El Fracaso de la Conciencia Ciudadana

Macv Chávez

Más de un sinfín de veces nos pasamos la vida arrepintiéndonos o lamentándonos de la realidad sociopolítica que enfrenta el país, pero siempre actuamos como una Verónica Pilatos que sufre el destino de su señor mientras nos lavamos las manos, luego de haber sido un Sabina frente a su Magdalena, invitándole los tragos de la publicidad para su campaña, mientras deseábamos que llegase al poder para hacernos de las cosas que sus hamelinas palabras nos hacían soñar con que iban a ser nuestras, como pueblo y como persona, solo porque no sabemos realmente –y es más, ni siquiera tenemos la menor idea de– quién es, qué hace, qué piensa, qué siente, qué quiere y demás acciones humanas que nos llevan a conocer a una persona de forma natural, a través de una relación social, y de ese modo confiamos en ese candidato dándole el voto para que cumpla con su palabra, solo porque creemos en ella; puesto que a través de ella, del floro barato y del dizque compartir, la gente está acostumbrada a darse para conocerse con otra persona, sin caer en cuenta de que es necesario e indispensable para conocer y darse a conocer que las palabras sean acciones y las acciones sean la consecuencia de las palabras, donde ese dúo honorable gira en el eje racional de las elecciones entre el bien y lo mejor, aún a riesgo del silencio y la soledad a la que nos conduce una vida recta en tiempos tan retorcidos, pero merece la pena pasar por ese aislamiento, porque son en estos tiempos, los tiempos del fracaso de la humanidad, donde la deshumanización del hombre se hace más evidente, puesto que el ser humano es incapaz de razonar a pesar de tener al alcance de sus manos la información necesaria para despertar las neuronas, sencillamente porque es un vago del pensamiento, vamos, un animal domesticado que solo obedece las reglas y normas que su amo u opresor le impuso a través de las leyes y normas dominantes, donde prácticamente le indican que tiene que votar sí o sí por alguien, porque si no lo hace no es ciudadano, no es patriota, porque si vota en nulo o en blanco –este último igual les conviene a los políticos, pero es válida opción– estará favoreciendo al delincuente que va en delantera electoral, vamos un engaña muchachos que el pueblo se lo traga bajo el concepto de un código ético ciudadano, vamos, una falsa moral, que ni se dan cuenta que practica, porque quien es libre de ser es libre de elegir, por ende, si los demás no respetan su pensamiento, entonces, comprende que los otros son los que están jodidos, porque quieren encasillar a uno en lo que piensa o hace la mayoría, y ya sabemos que la realidad nos indica que la mayoría es bastante peligrosa, porque penosamente es una bomba de tiempo por su alto nivel de ignorancia y mediocridad.

Entonces, si tan solo nos detenemos un momento a pensar en la realidad sociopolítica a la que nos enfrentamos en los últimos tiempos vamos a comprender que todo eso se debe a que no hemos aprendido nada en las temporadas electorales, ni en los gobiernos anteriores, porque en esos tiempos es donde uno puede conocer mejor al político sin filosofía de vida, ni vida ética, porque simplemente son ratas de alcantarillas, aquellas que salen cuando el pueblo duerme para saquearnos la casa, sobre todo cuando todo está al alcance de sus manos, siendo este momento un fiel reflejo de la evolución del pensamiento de un pueblo o nación, porque es ahí donde los políticos nos muestran con descaro su ser cínico y tirano sin que nos demos cuenta, y todo porque no sabemos ver más allá de nuestros ojos, puesto que nos dejamos guiar por los grandes discursos de las pajas mentales, sí, pajas mentales, porque penosamente solo a ello ha llegado la humanidad en la evolución del pensamiento, puesto que es incapaz de razonar por sí misma, salvo que el cuerpo le exija un poco de satisfacción personal, y por eso los negocios rentables en las sociedades están ligados al hurto, la mentira y el placer, sino miremos cuántos quieren ser políticos para robar al pueblo.

