Maquengal: Extractivismos al descubierto

Observatorio de Bienes Comunes

El pasado 16 de noviembre compartimos en el programa de Voces y Política con Yadira Campos, Eddy Alberto López y con las intervenciones de Minor Atencio, Juan Castrillo y Eli Artavia del Comité de Vecinas y Vecinos de la comunidad de Maquencal de Guatuso en el programa titulado  “Extractivismos al descubierto: Maquencal y la minería no metálica”.

Maquencal, ¿cuanto sabemos de este lugar? A 15 kilómetros del Centro de Guatuso podemos encontrar esta comunidad en donde el  turismo, la lechería, la agricultura familiar compiten con el monocultivo y la minería no metálica.

Maquencal o Maquengal sigue dando que decir, cuál de las dos formas puede levantar revuelo si se les pregunta a una o otra persona, pero lo que si es seguro es el cariño entrañado que sienten muchas de las familias por el Río Frío, ese vecino que ha sido testigo de muchas de sus alegrías, han hecho fiestas, se han bañado y pescado, y hasta es motivo que desde otros lugares lleguen visitarlos para disfrutar de sus aguas.

Sin embargo, lo que fue el Río Frío hoy resulta lejano, desde finales de los noventa se conocen las concesiones para la extracción del material en este río. Situación que ha venido intensificándose cada vez más, al reconocer el buen negocio que puede significar para unos pocos amparados por la institucionalidad municipal.

Esta actividad extractiva no sólo cambia los cursos del río y la disminución de su caudal, sino que también genera procesos de erosión en las riberas y la sedimentación del mismo. La agudización de estos efectos nos lleva a diversos daños ambientales, como el rompimiento de los ciclos de reproducción de muchas especias o la agudizan de los efectos de los fenómenos naturales cuando vemos las crecidas del río y las inundaciones.

Además de esto, ¿Qué pasa con la vida comunitaria? Sucede algo, en el territorio se da la erosión de la calidad de vida, que ven como sus espacios de encuentro e intercambio empiezan a desaparecer, ¿a dónde quedaron las pozas? ¿dónde quedaron las corrientes del agua? ¿a dónde vamos después de la escuela? Es decir ¿a dónde van a ir a disfrutar?

¿Hasta cuánto y cuando se puede extraer material? ¿Qué lugar tienen nuestras comunidades en esos proyectos de supuesto desarrollo? ¿Qué relevancia tiene el disfrute de nuestros bienes comunes en esas iniciativas económicas? Estas son algunos de los cuestionamientos que llevaron a la comunidad de Maquengal a organizarse y empezar a evidenciar las afectaciones que este tipo de proyectos extractivos hacen a la espalda de la vida comunitaria, pero sus costes los pagan las comunidades.

Gracias a las intervenciones de Eddy, Yadira, Minor, Juan Castrillo y Eli contribuyeron a caracterizar la situación que atraviesa el Río Frío, por esta razón les compartimos las ideas principales que se presentaron:

Afectaciones evidenciadas por personas de la comunidad a raíz de la extracción:

  • Ganadería: Los finqueros que colindan con el río sufren pérdidas de terreno que provoca la erosión de las orillas cuando este crece. Debido a la erosión, se hacen recortes en el terreno, lo que dificulta que los animales bajen a tomar agua.
  • El río está dejando sin paso a los finqueros de la zona, porque se hace cada vez más ancho y profundo el cauce del río.
  • Erosión: Los suelos y los árboles han sufrido una erosión debido al daño que se hace al ingresar con las maquinarias al río. También, para realizar la extracción están destruyendo las isletas que hay dentro del río, donde hay muchos árboles grandes y fauna.
  • Recreación: Antes había un gran número de pozas que podían visitar en familia y muchas de ellas ya hoy no existen.
  • Parte turística: En el río se practicaba rafting y tubing y debido a la forma que ha tomado el río y al caudal tan bajo, no se puede realizar dicha actividad porque es peligroso.
  • Por muchos años en Guatuso se hizo el torneo de pesca que reunía a personas de todo el país, pero desde hace unos 10 años no se ve esa actividad.
  • El Refugio Silvestre Caño Negro se ve afectado por la sedimentación de los ríos, en especial Río Frío lo que afecta la actividad del turismo. Tememos que próximamente sea el humedal de los Chiles.
  • Navegación: Hace aproximadamente 15 años, Río Frío era un río navegable, muchas personas de Guatuso tenían pangas y las podían utilizar sin problema.
  • Peces: Río frío era río con mucha variedad de peces, entre ellos se podían ver el pez sierra, róbalo, roncadores, sábalo real y la famosa machaca que ahora es difícil de encontrar.
  • Ha bajado el caudal del río.
  • Sedimentación: Al extraer tanto material y al reforestar los árboles para esto, el río va perdiendo los retenes naturales como las piedras grandes. Las pangas se anclan en cualquier lado por la sedimentación.
  • Cuando llueve muy fuerte, las partes bajas del cantón de Guatuso se inundan con más frecuencia en los últimos años.

