Gaza se ha cobrado la vida de más de 60.000 personas y mientras tanto el resto de la humanidad vuelve a ver para otro sitio. Por ello, la poesía es útil como instrumento, como forma de apalabrar lo que no se puede decir más en el mundo habitual de las ideas y las racionalidades teóricas de cafetín y protocolo.
Es una tarde cálida en Medellín.
El teatro al aire Libre Carlos Vieco en el Cerro Nutibara es testigo del cierre de este hermoso festival. Es imposible no sentir un nudo en la garganta al observar más de 2.000 personas escuchar poesía una vez más en devoción y gratitud. Los agradecidos somos nosotros, poetas del mundo, por ser testigos de una historia que se sigue escribiendo.
Lorca se despide con su canto y los poetas árabes cierran con ternura y esperanza por una pronta liberación de Palestina. Yo aún no salgo de mi asombro. Con flores en mano, algo en mí ha sido tocado.
Algo hermoso. Significativo.
Para siempre.
Comuna 13Comuna 13Clausura del 35 Festival Internacional de Poesía de Medellín.Clausura del 35 Festival Internacional de Poesía de Medellín.