Salim Lamrani
Université de la Réunion
Resumen: Uno de los grandes logros cubanos en materia de educación y cooperación internacional es el programa de alfabetización “Yo, sí puedo”. Creado en 2001 en el Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (IPLAC) del Ministerio cubano de Educación, con el objetivo de aportar una respuesta a este problema en el continente y en el mundo, este método se ha aplicado con éxito en treinta países de América Latina, África, Asia, Oceanía y Europa Occidental y ha permitido alfabetizar a más de 10 millones de adultos en nueve idiomas.
Introducción
Con el advenimiento de la Revolución en 1959, el Gobierno de Fidel Castro hizo de la educación una prioridad nacional con el lanzamiento en 1961 de una amplia campaña de alfabetización en el país, haciendo de Cuba el primer país del continente latinoamericano en erradicar el analfabetismo.[1]La Habana erigió la educación en competencia exclusiva del Estado, nacionalizó todas las instituciones privadas y creó un sistema universal, público y gratuito para todas las fases de la enseñanza, del preescolar a la universidad, con notables resultados. Según el Banco Mundial, Cuba es el único país de América Latina y el Caribe en disponer de un sistema educativo de “alta calidad”.[2]La educación constituye la parte más importante del presupuesto nacional con el 12,8% del PIB.[3]A título de comparación, la educación representa el 6,6% del PIB de Francia.[4]
A partir de los años 1960, Cuba también ha desarrollado una política de estrecha cooperación con los países del Tercer Mundo, principalmente en los campos de la salud y la educación. Haciendo de la solidaridad con los pueblos del Sur un pilar de su política exterior, la isla acoge gratuitamente en su territorio a estudiantes extranjeros y exporta a sus médicos y a sus profesores a África, América Latina y Asia. Esta diplomacia humanitaria ha permitido a La Habana convertirse en una potencia médica y educacional y conseguir un reconocimiento planetario, particularmente en el seno de las organizaciones internacionales.[5]
Uno de los grandes logros cubanos en materia de educación y cooperación internacional es el programa de alfabetización “Yo, sí puedo”. Nació en 2001 en el Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (IPLAC) del Ministerio cubano de Educación, con el objetivo de brindar una respuesta a la problemática del analfabetismo en el continente y en el mundo. Basado en el método innovador que consiste en asociar los números con las letras del abecedario, este programa se ha aplicado con éxito en treinta países de América Latina, África, Asia, Oceanía y Europa occidental y ha permitido alfabetizar a más de 10 millones de adultos en nueve idiomas.[6]
Artículo completo: https://journals.openedition.org/etudescaribeennes/25061
[1]Felipe de Jesús Pérez Cruz, «La Campaña Nacional de Alfabetización en Cuba», Varona, Universidad Pedagógica Enrique José Varona, n°53, junio-diciembre de 2011, p.10-23. https://www.redalyc.
[2]Barbara Bruns & Javier Luque, Profesores excelentes. Cómo mejorar el aprendizaje en América Latina y el Caribe, Banco Mundial, 2014, p. 2. https://www.bancomundial.
[3]Banco Mundial, «Gasto público en educación, total (% del PIB) – Cuba », 2010. https://datos.
[4]Ministère de l’Éducation nationale, de la jeunesse et des sports, «Le budget et les finances du système éducatif », 2021. https://www.education.
[5]Salim Lamrani, «Le système de santé à Cuba : origines, doctrine, résultats», Etudes caribéennes, número especial 7, julio de 2021. https://journals.
Imagen ilustrativa.