Denigrar y fomentar odio… y lo criminal

Luis Paulino Vargas Solís

Esta semana el presidente Alvarado se reunió con algunos grupos de estudiantes en casa presidencial. En uno de estos grupos -del liceo Rodrigo Facio- iba un jovencito, muy blanquito él, de pelo castaño. En algún momento él, y otras muchachas y muchachos, tomaron la palabra y expresaron sus ideas ante la prensa.

Al menos hasta donde pude escuchar, quienes hablaron, chicas y chicos, lo hicieron con gran propiedad y aplomo. Pero el que ha captado gran interés en las redes es precisamente ese jovencito al que hago mención. La razón de ello -que pareciera ser un horrible pecado- es que se presume que él es gay.

Esas publicaciones, que me han llegado por vías diversas, denigran al muchacho, al punto que su sola presencia en las reuniones con el presidente, es invocada como razón suficiente para quitar toda validez a esas reuniones y convertirlas en una “farsa”.

Creo que esto ilustra muy bien ese odio, espeso e irracional, que envenena a ciertos sectores. Pero, perdonen, en este caso es mucho peor. Porque agredir y acosar de esa forma a un muchacho tan joven es realmente criminal.

Enviado a SURCOS por el autor; publicado también en su página de Facebook.