Legislación debe ser respetada parar que cableras no generen contaminación visual

José Luis Pacheco Murillo

El tendido eléctrico que veíamos hace años ordenado en virtud del trabajo laborioso de los funcionarios dé Instituto Costarricense de Electricidad y de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz, hoy es un verdadero desorden y hay que decirlo, y se ve horrible con la cantidad de cables de una y otra cablera.

Gracias a lo dispuesto por el Tratado de Libre Comercio y leyes que se sumaron a él los postes y toda la red de conducción eléctrica tuvo que ser puesta al servicio de las compañías telefónicas privadas y de televisión por cable y eso ha dado como resultado que tengamos a lo largo y ancho del país verdaderas “telas de araña” con cables por aquí y por allá, puestos en desorden y sin el más mínimo deseo de hacer las cosas como deben hacerse con orden y con él deseo de que el paisaje no pierda su encanto. La contaminación visual es evidente y además hay peligro para los ciudadanos ante esa maraña de cables. Incluso, las cableras de televisión cuando el cliente ya no utiliza el servicio cortan los cables que van al domicilio, pero los demás quedan ahí, convirtiéndose el tendido en una bodega para esas empresas.

Es necesario que tanto compañías eléctricas como de cable, cumplan con la legislación existente y se tomen las medidas para que el orden prevalezca en ese accionar con los cables y podamos tener un mejor paisaje a lo largo y ancho del país.

Es verdaderamente desagradable observar que esos espacios públicos estén ya contaminados y lo peor es que al parecer a esas empresas cableras no les preocupa y siguen haciendo “guindajos” de más y más cables sin preocupación alguna.

Actualmente hay mecanismos modernos que pueden sustituir ese caos y que además de ser más eficientes lograrían dar un mejor aspecto y una mejor visualización del paisaje.

Sabemos que ya muchos ciudadanos han hecho el reclamo, pero desgraciadamente el caos continúa y por ello deben ser las autoridades las que hagan su parte y obliguen a la realización de una conversión en los tendidos de cables.

Dios quiera que esa corrección sea más temprano que tarde.