Las autoridades deben asumir el rol que corresponde ante el accionar del narcotráfico en nuestra sociedad

José Luis Pacheco Murillo

Es muy lamentable el observar cómo a lo largo de los años el narcotráfico ha penetrado en forma fuerte y constante a nuestra sociedad, nacional e internacionalmente hablando.

Cada vez más vemos con preocupación la forma en que el narcotráfico ha penetrado instituciones gubernamentales y familias. Lo peor es que hasta menores de edad han sido reclutados por el narcotráfico para lograr sus propósitos.

A pesar de que escuchamos que se dan el decomiso de toneladas de droga, lo cierto es que hay muchas más toneladas que no son incautadas y sigue todo el proceso de comercialización, nacional e internacional.

Muchas conexiones se dan a raíz de la penetración del narcotráfico: las pandillas, los sicarios, los asesinatos, los ajusticiamientos y con todo ello muertes y más muertes, hasta de niños.

Lo peor de todo esto es que se ha demostrado que autoridades están ligadas a esa actividad delictiva, por lo que hay protección y facilita miembros para que la actividad prospere.

La actividad es una de las que a lo largo de los años más muertes ha causado, desde la Colombia de los 80s y 90s al México de los 2000 y con esos dos países todos los que han servido como bodega y puentes para ese trasiego.

La condena la semana pasada de quien fuera un alto funcionario del gobierno mexicano, ha puesto en evidencia el ligamen de esa actividad delictiva con gobiernos.

En nuestro país las investigaciones sobre la penetración del narcotráfico en los partidos políticos y en elecciones, no avanza con la fluidez que se requiere, pero todos sabemos que los antecedentes de comisiones anteriores que todo eso no llega a nada y seguimos aterrorizados por la narcoactividad.

Dios quiera que las autoridades asuman el rol que necesitamos para acabar de una vez por todas con esta actividad que no solo afecta la economía del país, sino que deja su rastro de muerte por todo el mundo.