“El psicópata” con poder

Martín Rodríguez E.

Desde hace varios años, sobre todo desde 1986, luego de que varios sujetos llegaran al cargo de máximo poder en Costa Rica, todos de derecha y hasta ultraderecha neoliberal, utilizando para ello la desesperanza de un pueblo sometido a las políticas de empobrecimiento y corrupción que, desde el FMI, el BM, la OCDE (más recientemente) han impulsado.

Luego de décadas de gobiernos que han aniquilado miles de microempresas, despojado a campesinos de sus tierras y productores nacionales que han tenido que cerrar, que han sido desposeídos de sus negocios, sea por el ingreso de transnacionales, por la aprobación del TLC y por falta de políticas de apoyo.

Entonces, me pregunté, ¿Qué tipo de enfermedad mental sufren estos tipos liberales?, aparte claro, de que son los verdugos de un sistema capitalista que todo lo destruye. Pues bien, me he dado a la tarea de leer y releer, escuchar y ver, además de consultar a profesionales de la salud mental sobre los diferentes tipos de sintomatología psicológica. Me interesó el caso del PSICÓPATA, y me di cuenta de varias cosas muy interesantes. Veamos.

Un psicópata no es un enfermo mental, es decir, un sicópata, no es un sicótico, no es un esquizofrénico, no es un maníaco depresivo o no padece de trastorno bipolar, ni siquiera es un neurótico, o sea, no es una persona hipersensible que desarrolle fobias o temores.

Pero, además, dicen los profesionales que, “no es una persona que tenga una gran inestabilidad   frente a los problemas y no es una persona que tenga o sufra de trastornos compulsivos.”

Entonces, ¿Qué es un psicópata?, dicen los profesionales que el psicópata es una “configuración especial de la personalidad”, es un modo que se caracteriza por dos notas dominantes, una, desde el punto de vista de las relaciones, o de lo que son las relaciones interpersonales, una persona que se siente superior a los demás, que se siente legitimado para tomar ventaja, aunque sea ilegítima, sobre los otros y que tiene una gran capacidad para mentir y manipular.

Es decir, una persona que en el ámbito interpersonal es un narcisista, se cree con derecho “de ser el dueño del pastel, él tiene todo el pastel y decide darle migajas a los demás, según su propia conveniencia”. Además, se cree muy bueno engañando y manipulando para que le den lo que él quiere, esa es uno de los rasgos de personalidad del psicópata.

El segundo rasgo en un sicópata es en el ámbito afectivo, quizás, la más conocida del psicópata. Es una persona con emociones superficiales, suelen ser personas que tienen “una capacidad de resonancia emocional muy limitada que se manifiesta sobre todo en una incapacidad muy grande para ponerse en el lugar de la otra persona desde el punto de vista emocional”, mientras cualquier persona empática se siente triste porque se siente afectada por lo que le ocurre a otra persona, igual si se siente feliz por la felicidad de otra persona, el psicópata no tiene esa capacidad de empatía profunda, aunque sí tiene una capacidad cognitiva con la que entiende y comprende, entre otras cosas, cuáles son tus ideas, tus actitudes o tus creencias, y esto le sirve al psicópata para manipular, “porque de esa manera puede saber dónde va tu pensamiento, cómo vas a reaccionar”.

Su nivel de emociones es de un nivel muy bajo y debido a esa profunda incapacidad son personas que no han desarrollado principios morales tal y como los entendemos, tiene unos principios que son suyos, por así decirlo, narcisistas, no tiene conciencia o arrepentimiento, no se disculpa por lo que está haciendo porque para sentir culpa quiere decir que tiene la capacidad para reprocharse a sí mismo que ha violentado reglas que son importantes. Tienen una gran resistencia al caos, e incluso lo crean, mantienen la cabeza fría, e incluso disfrutan de las situaciones más estresantes y caóticas, porque en realidad las consecuencias les da igual y tienen una oportunidad de quedar bien ante los demás.

En pocas palabras, le importa un carajo lo que digan los demás, para el psicópata los demás no existen, solo importa él y todos los demás, o son sus enemigos, o son piezas útiles para conseguir sus propósitos, se cree superior a los demás, está preparado para explotar a los otros, “no hay ser humano más preparado para dañar al otro porque es la persona que sabe los mecanismos para hacerlo y además no le importan los resultados, por eso, es el ser humano más peligroso que existe y cuanto más poder tiene, más peligroso es.”

El psicópata es una persona que suele tener un buen control, si hablamos del psicópata en su más alta expresión, el psicópata pone “el punto de mira en sus objetivos”, no es una persona que esté castigada, victimizada o acosada por pensamientos obsesivos que le hagan que su vida esté muy limitada,  por el contrario, el psicópata es muy expansivo, no todo extrovertido es psicópata pero estos suelen ser muy extrovertidos en su capacidad para fascinar,  por eso las personas dicen, “pero qué persona más genial, qué divertido”, y esas personas piensan instintivamente, “me va a ir bien con él”, pero claro, ahí está el anzuelo. El psicópata trabaja como una araña que va tejiendo la red, para que los demás caigan.

Esa es la personalidad del psicópata, así trabaja y funciona, pero… hay más que eso.

Se trata de un sistema social, el capitalismo. Este sistema, y lo vemos todos los días de la vida, manipula, miente y engaña, también corrompe y asesina si es necesario. El sistema capitalista solo tiene un objetivo, la riqueza a cualquier costo, pero la riqueza no para todos los seres humanos, solo para muy pocos, y en el camino las migajas van a dar en las manos de psicópatas que se sienten dioses porque reciben poder. Así, gobernantes corruptos, sádicos y asesinos se vuelven multimillonarios y defienden el sistema que les da esa riqueza, aunque tengan que destruir personas y el planeta en el camino.

Por eso el capitalismo no acepta, de ninguna manera, a gobiernos y pueblos que no hacen lo que ellos digan, y estos se convierten en objetivo de su rabia. Lo viven gobiernos y pueblos como Venezuela, Cuba, Nicaragua, Palestina, y todo aquel que ose oponerse a sus designios.

¿Por qué dictadores como Somoza, Videla, Banzer, Pinochet, Stroessner, y muchos otros, contaron con el respaldo de EEUU pese a sus crímenes?, porque le servía al capitalismo, a sus intereses.

La democracia, la libertad, la paz, la solidaridad, son palabras huecas para el sistema capitalista. Por eso psicópatas en el poder que buscan destruirlo todo, privatizarlo todo, y convertirlo en el negocio de pocos, son tan bien apoyados por el capitalismo internacional, por EEUU, aunque la salud y la educación, por ejemplo, no sea para todos por igual y solo para aquellos que puedan pagar. La esclavitud, las drogas, el hambre, la miseria, la muerte, el odio, la xenofobia, el fascismo, el terrorismo, son propios del capitalismo, son sus armas más letales, y los psicópatas en el poder las utilizan.

Un dato: Estudios han demostrado que muchos psicópatas en posiciones de poder proyectan una imagen de carisma, coraje y seguridad en si mismos, pero, en realidad, detrás, solo hay manipulación, temeridad e imprudencia. Habría que preguntarse, ¿Queremos que personas con estos rasgos tomen decisiones por nosotros?

Le invitamos a ver el programa 5 Minutos o Menos sobre este tema.