¿Qué ha pasado con esa extracción de materiales?

Este río ha tenido varias concesiones, en el año 1987 fue la primera concesión y desde entonces ha habido como unas 6 más.

Cuando sucedieron los desastres por el huracán Otto, se dieron más concesiones con la finalidad de arreglar todas las carreteras del cantón que se habían deteriorado, y desde entonces hemos visto a mayor escala el deterioro del río.

Están haciendo extracción de material sin ningún control, provocando terribles daños para el cauce del río y a su alrededor.

Ya se han puesto denuncias a las autoridades competentes, pero no se han tenido respuestas positivas y se ha ignorado la situación.

Desde la municipalidad, ellos señalan abiertamente que gracias al Río Frío cuentan con una concesión permanente para el desarrollo del cantón, entonces ellos están felices, nosotros somos los que no estamos felices porque podemos ver el daño. Para ellos la prioridad es extraer material, el problema es que no se sabe si se está haciendo con medida o no, porque cuando se pregunta si hay daño ambiental, las personas funcionarias de la municipalidad señalan que no hay prueba física que lo compruebe, pero nosotros como integrantes de la comunidad lo podemos ver.

Necesidades:

  1. Orientación sobre qué medidas podemos tomar, porque Río Frío es uno de nuestros tesoros. Como se ha visto el avance del daño, las personas temen que ese río se vaya a destruir totalmente y desaparezca.
  2. Necesitamos el apoyo y orientación a través de las experiencias de personas y comunidades que se hayan organizado para la defensa de sus ríos y humedales, para saber a dónde dirigirnos para asegurar la protección del río.
  3. Necesitamos dar a conocer lo que pasa, para poder hacer conciencia y así evitar este tipo de prácticas para conservar la vida de nuestro río y la nuestra. Que las personas comprendan qué estamos demandando, por qué y para qué lo estamos haciendo.
  4. Queremos concientizar que las acciones que están emprendiendo generan consecuencias que perjudican a las comunidades y a la fauna.
  5. Nosotros como comunidad que somos los afectados, no estamos en desacuerdo con que hagan las extracciones, menos con paralizar el progreso del cantón, como nos tachan. Reconocemos que es la única fuente que tiene el cantón para reparar los caminos, lo que solicitamos es que se regule la cantidad de material que se extrae, de manera que sea amigable con el río y la vida que depende de estos como los humedales y la fauna.
  6. Se supone que las extracciones son para el cantón, pero no vemos reflejado las extracciones con las reparaciones de caminos, la red vial no está asfaltada, los caminos no se ven arreglados, las extracciones no llegan a las comunidades. Lo que sí se ve reflejado es el daño ambiental que se le hace al río.
  7. No contamos con un geólogo que de forma desinteresada y neutral pueda comprobar que hay daño ambiental en el río. Tampoco contamos con el dinero para pagar un abogado que nos pueda orientar y defendernos.
  8. Necesitamos que esta situación se comprenda no sólo como un problema local, sino regional y más que esto nacional. El potencial turístico de Caño Negro es enorme, pero no recibe la protección que debería. Como se vende sobre su belleza, uno de los refugios más importantes de la zona norte, debemos así difundir su protección. Es ilógico pensar en mostrar este lugar como una zona turística si en unos años va a terminar desapareciendo.
  9. No estamos luchando para nosotros mismos, sino para nuestros hijos y nietos, para que puedan vivir en un lugar tranquilo y seguro.

Como cierre de sus participaciones, Yadira nos recordaba que

“Para Maquengal Río Frío es como un tesoro para nosotros, en él se desarrolla la ganadería, la recreación y el turismo. Podríamos decir que es lo más valioso para Maquengal”.

“Si el creador nos ha dado un planeta para cuidarlo, donde nos puso para vivir, debemos de cuidarlo, porque qué haremos en un futuro nuestros hijos, nuestros nietos qué va a ser de ellos, por ejemplo en esta zona. Con quizás grandes carreteras pero sin agua. El mundo depende y la vida depende del agua”.

De esta manera, los y las vecinas de Maquengal nos llaman la atención sobre la difícil situación que a traviesa la comunidad, ante una institucionalidad pública que mira para otro lado, que prioriza el interés económico de unos cuantos, sobre el sentir de los ciudadanos.

Y a pensar de esto, la comunidad de Maquengal renuncia a darse por vencida, y siguen día a día recordándonos que nuestros ríos son más que recursos, son bienes comunes donde se reproduce la vida.