Pero, ¿cómo es posible darnos cuenta de este gran herror que cometemos los ciudadanos en temporadas electorales? En primer lugar, aceptando que somos el fracaso de la conciencia ciudadana, en segundo lugar que ello es un gravísimo herror con h, puesto que es horroroso que sigamos en la orientación hacia una vida oprimida por el ladrón o delincuente de la nación, vamos, del más pendejo, solo porque estamos incapacitados para razonar o acostumbrados a ser esclavos, cosa que no es solo culpa de uno, porque también es la de papá, mamá, familia, amigos, escuela, sociedad, gobierno, que nos mal forman, porque todos en conjunto contribuyen al ser que se es hasta el final de tu adolescencia, así que si todavía eres un adolescente y no eres capaz de razonar, pues no te sientas mal, porque es normal a tu edad ser un borrego más, pero si no, si no eres un adolescente, mejor coge lápiz y papel y de inmediato ponte a hacer runa evaluación personal para ver si eres un animal domesticado o un ciudadano consciente, porque si luego de tu adolescencia sigues siendo un ser irracional o incapaz de pensar por ti mismo es cosa de tu miserable y paupérrima existencia, a la que podría catalogar con absoluta libertad y autoridad de animal racional o animal domesticado, puesto que solo eres un animal domesticado bajo el concepto de civilizado, mismo perro cuando le celebran su cumpleaños, porque ya no eres un niño de cinco a diecisiete años, aunque personalmente yo diría de cinco a quince, que necesita la sobreprotección de los otros para valerse, porque aquí ya eres una persona adulta y, por ende, –según el estado o las normas ciudadanas reinantes– ya eres dueño de tu propia vida, por lo tanto, dueño de tus pensamientos y actos, y por tal razón, es que ya puedes ir preso si cometes algún delito acorde a los castigos para los oprimidos o simplemente ser esclavo del sistema de vida de los que menos tienen con un trabajo, porque ya tienes edad para producir alimento por tu propia cuenta y no por el sacrificio de tus padres; y por esta razón es que no puedes justificarte luego de los diecisiete con esa penosa incapacidad de razonar, porque ya tienes la consideración social para ser libre y ya sirves a las nobles causas de los políticos delincuentes u honorables, es decir, a los que saquean el país con tu venia y aprobación o a los que la conducen con honor y gloria a la dignidad del hombre, cosa que es digno de admirar en el ser humano.

Una vez que hayas aceptado el horror de tus elecciones en base a tu pensamiento de animal domesticado podrás pasar a hacer un pequeño y sencillo análisis ético con filosofía de vida o ya si quieres también puedes decir con filosofía política, porque finalmente toda vida filosófica apunta a algo bastante sencillo y esencial que los endiosados intentan complicar, o sea: a razonar, es decir, a buscar más allá de lo evidente, a salirse de los libros de autoayuda para introducirse en el maravilloso mundo de las dudas, preguntas y cuestionamientos: ¿Y cómo puedo saber que un político va a traicionar o robar al pueblo? Fácil y sencillo: Solo hay que mirar cuáles son los cimientos del partido político por el que postula, y si las bases o cabezas están podridas o infectadas de corrupción y dudas éticas y morales, pues, no hay más que averiguar, ya se sabe cómo crecerá ese árbol y qué frutos va a darnos, pero sí no, pues simplemente podridos. Pero, ¿y si el partido político es de estreno?  Entonces hay que empezar a ver cuál es su historial personal y familiar, sobre todo su círculo más cercano, así como sus vínculos laborales o empresariales, para tener una noción de su capacidad de adquisición y poder contrastar con toda la inversión que hace en una campaña política, donde te dirá que para él la humanidad tiene menos valor que sus ambiciosos deseos, puesto que desde ya te está diciendo malgastaré el dinero del pueblo en la gestión pública, porque penosamente la publicidad no construye nada, ni escuelas, hospitales, carreteras, puestos de trabajos, entre otros, o sea, en pocas palabras no genera desarrollo socioeconómico en los que menos tienen, aunque muchas veces son los que más invierten, puesto que muchas veces esos que menos tienen están ahí divagando por las calles con carteles políticos publicitarios, esperando contar con un puesto de trabajo, dizque digno, cuando el delincuente político alcance el poder; logrando convertirse de esta manera en cómplice de todo el saqueo que realizan los políticos a la nación sin siquiera darle de comer a sus bolsillos.

Luego de ello recién podemos pasar a revisar los planes o propuestas de gobierno de los pocos que nos pueden quedar como opción política, aunque en estos tiempos es difícil encontrar a un político honorable, así que es posible que ni siquiera tengamos la necesidad de revisar el plan o propuesta de gobierno, logrando de este modo ahorrarnos un valioso tiempo al descartar rápidamente a las mafias políticas de nuestra intención de voto. Caso contrario podrías descartar a los tiranos y desesperados del poder solo viendo si prima en sus propuestas o planes de gobierno las modas socioculturales o las necesidades básicas y esenciales para una vida digna, porque si es lo primero sabes que está ansioso por llegar al poder, es decir, que no tiene un pensamiento o una identidad firme, clara, honorable, y, por ende, será capaz de cualquier cosa una vez que esté en el poder, motivo por el cual no podríamos votar por ese político, porque simplemente llegaría al poder para hacer lo que ya nos dice con sus acciones desde su postulación. Si, por contrario, es un tipo que no anda con medias tintas, bastante mesurado en sus acciones, desde el malgasto del dinero en afiches publicitarios, con ideas firmes y centradas en la dignidad del hombre (varón, mujer y todas las demás opciones), y encima no se rodea de ratas de alcantarillas, pienso que al menos merece una oportunidad de gobernar, pero no sin dejar de estar atentos a sus acciones, porque ya es tiempo de protestar contra los nuevos emperadores o reyes de las naciones, esos vagos que no hacen nada, nada más que esclavizar y engatusar al pueblo para que vivan sin derramar el sudor de su frente, y todo para disfrutar y comer los mayores placeres de la vida superficial.

