El SARS-CoV-2 le agradece

Por Marcos Chinchilla Montes

Desde mi comprensión, las autoridades del Ministerio de Educación Pública (MEP) son las que más mal han manejado la pandemia. Rayan en la incapacidad.

Es comprensible que como a la mayoría de la humanidad, nos tomara de manera desprevenida la aparición de la pandemia; pero resulta inaudita la incapacidad de la ministra del ramo para desarrollar medidas que garantizaran el acceso a la educación, y un bajo nivel de contagio entre estudiantes y su planilla laboral, máxime conociendo la experiencia que se desarrollaba en Asia, Europa y Estados Unidos de América.

Para solo dar dos datos, el MEP se decantó por una experiencia educativa televisiva desarrollada por una empresa privada, descartando la experiencia que Canal 13 tenía en ese campo. La firma de un convenio con el Instituto Costarricense de Electricidad para facilitar el acceso a internet para el estudiantado, se firmó casi un año después de que lo hiciera la Universidad de Costa Rica.

Las autoridades del MEP apostaron por la presencialidad si o si, no tenían un plan b, y me parece que siguen sin tenerlo. La movilidad que supone el que cientos de miles de estudiantes, docentes, personal administrativo y familiares se trasladen a los centros educativos aumentó el nivel de contagios, tanto para la primera ola como la segunda. Solo así, la ministra se vio obligada en primera instancia a recurrir a una virtualidad precipitada y excluyente, y para la segunda ola, a suspender el periodo lectivo; tuvo un año para preparar a la institución y no lo logró.

Lo que resulta aún más paradójico, es que para esta tercera ola, no solo toman la decisión de mantener la presencialidad, sino que reducen el distanciamiento de 1.8 a 1 metro, y además omite que la mayor parte de la plana administrativa y docente solo está vacunada con una dosis, y que el total del estudiantado no está vacunado. Por si la señora ministra no lo sabe, también existe el COVID largo, y miles de estudiantes van a quedar con afectaciones y discapacidades de por vida, hasta el día que mueran.

Por lo pronto, el SARS-CoV-2 y en particular la cepa Delta, le dan las gracias a la ministra por entregarle noveles cuerpos humanos para reproducirse.

 

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