EL CUENTO DE LA RANITA EN LA OLLA CALIENTE

Manuel Hernández

¿Cuál democracia?
Todavía algunos siguen creyendo que disfrutamos de un sistema robusto de libertades públicas.
La democracia hace rato que la derrumbaron.
Recuerdan la metáfora del cuento de Olivier Clerc.
Una ranita que la metieron en una olla con agua tibia, que estaba muy cómoda en su charca, cuya temperatura empezó a aumentar hasta que ya no pudo saltar y quedó totalmente rostizada.
Pues, por contrario a esta fabula, aquí, desde 2018, nos ensartaron, como decimos, de una, en la olla hirviendo, que cada vez le metieron más fuerza al fuego, y no reaccionamos o saltamos cuando teníamos que hacerlo resueltamente.
¿Nos falló el instinto de conservación o salvación?
Nos disciplinaron fácilmente, desde el puro principio de la orgía en la olla caliente y se trajeron, de un solo tajo, al suelo la democracia
Así, rostizaron, sin despeinarse, las libertades democráticas.
La pregunta que corresponde hacernos, como dicen Levitsky y Ziblatt, es la siguiente:
“Realmente es tan fácil borrar del mapa las instituciones democráticas?” (Cómo mueren las democracias, pág. 116).
Por cierto, el menú de la foto está exquisito para la cena de hoy.
Por si alguno tiene interés:
El restaurante principal está en Alto de Cuesta de Moras, con una Sucursal en Zapote y otra en Calle Morenos, muy cerca de la Iglesia del Perpetuo Martirio de la Constitución.
Los chef son carniceros certificados.
Delikatessen!