Horas por un besito

José Luis Valverde Morales.

Por José Luis Valverde Morales

De repente la carretera de circunvalación en el sentido Uruca/Zapote, se convirtió en un enorme parqueo.

Desesperados conductores buscaban trillos improvisados en procura de calles aledañas, desembocando nuevamente en el caos.

Una señora se bajó en carrera del vehículo, buscaba afanosa un negocio, donde hacer la descarga urgente de la uno o la dos. ¡Vaya usted a saber!

La presa se movía centímetros por minuto, hora y media aproximadamente para recorrer menos de 500 metros.

Al final, justo donde comienzan o terminan las obras por Hatillo 4, un enorme furgón había tocado a un pequeño vehículo con un denominado “besito”, apenas perceptible en la carrocería.

Los oficiales de tránsito brillaban por su ausencia, reclamaban mejoras en las condiciones laborales (carros y motos sin mantenimiento, falta de materiales de trabajo, botas, chalecos, otros implementos).

El hambre hacía mella en los atribulados conductores, en muchos estómagos, de las tripas en el vientre, se escuchaban los retortijones a modo de rugido del jaguar.

Si en esas horas de espera, se hubiera recaudado un rojo por cabeza, de seguro se le hubiera comprado un vehículo 4X4 a quien esperaba se le hiciera justicia por un besito.

¡Me gusta Costa Rica mucho!