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Valoremos nuestra vida y nuestro ambiente

José Luis Pacheco Murillo

Algunas ciudades de Turquía y Siria quedaron devastadas debido a terremotos ocurridos en días pasados. Muy lamentable el número de fallecidos y desde luego el número de heridos, algunos de los cuales, dadas las circunstancias, también fallecerán.

El asunto es qué podemos aprender de semejante catástrofe. Somos un país y una región sumamente propensa a los sismos y por ende a los terremotos.

Para muchos seguir el proceso para obtener permisos de construcción y tener que pagar para obtenerlos, resulta molesto y toman la decisión de no hacerlo y construir a como pudieran. Esas son las circunstancias que después provocan este tipo de tragedias. Temblores que se vuelven terremotos y terremotos que se convierten en tragedia.

Turquía y Siria hoy viven una tragedia y el mundo debería de solidarizarse con ellos. Ya lo hemos hecho, pero aún falta mayores estrategias para que puedan salir adelante.

Desgraciadamente para algunos, el apoyo es suministrar más armas y tanques de guerra para exterminar gente y destruir ciudades.

Estamos propensos a sufrir desastres naturales. Hoy son Siria y Turquía con esos terremotos, Chile con los incendios forestales como ya ha sucedido en Los Ángeles. Hay derrumbes y lavados, el invierno cruel cobrando vidas.

Valoremos nuestra vida y nuestro ambiente. Cuidémoslo y así nos cuidamos nosotros mismos, además de hacer lo necesario para dejarles un mejor mundo a los que vienen detrás.

Dios quiera que todos los países que hoy sufren esas consecuencias puedan salir adelante lo más pronto posible con la ayuda humanitaria de los otros países.

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