Entonces, esta son las razones que me llevan a pensar que la mejor forma de hacer frente a toda esta bazofia politiquera que nos reina y gobierna son las urnas, mostrando esa desazón que tenemos frente a sus acciones delincuenciales con el rechazo de nuestro voto, porque si la mayoría ciudadana brinda un rotundo NO a un próximo gobierno cambiaríamos la historia política del país, puesto que para las próximas elecciones los políticos tendrían más cuidado en sus intenciones y en sus cuadros que presentan, y, por tanto, entrarían o postularían con miedo al pueblo, porque tienen ya a un pueblo consciente y no dormido, con ese grito de protesta silenciosa que son las votaciones, porque es imposible que los políticos puedan tapar el rechazo de toda o la mayoría de una nación, ya que las bocas de urnas se encargaría de difundir el descontento nacional, y por ende, la gente estaría atenta, atenta para ver si su voto de rechazo fue pirateado o no, así que, por más que intenten sembrar la gran estada de las elecciones, la verdad saldría a la luz, porque es evidente que la gente empezaría a salir a protestar, primero por redes sociales, luego en las calles, porque se enteraría de que la mayoría dijo NO a todo ladrón en el poder, y así, siempre nos quedarían las calles para defender nuestra libertad; y entonces será aquí, en las urnas, donde acabaremos con los políticos de manera pacífica; y si no… en las calles; y aquí será donde la policía deberá aprender a romper sus cadenas de esclavo para recordar que no es el político el que le paga por trabajar, sino el que lo esclaviza, porque es evidente que es el pueblo el que le paga con los impuestos, así que la policía pertenece al pueblo, y es más, no solo le pertenece porque el pueblo le paga, sino porque también la policía es el pueblo, forma parte de él, por más que muchas veces intenta ser parte de los opresores, negándose a ser pueblo, ese pueblo al que roba y engaña escudándose inconscientemente bajo frase célebre de los delincuentes estatales: “ladrón que roba a ladrón, tiene cien años de perdón”, porque según ellos roban al gobierno, solo porque son incapaces de ver que a quien roban es al pueblo, incluyendo a su familia e hijos que compra y vende, producen y piensan, entre otras acciones humanas que generan dinero para el gobierno, puesto que todos de alguna forma pagan impuestos, y es de esos impuestos de dónde salen todos esos sueldos dignos que tanto reclaman los funcionarios públicos, desde los administrativos hasta los policías y los políticos, aunque  hay sueldos que no permiten sentirse dignamente, y esto sucede porque simplemente el pueblo también aprendió a aplicar el eslogan que usan para justificar sus fechorías: “ladrón que roba a ladrón, tiene cien años de perdón”, y por eso evaden impuestos, algunos para dizque vivir mejor, otros simplemente para hacer más cosas de lo que hace el gobierno. Y así giramos en círculos viciosos que debemos cambiar para mejorar como sociedad, para llevar la dignidad a su nivel real, a su nivel de conciencia, para que mi vida no sea digna porque yo así lo creo, sino porque puedo dejar de hacer lo que hago y vivir dignamente, como cualquier otra persona, sin problema ni necesidad de sufrir o hacer sufrir al otro. Y por eso, debemos tener conciencia que nuestro voto no puede seguir siendo el fracaso de nuestra ciudadanía, sino la muestra clara de que hemos aprendido a ser personas y no animales domésticos, porque solo con nuestras acciones podemos cambiar la historia de nuestra ignorancia, mediocridad y corrupción nacional, vicios sociales que nos conduce a ser pueblos subdesarrollados o subnormales, porque todavía somos comunidades cavernícolas, porque somos mendigos sentados en bancos de oro, ya que aún somos bestias salvajes que lo destruyen todo, bestias que no se dan cuenta que se matan unos a otros inútilmente, solo porque así lo ordena el amo, aquel que está en su pedestal de poder, disfrutando de todo, mientras que los ignorantes y mediocres quieren volverse sabios siendo parlantes de las voces opresoras que no tienen ni la menor idea de qué es ser persona, de qué es vivir en sociedad, en comunidad, en servicio.

Y por eso, al ver que hasta aquí la gente empezará a rasgarse las vestiduras y a molestarse con uno, porque les dije irracionales, incapaces de pensar o razonar, borregos, animales domésticos, esclavos, entre otras cosas, en vez de ponerse a reflexionar si es parte de la miseria o pauperrimidad humana para cambiar o mejorar juntos la sociedad, pienso que lo mejor que puedo hacer ahora es decir que, si seguimos en la misma forma de elección sociopolítica, la humanidad está condenada al carajo, es decir, a la autodestrucción, y, por ende, sería bueno que empiecen a lanzarse todas las bombas nucleares a nivel mundial, de un solo tiro, todas al mismo tiempo, para que así la naturaleza pueda gozar de su belleza sin que exista la humanidad que siempre lo jode todo, simplemente porque no aprende a vivir ni a trascender, queriendo apoderarse de todo aún a riesgo de su propia muerte, gracias a que todavía es una bestia salvaje que cree razonar endiosándose hasta sobrepasar a la naturaleza, sin siquiera saber quién es ni dónde radica la belleza de ser
persona.

Pucallpa, 02 de septiembre de 2022 a las 00:50 horas